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Entre los negocios tendentes a una adquisición o enajenación futura que, por
distintas circunstancias, aún no se quiere celebrar, se destaca el contrato de
opción. Esta modalidad contractual, más que legal podría considerarse como
financiera, en virtud de que intervienen una serie de elementos asimilables a los
mercados financieros.
El contrato de opción puede ser definido como aquel mediante el cual se acuerda
una posible obligación futura de la cual nace un derecho de compra o venta para
una de las partes, que deberá acogerse al precio y período previamente
estipulado. A simple vista y sin previo conocimiento de dicha modalidad
contractual se podría trabucar la misma con el contrato de promesa de
compraventa, que al igual que la opción persigue el pacto de un compromiso
futuro. No obstante, debemos destacar que el contrato de opción, al contrario de
la promesa, no requiere un acto de asentimiento posterior, sino que para que se
pueda perfeccionar dicho contrato es necesario una de las partes tenga la
facultad, mas no la obligación, de perfeccionarlo o concluirlo por su propia
voluntad.
1
VICTORIA CONTERAS, Omar E. Desarrollo del mercado de valores, la protección al inversor. Gaceta
Judicial, año 2008.
2
Art.3. Ley No. 249-17, del 21 de diciembre de 2017.
comprador de la opción adquiere el derecho, pero no asume la obligación de comprar
(“call”) o vender (“put”) un activo subyacente a un precio pactado o precio de ejercicio,
dentro de un plazo, a cambio del pago de una prima. Por su parte, el suscriptor de la
opción, tiene la obligación, si se lo requiere el comprador dentro del plazo de ejercicio o a
una fecha dada, de entregar el activo subyacente y recibir el precio pactado si el comprador
llegare a exigir la compra (“call”) o, según el caso, de recibir el activo subyacente y
entregar el precio convenido si el comprador llegare a exigir la venta (“put”). La
obligación de comprar y vender se puede sustituir por la obligación de cumplir con la
liquidación por diferencias”.
Bajo los términos del precepto legal precedentemente expuesto la opción puede
definirse como un instrumento financiero mediante el cual el tenedor de una cosa
tiene el derecho a comprar o vender algo según el precio convenido. Es visto
como en dicho convenio intervienen dos partes que son aquel que adquiere la
opción conocido como comprador y el que ha transmitido el derecho que recibe
el nombre de suscriptor. A expensas del referido reglamento este último
personaje debe acogerse a la decisión del comprador, que a pesar de no tener una
obligación de comprar o vender, deberá pagar una prima previamente
estipulada, si así lo acuerdan las partes, al suscriptor básicamente por cargo al
estado de incertidumbre en que este permanece durante el tiempo de duración
preestablecido en el contrato.
En este sentido, bajo los términos del artículo 1101 del Código Civil dominicano,
el contrato es un convenio en cuya virtud una o varias personas se obligan
respecto de una o de varias otras a dar, hacer o no hacer alguna cosa. En ese
sentido, las obligaciones pueden ser clasificadas, según su objeto, en obligaciones
de hacer, no hacer y de dar.
Dicho esto, cabe destacar que el deudor comprometido a una obligación de dar,
debe efectuar en favor del acreedor la transmisión de un derecho real. La
obligación de hacer constriñe al deudor a realizar un hecho a favor del acreedor
y la obligacion de no hacer consiste en una abstención impuesta al deudor4.
A los fines de delimitar las obligaciones que nacen del contrato de opción en la
Republica Dominicana nos vamos a redirigir al párrafo II del artículo 159 del
Decreto No.664-12, donde radica el embrión del convenio de opción y su ámbito
de aplicación. En virtud a tal disposición se puede constatar que, al momento de
pactar un contrato de esta índole, nacen obligaciones dar y de hacer para ambas
partes dependiendo de la opción ejercida por el comprador.
3
VILLEGAS, Carlos Gilberto. Contratos Mercantiles y Bancarios. Contratos Bancarios. Buenos Aires: El
Autor, 2005.ISBN: 987-43-9496-X.P.983.
4
ROMERO BUTTEN, Carlo P. Tratado Elemental de Derecho Civil. República Dominicana: Ediciones
Jurídicas Trajano Potentini, 2001.
El suscriptor tiene una obligación de dar tanto si el comprador elige la opción de
venta como si opta por la de compra. Es decir, que, si el comprador ejerce la
opción de compra, el suscriptor está obligado entregarle el activo adyacente
objeto del contrato y si, por el contrario, el comprador se decide por la opción de
venta, el suscriptor debe pagar al comprador el precio pactado para que este le
venda tal activo.
Ya en caso de que tales obligaciones no sean cumplidas por parte de una de las
partes contratantes, la otra tiene la facultad de exigir su cumplimiento mediante
la interposición de una acción en responsabilidad civil por danos y perjuicios, de
acuerdo con lo establecido en los artículos 1136 y 1142 del Código Civil de la
República Dominicana.