Resumen Capitulo 6.

Diseño de intervención social

Este capítulo proporciona información valiosa sobre cómo planificar y llevar a cabo
intervenciones profesionales efectivas. El documento cubre las diferentes fases del diseño
de intervención, desde la planificación hasta la evaluación, y cómo el contrato y la revisión
del diseño son herramientas importantes en este proceso. También se discuten los puntos
de apoyo y los recursos propios que deben considerarse al analizar una situación
problemática.

El diseño de intervención social se refiere al proceso de planificación de las

intervenciones sociales, que comienza con el estudio y diagnóstico de la situación y
continúa con la ejecución y evaluación del proceso de intervención. Este proceso es
continuo y está sujeto a cambios, lo que puede requerir la revisión del diagnóstico y del
diseño de la intervención.

Se mencionan estas fases del diseño de intervención social:

- Necesidades/problemas que motivan la intervención: en esta fase se identifican las

necesidades y problemas que presenta el usuario y que motivan la intervención social.

- Puntos de apoyo: se refiere a los recursos y apoyos que el usuario tiene a su disposición
y que pueden ser utilizados para la intervención.

- Objetivos: se establecen los objetivos que se quieren alcanzar con la intervención social.

- Intervención del profesional: se describe la función específica del profesional que va a

intervenir en el caso.

- Compromiso del usuario: se establecen los compromisos que adquiere el usuario en el

proceso de intervención.

- Recursos y prestaciones a utilizar: se enumeran los recursos o prestaciones que se

prevean utilizar en la intervención en función de las necesidades y problemas que se
relacionaron y los objetivos propuestos.

- Indicadores de evaluación: se establecen los indicadores que se van a utilizar para

evaluar el proceso de intervención y los resultados obtenidos.

Después de esto se encuentra la revisión periódica del diseño de intervención social que
es una fase importante en el proceso de intervención. Se enfoca en evaluar el progreso
de la intervención y realizar ajustes en caso de ser necesario. La revisión periódica del
diseño permite a ambas partes evaluar el progreso y hacer cambios en el plan de
intervención.

Aquí se revisan los objetivos establecidos y se evalúa si se han alcanzado o no. La

revisión periódica del diseño también permite evaluar la relación entre el profesional y el
usuario.

Es importante que sea un proceso participativo y colaborativo entre el profesional y el

usuario. Ambas partes deben estar involucradas en la evaluación y en la toma de
decisiones sobre los ajustes necesarios.

La fase final del diseño de intervención social implica la evaluación y cierre del proceso de
intervención. En esta etapa, se deben considerar varios aspectos importantes, como la
necesidad o problema, donde se deben enumerar las situaciones que dieron origen al
diseño de intervención y los problemas sobre los que se ha intervenido, reflejando
también los que surgieron en las revisiones, en cuento a los objetivos alcanzados y no
alcanzados, se debe reflejar un resumen de los objetivos marco y específicos
enumerados en el diseño de intervención y sus revisiones, haciendo un análisis del grado
de cumplimiento.

Otro aspecto es los motivos de la finalización del diseño, se deben considerar posibles
razones como el cumplimiento de objetivos, el no cumplimiento de los compromisos
pactados o la falta de colaboración del usuario en el proceso diseñado y finalmente, en
cuanto a las observaciones, se deben incluir cualquier información relevante que pueda
ser útil para futuros procesos de intervención con el mismo usuario o en situaciones
similares.

Para concluir, el diseño de intervención social es una herramienta esencial para el trabajo
social, ya que permite planificar y llevar a cabo intervenciones efectivas y eficientes que
contribuyen al bienestar de las personas y comunidades.