Está en la página 1de 15

La primera decisión

de Guillermo
Autor: Carlos Del Pino Velasco
La primera decisión
de Guillermo
Educación para el Optimismo, SL

www.didop.es

Corrección de estilo y ortotipográfica: www.ecoescritura.com

Diseño de colección: Porvenir 10, SL

Maquetación e ilustración: Inma González Hdez.

Impresión: Safekat, SL

Impreso en España – Printed in Spain

© DIDOP Educación para el Optimismo, SL, 2012

© Carlos del Pino Velasco

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin el permiso escrito de
los titulares del copyright, la reproducción o la trasmisión total o parcial de esta obra por
cualquier procedimiento mecánico o electrónico, incluyendo la reprografía y el tratamiento
informático, y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos. Pueden
utilizarse citas siempre que se mencione su procedencia.

“El papel utilizado para la impresión de este libro es cien por cien
libre de cloro y está calificado como papel ecológico”.
PRÓLOGO

El equipo de DIDOP, tras un largo periodo de maduración, ha sacado a la luz


esta colección de cuentos que pretende servir como herramienta para que adultos
y niños descubran juntos cómo ser más felices, cómo enfrentarse de una manera
más positiva y constructiva a las situaciones y cómo aprovechar las circunstancias Para todos
que les rodean y sus fortalezas para cambiar su mundo.

Sugerencias para aprovechar al máximo los cuentos:


los niños y niñas.
Reflexione sobre el tema principal e identifique aquellos aspectos donde deba
Para que juntos consigamos
hacer más hincapié. un mundo más feliz
Concéntrese en un solo cuento el tiempo necesario hasta que el/la niño/a co-
mience a poner en práctica los conocimientos teóricos aprendidos.

Busque un lugar agradable y confortable que ayude a la concentración de los


pequeños.

Aproveche cuando ellos estén más receptivos y de mejor humor, de tal forma que
no se sientan obligados y evitemos el rechazo. No hay que tener prisa.

La lectura ha de resultar divertida y amena, enfatice y adecúe su voz cuando sea


necesario, y esté atento a las señales de cansancio y aburrimiento. En el momen-
to en que las identifique, suspenda la tarea y aplácela para otra ocasión.

Escoja aquellas actividades o preguntas que considere más apropiadas y tra-


bájelas en profundidad hasta que se produzca un cambio en su hijo o hija que
demuestre que lo aprendido está perfectamente asentado.

2
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

A Guillermo le costaba tomar decisiones. Cada vez que tenía


que hacerlo, un adulto se encargaba de asumir esa responsabili-
dad. En su mundo era algo tan natural como comer o ir al cole.

Aquel día su padre le había anunciado que se quedaría un rato


solo en casa, ya que tenía que marcharse al trabajo porque llega-
ba tarde y su mamá se iba a retrasar un poco. Hablaban de esto
cuando sonó el teléfono…

Mientras su padre contestaba, Guillermo comenzó a imaginarse


lo que podía pasarle estando completamente solo en casa.

Le había advertido que no abriese la puerta a nadie salvo que


dieran dos golpes-silencio-dos golpes, contraseña que habían
ensayado hacía un momento. Pero ¿y si sonaba el teléfono?,
dudaba entre descolgarlo o esperar a que parase. Papá no le
había dicho cómo actuar si eso ocurría… y ahora era el teléfono,
precisamente el teléfono, el que estaba sonando.

4 5
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

… De nuevo estaba bien, iba andando por el interior de una tupida


niebla tras la cual consiguió ver una gran sala de altísimos techos
azulados. Al fondo una enorme cristalera. No tuvo dudas, tenía que
dirigir sus pasos hacia ese lugar.

Si respondía, podía encontrarse con la voz de un hombre malo,


quizás un ladrón que quería saber si había alguien más en casa. Si
no lo cogía, podría tratarse de una emergencia y sería una auténtica
catástrofe no contestar a la llamada.

Sus pensamientos fueron agolpándose en su mente, pensamientos


negativos de tal envergadura que fuera cual fuera su decisión seguro
ocurriría alguna desgracia.

¿En qué estaría pensando su padre cuando salió de casa sin dejar a
nadie a su cargo? ¿Cómo podía Guillermo, con tan sólo ocho años,
afrontar decisiones tan importantes como las que en este momento
tenía que tomar?

Empezaba a faltarle el aire para respirar, su corazón se


disparaba, comenzó a contar uno, dos, tres, le había
ido bien hacerlo en otras ocasiones cuando creía que
se encontraba en peligro, sentía que poco a poco se
desvanecía…

6 7
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

De pronto vio una puerta que parecía dar hacia el lugar


desde donde supuestamente partían todos los senderos; delante
de ella había una margarita igual que la que estaba en la entrada
de su casa, sólo que ésta tenía un cartelito que decía “Arranca
mis pétalos para decidir si quieres continuar o no”.

«¿Y yo por qué tengo que preguntarle esto a una flor?», reflexionó
Guillermo.

Al llegar al gran ventanal, observó una imagen realmente


sorprendente: cientos de caminos nacían de lo desconocido
ramificándose en miles de sentidos posibles que se dirigían al
infinito. Hasta donde le alcanzaba la vista, Guillermo pudo com-
probar que en todos ellos había obstáculos, pero tras éstos siem-
pre aparecían nuevas salidas.

«¡Qué cosa más extraña! Caminos sin final… ¡A saber cuál de


ellos hay que elegir!», pensó Guillermo.

8 9
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

De todas formas dudó, allí no había nadie más a quien pedir un


consejo. Así pues, Guillermo comenzó a deshojarla tal y como le ­habían
enseñado. Cada vez que quitaba un pétalo, pronunciaba en
«Si la margarita, precisamente esta flor, está aquí será por algo. voz alta un sí o un no alterno. Al llegar al final, en el último le
Seguiré las instrucciones, siempre me ha ido bien». salió NO.

10 11
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

Triste por la decisión que tenía que tomar: no abrir la puerta, Al abrirlos, Guillermo se encontraba al otro lado de la puerta,
sintió una punzada en el corazón. Presentía que muchas opor- justo al principio de uno de los caminos que antes había visto
tunidades se le escapaban y esta vez no quería aguantarse con lo desde la ventana. Era una senda que se iniciaba con una gran
que habían decidido otros. Cerró los ojos con todas sus fuerzas cuesta arriba y aunque no se veía el final, Guillermo imaginaba
deseando que apareciera otra margarita para probar de nuevo. que si subía, desde lo alto observaría un bonito paisaje.

Por su cabeza pasaron centenares de imágenes en un solo


segundo. Trató de concentrarse en alguna de ellas que le trans-
mitiese seguridad: “pensamiento positivo”, recordó haber oído
esta expresión en alguna ocasión; “pensamiento positivo”, repitió
en voz alta tratando de invocar una imagen nítida en su mente
antes de dar el paso y abrir sus ojos…

12 13
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

No le extrañó encontrarse una margarita con un cartel que decía


“Arranca mis pétalos para decidir si quieres continuar o no”. Por
alguna razón que no comprendía, siempre decidían en su lugar.
La familia, los profesores, los vecinos y ahora, hasta las flores,
¡era su destino!... Empezó a deshojarla...

De pronto ocurrió algo, Guillermo escuchó un mensaje que


­venía desde su corazón y sintió una fuerza enorme que le hizo
detenerse. ¿Por qué dejar sus elecciones en manos de otros? ¡De
ninguna manera! A partir de entonces iba a arriesgarse y si se
equivocaba, no pasaba nada, también de eso aprendería.

Se armó de valor y tomó su primera decisión: comenzó a ­andar,


pero no había recorrido ni unos metros cuando descubrió el
primer obstáculo; el camino estaba destrozado y había pequeños
agujeros por todas partes. Tuvo que saltar para alcanzar el otro
lado y al hacerlo cayó de rodillas. Se había herido, las piernas le
temblaban, quería llorar, llamar a su padre, pero no lo hizo, había
optado por llegar hasta lo alto y los contratiempos no le harían
cambiar de opinión. Algo en su interior le decía que cuando se
tomaba una decisión, aunque resultara difícil, había que llegar
hasta el final. Siguió su viaje, ahora tocaba elegir si dirigirse
hacia arriba o continuar hacia la derecha donde empezaba un
nuevo sendero.

14 15
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

Por otro, sentía libertad y mucha seguridad, algo que nunca ­había
experimentado antes, pero que le gustaba bastante. Guillermo
pensó que quizás también a esto se referían los adultos cuando
superaban alguna dificultad, y quizás también ésta era la com-
pensación agradable de crecer, quizás…, al fin y al cabo, estaba
haciéndose mayor y más fuerte y eso era importante.

Guillermo cerró de nuevo los ojos muy fuerte para aclarar sus
ideas…, oyó a lo lejos un sonido que se iba acercando, unos ­golpes
en la puerta, primero dos, luego silencio, dos nuevos ­golpes…
abrió los ojos.
¡Vaya lío! Tenía que escoger constantemente, ¿cómo podría
­asegurarse de estar haciendo lo correcto?

Era la primera vez que estaba actuando sin preguntar a nadie, sin
dejarse llevar por los demás. Su cabeza no paraba de dar vueltas,
sus sensaciones eran contradictorias.

Por un lado aparecía el gran peso de la responsabilidad, pero


al mismo tiempo le sorprendían unas tremendas fuerzas, que
­nunca había tenido, con las que podía soportarlo mejor de lo
que hubiera imaginado. Guillermo pensó que quizás esto era
algo parecido a lo que había escuchado hablar a los adultos
cuando tenían algún problema y no sabían bien cómo actuar,
quizás era el precio por crecer, quizás…, al fin y al cabo, estaba
haciéndose mayor y más fuerte y eso era importante.

16 17
La primera decisión de Guillermo DIDOP Educación para el Optimismo

Guillermo vio la margarita que estaba siempre en la entrada.


«Margarita, no te preocupes, no te voy a deshojar, eres bonita y
eres especial, me has ayudado a pensar. La experiencia de crecer
ha comenzado, éste será nuestro secreto…».

–Guillermo, Guillermo, ¿en qué piensas? Estabas en tu mundo.


¿Te has enterado de lo que te dije? Ya sabes, nuestra contraseña.
Tengo que marcharme porque llego tarde, pero acaba de llamar
tu mamá y vendrá en unos minutos.

–Sí papá, me he enterado, no te preocupes, confía en mí, ya soy


mayor, ¡tengo ocho años!

18 19
Preguntas Actividades
para la reflexión de los niños/as: para los niños/as:

¿Te gusta tomar tus propias decisiones? ¿Qué pasa si te En este cuento, hemos aprendido que en ocasiones hay que tomar
equivocas? ¿Cómo te sientes cuando aciertas y cuando no? decisiones importantes y que, realizada esa elección, aunque
resulte difícil hay que llevar nuestra acción hasta el final. Decidir
Ante las dificultades, ¿decides tú o dejas que lo hagan por ti? significa una gran responsabilidad, pero nos ayuda a crecer y a
estar más seguros de nosotros mismos.
¿Alguna vez has elegido qué hacer probando suerte como sucede
en el cuento? ¿Cómo te has sentido? Ahora puedes sentarte junto a papá o mamá y redactar juntos
el siguiente contrato. En la primera parte escribiréis una lista
Los adultos que te rodean, ¿normalmente te dejan tomar de acciones en las que te comprometes a ser más responsable,
decisiones o lo hacen por ti? como por ejemplo, vestirte solo u ocuparte de llevar siempre los
materiales que necesites al colegio.
¿En qué tipo de cuestiones deciden por ti? ¿Crees que hay una
razón para ello? ¿Crees que es justo o lógico? ¿Confías en tus Como premio, también anotaréis qué cosas te permitirán hacer
posibilidades? ¿Para qué cosas sí y para qué cosas no? cuando consigas los propósitos que escribiste en el primer
apartado, por ejemplo, cuidar las mascotas de la casa o jugar
¿Cómo cambiará tu comportamiento a partir de ahora? ¿Qué unos minutos más en el parque.
cosas distintas piensas hacer?
Para ser mayor a veces hay que asumir algunas tareas, ¡¡¡pero
compensa!!!

20 21
SOY CAPAZ DE ASUMIR RESPONSABILIDADES
Para la reflexión de los adultos:
Yo ______________________________
me comprometo a intentar con todas La forma en que los adultos se enfrentan a las diversas realidades
mis fuerzas, siempre con vuestra ayuda, de la vida (sus creencias, pensamientos, actitudes...) ejerce una
apoyo y comprensión, hacerme cargo gran influencia sobre los más pequeños, sirviéndoles de ejemplo y
de la siguiente lista de tareas: llevándoles en la mayoría de los casos a copiar y reproducir dichos
enfoques en sus propias trayectorias. Por esta razón, le invitamos a
* profundizar sobre los principales temas que aparecen en el cuento
* y su manera de afrontarlos en la vida diaria.
*
*
¿Confía en sus posibilidades?¿Les permite asumir responsabilidades?
Y como os voy a demostrar que voy a ser mayor y res-
ponsable y capaz de asumir mis propias decisiones, os ¿Deja que se equivoquen? ¿En qué momento decide intervenir?
propongo que como premio me concedáis lo siguiente:
¿Cómo reacciona ante sus errores? ¿Considera el fracaso como
* una buena forma de aprendizaje?
*
*
¿Suele reforzar la confianza que tienen en sí mismos? ¿Cómo lo
*
hace?
Y para que así conste, firmo el siguiente
documento: ¿Le cuesta dejarles crecer? ¿Qué tiene de bueno que crezcan?

En _________________, a __ de __ de 20__ ¿Cómo les ayuda a potenciar su autonomía?

Fdo:
¿Qué cambiará a partir de la lectura del cuento?

22 23
También le proponemos las siguientes
actividades:
A la mayoría de chicos de estas edades les encantan los
juegos: de mesa, las videoconsolas... Piense sobre aquéllos
que ayuden a fomentar la toma de decisiones y la asunción de
responsabilidades (el ajedrez, las damas o un videojuego sobre
cuidado de mascotas...) y después juegue usted mismo con ellos
o sugiérales que lo hagan con sus amistades. Pregúnteles sobre
cómo van progresando y avanzando conforme se habitúan y
aprenden a tener que decidir a menudo.

Durante unos días, exponga en voz alta diversas situaciones


en las que usted ha tenido que tomar decisiones. Después
pregúnteles qué hubieran decidido ellos, si hubieran actuado
de forma diferente..., ayúdeles a reflexionar y pensar sobre el
tema. También puede utilizar la actividad para transmitirles
todo lo que ha supuesto para usted el proceso: dificultades,
miedos, alegrías, compromisos... De esta forma, si llegan a
sentirse identificados en algunos aspectos, aprenderán a no
avergonzarse de sus propias emociones cuando les toque
decidir algo y perderán o verán
disminuidos algunos de sus temores.

24
Protagonizado por Guillermo Fernández González

Principales reflexiones que aparecen en el cuento:

Importancia de afrontar el terror a tomar decisiones con


seguridad y confianza, sabiendo que se puede fallar, pero
aceptando los posibles riesgos; reconociendo las dificultades,
pero también los beneficios del proceso.

Proceso de maduración personal como una consecuen-


cia natural de la toma del control de la realidad, los
deseos, objetivos, comportamientos… propios, así como
de la decisión de actuar coherentemente, asumiendo
responsabilidades y compromisos.

Importancia de guiar en la búsqueda de soluciones,


permitiendo que sea el/la niño/a quien las encuentre median-
te un proceso reflexivo, lo cual fomentará su autoestima y
mejorará su autoconcepto a través de la superación personal.

www.didop.es Síguenos en

También podría gustarte