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DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS PARÁSITOS: OMS. MARZO 2022.

(II)

Datos y cifras

● Las helmintiasis transmitidas por el suelo son una enfermedad parasitaria causada

por diferentes especies de gusanos.

● Se transmiten por huevos presentes en las heces humanas que contaminan el

suelo en las zonas con malos sistemas de saneamiento.

● En todo el mundo hay alrededor de 2000 millones de personas infectadas por

helmintos transmitidos por el suelo.

● Los niños infectados sufren deterioro físico, nutricional y cognitivo.

● El control de la enfermedad se basa en lo siguiente:

i. desparasitación periódica para eliminar los gusanos;

ii. educación sanitaria para prevenir la reinfección; y

iii. Mejora del saneamiento para reducir la contaminación del suelo por huevos
infectivos.

● Se dispone de medicamentos seguros y eficaces para controlar la infección.

Las helmintiasis transmitidas por el suelo son una de las parasitosis más comunes en
todo el mundo y afectan a las comunidades más pobres y desfavorecidas. Son
transmitidas por los huevecillos de los parásitos eliminados con las heces fecales de las
personas infestadas, los que a su vez contaminan el suelo en zonas donde el
saneamiento es deficiente. Las principales especies de helmintos transmitidos por el suelo
que infectan al hombre son la ascáride (Ascaris lumbricoides), el tricocéfalo (Trichuris
trichiura) y el anquilostoma (Necator americanus y Ancylostoma duodenale).

Distribución mundial y prevalencia

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En todo el mundo, aproximadamente 1500 millones de personas, casi el 24% de la
población mundial, está infectada por helmintos transmitidos por el suelo. Las helmintiasis
transmitidas por el suelo están ampliamente distribuidas por las zonas tropicales y
subtropicales, especialmente en el África subsahariana, América, China y Asia oriental.

Más de 270 millones de niños en edad preescolar y más de 600 millones en edad escolar
viven en zonas con intensa transmisión de esos parásitos y necesitan tratamiento e
intervenciones preventivas.

Transmisión

Las helmintiasis transmitidas por el suelo se transmiten por los huevos eliminados a
través de las heces de las personas infectadas. Los gusanos adultos viven en el intestino,
donde producen miles de huevos cada día. En las zonas que carecen de sistemas
adecuados de saneamiento, esos huevos contaminan el suelo, lo que puede ocurrir por
distintas vías:

● A través de hortalizas insuficientemente cocidas, lavadas o peladas.

● A partir de fuentes de agua contaminadas.

● En el caso de los niños, al jugar en el suelo contaminado y llevarse las manos a la

boca sin lavarlas.

Además, los huevos de anquilostoma se desarrollan en el suelo y liberan larvas que


maduran hasta transformarse en una forma que puede penetrar de forma activa en la piel.
La infección se produce principalmente por caminar descalzo sobre suelo contaminado.

No hay transmisión directa de persona a persona, ni infección a partir de heces frescas,


porque los huevos expulsados por las heces necesitan alrededor de tres semanas para
madurar en el suelo antes de hacerse infecciosos. Como estos gusanos no se multiplican
en el huésped humano, solo hay reinfección en caso de contacto con las formas infectivas
presentes en el medio.

Morbilidad y cuadro clínico

La morbilidad depende del número de gusanos albergados. Las personas con infección
leve por lo general no presentan síntomas. Las infecciones más graves pueden causar

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diversos síntomas, entre ellos manifestaciones intestinales (diarrea y dolor abdominal),
malestar general y debilidad, así como deterioro del desarrollo cognitivo y físico. Los
anquilostomas causan pérdidas crónicas de sangre intestinal que pueden dar lugar a
anemia.

Efectos nutricionales

Los helmintos transmitidos por el suelo ponen en peligro el estado nutricional de las
personas infectadas por diversos mecanismos:

● Los gusanos se alimentan de tejidos del huésped, en particular de sangre, lo que

determina una pérdida de hierro y proteínas.

● Los gusanos hacen que se absorban mal los nutrientes. Además, la ascáride

posiblemente compite por la vitamina A en el intestino.

● Algunos helmintos transmitidos por el suelo también pueden causar pérdida de

apetito y, por consiguiente, un deterioro del aporte nutricional y de la condición


física. En particular, T. trichiura puede causar diarrea y disentería.

Se sabe que el deterioro nutricional causado por los helmintos transmitidos por el suelo
tiene un impacto relevante en el crecimiento y el desarrollo físico.

Estrategia de control de la OMS

En 2001, los delegados en la Asamblea Mundial de la Salud aprobaron por unanimidad


una resolución (WHA54.19) en la que se instaba a los países endémicos a afrontar
seriamente el problema de los helmintos, en particular la esquistosomiasis y las
geohelmintiasis.

La estrategia de control de las helmintiasis transmitidas por el suelo consiste en controlar


la morbilidad tratando periódicamente a las personas en situación de riesgo que viven en
zonas endémicas. Las personas en riesgo son las siguientes:

● niños en edad preescolar;

● niños en edad escolar;

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● mujeres en edad fecunda (en particular las embarazadas durante el segundo y

tercer trimestres de la gestación y las mujeres lactantes);

● adultos con algunas ocupaciones de alto riesgo, como recolectores de té o

mineros.

La OMS recomienda el tratamiento farmacológico (vermífugo) periódico sin diagnóstico


individual previo para todas las personas en situación de riesgo que vivan en zonas
endémicas. El tratamiento debe administrarse una vez al año si la prevalencia de
helmintiasis transmitidas por el suelo en la comunidad supera el 20% y dos veces al año
si la prevalencia supera el 50%. Esta intervención reduce la morbilidad porque hace
disminuir la carga de gusanos. Además:

● la educación sobre salud e higiene reduce los casos de transmisión y reinfección

porque fomenta la adopción de conductas saludables;

● También es importante que existan sistemas adecuados de saneamiento, pero ello

no siempre es posible en entornos con pocos recursos.

El control de la morbilidad tiene por objetivo reducir la intensidad de la infección y proteger


a los infectados mediante el tratamiento periódico de las poblaciones en riesgo.

El tratamiento vermífugo periódico se puede integrar fácilmente en los días de salud


infantil o los programas de suplementación entre los niños en edad preescolar, o bien en
los programas de salud escolar. En 2014, más de 271 millones de niños en edad escolar
recibieron tratamiento con antihelmínticos en los países donde estas parasitosis son
endémicas, cifra que corresponde a un 47% de todos los niños en riesgo.

Las escuelas constituyen un punto de entrada especialmente idóneo para las actividades
de desparasitación, ya que permiten aplicar fácilmente el componente de educación en
salud e higiene, insistiendo por ejemplo en el lavado de las manos y la mejora del
saneamiento.

Medicamentos recomendados por la OMS

Los medicamentos que recomienda la OMS —albendazol (400 mg) y mebendazol (500
mg)— son eficaces, baratos y de fácil administración por personal no médico (por

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ejemplo, profesores). Han superado amplias pruebas de seguridad y han sido utilizados
por millones de personas con efectos secundarios escasos y leves.

A través de la OMS, se donan albendazol y mebendazol a los ministerios de salud de


todos los países endémicos para tratar a todos los niños en edad escolar.

Meta mundial

Consiste en eliminar la morbilidad causada por las helmintiasis transmitidas por el suelo
en los niños de aquí a 2020. Ello se logrará mediante el tratamiento periódico de al menos
el 75% de los niños en las zonas endémicas (según los cálculos, unos 873 millones).

Trematodiasis de transmisión alimentaria

Datos y cifras

● Se calcula que en el mundo hay unos 56 millones de personas que padecen una o

varias trematodiasis de transmisión alimentaria.

● Los seres humanos se infestan por el consumo de peces, crustáceos o verduras

crudos que albergan las larvas del parásito.

● Las trematodiasis de transmisión alimentaria alcanzan su mayor prevalencia en

Asia y América Latina.

● Estas parasitosis causan enfermedades hepáticas y pulmonares graves.

● Se cuenta con medicamentos eficaces y seguros para prevenir y tratar estas

parasitosis.

Las trematodiasis de transmisión alimentaria afectan a más de 56 millones de personas


en el mundo. Son causadas por gusanos trematodos (también conocidos como "duelas");
las especies que con mayor frecuencia afectan a los seres humanos son Clonorchis,
Opisthorchis, Fasciola y Paragonimus.

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Los seres humanos se infestan por el consumo de peces, crustáceos o verduras crudas o
poco cocidas que albergan las larvas diminutas del parásito (cuadro 1).

Transmisión

Estas parasitosis son zoonosis, es decir, se transmiten naturalmente de los animales


vertebrados al ser humano y viceversa. En cambio, la transmisión directa resulta
imposible, puesto que los parásitos causantes solo se vuelven infecciosos después de
haber completado ciclos vitales complejos, que generalmente implican el paso por
huéspedes intermediarios no humanos.

El primero es siempre un caracol de agua dulce; el segundo varía según la parasitosis: en


la clonorquiasis y la opistorquiasis es un pez de agua dulce, pero en la paragonimiasis es
un crustáceo. El huésped definitivo siempre es un mamífero.

Las personas se infestan al ingerir el segundo huésped intermediario, que alberga las
larvas del parásito. La fascioliasis no necesita del segundo huésped intermediario y el ser
humano se infesta al consumir los vegetales acuáticos a los que van adheridas las larvas
(véanse los pormenores en el cuadro 1).

Cuadro 1. Características epidemiológicas de las trematodiasis de transmisión


alimentaria

Se contrae por Huéspedes definitivos


Enfermedad Parásito el consumo de naturales

Perros y otros
Clonorchis carnívoros que se
Clonorchiasis sinensis Peces alimentan de pescado

Gatos y otros
Opisthorchis carnívoros que se
Opisthorchiasis viverrini Peces alimentan de pescado

Fascioliasis Fasciola Vegetales Carneros, vacunos y

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hepatica,
F. gigantica acuáticos otros herbívoros

Gatos, perros y otros


Paragonimus Crustáceos carnívoros que se
Paragonimiasis spp. (cangrejos) alimentan de crustáceos

Epidemiología y carga

Se calcula que en 2005 contrajeron una trematodiasis de este tipo más de 56 millones de
personas en el mundo, y más de 7 000 murieron por esta causa.

Se han notificado casos de trematodiasis de transmisión alimentaria en más de 70 países;


las regiones más afectadas son el Asia oriental y América Latina. Allí, estas parasitosis
representan un problema sanitario de importancia.

En los países afectados, la transmisión suele circunscribirse a ciertas zonas y se relaciona


con factores conductuales y ambientales, como los hábitos alimentarios de las personas,
los métodos de producción y preparación de los alimentos, y la distribución de las
especies de huéspedes intermediarios. Casi no hay información acerca de las
características epidemiológicas de las trematodiasis de transmisión alimentaria en África.

Las trematodiasis de transmisión alimentaria tienen un importante impacto económico,


que está vinculado a las pérdidas en las industrias ganaderas y acuícolas debido a la
disminución de la productividad de los animales, así como a las restricciones a las
exportaciones y la reducción de la demanda del consumidor.

Cuadro clínico

Los problemas sanitarios atribuibles a las trematodiasis de transmisión alimentaria


guardan relación con la morbilidad y no tanto con la mortalidad.

Las parasitosis crónicas se acompañan siempre de una morbilidad grave. Por lo general,
los síntomas dependen del órgano afectado e indican la ubicación definitiva de los
gusanos adultos en el organismo.

Las parasitosis crónicas se acompañan siempre de una morbilidad grave. Por lo general,
los síntomas dependen del órgano afectado e indican la ubicación definitiva de los
gusanos adultos en el organismo.

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Clonorchiasis y opisthorchiasis: los gusanos adultos se alojan en los conductos biliares
finos del hígado, lo que ocasiona inflamación y fibrosis de los tejidos vecinos; con el
tiempo aparece un colangiocarcinoma, es decir, un cáncer de las vías biliares grave y
mortal. C. sinensis y O. viverrini, están clasificados como agentes carcinógenos, no así O.
felineus.

Fascioliasis: los gusanos adultos se albergan en los conductos biliares de mayor calibre
y en la vesícula biliar, donde causan inflamación, fibrosis, obstrucción, dolor cólico e
ictericia. También son frecuentes la fibrosis hepática y la anemia.

Paragonimiasis: la ubicación definitiva de los gusanos es el tejido pulmonar. Allí causan


síntomas que pueden confundirse con los de la tuberculosis: tos crónica que produce
esputo sanguinolento, dolor torácico, disnea y fiebre. Los gusanos pueden migrar a otros
tejidos; su asentamiento en el encéfalo es muy grave.

Prevención y control

El control de las trematodiasis de transmisión alimentaria apunta a reducir el riesgo de


infestación y controlar la morbilidad conexa.

Para disminuir el riesgo de infestación se recomienda aplicar medidas de sanidad animal


e instaurar prácticas de inocuidad de los alimentos; para controlar la morbilidad, la OMS
recomienda la quimioterapia preventiva y la ampliación del acceso a esta con
antihelmínticos seguros y eficaces.

Se pueden ofrecer dos tipos de tratamiento: la quimioprofilaxis o el tratamiento


propiamente dicho de los casos ya afectados. La quimioprofilaxis entraña un enfoque
colectivo según el cual los medicamentos se administran a todas las personas que viven
en una zona determinada, con independencia de que estén o no infestadas. Se
recomienda en áreas en las que hay un gran número de individuos infestados.

El tratamiento de los casos individuales se aplica en las personas con infestación


presunta o confirmada (cuadro 2). Este enfoque es más apropiado en áreas en las que los
casos están menos concentrados y hay una mayor disponibilidad de servicios sanitarios.

Cuadro 2. Tratamientos y estrategias recomendados

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Medicamento y
posología
Enfermedad recomendados Estrategia recomendada

Tratamiento de casos individuales

Prazicuantel: – Tratar todos los casos


–25 mg/kg tres veces confirmados
al día durante 2 o 3 – En zonas endémicas: tratar
tres días consecutivos todos los casos presuntos

Quimioterapia preventiva

– En los distritos donde la prevalencia de la parasitosis es 20%, tratar a

Prazicuantel:
Clonorchiasis y – 40 mg/kg en una
opisthorchiasis sola toma

Tratamiento de casos individuales

Fascioliasis Triclabendazol: :
– 10 mg/kg en una – Tratar todos los casos
sola toma (en caso de confirmados
fracaso se puede – En zonas endémicas: tratar
administrar una dosis todos los casos presuntos
doble: 20 mg/kg)

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Quimioterapia preventiva

– En las subdivisiones de los


distritos, aldeas o comunidades
donde haya conglomerados de
casos de fascioliasis: tratar a
Triclabendazol: todos los niños en edad escolar
– 10 mg/kg en una (de 5 a 14 años) o a todos los
sola toma habitantes cada 12 meses

Tratamiento de casos individuales

Triclabendazol:
– 2 x 10 mg/kgen el
mismo día (tratamiento
de casos individuales)
Prazicuantel:
– 25 mg/kg tres veces – Tratar todos los casos
al día durante 3 días confirmados
(tratamiento de casos – En zonas endémicas: tratar
individuales) todos los casos presuntos

Quimioterapia preventiva

– En las subdivisiones de los


distritos, aldeas o comunidades
donde haya conglomerados de
Triclabendazol: casos de paragonimiasis: tratar
– 20 mg/kg en una a todos los habitantes cada 12
Paragonimiasis sola toma meses

Respuesta de la OMS

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La labor de la OMS contra las trematodiasis de transmisión alimentaria está comprendida
en el método integral para el control de las enfermedades tropicales desatendidas y
abarca lo siguiente:

● elaboración de orientaciones estratégicas y recomendaciones;

● apoyo para la cartografía de las parasitosis en los países endémicos;

● apoyo para las intervenciones experimentales y los programas de control en los

países endémicos;

● apoyo para la vigilancia y evaluación de las actividades realizadas;

● Documentación de la carga que representan las trematodiasis de transmisión

alimentaria y los efectos de las intervenciones aplicadas.

La OMS promueve la inclusión de las trematodiasis de transmisión alimentaria entre los


objetivos de las intervenciones quimioprofilácticas, a fin de garantizar plenamente la
prevención de las consecuencias más graves de la enfermedad (como el cáncer de las
vías biliares y otros).

La OMS también tiene un convenio con Novartis Pharma AG por el cual esta empresa
dona el triclabendazol necesario para el tratamiento de la fascioliasis y la paragonimiasis
en seres humanos. Las medicinas se envían gratuitamente a los ministerios de salud que
las soliciten. La OMS invita a todos los países endémicos a aprovechar este programa de
donación.

En 2013, se informó de que aproximadamente 300 000 personas habían recibido


tratamiento contra las trematodiasis de transmisión alimentaria en todo el mundo. Los
programas de lucha contra esas enfermedades de mayor envergadura se ejecutan en
Bolivia, Camboya, Perú y Vietnam.

FACTORES QUE INFLUYEN.-

IMPORTANCIA ACTUAL DE LAS ENFERMEDADES PARASITARIAS EN PAÍSES


DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO.

INMUNODEPRESIÓN.- La enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana)

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La enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, es una
enfermedad potencialmente mortal causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi.
Se calcula que en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas. La
enfermedad de Chagas se encuentra sobre todo en zonas endémicas de 21 países de
América Latina1, donde se transmite a los seres humanos principalmente por las heces u
orina de insectos triatomíneos conocidos como vinchucas, chinches o con muchos otros
nombres, según la zona geográfica. En América Latina, el parásito T. cruzi se transmite
principalmente por contacto con las heces u orina infectadas de insectos triatomíneos que
se alimentan de sangre.

TURISMO.-

Algunos parásitos, como los trematodos presentes en el pescado, únicamente se


transmiten a través de los alimentos. Otros, en cambio, como Echinococcus spp oTaenia
solium, pueden infectar a las personas a través de los alimentos o por contacto directo
con los animales. Otros parásitos, como Ascaris, Cryptosporidium, Entamoeba histolytica
o Giardi, se introducen en la cadena alimentaria a través del agua o el suelo, y pueden
contaminar los productos frescos.

● Al ejercer una presión excesiva en los sistemas de atención de la salud, las

enfermedades transmitidas por los alimentos obstaculizan el desarrollo económico


y social, y perjudican a las economías nacionales, al turismo y al comercio.

● En la actualidad, las cadenas de suministro de alimentos atraviesan numerosas

fronteras nacionales. La buena colaboración entre los gobiernos, los productores y


los consumidores contribuye a garantizar la inocuidad de los alimentos.

INMIGRACIÓN.-

Las amebas tienen dos fases de desarrollo: una trófica o vegetativa (durante la que se
forma el trofozoíto), y otra fase quística o de resistencia (durante la que aparece el quiste).
Los trofozoítos viven en el intestino grueso del huésped, se movilizan por seudópodos y
se multiplican por fisión binaria. En su camino hacia el exterior, se dividen en formas más
pequeñas, dejan de alimentarse y se rodean de una pared delgada y resistente para
transformarse en quistes. Al principio, los quistes son mononucleares; luego se subdividen
por dos mitosis consecutivas, por lo que tienen sucesivamente 2 y 4 núcleos. Los quistes
se expulsan al exterior con las heces del huésped; al ser ingeridos mediante alimentos o

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agua contaminados por otro huésped, se desenquistan en el intestino delgado y dan
origen a cuatro trofozoítos nuevos que avanzan al intestino grueso, donde se reanuda la
multiplicación. Distribución geográfica. Mundial.

Presentación en el hombre. La infección por E. histolytica es prevalente especialmente en


las áreas tropicales y subtropicales y es más frecuente en los países en desarrollo que en
los industrializados. Se calcula que existen entre 400 y 500 millones de personas
infectadas en todo el mundo y que entre 5% y 10% de ellas manifiestan síntomas (García
y Bruckner, 1997).

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