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GERÓ NIMO
Fundamentación
Con esto pretendemos tratar de entender y explicar la mirada y los sentires que se
expresan mediante un lenguaje poético en las consiguientes páginas, además, tratar de
deconstruir los pensamientos coloniales que aún persisten de manera tan naturalizada en
ámbitos como la educación, el lenguaje, lo social, territorial, político, entre otros.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
Gerónimo Delfín
Nació en la Quebrada de los Chañares, Comunidad de Quilmes, el 24 de diciembre
de 1956. Es de oficio ceramista; en sus obras recrea piezas de sus mayores los diaguitas,
con técnicas heredadas de sus padres y abuelos, como una manera de mantener viva su
cultura, su arte ancestral. Participó de muestras y exposiciones en distintos lugares tanto
dentro como fuera del país y desde muy temprana edad ejerció la defensa de los derechos
de los pueblos originarios, asumiendo responsabilidades dirigenciales con la Comunidad
Quilmes y, en el presente, en la Unión Diaguita. Tanto él cómo los habitantes de varias
comunidades de los Valles Calchaquíes forman parte de los descendientes de los Quilmes
que llegaron a nuestras tierras en 1666 y a quienes les debemos el origen de nuestra ciudad.
Es autor de varios libros entre los que se destacan “Los Quilmes contamos Nuestra
Historia”, “Versos y Relatos de mi Tierra” y “La Cayischa” a través de los cuales fortalece
la identidad de su pueblo dándole voz a los sin voz.
Para comenzar con el análisis de los textos elegidos, debemos mencionar que
abordamos en este aspecto el libro de Delfín, titulado: "La Cayischa" con el propósito de
ahondar en los elementos, tópicos y relaciones testimoniales que realiza el autor en base a la
comunidad Diaguita. Decimos trabajar con los siguientes textos: "5 Siglos Resistiendo",
"Entregadores" y "Patrón".
Desde sus orígenes, el ser humano ha cuestionado su existencia y ha estado en
contacto con “otros”, “diferentes” a su propio grupo ¿Quiénes son aquellos que hablan
otras lenguas? ¿Por qué les rezan a otros dioses? ¿Qué alimentos comen? ¿Cómo enseñan
a sus hijos? Los “otros” se constituyeron como interrogantes, como “extraños”. tomando el
modelo de las ciencias naturales, disciplina dominante durante el siglo XIX. Desde esta
postura, todos los seres humanos tenemos el mismo origen animal, por tanto, nuestras
diferencias son de orden cultural. La historia de la humanidad se pensaba como una línea, a
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
lo largo de la cual los distintos pueblos van pasando irremediablemente por una serie de
estadios, como peldaños de una escalera. Los “inferiores” serían los pueblos “salvajes y
primitivos” de América y África, de tecnología rudimentaria y economía de caza y
recolección, relictos de aquellas primeras etapas por las que en algún momento pasó la
sociedad europea. Los “superiores” serían los europeos, quienes habían ascendido los
peldaños, hasta alcanzar la cima de la evolución, eran los pueblos “civilizados”. Los
mismos eran los únicos portadores de la “cultura”. Desde esta mirada etnocéntrica, la
“normalidad cultural” tomaba como parámetro a Europa. El evolucionismo tuvo una clara
dimensión política: justificar la dominación europea sobre el resto del mundo.
Como es de público conocimiento, las atrocidades que tuvieron que vivir los
pueblos primarios en nuestra región del noroeste es alarmante. Gerónimo fue un testigo más
que quedó en el seno de nuestro pueblo para hacernos saber cómo fue ese procedimiento de
injusticias, penurias, violaciones y robo por parte del hombre blanco cuando arribaron a
nuestro continente. Ya no nos menciona Walter Mignolo que ha sostenido que la idea
misma de América Latina es un producto colonial. La división actual de los continentes y
su denominación geográfica no son el reflejo de algo natural y preexistente; son un efecto
del dominio imperial, una construcción trabajada y aquilatada durante los últimos
quinientos años1. La historia es irreversible, lo ocurrido no tiene marcha atrás y, como dice
Borges: "Todo era fácil nos parece ahora, en el plástico ayer irrevocable.2
El poema 5 Siglos Resistiendo enmarca el sufrimiento contado en primera persona
por Gerónimo. Él le da voz a su pueblo.
"Hace 500 años
En qué vivo en resistencia
Resistí en las contiendas
Conocí con mis mayores
de las guerras los horrores
cuando invadieron mi tierra" (...)
1
La Idea de América Latina. La Herida Colonial y la Opción Descolonial. Walter Mignolo.
2
“La utilización populista de los pueblos originarios” – diario La Nación
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
"Resistí en la memoria
y en el saber de mis abuelas
en su amor por esta tierra
en el canto del anciano
en el acento kakano
que solo se habla en mi tierra (...)"
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
El aborigen siempre fue visto inferior en todo aspecto social. La Historia de Europa
(escrita con hache mayúscula, claro, porque era ella la única historia verdadera) se trazaba
como una línea evolutiva y endógena que atravesaba (en un glorioso camino hacia la
culminación de sí misma) los siguientes puntos álgidos: Grecia-Roma-cristianismo-
Renacimiento-Reforma-Ilustración. Europa poseía características internas excepcionales
que le permitieron superar, a través de su racionalidad, a todas las demás culturas “Los
españoles tenían interiorizada la religión cristiana y en todo territorio que estos arribarán,
las personas debían reproducir sus culturas e instruirse en este estilo de vida. Los famosos
Jesuitas, aunque su objetivo oficialmente era convertir almas al catolicismo promoviendo la
obediencia al Papa, enfatizaron en todo momento el fomento de la educación, enseñando en
las misiones a los niños y niñas indígenas - de forma separada- cómo leer y escribir, así
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
como aritmética básica. Pero ¿qué sucede aquí? Los niños aborígenes debían dejar de lado
la lengua (kakano, lengua Diaguita) de su pueblo para aprender el castellano. Quien no
siguiera estos mandatos, eran asesinados o maltratados.
"Resistí en estos tiempos
mi palabra en las tribunas
soy resistencia que busca
la justicia como ayer
soy hermano de Javier
que levanta sus banderas
por el derecho a mi tierra
y la igualdad ante ley (...)"
inmorales que, en pleno siglo XXI estos medios presentan como algo innovador y
provechoso para todos. El país se beneficiaba exterminando a todo aquel que se sublevaba
al orden general, culturas e idiomas europeos. La realidad es que somos también un
producto de nuestras raíces, de aquellos primeros pueblos y lenguas que ya no están en uso
por su declinación y reproches sociales. La denuncia por obtener lo propio, sus herencias
culturas como lo dice Delfín en los versos anteriores, sigue la lucha por recuperar objetos
valiosos que forman parte del capital cultural de los pueblos aborígenes, sin embargo, todo
esto está en manos de hombres con poder que únicamente quieren sacar un fin económico
con los diversos hurtos que realizaron a las primeras civilizaciones.
“Hoy estamos en la misma
aunque pasaron dos siglos
sigue la patria en peligro
por las traiciones cipayas
que hacen la entrega canalla
para llenarse los bolsillos (…)”
Desde un primer momento, el hombre español llegó para cambiar la cultura de las
civilizaciones aborígenes. Imponiendo el derecho a la propiedad privada, adoctrinando a
través de la evangelización y la lengua.
PATRÓN
Recuerdo cuando niño
al sombrerudo señor
que se las dio de patrón
y año año llegaba
a cobrar en la quebrada
el arriedo y yerbaje
cuando sea él le costase
lo que la pacha nos daba
y a los paisanos voraciaba
para lograr sus chantajes.
En este poema podemos darnos cuenta que Delfín nos relata la historia vivida a
consecuencia del atropello por parte de los "patrones”, o sea, los españoles. al sombrerudo
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
señor que se las dio de patrón y año año llegaba n a cobrar en la quebrada el arriedo y
yerbaje cuando sea él le costase lo que la pacha nos daba. Cuando llegó el conquistar a las
tierras aborígenes se adueñaron de todo, impusieron la privacidad de las tierras y
comenzaron a robarse los frutos y el trabajo de años de las primeras civilizaciones. Ahora
estos ya no cultivaban para alimentar a los suyos, sino lo hacían para darle al hombre
blanco y en el caso de sobrarles, los aborígenes podían alimentarse.
Cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo y comenzaron la colonización
europea de las Américas, trajeron con ellos la noción de la distinción entre culturas y clases
sociales a partir del tipo de alimentos que la gente consumía. Así, por ejemplo, tras su
llegada, los españoles decretaron que la carne de los conejillos de indias (Cui, cobayo) era
esencialmente un alimento de indios, por lo tanto, se consideraba a cualquiera que la
consumiera como un “indio”. Lo mismo se aplicaba a otros alimentos indígenas básicos,
como el maíz y los frijoles. Los españoles consideraban que tales alimentos indígenas eran
“comidas de hambruna” que solo debían consumirse cuando los “buenos alimentos” se
hubieran agotado totalmente.
“Muchas cosas he vivido
que han forjado mi rebeldía
virtual patrón se comía
lo que en la escasez de mi mesa
mis padres hacían proezas
esas para hacerlo alcanzar”.
Con estos versos entendemos el padecimiento del escritor y como de moldeó frente
a las atrocidades cometidas por el español. Su infancia fue marcada por los atropellos,
injusticias, hurtos, violaciones. Creció en un contexto de lucha y resistencia.
Este libro de rimas y testimonios Diaguita es una denuncia sobre lo vivido por los
pueblos aborígenes. Conocer este tipo de textos y llevarlos al aula es primordial para dar
lugar y voz a los pueblos rezagados hace tiempo.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
Continuando con el análisis, analizaremos cuatro poemas del libro “Versos y relatos
de mi tierra”, los mismos serán: “Soy el indio”; “Mujer originaria”; “Nosotros los humanos”
y “Ciudad sagrada, ciudad waqueada”.
En relación a esto, Josefina Racedo nos habla de tres tipos de identidad que se
mantienen en pugna con respecto a las comunidades originarias: una identidad dependiente,
conceptualizada como aquella en la que los elementos característicos vienen dados por una
hegemonía de las clases dominantes en la que ven lo externo y europeo como el progreso y la
modernidad; una identidad contradictoria referida a expresar orgullo de una diversidad
cultural, el conocido “crisol de razas” pero en la práctica y la sociedad en definitiva sigue
imperando una identidad dada desde los elementos hegemónicos, que a la vez, ponen en
conflicto a los habitantes del mismo suelo; y una identidad de resistencia y lucha, aquella que
se encuentra sumergida pero emerge con fuerza cuando las condiciones históricas y sociales
exaltan lo patriótico, lo nacional y la unidad, emergiendo elementos que se encuentran en
constante lucha con lo ya impuestos.
En los primeras dos versos se observa una alusión hacia aquellos que niegan la
existencia de los indios y los que se atreven a cuestionar la veracidad del propio sentir. Esto
no resulta extraño ya que aquí funciona una identidad dominante que fue impuesta por medio
del terror y la violencia de los grupos dominantes, que planteaban “lo argentino” volviendo
los ojos a Europa y tratando de unificar al Estado bajo unos valores, actitudes y prácticas que
en realidad son la reproducción de lo traído desde tierras extranjeras, y a la vez que se
decretaba que lo externo, lo blanco y moderno era la actualidad, lo poderoso y el progreso,
por contraposición se necesitaba definir lo que no iba a entrar dentro de esos parámetros y,
por ende, se debía buscar lo que se quería evitar, negar o destruir, tal responsabilidad recayó
en lo propio, en lo autóctono de argentina, y en el mestizaje ocurrido luego de la llegada de
los españoles.
Ante esta identidad dominante surge la identidad en resistencia y lucha, aquella que se
encuentra “guardada celosamente en la memoria social e histórica”. La identidad de los
pueblos originarios claramente no es una cuestión que surja recientemente, tienen una historia
milenaria de construcción que abarca toda una configuración de formas de vida, las cuales,
como bien conocemos la historia, fueron masacradas con la llegada de los barcos. Tal
historia, cultura y territorios fueron sistemáticamente cercados bajo el concepto de propiedad
privada, un término desconocido hasta ese momento en los pueblos originarios.
Esta identidad “sumergida” sale a la luz cuando las condiciones concretas lo permiten.
Así lo menciona Delfín Gerónimo en los consiguientes versos:
En defensa de mi tierra
Aquí se hace referencia a fechas y luchas históricas donde “lo patriótico” se exalta en
las personas, volviéndose los ojos a lo “nuestro” como sentido de unidad. Estas son
oportunidades en las que resurge la lucha de las comunidades originarias para ser reconocidas
y respetadas. Sin embargo, en la historia difundida en libros o exposiciones no se nombra la
presencia de los aborígenes en tales luchas, se menciona “los argentinos” en lucha, argentinos
que no coinciden con lo que la identidad dominante comunica como carácter nacional y aun
mas importante, que los propios aborígenes no se ven representados por esta; bien lo expresa
Walter Mignolo “la colonización del ser consiste nada menos que en generar la idea de que
ciertos pueblos no formar parte de la historia, de que no son seres”. Se queda difundiendo
así, una imagen mítica de ellos, que solo existieron en los principios del continente y luego
todo lo demás fue la conquista y el surgimiento de la república argentina y los argentinos
como tales, cabe resaltar que dicho surgimiento también se conforma como una creación del
dominante.
(…)
(…)
A lo largo de todos estos siglos, las comunidades originarias han vivido numerosos y
diversos hechos de injusticia. Luego de la conquista en 1492 se han sucedido guerras,
imposiciones, genocidio, maltrato y exclusión que han llevado a la disminución e
invisivilisación de estos grupos, con ellos también su identidad; “todo aquello que confería
identidad ajena al conquistador fue destruido o prohibido”. Desde “empeñarse en negar mi
derecho en esta tierra” hasta la usurpación de sus antepasados en el Wackeo y formas más
“sutiles” de despojar cada vez más a estas poblaciones, uno de los casos que menciona Lucia
Golluscio es el despojo de la lengua, en la conquista esto era peligroso porque se corría un
peligro de muerte al tratar de preservar la lengua, pero hoy en día se corre el peligro de no
hacerse entender, de no poder comunicarse y por ende, no poder integrarse a la comunidad y
recibir el mismo trato que todos, ya sea en educación, relacional, en salud o política. La
lengua es lo que nos permite la comunicación, la que nos hace construirnos y construir al
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Marfil Romina, Agüero Nerina
otro, pero si no pueden entenderlos y solo ignoran el hecho de aprender o incluir políticas
lingüísticas que reconozcan estas lenguas, los pueblos quedan a su suerte en la espera de
alguien que pueda comunicarse con ellos. No es el tipo de violencia de hace siglos atrás, pero
sin duda tampoco es el reconocimiento e inclusión que se espera luego de tanto tiempo. Al fin
y al cabo, son otras formas de olvido, abandono e ignorancia hacia las personas originarias.
“Lo que experimentan los sujetos de carne y hueso de los sectores oprimidos en los
países dependientes son realidades concretas como el desempleo, el despojo de tierras, el
endeudamiento rural, la “flexibilización” laboral en aras del incremento de la productividad
y múltiples formas concretas de discriminación y violencia hacia su ser colectivo y de
distorsión; despojo o negación de sus códigos culturales y de su historia.”
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
Actualmente, se pensaría que dichas cuestiones fueron dejadas atrás, que el trato
avanzó y los conflictos tomaron la forma de soluciones. Ya pasaron cinco siglos y aun hoy en
día autores indígenas que alzan su voz y traducen sus escrituras a la lengua del colonizador,
porque básicamente no existe otra opción si lo que se quiere es preservar la historia de estos
pueblos, ya que como bien lo afirma Walter Mignolo, el europeo nunca tuvo la necesidad de
asimilar estas lenguas y ese marco de conocimiento, situación distinta de los pueblos
indígenas y los africanos. Aun hoy podemos leer que ellos siguen exponiendo este sentir
excluido, desterrado, del territorio, la tierra en sí, que tienen como hogar, porque no se trata
solo de un terreno donde vivir, sino también de factores culturales, educacionales, políticos y
sociales en sí que se niegan o no se respetan.
“Nacionalidad argentina
Dice mi documento
(…)
conozco de sacrificios
Por otro lado, resulta interesante leer la posición de lucha que mantienen los pueblos
originarios ya que no se mantiene un odio hacia los colonizadores, sino mas bien una actitud
de reclamo y justicia frente a los acontecimientos pasados y presentes, sumando que ya no se
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
trata solo del despojo de tierras hace 500 años, sino la idea que se ha preservado aún hoy de
la modernidad y el progreso que termina perpetuando la herida colonial de los “condenados
de la tierra” que menciona Walter Mignolo desde distintos ámbitos como lo político,
educacional, lingüístico y social en sí:
Ni odio, ni resentimiento
de mi vida y mi historia
Pasando a otro poema que se titula “Nosotros los humanos” que funciona como una
fuerte crítica a la humanidad y su actuar. Tenemos presente el rechazo ante el pachakuti
sufrido en América, principalmente, tener en cuenta que la lógica de la colonización se vale
de un control total tanto en lo que respecta al territorio, la organización y la propia
construcción de la identidad y lo personal. Para los europeos, desde un principio America fue
observada como una “gran extencion de tierra de la que había que apropiarse y un pueblo que
había que evangelizar y explotar” de esta forma, lo que se buscó fue ejercer un completo
contro de ella para que se transformara en una extensión e invención de Europa en tanto el
“nuevo mundo” significaba mayores recursos y una mano de obra barata, desconociendo e
ignorando completamente la lógica y cultura de los pueblos originarios. Así comienza con su
poema Delfín Gerónimo:
de la Madre Naturaleza.
(…)
Delfín es contundente sin duda cuando califica a los humanos como un “Error de la
creación” frente a todo el daño que han ocasionado en la naturaleza, recordando que
anteriormente la misma era objeto de admiración (josé de acosta) y luego se cambio a un
mirada moderna que Francis Bacon expreso como “la naturaleza, una fuerza que los hombres
debían de conquistar y dominar”.
Uno de los principales daños que se da en el suelo de los pueblos originarios surge del
Waqueo, la excavación clandestina que se produce en cementerios antiguos y sitios
arqueológico, esta es otra de las situaciones que el autor denuncia en su poema “ciudad
sagrada, ciudad wakeada”:
“Hace 40 años
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
Profané mi pasado
(…)
Aparecieron señores
(…)
en el lugar no lo veo.
lo hizo desaparecer
y no lo volvimos a ver
Aquí es posible observar la cruda mirada desvalorizadora que tenían los europeos con
las poblaciones fuera del país y modelo que ellos promulgaban como el civilizado. Los veían
completamente como objetos, no como sujetos, incluso sin importar que fuera un hecho tan
doloroso para ellos el dañar su tierra y sus antepasados, de igual forma decidieron llevar esto
a cabo.
Delfin Gerónimo sin duda es uno de los escritores que va a la vanguardia por la
defensa y la denuncia de su tierra, su gente, lengua y cultura en general, tratando de saldar
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
esta herida colonial que ha sido creada desde el momento en que el nombre de America fue
impuesto y se borraron Tawantinsuyu, Anáhuac y Abya-Yala junto a las historias y vidas que
no encajaban dentro del modelo colonial.
Para concluir con este trabajo, debemos exponer que nuestro principal propósito fue
tomar conciencia y visibilizar a los que están aún en las sombras. Queremos promover como
futuras docentes trabajar con este tipo de libros para dar a conocer la verdad de nuestras
raíces. Reclamar una denuncia necesaria, tal como lo hace Delfín en sus poemas para
hacernos saber que su pueblo ni ninguno otro olvida y que seguirán reclamando por sus
derechos humanos. Al fin y al cabo, a todos nos une el sentimiento de hermandad y justicia.
El hombre blanco realizó múltiples delitos en nuestra tierra, y eso no debe ser olvidado.
Derrocar el discurso europeizante idealista es nuestro objetivo primordial para también hacer
justicia por nuestros pueblos que fueron saqueados, despojados de su cultura, lengua y
religión para adecuarse a la cultura social de un otro que no acepta lo diferente.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
Bibliografía
- WALTER. D. M. La idea de América Latina. La Herida Colonial y la Opción
Decolonial.
- DELFÍN. G (2021). La Cayischa. Rimas Testimoniales. San Miguel de
Tucumán, Argentina.
- DELFÍN. G. (2017). Versos y relatos de mi tierra. San Miguel de Tucumán,
Argentina.
- PROGRAMA CERO. Los Pueblos Originarios. Extraído el 11 de noviembre del
año 2022 de: https://www.youtube.com/watch?v=s5cKScwCvzs
- LA NACION (2016). La utilización populista de los pueblos originarios. Buenos
Aires, Argentina.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
ANEXO
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
5 SIGLOS RESISTIENDO
Hace 500 años
En qué vivo en resistencia
Resistí en las contiendas
Conocí con mis mayores
de las guerras los horrores
cuando invadieron mi tierra.
Resistí en la memoria
y en el saber de mis abuelas
en su amor por esta tierra
en el canto del anciano
en el acento kakano
que solo se habla en mi tierra
En este 12 de octubre
resisto de muchas maneras
dejando el sudor en mi tierra
con la arcilla entre mis manos
y mi silencio cuando callo
también es resistencia
pues detesto la violencia.
Pero no olvido lo pasado
ni las deudas que el estado
mantiene en permanencia.
…………..…………………………………………
ENTREGADORES
su derecho de reclamar
la justicia la era lugar
aquí en nuestros bienes depredan.
…………………………………………………………
PATRÓN
Recuerdo cuando niño
al sombrerudos señor
que se las dio de patrón
y año año llegaba
a cobrar en la quebrada
el arriedo y yerbaje
cuando sea él le costase
lo que la pacha nos daba
y a los paisanos voraciaba
para lograr sus chantajes.
Llegaban a caballo
porque solo nunca venía
en sus aperos traían
lazos y armas variadas
esas qué miedo nos daban
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
carabina en la montura
una pistola en la cintura
más un hermoso puñal
si parecía que a pelear
se venían a las alturas.
Era un acontecimiento
había que preparar todo
mis padres veían modos
de atender loco lo mejor
se sentaba en un sillón
ese que nunca se asustaba
sus cigarros se fumaban
una pierna sobre la otra
haciendo brillar sus botas
como pa decir quién mandaba.
SOY EL INDIO
Para los que andan diciendo
que yo no soy el soy
pal que dice que muerto estoy
soy el indio de este suelo.
Vengo de antiguos pueblos
soy el cobrizo Cacano
y tengo con mis hermanos
siglos de andar los cerros.
en defensa de mi tierra
el viento de la injusticia
MUJER ORIGINARIA
en tiempos de la obligación
“nacionalidad argentina”
dice mi documento
el zapallo y el maíz
en el hospital enfermera
conozco de sacrificios
ni odio ni resentimiento
de mi vida y de mi historia
de la Madre Naturaleza.
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
y el don de la inteligencia
Su necesidad de comida
no ha logrado reemplazar.
en su pobre vanidad
es no poder controlar
Error de la creación.
es suficiente un cajón.
un momento de mi historia
profané mi pasado
Aparecieron señores
Al usurpador expropiaron.
en el lugar no lo veo.
Lo hizo desaparecer
y no lo volvimos a ver
Delfín Gerónimo
Marfil Romina, Agüero Nerina
y el estado en su ineficacia
ya en tiempos de democracia
un hotel de 4 estrellas
completando el papelón.
ya no me pienso callar
su presente y su pasado.