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Gustavo L. Vitale
1
Sobre el tema, me remito a lo tratado en relación al principio de responsabilidad penal
subjetiva.
“no es relevante jurídicamente”, porque al entrar a robar con
armas ya con eso todos los coautores de robo aceptaron la
posibilidad de que alguien mate y son ya penalmente
responsables por la muerte que pueda causarse por el solo
hecho de haber entrado a robar con armas.
2
Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, “Méndez, G. N.”, causa P. 74.499, del 17 de
marzo del 2004; Acuerdo 2078
Sin embargo, en muchos tribunales del país esta idea se
sigue sosteniendo, desgraciada e inexplicablemente.
4
Robo agravado por homicidio, en Delitos contra la propiedad, Luis F. Niño –Director-, Ad-Hoc,
Bs. As., Tomo I, 2011, ps. 81 y ss. y, en especial, p. 91.
5
Ob. cit., p. 98.
6
Ob. cit., p. 99.
7
Ob. cit., p. 100.
8
Ob. cit., p. 100.
homicidio que “resultare”). Obliga también a los jueces a que,
si los legisladores dicen cualquier cosa en el texto de una ley,
apliquen la Constitución antes que todo y, en ejercicio del
deber que tienen de controlar la constitucionalidad de las
leyes, interpreten disposiciones legales como ésta -el 165-
exigiendo acción personal y no ajena.
9
Enrique BACIGALUPO, Lineamientos de la teoría del delito, Astrea, Bs. As, 1974, p. 156: “Se
ha sostenido que el fundamento de esta equivalencia proviene del derecho consuetudinario,
pues ya en algunos pasajes del Digesto se hablaba de esta forma de responsabilidad penal;
además, hace más de un siglo que se admite esta especie de responsabilidad penal extendida a
la omisión. Sin embargo, hemos sostenido que la única fuente del Derecho Penal es la ley del
Congreso”.
10
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejando ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 577, luego de sostener que en Argentina no existen cláusulas de equivalencia ni de
correspondencia, agregan que “… en general la doctrina ha sostenido una construcción análoga,
fundada en la supuesta necesidad derivada de considerar inadmisible o escandalosa la
imaginada impunidad de los impropios delitos de omisión no escritos”.
Además de ello, para la ley penal argentina, salvo casos
expresamente previstos, no es lo mismo omitir que actuar.
11
Carlos Santiago NINO, ¿Da lo mismo omitir que actuar? (Acerca de la valoración moral de los
delitos por omisión), La Ley, Bs. As., 1979-C, ps. 801 y ss. y, en particular, p. 801. El autor, sin
embargo, llega a conclusiones distintas que las que aquí se defienden.
lo mismo dejar morir que ahogar a la criatura” (ZAFFARONI,
ALAGIA, SLOKAR)12.
12
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 582.
13
Alberto M. BINDER, Introducción al derecho penal, Ad-hoc, Bs. As., 2004, p. 128.
contemplar sanciones penales diferentes para la acción y la
omisión).
14
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 581.
Esto es lo que hace que los pretendidos “delitos
impropios de omisión” sean considerados delitos especiales
respecto de la autoría, que, como tales, pueden ser cometidos
por un grupo reducido de personas, que son las que se
encuentran en tal posición de garante.
15
Eduardo NOVOA MONREAL, Fundamentos de los delitos de omisión, Depalma, Bs. As., 1984,
p. 121.
ellos y se les sanciona con las penas previstas para ellos” 16.
“… los delitos impropios de omisión … chocan con el principio
de legalidad que inspira al Derecho Penal”17. “Será el texto
claro de la ley, y no interpretaciones que procuran estirar o
ampliar sus términos, el que haya de determinar la
responsabilidad penal en un Estado de Derecho” 18.
16
Eduardo NOVOA MONREAL, Fundamentos de los delitos de omisión, Depalma, Bs. As., 1984,
p. 179.
17
Eduardo NOVOA MONREAL, Fundamentos de los delitos de omisión, Depalma, Bs. As., 1984,
p. 180.
18
Eduardo NOVOA MONREAL, Fundamentos de los delitos de omisión, Depalma, Bs. As., 1984,
p. 189.
19
Enrique BACIGALUPO, Lineamientos de la teoría del delito, Astrea, Bs. As., 1974, p. 155.
20
Enrique BACIGALUPO, Lineamientos de la teoría del delito, Astrea, Bs. As., 1974, p. 159.
categoría de delitos no tipificados en la ley penal, cuyos
supuestos elementos típicos deberían ser deducidos de otros
tipos penales diferentes, lo que sin duda es una forma de
aceptar la analogía, prohibida por el principio de legalidad
(que el mismo autor invocó antes para reconocer su carácter
constitucionalmente cuestionable). Esta aceptación de una
categoría inconstitucional también surge de su tradicional
obra referida a los delitos impropios de omisión, en la que
concluyó afirmando que “la posición de garante y el deber de
garantía son elementos de la autoría, no definidos en forma
expresa en el tipo penal de los delitos de comisión. Esto no es
tanto una deficiencia legal como una circunstancia derivada
de la ‘naturaleza de la cosa’. En el tipo de comisión está
definida la conducta pero no las características del autor por
omisión. Se trata por tanto de un tipo abierto”21, aunque
también sostiene que “la existencia en sí de tipos abiertos …
no ofrece reparos constitucionales”22. Lo cierto es que su
propia explicación de esta pretendida categoría de delitos
describe una elaboración teórica sobre la base de la analogía,
prohibida por el principio de legalidad.
21
Enrique BACIGALUPO, Delitos impropios de omisión, Ediciones Pannedille, Bs. As., 1970, p.
170.
22
Enrique BACIGALUPO, Delitos impropios de omisión, Ediciones Pannedille, Bs. As., 1970, p.
100.
23
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 581.
existir una fórmula general para elaborar analógicamente los
que no han sido escritos” 24. Sin perjuicio de concordar con sus
fundamentos, creemos que los pretendidos delitos
“impropios” de omisión son sólo los no escritos, que defienden
quienes los crean sobre la base de la equiparación, por
analogía, entre producir un resultado prohibido y evitar su
producción. De allí su “impropiedad”. Son “impropios” porque,
propiamente, una norma prohibitiva sólo es violada por una
conducta positiva y no por una omisión, por más que esa
omisión pueda parecer casi tan grave o tan grave como la
acción que produjo el resultado típico. Cuando las omisiones
están previstas en la ley (ej.: art. 106, CP) ya no se trata de
delitos “impropios”, sino propiamente de delitos (o de delitos,
en ese aspecto, respetuosos de la legalidad).
24
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 581.
para que la omisión de evitar un resultado sea equiparable a
una acción (y se la considere, entonces, violatoria de una
norma prohibitiva). Esa es la situación, entre otros casos, de
los códigos penales de Colombia (1980, art. 2, segundo
párrafo), Brasil (1969, art. 13, parágrafo 2), Costa Rica (art.
18, segundo párrafo), Ecuador (art. 12, con una fórmula
demasiado genérica), El Salvador (art. 22), Guatemala (art.
18). Es también el supuesto del Código Penal Tipo para
Latinoamérica (art. 12, segundo párrafo). El texto del Código
Penal Español (del 23 de noviembre de 1995) ha previsto,
igualmente, la fórmula de la comisión por omisión,
describiendo las fuentes de la "posición de garante". Con ello
(y a pesar de las objeciones a que se hace acreedora dicha
fórmula, especialmente por la elevada imprecisión de la
tercera fuente -la acción u omisión precedente-) resulta
menos patente la transgresión constitucional aquí denunciada
(la que, sin embargo, sigue existiendo por seguirse tratando
de una construcción analógica en contra del imputado).
25
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 581.
punto de vista jurídico, no puede asignarse igual desvalor al
que pone en funcionamiento una causalidad dirigida a
producir el resultado, que a quien sólo se limita a no
interrumpirla” . “En la ley vigente, el caso encuadra en el
26
26
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 582.
27
Eugenio Raúl ZAFFARONI, Alejandro ALAGIA y Alejandro SLOKAR, Derecho Penal, Parte
General, p. 582.
4.5.c. Las llamadas leyes penales en blanco no
deben autorizar al Poder Ejecutivo a definir las
conductas delictivas