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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, EDUCACIÓN

COMERCIAL Y DERECHO

MODALIDAD EN LÍNEA

ASIGNATURA: DERECHO CONSTITUCIONAL I

DOCENTE: ABG. ARIANA KATHERINE GALARZA QUINTO MSc.

INTEGRANTES:

WILMER VICENTE ALVARADO TOALA


IVAN RENATO JARA CISNEROS
LUIS DANILO COLOMA CAMPOS
TRINIDAD COELLO CAMPUZANO
ANGELINE MARILU GUZMAN SARMIENTO
LUBER EDUARDO RIVAS ALONZO
BLANCA MARGARITA SÁNCHEZ CASANOVA
JULIO PATRICIO TANDAZO RODRIGUEZ
JESSICA LISSETH YANEZ GAVILEMA
DENIS JAVIER UVIDIA VILEMA

TEMA: EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y EL ESTADO DEMOCRÁTICO


CONSTITUCIONAL.

CURSO:

SEGUNDO SEMESTRE PARALELO C-9 – GRUPO A

PERIODO LECTIVO

SEPTIEMBRE 2023 - ENERO 2024


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 3

TEMA ............................................................................................................................ 4

EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO ........................................................................ 4

ANÁLISIS CRÍTICO .................................................................................................... 5

EL ESTADO DEMOCRÁTICO CONSTITUCIONAL ................................................ 5

ANÁLISIS CRÍTICO .................................................................................................... 7

ORGANIZADORES GRÁFICOS ................................................................................. 9

CONCLUSIONES ....................................................................................................... 11

RECOMENDACIONES .............................................................................................. 12

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................... 14
INTRODUCCIÓN
El debate contemporáneo sobre la naturaleza y función del Estado en sociedades
democráticas se ha centrado en dos conceptos clave: el Estado Social de Derecho y el Estado
democrático Constitucional. Estas dos estructuras, aunque distintas en su énfasis, comparten
la aspiración de establecer un orden político y jurídico que promueva la justicia, la igualdad y
la participación ciudadana en la toma de decisiones.

El Estado Social de Derecho, en su esencia, representa una evolución en la


concepción del Estado más allá de la mera protección de derechos individuales. Va más allá
de la tradicional "ley y orden", comprometiéndose a garantizar no solo libertades civiles, sino
también derechos sociales, económicos y culturales. Este modelo busca equilibrar las
desigualdades sociales y económicas a través de políticas de bienestar, acceso a la educación,
salud y vivienda, entre otros, asegurando que todos los ciudadanos tengan oportunidades
equitativas para prosperar.

Por otro lado, el Estado democrático Constitucional se fundamenta en la participación


activa de los ciudadanos en la vida política y en la adopción de decisiones trascendentales. La
democracia representativa y participativa es el pilar sobre el cual se erige este modelo, donde
la Constitución actúa como salvaguarda para los derechos individuales y colectivos. Los
poderes del Estado están sujetos a límites establecidos en la Constitución, asegurando así que
cualquier acción gubernamental respete los principios de legalidad y proporcionalidad.

Estos modelos no son independientes, sino interdependientes y se encuentran en


constante interacción. Un Estado Social de Derecho busca materializarse dentro de un marco
democrático, donde la participación ciudadana y la rendición de cuentas son esenciales para
su éxito. Por otro lado, un Estado democrático Constitucional puede buscar garantizar no solo
la participación política, sino también un equilibrio en la distribución de bienes y
oportunidades en la sociedad.

En este análisis crítico, explorara a fondo estas dos concepciones, considerando sus
fortalezas, desafíos y cómo convergen en la configuración de políticas públicas y en la
búsqueda de un sistema político que garantice una sociedad justa, equitativa y participativa.
Con ello, se espera arrojar luz sobre cómo estos modelos pueden coexistir y evolucionar para
abordar las complejidades de la sociedad moderna.
TEMA
El Estado Social De Derecho y el Estado Democrático Constitucional.

EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO


También conocido como Estado de Bienestar o Welfare State, es un modelo político y
jurídico que busca garantizar no solo los derechos y libertades individuales, sino también
derechos sociales, económicos y culturales para promover la igualdad y la justicia social. Este
concepto es clave en muchos sistemas legales modernos y ha sido objeto de debate y
desarrollo desde finales del siglo XIX. (Villar Broda, 2007)

Orígenes y desarrollo:

El concepto moderno de Estado Social de Derecho tiene sus raíces en la Revolución


Industrial y las desigualdades económicas y sociales que esta generó. Surge como respuesta a
la explotación laboral y las condiciones precarias de vida de la clase trabajadora. Un
precursor importante fue el canciller alemán Otto von Bismarck con la implementación de
políticas de seguridad social en la Alemania del siglo XIX. (Correas Sosa, 2020)

Desarrollo en Europa:

Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos países europeos adoptaron modelos


de Estado Social de Derecho más amplios, con sistemas de seguridad social, acceso universal
a la salud y la educación, y otras políticas destinadas a reducir la desigualdad y brindar
bienestar a la población.

Ejemplos de políticas sociales:

En Suecia, se destaca el "Modelo Nórdico" que incluye un sistema de salud universal,


educación gratuita, generosos programas de seguridad social y una distribución equitativa de
la riqueza.

En España, el sistema sanitario y educativo público son ejemplos claros de políticas


que buscan garantizar el acceso a servicios básicos para toda la población.
ANÁLISIS CRÍTICO
Sostenibilidad económica: Los altos costos de mantener un Estado de Bienestar
pueden suponer una carga para la economía, especialmente en épocas de crisis económica o
demográfica.

Eficiencia y burocracia: A veces, los programas de bienestar pueden volverse


ineficientes debido a la burocracia y la falta de flexibilidad para adaptarse a cambios en las
necesidades sociales.

Dependencia y desincentivos: La generosidad de los programas de bienestar puede


desincentivar el esfuerzo individual y la iniciativa empresarial, generando dependencia en
lugar de fomentar la autosuficiencia.

Relevancia contemporánea: Aunque algunos países han experimentado reformas y


ajustes en sus sistemas de bienestar para abordar los desafíos económicos y demográficos, el
Estado Social de Derecho sigue siendo una piedra angular en la mayoría de las democracias
modernas.

El Estado Social de Derecho es un reflejo de la evolución de las sociedades y sus


necesidades cambiantes, y se mantiene como un modelo que busca equilibrar los derechos
individuales con la responsabilidad colectiva hacia la justicia y el bienestar social.

EL ESTADO DEMOCRÁTICO CONSTITUCIONAL


Es un modelo político y jurídico que combina la democracia y el Estado de Derecho.
Se basa en la idea de que el poder político debe emanar del pueblo y estar limitado y regulado
por una Constitución que proteja los derechos y libertades individuales. Este modelo busca
garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas y establecer un marco
normativo sólido para la convivencia y el ejercicio responsable del poder.

Fundamentos y antecedentes:

La idea de un Estado basado en la Constitución y la participación democrática tiene


raíces históricas que se remontan a la Revolución Francesa y a la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789. Sin embargo, el concepto moderno se ha
consolidado a lo largo del siglo XX. (Espejel Mena, 2016)
Características clave:

Soberanía popular: La autoridad emana del pueblo y las decisiones políticas se


toman mediante procesos democráticos, como elecciones y referendos.

Estado de Derecho: El poder del Estado está limitado por la ley, y las leyes y
políticas deben estar en conformidad con la Constitución.

División de poderes: Se establece una separación de poderes entre los órganos


ejecutivo, legislativo y judicial para evitar la concentración de poder y garantizar el control y
equilibrio entre ellos.

Respeto a los derechos fundamentales: La Constitución garantiza y protege los


derechos humanos y las libertades individuales, y establece mecanismos para su defensa y
garantía.

Ejemplos de aplicación:

Estados Unidos: La Constitución de los Estados Unidos es un ejemplo de un marco


legal que establece las bases para un Estado democrático constitucional, con su separación de
poderes y protección de derechos fundamentales.

Alemania: La Ley Fundamental de la República Federal de Alemania (Grundgesetz)


establece un sistema basado en la democracia y el Estado de Derecho, con un Tribunal
Constitucional encargado de garantizar su cumplimiento.

Desafíos y críticas: Democracia efectiva vs. participación formal: A veces, la


participación ciudadana en la toma de decisiones puede ser percibida como formal y limitada,
sin una influencia real en las políticas.

Supremacía de la ley vs. mayoría democrática: Pueden surgir tensiones entre la


protección de derechos fundamentales y la voluntad de la mayoría expresada
democráticamente. (Contreras, 2019)

Manipulación política: La democracia puede ser vulnerable a la manipulación


política, incluyendo la influencia indebida, el populismo y la polarización.

El Estado democrático constitucional es un sistema en constante evolución que busca


equilibrar la participación ciudadana con la protección de derechos individuales y el Estado
de Derecho. Su éxito radica en la efectiva implementación de los principios democráticos y
constitucionales en la práctica política y jurídica.

ANÁLISIS CRÍTICO
El análisis crítico del estado democrático constitucional implica examinar tanto los
aspectos positivos como los desafíos que enfrenta este tipo de sistema político, es por ello que
expongo ideas clave al respecto:

Brecha entre teoría y práctica:

En teoría, el estado democrático constitucional se basa en la primacía del Estado de


Derecho, la separación de poderes y la protección de los derechos fundamentales. Sin embargo,
en la práctica, se observa a menudo una desconexión entre estas ideas fundamentales y su
implementación real. La aplicación selectiva de la ley, la corrupción y las influencias indebidas
pueden debilitar la efectividad de las instituciones democráticas y la igualdad ante la ley.

Desigualdad y exclusión:

A pesar de los principios democráticos, muchos estados democráticos constitucionales


enfrentan problemas persistentes de desigualdad y exclusión social. La representación y
participación equitativas en la toma de decisiones siguen siendo desafíos significativos,
especialmente para las minorías y grupos marginados. Las diferencias económicas y sociales
pueden traducirse en desigualdades en el acceso a la educación, la salud y la justicia, lo que
compromete la igualdad de oportunidades y la equidad.

Captura del poder por intereses particulares:

En ocasiones, los intereses económicos y políticos pueden influir de manera indebida


en la toma de decisiones políticas en un estado democrático constitucional. Estos intereses
pueden socavar la representación verdaderamente democrática y priorizar agendas particulares
en lugar de atender las necesidades y demandas de la población en general.

Manipulación de la democracia:

La democracia en muchos casos se ve amenazada por prácticas como la manipulación


de elecciones, el uso indebido de los medios de comunicación y la desinformación. Estos
fenómenos pueden socavar la confianza en las instituciones democráticas y erosionar la
legitimidad de los procesos electorales.
Falta de participación ciudadana activa:

A pesar de las garantías constitucionales de participación ciudadana, muchos


ciudadanos pueden sentirse desconectados o desinteresados en el proceso político. La apatía
política puede deberse a la falta de confianza en las instituciones, la percepción de que sus
voces no son escuchadas o la complejidad del sistema político.

Adaptación a cambios sociales y tecnológicos:

Los estados democráticos constitucionales enfrentan el desafío de adaptarse


rápidamente a los cambios sociales y tecnológicos. Las nuevas tecnologías pueden cambiar la
forma en que se llevan a cabo las elecciones, se difunde la información y se ejerce la influencia
política, lo que requiere ajustes en las leyes y regulaciones para mantener la integridad
democrática.

Aunque el estado democrático constitucional representa un avance importante en


términos de protección de derechos y garantías fundamentales, todavía enfrenta desafíos
significativos en su implementación y práctica efectiva, que requieren una vigilancia constante
y reformas adecuadas para fortalecer y mejorar la democracia en la realidad.
ORGANIZADORES GRÁFICOS
CONCLUSIONES
• El Estado Social de Derecho y el Estado Democrático Constitucional son
paradigmas esenciales en la estructuración de sistemas políticos modernos.
Ambos buscan garantizar derechos, libertades y equidad, aunque con enfoques
un tanto distintos.
• Estado Social de Derecho: Pone énfasis en la justicia social, la igualdad, la
protección de los derechos sociales y económicos, y la intervención del Estado
para corregir desigualdades y promover el bienestar social. Busca un equilibrio
entre la protección de derechos individuales y la promoción del bienestar
común.
• Estado Democrático Constitucional se centra en la participación ciudadana, la
separación de poderes, el Estado de Derecho y la protección de los derechos
civiles y políticos. Busca garantizar la representatividad, la rendición de cuentas
y la toma de decisiones basada en la voluntad popular.
• Las instituciones políticas son elementos fundamentales en cualquier sociedad
organizada, ya que establecen la estructura y el funcionamiento del sistema
político de un país. Estas instituciones incluyen el gobierno, los poderes
ejecutivo, legislativo y judicial, partidos políticos, organismos electorales,
órganos de control y fiscalización, entre otros.
• Es fundamental que estas instituciones estén diseñadas de manera transparente,
democrática y responsable, con el fin de asegurar que los intereses de la
población sean representados y protegidos, y que se promueva el bienestar y el
desarrollo de la sociedad en su conjunto. Asimismo, es importante que exista un
equilibrio de poder entre ellas para evitar abusos y garantizar la división de
funciones, elemento esencial en la democracia y el Estado de derecho.
• Los estados deben adaptar sus políticas y leyes para abordar desafíos
emergentes y cambiar las circunstancias sociales, tecnológicas y económicas.
La mejora constante y la revisión de las estructuras existentes son esenciales
para mantener la relevancia y efectividad de estos modelos.
• Reconocer la complementariedad y la necesidad de ambos modelos en una
sociedad moderna. El Estado Social de Derecho y el Estado Democrático
Constitucional no son excluyentes, sino que pueden coexistir y fortalecerse
mutuamente para lograr un equilibrio entre derechos individuales y bienestar
colectivo.
• Ambos modelos tienen como objetivo ampliar los derechos y libertades de los
ciudadanos. El Estado Social de Derecho busca asegurar derechos sociales y
económicos, mientras que el Estado Democrático Constitucional se centra en
derechos civiles y políticos. Juntos, buscan una protección integral de los
ciudadanos.
• Fomentar la participación ciudadana activa y la representatividad adecuada en
la toma de decisiones políticas es crucial. Esto asegura que las políticas reflejen
las necesidades y aspiraciones de la población en su conjunto y no estén
dominadas por intereses particulares.
• La promoción de la igualdad debe ser una prioridad en ambas formas de
gobierno. Esto implica no solo garantizar la igualdad ante la ley, sino también
abordar las desigualdades económicas y sociales que puedan limitar el ejercicio
pleno de los derechos por parte de algunos grupos.

RECOMENDACIONES
• Buscar un equilibrio adecuado entre el Estado Social de Derecho y el Estado
Democrático Constitucional es fundamental. Es necesario garantizar tanto la
protección de derechos sociales y económicos como la participación activa y
representativa de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas.
• Promover la independencia, transparencia y eficiencia de las instituciones
democráticas y del Estado en su conjunto es esencial para asegurar que cumplan
sus funciones de manera efectiva y en beneficio de la sociedad.
• Priorizar políticas que promuevan la igualdad de oportunidades, la inclusión de
grupos marginados y la protección de los derechos de todos los ciudadanos, con
especial atención en aquellos más vulnerables.
• Invertir en programas educativos que promuevan la comprensión de los
principios del Estado Social de Derecho y el Estado Democrático
Constitucional. Una ciudadanía educada es fundamental para una participación
activa y responsable en la sociedad.
• Asegurar la rendición de cuentas de las autoridades gubernamentales y la
transparencia en la administración pública. Esto fortalecerá la confianza de los
ciudadanos en las instituciones gubernamentales y promoverá una gestión más
responsable y ética.
• Fomentar la innovación y la adaptabilidad en la legislación para abordar los
desafíos emergentes de manera efectiva. Los cambios en la sociedad, la
tecnología y la economía deben reflejarse en las leyes y políticas para mantener
su relevancia y eficacia.
• Facilitar y promover la participación ciudadana informada en la toma de
decisiones políticas. Esto se puede lograr mediante consultas públicas,
referendos y procesos participativos que involucren a los ciudadanos en la
formulación de políticas.
• Asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso efectivo a la justicia para
garantizar la protección de sus derechos y libertades. Esto implica un sistema
judicial eficaz, accesible y transparente.
• La integración efectiva del Estado Social de Derecho y el Estado Democrático
Constitucional requiere un enfoque holístico que combine participación
ciudadana, protección de derechos y una administración pública ética. Estos
modelos pueden trabajar de manera sinérgica para promover una sociedad justa,
igualitaria y participativa.
BIBLIOGRAFÍA
Contreras, P. (2019). Democracia y participación ciudadana: Tipología y mecanismos para la
implementación. Revista de Ciencias Sociales de la Universidad de Zulia, 1-30.

Correas Sosa, I. (2020). REFLEXIONES EN TORNO AL ESTADO SOCIAL:


APROXIMACIÓN AL CONTENIDO, FINES Y VALORACIÓN CRÍTICA. Madrid:
Universidad San Pablo.

Espejel Mena, J. (2016). Liberalismo, conservadurismo y administración pública. TLA


MELAUA, 2-18.

Villar Broda, L. (2007). Estado de Derecho y Estado social de Derecho. Derecho del Estado,
73-94. Obtenido de
https://sga.unemi.edu.ec/media/archivologo/2022/03/18/archivologocompendio_2022
31810564.pdf

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