Los beneficios del cine se evidencian cuando los padres orientan a sus hijos para afrontar problemas, a sacar conclusiones por sí mismos y a encontrar soluciones. Además, esto mismo permite desarrollar la creatividad, potencia su capacidad de pensar críticamente y estimula su imaginación. En parte, también es importante crear este cine porque influye en el mundo interno, ayuda a resolver conflictos, cambiar actitudes, y hábitos que limitan, desarrolla y estimula la creatividad, mejora la comunicación, además de que contribuye a desechar emociones negativas. Por todo ello, ha sido utilizado como apoyo pedagógico en las aulas. Se destaca por su capacidad de entretener, tanto a los niños como a los adultos. Es una de las disciplinas artísticas que admite la mayor variedad de público debido a la diversidad de géneros que ofrece: Películas de humor, drama, terror, fantasía, misterio, policiales y documentales. Ciertamente, el cine ha sido siempre una “fábrica de sueños”. En ellos nos proyectamos y con ellos tratamos de configurar nuestras identidades. Por eso, porque es punto de referencia para nosotros mismos, el cine ha sido también comparado a un gran espejo en el que nos miramos y buscamos nuestro verdadero rostro. El punto de partida es que el cine es hoy el medio de educación informal más poderoso que tenemos. En el fondo, el problema que subyace es el de la autoridad en la educación. Ante la indiferencia o la desorientación de los mayores, los jóvenes otorgan actualmente más autoridad epistemológica y más autoridad a las películas que a las clases de ética y moral en la escuela, a las conversaciones orientadas con sus padres y hermanos, o incluso a la evidencia misma de la propia vida familiar, experimentada durante años. Una vez un afamado productor europeo, David Puttnam dijo: “Soy consciente de que la mayor influencia cultural y social que tuve fue el cine. Toda mi base ética se formó no en casa o en la iglesia, sino a través de las películas americanas de los años cincuenta. El despertar de un conjunto de creencias éticas con las que afrontar la vida, vino, en mi caso, del cine”. De esta forma, el cine llegó como una realidad común para toda la sociedad, aunque ésta viviera cotidianamente. Ha tenido gran influencia en la manera de ver al mundo; las aspiraciones de la gente, la evolución del pensamiento y así, los mismos sentimientos se veían reflejados en las personas que veían una misma película.