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Clasificaciones:
Según la edad de la gestación en que ocurre el parto se clasifica:
Parto inmaduro: entre las 20 a las 28 semanas
Parto pretermino o prematuro: entre las 28 y las 36 semanas.
Parto de término: entre las 37 y 40 semanas.
Parto postérmino: después de la semana 42 en adelante. Por la su forma
de inicio.
Espontáneo: cuando se desencadena el trabajo de parto en forma normal
acorde con los mecanismos fisiológicos materno-gestación.
Inducido: cuando se utiliza alguna técnica médica como seria la
Maduración Cervical usando Prostaglandinas PG2alfa, o Inducción con
medicamentos oxitócicos.
Parto: el parto normal es el proceso fisiológico con el que la mujer finaliza su
gestación a término (entre las 37 y las 42 semanas cumplidas). Su inicio es
espontáneo, se desarrolla y finaliza sin complicaciones, culmina con el nacimiento
de un bebé sano y no necesita más intervención que el apoyo integral y
respetuoso. Después de dar a luz, tanto la madre como su bebé se encuentran en
buenas condiciones. La evolución del parto está influida no sólo por factores
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WALROTH. I. (2010). El arte del embarazo. México. ll Edición. Editorial Copirigth. 61 p.
biológicos propios de cada mujer y bebé, sino también por factores psicológicos,
culturales y ambientales. La mayoría de las mujeres sanas, con la atención y
apoyo adecuados y con un mínimo de procedimientos médicos pueden dar a luz
sin poner en riesgo su seguridad y la de los bebés. Para ello es importante que las
mujeres tengan confianza en sus posibilidades de afrontar el parto y que las
matronas y obstetras contribuyan a la mejor evolución de este proceso fisiológico.
Fases:
1. Fases del trabajo de parto: el mecanismo del trabajo de parto se ha
llevado al cabo desde la aparición del ser humano en faz de la tierra, sin embargo
gracias a los trabajos del Dr. Friedman quien analizó cientos de trabajos de parto,
logró matematizar el mismo, y en base a sus conclusiones logró llevarlas a una
gráfica cosa imposible hasta ese entonces. De estos estudios se obtienen los
conocimientos que permiten saber que existen las siguientes fases y el médico en
sala de labor determinará la fase, el periodo clínico y en qué proceso del
mecanismo del trabajo de parto se encuentre el producto y la paciente.
2. Fase latente o prodrómica: que es cuando se llevan al cabo fenómenos
bioquímicas que condicionan cambios morfológicos del cérvix uterino secundarios
a cambios en el patrón de las contracciones uterinas. Por lo general esta que se
alcanzan 2 o 3 centímetros.
3. Fase activa o de aceleración máxima: cuando el proceso de dilatación
cervical se establece y produce un ritmo de contracciones uterinas y dilatación
cervical en promedio 4 centímetros.
4. Fase de desaceleración así el trabajo de parto se divide en forma clínica
en los siguientes periodos:
Primer periodo clínico: que es cuando se inician las contracciones uterinas
que con cierto ritmo e intensidad y frecuencia producen modificaciones cervicales.
Segundo período:que va desde que se alcanza la dilatación completa del
cérvix uterino hasta la expulsión del producto.
Tercer período o de alumbramiento: que abarca la expulsión de la placenta
y membranas corioamióticas.
Aunque la calidad de la sanidad española ofrece ventajas para con las mujeres
inmigradas, que ven disminuir la morbi-mortalidad materna y neonatal respecto a
sus países de origen, puede ocurrir que durante la atención en nuestro medio
manifiesten contradicciones con las concepciones socio-culturales interiorizadas
en sus lugares de origen. Por ello, en cuanto a los cuidados en el parto, se pueden
producir conflictos entre las costumbres de origen y las de acogida.
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BOLADERAS. M. (2006). Bioética de la maternidad. Humanización, comunicación y entorno
sanitario. Barcelona. l Edición. Editorial Ube. 314 p.
sido estudiados en el caso de la fecundidad y la anticoncepción, así como en el
puerperio, considerando que en los comportamientos reproductivos de las mujeres
inmigradas intervienen tanto las concepciones socio-culturales y sanitarias de
origen, previas a la inmigración, como las existentes en el país de destino. Lo más
normal es que no se produzca una asimilación integral de valores y normas que
las lleve a abandonar definitivamente sus costumbres, sino que las suelen
conciliar con los códigos de conducta de la nueva situación, modificando algunos
comportamientos y manteniendo otros.
“Las contracciones uterinas del trabajo de parto son rítmicas. Al comienzo del
período de dilatación se repiten cada 10 min, gradualmente aumentan la
frecuencia y durante el período expulsivo puede suceder cada 1 o 2 min”.4
Gracias a los ligamentos que fijan el útero a la pelvis se produce la expulsión del
feto mediante las contracciones uterinas. Por sus medios de fijación el útero está
anclado y no se puede desplazar hacia arriba, de modo que la contracción obliga
al feto a descender. Durante el período expulsivo, a la contracción uterina se le
suma la acción de la prensa abdominal mediante el pujo, el que al aumentar la
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BOLADERAS. M. (2006). Bioética de la maternidad. Humanización, comunicación y entorno
sanitario. Barcelona. l Edición. Editorial Ube. 124 p.
presión intraabdominal se transmite al contenido uterino y ayuda al descenso del
feto.
Canal del parto: no es más que el conducto formado por el canal óseo de la
pelvis (los 2 huesos ilíacos y el sacro), al cual se le superpone el canal blando
(formado por el segmento inferior, el cuello del útero, la vagina, la vulva y el
perineo). Todas estas estructuras se distienden y aplanan contra la superficie ósea
hasta tapizarla para facilitar el deslizamiento del feto en su salida al exterior.
Objeto del parto: el feto es el objeto del parto. Este debe realizar maniobras para
lograr el descenso. Debe tener tamaño y forma adecuada y ser capaz de realizar
maniobras que le permitan atravesar las diferentes dimensiones del canal. La
cabeza fetal es la parte más importante porque:
a) No es compresible.
b) Mayor tamaño.
c) Capacidad de amoldarse por la presión sin dañar el tejido subyacente.
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CABEZAS. P. (2005). La Conducción de Grupos en Educación para la Salud. México. ll Edición.
Editorial Sevillana. 65 p.
persona que les dará apoyo social durante el parto, ya sea la pareja, otro miembro
de la familia o una amistad”.6
Apoyo informativo (AI). Consiste en informar y aconsejar a las mujeres con una
terminología que sea comprensible sobre las diferentes actividades que se
realizan, su finalidad y sus limitaciones, la evolución del parto y el estado del feto.
Se debe evitar comunicar pronósticos que sean poco probables o erróneos.
Apoyo físico o tangible (AT). Se trata de ofrecer todas aquellas medidas que
ayudan a mejorar el confort y la comodidad, como mantener la ropa de la mujer y
la cama limpia y seca, facilitar la eliminación de fluidos, mantener la hidratación
de la mucosa oral, facilitar la ingesta, u ofrecer la posibilidad de baños o duchas;
así como ofrecer medidas de alivio del malestar o dolor como son las técnicas
respiratorias, los masajes, la movilidad y los cambios posturales.
Apoyo emocional (AE). Consiste en la asistencia continuada presencial en el
parto, es decir, mantener una actitud empática, amable y paciente, cuidar el
lenguaje verbal y no verbal, potenciar la autoconfianza, reforzando y premiando
verbalmente la conducta de la mujer, y animarla y tranquilizarla si es necesario.
Representación (R). Se basa en ayudar a que la mujer pueda expresar y
comunicar sus decisiones y deseos a los demás.
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HOBBINS. R. (2007). Obstreticia Clínica. EE. UU. lll Edición. Editorial Panamericana. 144 p.