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Reporte del capítulo 3 de Teoría y práctica de la fonología (2019), de Nuria Polo Cano

Alec Misael Sánchez Montero


Fonética y fonología / Maestría en Lingüística Aplicada

El debilitamiento de la representación en la teoría fonológica: la teoría de la optimidad

La teoría de la optimidad supone una revolución en la teoría fonológica porque se cuestiona


la naturaleza de la representación fonológica en los modelos tradicionales y, además, aplica
una nueva forma de procesamiento al componente fonológico. Por primera vez, aparece la
computación en paralelo en un modelo de producción lingüística y, también por primera vez,
una teoría fonológica formal se acerca a análisis basados en descripciones más empíricas o
de naturaleza fonética. Esta teoría supone un abandono de los rasgos como el centro de las
unidades fonológicas y las reglas como la herramienta del procesamiento fonológico.
Fundamentos de la teoría de la optimidad
Este nuevo modelo utiliza restricciones jerarquizadas y quebrantables como principios
operativos. Se trata de una teoría de computación general que se aplica también al
procesamiento fonológico; se entiende la computación como una operación general del
cerebro cuyo ámbito de aplicación puede ser cualquier evento cognitivo. Este modelo se
opone a la fonología clásica en su propia definición.
El giro en la teoría proviene de aplicar el conexionismo (según el cual, las neuronas
computan cualquier tipo de información y están interconectadas formando redes) a la teoría
fonológica. Esto se conoce como procesamiento distribuido en paralelo. La computación
realiza al mismo tiempo cálculos probabilísticos generales y no meramente fonológicos. Por
ello, no es necesario postular unas unidades fonológicas específicas sobre las que operar, ni
hace falta un sistema de símbolos fonológicos al que referirse. No obstante, sigue existiendo
cierto grado de simbolización o abstracción en tanto existen formas almacenadas.
Para esta nueva teoría, el procesamiento genera en el momento, a partir de las formas
almacenadas, muchos candidatos a la representación y, de entre todos los creados, se elige
uno de ellos: el elemento óptimo para esa gramática. La gramática opera sin modificar nada
en el camino entre el input y el output, sólo evalúa el input para generar el mejor output,
aunque no existe un output absoluto final. La representación no se transforma, sino que
emerge como resultado de la computación y la gramaticalidad se determina después de la
aplicación de esta computación.
La noción de representación comienza a tambalearse porque parece que no están
almacenadas las unidades de la fonología, sino que se generan virtualmente opciones en el
momento del habla y de estas simplemente se elige una. En la optimidad no hay
modificación; es una formulación horizontal porque el procesamiento es simultáneo.
Las restricciones son el nuevo tipo de procesamiento, ya que generan las formas
fonológicas. Si durante el procesamiento todos los elementos están presentes de forma
simultánea, de alguna manera se tiene que restringir la cantidad de productos posibles para
que sólo exista un elemento ganador. Las restricciones permiten evaluar las formas de salida
posibles para establecer lo que es gramatical en cada lengua. No obstante, la teoría tiene el
problema de que la postulación de restricciones es infinita y no se cuenta con un inventario
cerrado que las recoja todas.
Las restricciones interactúan continuamente entre sí, porque la computación se
efectúa en paralelo en tiempo real. Son universales e innatas, aunque cada lengua las ordena
en una jerarquía en función de sus condiciones de gramaticalidad. A medida que se desciende
en la jerarquía las restricciones son más débiles y más fáciles de quebrantar.
La principal ventaja de este modelo frente a uno basado en reglas es que no se limita
a crear una forma de salida posible absoluta e inamovible, sino que hay espacio para la
variación lingüística. La principal crítica es que el procesamiento en paralelo permite la
existencia de elementos agramaticales. Asimismo, se cuestiona que el procesamiento evalúe
y compute infinitos candidatos, además de las restricciones infinitas. Por otra parte, la
computación no especifica los pasos que tienen que llevarse a cabo para elegir al candidato
y las restricciones no permiten saber más sobre la fonología de lo que hacían las reglas.
El formalismo de la teoría de la optimidad
Las formas de entrada o input son el léxico almacenado de cada lengua, el cual está
formado por las cadenas de segmentos que dan lugar a la forma subyacente y puede ser
infinito. Se propone el principio de optimización del léxico, por el que la forma de entrada
debe ser lo más cercana posible a la de salida.
El generador genera todas las formas de salida que son evaluadas en el siguiente paso.
Puede generar infinitas formas a partir de un único input. Presenta el principio de libertad de
análisis. Por su parte, el evaluador se encarga de evaluar las infinitas formas para elegir al
elemento óptimo. Selecciona la jerarquía de restricciones y posee el principio de economía.
Las restricciones existen en todas las lenguas, pero cada una las ordena en función de
sus necesidades de gramaticalidad. La jerarquía es la base para la creación de las gramáticas.
Hay dos grandes grupos de restricciones: las de estructura o marcadez (que limitan la
complejidad de las formas de salida) y las de fidelidad (que restringen la computación de
manera que la forma de salida debe ser igual a la de entrada). Cada gramática resuelve el
conflicto entre estas restricciones al ordenarlas en una u otra dirección.
La teoría de la correspondencia
Al postulado original de la teoría del optimidad se añade posteriormente una forma
de regular las relaciones entre las formas de entrada y de salida: las restricciones de fidelidad
propiamente dichas. Según ellas, input y output establecen una relación de correspondencia.
No obstante, también se han propuesto correspondencias entre output.
La formalización de los análisis optimales
Simbología:
Símbolo Significado
>> La restricción de izquierda domina en la jerarquía a la restricción de la derecha.
, Las restricciones ocupan la misma posición en la jerarquía.
☞ El candidato es el elegido (el óptimo).
! El candidato queda eliminado del análisis.
* El elemento quebranta la restricción contenida en esa celda.

En general, la jerarquía se formaliza en unas tablas llamadas TABLEAU(X), donde


aparecen, en vertical, los candidatos a las formas de salida y, en horizontal, las restricciones,
en orden jerárquico de izquierda a derecha. Si dos restricciones son de igual importancia en
la jerarquía, se separan por una línea de puntos [...] y si una domina a la otra, se separan por
una línea continua [—]. El input se formula entre barras /.../ en la esquina superior izquierda
y las restricciones se enuncian en versales en la primera línea de la tabla. Por convención
sólo se indican las restricciones necesarias para el análisis y sólo se incluyen en el análisis
los candidatos más relevantes para el estudio.

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