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EN LO PRINCIPAL: CONTESTA DEMANDA DE DIVORCIO ALLANANDOSE; PRIMER

OTROSÍ: DEMANDA RECONVENCIONAL DE COMPENSACIÓN ECONÓMICA; SEGUNDO


OTROSÍ: PRIVILEGIO DE POBREZA; TERCER OTROSÍ: FORMA DE NOTIFICACIÓN;
CUARTO OTROSÍ: PATROCINIO Y PODER.

S. J. L. DE FAMILIA DE SAN MIGUEL (2°)

MIRTA TERESA JERIA LUCERO, dueña de casa, domiciliada en CARLOS EDWARDS


PASAJE A #5159, comuna de San Miguel, demandada en autos sobre divorcio
unilateral, caratulados “xxxxx”, causa RITxxxx, a US. respetuosamente digo:

Que en este acto y dentro de plazo legal, vengo en contestar la demanda de


divorcio unilateral interpuesta por mi cónyuge don xxxxx, en atención a las
consideraciones de hecho y de derecho que a continuación paso a exponer:

1-LOS HECHOS:

Como consta en la demanda de autos, contraje matrimonio con don XXXXX, el


día 20 de enero del año 1961, el cual fue inscrito en la circunscripción de la comuna de
San Ramón, bajo número de inscripción 72 del mismo año, adoptando el régimen de
sociedad conyugal.

Del mismo modo, es efectivo que de dicho matrimonio nacieron cuatro


hijosXXX ,XXX,XXX,XXX, todos de apellidoXXXX, actualmente mayores de edad.

La vida matrimonial se mantuvo hasta el año 2006, donde se produjo la ruptura


definitiva de su convivencia, situación que se mantiene hasta la fecha sin intención
alguna de retomarla.

De este modo, y debido a lo precedentemente descrito, es que las partes de


esta causa llevan más de 12 años separados.
2- EL DERECHO:

Que el artículo 55 inciso 3º de la Ley 19.947 dispone que “habrá lugar


también al divorcio cuando se verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal
durante el transcurso de, a lo menos, tres años, salvo que, a solicitud de la parte
demandada, el juez verifique que el demandante, durante el cese de la convivencia, no
ha dado cumplimiento, reiterado, a su obligación de alimentos respecto del cónyuge
demandado y de los hijos comunes, pudiendo hacerlo”.

Es así como en virtud de lo dispuesto por la norma antes enunciada y lo


dispuesto en la Ley Nº 19968 que crea los Tribunales de Familia, en la especie NO se
cumple con los presupuestos legales que hacen procedente la declaración del término
del matrimonio por cese efectivo de la convivencia, toda vez que si bien han
transcurrido más de 3 años de cese de convivencia, sin existir durante el transcurso
del tiempo la intención de reanudar la vida en común, no se ha dado cumplimiento a la
obligación legal de otorgar alimentos respecto del cónyuge demandado y de los hijos
comunes, pudiendo hacerlo.

POR TANTO;

SOLICITO A S.S., que en mérito de lo expuesto y lo dispuesto en el artículo 55


inciso 3° de la Ley N°19.947 sobre Matrimonio Civil y demás normas legales
pertinentes, se sirva tener por contestada la demanda de divorcio unilateral por cese
de convivencia deducida en mi contra, por don PEDRO CAYETANO MIRANDA
MIRANDA, acogiéndola en todas sus partes, y, en definitiva, se decrete el divorcio
entre las partes.

PRIMER OTROSÍ: MIRTA TERESA JERIA LUCERO, dueña de casa, domiciliada en


CARLOS EDWARDS PASAJE A #5159, comuna de San Miguel, demandada en autos
sobre divorcio unilateral, caratulados “MIRANDA/JERIA”, causa RIT C-2029-2018,
a US. respetuosamente digo:
Que encontrándome en la oportunidad procesal pertinente, conforme lo
establece el artículo 58 de la Ley 19.968, vengo en deducir demanda reconvencional
de compensación económica en contra de don XXXX, cedula nacional de identidad nº
4.018.087-7, jubilado, domiciliado en Avenida Fernández Albano #1284, comuna de
San Ramón, por los fundamentos de hecho y de derecho que a continuación paso a
exponer:

LOS HECHOS:

Como acredita el certificado de matrimonio que acompañaré en su oportunidad,


contraje matrimonio con don XXXXX, el día 20 de enero de año 1961, a los 15 años,
bajo el régimen de sociedad conyugal.

Al contraer matrimonio a tan corta edad y embarazada de mi primer hijo, por la


presión social propia de la época, me vi enfrentada de lleno al matrimonio, no
pudiendo completar mis estudios, ni desarrollarme en algún área fuera de la vida
marital. Posteriormente a la celebración, nacieron mis hijos ante lo cual me vi en la
obligación de dedicarme completamente a su cuidado, privándome de toda posibilidad
de inserción laboral, no pudiendo desarrollar actividades lucrativas de la forma en que
yo quería, pues me dediqué en forma absoluta a la crianza de mis hijos que tanto me
necesitaban y a la vez a realizar todas las arduas tareas propias del hogar, dejando a
un lado toda instancia de desarrollarme personalmente.

Lo anterior se prolongó hasta la fecha en que cesó la convivencia en el año


2006, hecho que se produjo debido a que don PEDRO mediante amenazas y una
presión permanente y sistemática, me obligó a abandonar el hogar común que
compartíamos con nuestros hijos. Ante lo cual tuve que vivir de allegada en la casa de
mi hermana sin tener oportunidad de vivir en un lugar propio.

La situación antes descrita me significó un importante perjuicio económico, toda


vez que mi cónyuge siempre trabajó, incluso desde antes de que se contrajera el
vínculo matrimonial, no viendo afectado en forma alguna dicha labor durante los años
en que se mantuvo la vida en común, es más, yo le prestaba ayuda para que no
tuviera inconvenientes, junto con realizar las labores propias del hogar común y de
satisfacer las necesidades de mis 4 hijos.
Es del caso señalar que el terreno en el cual se ubica la casa donde ejercimos
nuestra vida conyugal, desde donde fui expulsada y donde actualmente vive don XX,
corresponde a un sitió que me fue donado y que yo transferí a mi cónyuge para poder
construir.

Por otro lado actualmente sufro diversas enfermedades asociadas, tales como
hipertensión arterial, colesterol alto y hernia de hiato, las cuales además del perjuicio
físico, me generan un menoscabo económico el cual debo solventar con los pocos
ingresos que cuento, los cuales provienen de la pensión básica solidaria de actuales
$103.000.- y una pensión de alimentos que me fue otorgada en causa C-3914-2006,
correspondiente al 40% del ingreso mínimo remuneracional, actuales $110.400.-

Es por todo lo anterior, que vengo en deducir demanda reconvencional de


compensación económica, en contra de don XXXXX, ya que de haber obtenido su
apoyo y haber podido desarrollar una actividad lucrativa en la medida en que quería y
podía, me hubiera permitido percibir, al menos, un Ingreso Mínimo Mensual
Remuneracional, actuales $276.000; y si hubiera podido ahorrar al menos un doce por
ciento de éste en los 492 meses que duró la vida en común, habría percibido una suma
equivalente a $16.295.040.- (Dieciséis millones doscientos noventa y cinco
mil, cuarenta pesos), monto en el cual estimo mi menoscabo económico, o en
subsidio se me otorguen la totalidad de los derechos que le corresponden a XXXX
sobre el inmueble de la sociedad conyugal y que actualmente él habita.

EL DERECHO

Nuestra legislación trata la compensación económica en la Ley de Matrimonio


Civil, en su artículo 61 estableciendo: “Si, como consecuencia de haberse dedicado al
cuidado de los hijos o a las labores propias del hogar común, uno de los cónyuges no
pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa durante el matrimonio, o lo hizo
en menor medida de lo que podía y quería, tendrá derecho a que, cuando se produzca
el divorcio o se declare la nulidad del matrimonio, se le compense el menoscabo
económico sufrido por esta causa”.
La compensación económica es, la prestación a la cual tiene derecho uno de los
cónyuges, cuyo fundamento es el menoscabo económico experimentado por aquel que,
por el hecho de haberse dedicado al cuidado de los hijos o las labores propias del
hogar común o ambas funciones, realizó un trabajo no remunerado que desarrolló
durante la vigencia del matrimonio y que por ello no pudo desarrollar una actividad
remunerada o lucrativa durante el matrimonio o por haberla efectuado en menor
medida de lo que quería o podía.

En doctrina se señala que el menoscabo económico existe cuando se han


experimentado una serie de perjuicios que al menos cubren los siguientes ámbitos:

1) Lo que el cónyuge dejó de percibir o ganar, por no desarrollar una actividad


lucrativa o en caso de haberlo hecho, lo hizo en menor medida de lo que podía
y quería.

2) El perjuicio que consiste en el costo de oportunidad laboral, no haber tenido una


preparación y desarrollo en el ámbito laboral para mantener o incrementar sus
posibilidades de acceso al mercado laboral.

Por otra parte, el artículo 62 de la Ley de Matrimonio Civil, establece que “Para
determinar la existencia del menoscabo económico y la cuantía de la compensación, se
considerará, especialmente, la duración del matrimonio y de la vida en común de los
cónyuges; la situación patrimonial de ambos; la buena o mala fe; la edad y el estado
de salud del cónyuge beneficiario; su situación en materia de beneficios previsionales y
de salud; su cuantificación profesional y posibilidades de acceso al mercado laboral, y
la colaboración que hubiere prestado a las actividades lucrativas del otro cónyuge”.

Por lo anterior, es necesario analizar cada uno de estos requisitos, porque


resulta de gran importancia analizar que me encuentro en estas situaciones descritas:

a.- Duración del matrimonio: como se señaló en el cuerpo de esta


presentación el matrimonio se celebró con fecha 20 de enero del año 1961, por lo que
la duración de este es de aproximadamente de 47 años.

b.- Duración de la vida en común: La vida en común de las partes en esta


causa duró aproximadamente 41 años, los que resultan de gran importancia para ser
considerados por su S.S., debido a la edad que tenía a la fecha de celebración del
matrimonio y el contexto en el que se desarrollaron los hechos.
c.- Situación patrimonial de ambos cónyuges: como puede desprenderse de
todo lo que se ha expuesto en esta presentación, mi situación patrimonial durante el
tiempo en que duró la vida matrimonial es absolutamente más desventajosa que la de
mi cónyuge, ello en atención a que don PEDRO, desde que se contrajo el matrimonio
trabajó en forma estable. Mientras que yo no pude desarrollar una actividad
remunerada, sin perjuicio de que colaboraba constantemente en las labores de mi
cónyuge.

d.- Situación en materia de beneficios previsionales y de salud: por la


situación descrita, nunca pude realizar cotizaciones de salud ni afiliarme a una AFP.

e.- Calificación profesional y posibilidades de acceso al mercado laboral: En


relación a este punto reitero que a causa del matrimonio y embarazo a tan corta
edad (15 años) no puede reunir experiencia laboral, debido a que me dediqué a
las labores del hogar y al cuidado de mis hijos durante la convivencia con mi
cónyuge y que, con posterioridad al cese de la misma, al no recibir ningún apoyo
económico, me vi en la necesidad de trabajar en lo que pude y de manera
esporádica, sin tener mayores posibilidades pues mi calificación y experiencia no
me lo permitieron.

POR TANTO, en mérito a lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 61 y


siguientes de la ley 19.947 sobre Matrimonio Civil,

SOLICITO A S.S. tener por interpuesta demanda reconvencional de


compensación económica en contra de don XXXX ya individualizado, acogerla en todas
sus partes y declarar en definitiva que debe pagar a mi favor a título de compensación
económica la suma de $16.295.040.- (Dieciséis millones doscientos noventa y
cinco mil, cuarenta pesos), monto en el cual estimo mi menoscabo económico, o en
subsidio se le otorguen la totalidad de los derechos que le corresponden a PEDRO
CAYETANO MIRANDA MIRANDA sobre el inmueble de la sociedad conyugal y que
actualmente él habita.
SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a S.S. tener presente que por encontrarme patrocinada
por la Corporación de Asistencia Judicial de San Miguel, y según lo dispuesto por el
artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales, gozo de privilegio de pobreza, el cual
acreditaré en su oportunidad.

TERCER OTROSÍ: Solicito a S.S. tener presente que para efectos de lo dispuesto en el
artículo 23º inciso final de la ley de Tribunales de Familia, esta parte solicita ser
notificada por carta certificada dirigida al abogado jefe de la Corporación de Asistencia
Judicial de San Miguel, don Jaime Retamal Torres y al correo electrónico
oficinacivilsanmiguel@gmail.com.

CUARTO OTROSÍ: Solicito a S.S. tener presente que confiero patrocinio y poder a los
abogados de la Corporación de Asistencia Judicial San Miguel don JAIME RETAMAL
TORRES, doña JEANNETTE LARA GONZÁLEZ, y doña PATRICIA BRITO
SEPÚLVEDA, todos domiciliados para estos efectos en calle Primera Avenida Nº 1124,
comuna de San Miguel. Asimismo, confiero poder al postulante de la Corporación de
Asistencia Judicial de San Miguel, don PATRICIO PÉREZ RIQUELME, con el mismo
domicilio indicado anteriormente, para el solo efecto de comparecer a las audiencias y
alegatos que en esta causa se decreten.

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