Eolípila

El nombre es
difícil,
pero es la primera
máquina
Térmica conocida.

En el siglo I d.c. Herón de Alejandria diseñó un artefacto muy curioso para la esa
época. Consistía en una esfera de metal conectada a una caldera en la que se
generaba vapor de agua. La esfera, a su vez, tenía dos pequeños tubos por donde
salía el vapor a presión, al estar estos tubos orientados en direcciones opuestas,
el empuje generado por el vapor hacía que la esfera girara a gran velocidad.

Un poquito de historia...
Herón fue protagonista de uno de los momentos más sobresalientes de la historia
de la humanidad: la vida en la ciudad de Alejandría, que fue fundada por Alejandro
Magno en el año 332 a.c. y fue durante siglos el centro de la tolerancia (convivían
fieles de todos los credos), de las artes y las ciencias. Ptolomeo I creó el Museo,
llamado así en honor a las Musas, diosas de las artes y la sabiduría. Una de sus
secciones estaba destinada a la Biblioteca, la más famosa de la historia.
Los más prestigiosos filósofos, científicos, matemáticos, geómetras, astrónomos,
fisiólogos e inventores de la antigüedad vivieron en Alejandría.

Podemos conocer un poco màs sobre la historia de esta

magnífica ciudad en otra sección de nuestro sitio.

La humanidad demoró aproximadamente 18 siglos en darle una utilidad práctica ya

que durante muchos años a este invento solo se le dio un fin de entretenimiento.
Recién en el siglo XVIII, Newcomen, Thomas Savery y James Watt diseñan las
primeras máquinas de vapor eficientes de la historia, habían pasado ¡1700 años! .
Pero esto no debe sorprendernos, los descubrimientos científicos en general
necesitan mucho tiempo hasta que se cuenta con los materiales y desarrollos
tecnológicos que permitan aplicarlos en elementos de utilidad práctica.
Cuando estos grandes científicos diseñaron sus máquinas de vapor contaban ya con
aleaciones de metales capaces de soportar altísimas temperaturas y presiones,
nuevos combustibles, válvulas seguras, sistemas de transmisión, etc., etc.
Volvamos a la Eolípila...
Su nombre nos remite al dios griego del viento "Eolos".

Aquí vemos una representación de la Eolípila de Herón

Nosotros podemos construir una eolípila con ciertas modificaciones, las principales
consisten en que: 1) no será de forma esférica sino cilíndrica para aprovechar los
materiales que podemos conseguir con mayor facilidad y 2) vamos a utilizar un solo
recipiente, es decir que vamos a prescindir de la caldera inferior que vemos en el
grabado, pero igual lograremos nuestro objetivo de hacer funcionar nuestra
máquina térmica.
¿Qué materiales necesitamos?

¿Cómo lo hacemos?
Paso 1: Tomamos una lata de algún aerosol (son de aluminio) o de conservas. Si
elegimos la de un aerosol tenemos la ventaja de que no habrá que soldar la tapa,
pero debemos tener la precaución de vaciarla por completo, es decir hacer salir
todo el gas de su interior antes de seguir con los siguientes pasos .
Paso 2: Realizamos dos pequeñas perforaciones enfrentadas en la parte superior
de la lata (en la parte lateral, no en la tapa) e introducimos en cada una de ellas un
tubo fino de metal, de tal forma que los extremos queden orientados en
direcciones opuestas y los soldamos a lata.

Paso 3: La lata debe quedar hermética, salvo por los dos tubos, asi que si elegimos
una de conservas deberemos sellar la tapa soldándola. En el caso de los aerosoles
tienen en la parte superior la válvula plástica, que podemos retirar introduciéndola
en el interior con un destornillador.
Paso 4: Debemos encontrar un método para introducir el agua... existen muchas
maneras: una es la que utilizamos en este modelo, consiste en soldar una tuerca
pequeña en el orificio de la válvula y colocar a modo de tapón el bulón
correspondiente. Así resolvemos varios asuntos: 1) tenemos un lugar por donde
ingresar el agua, 2) al colocar el bulón (si las roscas están en buen estado)
logramos suficiente hermeticidad y 3) el bulón nos sirve de anclaje para la
cadenita que soportará nuestra máquina.

Ya casi estamos listos para probarla...

¿Qué nos queda por hacer?... Tenemos que diseñar un soporte para el conjunto que
de reunir dos caracteristicas 1) que sea lo suficientemente firme como para
soportar el peso de la lata con el agua, 2) que sea lo suficientemente alta para que
podamos colgarla y que quede espacio para el elemento que usaremos para calentar
el agua.
Paso 5: fabricamos un soporte con base y en el travesaño le colocamos un pitón
abierto para enganchar la cadenita.

Paso 6: Colocamos dos velitas en la base introducimos agua en la lata hasta

completar 2/3 aproximadamente, enroscamos el buloncito y colgamos la máquina
del pitón que atornillamos en el travesaño del soporte.
Paso 7: Encendemos las velitas, esperamos un par de minutos.
¿Qué sucede...?
Comienza a generase vapor que provoca un incremento de la presión en el interior
de la lata. Ese vapor, que es agua en estado gaseoso, encuentra en los dos tubos un
lugar por donde salir y a medida que la presión aumenta, también las fuerzas con
las que salen. Como los tubos están orientados en direcciones opuestas, el par
de fuerzas provoca un movimiento giratorio en la lata. La velocidad de giro
dependerá de presión lograda y del diámetro de los tubos de salida.
Posibles variantes: 1) se puede utiliar también una lata de gaseosas, realizando dos
pequeñas perforaciónes teniendo cuidado que no haya sido agitada previamente, 2)
la máquina se puede colgar enrroscando un alambre muy fino en la parte superior y
unirlo a un rotor de los que se utlizan en las lineas de pesca.
Temas relacionados con el proyecto: cambios de estado de los elementos,
diferencias entre fluidos en estado liquido y gaseoso, principio de acción y
reacción,
Precauciones: 1) realizar el proyecto con la supervisión de un adulto. 2) Especial cuidado al perforar los
envases asegurándonos de que se hallen completamente vacios (aerosoles) o que no hayan sido agitados
previamente (gaseosas). 3) no tocar la lata luego de haber encendido las velas o el elemento elegido para
generar el calor necesario. 4) no acercar las manos o la cara a los chorros de vapor.