Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Esta singularidad escritural de Lira remite a la “antipoesía” de Nicanor Parra, otra de sus influencias
principales. No en vano, Rodrigo Lira caracterizaba a su producción poética como una “contrapoesía”.
2
La referencia a los versos que utilizo en este texto obedece a la distribución tipográfica de las líneas en la
edición de Proyecto de obras completas (2003), disponible en el sitio web de Memoria Chilena.
3
Es decir, una “obra original construida […] a partir de la codificación de elementos estructurales tomados de
otras obras [que] pueden ser lugares comunes formales o de contenido o de ambos a la vez, o bien fórmulas
estilísticas características de un autor, de una corriente, de una época, etc.” (Beristain, Diccionario de retórica
y poética, p. 387).
1
26) parecen confirmar la imperiosa necesidad de Pons Ferrer por unirse a una mujer –la que
sea, aunque con ciertas restricciones–, acaso sólo para cumplir las expectativas sociales.
La obligatoriedad de una relación de pareja –heterosexual en el poema y en la visión
tradicional del “amor”– es un juicio que, a partir de la visión platónica de un alma bipartita,
se ha reinterpretado como el vínculo necesario entre hombre y mujer, a fin de que sus vidas
cobren sentido; expresiones coloquiales como “media naranja” reafirman tal preceptiva en
las relaciones interpersonales. Esto explica la aparente imagen menoscabada de Pons Ferrer
sobre su persona: “hastiado y harto −y harto− de experimentarse a sí mismo como/ huna
hentidad hincompleta” (vv. 9-10), nótese el énfasis en la ‘incompletitud’.
Contrario a la figura de un caballero que, guiado por su sentimiento sincero,
buscaría una dama a quien amar, la voz poética decide rechazar el amor en su empresa: “De
"amor" me temo que no/ (a esa palabrita le han corrido demasiada mano)” (vv. 92-93). Al
rehuir del ideal amoroso clásico y reconocer que el vocablo “amor” ha sido blanqueado
semánticamente,4 el yo lírico termina por resignificarlo desde su aspecto material y
corporal, puesto que las características que exige de su mujer ideal son vagas y
contradictorias, pero fundamentalmente corporales: “−de uñas limpias, de ser posible−,/ de
labios de senos de nalgas de muslos de pantorrillas” (vv. 31-32). De esta manera, más que
desear a la figura femenina5 por el amor que pudiera sentir hacia ella, Pons Ferrer busca
poseerla y ser poseído por ella, darle la calidad de objeto o cosificarla y, del mismo modo,
hacer lo mismo con él: se busca cuerpo y a cambio se ofrece cuerpo, como lo manifiesta en
los incisos (vv. 78-111).
La resignificación del ideal amoroso se logra mediante la parodia y la ironía en el
discurso de la voz poética. Por ejemplo, hacia el final del poemaanuncio, cuando declara
que se conforma ya no con el encuentro o el retrato de la interesada, sino con “ánimo,
consejos, datos o buenos deseos, regalos, donativos,/ becas o subsidios, fruta” (vv. 124-
125).
Lira elige parodiar la realidad cotidiana en su poema para desautomatizar –de
manera burlesca y exagerada– la función social del amor en una época en la que los
vínculos afectivos entre las personas son menospreciados y el ideal clásico del amor está en
4
El blanqueamiento semántico o semantic bleaching hace referencia a la pérdida o reducción en el significado
de las palabras, a menudo por su uso extendido en el habla cotidiana.
5
A la que además nombra en varias lenguas como queriendo ampliar el ‘catálogo’ de mujeres aceptables.
2
crisis; da lo mismo si L’amour es el nombre de una “agencia matrimonial” (v. 12) que sólo
consigue uniones artificiales. A pesar del tono burlesco, el yo lírico permanece tan solitario
como aquellos individuos que esperan encontrar el amor en el diario o –como sucede en la
actualidad– en sitios web, aplicaciones y programas de televisión. Tal parece que, como el
mismo Lira cita de su contemporáneo Erick Pohlhammer a modo de epígrafe en otro de sus
poemas: “las llamas del amor ya no llaman”.