Está en la página 1de 6

Paseo Filosófico:

Museo Rufino
Tamayo

Al llegar se ve la entrada que nos recuerda un estilo bastante


contemporáneo y hace sentido sabiendo que anteriormente se
localizaba el Campo Azteca de golf, en el momento se les convocó
a los arquitectos mexicanos Teodoro González de León y
Abraham Zabludovsky para que diseñaran el edificio que se
convertiría en una pieza más de la colección.

Al ingresar hay que recordar que no se pueden pasar bebidas y/o


comida, igualmente si llevas alguna de éstas, lo puedes dejar en la
recepción donde tienen paquetería. Pagas el boleto, sin embargo,
si acudes con tu credencial de estudiante es completamente
gratis.
Para comenzar con nuestro recorrido
podemos ver el contexto que hay sobre
el artista y qué le inspiró para llevar
acabo ésta magnífica exposición de arte
en la que destaca la presencia de aves.

Al ver ésta especie de disfraz puede


que te sorprendas y hasta dudes en
que si estás en el lugar correcto, pero
viéndolo desde el contexto de Petrit,
podemos darle la interpretación de
las vidas perdidas durante la guerra y
cómo quedan ahí, los cuerpos inertes,
sin alma.

En esta obra se ve una variación de una


casa flotante, pero lo que llama la
atención es el vestido rojo que hace que
nuestro enfoque se vaya a ella.
Aquí vemos un insecto que simula ser
una polilla, o ¿será una mariposa? El
caso es que es paradójico en el sentido
que la mayoría de obras están
enfocadas en representar aves no
volantes y ver un insecto de alambres
que seguramente si es capaz de volar, es
hasta cierto punto absurdo.

Después de caminar un rato nos


encontramos con este boceto de una
gallina que denota elegancia y que sus
alas, que no pueden realizar un vuelo,
las usa para adornar su ser.

Pasando a la siguiente sala podemos apreciar una parte más abstracta,


desde distintas especies de animales, hasta una ¿luz bailarina? Que
inmediatamente impacta nuestros sentidos. Pero sin duda, otra cosa
que impacta a primera vista es ese atuendo amarillo, flotante y en
buenas condiciones.
Esta exhibición que encontramos unos
pasos después es muy metódica en
muchos aspectos, nos hace pensar
cómo llegó esa ropa amarilla tan bien
alisada, con colores sofocantes y que
está inmerso de las ramas fungosas de
un árbol que no se nota, en el que posan
distintas aves, que parecen simples
espectadoras.

Al estar caminando y seguir


apreciando la exposición, nos
encontramos con 2 esculturas, una de
un búho, el cual es conocido por ir en
las tinieblas, pero que al verla, puede
que sintamos que hay algo que no
cuadra, tal vez por el hecho de que
está mirando hacia un lugar que es
incierto.

El siguiente es un tipo de pelícano,


pero que por el contrario, se refleja la
hiperactividad de este, al mostrar sus
alas a punto de partir a algún
horizonte y el hecho de que sea el
único que se pueda reflejar, nos da a
entender que puede ser visto por más
individuos al volar.
Al pasar a la última sala del museo se aprecian obras más coloridas, un venado
tranquilamente tomando agua de un lago, ¿eso significa que ya todo pasó? La
guerra ha concluido. A través de éste museo podemos explorar y reflexionar
sobre la vida, ya que, aunque haya momentos difíciles, de guerra, ésto no quiere
decir que después de todo no haya luz, no haya esa vida nuevamente, sí, con esas
heridas pero siempre hay más allá de ellas.

Para concluir se ha preparado la siguiente actividad.

Con ayuda del recorrido y utilizando tu imaginación dibuja un ave, de forma


abstracta, con la que sientas una conexión emocional y dibujale 2 características
que puedan reflejar esa emoción. Para darle un toque más cerc

También podría gustarte