Universidad Nacional Autónoma de México

Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades

Plantel Azcapotzalco

Programa Jóvenes Hacia la Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades

Investigación:
El imaginario de la bruja, de la estigmatización a la emancipación femenina

Asignatura: Filosofía
Ponencia oral
Investigación documental

Integrantes:
Nombre No. De cuenta Correo electrónico
Aparicio Flores Juan Jorge 32134400 Juanjorge321@alumno.cch.unam.mx

Ramirez Hernandez 321323248 Robertoyael321@alumno.cch.unam.mx

Roberto Yael

Ramos Rodriguez Citlalli 321027812 Citlalliguadalupe321@alumno.cch.unam.mx

Guadalupe
Resendiz Maya Lorena 321300818 Lorenaitzel321@alumno.cch.unam.mx
Itzel

Asesora: Mtra. Paola Elizabeth de la Concepción Zamora Borge

ZABP750201
Tel. 5565051646
paola.zamora@cch.unam.mx
Contenido
Introducción........................................................................................................................ 3

1.- Revisión histórica de la bruja.........................................................................................5

2.- Romantización de la imagen de la bruja.......................................................................9

3.- Perspectiva feminista de la imagen de la bruja............................................................11

Conclusión........................................................................................................................ 13

Bibliografía........................................................................................................................ 15
Introducción
Este trabajo tiene como objetivo abordar el imaginario de la bruja, entendiendo que
el término no es ni ha sido el mismo en las diferentes épocas y lugares de la
historia, pues en el caso de occidente, no sólo el término tiene connotaciones
peyorativas, sino que ha sido una etiqueta para estigmatizar, excluir, controlar,
culpar, torturar o matar a mujeres a las que se les adjudica esa categoría. Sin
embargo, durante los últimos años también se ha reivindicado por el movimento
feminista.
En esta investigación se hizo una revisión histórica en torno a la bruja, como un
personaje que ha sido manipulado, satanizado e incluso banalizado en la cultura
pop, y con ello empobrecido su significado y desdibujado el impacto que significa la
cacería de brujas. Finalmente, se expone como, en la actualidad tiene su
resignificación y reivindicación desde el feminismo.
El propósito de este trabajo es contribuir a la memoria histórica que acompaña la
caza de brujas como un feminicidio colectivo. Con ello invitamos a reflexionar cómo
el pensamiento mágico ha definido el rumbo de la historia, incluso cómo éste ha
sido un “razonamiento” de grupos de poder. Pretendemos acercarnos a otro modo
de ver a las brujas, cuya imagen ha evolucionado con el tiempo, pero en gran parte
con un peso histórico envuelto de injusticias, violencia de género, machismo y
misoginia; esperando que esta investigación pueda reivindicar la imagen de la bruja,
a una de resistencia de la mujer ante un sistema que la ha cosificado durante siglos;
con la certeza de que el lector pueda reflexionar y crear su propio criterio.
Para realizar la investigación se revisaron textos claves como Calibán y la Bruja, de
Silvia Federici que, a través de un recorrido histórico, muestra cómo el papel de la
mujer en la edad media fue controlado y castigado como una forma de control
económico teniendo su pleno en el Renacimiento con la persecución de las brujas a
cargo de la Santa Inquisición, apoyada por la perspectiva racional y que fue base de
la acumulación originaria del capitalismo. También se recurrieron a dos textos
feministas de Marcela Lagarde y Ester Cohen. En cuanto a la investigación cultural
se revisaron diversas fuentes en la web para conocer literatura, cine y movimientos
vinculados con la figura de la bruja como la wicca, el neopaganismo, la cultura pop y
el feminismo.
La brujería está relacionada con el pensamiento mágico. 1 En la obra La
metamorfosis de Apuleyo se señala que la magia es un tópico recurrente en la
literatura y el folklore latino. Es una forma en que se entendía la otredad, representa
el rechazo a lo desconocido. La magia se coloca como si fuera un sistema de leyes
naturales, a decir de Frazer (1944, 34) es “una guía errónea de conducta; una
ciencia falsa y un arte abortado”. Este autor divide la magia teórica que consiste en
la “expresión de reglas que determinan la consecución de acontecimientos en todo
el mundo”; mientras que la magia práctica consta de “una serie de reglas que los
humanos complican con el objeto de conseguir sus fines”, las partes que la
constituyen son ritos, hechizos, espacios determinados, tradición oral. Esta actividad
reflejó características de las sociedades que creían en lo mágico (Hernández, C.
2021, 51).
Hemos situado nuestra investigación en analizar la perspectiva histórica del trato
hacia las mujeres consideradas brujas sin omitir el término actual con el que se
designan a sí mismas. A partir de los movimientos religiosos modernos que a
menudo incorporan alguna práctica de culto 2, símbolo o divinidad precristiana en su
liturgia. Estos van desde la brujería, una forma de brujería relacionada con la
fertilidad cuyos practicantes se reúnen en uno o más aquelarres, hasta el
"reconstruccionismo", que es esencialmente un intento de recuperar el antiguo
paganismo3.
Tal es el caso de ásatrú, que se originó en Islandia en 1973 y se basa en las
tradiciones de los pueblos nórdicos, entre ellas el culto a Odín y el druidismo
siguiendo las antiguas creencias celtas. El neopaganismo incluye elementos de
politeísmo o animismo y sus rituales están asociados con los fenómenos de la
naturaleza como equinoccios y solsticios.
En ese sentido un término asociado al neopaganismo es el de wicca, entendida
como “La reconstrucción y reinterpretación de religiones ancestrales pre-cristianas,
fundida con elementos de modernidad como el romanticismo y el retorno a la
naturaleza, el feminismo, el colectivismo, el ecologismo y el anticapitalismo” (Jara. V

1
El término procede del latin “Magīa” que proviene del griego “μαγεία” (mageia) que según algunos
autores procede del persa magoi que hace referencia a los sacerdotes del zoroastrismo (RAE, 2023).
2
Morgana es una hechicera discípula de Merlín, el mago de las sagas artúricas. Ella después se
convierte en la rival más fuerte de Merlin volviéndose antagonista del rey Arturo.
3
Hecate era la diosa de la oscuridad lunar, aparece en el canto homérico a Deméter y en la
Teogonía de Hesíodo. Se le vincula con Circe, la hechicera que convierte a los hombres en bestias
en la Odisea, y con Medea, que en la tragedia de Eurípides, mata a sus hijos.
2013), pero también con un carácter romántico que llega a convertirse en moda. La
”romantización” de las brujas, viene de la mano junto con el movimiento feminista
que usa a la bruja como un simbolo de resistencia femenina “se recupera como un
símbolo en el que las mujeres se pueden reconocer y con quien se pueden
identificar. Dado que en el arquetipo de la bruja se enraízan feminidad, capacidad
de amenaza y poder, la brujería evoca rebelión y resistencia” (Quintano, P. en
V.V.A.A., 2021).
El arquetipo original guarda características en común en occidente: mujer fea y/o
vieja, que se dedica a las artes oscuras cuyo propósito es hacer el mal. Sin
embargo, en el último siglo el tema de las brujas se le ha dado más popularidad
dándole un aspecto inofensivo e incluso positivo.
Es posible afirmar que en los siglos XIX y XX, la bruja aparece representada en la
literatura y posteriormente en el cine como un personaje de terror, pues ella suele
ser percibida como una mujer que inspira miedo y desprecio (Acosta, V. y
González, D., 2018). Pero, con el movimiento hippie, feminista y neopagano, el tema
de la brujería empezó a dejar de ser un tabú para convertirse en lo que se le puede
decir una “forma de vida”. En el feminismo y neopaganismo ha sido una forma de
“rebeldía” contra el cristianismo, pues fue quien condenó a muerte a miles de
mujeres durante siglos de poder. Un variante de la wicca es el dianismo,en honor a
la diosa romana Diana4, protectora de las mujeres y la naturaleza.

1.- Revisión histórica de la bruja

Silvia Federici (S,2010 p.33-78), señala que en el feudalismo quién decidía sobre las
mujeres eran los señores feudales. Ellos tenían el control de toda la servidumbre.
En esta época las mujeres eran parteras y tenían grandes conocimientos de la
medicina, pero con la transición del feudalismo se crea la Santa Inquisición,
encargada de quemar a los herejes y posteriormente a las brujas. Con la peste
negra la iglesia y la burguesía intentan tener control sobre la población adjudicando
la brujería a las mujeres para así poder tener dominio sobre su cuerpo y mente.

4
El origen del dianismo es en conjunto con el neopaganismo y la wicca, surgido entre los años 70´s,
movimiento social que vincularon la tradición de la Diosa y de las brujas con las luchas por los
derechos de las mujeres, creando junto a otras investigadoras de lo Sagrado Femenino una corriente
espiritual cuya cosmovisión y práctica ritual no provenía de ninguna iglesia o religión monoteísta.
Justo en la época en que el feminismo estaba en su auge. (Leyeli, F., 2016).
En plena crisis del feudalismo, la aristocracia terrateniente inició la privatización de
las tierras. Este fenómeno vino acompañado de una campaña de terror contra las
mujeres, para debilitar las revueltas campesinas poniendo a los hombres en contra
de ellas como método de apaciguamiento, siendo simultáneo a la transición del
capitalismo. Fue a partir del siglo XV que tanto la iglesia católica como la protestante
persiguieron la brujería como un crimen. Esta se sistematizó e incluso se escribió al
respecto El martillo de las brujas. 5 En los sermones de las iglesias se daban
instrucciones de cómo identificarlas y se invitaba a denunciarlas a las autoridades.
La imprenta ayudó a crear propaganda que describía y mostraba imágenes de cómo
eran las brujas, por lo que se recurrió a artistas como Hans Bandung. Se
sistematizaron los argumentos, apoyándose de ideas filosóficas como las de
Thomas Hobbes y Jean Bodin quienes “aprobaban” la persecución de las brujas
como control social. A pesar de la reforma protestante y los problemas entre las
iglesias, éstas se “unieron” con un objetivo en común: la persecución de brujas.
Los financiamientos para las conquistas en el nuevo mundo salieron de confiscar
riquezas de mujeres acusadas de brujería. La mayoría de ellas eran campesinas
pobres, granjeras y asalariadas, acusadas por hombres de mayor nivel social; se
creía que al ser de clases solían buscar al diablo para hacer pactos y mejorar su
nivel de vida. La enemistad del capitalismo contra la magia puede verse desde este
periodo, ya que la magia veía vitalidad en elementos como el agua, la tierra,
árboles, etc., lo que no le convenía al capitalismo quien necesitaba explotar y
controlar la naturaleza. La caza de brujas será una herramienta para perseguir
mujeres en las sublevaciones campesinas, pues ellas eran quienes generalmente
las dirigían, pues luchaban por las hambrunas y malas condiciones que pasaban
sus familias. La diferencia entre herejía y brujería es que la primera perseguía tanto
a mendigos, curas del clero bajo, gitanos, etc. sin distinción de géneros con fines
5
El Malleus maleficarum o el martillo de las brujas escrito en latin por Enrique Kramer y Jakob
Sprenger, Publicado Originalmente en 1486 Alemania. Es una especie de manual acerca de las
brujas. Desde cómo saber cuándo una mujer debía ser considerada una bruja o cómo ellas son
seducidas por el diablo para convertirse en brujas. También se detallan remedios para los maleficios
hechos por las brujas hacia los hombres, explicando que éstas buscan corromper al hombre
seduciéndolo o embrujando, algo sorprendente es el imaginario que tenían para incluso detallar
pasos para hacer un interrogatorio para que las mujeres acusadas de brujería aceptaran que lo eran.
Tales como que se debía de hacer el interrogatorio un día santo y con el apoyo del pueblo para que
de ese modo se obtenga un “apoyo divino” y el que interrogará debía estar lleno de símbolos
religiosos para que así de dicha forma la bruja se perturbara y admitiera sus crímenes, en caso de
que este método fallará serian sometidas a la “prueba del hierro candente” donde serían quemadas
por un objeto metálico candente para que así confesaran.
políticos y sociales. Al buscar un método para reforzar la fe en Dios, el poder papal
creó la inquisición Medieval. La herejía era el crimen contra la iglesia desde el punto
de vista intelectual, y la brujería era del tipo sensorial. Lutero fue tachado de mago,
y los protestantes acusaban al Papa de servir al diablo; mientras que la brujería era
un crimen femenino, que se acusaba de infanticidio, perversión sexual y
demonización. Las parteras fueron de las más perseguidas, ya que tenían gran
control de la concepción, tenían saberes de sexualidad y métodos anticonceptivos,
por lo que el capitalismo aliado con la iglesia las acusaron de violar un misterio
femenino e ir en contra de la procreación. (Federici, S., 2010, p.251-287)
Los siglos XV-XVIII fueron el marco temporal de la caza de brujas, teniendo su
punto máximo entre 1580 y 1630. Este fenómeno no fue resultado del oscurantismo,
sino que formó parte del cambio en el sistema político. Entre 1580 y 1630 también
fue la época en que las relaciones feudales ya estaban dando paso a las
instituciones económicas y políticas típicas del Capitalismo Mercantil (Federici,
2004)
Otro hecho que apunta a la relación económica con la caza de brujas es la
distribución geográfica de la persecución, ya que estos hechos ocurrieron
mayormente en regiones donde la transición económica era acelerada, con la
privatización de la tierra, el aumento de los impuestos y la extensión del control
estatal. En el contexto histórico, las sociedades campesinas de la Europa de los
siglos XV-XVIII tenían una fuerte relación con la naturaleza, viéndola como algo
sensorial y mágico. Las mujeres, frecuentemente eran las que conocían sobre la
tierra y usaban sus frutos para sanar y dar vida. Con ello, las nociones populares de
la magia fueron adaptadas e interpretadas por “intelectuales” y sus ideas sobre la
magia, los demonios y otros temas fueron difundidas por “los predicadores”. Cuando
se dió la persecución de las “brujas” las mujeres se vieron completamente
vulnerables. Este tipo de inquisición fue instrumental a la creación de una nueva
forma de familia y de disciplina social del trabajo. Pero antes de todo esto hubo un
adoctrinamiento sostenido en que las autoridades expresaban la propagación de las
brujas como enemigas de la propia sociedad. “La mitología demoníaca de la brujería
fue producto de la élite culta; no de la mente popular” (Henningsen, 1980).
La bruja era simplemente la encarnación de la amoralidad, y de todo aquello que va
en contra de los ideales de la sociedad. Las mujeres fueron perseguidas y acusadas
de hechiceras, curanderas, encantadoras o adivinas. La mujer que practicaba su
sexualidad fuera de los vínculos del matrimonio y la procreación, se le llamaba
libertina, promiscua y se le adjudicaba ser bruja. El capitalismo desde sus
comienzos ha desarrollado una política muy intensa y científica contra la sexualidad;
no solamente para reprimirla sino para usarla. Así se aprobaron leyes que durante
la persecución promovieron los ideales de feminidad y domesticidad. Al ser un
movimiento con legitimidad legal, fue un instrumento político para controlar
escenarios a favor del Estado y sublevar a los campesinos.
El enemigo seguía siendo Satán, pero necesitaban un ser más cercano que se
atreviera a pactar con él y traicionar a Dios. Para ello debían estigmatizar a las
clases subalternas y a su vez, a los más débiles: las mujeres pobres y viejas, a las
que también se les atribuían los poderes mágicos y de sanación. Gracias a la
Inquisición Medieval, la iglesia obtuvo un mayor poder que le permitió imponer sus
ideas misóginas y perseguir a las mujeres que estaban a favor de los controles de
natalidad.
Durante el siglo XVI hubo un descenso en la población América Hispana e incluso,
en la europea por la llamada hambruna de las décadas (1540 y 1580), el
proletariado dependía de las cosechas de granos (habían ocasiones en las que era
tan escaso que morían) y la salud de estos individuos se fue deteriorando con la
llegada de enfermedades como la peste negra y la viruela. A parte, se dio una crisis
económica o también llamada “crisis capitalista” por el estancamiento del comercio
y la disminución del mercado, la clase proletaria se quedó sin empleo y sin vida. El
Estado quería más producción y fuerza de trabajo, otorgó el régimen “Biopoder”6
donde las mujeres pierden el control que habían ejercido sobre la procreación y
sobre su cuerpo, “sus úteros se transformaron en territorio político” al servicio de la
acumulación capitalista. (Federici, S; 2010; 130)
Debido al llamado “colapso del salario” del siglo XIV que perjudicó severamente a la
mujer proletaria, aun más de lo que estaban en la Edad Media, donde ganaban la
mitad del sueldo de un hombre, en la época posterior bajó su paga a ⅓ de lo que
ganaba el proletario varón, a pesar de que hacían lo mismo; es por esta razón que
las mujeres no tenían la oportunidad de mantenerse, lograr una independencia
económica (ni en la agricultura, ni en el sector manufacturero) por lo que optaron por
la prostitución. (Federicci, S; 2010; 130)
6
Este término acuñado por Michel Foucault el poder no es ya matar sino establecer una tecnología
de doble faz- anatómica y biológica, individualizante y específicamente, vuelta hacia las relaciones
del cuerpo y atenta a los procesos de la vida. (Foucault en Tosano, D., 2008)
En el siglo XVI la violación de una prostituta dejo de ser un crimen y el hecho de que
este acto haya sido aprobado por el Estado “insensibilizó a la población frente a la
violencia contra las mujeres”, eran todo menos las víctimas, las mujeres violadas ya
no tenían un lugar en la sociedad. (Moreno, A, 2011)
Durante los siglos XVI y XVII la peste negra genera una “renovación” (edad de oro
del proletariado) donde muere mucha gente, por lo que el Estado buscaba aumentar
la natalidad y para esto, el “disciplinamiento del cuerpo” femenino era la clave
Se intensificó la persecución de las “brujas”, se demonizó cualquier forma de
control de la natalidad y de sexualidad no-procreativa, y se impusieron penas
severas a la anticoncepción, el aborto y el infanticidio. El resultado fue que se
esclavizó a las mujeres a la procreación: “Sus úteros se transformaron en
territorio político controlado por los hombres y el Estado: la procreación fue
directamente puesta al servicio de la acumulación capitalista” – (Moreno, A,
2011)

2.- Romantización de la imagen de la bruja

La cultura popular ha alimentado la imagen romántica de la bruja, sobre todo el cine.
A la bruja se le asocia con la magia, los conjuros, acontecimientos fantásticos,
sobrenaturales y el mal. Su representación recurrente es una mujer vieja, fea con
una enorme nariz y que vuela en escoba. Pero que se puede convertir en una mujer
bella y amable.
Los primeros textos literarios sobre brujas los encontramos en los cuentos de los
hermanos Grimm situados en la vida cotidiana de la Europa del siglo XIX. En la
bruja de Hansel y Gretel, ésta intenta comerse a los niños mediante engaños y en el
caso de Blancanieves, la bruja trata de matar a la protagonista al estar celosa de su
belleza. En cambio en el libro de El mago de Oz (1900), se presenta una bruja
buena y otra mala. La buena del norte es querida, linda y bondadosa, y protege a la
protagonista de cualquier daño7.
Haxan (1922) película de culto de Benjamin Christensen, es la primera en abordar el
tema de la brujería y ocultismo a través de los tiempos, con gran dramatización,
escenas muy grotescas y explícitas para la época, lo que causó mucho revuelo en

7
Matilda Joslyn Gage fue una sufragista feminista quién escribió el libro Mujer, iglesia y Estado;
también luchó por el derecho al voto para las mujeres en Estados Unidos. Ella fue quien inspiró al
autor del Mago de Oz, Lyman Frank Baum, para crear el personaje de una bruja buena debido a su
labor humanitaria, y por sus afinidades políticas (Schwartz, 2009)
su época. Además el mostrar los abusos de la iglesia, no agradó a creyentes y
fanáticos.
En Blanca Nieves y los siete enanos (1938) la reina malvada es una bruja con
apariencia de mujer bella, pero que se convierte en una anciana de nariz puntiaguda
con granos, jorobada y viste con una túnica negra. Su intención es ser la mujer más
bella y por eso su repudio a Blancanieves ofreciéndole una manzana envenenada
para matarla.
A finales de los años 70´s y 80´s, en la música como el rock, punk, y/o metal; hay
mensajes contestatarios y contraculturales, critican al cristianismo mientras que,
reivindican a la bruja con una estética asociada al ocultismo, símbolos esotéricos y
pentagramas, acompañadas de letras satánicas. 8 Estos géneros musicales incluso
han sexualizado la imagen de la bruja. También en la industria pornográfica o
erótica se visten las mujeres con atuendos sexys con temática de bruja.
En los 90 's la película Las brujas (Roes, 1990) las presenta de diferentes edades,
pero con sus manos maltratadas, arrugadas con uñas largas, nariz puntiaguda y
aspecto demacrado. La película muestra el odio a los niños de parte de las brujas
hasta convertirlos en ratones. Sabrina, la bruja adolescente (1993)9 es una joven
que usa sus poderes para autodescubrir su vida y es sorora hacia otras mujeres. En
los libros de Harry Potter de J.K Rowling los hombres hacen hechizos y lanzan
encantamientos como magos y a las mujeres como brujas, ya sin connotación
satánica ni relacionada con el mal.
La industria cultural deforma la esencia feminista de la bruja, usando la brujería
como “superpoderes”, haciendo a las brujas “superhumanos”, similares a
superhéores. Personajes la bruja escarlata de Marvel quien nace con poderes para
poder manejar magia y hechizos; Raven de los jóvenes titanes, hija del demonio
Trigon, que se relaciona a temas ocultistas, hechizos, y magia, agregando
elementos cósmicos, interdimensionales, y demás ciencia ficción. Otro ejemplo de la
idealización es Kiki: entregas a domicilio de Hayao Miyazaki (1989), donde se ven
elementos como la escoba y el gato negro, pero aqui Kiki hace servicios de entregas
a domicilio.
8
En La cantiga de las brujas (Mägo de Oz, 2019), aborda “rituales satánicos”, en su video oficial
aparece la actriz de la industria pornográfica Apolonia La piedra, quien es crucificada, cuestionando
el símbolo religioso del cristianismo.
9
En México tenemos a doña Clotilde del programa televisivo el Chavo del Ocho, a la que le llaman la
bruja del 71, quien es una mujer vieja, de quien huye su vecino Don Ramón por fea y tratar de
seducirlo, y quien los niños la tachan de bruja por ser vieja y fea
Tampoco hay que creer que todo el entretenimiento hace a un lado la perspectiva
femenista de la bruja, o sigue retroalimentando los aspectos negativos. Pues se vió
el ejemplo Haxan; y el caso de Maléfica de Disney (2014), donde el protagonismo
recae en el personaje de la Bruja malvada que hechizó a la princesa Aurora en la
bella durmiente. Lo que la hace especial es el trasfondo de sus acciones, la
justifican, más no la exculpan, pues en dicha película se hace una alegoría a la
violación femenina10.
A veces no es la misma industria quien romantiza a la bruja y brujeria, sino también
la sociedad, de forma positiva con el movimiento feminista y neopagano; o de forma
que puede considerarse “negativa”, como cuando la sociedad suaviza el trasfondo
de la bruja, ya sea por razones como la antes vistas, o relacionadas con la moda, un
ejemplo reciente es la moda WitchTok, que comparte tutoriales para llevar
“hechizos” para la gratificacion personal y a veces para hacer daño a los demás. En
resumen, la cultura pop y la industria del entretenimiento por un lado han edulcorado
la imagen de la bruja en los cuentos infantiles, pero también la vinculan con lo
horrible, el ocultismo y/o satanismo.

3.- Perspectiva feminista de la imagen de la bruja

El feminismo nos ha permitido identificar que a quienes acusaban de hacer brujería
era a las mujeres. Mientras que a ellas las difamaron, torturaron e incluso las
quemaron vivas, a los hombres no se les castigaba por ser brujos, y cuando los
hombres eran llamados brujos era con un significado positivo, socialmente
aceptado. “Bruja en la cultura patriarcal es un insulto, una satanización, y un
estigma; quién es bruja se coloca en la parte mala del mundo, porque la bruja
encarna simbólica y míticamente a la mala mujer, mala madre, madrastra, mujer
erótica, etcétera” (Lagarde M., 2005).
La bruja siempre va a encarnar la parte de la mujer que ante la sociedad está mal
vista, ya que la mujer es la mala, hombres y mujeres no eran tratados por igual en
la época renacentista, ya que fueron sometidas las mujeres y tachadas de brujas
de acuerdo con Ester Cohen (2003) “La bruja será el cuerpo de la mujer
10
A decir de su protagonista, Angelina Jolie, menciona “la raíz de Maléfica plantea cómo las víctimas
de esos abusos tienen que decidir si abusar también de otros o superarse y seguir amando al
prójimo”. (Europa Press, 20214)
renacentista narrado por sus verdugos, narración que desembocará,
inevitablemente en el fuego”. La bruja nunca tendrá su propia narración de los
hechos ya que quienes narran los hechos de las brujas son las mismas personas
que la enjuiciaron.
Hay que tener en cuenta y ponernos a pensar por qué a las mujeres se les acusaba
de cometer la brujería, cuál fue el hecho que detonará de que ahora las mujeres se
les llamará brujas simplemente por el hecho de tener control sobre su cuerpo ¿por
qué era tan malo que las mujeres tuvieran el control sobre su cuerpo?
Si bien a las mujeres se les apreciaba por su cuerpo, su apariencia, entre mejor
cuerpo y apariencia tenían las mujeres eran mejor vista, pero a pesar de que las
mujeres debían de cuidar su cuerpo respetando ciertas normas de la época, no
podían decidir sobre de él, porque al decidir sobre el ya no eran bonitas, eran
brujas. “si la mujer es naturaleza, su historia es la historia de su cuerpo, pero de un
cuerpo del cual ella no es dueña porque solo existe como objeto para otros”.
(Lagarde, M., 2005: p 25).
Con el desarrollo del capitalismo llega la degradación de las mujeres, se busca el
dominio de su cuerpo, conocimiento y fuerza de trabajo porque el capitalismo
patriarcal tiene como objetivo que la mujer se reproduzca con el fin de la ampliación
del capital, entre mayor fuerza de trabajo mayor capital “vivir para producir”. (2016)
Para el capitalismo es importante tener el control sobre el cuerpo de la mujer. [...] Para
él, ella era una mercancía fragmentada cuyos sentimientos y elecciones rara vez eran
consideradas: su cabeza y su corazón estaban separadas de su espalda y sus manos, y
divididas de su matriz y vagina. Su espalda y sus músculos estaban insertos en el
campo de trabajo […] a sus manos se les exigía cuidar y nutrir al hombre blanco […]
[S]u vagina, usada para el placer sexual de él, era la puerta de acceso a la matriz, lugar
donde él hacía inversiones de capital —el acto sexual era la inversión de capital y el hijo
que resultaba de ella la plusvalía acumulada […] (Omolade, B en Federici, S. 2010)
“La caza de brujas fue, por tanto, una guerra para degradar, demonizar y destruir el
poder social de las mujeres. En las cámaras de tortura y en las hogueras se forjaron
los ideales burgueses de feminidad y domesticidad”, donde la feminidad era
representada por la mujer sumisa y obediente, otorgandole superioridad a la
masculinidad, al hombre. (Moreno, A, 2011)
El feminismo retoma algunos cultos, ritos, o ideas neopaganas, aludiendo a la
grandeza de las brujas de culturas precristianas, pues antes de la llegada del
cristianismo a las diversas culturas lo que conocemos como brujas no eran
perseguidas en todos los pueblos, pues eran mujeres consideradas sabias, con
amplios conocimientos en medicina, botánica, astrología, astronomía, parteras,
entre muchas cosas más. Y hace uso de estos conocimientos como forma de
subversión y reivindicación, pasando la bruja de ser un término negativo a uno
positivo. Pero también están quienes retoman prácticas más acercadas al arquetipo
de la bruja común, haciendo “hechizos”, “conjuros”, acercándose a prácticas más
esotéricas,y alejándose de las prácticas más “objetivas”. De igual modo ambas
prácticas como forma de protesta contra la cultura hegemónica, una contracultura.
La brujería también es usada como protesta a la ciencia, pues hay quienes
consideran que la ciencia tiene un origen patriarcal, pues en sus inicios la ciencia
era exclusiva de los hombres, dejando lo supersticioso y poco objetivo para las
mujeres.
Sin embargo, las mujeres no solo han aceptado el papel de “víctimas” que la
estructura patriarcal y capitalista ha buscado otorgarles, pues millones de mujeres
alrededor del mundo a lo largo de la historia han luchado por alzar la voz,
reestructurar el sistema, recuperar sus tradiciones, ocupar puestos de poder y
obtener derechos humanos. El feminismo, además, a lo largo de los años ha
buscado evolucionar y luchar por las mujeres de todas clases sociales. Por lo tanto,
si se tuviera que buscar una cura a la herida que es la caza de brujas, sería el
feminismo y la unión no solo de las mujeres, si no de todas las personas que se
encuentran reconstruyéndose y abriendo los ojos hacía la violencia sistemática que
se ha ejercido al construir una estructura de privilegios vertical que favorece solo a
unos pocos.” (Enriquez, K 2022:58)

Conclusión
La imagen de la Bruja puede ser reivindicada o banalizada. En el primer caso .
tenemos al movimiento feminista que la ha reivindicado desde una postura crítica
izquierdista y anticapitalista y, por otro lado, las grandes industrias del
entretenimiento la han hecho una apropiación cultural. Al hacer su imagen más
comercial y banal se opone al símbolo de lucha y reivindicación que plantea el
feminismo.
Aunque series televisivas promueven la fórmula de una bruja buena y otra mala,
cuando escuchamos la palabra bruja frecuentemente se relaciona con algo malo y
siniestro; mientras que cuando se habla de un brujo su valoración es más neutra.
Otra forma de desvirtuar la imagen de las brujas, es cuando
individuos/aficionad@s monetizan, ya sea por encargos y/o por las aplicaciones que
hacen lucrar, capitalizan un movimiento, que en esencia, es anticapitalista, lucrando
con un movimiento social, y enriqueciendo a los grupos detrás de estos negocios, o
simplemente hacerlos por unas cuantas vistas y likes. Sería bueno conocer el
contexto detrás de la bruja como un símbolo de resistencia femenina, para
reflexionar y entender este movimiento social.
Estas romantizaciones que pueden ser erróneas, triviales, frívolas, desvirtúan la
historia de las brujas, quienes en realidad eran mujeres que sufrieron por la
misoginia y machismo,una persecución mortal.Hemos banalizado el tema de las
brujas, sin ir a la raíz de la cuestión que es adjudicar esa connotación a las mujeres,
basta que a una mujer se le diga así, para considerar que es moralmente mala,
juzgando, controlando o valorando la decisión sobre su cuerpo.
La caza de brujas fue un acto de aberración hacia las mujeres, infringiendo castigos
por pretender control de su propio cuerpo al estigmatizar con el estereotipo de
feminidad, al violarlas, al eliminar la independencia en sus mentes y por supuesto, al
matarlas. Con la llegada del régimen “biopoder” se consiguió categorizarlas como
una “máquina de trabajo” del capitalismo, donde su único propósito era obedecer y
procrear. Corrompieron su dignidad y salud (no sólo daños corporales, sino a su
mente y a su libertad) al llamarlas “bien común”.
Es increíble ver la historia de mujer en occidente, acompañada con la historia del
machismo y misoginia, machismo por controlar la sexualidad de la mujer, y
misoginia por atentar contra la vida de ellas en base al odio. Pudiendo hacerlo la
sociedad en general, hombres y mujeres. Este odio se ve reflejado en todos los
ámbitos como religioso, político, social, y económico, justificando la violencia contra
ellas a través de la ciencia y la “razón”.
Se pudo observar que la romantización de la bruja es gracias a el feminismo junto
con el movimiento neopagano, pues se rescató el “verdadero” origen de las brujas, y
se reivindicó sa imagen, contraponiendose con el arquetipo que comúnmente
conocemos, por lo regular es negativo. Algo que ha jugado su romantización, es la
cultura pop, a veces de forma positiva y de otra negativa. Pues las industrias de la
literatura, cine, tv, anime, comics, etc. han usado a las brujas y la brujería, para
lucrar con esa imagen, dotandolas de un carácter épico sin saber el trasfondo
histórico. Ejemplo es la fiesta de Halloween, entre los muchos disfraces que se
encuentran ese día hay una bruja mínimo; incluso la industria turística ha lucrado de
la caza de brujas, sitios como Salem, y Zugarramurdi, cada año reciben miles de
turistas en épocas de Halloween, vendiendo mercancía o servicios relacionados a la
caza de brujas; señala Silvia Federici “No creo que los turistas que compran estas
muñecas sean conscientes de que estas eran mujeres acusadas de delitos ficticios
y que después sufrieron torturas horribles y a menudo fueron quemadas vivas”
(Garnider, 2020).

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