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TEMA 2.
El complemento directo ha recibido varios nombres, como objeto directo o implemento, todos ellos
sinónimos.
Los verbos transitivos pueden llevar complemento directo, mientras los intransitivos no ya que su
significado está completo.
En general, los verbos de movimiento (ir, venir, salir…), los verbos de estado (dormir, ser, estar…),
verbos psicológicos (gustar, atemorizar, encantar…) son ejemplos de verbos intransitivos.
- Ayer escribí a mi familia los tres verbos son transitivos, pero no tienen CD, por
- Esas razones no me convencen tanto, hablaremos de transitividad absoluta.
- Luis estudia en la facultad.
EL COMPLEMENTO DIRECTO
El complemento directo es el argumento verbal más importante y se ubica siempre cerca del verbo.
Además, supone una proyección o extensión del significado del verbo en la sintaxis.
Se llama directo porque, en principio, no lleva preposición, sino que va directamente unido al verbo.
El complemento directo es la función sintáctica desempeñada por una palabra o grupo de palabras
exigidas por el verbo para completar su significado.
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El complemento directo es una función muy ambigua, por lo que resulta difícil de analizar
semánticamente. Su análisis debe ser siempre formal. Además, se suele definir erróneamente como la
persona o cosa que recibe la acción del verbo (PACIENTE), por ejemplo:
No obstante, esto no siempre es verdad, ya que la palabra que representa a ese PACIENTE no siempre es
complemento directo:
Además, verbos como haber, tener, merecer o valer no significan ACCIÓN, es decir, su sujeto no es un
AGENTE, y llevan complemento directo:
También suele decirse que para reconocer el CD se debe hacer la pregunta ¿qué? o ¿qué cosa? al verbo.
Sin embargo, este procedimiento es incorrecto porque la respuesta a esas preguntas no siempre coincide
con el CD:
→ La única pregunta posible sería ¿a quién has llamado?, cuya respuesta es ambigua (puede ser un CD u
otra cosa).
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b) Pasivización. Si la oración activa se pasa a voz pasiva (mediante la perífrasis de ser +
participio), el CD se convierte en sujeto:
- Laura compró el libro (VOZ ACTIVA)
Suj. CD
- El libro fue comprado por Laura (VOZ PASIVA)
Suj. Paciente C. Agente
c) Las oraciones copulativas (con verbos como ser o estar) nunca llevan CD.
A veces la pronominalización y la pasivización no son posibles. Por ejemplo, hay verbos de estado, que
no indican acción, que no admiten la pasiva:
En estos casos no hay más remedio que pronominalizar: los hay, las tengo.
En estos casos es preferible sustituir el complemento directo por un referente definido y específico:
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- ¿A quién buscas?
d) También llevan a los complementos directos de sustantivos personificados:
- Temo a los exámenes
- Amo a la vida
e) Se usa la preposición a para evitar ambigüedades (valor diacrítico):
- El camión golpeó la grúa > ¿quién golpea a quién?
- Honra el trabajo la persona > ¿Quién es sujeto y quién CD?
f) A veces se suprime la a obligatoria porque el CD entra en conflicto con el CI, que también a
lleva. En estos casos la preposición del complemento directo se puede eliminar, si bien no es
obligatorio:
- Presenté a mi novia (CD) a mis padres (CI).
- Presenté mi novia (CD) a mis padres (CI).
Los CD se pueden situar en una jerarquía que mide su capacidad para llevar preposición. La regla es que
cuanto más agentivo y bien definido esté un CD, más tenderá a llevar la preposición, y a la inversa. La
siguiente secuencia lo muestra (de + a -):
Pronombres personales > nombres propios > nombres comunes > nombres comunes definidos > nombres
comunes indefinidos > sustantivos inanimados.
Ejemplo: Me vio a mí > Conocí a Lucas > Encontré al perro > Compré un libro > Raúl tiene mucha
imaginación.
El CD preposicional puede también mantener relaciones semánticas especiales con los verbos. Así,
tenemos:
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- Juan mide dos metros > Los mide / *Dos metros son medidos por Juan.
- Rosa pesa treinta kilos > Rosa los pesa / *Treinta kilos son pesados por Rosa.
- Este barco vale un millón de euros > Este barco lo vale / *Un millón de euros es válido por este
barco.
1. Si el CD está formado por un pronombre personal tónico precedido de a, debe repetirse también
la forma personal átona:
- A mí me golpearon / *A mí golpearon
2. Si el CD es un pronombre átono, la duplicación con el tónico es opcional:
- Tú (a mí) no me insultas.
- Me premiaron (a mí)
- Nos vieron (a nosotros)
Posición del CD
La oración es un átomo, y el CD es el principal argumento del verbo, por lo que su posición natural
(icónica) es inmediatamente después del verbo.
Ahora bien, pueden insertarse elementos entre verbo y CD, aunque la oración se vuelve menos natural:
Dislocación del CD
El CD debe ir pospuesto al verbo. Si se antepone, se produce una dislocación, lo que implica una
duplicación obligatoria del CD:
- - ¿Qué has comprado? ¿A quién has visto? El trabajo que hice es muy bueno.
Objeto pesado.
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- - Juan regó las flores rojas del jardín que plantó su padre el año pasado.
- - # Las flores rojas del jardín que plantó su padre el año pasado las regó Juan.
EL ACUSATIVO INTERNO
El acusativo interno. Es un CD que ya está en el significado inherente del verbo. Resulta redundante,
como los epítetos, pero ofrece valor expresivo.
EL COMPLEMENTO INDIRECTO
El CI se ha definido como la persona o cosa que recibe indirectamente la acción del verbo, y también
como la persona o cosa que recibe el daño o provecho de la acción del verbo: Por ejemplo:
Juan regaló una cartera a su amiga (CI)
Sin embargo, esta definición es ambigua, porque con frecuencia también se puede aplicar al CD:
Ej. Golpearon a Carlos (CD). Semánticamente, tiene un comportamiento parecido al anterior ejemplo.
Existe una zona fronteriza (que son funciones que se parecen mucho) entre CD y CI, por lo que la
definición de CI, como la de CD, debe ser más formal.
El CI es aquel complemento del verbo encabezado siempre por la preposición a que se sustituye por los
pronombres clíticos le y les (críticos del dativo).
Ana trajo un pastel a su hijo > Ana le trajo un pastel.
Yo le di dinero a mi hija > El dinero fue dado por mí a mi hija.
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CI Y DATIVO
LA PREPOSICIÓN A
El CI siempre lleva la preposición a, a no ser que esté representado por un pronombre átono ( me, te, se,
le, les, nos, os).
La gramática tradicional decía que también podía llevar la preposición para. Esto es incorrecto por las
siguientes razones:
Al igual que con el CD, la prueba más científica es la sustitución por los clíticos de dativo le y les:
El CD y el CI son conmutables por un sistema de pronombres que funcionan como la declinación latina
El hecho de que semánticamente el CD y el CI sean con frecuencia indistinguibles hace que los hablantes
confundan los pronombres a la hora de hacer las conmutaciones pronominales. Esto genera tres errores:
Leísmo: emplear le o les para sustituir el CD (siempre que no sea una entidad masculina)
Compré el coche > *Le compré
Laísmo: uso de la o las como CI
*A Rosa la di un ramo de flores
Loísmo: uso de lo como CI
*A Pedro lo dio por hacer ejercicio
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DISIMILACIÓN DEL CI
¿Puede haber CI sin CD en la misma oración? Sí. De hecho, el CI aparece en múltiples estructuras,
dependiendo de la naturaleza argumental del verbo:
Como vemos, el CI es más flexible que el CD, y puede aparecer en muchos contextos, incluso con
atributo (algo imposible con el CD). Por tanto, es problemático asociar el CI a la transitividad.
DUPLICACIÓN DE CI
NOTA NORMATIVA. Los pronombres le y les deben concordar en número (no en género) con el CI al
que duplican:
c) Cuando el CI es un pronombre tónico (mí, ti, sí…) es obligatorio duplicarlo con el átono
correspondiente:
A nosotros nos gustan los deportes > *A nosotros gustan los deportes.
d) Por el contrario, si el CD es un pronombre átono (me, te, nos…), el tónico es opcional:
Me dieron el premio (a mí)
e) Con el pronombre interrogativo quién / quiénes es opcional la duplicación:
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¿A quién (le) dieron el premio?