TERROR FOLKLORICO

Terror rural y paganismo en el cine

El término “Terror folklórico” se usa para definir ciertas películas de terror que no acaban de entrar en un
cajón particular y han acabado en una mezcla poco definida más allá de que tratan temas ancestrales y
vestigios de creencias precristianas. *Ejemplos*

Los elementos bases del terror folclórico son la naturaleza, el culto a una religión seguida por un número
reducido de personas y los ritos y festejos en torno a estas creencias. La mayoría basadas en sectas o cultos
que existieron de verdad. En las primeras películas de este género se asocia con los paisajes naturales,
destacando la conexión entre el paganismo y la naturaleza, el temor a las brujas, devoción que roza el
fanatismo y referencias a antiguos dioses y demonios. Pero lo más importante es que en el trasfondo hay una
respuesta al clima de la época con la contracultura e ideas revolucionarias. Puesto que cuando comenzaron a
hacerse este tipo te películas el contexto histórico y social siempre ha influido mucho, como ya he
mencionado antes, el movimiento hippie tuvo mucho que ver, pero

¿Qué tiene que ver el paganismo con los hippies?

El movimiento “Hippie” surgió a principios de los 60´s dirigido principalmente por jóvenes, que escuchaban
abrazaban la revolución sexual y creían en el amor libre. Algunos participaron en activismo radical y en el uso
de marihuana y alucinógenos como el LSD y otras drogas con la intención de alcanzar estados alterados de
conciencia; en realidad una forma de rebelarse contra el sistema . También buscaron formas de experiencia
poco usuales en esos tiempos, como la meditación. Solían optar por la simplicidad voluntaria, ya sea por
motivaciones espirituales-religiosas, artísticas, políticas, y ecologistas. También era común las formas de vida
apartadas de las ciudades, entre ellos formaban comunas o sociedades donde se iban a vivir a los bosques
comendo una vida rural a su aire sin que la “sociedad” les privara de sus libertades.

Vale, pero sigo sin saber, ¿qué tiene que ver?

Pues resulta que este movimiento fue una simple palabra moderna para definir “paganismo” ya que eran
personas que no creían en ninguna de las religiones lideres y que buscaban otra forma de vivir a base de otras
creencias, dejándose llevar por un líder que controlaba la comunidad e iba enmascarado de “Salvador” y aquí
es cuando comenzamos a hablar de “Sectas” las principales líderes de este género de terror.

Pero, ¿es esto lo que realmente describe el folk horror? Sí y no. El terror folklórico no solo se centra en el
paganismo, religiones, sectas o cultos, su enfoque más profundo se refiere a lo que podríamos decir “el
comportamiento humano” el por qué un grupo de personas lideradas por un falso gurú siguen y veneran a una
entidad religiosa, la cual les obliga a cometer crímenes en su nombre, que podría ser la verdadera naturaleza
humana, lo que demuestra que a veces, los monstruos somos nosotros.

Sin embargo no todas las películas que traten leyendas son terror folklórico, por comparar, la película de “la
llorona” habla de una leyenda popular de México, un fantasma que intenta asesinar y llevarse con ella a los
hijos de una mujer que se acaba de mudar, pero aunque podría aplicársele la definición de “folclórica” esta
película se va por las ramas y no consigue llegar a los estándares de el terror folclórico. En contraste, tenemos
“el Wendigo” escrito por Algernon Blackwood, donde se relata el viaje que un grupo de exploradores realiza
a los densos bosques del norte de América en busca de pieles, no obstante, la presencia en los bosques de la
criatura mítica conocida como el wendigo acaba afectando y llevando a la locura a uno de sus integrantes. A
pesar de que en esta historia nunca se menciona de forma explícita el aspecto de la bestia, surgen como el
motor del miedo, el miedo a no saber que nos está acechando. “lo peor de sentirse completamente solo es
estarlo y sentir que alguien te observa”

Podría concluirse que lo que de verdad representa el terror folklórico es la atmosfera, llena de secretos,
misterios y lo desconocido. En ese sentido el horror folk está acompañado de la psicogeografía o el cómo un
espacio geográfico puede afectar psicológica y emocionalmente a los individuos desde profundos bosques
hasta pueblos fantasmas. Ya sean espíritus buscando venganza o historias sobre brujas en un bosque, las
leyendas y mitos son elementos que no pueden faltar y son recurrentes en este género, además son la base del
mismo. Demonios y figuras divinas que son adoradas en estas obras, dictan la forma de vivir de los habitantes,
quienes siguen de manera enfermiza las lecciones y sin embargo, como se hace evidente en la mayoría de los
casos no son las entidades mismas quienes provocan hechos horribles, sino la gente. El como la vida de
personas se torna en pesadilla producto de la ignorancia. Todos estos elementos ayudan a reforzar las
atmósferas desoladas y llenas de misterio, que crean la psique de las comunidades, quienes crecen aisladas del
resto del mundo siguiendo las lecciones dadas por profetas religiosos quienes controlan a la población
necesitada de un guía ante la oscuridad.

Detrás de la aparente perfección que dichas comunidades muestran, se ocultan ritos y ceremonias extrañas a
quienes llegan, pero lo realmente aterrador, es que los habitantes creen firmemente que lo que hacen es lo
correcto, que lo que está bien son sus tradiciones y cultos y no lo que realmente es éticamente correcto, al fin
y al cabo, ese es el terror al que se refiere. Por eso mismo no hay punto de comparación en el terror que nos
puede provocar Chucky, o el terror que nos provoca seres como El wendigo.

Personajes como el primero, sabemos que son ficticios mientras que los otros son historias contadas desde
generaciones atrás que siguen viviendo en la mente e imaginación de personas reales, y están cargadas de
contexto histórico, por lo que vienen dadas de un realismo aterrador. En estos tiempos tan globalizados, las
leyendas locales son una forma de recuperar esa identidad de las regiones más antiguas. Donde se pretende
profundizar en el deseo por regresar a tiempos más sencillos, rendir culto a deidades paganas y encontrar un
sentido de pertenecer a un sitio, después de vivir en sociedades individualistas, para buscar sanación en la
naturaleza cuando esta misma ha demostrado lo indiferente que llega a ser hacia nosotros.