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EL RESTO DE UNA HISTORIA INCREÍBLE

En una isla había una villa donde vivía un marino ambicioso, el mejor capitán del mar
en toda la isla. El capitán se acercó al rey con la visión de un nuevo tipo de barco. Uno
que se movía a gran velocidad incluso sin viento. El capitán describió este nuevo barco
y afirmó que con una tripulación de 100 hombres podría hacer viajes al continente un
día más rápido de lo que se realizaba en ese momento. El rey aprobó el plan del
capitán y le prestó un barco. El rey permitió al capitán hace tres intentos para cruzar el
continente y le prometió darle de recompensa 1000 monedas de oro por cada hora
ahorrada en cada viaje.

El capitán contrató a los mejores artesanos y constructores de barcos. El primer mes le


pidió prestado 10,000 monedas de oro. Cada mes regresaba al rey para reportar su
progreso y para pedir más dinero. El capitán estaba endeudándose mucho. Pidió
adicionalmente 5000 monedas de oro el segundo mes y 4000 monedas de oro el tercer
mes. En el cuarto mes el barco estaba completo, pero anclado sin utilizarse en la bahía.
La gente del pueblo merodeaba por el puerto viendo con sorpresa el nuevo barco.
Algunos se burlaban diciendo que el agua sólo entraría a través de esos hoyos en el
costado. Otros preguntaban por qué las velas eran tan pequeñas si es que iba a ser un
barco más rápido. El capitán trabajó mucho para encontrar su tripulación, se
encontraba con mucho escepticismo en los marineros. El anticipó que habría más
emoción respecto al nuevo diseño en los marineros deseosos a unirse a su tripulación,
en cambio se encontraba con gente dudosa y con respuestas negativas de su
tripulación potencial.

Finalmente en el quinto mes el capitán hizo su primer viaje al continente con sólo 20
de los 100 remadores en el nuevo barco. Su tiempo seguía siendo más rápido que el de
los barcos más viejos pero sólo por cuatro horas, decepcionado pero todavía optimista
el capitán empezó a preguntar a todas las personas de la villa que se unieran a él en su
aventura. El explicó cómo funcionaba el barco y porque este nuevo tipo de barco algún
día gobernaría el mar y haría más fuerte a su reino. Habló de las riquezas esperando a
los valientes marineros que estuvieran dispuestos a remar con él. En el segundo viaje
del siguiente mes, el capitán tenía 60 en su nueva tripulación, todavía le faltaban 40
remadores y estaba luchando con el constante golpeteo de los remos, el capitán
ahorró sólo 7 horas en el viaje al continente.

Finalmente el rey estaba teniendo interés en la visión del capitán. El podía ver el
beneficio a largo plazo para todo su reino. El personalmente reclutó a una tripulación
completa para el tercer viaje. El capitán también agregó a un jóven tocando un tambor
a la popa del barco para mejorar el ritmo de los remadores. Un mes después, en el
tercer intento los 100 fuertes tripulantes, remaban el ritmo ahorrando más de 1 día en
el viaje al continente.

Al regresar el capitán fue felicitado por toda la población de la isla y el barco vikingo
por su diseño, y así dominó los mares de las siguientes generaciones.

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