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El poder educativo del cine.

La mayoría de nosotros hemos formado nuestra cultura cinematográfica con base al cine
de Holywood, esto es el cine comercial norteamericano, que sin duda ha producido
obras maestras, pero en su mayoría es el circo para las masas del siglo XXI.

Muchos de los estereotipos culturales que tenemos, han sido formados consciente o
inconscientemente por el cine americano comercial (desde las formas de vestir, los
deseos de fumar y hasta la manera de enamorarnos). Mas del 90% del cine que hemos
visto los mexicanos durante nuestra vida es “made in holywood”

El cine comercial norteamericano es el que se nos ofrece mayoritariamente con sus


grandes cargas de antivalores. Con sus ideologías nihilistas y hedonistas, con su humor
para bobos, con sus grandes dosis de sexo y violencia; de culto al poder y al dinero y
con sus falsificaciones y mistificaciones del amor.(Al respecto pueden ustedes consultar
la cartelera cinematográfica de Mérida durante casi todo el año)

Para la mayoría de las personas el cine se asocia únicamente con la diversión, ese pasar
el rato con la familia, los amigos o la novia, los sábados o los domingos.

Sin embargo el cine no es sólo entretenimiento o diversión por no decir alienación, es


también arte en el sentido amplio del término. Arte decía André Bretón “Es todo aquello
que le recuerda al hombre que es hombre”, la pantalla de cine es un gran espejo donde
podemos conocernos, el cine es conocimiento de uno mismo y de nuestras sociedades.
El cine de calidad tiene un gran poder educativo pues genera: reflexión, desarrollo de la
capacidad crítica, conocimiento histórico, emoción estética (encuentro con la belleza,
esto es quizá lo más importante), esclarecimiento de valores, sentido del humor y puede
ser hasta terapéutico, cundo nos permite identificaciones profundas con nuestro pasado,
con lo que somos o con lo que aspiramos llegar a ser como personas.

Una de las razones por las cuales predomina el cine comercial, es debido a que no se
presentan otras alternativas, nos quejamos del cine groseramente comercial, pero no
hacemos nada para construir otro tipo de cultura cinematográfica, nos resignamos a los
hechos y a las inercias de la dinámica comercial.

Ante esta situación los educadores tenemos una responsabilidad, debemos salir al paso
de la ideología consumista del cine industrial y difundir el cine de calidad que
actualmente se produce en muchos países del mundo. El día de hoy, existen las
condiciones técnicas y materiales para llevar buen cine a cualquier población del estado
de Yucatán, pues basta un proyector cañón, un aparato que reproduzca DVDs y un
muro, para poder presentar el mejor cine del mundo. El ejemplo de Temax

Sin embargo, para hacer esto necesitamos conformar entre los maestros actuales y los
futuros maestros una cultura cinematográfica que les permita socializar esa cultura entre
la población: “No puedes llevar a nadie a donde tú no quieras ir”, tenemos que estar
convencidos nosotros del valor educativo del cine para poder difundirlo.

En relación a los jóvenes que se están formando para ser maestros, estoy completamente
convencido que si los futuros maestros pueden ver cuatro buenas películas, (como la
que vamos a ver) sobre la docencia, pueden lograrse efectos sobre su vocación
profesional mucho más positivos y efectivos que varios cursos que llevan en sus
escuelas normales.

La prueba de esto que les digo es la película que veremos a continuación, una película
China que se titula “Ni uno menos” que nos permitirá “pensar y sentir” con más
profundidad y claridad lo que significa SER MAESTRO.

Los datos técnicos de la película están en los trípticos que se les entregaron. Baste
recordar que la mayoría de sus protagonistas no son actores profesionales y que esta
película ganó dos grandes premios internacionales. El Festival Internacional de Cine de
São Paulo y el León de Oro que es el premio que se otorga a la mejor película en el
Festival de Cine de Venecia.

La película la vamos a ver con un breve intermedio, para disfrutar un refrigerio que nos
obsequia el grupo de diplomado que coordinan la Mtra Zácil y la Mtra Silvia sin cuyo
entusiasmo y compromiso no tendríamos esta oportunidad de ver buen cine.
Al final de la película les queremos pedir sus comentarios, para generar un diálogo que
nos permita comprender mejor la película, verla desde distintos ángulos y así enriquecer
nuestra visión.

Por último, les pedimos que por favor apaguen sus celulares o los pongan en el modo de
vibración, por respeto al arte del cine y a todos los presentes.

Vayamos pues a la magia educadora del cine “Corre película…”

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