Está en la página 1de 38

DELFÍN

GERÓ NIMO

Alumnas: Marfil Romina y


Agüero Nerina
Catedra: Lenguas y Culturas de
los Pueblos Originarios
Docente a cargo: Figueroa Elisa
Curso: 4to
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Fundamentación

En el presente trabajo vamos a realizar un análisis de los textos pertenecientes a


“Versos y relatos de mi tierra” y “La Cayischa” del autor Delfín Gerónimo, defensor de los
derechos de los pueblos originarios, teniendo como marco teórico a autores como Walter
Mignolo y Josefina Racedo, también, notas de los medios de comunicación donde las
personas expresan su posición con respecto a la lucha milenaria llevada a cabo hasta ahora.

Con esto pretendemos tratar de entender y explicar la mirada y los sentires que se
expresan mediante un lenguaje poético en las consiguientes páginas, además, tratar de
deconstruir los pensamientos coloniales que aún persisten de manera tan naturalizada en
ámbitos como la educación, el lenguaje, lo social, territorial, político, entre otros.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Gerónimo Delfín
Nació en la Quebrada de los Chañares, Comunidad de Quilmes, el 24 de diciembre
de 1956. Es de oficio ceramista; en sus obras recrea piezas de sus mayores los diaguitas,
con técnicas heredadas de sus padres y abuelos, como una manera de mantener viva su
cultura, su arte ancestral. Participó de muestras y exposiciones en distintos lugares tanto
dentro como fuera del país y desde muy temprana edad ejerció la defensa de los derechos
de los pueblos originarios, asumiendo responsabilidades dirigenciales con la Comunidad
Quilmes y, en el presente, en la Unión Diaguita. Tanto él cómo los habitantes de varias
comunidades de los Valles Calchaquíes forman parte de los descendientes de los Quilmes
que llegaron a nuestras tierras en 1666 y a quienes les debemos el origen de nuestra ciudad.
Es autor de varios libros entre los que se destacan “Los Quilmes contamos Nuestra
Historia”, “Versos y Relatos de mi Tierra” y “La Cayischa” a través de los cuales fortalece
la identidad de su pueblo dándole voz a los sin voz.

LA CAYISCHA. Rimas testimoniales, de Delfín Gerónimo, decidor de la cultura


de su pueblo (Comunidad India Quilmes- Tucumán).

Para comenzar con el análisis de los textos elegidos, debemos mencionar que
abordamos en este aspecto el libro de Delfín, titulado: "La Cayischa" con el propósito de
ahondar en los elementos, tópicos y relaciones testimoniales que realiza el autor en base a la
comunidad Diaguita. Decimos trabajar con los siguientes textos: "5 Siglos Resistiendo",
"Entregadores" y "Patrón".
Desde sus orígenes, el ser humano ha cuestionado su existencia y ha estado en
contacto con “otros”, “diferentes” a su propio grupo ¿Quiénes son aquellos que hablan
otras lenguas? ¿Por qué les rezan a otros dioses? ¿Qué alimentos comen? ¿Cómo enseñan
a sus hijos? Los “otros” se constituyeron como interrogantes, como “extraños”. tomando el
modelo de las ciencias naturales, disciplina dominante durante el siglo XIX. Desde esta
postura, todos los seres humanos tenemos el mismo origen animal, por tanto, nuestras
diferencias son de orden cultural. La historia de la humanidad se pensaba como una línea, a
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

lo largo de la cual los distintos pueblos van pasando irremediablemente por una serie de
estadios, como peldaños de una escalera. Los “inferiores” serían los pueblos “salvajes y
primitivos” de América y África, de tecnología rudimentaria y economía de caza y
recolección, relictos de aquellas primeras etapas por las que en algún momento pasó la
sociedad europea. Los “superiores” serían los europeos, quienes habían ascendido los
peldaños, hasta alcanzar la cima de la evolución, eran los pueblos “civilizados”. Los
mismos eran los únicos portadores de la “cultura”. Desde esta mirada etnocéntrica, la
“normalidad cultural” tomaba como parámetro a Europa. El evolucionismo tuvo una clara
dimensión política: justificar la dominación europea sobre el resto del mundo.
Como es de público conocimiento, las atrocidades que tuvieron que vivir los
pueblos primarios en nuestra región del noroeste es alarmante. Gerónimo fue un testigo más
que quedó en el seno de nuestro pueblo para hacernos saber cómo fue ese procedimiento de
injusticias, penurias, violaciones y robo por parte del hombre blanco cuando arribaron a
nuestro continente. Ya no nos menciona Walter Mignolo que ha sostenido que la idea
misma de América Latina es un producto colonial. La división actual de los continentes y
su denominación geográfica no son el reflejo de algo natural y preexistente; son un efecto
del dominio imperial, una construcción trabajada y aquilatada durante los últimos
quinientos años1. La historia es irreversible, lo ocurrido no tiene marcha atrás y, como dice
Borges: "Todo era fácil nos parece ahora, en el plástico ayer irrevocable.2
El poema 5 Siglos Resistiendo enmarca el sufrimiento contado en primera persona
por Gerónimo. Él le da voz a su pueblo.
"Hace 500 años
En qué vivo en resistencia
Resistí en las contiendas
Conocí con mis mayores
de las guerras los horrores
cuando invadieron mi tierra" (...)

En estos primeros versos el escritor ya nos coloca en el papel de interlocutores,


testigos del sufrimiento del pueblo Diaguita. Delfín menciona que él fue un sobreviviente

1
La Idea de América Latina. La Herida Colonial y la Opción Descolonial. Walter Mignolo.
2
“La utilización populista de los pueblos originarios” – diario La Nación
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

de las contiendas (lucha, enfrentamiento o discusión) que introdujo el hombre español en


sus tierras. Menciona, a su vez, a los mayores (abuelos, padres) que ya no están, pero
pudieron hacer llegar sus testimonios y que esta historia pueda conocerse en voz de sus
herederos, como lo es actualmente Delfín Gerónimo. Gracias a sus escritos, su pueblo
puede tener voz y nosotros, conocer nuestras raíces e injusticias que no son contadas de
manera eficaz.
"Resistí con los dos Juanes
Con Inquin cuando en el destierro
resistí volviendo a mi suelo
cuando escape del invasor
resistí luego al opresor
cuando se quedó con mis cerros (...)"

Una palabra que se repite continuamente a lo largo de los versos es resistí. El


sentimiento de lucha y superación que tienen estás civilizaciones es sinónimo de triunfo o
victoria para ellos. Luchar por sus tierras sagradas, mano a mano con sujetos desconocidos
para estos, utilizando armas más construidas en comparación a las flechas o lanzas
aborígenes. Claramente hay una relación desigual. Gerónimo menciona que la lucha y
resistencia no fue llevada a cabo de forma individual, sino colectiva. Habla de los Dos
Juanes e Iquin que podemos interpretar que son amigos muy allegados a él. El amor por el
suelo y sus tierras, por sus cosechas y gentes les dieron las fuerzas y tenacidad de quedarse
para, por último, presenciar cómo todo fue en vano y sus cerros fueron usurpados y
saqueados por el hombre blanco.

"Resistí en la memoria
y en el saber de mis abuelas
en su amor por esta tierra
en el canto del anciano
en el acento kakano
que solo se habla en mi tierra (...)"
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Los abuelos, un tema que se lo ve en casi la gran mayoría de rimas y relatos de


Gerónimo. Estos eran vistos como seres sabios y virtuosos dentro de las comunidades
aborígenes y, los Diaguitas no quedaron exentos de esto. Los jóvenes podían acceder al
legajo de sus tierras, la historia bien contada, únicamente por la voz de sus ancestros. Es por
este motivo que Delfín se nutre de los conocimientos de sus abuelos, aquellos ancianos que
fueron valientes y capaces de poner las malicias e impotencia en palabras para narrarlas a
sus familias. Gracias a estas personas, hoy en día el pueblo Diaguitas puede tener voz, al
igual que muchas otras civilizaciones. El dolor es uno de los motivos más importantes por
lo cual escritores como Delfín escriben. Justamente quieren hacer correr la voz, exponer
una denuncia para narrar las verdades que hoy no se cuentan, y si se lo hacen, se tergiversan
por la mirada europeizante.

"Resistí los empujones


de un estado con sus leyes
amparando al que más tiene.
resistí también el rigor
de un maestro negador
y escondidas con mis Kailles
en mis sagrados altares
Resistí su religión (...)"

El aborigen siempre fue visto inferior en todo aspecto social. La Historia de Europa
(escrita con hache mayúscula, claro, porque era ella la única historia verdadera) se trazaba
como una línea evolutiva y endógena que atravesaba (en un glorioso camino hacia la
culminación de sí misma) los siguientes puntos álgidos: Grecia-Roma-cristianismo-
Renacimiento-Reforma-Ilustración. Europa poseía características internas excepcionales
que le permitieron superar, a través de su racionalidad, a todas las demás culturas “Los
españoles tenían interiorizada la religión cristiana y en todo territorio que estos arribarán,
las personas debían reproducir sus culturas e instruirse en este estilo de vida. Los famosos
Jesuitas, aunque su objetivo oficialmente era convertir almas al catolicismo promoviendo la
obediencia al Papa, enfatizaron en todo momento el fomento de la educación, enseñando en
las misiones a los niños y niñas indígenas - de forma separada- cómo leer y escribir, así
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

como aritmética básica. Pero ¿qué sucede aquí? Los niños aborígenes debían dejar de lado
la lengua (kakano, lengua Diaguita) de su pueblo para aprender el castellano. Quien no
siguiera estos mandatos, eran asesinados o maltratados.
"Resistí en estos tiempos
mi palabra en las tribunas
soy resistencia que busca
la justicia como ayer
soy hermano de Javier
que levanta sus banderas
por el derecho a mi tierra
y la igualdad ante ley (...)"

En estos versos podemos ver la intención y objetivos de Delfín al momento de


sentarse a escribir para darnos a conocer su historia en Quilmes. Quiere exclamar un grito
pidieron justicia no simplemente por él, sino por todos sus hermanos (ciudadanos
Diaguitas) que perdieron sus tierras, bienes, cultura, religión y lengua por culpa del opresor.
Los aborígenes tienen un sentimiento de hermandad inigualable por las actuales
civilizaciones. La fuerza y amor por la naturaleza, cuidado de la tierra, animales y cosechas
los une en esta rebelión. Todos tienen el mismo reclamo, pedir igualdad de derechos y
leyes, que puedan acceder a sus tierras nuevamente y que todos los pueblos, sean anteriores
o actuales, se enteren lo que realmente sucedió en nuestros valles tucumanos.
"En este 12 de octubre
resisto de muchas maneras
dejando el sudor en mi tierra
con la arcilla entre mis manos
y mi silencio cuando callo
también es resistencia
pues detesto la violencia.
Pero no olvido lo pasado
ni las deudas que el estado
mantiene en permanencia (...)"
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

En la estrofa anteriormente citada, vemos cómo Gerónimo pide justicia, diciéndonos


que odia la violencia pero que su pueblo no olvida todas las negligencias que se produjeron
en la historia. Menciona el 12 de octubre (día de la diversidad cultural) como un día para
dejar por sentados y reafirmar su pedido de lucha. Es un día para realizar los pueblos,
nuestros pueblos aborígenes de donde nosotros también tenemos herencia y raíces.
En el poema “Entregadores”, aludiendo con esto al hombre español, nos relata la
historia y arribo de estos seres a nuestro continente. Los conquistadores que vinieron a
despojar toda herencia cultural, léxica e histórica de los pueblos aborígenes.
“Parece que no podremos
liberarnos del yugo
del capitalismo verdugo
y de los lacayos locales
que administra nuestros males
desde un sillón bien felpudo”
Este momento es considerado por Mignolo como un punto sin retorno, que tiene
significaciones diferentes y opuestas: para los pueblos indígenas es un desastre, una
violencia que reorganiza su vida y su tejido social; para los europeos el cumplimiento de su
destino histórico que abre una brecha entre la historia de Europa y sus colonias, las que
siempre estarán más atrás pues siguen una historia que no es la suya.
Como lo menciona el diario La Nación en su nota, los españoles eran visto como
sinónimo de progreso “Es perverso intentar una condena moral de quienes representaban
en aquel momento la modernidad y el progreso, cuestionando el desplazamiento de otros
pobladores, que tampoco estaban desde siempre. Y, mucho menos, para ocupar tierras,
ejercer la violencia y demandar indemnizaciones”. Apoyando sin tabúes ni prejuicios a ese
procedimiento devastador sufrido en nuestro territorio. Este diario tiene una idea de
progreso y apoya sus ideales en relación a esto, sin tener en cuenta los sucesos aberrantes
que tuvieron que suceder para que esa evolución europea pueda tocar tierras argentinas. El
cambio se da a través de la matanza, violación de derechos, físicas e identitarias. Aquí
también podemos hablar de colinealidad, según lo que nos dice Mignolo. “la colinealidad
consiste en develar la lógica encubierta que impone el control, la dominación y la
explotación, una lógica oculta tras el discurso de la salvación, el progreso, la
modernización y el bien común”. Nosotros somos producto de esos hechos totalmente
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

inmorales que, en pleno siglo XXI estos medios presentan como algo innovador y
provechoso para todos. El país se beneficiaba exterminando a todo aquel que se sublevaba
al orden general, culturas e idiomas europeos. La realidad es que somos también un
producto de nuestras raíces, de aquellos primeros pueblos y lenguas que ya no están en uso
por su declinación y reproches sociales. La denuncia por obtener lo propio, sus herencias
culturas como lo dice Delfín en los versos anteriores, sigue la lucha por recuperar objetos
valiosos que forman parte del capital cultural de los pueblos aborígenes, sin embargo, todo
esto está en manos de hombres con poder que únicamente quieren sacar un fin económico
con los diversos hurtos que realizaron a las primeras civilizaciones.
“Hoy estamos en la misma
aunque pasaron dos siglos
sigue la patria en peligro
por las traiciones cipayas
que hacen la entrega canalla
para llenarse los bolsillos (…)”
Desde un primer momento, el hombre español llegó para cambiar la cultura de las
civilizaciones aborígenes. Imponiendo el derecho a la propiedad privada, adoctrinando a
través de la evangelización y la lengua.

PATRÓN
Recuerdo cuando niño
al sombrerudo señor
que se las dio de patrón
y año año llegaba
a cobrar en la quebrada
el arriedo y yerbaje
cuando sea él le costase
lo que la pacha nos daba
y a los paisanos voraciaba
para lograr sus chantajes.
En este poema podemos darnos cuenta que Delfín nos relata la historia vivida a
consecuencia del atropello por parte de los "patrones”, o sea, los españoles. al sombrerudo
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

señor que se las dio de patrón y año año llegaba n a cobrar en la quebrada el arriedo y
yerbaje cuando sea él le costase lo que la pacha nos daba. Cuando llegó el conquistar a las
tierras aborígenes se adueñaron de todo, impusieron la privacidad de las tierras y
comenzaron a robarse los frutos y el trabajo de años de las primeras civilizaciones. Ahora
estos ya no cultivaban para alimentar a los suyos, sino lo hacían para darle al hombre
blanco y en el caso de sobrarles, los aborígenes podían alimentarse.
Cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo y comenzaron la colonización
europea de las Américas, trajeron con ellos la noción de la distinción entre culturas y clases
sociales a partir del tipo de alimentos que la gente consumía. Así, por ejemplo, tras su
llegada, los españoles decretaron que la carne de los conejillos de indias (Cui, cobayo) era
esencialmente un alimento de indios, por lo tanto, se consideraba a cualquiera que la
consumiera como un “indio”. Lo mismo se aplicaba a otros alimentos indígenas básicos,
como el maíz y los frijoles. Los españoles consideraban que tales alimentos indígenas eran
“comidas de hambruna” que solo debían consumirse cuando los “buenos alimentos” se
hubieran agotado totalmente.
“Muchas cosas he vivido
que han forjado mi rebeldía
virtual patrón se comía
lo que en la escasez de mi mesa
mis padres hacían proezas
esas para hacerlo alcanzar”.
Con estos versos entendemos el padecimiento del escritor y como de moldeó frente
a las atrocidades cometidas por el español. Su infancia fue marcada por los atropellos,
injusticias, hurtos, violaciones. Creció en un contexto de lucha y resistencia.
Este libro de rimas y testimonios Diaguita es una denuncia sobre lo vivido por los
pueblos aborígenes. Conocer este tipo de textos y llevarlos al aula es primordial para dar
lugar y voz a los pueblos rezagados hace tiempo.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Versos y relatos de mi tierra

Continuando con el análisis, analizaremos cuatro poemas del libro “Versos y relatos
de mi tierra”, los mismos serán: “Soy el indio”; “Mujer originaria”; “Nosotros los humanos”
y “Ciudad sagrada, ciudad waqueada”.

En el poema “Soy el indio” se observa una fuerte construcción de la identidad de los


pueblos originarios. Ya desde el título con la palabra “Soy” adquiere una fuerza perlocutiva
para declararse a sí mismo y a los que representa junto a la palabra “indio” cuestión curiosa
ya que tal categoría resulta de una creación europea, sin embargo, funciona en el sentido de
hablar en una crítica hacia lo poco que conocemos, justamente, nuestras raíces más antiguas.

En relación a esto, Josefina Racedo nos habla de tres tipos de identidad que se
mantienen en pugna con respecto a las comunidades originarias: una identidad dependiente,
conceptualizada como aquella en la que los elementos característicos vienen dados por una
hegemonía de las clases dominantes en la que ven lo externo y europeo como el progreso y la
modernidad; una identidad contradictoria referida a expresar orgullo de una diversidad
cultural, el conocido “crisol de razas” pero en la práctica y la sociedad en definitiva sigue
imperando una identidad dada desde los elementos hegemónicos, que a la vez, ponen en
conflicto a los habitantes del mismo suelo; y una identidad de resistencia y lucha, aquella que
se encuentra sumergida pero emerge con fuerza cuando las condiciones históricas y sociales
exaltan lo patriótico, lo nacional y la unidad, emergiendo elementos que se encuentran en
constante lucha con lo ya impuestos.

El poema comienza con un fuerte llamado al público externo:

“Para los que andan diciendo

Que yo no soy el que soy

Pal que dice que muerto estoy

Soy el indio de este suelo.

Vengo de antiguos pueblos

Soy el cobrizo Cacano


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Y tengo con mis hermanos

Siglos de andar los cerros.”

En los primeras dos versos se observa una alusión hacia aquellos que niegan la
existencia de los indios y los que se atreven a cuestionar la veracidad del propio sentir. Esto
no resulta extraño ya que aquí funciona una identidad dominante que fue impuesta por medio
del terror y la violencia de los grupos dominantes, que planteaban “lo argentino” volviendo
los ojos a Europa y tratando de unificar al Estado bajo unos valores, actitudes y prácticas que
en realidad son la reproducción de lo traído desde tierras extranjeras, y a la vez que se
decretaba que lo externo, lo blanco y moderno era la actualidad, lo poderoso y el progreso,
por contraposición se necesitaba definir lo que no iba a entrar dentro de esos parámetros y,
por ende, se debía buscar lo que se quería evitar, negar o destruir, tal responsabilidad recayó
en lo propio, en lo autóctono de argentina, y en el mestizaje ocurrido luego de la llegada de
los españoles.

Ante esta identidad dominante surge la identidad en resistencia y lucha, aquella que se
encuentra “guardada celosamente en la memoria social e histórica”. La identidad de los
pueblos originarios claramente no es una cuestión que surja recientemente, tienen una historia
milenaria de construcción que abarca toda una configuración de formas de vida, las cuales,
como bien conocemos la historia, fueron masacradas con la llegada de los barcos. Tal
historia, cultura y territorios fueron sistemáticamente cercados bajo el concepto de propiedad
privada, un término desconocido hasta ese momento en los pueblos originarios.

Esta identidad “sumergida” sale a la luz cuando las condiciones concretas lo permiten.
Así lo menciona Delfín Gerónimo en los consiguientes versos:

El que anduvo en tantas guerras

Primero con Chalimín

Después con san martin

En tucuman con Belgrano

Junto con mis hermanos


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

En defensa de mi tierra

Pelié con las montoneras

Con guemes en las higuerillas

Y cuando estuve en Malvinas

Chispió mi sangre con ella.

Aquí se hace referencia a fechas y luchas históricas donde “lo patriótico” se exalta en
las personas, volviéndose los ojos a lo “nuestro” como sentido de unidad. Estas son
oportunidades en las que resurge la lucha de las comunidades originarias para ser reconocidas
y respetadas. Sin embargo, en la historia difundida en libros o exposiciones no se nombra la
presencia de los aborígenes en tales luchas, se menciona “los argentinos” en lucha, argentinos
que no coinciden con lo que la identidad dominante comunica como carácter nacional y aun
mas importante, que los propios aborígenes no se ven representados por esta; bien lo expresa
Walter Mignolo “la colonización del ser consiste nada menos que en generar la idea de que
ciertos pueblos no formar parte de la historia, de que no son seres”. Se queda difundiendo
así, una imagen mítica de ellos, que solo existieron en los principios del continente y luego
todo lo demás fue la conquista y el surgimiento de la república argentina y los argentinos
como tales, cabe resaltar que dicho surgimiento también se conforma como una creación del
dominante.

Continuando con la construcción de esta identidad en lucha, se apelan a una serie de


elementos, paisajes, objetos y prácticas que hacen al “soy el indio” de este autor. Esto resulta
de suma importancia ya que, como afirma Josefina Racedo, a los argentinos se nos ha negado
una identidad propia, los rasgo que se mencionan como “identidad nacional” usualmente son
pocos, generalizadores y en realidad la gran mayoría centra a Buenos Aires, realizando una
mirada generalizadora de un amplio país en el que hasta las tonadas de voz nos diferencian.
Sin embargo, tales rasgos se conocen como posteriores a la conquista o a la declaración de la
independencia, olvidándose que antes de eso hechos existían y existen grupos con sus
prácticas identitarias y valores propios de este territorio, autóctonos y originales. Actualmente
el debate no se encuentra tan enfocado en decir “esto es originalmente argentino” pero sí
conocer, validar y respetar tales creencias y culturas.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Aquí un fragmento de estos versos:

Soy el olor a cimiente,

Regada por mi sudor

Soy el chuta tranqueador

(…)

Soy el maíz milenario

Soy el cobre de los cerros

Soy añapa en el mortero

(…)

Soy el abuelo que ha vivido

Soy la copla que nunca olvido

Soy canto a la tierra madre

Soy la tierra que camina.

A lo largo de todos estos siglos, las comunidades originarias han vivido numerosos y
diversos hechos de injusticia. Luego de la conquista en 1492 se han sucedido guerras,
imposiciones, genocidio, maltrato y exclusión que han llevado a la disminución e
invisivilisación de estos grupos, con ellos también su identidad; “todo aquello que confería
identidad ajena al conquistador fue destruido o prohibido”. Desde “empeñarse en negar mi
derecho en esta tierra” hasta la usurpación de sus antepasados en el Wackeo y formas más
“sutiles” de despojar cada vez más a estas poblaciones, uno de los casos que menciona Lucia
Golluscio es el despojo de la lengua, en la conquista esto era peligroso porque se corría un
peligro de muerte al tratar de preservar la lengua, pero hoy en día se corre el peligro de no
hacerse entender, de no poder comunicarse y por ende, no poder integrarse a la comunidad y
recibir el mismo trato que todos, ya sea en educación, relacional, en salud o política. La
lengua es lo que nos permite la comunicación, la que nos hace construirnos y construir al
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

otro, pero si no pueden entenderlos y solo ignoran el hecho de aprender o incluir políticas
lingüísticas que reconozcan estas lenguas, los pueblos quedan a su suerte en la espera de
alguien que pueda comunicarse con ellos. No es el tipo de violencia de hace siglos atrás, pero
sin duda tampoco es el reconocimiento e inclusión que se espera luego de tanto tiempo. Al fin
y al cabo, son otras formas de olvido, abandono e ignorancia hacia las personas originarias.

Delfín da cuenta de esto en su última estrofa cuando dice:

Y asi tenga que lidiar

con funcionarios y doctores

con poderosos inversores

con la injusticia de hoy en día

con el juez y la policía

y aunque proclamen mi muerte

no sueño con otra suerte

que vivir en la tierra mía

En otra composición que se observa esta configuración es en “Mujer originaria”, en la


que se lee la misma fuerza identitaria de “soy el indio”. En este escrito precisamente se
observa el relato de los malos tratos del “patrón”, es decir que luego de haber soportado el
exterminio de su población, luego tenían que pasar por el trato inhumano de la oligarquía
terrateniente que funcionaba como instrumento de dominio y hegemonía por sobre todas las
demás clases. Ya lo explicaba Jorge H. Carrizo:

“Lo que experimentan los sujetos de carne y hueso de los sectores oprimidos en los
países dependientes son realidades concretas como el desempleo, el despojo de tierras, el
endeudamiento rural, la “flexibilización” laboral en aras del incremento de la productividad
y múltiples formas concretas de discriminación y violencia hacia su ser colectivo y de
distorsión; despojo o negación de sus códigos culturales y de su historia.”
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Actualmente, se pensaría que dichas cuestiones fueron dejadas atrás, que el trato
avanzó y los conflictos tomaron la forma de soluciones. Ya pasaron cinco siglos y aun hoy en
día autores indígenas que alzan su voz y traducen sus escrituras a la lengua del colonizador,
porque básicamente no existe otra opción si lo que se quiere es preservar la historia de estos
pueblos, ya que como bien lo afirma Walter Mignolo, el europeo nunca tuvo la necesidad de
asimilar estas lenguas y ese marco de conocimiento, situación distinta de los pueblos
indígenas y los africanos. Aun hoy podemos leer que ellos siguen exponiendo este sentir
excluido, desterrado, del territorio, la tierra en sí, que tienen como hogar, porque no se trata
solo de un terreno donde vivir, sino también de factores culturales, educacionales, políticos y
sociales en sí que se niegan o no se respetan.

Tal sentimiento se hace presente en el siguiente fragmento:

“Nacionalidad argentina

Dice mi documento

Pero a menudo me siento

Tratada como extranjera

Por aquellos que en mi tierra

Hacen fortunas sin cuento”

(…)

Soy quien tiene que emigrar

para poder progresar

conozco de sacrificios

a hasta limpio de otros los pisos

cuando voy a la ciudad.”

Por otro lado, resulta interesante leer la posición de lucha que mantienen los pueblos
originarios ya que no se mantiene un odio hacia los colonizadores, sino mas bien una actitud
de reclamo y justicia frente a los acontecimientos pasados y presentes, sumando que ya no se
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

trata solo del despojo de tierras hace 500 años, sino la idea que se ha preservado aún hoy de
la modernidad y el progreso que termina perpetuando la herida colonial de los “condenados
de la tierra” que menciona Walter Mignolo desde distintos ámbitos como lo político,
educacional, lingüístico y social en sí:

“pero no hallaran en mi corazón

Ni odio, ni resentimiento

solo hago este recuento

de mi vida y mi historia

soy la diaguita de ahora

que sueña con un mañana

porque guardo la esperanza

de un mundo mejor que ahora”

Pasando a otro poema que se titula “Nosotros los humanos” que funciona como una
fuerte crítica a la humanidad y su actuar. Tenemos presente el rechazo ante el pachakuti
sufrido en América, principalmente, tener en cuenta que la lógica de la colonización se vale
de un control total tanto en lo que respecta al territorio, la organización y la propia
construcción de la identidad y lo personal. Para los europeos, desde un principio America fue
observada como una “gran extencion de tierra de la que había que apropiarse y un pueblo que
había que evangelizar y explotar” de esta forma, lo que se buscó fue ejercer un completo
contro de ella para que se transformara en una extensión e invención de Europa en tanto el
“nuevo mundo” significaba mayores recursos y una mano de obra barata, desconociendo e
ignorando completamente la lógica y cultura de los pueblos originarios. Así comienza con su
poema Delfín Gerónimo:

Desde que vino a este mundo

el hombre con su soberbia

en sus sueños de grandeza

todo destruye o transforma


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

desconociendo las normas

de la Madre Naturaleza.

(…)

Todo lo quiere tener.

Cree que todo lo puede.

Hace lo que no debe.

Se siente dueño del mundo

pero sabe en lo más profundo

que hay cosas que lo exceden”

El control ejercido por el colonialismo y el discurso de la modernidad presentados


como la salvación, el progreso y el bien común a costa de muchos factores como la vida de
las personas, sus lenguas, conocimientos, cultura, su historia propia y humanidad queda
expresada en las palabras del autor pero a la vez, en los siguientes versos, se muestra cómo a
pesar de tanto poderío que pudiera contener el hombre, aun hay cosas que escapan de su
mano y su conocimiento como la furia del viento, los frios que causan tormento, el hambre,
la sed, el tiempo.

Delfín es contundente sin duda cuando califica a los humanos como un “Error de la
creación” frente a todo el daño que han ocasionado en la naturaleza, recordando que
anteriormente la misma era objeto de admiración (josé de acosta) y luego se cambio a un
mirada moderna que Francis Bacon expreso como “la naturaleza, una fuerza que los hombres
debían de conquistar y dominar”.

Uno de los principales daños que se da en el suelo de los pueblos originarios surge del
Waqueo, la excavación clandestina que se produce en cementerios antiguos y sitios
arqueológico, esta es otra de las situaciones que el autor denuncia en su poema “ciudad
sagrada, ciudad wakeada”:

“Hace 40 años
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Profané mi pasado

por intereses ajenos

como peón del saqueo

que ha cometido el estado

(…)

Aparecieron señores

diciendo que el gobierno

de mi pasado era el dueño

“es patrimonio” explicaron

(…)

de todo lo que sacaron

que “era para un museo”

en el lugar no lo veo.

Ese doctor con su ciencia

se lo acarreo con paciencia

lo hizo desaparecer

y no lo volvimos a ver

porque se fue a otras tierras”

Aquí es posible observar la cruda mirada desvalorizadora que tenían los europeos con
las poblaciones fuera del país y modelo que ellos promulgaban como el civilizado. Los veían
completamente como objetos, no como sujetos, incluso sin importar que fuera un hecho tan
doloroso para ellos el dañar su tierra y sus antepasados, de igual forma decidieron llevar esto
a cabo.

Delfin Gerónimo sin duda es uno de los escritores que va a la vanguardia por la
defensa y la denuncia de su tierra, su gente, lengua y cultura en general, tratando de saldar
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

esta herida colonial que ha sido creada desde el momento en que el nombre de America fue
impuesto y se borraron Tawantinsuyu, Anáhuac y Abya-Yala junto a las historias y vidas que
no encajaban dentro del modelo colonial.

Para concluir con este trabajo, debemos exponer que nuestro principal propósito fue
tomar conciencia y visibilizar a los que están aún en las sombras. Queremos promover como
futuras docentes trabajar con este tipo de libros para dar a conocer la verdad de nuestras
raíces. Reclamar una denuncia necesaria, tal como lo hace Delfín en sus poemas para
hacernos saber que su pueblo ni ninguno otro olvida y que seguirán reclamando por sus
derechos humanos. Al fin y al cabo, a todos nos une el sentimiento de hermandad y justicia.
El hombre blanco realizó múltiples delitos en nuestra tierra, y eso no debe ser olvidado.
Derrocar el discurso europeizante idealista es nuestro objetivo primordial para también hacer
justicia por nuestros pueblos que fueron saqueados, despojados de su cultura, lengua y
religión para adecuarse a la cultura social de un otro que no acepta lo diferente.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Bibliografía
- WALTER. D. M. La idea de América Latina. La Herida Colonial y la Opción
Decolonial.
- DELFÍN. G (2021). La Cayischa. Rimas Testimoniales. San Miguel de
Tucumán, Argentina.
- DELFÍN. G. (2017). Versos y relatos de mi tierra. San Miguel de Tucumán,
Argentina.
- PROGRAMA CERO. Los Pueblos Originarios. Extraído el 11 de noviembre del
año 2022 de: https://www.youtube.com/watch?v=s5cKScwCvzs
- LA NACION (2016). La utilización populista de los pueblos originarios. Buenos
Aires, Argentina.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

ANEXO
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

5 SIGLOS RESISTIENDO
Hace 500 años
En qué vivo en resistencia
Resistí en las contiendas
Conocí con mis mayores
de las guerras los horrores
cuando invadieron mi tierra.

Resistí con los dos Juanes


Con Inquin cuando en el destierro
resistí volviendo a mi suelo
cuando escape del invasor
resistí luego al opresor
cuando se quedó con mis cerros.

Resistí en la memoria
y en el saber de mis abuelas
en su amor por esta tierra
en el canto del anciano
en el acento kakano
que solo se habla en mi tierra

Resistí los empujones


de un estado con sus leyes
amparando al que más tiene.
resistí también el rigor
de un maestro negador
y escondidas con mis Kailles
en mi sagrados altares
Resistí su religión
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Resistí cuando mi padre


junto a runas de su tiempo
mostraron su descontento
en contra de la opresión
de quién se daba de patrón
en histórico Parlamento.

Resistí en estos tiempos


mi palabra en las tribunas
soy resistencia que busca
la justicia como ayer
soy hermano de Javier
que levanta sus banderas
por el derecho a mi tierra
y la igualdad ante ley

En este 12 de octubre
resisto de muchas maneras
dejando el sudor en mi tierra
con la arcilla entre mis manos
y mi silencio cuando callo
también es resistencia
pues detesto la violencia.
Pero no olvido lo pasado
ni las deudas que el estado
mantiene en permanencia.
…………..…………………………………………

ENTREGADORES

Parece que no podremos


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

liberarnos del yugo


del capitalismo verdugo
y de los lacayos locales
que administra nuestros males
desde un sillón bien felpudo

Ayer era la mita


el diezmo, la obligación
los sistemas de opresión
contra el pueblo que ejercía
contra eso se oponían
a nuestros héroes desde antaño
han pasado 500 años
y están vigentes todavía.

Desde Amaru en rebeldía


desde Juan el Calchaquí
después fue Chalimín
mucho antes que en esta tierra
cortar cadenas decidiera
Moreno belgrano y San Martín.

Hoy estamos en la misma


aunque pasaron dos siglos
sigue la patria en peligro
por las traiciones cipayas
que hacen la entrega canalla
para llenarse los bolsillos.

Entregan sin preguntar


todo en manos extranjeras
pero si un indio quisiera
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

su derecho de reclamar
la justicia la era lugar
aquí en nuestros bienes depredan.

Hace mucho que esto pasa


pero a ellos no les importa
mientras corten la torta
siempre han de estar primero
y en los palos del gallinero
siempre lo van a ensuciar
al que más abajo está
si sigue mirando al suelo.

…………………………………………………………

PATRÓN
Recuerdo cuando niño
al sombrerudos señor
que se las dio de patrón
y año año llegaba
a cobrar en la quebrada
el arriedo y yerbaje
cuando sea él le costase
lo que la pacha nos daba
y a los paisanos voraciaba
para lograr sus chantajes.

Llegaban a caballo
porque solo nunca venía
en sus aperos traían
lazos y armas variadas
esas qué miedo nos daban
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

carabina en la montura
una pistola en la cintura
más un hermoso puñal
si parecía que a pelear
se venían a las alturas.

Era un acontecimiento
había que preparar todo
mis padres veían modos
de atender loco lo mejor
se sentaba en un sillón
ese que nunca se asustaba
sus cigarros se fumaban
una pierna sobre la otra
haciendo brillar sus botas
como pa decir quién mandaba.

A nosotros en sus alforjas


para dárselas de bueno
no llevaba caramelos
quiere celando recibíamos
pues quién eras ya sabíamos
porque detrás de la pirca
escuchábamos a escondidas
los reproches y sermones
que les daba en las reuniones
a los paisanos que venían.

Muchas cosas he vivido


que han forjado mi rebeldía
virtual patrón se comía
lo que en la escasez de mi mesa
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

mis padres hacían proezas


esas para hacerlo alcanzar.

VERSOS Y RELATOS DE MI TIERRA

SOY EL INDIO
Para los que andan diciendo
que yo no soy el soy
pal que dice que muerto estoy
soy el indio de este suelo.
Vengo de antiguos pueblos
soy el cobrizo Cacano
y tengo con mis hermanos
siglos de andar los cerros.

El que anduvo en tantas guerras

primero con Chalimín

después con San Martín

en Tucumán con Belgrano

junto con mis hermanos

en defensa de mi tierra

pelié con las montoneras

con Güemes en las Higuerillas

y cuando estuve en Malvinas

chispió mi sangre por ella.

Soy quien hoy la trabaja

bajo los soles ardientes


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

soy el olor a cimiente

regada por mi sudor.

Soy el chuta tranqueador

que entre los cerros camina

y hace su ofrenda en las cimas

por ser un hijo del sol

Soy el maíz milenario

soy el cobre de los cerros

soy añapa en el mortero

soy la sal de los jumiales

soy jarilla en los pedregales

soy agüita en las quebradas

soy la piedra trabajada

por el formón de los vientos

desde el fondo de los tiempos

soy mineral y soy agua

Soy el panta que orgulloso

se alza en los medanales

en los viejos antigales

soy el abuelo que ha vivido

soy la copla que nunca olvido

soy canto a la tierra madre

soy fruto de los telares


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

soy el puma con su bramido

soy apacheta en el camino.

Allá en las cumbres heladas

soy “relincho” en la manada

soy la tierra que camina.

Hace siglos que me han visto

en mi eterno andar y andar

pero se empeñan en negar

mi derecho en esta tierra

y aunque parezca una piedra

soy chispa adormecida

no remuevan mis heridas

que apenas se van cerrando

porque si sigue soplando

el viento de la injusticia

se hay volver fuego mi chispa

y nadie podrá apagarlo.

Y así tenga que lidiar

con funcionarios y doctores

con poderosos inversores

con la injusticia de hoy en día

con el juez y la policía

y aunque proclamen mi muerte


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

no sueño con otra suerte

que vivir en la tierra mía

MUJER ORIGINARIA

Soy la misma que hace siglos

dejó su marca indeleble

del saber soy la fuente

donde abreva mi pueblo

del hombre soy complemento

soy la vida por ser hembra

soy madre como la tierra

desde el fondo de los tiempos.

Anduve antaño en las guerras

codo a codo con mi runa

en los valles y en la puna

fui Micaela Bastidas

fui Bartolina en Bolivia

fui Pallamay en destierro

obra del odio extranjero

pero estoy viva todavía.

Después tuve que aguantar

en tiempos de la obligación

los abusos del “patrón”

cosas de todos los días


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

no puedo olvidar todavía

las vejaciones pasadas

también “lomié” en las peladas

bajo el sol que calcina.

Soy la esposa de Javier

que hoy camina por justicia

“nacionalidad argentina”

dice mi documento

pero a menudo me siento

tratada como extranjera

por aquellos que en mi tierra

hacen fortunas sin cuento.

Soy la de manos callosas

las de los ojos rasgados

soy en los cerros helados

la que pasta la majada

soy la que siembra las habas

el zapallo y el maíz

soy la esencia, soy raíz

de estos pueblos seculares

soy la madre de los telares

y con muy poco soy feliz.

Soy estudiante que sueña


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

soy docente en las escuelas

en el hospital enfermera

Soy quien tiene que emigrar

para poder progresar

conozco de sacrificios

a hasta limpio de otros los pisos

cuando voy a la ciudad.

Pero no hallaran en mi corazón

ni odio ni resentimiento

solo hago este recuento

de mi vida y de mi historia

soy la diaguita de ahora

que sueña con un mañana

porque guardo la esperanza

de un mundo mejor que ahora.

NOSOTROS LOS HUMANOS

Desde que vino al mundo

el hombre con su soberbia

en sus sueños de grandeza

todo destruye o transforma

desconociendo las normas

de la Madre Naturaleza.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Cree que fue el elegido

por su supremo creador

por haberle dado razón

y el don de la inteligencia

pero también le dio la conciencia

la que el humano perdió.

Todo lo quiere tener.

Cree que todo lo puede.

Hace lo que no debe.

Se siente dueño del mundo

pero sabe en lo más profundo

que hay cosas que lo exceden.

Porque nunca ha podido

controlar en su furia al viento.

Los frios que causan tormento.

Los terremotos y las heladas,

ni las inclementes nevadas

que causan su sufrimiento.

No pudo con su saber

cambiar la noche y el día.

Su necesidad de comida

no ha logrado reemplazar.

Tampoco sabe aguantar


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

cuando la sed lo domina.

Pero lo que más le desvela

en su pobre vanidad

es no poder controlar

el paso incesante del tiempo

que le deja sin sustento

sus sueños de eternidad.

Eso somos los humanos.

Error de la creación.

Acumulamos sin razón

y para nuestras miserias.

Cuando nos llama la tierra

es suficiente un cajón.

CIUDAD SAGRADA, CIUDAD WAQUEADA.

Contare con mis dichos

un momento de mi historia

soy el Quilmes de ahora

que hace 40 años

profané mi pasado

por intereses ajenos

como peón del saqueo

que ha cometido el estado.


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Yo fui quien escarbó

a pesar de mis temores

las tumbas de mis mayores

por unos miserables pesos

en épocas del proceso

donde opciones no tenia

con el dolor que sentía

cuando desparramaba sus huesos.

Aparecieron señores

diciendo que el gobierno

de mi pasado era el dueño

“Es Patrimonio” explicaron.

Al usurpador expropiaron.

Mientras un doctor de la ciencia

no hacia sacar con paciencia

los bienes que se llevaron.

De todo lo que sacaron

que “era para un museo”

en el lugar no lo veo.

Ese doctor con su ciencia

se lo acarreo con paciencia.

Lo hizo desaparecer

y no lo volvimos a ver
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

porque se fue a otras tierras.

Pasaron algunos años

y el estado en su ineficacia

ya en tiempos de democracia

esta vez permitió

a otros que en su ambición

hiciera sobre mis huellas

un hotel de 4 estrellas

completando el papelón.

Y asi sigue la cadena.

Esto es solo un eslabón.

Tengo historias a montón

del oprobio que he vivido.

Esta verdad que les digo

ya no me pienso callar

porque les quiero aclarar

la deuda que tienen conmigo.

Después de tantos oprobios

Antigua Ciudad Waqueada

te declaro Ciudad Sagrada

por la sangre que en el pasado

mis abuelos han derramado

sobre este mismo suelo.


Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina

Porque sos para mi pueblo

su presente y su pasado.

También podría gustarte