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SEMINARIO DE MONTERREY
Instituto de Teología
LITURGIA DEL TIEMPO

DISPOSICIÓN DE LA MATERIA:

OBJETIVO:

Comprender y aplicar la dinamicidad de las celebraciones litúrgicas en relación con


el tiempo, haciendo resaltar el Señorío de Jesucristo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1.- Conociendo, profundizando y aplicando el triple movimiento en la liturgia:

a) EPICLETICO. Toda iniciativa en la Historia de la Salvación viene de Dios. El es el que revela su Nombre
y lo da a conocer a todos los pueblos. Nosotros estamos llamados a la vida de la gracia, no hemos venido
por nuestra propia cuenta, es el Espíritu Santo el que nos llama.
b) PARACLETICO. La intervención de Dios en nuestra vida no puede quedar indiferente, el paso de Dios
por nuestras vidas, las transforma, las renueva. Por tanto, la gracia debe crear en nosotros una actitud nueva
que nos impulse a una mejor confirmación de nuestras vidas con la Palabra que hemos recibido. Negarse
conscientemente a esto, es pecar contra el Espíritu Santo.
c) ANACLETICO. La Palabra de Dios que ha “empapado la tierra” regresa a él mediante la fuerza del
Espíritu Santo principalmente mediante la acción litúrgica. Así, todos juntamente ofrecidos con Cristo, nos
transformamos en víctimas con él para salvación del mundo.

2.- Conociendo y reconociendo la tensión que se ejerce entre la liturgia y el tiempo.

3.- Aplicando correctamente los recursos litúrgicos de acuerdo a los diferentes


matices del tiempo.

CONTENIDO GENERAL DE LA MATERIA:

I.- CELEBRAR EN EL TIEMPO:

1.- Las Horas.


2.- La Semana.
3.- El Domingo.
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4.- El Año.
5.- El Año Santo.

II.- LA LITURGIA DE LAS HORAS:

1.- Breve historia de su composición.

2.- Actual estructura.

3.- Naturaleza de la Oración de las Horas.

4.- Formas de celebración.

III.- EL DOMINGO:

1.- Fundamentos bíblicos y teológicos.


2.- Formas celebrativas.

IV.- EL AÑO LITÚRGICO:

1.- Naturaleza de la celebración del Misterio de Cristo celebrado en el tiempo.

2.- Sentido y estructura del Año Litúrgico.


3.- Pascua-Cuaresma.

4.- Navidad-Adviento.

5.- El Tiempo Ordinario.

6.- El Santoral.

7.- El Calendario Litúrgico.

HORIZONTE DE TIEMPO:

Un semestre, tres horas por semana.


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BIBLIOGRAFÍA:

TEXTO BÁSICO:

MANUAL DE LITURGIA. Volumen IV


La celebración del Misterio Pascual.
Otras expresiones celebrativas del Misterio Pascual y la Liturgia en la Vida de
la Iglesia.
Colección de Textos básicos para Seminarios Latinoamericanos.
Conferencia del Episcopado Latinoamericano.

OTROS LIBROS:

ADAM, Adolfo " Corso di Liturgia ", Ed. Queriniana, Brescia 1990, 417p.

ALDAZABAL, José. " Gestos y Símbolos ", Dossier CLP, 40, Barcelona
1990.

ALDAZABAL, José: " Claves para la Oración ", Dossiers CLP, 12. Barcelona
1980.

ALDAZABAL, José: " Principios y Normas de la Liturgia de las Horas ",


Dossiers CLP, 42, Barcelona 1989.

ALDAZABAL, José: " Liturgia de las Horas: Veinte Siglos de Historia ", Dossiers
CLP, 36, Barcelona 1988.

AA.VV. " la Alabanza de las Horas: Espiritualidad y Pastoral ", Dossiers CLP,
46, Barcelona 1991.

BELLAVISTA, Jean: " El Año litúrgico ", Ed. paulinas, Madrid 1985.

BERNAL, José Manuel. " Iniciación al Año litúrgico ", Ed. Cristiandad, Madrid
1984.
4

BERNAL, José Manuel. “Para vivir el año Litúrgico”, Ed. Verbo Divino,
Estella (Navarra) 2003.

BOROBIO, Dionisio. " Catequesis y Celebraciones Pascuales ", Ed. Desclée de


Brouwer, Bilbao 1988.

BOROBIO, Dionisio: " La Celebración de la Iglesia ", Ed. Sígueme,


Salamanca 1988.

CAEREMONIALE EPISCOPORUM, Editio Typica, Typis Polyglottis Vaticanis


1985, 393pp.

CELEBRACIONES DOMINICALES Y FESTIVAS EN AUSENCIA DEL


PRESBITERO, Ed. Obra Nacional de la Buena Prensa, México 1993, 164pp.

DI SANTE, Carmine " La Preghiera di Israele ", Ed. Marietti, Genova 1991,
242pp.

GELINEAU, Joseph " Assemblea Santa ", Ed. Dehoniane Bologna, Bologna
1991, 620pp.

GOFFI, Tullo/PIANA, Giannino " Liturgia: Etica della religiosità ", Ed.
Queriniana, Brescia 1986, 549pp.

IBAÑEZ, A.; GARRIDO, M. " Iniciación a la Liturgia de la Iglesia ", Ed. Palabra,
Madrid 1988.

LEBON, Jean. " Para Vivir la Liturgia ", Ed. Verbo Divino, Navarra 1992.

LOPEZ MARTIN, Julián. “La liturgia de la Iglesia”. Sapientia Fidei, serie


de manuales de Teología, Ed. BAC., Madrid, 1994.

MARTIMORT, A.G. " La Iglesia en Oración ", Ed. Herder, Barcelona 1987,
pp. 666-888.

NOCENT, Adrien " El Año litúrgico: Celebrar a Jesucristo ", Ed. Sal Terrae,
Santander 1987. Varios tomos.
5

PINEL, Jordi: " Liturgia delle Ore ", Ed. Marietti, Genova 1990.

PISTOIA, A./TRIACCA, A.M, ed. " Escatologia e Liturgia: aspetti escatologici


del celebrare cristiano ", Ed. Liturgiche-Roma, Roma 1988, 232pp.

RAFFA, Vicenzo: " La Liturgia delle Ore: Presentazione Storica, Teologica e


Pastorale " Ed. O.R. Milano 1990.

RAYAN, Vincent: " Cuaresma, semana Santa ", Ed. Paulinas, Madrid 1986.

TAFT, Robert: " La Liturgia delle Ore in Oriente e in Occidente ", Ed. Paoline,
Milano 1988.

SARTORE/TRIACCA: " Nuevo Diccionario de Liturgia ", Ed. Paulinas, Madrid


1989.

REVISTAS:

* Actualidad Litúrgica (México).

* Cuadernos: Phase (España).

* La Maison Dieu (Francia).

* Notitiae (Santa Sede).

* Rivista Liturgica (Italia).

* Ecclesia Orans ( Italia ).


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I.- CELEBRAR EN EL TIEMPO

1.- Introducción:

a) Cristocentrismo del Tiempo:

Haciéndose hombre, el Hijo de Dios entró en el tiempo. Y ha introduciendo


en este tiempo la alabanza eterna que se canta en el Cielo (SC 83) (Paulo VI, Laudis
Canticum).

Jesucristo oraba en diferentes horas: En la madrugada (Mc 1,35), en la noche (Lc


6,12), por la tarde (Mt 14,23). Observaba prácticas religiosas relacionadas con la
semana como el sábado (Mc 6,2; Lc 4,16; 6,6; 13,10). Y asistía a festividades
anuales como la Pascua (Lc 2,41; Mt 26,17; Jn 2,13).

Para poder iniciarnos en el estudio del Año Litúrgico debemos volver a las
concepciones del Cronos y del Kairós1:

La Historia de la Salvación no es lineal, sino como un espiral que, sin pasar jamás
por un mismo lugar, va sin embargo profundizando y comprendiendo mejor la
historia de la Salvación mediante las celebraciones litúrgicas del Año.

Cristo es el centro y Señor de la Historia. La Iglesia no celebra pues, acontecimientos


históricos, sino a Jesucristo celebrado y comprendido en el tiempo. Digámoslo así:
No celebramos el nacimiento de Cristo, sino Cristo nacido para nuestra celebración.
No celebramos la pasión, muerte y resurrección del Señor, sino al Señor que padece,
sufre y resucita por nosotros.

b) El "Hoy" de la Liturgia:

La Liturgia, por la gracia de Dios, logra el HOY de la Salvación: "Dios


nuestro que hiciste resplandecer en esta noche santísima con el nacimiento de tu
Hijo Jesucristo..." (MR: Oración Colecta: Navidad/noche). "Porque hoy has
revelado en Cristo, para luz de todos los pueblos" (MR: Prefacio de Epifanía). "Pero
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La Biblia lo llama, en griego, “kairos”: el tiempo de Dios, el momento en que se está cumpliendo una era para
dar paso a una creación nueva. Muchas veces, el kairos para una comunidad eclesiástica se está anunciando por
la palabra pública de un personaje sensitivo al mover del espíritu.
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más que nunca en este día en que Cristo nuestra Pascua fue inmolado" (MR: Prefacio
de Pascua I). "Tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos..." (MR:
Canon Romano). "Hoy se ha cumplido esta profecía" (Lc. 4, 21).

De tal manera, que cuando celebramos estos memoriales, presentamos al Padre


(para quien todo es presente) estos sucesos (Anámnesis) y este movimiento de Dios
que hace presente el evento, produce a la vez (por ser Dios) los efectos salvíficos de
tales. Por ejemplo: La celebración de un matrimonio. Presentamos a Dios el amor
de los novios, estos le recuerdan a Dios Padre, la alianza eterna que ha celebrado
Jesucristo con la Iglesia. Por lo mismo, genera para los novios la gracia del amor
puro y perfecto que llega a la oblación de ellos mismos. Provoca la fidelidad y la
indisolubilidad, no frutos del amor de los novios, sino del amor de Cristo y de la
Iglesia.

2.- En las Horas:

a) En las Culturas:

De tiempos inmemoriales, la humanidad ha gustado de orar a sus dioses en


determinadas horas del día que propician un movimiento hacia la divinidad. Por
ejemplo:

Ø Los aztecas sacrificaban a sus víctimas al amanecer, para recordar la victoria


de Huitzilopochtli sobre la diosa de la luna Coyolxauhqui y sus hermanos las
estrellas (Centzonhuitzanahua).

Ø Los egipcios oraban cuando el sol se ocultaba para despedir al dios Ra (del
Sol) que iniciaba su viaje por el mundo de los muertos: "Los habitantes del
antro alzan sus brazos y te aclaman..." (Libro de los Muertos).

Ø Los hindúes tienen una meditación especial llamada Samdhya y esta ocurre
en el crepúsculo.

b) En la cultura romana:
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Los romanos celebraban cenas fúnebres (Refrigerium) por las noches, ya que
éstas manifiestan el mundo de los muertos y el tiempo en que éstos pueden convivir
con los hombres.

El tiempo antiguo romano estaba dividido así:

Ø Prima: 6-9
Ø Tercia: 9-12
Ø Sexta: 12-3
Ø Nona: 3-6
Ø I Vísperas: 6-9
Ø II Vísperas: 9-12
Ø III Vísperas: 12-3
Ø IV Vísperas: 3-6

Pero también distinguían otras horas que llamaban:

Ø Al canto del gallo: 12:00 MN aprox.


Ø Al alba.
Ø Al amanecer.

Del primero viene la llamada: Misa de Gallo, porque se celebraba al canto del gallo,
a las Doce de la noche.

c) En el monoteísmo no cristiano:

Ø Para los musulmanes, su oración ritual se llama: Salat (acción de inclinarse)


se celebra generalmente cinco veces al día: al alba, al amanecer, a medio día,
al atardecer y al iniciar la noche.

Ø Los judíos sacrificaban en el templo por la mañana y en la tarde. Su oración


oficial: Shemá. Era recitado en la mañana, en la tarde y al acostarse.

d) En el Cristianismo:
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La Iglesia entendió el mensaje de Cristo, la necesidad de orar incesantemente:


(I Ts 5,17; Rom 12,12; Col 4,2; Ef 6,18; Lc 8,1; 21,36). De estar en una actitud de
oración. Lo cual, no significa que todo el día se esté rezando, sino que ésta actitud
de total dependencia del Padre ("Mi alimento es cumplir con la voluntad del que me
envió") sea manifestada en momentos claves y tensionantes.

Al principio, la Iglesia oró tres veces al día con el Padrenuestro (Didajé VIII,2-3),
era un resabio del Shemá. Luego se fueron consagrando horarios propios de oración
en base a acontecimientos apostólicos:

Ø Tercia: La Parábola de los Obreros (Mt 20,3); La Crucifixión (Mc 15,25); La


Venida del Espíritu Santo (Act 1,15).

Ø Sexta: La Parábola de los obreros (Mt 20, 5); Se obscureció toda la tierra (Mt
27,45); El pasaje de la samaritana (Jn 4,6); La entrega de Cristo por parte de
Pilatos (Jn 19,4) y la oración de Pedro (Act 10,9).

Ø Nona: La parábola de los obreros (Mt 20,5); La crucifixión (Mt 27,45); La


muerte del Señor (Mt 27,46); La oración de Pedro y Juan (Act 3,1); La Visión
de Cornelio (Act 10,3).

La Traditio Apostolica señala otras horas adicionales de oración: Al despertar,


tercia, sexta, nona, antes de dormir, a media noche y al canto del gallo.

La tradición pre-vaticana conoce las Horas de: Maitines, Prima, Tercia, Sexta, Nona,
Vísperas, Completas.

La Reforma Vaticana estableció como Horas: Laudes, Tercia/Sexta/Nona; Vísperas,


Completas y el Oficio de Lectura.

3.- En La Semana:

Sabemos que la formación de las semanas corresponde a las fases de la luna. El ciclo
lunar equivale a 28 días, durante este ciclo, la luna manifiesta cuatro etapas o fases:
Luna Nueva/ Luna Media/ Luna Llena/ Cuarto Menguante. Cada una de estas fases
equivale a 7 días.
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Sabemos también que los antiguos se guiaron casi todos por la luna, pues era más
fácil de contabilizar y además sus fases misteriosamente regían varias actividades
de la vida animal y vegetal: La tala de los árboles, la marea del mar, la menstruación,
etc.

Los romanos dedicaron cada uno de los días de la semana a diferentes deidades:

Ø Día del Sol (Helios).


Ø Día de la Luna (Selene).
Ø Día de Marte (Guerra).
Ø Día de Mercurio (Mensajero).
Ø Día de Júpiter (Padre).
Ø Día de Venus (Amor).
Ø Día de Saturno (Agricultura).

El Cristianismo influyó para que algunos de estos nombre fueran cambiados,


concretamente: el primero y el último, o sea, Domingo: Dies Domini. Y Sabbat
(descanso).

La liturgia cristiana celebra especialmente el Domingo: Día en que el Señor ha


resucitado y se ha manifestado a sus discípulos. Pero obedeciendo a un computo
antiquísimo de medir los días, la Iglesia celebra el inicio del Domingo desde el
Sábado por la tarde. Cabe aquí aclarar, que la Iglesia no celebra el Día del Señor en
Sábado, sino que el Día del Señor inicia desde el Sábado por la tarde.

Pero, también es cierto que los primeros judíos siguieron las costumbres de la
Sinagoga, que en Jerusalén además del Sábado, se reunían también los martes y los
jueves (días de mercado).

Cuando se dio la ruptura de la Sinagoga con el cristianismo, los cristianos


abandonaron el Sábado por la noche para la celebración de la Eucaristía y la
limitaron solamente al día Domingo (Primer Día de la Semana) y se cambiaron de
martes a miércoles y, de jueves a viernes.

De hecho, los días martes y viernes recibieron, hasta el día de hoy una connotación
penitencial, por las características que revestía la celebración de la Eucaristía.
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Aunque también es cierto que no era la práctica de toda la Iglesia, ya que en Africa
del Norte se tiene el testimonio de san Agustín en que se celebraba la Misa todos los
días.

4.- El Domingo:

Occidente no conocía una celebración de la Pascua, al estilo hebreo, es decir, en la


primera luna llena de primavera, sino cada Domingo (La Pascua Semanal). Este día
que conmemoraba la resurrección del Señor venía festejado con la celebración de la
Misa.

La tradición latina, cambió el nombre de Día del sol, por el Día del Señor. En
cambio, la tradición sajona, conservó la antigua nomenclatura: Sunday.

5.- El Año:

Compuesto por sus cuatro estaciones (Primavera, Verano, Otoño e Invierno) cumple
con un ciclo visiblemente manifestado en la naturaleza.

Hoy en día, el año empieza con el invierno (1ero. de Enero), pero antes, como para
los romanos, iniciaba en Marzo (dios Marte). Igualmente para los judíos cuyo primer
mes (Nisán) es fijaba en Marzo, mes en el cual inicia la primavera.

Todas las culturas primitivas tenían celebraciones anuales. Un ejemplo de ello eran
los Saturnales, en honor al dios de la agricultura de los romanos: Saturno. Estas
fiestas iniciaban el 17 de Diciembre y duraban una semana (hasta el 24). Los
romanos se intercambiaban velas y pequeños regalos, se suprimían las distinciones
de clases: los señores servían a sus criados. El Estado, ofrecía un banquete popular
frente al templo de Saturno. Este ambiente de fiesta se mantenía en los días
sucesivos con diferentes eventos.

Algunas fiestas anuales tenían especial significación a los cinco años: Lustrum
(Fiestas de Marte en Roma), consistía en una procesión hasta su templo donde se
ofrecían sacrificios. Cada 50 años los judíos celebraban los años jubilares con los
cuales quedaba liberada una tierra (Lv 25,11-13). Los 100 años Saecula: Ludi
Saeculari (Juegos del Centenario), con el fin de limpiar de toda culpa los años
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precedentes y, saludar el inicio de una nueva era. Estas fiestas iniciaron el año 249
aC durante la primera Guerra Púnica.

II. LA CELEBRACIÓN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS

1.- Origen y Desarrollo Histórico:

Ciertamente el recuerdo vivo y fresco de Cristo, fue el aliciente más fuerte de la


Comunidad Primitiva. Como ya lo habíamos considerado, el Evangelio nos muestra
a Jesús como el gran orante que enseñaba a sus discípulos a orar.

No se trataba tanto de estar orando (rezando) todo el día, sino de vivir en una
continua actitud de oración2. Sin embargo, el precepto de orar constantemente fue
poco a poco interpretado al pie de la letra.

2
El sacrificio espiritual
"La oración es el sacrificio espiritual que abrogó los antiguos sacrificios. «¿Qué me importa el número de vuestros
sacrificios?» dice el Señor, «estoy harto de holocaustos de carneros, de grasa de cebones; la sangre de toros,
corderos y chivos no me agrada. ¿Quién pide algo de vuestras manos?» Lo que Dios desea, nos lo dice el evangelio:
«Se acerca la hora», dice, «en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad.
Porque Dios es espíritu» y desea un culto espiritual.
Nosotros somos, pues, verdaderos adoradores y verdaderos sacerdotes cuando oramos en espíritu y ofrecemos a
Dios nuestra oración como aquella víctima propia de Dios y acepta a sus ojos.
Esta víctima, ofrecida del fondo de nuestro corazón, nacida de la fe, nutrida con la verdad, intacta y sin defecto,
íntegra y pura, coronada por el amor, hemos de presentarla ante el altar de Dios, entre salmos e himnos,
acompañada del cortejo de nuestras buenas obras, y ella nos alcanzará de Dios todos los bienes.
¿Podrá Dios negar algo a la oración hecha en espíritu y verdad, cuando es él mismo quien la exige? ¡Cuántos
testimonios de su eficacia no hemos leído, oído y creído!
Ya la oración del Antiguo Testamento liberaba del fuego, de las fieras y del hambre, y, sin embargo, no había
recibido aún de Cristo toda su eficacia.
¡Cuanto más eficazmente actuará, pues, la oración cristiana! No coloca un ángel para apagar con agua el fuego, ni
cierra las bocas de los leones, ni lleva al hambriento la comida de los campesinos, ni aleja, con el don de su gracia,
ninguna de las pasiones de los sentidos; pero sí que enseña la paciencia y aumenta la fe de los que sufren, para que
comprendan lo que Dios prepara a los que padecen por su nombre.
En el pasado, la oración alejaba las plagas, desvanecía los ejércitos de los enemigos, hacía cesar la lluvia. Ahora
la verdadera oración aleja la ira de Dios, implora a favor de los enemigos, suplica por los perseguidores. ¿Y qué
tiene que sorprenderte que pueda hacer bajar del cielo el agua (del bautismo) si pudo también impetrar las lenguas
de fuego? Solamente la oración vence a Dios; pero Cristo la quiso incapaz del mal y todopoderosa para el bien.
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A semejanza de otras religiones, se establecieron horas oficiales de oración como lo
señala san Ignacio de Antioquía3 (siglo II) en su carta a Magnecio(7,1).

En el siglo III, Tertuliano4 mencionará las "Orationes legitimae" indicando con ello,
las horas de la mañana y de la tarde (De Oratione, 25,5). También en este siglo,
Hipólito de Roma señala que los presbíteros y los diáconos deben reunirse en
compañía de los laicos, en el lugar indicado por el obispo, a fin de que celebren la
Palabra, enseñen a los fieles y oren juntos (Traditio Apostolica 39.41).

Para la oración de la tarde, se siguieron los modelos del rito familiar del lucernario.
Aun cuando este rito lo podemos también encontrar entre los romanos y los griegos.

En el siglo IV las Constituciones Apostólicas nos presentan ya una estructura de


vísperas semejante al uso actual.

Dos tipos de fuentes tenemos para estructurar el origen formal de la liturgia de las
horas: El uso monástico de oración y el uso catedralicio.

Ø El primero se desenvolvía en el ambiente monástico, de una manera sencilla


pero profunda. Aquí señalamos especialmente las vigilias, donde los monjes

La oración sacó a las almas de los muertos del mismo seno de la muerte, fortaleció a los débiles, curó a los
enfermos, liberó a los endemoniados, abrió las mazmorras, soltó las ataduras de los inocentes. La oración perdona
los delitos, aparta las tentaciones, extingue las persecuciones, consuela a los pusilánimes, recrea a los magnánimos,
conduce a los peregrinos, mitiga las tormentas, aturde a los ladrones, alimenta a los pobres, rige a los ricos, levanta
a los caídos, sostiene a los que van a caer, apoya a los que están en pie.
Los ángeles oran también, oran todas las criaturas, oran los ganados y las fieras que se arrodillan al salir de sus
establos y cuevas y miran al cielo: pues no hacen vibrar en vano el aire con sus voces. Incluso las aves cuando
levantan el vuelo y se elevan hasta el cielo, extienden en forma de cruz sus alas, como si fueran manos, y hacen
algo que parece también oración. ¿Qué más decir en honor de la oración? Incluso oró el mismo Señor a quien
corresponde el honor y la fortaleza por los siglos de los siglos."
Del Tratado sobre «La Oración», de Tertuliano, presbítero (Cap. 28-29: CCL 1, 273-274)
3
Obispo, mártir. muere: circa 107. Fiesta: 17Octubre. De sobrenombre "Theophorus" (portador de Dios).
Fue obispo de Antioquía, Siria, por cuarenta años. Fue llevado a Roma en tiempo del emperador Trajano, donde
lo echaron a las bestias salvajes en el anfiteatro durante los juegos públicos. Camino a Roma escribió siete cartas
que se conservan y son de gran valor doctrinal. Sus reliquias también se conservan en la Basílica de San Pedro,
Roma. Su nombre se menciona en el primero canon Eucarístico.
4
Una de las principales figuras del siglo III para el cristianismo, Quinto Septimio Florencio Tertuliano, más
conocido simplemente como Tertuliano, nació en el seno de una familia gentil (o pagana) en Cartago -África-
hacia el 150-160 d.C. Su padre era centurión en la armada preconsular, y Tertuliano, tras una juventud disipada y
licenciosa según su propio testimonio se convirtió al cristianismo en la ciudad de Roma, hacia el año 195 d.C.
siendo después, según Jerónimo, presbítero de la iglesia de Cartago.
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al canto del gallo, se levantaban, caminaban hacia el oratorio (coro) y junto
con los salmos leían textos de la Escritura. En algunos monasterios esta vigilia
se prolongaba hasta el alba, en otros, menos rigurosos los monjes volvían a
la cama y se levantaba al alba para las oraciones de la mañana.

Ø Del segundo, el ejemplo clásico son las vísperas que se hacía con gran
solemnidad tomando parte el obispo, los presbíteros, los diáconos, algunos
monjes que atendían la catedral y los fieles.

De este mutuo intercambio, que se dio en las ciudades, nació una liturgia mixta que
vino a ser, más o menos, la actual estructura de la Liturgia de las Horas.

Pero, al que podemos propiamente llamar padre de esto es a san Benito de Nurcia
(+547) 5 que influenciado por la forma de la celebración Romana de las Horas,
introdujo varias modificaciones al llamado: Cursus monastichum: Maitines (antes
de amanecer), Laudes, Prima-Tercia-Sexta-Nona, Vísperas y Completas. Este
número de Horas fue el mismo hasta 1970.

Cuando las ciudades crecieron, se fundaron las parroquias, los obispos se


entendieron más de lo administrativo y del gobierno, se empezó poco a poco a
delegar a otros clérigos la presidencia de la Liturgia de las Horas. Más tarde, las
ocupaciones de los miembros de la Curia Romana, le pidieron al Papa el poder
celebrar en privado el Oficio. Con todo esto, la práctica del rezo público (coral) se
fue poco a poco relegando a los monjes, cuando fue patrimonio de todos los
bautizados.

Pese a que muchos clérigos habían obtenido indulgencia para poder rezar el Oficio
en privado, nuevamente, por el exceso de las cargas administrativas y de gobierno
de los miembros de la Curia, se pensó en un libro que condensara todas las Horas y
todas las partes que originalmente le tocaba a diversos ministros. Este libro, que sólo
tenía los inicios y los finales, de modo que fuera fácil advertir de que texto se estaba
tratando, se llamó Breviario. Más tarde, el Breviario no solo indicaba a que libro

5
Nacido en Nursia (Umbria) hacia el año 480 dC. Gregorio conoció la vida del monje y abad Benito a través de
algunos discípulos directos del santo. Siendo Benito un joven estudiante en Roma, decide cambiar radicalmente
su vida haciéndose monje (solitario). Una hermana suya, de nombre Escolástica, ya había sido consagrada a Dios
desde su infancia. Al comienzo de su nueva vida Benito habita en la región montañosa de Subiaco, no lejos de
Roma, donde más tarde establece varios monasterios con numerosos discípulos. Finalmente se traslada a
Montecassino, donde funda un nuevo — y célebre — monasterio, en el cual reside hasta su muerte.
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acudir para encontrar un texto, sino que desde el siglo XI se empezó a incluir todos
los textos en un solo libro, al que se le siguió llamando: Breviario.

La Iglesia no estaba conforme con estos cambios, lo cual motivo una cada vez más
creciente necesidad de una reforma. En el siglo XVI, el Cardenal español,
Francisco Quiñones6 preparó una reforma profunda del Oficio Divino. En efecto,
Quiñones sabía bien que el Oficio se sentía como una carga que no era fácil de
cumplir y que su estructura ya no correspondía a la práctica, ya que lo habitual, para
esta época, es la recitación privada del Oficio, mientras que la comunitaria era algo
eventual y extraordinario.

Quiñones, verdaderamente abrevió el Oficio, le quitó todos los elementos


anecdóticos, redujo el santoral y eliminó todas las partes que indicaran que se trataba
de un rezo comunitario. El Nuevo Oficio (1535) fue bautizado por la gente como el
Breviarium Sanctae Crucis, en honor al título cardenalicio de Francisco Quiñones
que era precisamente la Iglesia de la Santa Cruz (Roma).

6
Cardenal, nacido en el Reino de León, España en 1482; murió en Veroli, Italia, el 5 de noviembre de 1540. Hijo
de Diego Fernández de Quiñones, el conde Luna, fue educado como paje del cardenal Jiménez, y a la edad de
dieciséis años entró en la orden de los Frailes Menores en el convento de Los Ángeles (España), tomando el nombre
de Francisco de los Ángeles (1498). Habiendo completado sus estudios, desempeñó sucesivamente diferentes
cargos de la orden como custodio, comisario general y ministro general. En 1521 obtuvo permiso especial y
facultades de León X para ir a las misiones en América, junto con el padre Glapion, O.F.M., confesor de Carlos
V, pero Glapion murió ese mismo año y Quiñones fue elegido comisario general de los franciscanos ultramontanos
(1521-23). En el capítulo general de la orden en Burgos, en 1523, fue elegido ministro general (1523-27). Como
general, visitó los conventos de España (1523-25), y una gran parte de Italia y Bélgica (1525-27), promovió los
estudios, mantuvo la disciplina general y no fue menos activo a favor de las misiones. En 1524 envió a doce
misioneros a México, entre ellos el padre Juan Juárez que después fue el primer obispo dentro del actual territorio
de los Estados Unidos. (Ver Engelhardt, "Las Misiones y Misioneros de California", San Francisco, 1908, I, 604).
Después del "saco de Roma" y el encarcelamiento de Clemente VII (mayo de 1527), Quiñones, que se relacionaba
a distancia con Carlos V y era también su confidente, parecía el hombre más capaz para efectuar la liberación del
papa y la plena reconciliación entre éste y el emperador. Fue enviado tres veces ante el emperador para este
propósito, y sus esfuerzos se coronaron con el éxito con la liberación de Clemente (diciembre de 1527), y los
tratados de Barcelona (1528) y Cambray (1529). Como estas embajadas hicieron imposible el gobierno eficaz de
la orden, Quiñones renunció al generalato en diciembre de 1527, y en septiembre del siguiente año fue creado
cardinal del título de Santa Cruz en Jerusalén, de ahí su nombre "Cardenal de la Santa Cruz". De 1530 a 1533 fue
también obispo de Coria, en España, y durante un tiempo corto, en 1539, administrador de Acerno (Nápoles), pero
nunca fue cardenal obispo de Palestrina, como afirman algunos autores. El cardenal Quiñones siempre ocupó una
posición distinguida en el Sacro Colegio y siguió estrechamente el movimiento de la Reforma en Alemania.
Cuando Pablo III contempló la convocatoria de un concilio general en Mantua, envió (1536) al Cardenal de la
Santa Cruz a Fernando I, rey de los rumanos y de Hungría, para promover esta causa. El cardinal, sin embargo, no
vivió para ver la apertura del Consejo de Trento en 1545. Su cuerpo se llevó de Veroli a Roma y fue enterrado en
su iglesia titular en una tumba que él se había preparado.
Quiñones dejó algunas recopilaciones legislativas para su orden, pero es más conocido por su reforma del Breviario
romano emprendida por orden de Clemente VII
16

El Nuevo Breviario fue acogido con entusiasmo y llegó a la edición 100 en menos
de 33 años. Pero el Papa siguiente (Paulo V, 1568)7 le pareció que había sido un
grave abuso haber dado un giro tan grande al pasar del sentido comunitario al
privado (pese a que la práctica era esa) por lo que pidió que se reelabora un nuevo
Oficio, que ciertamente tomó algo del de Quiñones, pero reintrodujo todas las partes
comunitarias.

Sin embargo, el Breviario no fue del todo un éxito ya que fue sometido a muchas
reformas (Trento) incluso, en algunas partes fue completamente rechazado como en
Francia. Con todo esto, los reclamos de una Reforma seguían cada vez más fuertes.
San Pío X8 hace eco a estos reclamos y aligera en algo lo extenso del Oficio, pero la
muerte le impide con la restructuración.
No es sino hasta el Papa Pío XII9 que se establece una comisión, para la corrección
de la Vulgata, en la que se le dio otra fisonomía a la métrica de los salmos
(originalmente compuestos en hebreo, traducidos al griego y, luego al latín). Esto
generó entre los lingüistas y poetas muchos elogios; pero no así entre los biblistas y
los liturgistas, que aunque admiraban el esfuerzo poético, sentían que era en
detrimento del contenido del texto.

Por ello, la SC va a tratar abundantemente el tema del Oficio Divino dedicándole el


capítulo IV con 19 artículos, con lo que queda claro la importancia que esto
representaba en las inquietudes de la Iglesia.

Nota.- Con dato anecdótico, jamás en el transcurso del entero Concilio Vaticano II,
los Obispos se reunieron aunque fuera por grupos para rezar en común el Oficio,
se veía, por el contrario, Obispos apurados por los corredores cada uno rezando el
Oficio.

7
Pablo V (Camillo Borghese): Roma; Mayo 16 (29), 1605 - Enero 28, 1621.
Nació en Roma. Elegido el 29-V-1605, murió el 28-I-1621. Tuvo relaciones con Miguel Romanoff de Rusia y se
apeló a las naciones civiles para que cesasen las persecuciones contra los cristianos en Japón y China. Favoreció
la Astronomía pero dejo condenar a Copérnico.
8
San Pio X (Giuseppe Sarto): Riese (Treviso); Agosto 4 (9), 1903 -Agosto 20, 1914.
José Sarto. Nació en Riese. Elegido el 9-VIII-1903, murió el 20-VIII-1914. Concluyó el Código canónico. Inicia
la publicación del "Acta Apostolicae Sedis" que contiene leyes documentos en el texto integral. Estableció la
elevación de la hostia y del Cáliz.
9
-Pio XII (Eugenio Pacelli): Roma; Marzo 2 (12), 1939, a Octubre 9, 1958.
Nació en Roma. Elegido el 2-III-1939, día de su cumpleaños (63 años) Murió el 9-X-1958. Luchó contra la
persecución del marxismo. En la cripta debajo de la B. de San Pedro descubrió la tumba del Santo. Celebró el 24
Año santo (1950) y proclamó el Dogma de la Asunción de María
17

La Reforma Vaticana, pondrá un acento especial en el carácter comunitario del


Oficio, pedirá que se rece de acuerdo a la Hora del día que se indica y extendió el
uso de la salmodia de una semana a un mes.

3.- Naturaleza de la LH:

a) La LH es oración por medio, con y en Cristo:

La oración directa a Dios debe ser conectada con Cristo, Señor de todos los hombres,
único mediador y el único por el cual tenemos acceso a Dios. Así, por medio de
Cristo, la religión humana consigue su valor salvífico y logra sus fines (IGLH 6).

"Cristo, ora por nosotros como nuestro sacerdote; Ora en nosotros como nuestra
cabeza; le es dirigida nuestra oración como nuestro Dios. Reconozcamos pues, en
él nuestra voz y su voz en nosotros" (San Agustín10: Enarr. in Ps 81). De esta forma

10
Nacido en Tagaste (Numidia) el año 354, hijo de padre pagano y madre cristiana, Agustín fue educado por ésta
en el cristianismo, aunque pronto abandonó su práctica. Estudio gramática y literatura latinas y, posteriormente,
hasta los veintinueve años de edad, enseñó retórica en Cartago.

Tras una juventud algo disipada en Cartago, la lectura de un escrito de Cicerón le llevó al estudio de la filosofía y
a la búsqueda de la verdad, que, en un principio, creyó encontrar en la doctrina de los maniqueos, que defendió
durante unos diez años.

Cuando empezó a dudar de ella, se trasladó a Roma, y luego a Milán, donde siguió ejerciendo como profesor de
retórica. Sus dudas dieron como resultado un escepticismo filosófico, del que se libró mediante la lectura de los
neoplatónicos, en especial de Plotino, que seguiría influyendo en su pensamiento posterior.

La posesión de la verdad sólo la encontró Agustín en el cristianismo, al que se convirtió, por influencia del
obispo Ambrosio, de Milán, en el año 387. Desde entonces llevó una vida dedicada al estudio y a la
contemplación, que mantuvo prácticamente hasta su muerte, a pesar de las ocupaciones del ejercicio pastoral,
primero como presbítero y, después, como obispo de Hipona, en el norte de África, a donde había vuelto desde
Italia en el año 388. Su muerte acaeció en el año 430, mientras los vándalos sitiaban Hipona, cuando el Imperio
Romano de Occidente daba los últimos estertores.

Su pensamiento, de orientación platónica, defiende que la verdad no ha de buscarse en el mundo exterior por
medio de los sentidos, sino reflexionando, volviendo la mirada hacia el interior de uno mismo: No vayas fuera.
Vuélvete hacia dentro de ti mismo. La verdad habita en el hombre interior.

San Agustín es el primer gran talento filosófico desde la filosofía griega clásica. Con su obra y con su
considerable influencia en la Iglesia y en el pensamiento cristiano, San Agustín contribuyó en gran manera a
afianzar la orientación platónica de la filosofía en los siglos siguientes, hasta el resurgir del aristotelismo en el
siglo XIII.
18
Cristo está presente y opera la salvación no solo en la celebración de la Eucaristía,
sino además en la Liturgia de las Horas.

La Liturgia de las Horas no es solamente una prolongación de la santificación obrada


por la Eucaristía, es ella misma, un intenso encuentro con Cristo. Así lo manifiesta
Hipólito de Roma: "Semper Christum in memoria habere" (Tener siempre a Cristo
delante de nuestros ojos).

b) La LH es la Oración de la Iglesia:

La Iglesia a través de los tiempos se ha manifestado fiel al mandato de Cristo: Orar


incesantemente, no solo por medio de la Eucaristía, sino por medio de la oración.
Ella misma es: Ecclesia Orans (Iglesia en continua oración).

Cualquiera que rece la LH, con o sin encomienda oficial por parte de la Iglesia,
colabora a la autorealización de la misma, en el sentido de la glorificación a Dios y
la salvación de los hombres. Participan a demás del alto honor de la Esposa de
Cristo, porque alabando al Señor, se está delante del trono de Dios en nombre de la
Iglesia (SC 85).

c) La LH tiene carácter dialógico:

"En la LH se cumple la santificación del hombre y se ejercita el culto divino, de tal


modo que se realiza en ella este commercium seu dialogus entre Dios y los hombres
en el cual, Dios habla a su pueblo... y el pueblo a su vez, responde a Dios con el
canto y la oración" IGLH 14.

d) La LH es sobretodo oración comunitaria:

Ésta no es de ninguna manera oración privada o devocionalismo, es oración oficial


de la Iglesia y por lo mismo, debe realizarse pensando en toda la Iglesia y no en los

Los primeros escritos de San Agustín están dedicados a combatir los errores que él mismo había seguido durante
su juventud. Así, combate a los escépticos, maniqueos y pelagianos en su obras Contra los académicos, Sobre el
libre albedrío, etc. Sus obras más importantes, además de éstas, son las Confesiones, de carácter autobiográfico,
Sobre la Trinidad y La ciudad de Dios.
19
gustos personales del que la reza. Además, la LH debe ser preferida en su
celebración comunitaria que en el rezo privado (SC 26.99).

e) La LH debe ser celebrada en el tiempo correspondiente:

Para que efectivamente se manifieste el carácter globalizante y santificador que la


LH ejerce sobre la entera jornada, debe ser celebrada cada hora a su tiempo, ya que
su nueva estructura así fue pensada, diseñada y estructurada: Los salmos de Laudes
tiende todos a la alabanza, mientras que los de Vísperas a la Acción de Gracias; los
de Completas al final del día y las Horas Intermedias a cada evento que recuerdan
(Cfr. IGLH 11)..

f) La LH como obligación para ciertas personas y comunidades:

A fin de que la oración de la Iglesia no falte, ni en ningún lugar, ni a ninguna hora,


la Iglesia ha responsabilizado de esta oración esencial a aquellos que han recibido
la ordenación sagrada o la profesión religiosa (IGLH, 17.28s). (Lo que se refiere a
los Diáconos permanentes, dada su inserción en el trabajo y la familia, al menos a
las Horas más importantes deben estar vinculados con el Oficio de toda la Iglesia).

La norma anterior al Vaticano II, sancionaba como pecado grave a aquellos clérigos
que omitían aunque el rezo de las Horas menores, o una parte considerable de las
restantes Horas.

El espíritu de la LH supone que los consagrados oran por todos aquellos que les
compete la marcha del mundo y, que, por lo tanto, no pueden dedicarse con mayor
serenidad a la oración. Por tanto, no sería una falta contra la espiritualidad o santidad
de la Iglesia evitar la oración de las Horas; sino una grave falta contra la justicia,
pues si los hombres y mujeres dejan de trabajar, el mundo pararía en el caos. ¿Qué
sucedería si los hombres y mujeres consagrados dejarán de orar?

La norma actual establece, que por la multitud de oficios o tareas que un clérigo
tenga, puede con permiso del Ordinario, hacer un intercambio con otras acciones
litúrgicas. Además puede el Obispo o el Superior General (si fuese el caso) dispensar
de todo o una parte o conmutar la obligación de la LH (SC 97).
20
Sin embargo, Laudes y Vísperas se deben tener como las Horas más estimadas, por
lo que sólo por una causa grave pudieran dispensarse (IGLH 29).

g) La LH bien celebrada favorece la Piedad Personal:

La naturaleza de esta oración la hace tal que no puede ser celebrada exteriormente,
si el interior no concuerda con éste (SC 90).

Más aún, se debe procurar "tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús" en la
oración (IGLH 19). Para lo cual, no basta la disposición de ánimo, sino además la
instrucción bíblica y litúrgica, especialmente en lo que se refiere a los salmos (IGLH
90).

No se debe olvidar tampoco, el silencio contemplativo en el rezo de la LH (IGLH


30.202), tal como la SC lo pide para todas las acciones litúrgicas.

3.- Actual Estructura:

a) El Salterio:

No se trata en la LH de la propia oración (Psalmi introductorii), sino de la Oración


misma de Jesucristo, que la Iglesia como Cuerpo Místico de éste, se une a él para
una sola alabanza y una sola súplica a Dios Padre.

Por lo mismo, debemos usar las mismas palabras con las cuales Dios ha inspirado a
los hombres: El mejor elemento son los salmos, tan llenos del diario vivir humano,
tan llenos del sentir del hombre y de su acontecer, que la Iglesia ve en ellos, todo
cuanto pueda acontecerles a los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos.

La LH debe, por tanto, superar el ánimo psicológico del que la reza y unirse a todos
los sentimientos de la humanidad, tal como lo pide Rom 12,15 (IGLH 109).

Ya desde los santos Padres veían en los Salmos a Cristo que se dirige a su Padre; o
al Padre que se dirige a su Hijo; inclusive la voz misma de la Iglesia, de los
21
Apóstoles y de los Mártires. Para esto, la Iglesia se ha servido del uso de las
antífonas, que son las que colorean la intención con la cual se rezará cada salmo. Lo
mismo se dice de los títulos con los cuales se han encabezado los salmos de la LH,
a fin de que más fácilmente emerja la dimensión cristológica de los mismos.

En cuanto a la forma de rezar la salmodia, hay que tener presente que esta, desde
sus orígenes, fue pensada para que se cantara (según la usanza oriental).

La salmodia, que antes estaba distribuida en un día, luego en un mes, finalmente en


4 semanas. Hoy en día, no se han incluido los 150 salmos, ni los restantes están del
todo completos. Se han excluido aquellos principalmente los que incitan a la
violencia o a la ira de Dios, son los llamados salmos imprecatorios (Sal 57,82,108)
y algunos versículos de otros salmos que por su género serían más difícil que los
fieles cristianos los comprendieran. Antes no sucedía así, porque el oficio estaba
solo reservado a los clérigos (IGLH 131). Pese a ello, algunos han considerado como
un grave abuso esta supresión selectiva en la Palabra de Dios.

b) Los Himnos:

Aunque de uso corriente y antiquísimo en Oriente, fueron más difícilmente


aceptados por Roma. La razón es que muchas veces eran utilizados para inculcar
herejías entre los fieles cristianos, dado a que eran composiciones que hablaban más
de la forma de pensar del compositor y no de la Iglesia.

Roma, por tanto, los vino aceptando cuando las herejías vinieron a disminuir. Sin
embargo, otras Iglesias europeas y africanas los acogieron primero. Uno de los
ejemplos más significativo es Milán, donde san Agustín quedó vivamente
impresionado por la fe y la piedad de esta Iglesia en torno a su obispo: san
Ambrosio11, al que se le considera Padre de la Himnodia Occidental.

11
Obispo y doctor de la Iglesia (333-397) Era una familia feliz en todos los sentidos la de Ambrosio. Su padre,
muy buena persona "hombre grande delante de Jesucristo y a los ojos del César", dirá su hijo. Su madre, una buena
educadora. Su hermana Marcelina, que se entregará como virgen al servicio del Señor, y su hermano Sátiro, que
ayudaba a su madre en la administración de su casa. El más pequeño, Ambrosio, que roba el cariño de todos por
las extraordinarias cualidades que en él ya van apareciendo. Nació en Tréveris, donde su padre ejercía el alto cargo
de prefecto.
Su padre espera que su hijo Ambrosio sea un gran militar que le supere a él. Por ello deberá estudiar derecho para
que sepa las leyes y las haga cumplir.
22
Los Himnos, hoy en día, ilustran el carácter propio de las fiestas y las empapan del
sentir propio de cada cultura, por lo que las Conferencias Episcopales podrán sugerir
varios himnos para las ediciones propias de cada lugar (IGLH 178).

Los himnos están además adaptados a las Horas para las cuales fueron compuestos.
Algunos himnos son antiguos y otros modernos. En lo que se refiere a la edición
mexicana, una gran parte son españoles y otros tantos, compuestos por una comisión
latinoamericana.

c) Las Horas:

1) Invitación a la Oración: INVITATORIO:

Poco después llega la prueba a aquel hogar. Muere su padre. Su madre se traslada con sus hijos a Roma, la capital
del imperio. Ambrosio tiene catorce años. Siempre recordará aquellos años de su niñez y adolescencia donde
admiraba las maravillas de la naturaleza y la seriedad y cabal honradez de su buen padre.
A la edad de unos treinta años Ambrosio fue elegido gobernador de las provincias de Liguria y Emilia en nombre
del emperador Valentiniano I. La Capital era Milán. Aquí desarrolló una gran labor este honrado Gobernador
repartiendo justicia donde era necesario, sin importarle para nada las cualidades de las personas o su posición
social. El prepotente Probo, de cuya gran amistad gozaba, cuenta que al despedirlo hacia su nuevo cargo, le dijo:
"Ve, hijo mío, y condúcete no como juez, sino como obispo". Fue todo un vaticinio.
El obispo Auxencio había caído en la herejía arriana y había provocado una de las contiendas más duras de la
época. La cosa estaba revuelta. Cristianos y arrianos se habían dado cita en la Basílica de Milán para dirimir la
verdad y elegir el sucesor de aquel obispo que había dejado tan mal sabor de boca. Para calmar los ánimos
demasiado encendidos, habló el Gobernador que creyó era allí necesaria su presencia para poner orden. Y aquí
vino el prodigio. Todos quedaron hondamente impresionados por la sabiduría y verdad de cuanto salía de su boca.
Parecía era todo Palabra del Espíritu Santo. Y un niño gritó: "¡Ambrosio es nuestro Obispo! ¡Ambrosio es nuestro
Obispo!". Hubo un silencio sepulcral.
Todos quedaron admirados. Era la voz de Dios y todos la acataron gustosos, tanto cristianos como herejes. La voz
de Dios manifestada por boca de aquel infante. Todos de acuerdo menos el protagonista, Ambrosio, que de ninguna
forma quería aceptar. Él era aún un catecúmeno. Era el 7 de Diciembre del año 374. Este día quedará grabado en
los fastos de la historia de la Iglesia como un día de fiesta, ya que de allí saldrá una de las cuatro grandes lumbreras
o Doctores de Occidente. Ambrosio no pudo salir con la suya, ya que veía tan clara la voluntad de Dios manifestada
por el deseo del pueblo.
Ambrosio empezó entregando todos sus bienes a los pobres. En una semana recibió el bautismo, las órdenes
menores, el sacerdocio y el episcopado. Trató de formarse bien en la Teología católica de la que después escribirá
profundos tratados de tan rica doctrina, en cuanto trata, que difícilmente se le puede superar. Su acción como
Pastor y Padre fue inigualable. Reformó el clero de su tiempo que tanta necesidad tenía de ello: "Es necesario que
en el sacerdote no haya nada vulgar, nada común, nada plebeyo, nada mundano". Y sabrá defender los derechos
de la Iglesia contra los Príncipes que intenten denigrarla. Dirá al prefecto Calógono: "Si tú sabes obrar como
cortesano injusto, yo sabré sufrir como obispo católico".
San Basilio le escribía: "No conozco tu rostro, pero la belleza de tu alma está delante de mis ojos... Dios te ha
escogido para una obra eminente". "No temo morir, dijo, pues tenemos un Dios muy bueno". Era el 397 cuando
le llegó la hora.
23
En realidad, no es una Hora formal, sino una gran introducción a la Oración
de las Horas. Se inicia signando la boca con una frase del salmo 94, esto para
hacernos recordar que estamos en " línea directa " con el misterio pascual de Cristo.

Se recomienda a manera responsorial, ya que la antífona manifiesta el carácter


general de la celebración del día. Es algo así, como el " verso tema " que puede
inspirar la jornada (IGLH 34). La LH propone cuatro salmos (Sal 99;66;23) que
debe tenerse cuidado cuando se quiere escoger entre ellos, ya que puede repetirse
ese salmo en alguna de las Horas del día, lo cual sería inapropiado.

Para que este invitatorio no sea tedioso, se debe procurar que siempre sea cantado.

2) Reflexión/meditación: Oficio de Lectura:

Para la recitación privada de esta Hora no es necesaria una hora precisa, pero
si se va a reza en común, ha de preferirse durante la noche (a manera de Vigilia,
IGLH 70-73).

Esta Hora posee un leccionario propio, independiente del de la Eucaristía. Este


leccionario es bienal para la lectura bíblica, mientras que es anual para la lectura
patrística o hagiógrafa, o del magisterio. Hay que tener muy presente, que la lectura
del Evangelio, en la tradición romana, ha estado reservada para la Eucaristía.

La Congregación para el Culto Divino ha trabajado en la edición del V tomo de la


Liturgia de las Horas donde se presentaría un nuevo ciclo de lecturas para esta Hora
del Oficio. En México está por ser editado.

Solamente para las solemnidades se cuenta con un himno final (Te Deum).

3) La Alabanza: Laudes:

Su nombre oficial es Laudes Matutinae, (en femenino: Las Laudes ) que la


hace reconocer como una verdadera alabanza matutina. Esta es la razón verdadera
por la cual se suprimió la hora de Prima, con el fin, de no reduplicar una Hora dentro
del mismo tiempo horario.
24
Las antífonas de Laudes miran a la santificación de la jornada y del trabajo.

Por ser Hora capilar de toda la LH, al igual que Vísperas, consta de la Oración del
Señor y, del Cántico de Zacarías, ambos de extracción evangélica, a fin de dignificar
estos dos momentos. Fue precisamente Paulo VI quien pidió que el Padrenuestro
fuera incluido en Laudes y Vísperas para que junto con el Padrenuestro de la Misa
recordara el esquema de tres Padrenuestros que recomienda la Didajé 8,3 que
suplían los tres Shema de la liturgia hebrea.

Las preces de Laudes, son de alabanza, de glorificación a Dios por todas sus obras
y, la consagración de la jornada. Por lo cual, la ampliación que se hace de ellas debe
tener este carácter.

Finalmente, teológicamente, Laudes hace anámnesis de la Resurrección del Señor


(IGLH 38) por lo cual, sacramentalmente hace presente la fuerza de la gracia de ese
evento salvífico entre los que la rezan y para quienes se reza.

4) Horas Intermedias:

Son las Horas que nos recuerdan los eventos de la pasión del Señor y de la
propagación inicial del Evangelio (IGLH 75).

Según Hipólito de Roma, la hora de Tercia (9:00 AM - 12:00 MD) recuerda la


crucifixión. Sexta (12:00 MD - 3:00 PM, las tinieblas que cubrieron la tierra. Nona
(3:00 PM - 6:00 PM), la muerte de Jesús (Tr. Ap. 41).

Las tres Horas son obligatorias para la recitación coral, principalmente en los
monasterios. Pero para la recitación privada, basta la hora intermedia que más se
acomode a las exigencias del día.

Nota.- Cabe señalar que la Conferencia Episcopal Italiana, no la exige para los
clérigos.

La estructura es la misma para las tres horas, solo cambia el himno que es propio
para cada Hora, la lectura bíblica y la oración conclusiva.
25
La celebración de esta Hora se recomienda también como preparación para la
celebración eucarística de ciertas solemnidades o fiestas como las ordenaciones y
las profesiones religiosas, así como la dedicación de los templos.

5) Vísperas:

Vine de la palabra latina vesper que significa tarde. Con Laudes forma el eje
de la LH, pero a diferencia de la otra, Vísperas tiene el carácter de acción de gracias,
sobre todo en relación con la Ultima Cena que Cristo celebró la tarde del Jueves, así
como el sacrificio vespertino de Cristo en la cruz (IGLH 39).

Por esta altísima consideración, ya que Cristo mismo dijo que cuando él sea
levantado atraería a todos hacia sí, se recomienda vivamente, que las Vísperas se
celebren en la medida de lo posible comunitariamente, especialmente los domingos
y los días festivos (IGLH 21;40; SC 100).

La estructura es similar a la de Laudes, pero es más flexible: La lectura breve puede


ser sustituida por una más larga (pero no por la que toca ese día en la Eucaristía).
Se puede tener una homilía. El responsorio breve puede ser sustituido por un canto
que contenga el objetivo del responsorio.

Además, los elementos exclusivos de Laudes y Vísperas: Cántico Evangélico


(Magnificat); el Padrenuestro y las preces.

Por su carácter de acción de gracias por el día que concluye las preces de Vísperas
debe tener esa inspiración, más que súplicas, pidiendo por tal o cual necesidad.

6) Completas:

Viene de la palabra latina: Completorium = cumplimiento, es la oración antes


del reposo de la noche (IGLH 84).

Tiene una estructura un tanto distinta al resto de la LH. En la recitación común tiene
un examen de conciencia y un acto penitencial similar al de la Misa. Consta a lo
mucho de dos salmos por día (miércoles y sábado) todos ellos manifiestan el sentido
de confianza en Dios.
26

Comparte además, junto con Laudes y Vísperas, un cántico evangélico: Nunc


Dimittis (el de Simeón) pero a diferencia de los otros, en éste, la antífona es
invariable.

Completas finaliza con una antífona mariana (Salve Regina/Salve Regina


Coelorum/Angelus Domini nutiavit Mariae/ Regina Coeli/ Redemptoris Mater),
como remimisencia del antiguo Oficium Parvum o el Oficio Mariano que fue
suprimido para que en la Iglesia solo hubiera una sola Oración Oficial, siempre
cristológica y cristocéntrica.

Completas, además, es la única Hora del día que puede rezarse de memoria, siempre
la misma (ha de preferirse cualquiera de las dos dominicales).

Finalmente, Completas hace anámnesis del reposo de Cristo en el Sepulcro, no solo


en espera de la Resurrección, sino además liberación de los justos que yacían en el
infierno, por lo mismo, la liberación de todas nuestras penas y angustias.

La celebración auténtica de las Completas debe procurar un verdadero descanso, es


decir, un verdadero morir a todo lo hecho en el día que permita preparar el día
siguiente sin cargas, ni pecados.

4.- Formas de celebrar la LH:

a) Comunitariamente:

Como cualquier otra celebración de esta índole debe ser preparada y


distribuidas las funciones necesarias: Presidente, Coro, Antífonario, Lector. Por su
naturaleza, la celebración comunitaria de la celebración de las Horas debe ser
siempre cantada.

En nuestro ambiente, generalmente son celebraciones comunitarias Laudes y


Vísperas, mientras que en el monástico, lo son generalmente todas las Horas.

Ø El Presidente, hace las veces de Cristo o de la Iglesia, ya que la LH goza


como acción litúrgica de muchas de las prerrogativas de las acciones
sacramentales. A él le toca iniciar la oración, pues de esa manera indica que
27
se trata de una oración oficial. Iniciar las preces, la invitación al Padrenuestro,
concluir la oración, bendecir (si se trata de un Ministro Sagrado) y despedir
la asamblea.

Ø Al Coro (que puede distinguirse de los coros, es decir, de las dos secciones
en las que se divide a la asamblea para la mejor participación) le corresponde
la ejecución del Himno; interpretar el inicio de cada salmo; iniciar el
responsorio breve entre otras cosas.

Ø Al Antifonario, el corresponde el canto de cada una de las antífonas, tanto


para los salmos como para el cántico evangélico.

Ø El Lector, proclama solemnemente la lectura desde el ambón, al final debe


decir: Palabra de Dios (aunque en la instrucción para el uso de la Liturgia de
las Horas diga lo contrario, pues se trata siempre de una auténtica
proclamación de la Palabra de Dios aunque ésta sea breve).

Nota.- Se recuerda nuevamente que la lectura del Evangelio no entra en la LH, ni


debe seguirse tampoco el leccionario de la Misa, ni alargar la lectura que se
proponen en los textos.

La Forma más antigua de interpretación de la salmodia para la LH fue la


responsorial, es decir, se canta la antífona (regresar el sonido) que la asamblea repite,
mientras que el coro canta los versos de los salmos y la asamblea sigue repitiendo
la antífona entre uno y otro verso.

Otro estilo es el antifonado, es decir, la asamblea se divide en dos coros, el


antifonario interpreta la antífona, el coro inicia el primer verso, le sigue el primer
coro y a este le responde el segundo coro con el siguiente verso, así hasta el final.
Luego, el coro interpreta el Gloria y toda la asamblea lo contesta y, concluyen
nuevamente con la antífona.

No debe olvidarse tampoco, que el silencio es un elemento importantísimo en la


celebración de cualquier acción litúrgica, ya que significa la presencia operante del
Espíritu Santo.
28
Va en contra del sentido comunitario y el carácter de la salmodia la simple
recitación. Debe por tanto, hacerse un verdadero esfuerzo por respetar la naturaleza
de esta oración que es cantada.

El incienso se puede usar durante el cántico evangélico para incesar el altar, al


sacerdote y al pueblo.

b) Privada:

Cuando no hay la posibilidad de reunir a la Asamblea para la oración de las


Horas, se considera factible que individualmente se rece la misma, pero siempre en
la conciencia que se está íntimamente unido a la acción de toda la Iglesia, en todo el
mundo.

La actual estructura de la LH es 100% comunitaria. Paulo VI escuchó los reclamos


de muchas voces en la Iglesia que pedían (a la manera de Quiñones) una estructura
para la recitación privada, es más, que hubiera dos LH. A tal, el Papa se opuso
rotundamente, pues la oración de la Iglesia debe ser una, pero para no caer en errores
antiguos, permitió, que los que rezan en privado la LH suprimas las partes dedicadas
a la celebración comunitaria.

Las partes que se pueden suprimir son: Las antífonas al final de cada salmo y del
cántico, y el responsorio breve.

c) Unida a la Celebración Eucarística:

Aún cuando no sería aconsejable, (la propuesta fue acogida para favorecer a
los monjes que así querían cumplir con ambas cosas a la vez) es posible
litúrgicamente, pero no debe ser lo ordinario.

De ser posible y las circunstancias lo aconsejan, todas las Horas pueden unirse a la
Misa, claro está, respetando el sistema horario de la LH:

1) Con Laudes:
29
Como Laudes es una oración que abre la jornada y pide a Dios la santificación
del día que está por empezar, entonces se une a la Misa en lugar del acto penitencial
(IGLH 94) (entiéndase bien que el Kyrie eleison no es parte de Acto Penitencial, por
lo que debe de recitarse).

Si es día feriado, se inicia con el saludo de Laudes, el himno y los salmos, se


concluye con el Kyrie y la oración colecta de Misa.

Pero si es día festivo, tras la procesión y canto de entrada, el presidente saluda de


manera acostumbrada, se siguen los salmos, continua el Kyrie, el Gloria (si éste se
prescribe) y se concluye con la oración colecta.

La Liturgia de la Palabra se toma del leccionario de la Misa, las preces de la LH se


toman solo en los días feriados, en las solemnidades se usa la Oración Universal de
la Misa (IGLH 94).
Para concluir la Liturgia Eucarística, antes de la oración post-comunión se canta el
cántico evangélico con su antífona. Luego se dice la Oración Post-comunión.

Los ritos conclusivos son como en la Misa.

2) Para las Horas intermedias:

Se unirán a la Misa con las mismas prescripciones que Laudes, solamente en


lo que se refiere a la salmodia (IGLH 95). Pero, si en vez de preceder la celebración,
siguen después de la Misa, entonces: Una vez dicha la oración post-comunión sigue
la salmodia de la Hora Intermedia, se suprime la lectura y se concluye con la oración
propia de la Hora. Los ritos conclusivos, son los de la Misa (IGLH 97).

3) Con Vísperas:

Aún cuando Vísperas se puede unir a la Misa como Laudes, es decir antes la
Misa (y que sigue la misma forma). Por ser Vísperas una celebración, que si bien,
no cierra la jornada (esto lo hace Completas), si es por naturaleza para cuando el día
está por concluir.

Por tanto, es recomendable que Vísperas cierre también la Misa. De este modo,
dicha la oración post-comunión se sigue la salmodia de vísperas, se continua con el
30
cántico evangélico y se concluye con la oración final de la Hora. Los ritos
conclusivos, son los de la Misa.

Es muy importante aclarar, que no se puede unir las Primeras Vísperas de una
solemnidad o del domingo, con la Misa precedente o del sábado (IGLH 96).

4) El Oficio de Lectura:

Generalmente no se une a la celebración de la Eucaristía, ya que como lo


hemos indicado anteriormente, la LH y la Misa tienen Leccionarios que deben de
respetarse mutuamente y no confundirlos.

Sin embargo, pudiera ser factible esto, solo en la Misa de la Navidad de Media
Noche, con el fin de paragonarlo con la celebración de la Vigilia Pascual. Ya que
Pascua-Navidad son el Eje de todo el Año Litúrgico.

Cuando esto suceda, entonces, se inicia todo como se acostumbra en el Oficio de


Lectura, después de la segunda lectura, incluido su responsorio, se pasa al Gloria y
lo demás sigue igual.

Cuando el Oficio se une a otra Hora de la LH, entonces, se inicia con la invocación
inicial, se toma el himno de la Hora que se une al Oficio, se continua con los salmos
y lecturas del Oficio, se omite la oración y conclusión del mismo y se pasa
directamente a los salmos de la Hora que se ha unido.

5) Con Completas:

Se sigue el mismo esquema de Vísperas, pero con las anotaciones


correspondientes a Completas. Es decir, el acto penitencial es el de la Misa, ésta se
desarrolla como siempre, dicha la oración post-comunión se recita la salmodia, se
omite el responsorio breve, sigue el cántico de Simeón, la oración conclusiva de
Completas y se concluye con los ritos de la Misa y al final la antífona final de la
Virgen María.
31

III. EL DOMINGO: DÍA DEL SEÑOR

1.- Fundamentos bíblicos y desarrollo históricos:

Desde los tiempos apostólicos, el primer día de la semana hebráica, tuvo para
los cristianos una significación especial, no solo porque conmemoraba la
Resurrección del Señor, sino además, porque fue el día preferido por el Señor para
aparecerse a sus discípulos entre la resurrección y la ascensión.12 Es también el día,
en que el Señor glorificado envía desde el cielo al Espíritu Santo como Don para la
Iglesia13.

Todo esto hace que el Domingo se convierta en el Día del Señor14 (Sal 117,24), el
día preferido por la comunidad cristiana para reunirse (Act 20,7) para ejercer la
12
Mt 28,9; Lc 24,13s; Jn 20,19s.
13
Jn 20,22; Act 2,1s.
14
Juan Pablo II “Dies Domini” 75. Al ser el domingo la Pascua semanal, en la que se recuerda y se hace presente
el día en el cual Cristo resucitó de entre los muertos, es también el día que revela el sentido del tiempo. No hay
equivalencia con los ciclos cósmicos, según los cuales la religión natural y la cultura humana tienden a marcar el
tiempo, induciendo tal vez al mito del eterno retorno. ¡El domingo cristiano es otra cosa! Brotando de la
Resurrección, atraviesa los tiempos del hombre, los meses, los años, los siglos como una flecha recta que los
penetra orientándolos hacia la segunda venida de Cristo. El domingo prefigura el día final, el de la Parusía,
anticipada ya de alguna manera en el acontecimiento de la Resurrección.
En efecto, todo lo que ha de suceder hasta el fin del mundo no será sino una expansión y explicitación de lo que
sucedió el día en que el cuerpo martirizado del Crucificado resucitó por la fuerza del Espíritu y se convirtió a su
vez en la fuente del mismo Espíritu para la humanidad. Por esto, el cristiano sabe que no debe esperar otro tiempo
de salvación, ya que el mundo, cualquiera que sea su duración cronológica, vive ya en el último tiempo. No sólo
la Iglesia, sino el cosmos mismo y la historia están continuamente regidos y guiados por Cristo glorificado. Esta
32
caridad (I Cor 16,1s). Por cierto que al principio el Domingo no tenía una ritualidad
elaborada y completa, pero ya Pablo nos hace notar que este día gira en torno a la
Cena del Señor (I Cor 11, 17-34; Act 20,7). Lo mismo señalan otros escritos15 más
o menos contemporáneos: Didadjé 14,2; La Carta de Plinio al emperador Trajano;
así como la Aplogía 67,3-6 de san Justino. Según san Ignacio de Antioquía, el
celebrar en Domingo, es un signo claro de la pertenencia a Cristo, en contraste con
los judeizantes que quieren seguir festejando el sábado.

Como el Domingo era un día laborable, los cristianos, o celebraban el sábado por la
noche, o una vez que había concluido la jornada laboral. Pero cuando el emperador
Trajano prohibió las reuniones por las noches; entonces, los cristianos se reunieron
en las primera horas de la mañana. No era un horario cómodo para cumplir, por lo
que repetidamente los escritos de la época reclamaban cada vez más insistentemente
la asistencia a la celebración dominical (Heb 10,25; Didascalia de los Apostóles II,
59,2 -siglo III-. Hasta que el Concilio de Elvira (España) -siglo IV- castiga con la
excomunión a aquellos que viviendo en la ciudad no fueran a Misa tres domingos
seguidos. Tal excomunión era temporal, esto con el fin de que se enmendara.

En nombre de Domingo, no hacía solo referencia a ese nombre, sino que evocando,
el nombre que le fue dado por el NT: "Primer Día de la Semana", trae a la memoria
el primer día de la creación16, el día de la luz. Así, con el Domingo, se inicia la
"Nueva Creación" (2 Cor 5,17).

Otro nombre del NT para este día es obviamente: el "Día del Señor" que
encontramos en Ap 1,10, que no solo quedó perpetuizado en el griego (kai hemeras

energía vital es la que impulsa la creación, que «gime hasta el presente y sufre dolores de parto » (Rm 8,22), hacia
la meta de su pleno rescate. De este proceso, el hombre no puede tener más que una oscura intuición; los cristianos
tienen la clave y certeza de ello, y la santificación del domingo es un testimonio significativo que ellos están
llamados a ofrecer, para que los tiempos del hombre estén siempre sostenidos por la esperanza. El domingo en el
año litúrgico 76. Si el día del Señor, con su ritmo semanal, está enraizado en la tradición más antigua de la Iglesia
y es de vital importancia para el cristiano, no ha tardado en implantarse otro ritmo: el ciclo anual. En efecto, es
propio de la psicología humana celebrar los aniversarios, asociando al paso de las fechas y de las estaciones el
recuerdo de los acontecimientos pasados. Cuando se trata de acontecimientos decisivos para la vida de un pueblo,
es normal que su celebración suscite un clima de fiesta que rompe la monotonía de los días.
15
seudo Eusebio de Alejandría: «El día del Señor es el señor de los días».
16
Juan Pablo II “Dies Domini”: 74. «En el cristianismo el tiempo tiene una importancia fundamental. Dentro de
su dimensión se crea el mundo, en su interior se desarrolla la historia de la salvación, que tiene su culmen en la
"plenitud de los tiempos" de la Encarnación y su término en el retorno glorioso del Hijo de Dios al final de los
tiempos. En Jesucristo, Verbo encarnado, el tiempo llega a ser una dimensión de Dios, que en sí mismo es eterno
».
33
Kyrios), luego en el latín: (Dies Dominica), sino que además pasó a las lenguas
romances.

Este nombre lo menciona también san Jerónimo: "El Día del Señor es llamado por
los paganos Día del Sol, aunque de alguna manera nosotros también estamos de
acuerdo, porque hoy Cristo es la Luz del Mundo y el Sol de la Justicia..." (In die
dominica Paschae homilia).

El nombre de "Día Octavo", significa que después de los siete días de la antigua
creación, incluido el Sábado, el octavo, inaugura la Nueva Creación que ha
acontecido con la resurrección de Cristo, en el cual, su ocaso, es sin lugar a dudas,
el día del eterno y universal reposo de toda la Creación.

Tertuliano y algunos otros autores de la época, le llamaron: "El Día de la


Resurrección", nombre que sobrevive en algunas lenguas eslavas.

Constantino el 3 de Marzo del 321 declara al Día del Sol como día de descanso para
todos los jueces y todos los habitantes de la ciudad, exceptuados los campesinos que
deben atender las horas que les son favorables (Codex Iustiniani III,12,2). Poco a
poco este criterio de descanso va siendo imperativo del Domingo, y así la
celebración litúrgica quedó como apéndice del mismo, cuando la razón de ser del
descanso, es la facilidad de poder asistir a Misa. También, desafortunadamente, el
domingo fue adquiriendo aspecto de sábado (judío), siendo incluso penado el trabajo
realizado ese día.

La alta escolástica, volverá a distinguir entre sábado y domingo, enfatizando que el


descanso de este último, está en razón de facilitar la participación en la liturgia.

Finalmente, durante la alta edad media y la edad moderna, se enfatizó tanto el


sentido de precepto dominical, que hasta el día de hoy nos llega su influencia.

2.- El Actual Domingo:

El Vaticano II ha insistido en el Domingo como la Celebración del Misterio


Pascual (SC 106). En este mismo número declara que debe continuar siendo un día
34
17
de descanso y una festividad preferida sobre otras celebraciones, a menos de que
sean de grandísima importancia.
Al respecto, la Institutio Generalis Missale Romanum (IGMR) declara la
preeminencia de la celebración dominical, sobre todo aquellas de los tiempos
fuertes.

Otro ejemplo de la importancia que se le restituyó al Domingo tras el Vaticano II,


es que antes no había un solo prefacio dominical, el que se usaba era el de la
Santísima Trinidad; en cambio, hoy hay 10 Prefacios Dominicales para el Tiempo
Ordinario y otros tantos para los tiempos fuertes.

Así como las menciones que se hacen en las Oraciones Eucarísticas I,II,y III: "en el
Domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su
vida inmortal".

También el Derecho Canónico, casi parafraseando el número 106 de la SC, explícita


el sentido cristológico del Domingo (CIC 1246,1), e incluso, pide que en los lugares
donde no se cuente con la asistencia de un presbítero, se reúnan los fieles laicos a
escuchar la Palabra o a la oración en familia.

Pero, no siempre el mundo corre según las enseñanzas de la Iglesia. Así, la


Organización Internacional para la estandarización (ISO), órgano de la ONU,
estableció el Domingo como el último día de la semana, o sea, el día séptimo. Este
influjo es claro en la sociedad moderna que al hablar de "Happy Week End " está
haciendo relación a Viernes por la tarde, Sábado y Domingo.

17
11. Si en la primera página del Génesis es ejemplar para el hombre el «trabajo» de Dios, lo es también su
«descanso». «Concluyó en el séptimo día su trabajo» (Gn 2,2). Aquí tenemos también un antropomorfismo lleno
de un fecundo mensaje. En efecto, el «descanso» de Dios no puede interpretarse banalmente como una especie de
«inactividad» de Dios. El acto creador que está en la base del mundo es permanente por su naturaleza y Dios nunca
cesa de actuar, como Jesús mismo se preocupa de recordar precisamente con referencia al precepto del sábado:
«Mi Padre actúa siempre y también yo actuó» (Jn 5,17). El descanso divino del séptimo día no se refiere a un Dios
inactivo, sino que subraya la plenitud de la realización llevada a término y expresa el descanso de Dios frente a un
trabajo «bien hecho» (Gn 1,31), salido de sus manos para dirigir al mismo una mirada llena de gozosa
complacencia: una mirada «contemplativa», que ya no aspira a nuevas obras, sino más bien a gozar de la belleza
de lo realizado; una mirada sobre todas las cosas, pero de modo particular sobre el hombre, vértice de la creación.
Es una mirada en la que de alguna manera se puede intuir la dinámica «esponsal» de la relación que Dios quiere
establecer con la criatura hecha a su imagen, llamándola a comprometerse en un pacto de amor. Es lo que él
realizará progresivamente, en la perspectiva de la salvación ofrecida a la humanidad entera, mediante la alianza
salvífica establecida con Israel y culminada después en Cristo: será precisamente el Verbo encarnado, mediante el
don escatológico del Espíritu Santo y la constitución de la Iglesia como su cuerpo y su esposa, quien distribuirá el
don de misericordia y la propuesta del amor del Padre a toda la humanidad.
35

Otros tipos de influjos negativos lo son el grave y cada vez más creciente ausentismo
a la Celebración Dominical. Este ritmo de decrecimiento se ha agudizado desde el
comienzo de la II Guerra Mundial hasta nuestra fecha.

3.- Las caracterizaciones litúrgicas de los días de la semana:

Lentamente, con la cultura cristiana, los demás días de la semana fueron


adquiriendo una caracterización cristiana. Primeramente tenemos los días que
sustituyeron la asistencia a la sinagoga judía (Martes y Viernes) como los días de la
reunión cristiana, obviamente incluido el Domingo.

Luego, los días de la semana fueron siendo relacionados con los eventos del misterio
pascual. Así, ya la Didascalia (siglo III) nos menciona el ayuno del miércoles,
porque es el día en que Judas traicionó a Jesús; el viernes, porque es la crucifixión
del Señor (Didascalia 14,4); el sábado, porque los Apóstoles ayunaron porque
estaban de luto (Inocencio I, Epist. 25,4).

En el Medievo, el jueves adquiere una caracterización eucarística (es el día de la


Institución) y sacerdotal. Se celebraban misas votivas al Espíritu Santo, a la
Eucaristía y a Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.

La práctica post-tridentina establecía como posibles las siguientes misas votivas:

Ø Lunes: La Stma. Trinidad.


Ø Martes: Los Ángeles.
Ø Miércoles: Apóstoles y s. José.
Ø Jueves: Espíritu Santo, Eucaristía, Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Ø Viernes: Santa Cruz.
Ø Sábado: La Stma. Virgen María.

El Nuevo Misal propone las Misas Votivas (17 en total) pero


no sugiere un día de la semana especial para su celebración; que
además deben escogerse solo en el tiempo ordinario y siempre
y cuando no haya otra festividad en ese día.
36

IV. EL AÑO LITÚRGICO

Introducción:

La forma tradicional de considerar el Año Litúrgico es siguiendo el orden


cronológico de los acontecimientos, desde la perspectiva de la historia humana. Es
decir, Se considera primero el nacimiento y después la muerte y resurrección. O sea,
Adviento-Navidad; Cuaresma-Pascua. Pero, no es este el orden teológico, no es este
el orden desde la historia regida por el kairos. La primera se presenta lineal, la
segunda espiral simbolizando el sentido ascendente del mismo.

Debemos tener siempre presente la centralidad del misterio Pascual de Jesucristo,


es decir, su Pasión-Muerte-Resurrección18. Y aunque no se pudiera haber llegado a
esto, sin el nacimiento, éste está subordinado al otro: Cristo vino al mundo para

18
Odo Casel parte de un concepto de liturgia que considera el misterio del culto como el resultado de la acción
conjunta de Cristo y de la iglesia. El año litúrgico es el desarrollo y la síntesis del único misterio pascual. Para
nuestro autor, lo que la iglesia propone durante el año no es principalmente el misterio de Cristo y de los santos
como un ejemplo a imitar. Si fuera así, bastaría con que se nos propusiera su vida histórica, no su misterio. Este
consiste en la misma salvación que Cristo revela progresivamente al mundo, y en la cual convoca a todos a
participar, para entrar en comunión con él, en el curso del año litúrgico.
37
salvarnos y establecer una nueva relación19, una nueva creación que inicia con la
resurrección20.
Por eso, en la consideración litúrgica del Año Litúrgico, iniciaremos precisamente
con la Pascua y su ciclo, es decir: Cuaresma y Semana Santa. Luego,
consideraremos: Navidad y Adviento. Finalmente, el Tiempo Ordinario.

En un tema posterior, pero en consonancia con estos temas trataremos el Santoral y


el Calendario Litúrgico.

1. PASCUA Y SU CICLO

No hay ningún escrito neo-testamentario que indique que los cristianos festejaban
una Pascua anual como lo hacían los judíos, o que ésta se celebrara con sentido
cristiano (I Cor 5,7s). Sino que cada semana era Pascua21.

Sabemos de las discusiones del siglo II sobre la fijación de una fecha para la Pascua
anual22: Asia Menor y Siria la celebraban el 14 de Nisan y el resto de los cristianos,

19
La Mediator Dei declara: Al evocar estos misterios de Jesucristo, pretende la sagrada liturgia, en el año litúrgico,
que todos los- creyentes participen de ellos en tal manera, que la divina Cabeza del cuerpo místico viva plenamente
su santidad en cada uno de los miembros. (nº 39). Y en otro lugar continúa diciendo: El año litúrgico, que la piedad
de la iglesia alimenta y acompaña, no es la fría e inerte representación de unos hechos que pertenecen al pasado ni
una simple y desnuda evocación de tiempos pretéritos, sino más bien es Cristo mismo que vive siempre en su
iglesia y que prosigue aquel camino de inmensa misericordia que comenzó en esta vida mortal cuando pasó
haciendo el bien, con el bondadosísimo fin de que las almas de los hombres se pongan en contacto con sus misterios
y vivan en algún modo por ellos (nº 41).
20
El año litúrgico celebra los acontecimientos históricos de Cristo no como tales, es decir, no en su
materialidad histórica, sino en cuanto signos eficaces de salvación, en la cual, por la acción de Cristo, puede
participar el hombre. Las acciones salvíficas del Cristo histórico forman parte de ese plan de Dios en virtud
del cual se revelan en el tiempo de los hombres, santificándolos y haciéndolos entrar en el valor permanente
de este acontecimiento que trasciende el tiempo.
21
Juan Pablo II “Dies Domini” n.75. Al ser el domingo la Pascua semanal, en la que se recuerda y se hace presente el día en
el cual Cristo resucitó de entre los muertos, es también el día que revela el sentido del tiempo. No hay equivalencia con los
ciclos cósmicos, según los cuales la religión natural y la cultura humana tienden a marcar el tiempo, induciendo tal vez al mito
del eterno retorno. ¡El domingo cristiano es otra cosa! Brotando de la Resurrección, atraviesa los tiempos del hombre, los
meses, los años, los siglos como una flecha recta que los penetra orientándolos hacia la segunda venida de Cristo. El domingo
prefigura el día final, el de la Parusía, anticipada ya de alguna manera en el acontecimiento de la Resurrección.
22
San Ireneo fue el mediador entre un grupo de cristianos del Asia Menor y el Pontífice. En vista de que los
cuartodecimanos se negaban a celebrar la Pascua de acuerdo con la costumbre occidental, el Papa Víctor III los
había excomulgado y, en consecuencia, existía el peligro de un cisma. Ireneo intervino en su favor. En una carta
bellamente escrita que dirigió al Papa, le suplicaba que levantase el castigo y señalaba que sus defendidos no eran
realmente culpables, sino que se aferraban a una costumbre tradicional y que, una diferencia de opinión sobre el
mismo punto, no había impedido que el Papa Aniceto y San Policarpo permaneciesen en amable comunión. El
38
el domingo posterior a el 14 de Nisan. Fue precisamente el Concilio de Nicea (325)
quien pone fin a esta discusión, fijando el día de la Pascua, el domingo siguiente a
la primera luna llena de primavera, o sea, el domingo siguiente al 14 de Nisan.

Con ello, se pasó a una serie de celebraciones móviles que fluctarían de acuerdo con
el calendario solar.

La Palabra "Pascua" viene del griego Pascha y ésta a la vez del hebreo: Pesach
(Paso). De allí, que las traducciones en las lenguas sajonas (Inglés y Alemán)
deriven de ese significado: Easter/Ostern.

a) El Triduo Pascual:

Originalmente la Iglesia celebraba la Pascua en un solo día: entre la noche del


Sábado Santo y el Domingo Pascual. A partir del siglo IV y cada vez más por un
motivo historizante e imitativo de los eventos, se formó el "Triduo Santísimo del
Señor crucificado, sepultado y resucitado".

Las celebraciones litúrgicas de estos tres días, desde la tarde del jueves hasta el
domingo, representan la única celebración del Misterio Pascual. Pero, tras una muy
larga carrera de siglos, estas celebraciones fueron apartándose del misterio y cada
vez más se concentraban en las representaciones. No fue sino hasta el Papa Pío XII
que somete a la Semana Santa a una verdadera y radical purificación (1951-1955),
que pocos años más tarde consagrara la Reforma Litúrgica del Vaticano II.

1) El Jueves Santo:

Siguiendo el computo de los días según la tradición hebrea, el viernes, inicia


el jueves por la tarde (6:00 PM). Así, el Triduo Sacro puede empezar el jueves; pero
además hay una razón teológica, al unir el mismo día "Litúrgico", aunque no
cronológico, la Ultima Cena con el Sacrificio de la Cruz. La razón de este
alargamiento, es el hecho teológico de que la Ultima Cena anticipa

resultado de su embajada fue el restablecimiento de las buenas relaciones entre las dos partes y de una paz que no
se quebrantó. Después del Concilio de Nicea, en 325, los cuartodecimanos acataron voluntariamente el uso
romano, sin ninguna presión por parte de la Santa Sede.
39
sacramentalmente el don en sí, de la muerte sacrificial y de la agonía que inician en
el Huerto de los Olivos.

La Misa "De la Cena de Señor" debe ser la única en este día (con excepción de la
Misa Crismal). A esta celebración está unido el rito de sonar las campanas a la hora
de Gloria y del lavatorio de los pies, pero que sigue considerándose como un rito
opcional que cuando se celebra, ha de hacerse después de la homilía.

Otro rito especial de esta Celebración es la reserva del Santísimo: Una vez dicha la
oración Post-comunión: La Reserva que será utilizada para la Comunión del Viernes
Santo y para el Viático que se ofreciese en esos días, es llevada procesionalmente
hasta "el lugar" donde permanecerá. Debe excluirse, tanto la Iglesia misma, como
la capilla del Santísimo para esto. Ya que el sentido es la ausencia del sacramento a
fin de poder centrar la atención en el resto del misterio.

La procesión y celebración debe evitarse darle la apariencia de "Corpus Christi", ya


que no se trata de dar un culto eucarístico. En todo caso, que la oración no se
extienda más allá de la media noche, a fin de que "cronológicamente" se respete el
día de sobriedad más grande de la Iglesia latina.

Una de las tradiciones populares de este día es el pan bendito ofrecido a los fieles y
bendecido dentro de la Misa, preferentemente antes de la presentación del pan y del
vino. La razón obedece a la antigua costumbre oriental de que los fieles llevaran a
casa un trozo de pan para ser compartido y comido en casa, como signo de
participación y de comunión, especialmente con aquellos que no pudieron, por
diversas razones asistir a la Misa.

Otra tradición que tiene mucho arraigo entre los fieles es la "Visita de los Siete
Templos"23 una especie de acto de desagravio donde se pide perdón a Dios por la
ofensa cometida contra su Hijo, al ser llevado de un lugar a otro para ser juzgado:
(1: Del Huerto a casa de Anás. 2: de la casa de Anás a casa de Caifás. 3: De casa de
Caifás a Pilatos. 4: De Pilatos a Herodes. 5: de Herodes a Pilatos. 6: De Pilatos a
Azotar. 7: de los Azotes al Golgota). Fue promovida por san Felipe Neri.

23
La costumbre de recorrer las siete estaciones el Jueves Santo tiene su origen en el jubileo o Año Santo (1300),
cuando los romanos podían ganar indulgencias extraordinarias al detenerse a visitar los principales templos
romanos o llamadas estaciones.
40
Los fieles aprovechan para la visita a los "monumentos", los cuales deberían ayudar
más a la reflexión que a la competencia para ver cual es el mejor.

2) El Viernes Santo:

Desde los primeros siglos este día ha sido caracterizado por el ayuno y la
oración. En el siglo IV se acostumbraba en Jerusalén que por la mañana se hiciera
una celebración que giraba en torno a la cruz del Señor. Y por la tarde una
celebración de la Palabra centrada en el relato bíblico de la Pasión, misma que el
Obispo en persona cantaba. La primera era celebrada en el Santo Sepulcro
(Anástasis), mientras que la segunda era celebrada en el Cenáculo. Con esto, se
quería indicar la estrecha relación entre la Pasión física y la celebración litúrgica de
la misma.

En Roma inicia la tradición de la "adoración" de la cruz. Y más tarde en el Medievo:


la comunión, la cual sólo el sacerdote el que comulgaba (siglo X), tal vez, en sentido
devocional. Esta práctica duró hasta la reforma de Pío XII (1955) en que dividió en
tres partes, pero una sola celebración los ritos del Viernes Santo:

Ø Liturgia de la Palabra.
Ø Adoración de la Cruz.
Ø Liturgia de la Comunión.

Hoy en día, se pueden advertir varios momentos culminantes en esta celebración:

Ø Proclamación de la Pasión del Señor.


Ø Oración de los Fieles.
Ø Adoración de la Cruz.
Ø Comunión.

La adoración de la cruz, que inicia con la procesión de la misma, ésta tiene dos
formas: Una donde la cruz está velada y se va poco descubriendo. La otra, mostrar
la cruz sin velo. mientras que la adoración en sí misma, puede ser ya sea con un
beso, con una genuflexión o con algún otro signo.

El color litúrgico es rojo, a como se exige en las fiestas del Señor que hace alusión
a su Pasión.
41

Las prácticas devocionales de este día son: El Viacrucis viviente, el Sermón de las
Siete Palabras, la Procesión del Silencio y, el Pésame a la Virgen. Otras prácticas
son las siete comidas de cuaresma, que consisten en la preparación y consumo de
platillos cuaresmales.

3) La Vigilia Pascual:

Según una antigua tradición romana, el sábado santo, es también un día de


ayuno. Esto se sostiene en que era el día en que los apóstoles ayunaron tras la muerte
de Jesús. Actualmente, es un ayuno opcional. Es sin embargo, un día de oración, por
lo cual se recomienda el rezo comunitario de la Liturgia de las Horas.

Por la noche se tiene la Vigilia Pascual la cual llamó san Agustín: "La Madre de
todas las Vigilias".

Los contrastes en esta celebración son muchos y tales que solo puede evocar una
realidad de radical salvación:

Ø Noche / luz;
Ø Ayuno / banquete eucarístico;
Ø luto / alegría.

Simbolizan:

Ø Muerte / vida;
Ø Caída / resurrección;
Ø Satanás / Kyrios;
Ø lo antiguo / lo nuevo.

Pese a la riqueza de todo esto, a partir del siglo XIV la celebración de la Vigilia se
trasladó a la mañana del sábado, por la prohibición de celebrar la Misa por las tardes,
mucho menos por la noche.

Aunque parece una celebración complicada la Vigila Pascual es el conjunto de


varios, pero definidos ritos:
42
a. Lucernario:

Ø Bendición del fuego.


Ø Bendición del Cirio.
Ø Procesión.
Ø Pregón Pascual.

b. Liturgia de la Palabra:

Ø Con el esquema: Lectura / salmo / Oración. Se va recorriendo toda la Historia


de la Salvación.

Ø Después de la oración colecta de la última lectura del AT se canta el himno:


"Gloria a Dios en el Cielo" se encienden las luces del templo (que había
permanecido en penumbras), se tocan las campanas y se viste de flores el
altar.

Ø Sigue una lectura del NT y un prolongado aleluya y luego el relato evangélico


de la Resurrección.

Ø La homilía que será extraordinariamente breve, dado lo extenso de las


lecturas.

Ø La Oración Universal se suprime porque más adelante, si hay pila bautismal,


se cantarán las letanías de los santos.

c. Liturgia Bautismal:

Se pueden seguir varios esquemas dependiendo de las circunstancias:

Ø Si hay bautismos.
Ø Si no hay bautismos pero hay fuente bautismal.
Ø Si no hay bautismos ni fuente bautismal.

Cuando hay bautizandos, son presentados, se cantan las letanías de los santos, se
bendice el agua y se hacen las promesas bautismales y se pasa al bautismo y sus
ritos.
43

Cuando no hay bautismos, se cantan las letanías de los santos, se bendice el agua
(lustral) y se hace la renovación de las promesas bautismales que se concluyen con
la aspersión del agua bendita.

Cuando no es ninguna de las anteriores, se bendice el agua (lustral), se hace la


renovación de las promesas y se hace la aspersión y la Oración de los Fieles.

d. Liturgia Eucarística: Como de costumbre.

Nota.- Antes, no había Misa durante el día de Pascua. Ésta(as) aparecieron, solo
cuando la Vigilia se empezó a celebrar antes de la Media noche (siglo VI) ya que
la comunidad amanecía el domingo con la celebración eucarística después de haber
estado toda la noche en oración.

4) Conclusión:

Conviene cada vez más inculcar que el Triduo Pascual es la más importante
y central celebración del año para todos los cristianos, y por los mismo para todas
las parroquias o institutos religiosos.

Es triste constatar que la reclamada centralidad del misterio pascual queda relegada
ante la fiesta del santo Patrón. Debe quedar claro, la principal fiesta de todo cristiano
es el Triduo Pascual.

Este termina con la celebración solemne de las vísperas del Domingo Pascual.

b) El Tiempo de Pascua:

1) La Cincuentena:

El auténtico fruto del misterio pascual, es el Espíritu Santo, mismo que


fue dado a la Iglesia el día de Pentecostés (Act 21,1s), o sea, el día en que los judíos
recordaban la celebración de la Alianza entre Yahevéh y su Pueblo en el Monte
Sinaí. Pentecostés viene del griego Pentekoste: cincuenta días.
44

Es por ello, que el tiempo de Pascual, dura 50 días a partir del Domingo de
Resurrección, ya que esta gran fiesta de la Pascua concluye, o cierra su círculo
cuando el Espíritu Santo es dado como Don a toda la Iglesia.

El computo hebreo de este tiempo estaba caracterizado por una semana de semanas,
o sea 7x7=49 + 1 día = 50 días. Pero, en realidad se trata de 7 + 1 = 8. Para volvernos
a encontrar con el número esencial del tiempo litúrgico. Es decir, la cincuentena
pascual, forma teológicamente un sólo día: El Día sin tiempo, el día escatológico, el
día del Señorío de Cristo.

Es por ello, que la liturgia nos pide que la cincuentena la celebremos como si se
tratara de un solo día: el día de la Resurrección, o sea, el día de la nueva creación.

Sinceramente, se trata de una encomienda muy difícil: sostener el gozo pascual


durante este tiempo. Las sugerencias son muchas, pero la que más fácilmente podría
llevarse a cabo, es aquella de inyectarle a los Domingos de Pascua una alegría
especial, omitir el acto penitencial, sustituirlo por la aspersión con agua bendita. La
presencia del Cirio Pascual encendido durante todas las celebraciones de la Pascua,
flores, cantos, etc.

El actual Misal Romano cuenta con cinco prefacios de Pascua y tres para la
Ascensión (ocho en total).

Popularmente se puede aprovechar la cinquentena para bendecir las casas, los


barrios e inclusive las ciudades mismas.

Los párrocos deberían durante estas semanas celebrar diferentes acontecimientos de


júbilo entre los fieles y las asociaciones, con tal que el sentimiento de fiesta perdure,
lo mismo que durante la cuaresma el ambiente de penitencia se mantuvo.

2) La Octava de Pascua:

Sin embargo, todavía aún, podemos distinguir la primera semana de


Pascua, como una semana peculiar, llamada Octava de Pascua24, (recordemos que

24
Siete más uno, equivale al ocho, la octava recuerda el día de la entrada a la Vida Eterna: La Parusía.
45
en la actual liturgia latina solo existen dos Octavas: la de Navidad y ésta)
nuevamente en referencia a la tensión escatológica de toda acción litúrgica.

Pero, que ante todo, es un tiempo especial de oración por los neófitos, que
antiguamente, para distinguirse entre la comunidad, vestía desde la Vigilia Pascual
hasta el Domingo próximo, o sea durante ocho días túnicas blancas, por eso se llamó:
Settimana in albis, y al domingo II de Pascua: Domenica in albis. También, desde
el siglo XVIII se acostumbra en algunos países a que los niños(as) hagan su primera
comunión en este domingo.

La particularidad ritual de esta Octava es la forma de concluir la Misa: "Vayamos


en paz, Aleluya, Aleluya: Demos gracias a Dios, Aleluya, Aleluya".

3) La Ascensión:

Por la tradición trasmitida en Act 1,3 que señala que Cristo subió al
cielo en cuerpo y alma a los cuarenta días de la resurrección (que siempre es jueves)
se estableció el Jueves de la Ascensión, con la salvedad que en algunos países se
pueda celebrar el Domingo siguiente a este jueves.

4) Pentecostés:

El tiempo que resta a Pentecostés, se utilizó dentro de la Piedad


Popular como un tiempo de preparación inmediata para recibir al Espíritu Santo
(algo así como una novena) que incluso llegó a filtrarse en las oraciones de las Misas
de esos días.

El Domingo de Pentecostés concluye el tiempo de Pascua, ese día tiene oraciones y


prefacio propio, así como una secuencia obligatoria: Veni, Sanctae Spiritus.
Anteriormente había una Octava de Pentecostés e incluso, el actual tiempo
Ordinario II, llegó a llamársele un día: Tiempo de Pentecostés (Costumbre más o
menos generalizada en Oriente).

Hoy en día, en algunos países, los dos siguientes días son tratados con la misma
solemnidad a fin de dar un triduo solemne a esta fiesta. Donde ya sea que se tome
la misma Misa del Domingo, o se tomen la Votiva del Espíritu Santo.
46

c) La Cuaresma:

1) Historia y Desarrollo:

Antes del Concilio de Nicea de 325, la Iglesia solo conocía al principio,


dos días de ayuno antes de la celebración de la Pascua, o sea, el viernes y el sábado.
Poco tiempo después, en el siglo III se conoce un tiempo preparatorio de una semana
(lo equivalente a la actual Semana Santa).

No es sino hasta el Concilio de Nicea en que claramente tenemos conocimiento de


un tiempo preparatorio a la Pascua de 40 días.
Al principio, esta Cuaresma iniciaba con un domingo llamado: Domingo del Ayuno,
pero rápidamente se cayó en la cuenta que los domingos, por naturaleza, no podían
ser penitenciales, por lo que se hizo el siguiente cálculo:

Si a todas las semanas le restamos el día domingo, nos quedan seis días por semana.
Por lo tanto, para completar cuarenta días era necesario plantarse así la ecuación:

6 x 6= 36 + 4= 40

De tal forma, que tomaron cuatro días al primitivo inicio de la Cuaresma, o sea, los
días: sábado, viernes, jueves y miércoles; que con el paso del tiempo y por los ritos
penitenciales se le bautizó como Miércoles de Ceniza.

En efecto, la Cuaresma está formada por seis domingos, iniciando con un miércoles.
El cuarto domingo de Cuaresma suele ser llamado: Laetare, ya que anuncia la
salvación que Cristo nos merecerá a todos desde la cruz. Y el sexto domingo,
tradicionalmente es llamado: Domingo de Ramos.

Pero, la historia evolutiva de la Cuaresma no queda allí. En el siglo VI por diferentes


motivos, entre ellos, la importancia de la Penitencia, se inventó un tiempo de
preparación para la Cuaresma, una especie de Pre-cuaresma que venía durando dos
semanas y media. En todo este tiempo no venía observado el ayuno, pero el color
morado en las celebraciones, la ausencia del Gloria y del Aleluya, como del Te
Deum, en la Liturgia de las Horas, le daban un sabor penitencial.
47
El ayuno en la Iglesia antigua consistía básicamente en limitarse a una sola comida,
la de la noche, en la abstención de la carne y del vino; más tarde se omitieron
además, la leche, el queso y todos los lácteos e, incluso, del huevo.

Este carácter ascético-místico, le era dado tanto por la penitencia pública, como por
el período intensivo de preparación en el Catecumenado. Con el tiempo, pero sobre
todo en el Medievo, estos motivos se mantuvieron, aún cuando ambas tradiciones
ya no existían, porque se contemplaba con horror y dolor la pasión de Cristo.

2) Antropología de la Cuaresma:

Hay sin embargo, un aspecto antropológico poco mencionado al


considerar el número de días de la Cuaresma. Tradicionalmente hacemos esta
relación a los cuarenta días del diluvio, los cuarenta años en el Desierto, las cuarenta
generaciones que Mateo señala entre Adán y Cristo, los cuarenta días del ayuno de
Jesús.

Pero, ¿Por qué los antiguos consideraban el número cuarenta con estos signos? La
razón se encuentra, en la observación que hacían de la descomposición del cuerpo
humano tras su muerte: a los 4 días los intestinos se corrompen, a los 9 días la piel
y los músculos exteriores se descomponen, pero hasta los cuarenta días, el corazón
se descompone. Un cambio radical de vida, un corazón nuevo para una verdadera
conversión es lo que se buscaba al señalar el número de 40.

El Vaticano II (SC 109s) propone una consideración positiva de la Cuaresma:


Bautismo, conversión y penitencia en orden al Misterio Pascual de Cristo, no sólo,
por tanto, a su pasión.

3) El Miércoles de Ceniza:

La Imposición de la Ceniza, como ya consideramos, era originalmente una


práctica hecha por los penitentes públicos, a la puerta de la Iglesia, en presencia del
Obispo y de sus Diáconos. De esta manera, éstos se reconocían públicamente
pecadores y en camino de conversión.
48
Cuando la penitencia pública cayó en desuso (siglo X), todos los fieles cristianos,
acogieron el signo como de pública conversión.

Desde el siglo XII se tiene la costumbre de quemar las palmas del Domingo de
Ramos del año anterior. Hoy en día puede además utilizarse otras cosas, no
necesariamente benditas. Sobre todo hay que tener mucho cuidado de no quemar
objetos que sean de valor histórico o artístico. Lo mismo, cuando se vayan a quemar
publicaciones de cualquier tiempo, tener en cuenta, que la tinta no se quema y que
por lo contrario, contribuye para manchar con la misma ceniza.

Cuando la ceniza se bendice o se imparte dentro de la Misa, se omite el acto


penitencial y tras la proclamación del Evangelio y su explicación, se bendice la
ceniza (dos fórmulas: Una indicativa y la otra que bendice más bien a la asamblea
que la recibirá).

El gesto se acompaña con alguna de estas dos frases tomadas de la Sagrada


Escritura: "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás" (Gn 3,19). Y la otra:
"Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Mc 1,15b). En algunas partes se tiene la
costumbre de imponer la ceniza en la frente haciendo la señal de cruz. En México
la costumbre es ponerla sobre la cabeza.

Es un día de ayuno y de abstinencia. El ayuno es obligatorio para los mayores de 21


años hasta los menores a 60. Mientras que la abstinencia es para los mayores de 13
años y menores de 60 (Constitución Apostólica: Paenitemini, de Paulo VI
(17.II.1966). La misma constitución establece que todos los viernes del año son de
penitencia y abstinencia.

4) Los Domingos de Cuaresma:

Teniendo en cuenta el Catecumenado antiguo y el actualmente restablecido,


los Domingos de Cuaresma del ciclo A siguen una temática claramente como
catequesis bautismal. Están además coordinados con Prefacios propios que aparecen
en el Misal Romano, inmediatamente después de la Oración sobre las Ofrendas de
cada uno de estos domingos. Por lo mismo, hay que tener cuidado de no utilizarlos
en los domingos I-II de los ciclos B y C.
49
Desde el siglo XVI se tiene la costumbre de nombrar al IV Domingo de Cuaresma
como: Dominica Laetare, cuya característica más evidente, es el color rosa en los
ornamentos, ya que el Papa tenía la costumbre de bendecir ese día una rosa de oro,
probablemente una costumbre romana de alegrarse por la primavera. Se cree, que
las gentes llevaban flores a la Iglesia y el Papa contribuía con una rosa de oro. Hoy
en día, se le da un sentido teológico, la alegría del anuncio de la salvación, así como
el cambio de perícopas en el evangelio, que hasta el día precedente eran de los
Sinópticos, ahora en cambio, de san Juan.

El V Domingo, fue llamado: Domingo de la Pasión, la costumbre era de cubrir las


imágenes y los cristos con velos, incluía el uso del Prefacio de la Santa Cruz y una
omisión parcial del Gloria al Padre... como era en un principio, etc. El actual
ordenamiento de la Cuaresma, suprimió esta tradición a fin de mantener la unidad
teológica de la misma.

El VI Domingo, es llamado: Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor. Se


conmemora el ingreso solemne de Cristo a Jerusalén y se relaciona con su Pasión,
misma que es leía en el Evangelio (distribuyendo a cada ciclo: A-B-C, los tres
relatos de los Sinópticos. El relato de san Juan, se reserva para el Viernes Santo).

5) La Misa Crismal:

Se tiene señalado que sea el Jueves Santo por la mañana, es decir, claramente
dentro de la Cuaresma. Pero, se recomienda que se haga dentro de los anteriores días
de la Semana Santa. En ella, el Obispo, rodeado de sus presbíteros y diáconos, junto
al Pueblo de Dios, bendice los óleos (Crisma, Catecúmenos y Enfermos).

La Costumbre romana es que el Óleo de los Enfermos sea bendecido antes de la


doxología final de la Oración Eucarística, mientras que los otros dos, sólo después
de la Oración Post-comunión. Sin embargo, por una necesidad pastoral, se pueden
bendecir después de la explicación del Evangelio. En ambos casos, los óleos son
llevados y presentados en el altar junto con los dones del pan, del agua y del vino,
por los diáconos u otros ministros.

Los Óleos ordinariamente deben ser de aceite de oliva. El Crisma además lleva un
bálsamo perfumado. Podría, también el óleo de los enfermos, llevar una mixtura
50
medicinal. Los colores con los que se suele distinguir los recipientes que los
contienen son: Blanco: Crisma; verde: Catecúmenos; morado: Enfermos.

En esta Misa se puede además tener la renovación de las promesas sacerdotales.

2. NAVIDAD Y SU CICLO

a) El Origen y la Liturgia de la Fiesta de Navidad:

La primera noticia que se tiene acerca de la fiesta de Navidad la encontramos


en el calendario de Filocalo (lista de los días de la muerte de los obispos romanos
(Depositio Episcoporum) y de los mártires romanos (Depositio Martyrum) del año
354. En tal calendario se señalaba el día de la muerte con el nombre de "natalis" es
decir, nacimiento. Así, se pude saber el día de hoy que en Roma ya en el año 33625
se celebraba el 25 de Diciembre el día de la Navidad.
25
Los primeros cristianos no se tomaron la molestia de escribir nada sobre ello, pues se esperaba el fin del mundo,
antes del término de esa generación. Y muchos de ellos habían conocido a Jesucristo de primera mano, lo cual
hacia innecesaria cualquier biografía histórica.
Fue idea del papa Julio I, en el año 336 d.C. el opacar las festividades paganas del sol naciente y ordenar a la
comunidad cristiana, conmemorar el nacimiento de Cristo el 25 de Diciembre.
Desde luego, esto no guarda ninguna relación con la fecha histórica del evento. Los primeros intentos de situar la
fecha del nacimiento, se hicieron en el siglo VI, por el monje Dionisio " el exiguo " ( El flaco.), quien se equivocó
en la cronología, y el error persiste hasta nuestros días.
El nombre en arameo del salvador, es Joshua barJosé. Y la traducción al castellano es Jesús, hijo de José.
Él nació en tiempos de paz, bajo la vigilancia de las legiones Romanas, en Palestina, región situada en el extremo
oriental del imperio, territorio con 20,000 Km2 de superficie, y una población aproximada de un millón de
habitantes.
Tómese en cuenta que el imperio contaba con 100 millones de habitantes, en esa misma época.
Palestina estaba sometida al yugo Romano, desde el año 63 a.C., cuando las legiones de Pompeyo tomaron la
ciudad de Jerusalén. y esta pasó a formar parte de la provincia de Siria.
Recurriendo a las fuentes originales, encontramos al evangelio de San Lucas, el cual menciona que siendo
gobernador de Siria, el ex-consul Cirino, el emperador Cesar Augusto ordenó que los habitantes de Palestina debían
viajar con sus familias, a su lugar de origen para empadronarse.
Cuando Publio Sulpicio Cirino, fue gobernador de Siria se registra un censo, pero éste ocurrió en el año 6 de
nuestra era. Dato que es corroborado por el historiador judío , Flavio Josefo.
Por otra parte, tanto el evangelio de Lucas como el de Mateo, sitúan el nacimiento de Jesús, durante el reinado de
Herodes el Grande, Tetrarca de Galilea, Samaria, Judea e Idumea.
51

El trasfondo pagano de esta fiesta viene por la fiesta del nacimiento del dios Sol26,
celebrada anteriormente en Emesa (Syria) y llevada a Roma por el emperador
Aureliano, con la pretensión de consolidar el imperio. Fue primeramente una fiesta
propia de la milicia romana; luego, por iniciativa del mismo emperador, se le erigió
un templo en Roma: Natale Solis Invicti: Nacimiento del Sol Invencible.

Esta fiesta tenía además un sentido cosmológico, ya que coincida con el solsticio de
invierno, es decir, cuando después de que el día ha alcanzado el máximo de tiempo
sin la luz del sol, empieza a recuperar el tiempo de luz.

La fiesta fue fácilmente relacionada con Cristo: Verdadero Sol de Justicia que nace
de lo alto (Mal 3,20; Jn 8,12; Lc 1,26). En contraposición y, siguiendo un esquema
bíblico-teológico, el nacimiento de san Juan Bautista vendría celebrado en el
solsticio de Verano, es decir, cuando después de que la luz ha alcanzado el máximo
de tiempo en el día, empieza a retroceder. Esto debido a la frase bíblica puesta en
boca de san Juan Bautista: "Conviene que el crezca y que yo disminuya"(Jn 3, 30).

La fiesta de Navidad se extiende rápidamente debido a la lucha contra el


arrianismo27, que acentuaba la obra de Cristo en detrimento de su persona (Dios y

Sin embargo, Herodes murió el año 4 antes de Cristo.


La fecha mas concurrente, se deduce del evangelio de San Lucas, que menciona que Cristo tenía unos 30 años de
edad, durante el vigesimoquinto año del reinado del Cesar Augusto. Quien inició su gobierno en el año 27 antes
de nuestra era, lo cual ubica la Navidad en el año 2 a.C.
26
La fiesta del nacimiento del sol invicto, ésta es la festividad mas importante del mundo pagano. Se conmemoraba
en los países celtas y en el Imperio Romano, antes del advenimiento del Cristianismo.
El 25 de diciembre, en el momento en que el sol se encontraba mas al sur, cuando las noches eran mas frías y
largas y los días eran mas cortos, se rendía homenaje al dios sol, para suplicarle un nuevo año de luz y calor.
En Roma las fiestas de las saturnalias, salpicaban con excesos la vida de la población. En las galias, la Dinamarca
y los países celtas, se ofrecía sacrificio a los dioses y de acuerdo a la tradición druida, se colgaban cabezas de oso,
o de los guerreros enemigos, en el árbol sagrado, que solía ser un encino o un pino. ( De ahí proviene la tradición
del pinito y esferas de Navidad.)
En ese tiempo remoto, los calendarios no eran muy precisos y se consideraba esa fecha, como la del solsticio de
invierno. Cuando el sol está en la posición mas al sur, en el firmamento.
27
Arrianismo: Arrio, sacerdote de Alejandría, sostuvo, hacia el año 320, que Jesús no era propiamente Dios, sino
la primera criatura creada por el Padre, con la misión de colaborar con Él en la obra de la creación y al que, por
sus méritos, elevó al rango de Hijo suyo; por lo mismo, si con respecto a nosotros Cristo puede ser considerado
como Dios, no sucede lo mismo con respecto al Padre puesto que su naturaleza no es igual ni consustancial con la
naturaleza del Padre. Esta herejía se difundió como la pólvora y ganó pronto a un prelado ambicioso de la corte de
Constantino, Eusebio de Nicomedia, que llegó a convertirse en el verdadero jefe militante del partido de los
arrianos; también simpatizó con Arrio el historiador eclesiástico Eusebio de Cesarea. Arrio abandonó Alejandría
el año 312 y se fue a propagar su herejía al Asia Menor y a Siria. El año 325 Constantino, preocupado por la
52
Hombre verdadero). Es por ello, que el recién celebrado Concilio de Nicea (325)
pudo también haber propiciado esta expansión.

En cuanto al uso litúrgico, la Misa de Navidad conoce varios formularios:

Ø Misa de la Vigilia.
Ø Misa de Media-Noche.
Ø Misa de Aurora.
Ø Misa del Día.

Cada una con sus propias oraciones y lecturas. El origen de las tres últimas se
encuentra en el uso papal de celebrar tres Misas ese día, en los tiempos mencionados.
De ahí el indulto para que cualquier sacerdote pueda celebrar sin necesidad de
permiso la trinación. La primera, en cambio, corresponde más al sentido de
preparación-penitencial, al estilo de las Vigilias, por lo que debe de celebrarse solo
después de las I Vísperas de Navidad. Esta celebración, además encuentra parangón
con la celebración de la Vigilia Pascual.

b) El Tiempo de Navidad:

Al igual que la Pascua, es la Navidad la única fiesta que ha conservado su


Octava, que se extiende desde el 25 de Diciembre al 1ero. de Año. Esto tiene varias
implicaciones históricas: Caio Julio César, emperador romano, en el año 45 a. de C.
cambió el inicio del año civil de Marzo (Primavera) al 1ero. de Enero (Invierno) la
razón era la devoción del emperador por el dios Giano (Puerta) que dentro del

difusión de la herejía y por las luchas internas que, a causa de ella, dividían a los católicos, convocó en Nicea el I
Concilio Ecuménico, el cual condenó a Arrio y a sus secuaces, afirmando en el Símbolo llamado Niceno: "Creemos
en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de todas las cosas, visibles e invisibles. Creemos en un solo Señor
Jesucristo, Hijo de Dios, engendrado sólo por el Padre, o sea, de la misma sustancia del Padre, Dios de Dios, luz
de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien
todo fue hecho en el cielo y en la tierra, que por nuestra salvación bajó del cielo, se encarnó y se hizo hombre". El
anatema contra Arrio estaba redactado en los siguientes términos: "En cuanto a aquellos que dicen: hubo un tiempo
en que el Hijo no existía, o bien que no existía cuando aún no había sido engendrado, o bien que fue creado de la
nada, o aquellos que dicen que el Hijo de Dios es de otra hipóstasis o sustancia, o que es una criatura, o cambiante
y mutable, la Iglesia católica lo anatematiza". Tras este anatema lanzado por el Concilio, Constantino añadió la
prohibición de que Arrio pudiera volver a Alejandría, algunos meses más tarde envió al exilio, a la Galia, a Eusebio
de Nicomedia. Pero Arrio, aun desde lejos, no cedió en sus ataques; pronto se volvió a granjear la gracia del
emperador. Campeón de la fe nicena fue Osio, obispo de Córdoba, y Atanasio, obispo de Alejandría, que soportó
duras luchas y hasta el destierro intentando la extinción total del arrianismo, que se camufló de diversas maneras
y se difundió entre los bárbaros germanos hasta los confines más septentrionales del Imperio: ostrogodos, vándalos
y longobardos, entre los que perduró durante muchos años. Los últimos, arrianos longobardos desaparecieron hacia
el 670, gracias a la habilidad de san Gregorio Magno.
53
Pantheon romano, le correspondía a ese dios cuidar los acceso a Roma. La
nomenclatura sajona de los meses conserva la raíz latina de la cual viene el nombre
del primer mes del año: January. El templo del dios Giano se encontraba en
la colina romana, por él llamada: Gianicolo, a un lado de la colina vaticana. Su fiesta,
el primer día de su mes (hoy Enero) consistía en celebraciones escandalosas y llenas
de supersticiones, por lo que la Iglesia, motivó a sus fieles, muchos de origen
pagano, a una serie de penitencias, con el fin de que se alejaran de ellas.

En Roma, solo temporalmente, se sustituyó esta fiesta con la memoria del


nacimiento de la Madre de Dios. Pero en Francia y España, se establece la fiesta de
la Circuncisión en correspondencia con la datación bíblica (ocho días después del
nacimiento todo varón debe ser circuncidado: Lc 2,21). En Roma esta fiesta entra
hasta el siglo XIII-XIV.

Hoy en día, prevalece el uso antiguo romano de la fiesta de Santa María Madre de
Dios, añadiéndosele la fiesta de la imposición del nombre de Jesús. Habría que tener
en cuenta, que si el 31 por la noche se celebra una Misa con la finalidad de despedir
el año, ésta no deberá ser del formulario de Santa María Madre de Dios, sino de
aquellas por Diversas necesidades como las de Acción de Gracias. Sin embargo, no
libraría a los fieles de asistir a Misa al día siguiente. Por lo tanto, recomendamos una
Vigilia de Oración tomada de la Liturgia de las Horas, o un Te Deum, a fin de
catequizar a los fieles sobre la distinción de ambas celebraciones.

Entre otras cosas, y por coincidencia, precisamente la Octava de Navidad coincide


con el 1ero. de Enero, por ende concluye con esta fiesta (Mariano-Cristocéntrica).

Finalmente, la Iglesia quiso adornar esta Octava con una serie de santos, a los que
llamaron: "Comites Christi", o sea, la Comitiva de Cristo. Así el día 26 se celebra
san Esteban, el protomártir. El 27 a san Juan Evangelista. El 28 a los Santos Niños
Inocentes. El 29 santo Tomás Becket. El 30 se disputa el Domingo de la Sagrada
Familia (fiesta de origen canadiense y que el Papa León XIII extendió a toda la
Iglesia en el siglo XIX), y el 31 celebra a san Silvestre I Papa.

c) La Solemnidad de la Epifanía:
54
Del griego: Epiphanias, es decir, manifestación. Es una celebración de origen
oriental28. Sus primeras noticias las encontramos en Alejandría durante el siglo III.
Venía a suplir la fiesta del dios Eón (6 de Enero), para celebrar el nacimiento de
Jesús. Sin embargo, rápidamente se une a ella la memoria de su bautismo y el primer
milagro durante las bodas en Caná.

Después (siglo IV) con el influjo occidental, Oriente, celebró el 25 de Diciembre el


nacimiento de Jesús y la visita de los Magos. Mientras que el 6 de Enero celebraba
el bautismo y el milagro de Caná, fecha misma en que celebraban los bautismos. En
cambio, Occidente, el 6 de Enero juntó las tres restantes fiestas: El Bautismo, la
Visita de los Magos y el Milagro de las Bodas en Caná. Así estas tres, representan
signos claros de su MANIFESTACIÓN como el Hijo de Dios.

Hoy en día, la fiesta del 6 de Enero es movible y se celebra el Domingo siguiente al


Domingo de la Sagrada Familia. Mientras que según el codex rubricarum de 1960,
el motivo del Bautismo del Señor, se independiza del la Fiesta de la Epifanía y se
coloca al Domingo siguiente al de la Epifanía, a menos de que el Domingo de la
Epifanía se encontrara en los días 7 u 8 de Enero. Con esta celebración concluye el
tiempo de Navidad.

Popularmente el día de Reyes se festeja con la "partida" de la Rosca29, que consiste


en que varias personas o grupos de familias parten una rosca de pan donde se han

28
Esta fiesta tiene un origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de la región europea, el 6 de enero en la región
de Egipto y Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas.
Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse
dado este cambio; nos dice que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme
de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en
los que gritaban: "la virgen ha dado a luz, la luz crece".
Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de nuestro
Señor. Siguiendo la creencia gnóstica los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la
humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo
demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.
Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad
en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar
pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota ( la santa luz).
Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV. donde se encuentran vestigios de
haber sido una gran fiesta para el año 361 AD La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.
29
Este dulce, uno de los más antiguos de Navidad, tiene un origen pagano. El Imperio Romano celebraba la llegada
del año nuevo el 1 de marzo. Los romanos atendían a las leyes del tiempo, porque al llegar la primavera
desbordaban de vida árboles y plantas, y la luz aumentaba, lo que hacía creer que comenzaba un nuevo ciclo anual.
En aquellos tiempos, desde mediados de diciembre a finales de marzo tenían lugar las fiestas de invierno, durante
las cuales Roma celebraba la protección de sus dioses. Años más tarde la Iglesia logró cristianizar esas fiestas
55
escondido varios monitos, a quien le toque uno de ellos se compromete a organizar
una comida o cena para los que asistieron.
d) Fiestas Navideñas fuera del tiempo de Navidad:

En base a todas estas consideraciones hay varias celebraciones que salen del
tiempo de la Navidad, pero que están estrechamente relacionadas con este tiempo.
Por ejemplo:

1) La Anunciación:

Nueve meses antes del 25 de Diciembre: Por tanto, el 25 de Marzo. La


Fiesta aparece por primera vez en Oriente en el siglo VI y en Occidente un siglo
después. Generalmente esta fiesta coincide con la Cuaresma, pero no está sujeta a
sus normas, con excepción del "Aleluya" que no puede ser incluido durante este
período cuaresmal.

2) El Nacimiento de Juan El Bautista:

A tres meses del día de la Anunciación (25 de Marzo), dado que el


Arcángel menciona que la parienta Isabel va ya en el sexto mes. Por tanto, se
establece el 24 de Junio.

3) La Presentación en el Templo:

O la imposición del nombre de Jesús, o la purificación de la Virgen


María. Todas estas, a 40 días del Nacimiento; por tanto, el 2 de Febrero. Su origen
está en Oriente con el nombre de Hypapanta (Encuentro) entre Jesús con el viejo
Simeón y la Profetiza Ana ( Lc 2,22-39 ). La Fiesta llega a Roma hasta el siglo V.

paganas superponiendo la fecha del nacimiento de Cristo al solsticio de invierno. Con motivo de aquellas fiestas
se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel que se repartían entre plebeyos y esclavos. En
su interior se introducía una haba seca y al afortunado al que tocaba la legumbre era nombrado rey de reyes durante
un corto periodo de tiempo. Hacia el año 1000 la Iglesia había logrado transformar el espíritu primitivo de la fiesta
de tal modo que en diversos lugares de Francia la figura del "rey haba" recaía sobre el niño más pobre de la ciudad.
Felipe V importó en España esta tradición del rosco como culminación de las fiestas de Navidad, desprovisto de
todo simbolismo y cubierto de frutas escarchadas con alguna sorpresa escondida en su interior
56
Aquí se une a una tradición pagana que consistía en una procesión penitencial con
velas que recibía el nombre de "Amburbale", tal fue el influjo de esto, que hasta
1960 el color litúrgico de esta fiesta era el morado.

Popularmente es llamado el día de “La Candelaria”30 y en este día las personas que
se sacaron "el monito" en la "Rosca de Reyes"31 invitan a una fiesta o comida para
"levantar" al Niño Dios. La comida consiste generalmente en tamales y atole.
30
Tanto el nombre de Candelaria como el de Purificación tienen su origen en la fiesta que celebra la Iglesia
(antaño con gran solemnidad) el cuadragésimo día del Nacimiento de Jesús (2 de febrero) como cierre del
período navideño. Con la purificación de la madre y la presentación del hijo en el templo, quedaba cerrado en la
ley judaica el ritual que acompañaba el nacimiento de un niño.
Del verbo latino candere, que significa brillar por su blancura, estar blanco o brillante por el calor (compárese
con "incandescencia"), arder, abrasar, se forma en español la palabra candela; y del griego pur (pyr), que
significa fuego (compárese con "pira"), procede la palabra latina purus /pura, que contiene también la idea de
seleccionar, de elegir. Ambos nombres, pues, encierran la sugestiva idea de fuego.
La fiesta de la Candelaria se llama así porque en ella se bendicen las candelas que se van a necesitar durante
todo el año, a fin de que nunca falte en las casas la luz tanto física como espiritual. Los fieles acuden a la misa de
este día con las velas, que son bendecidas solemnemente por el sacerdote y a continuación se hace una corta
procesión entre dos iglesias cercanas o por el interior de la misma iglesia, con las velas encendidas, cantando el
Nunc dimittis servum tuum ("ahora puedo morir en paz, porque mis ojos han visto al Redentor..." el himno que
entonó el anciano Simeón, sacerdote, cuando María le presentó a Jesús en el templo. Esta fiesta tenía gran
significación cuando la única luz en las casas era la de las velas y candiles.
31
Muchos años antes del nacimiento de Cristo los romanos celebraban entre Diciembre y Marzo (durante el
invierno) distintas fiestas para pedir la protección de sus dioses. Una de estas celebraciones consistía en la
elaboración de unas tortas redondas confeccionadas con dátiles, higos y miel que eran repartidas entre los plebeyos
y esclavos. En el interior se colocaba una “haba” seca y cuando se repartía la torta, a aquel que le tocaba la haba
era nombrado “rey de reyes” por un breve período de tiempo, cuya misión era preparar las siguientes fiestas antes
de la entrada de la Primavera.

Con la expansión del cristianismo la mayor parte de estas fiestas se cristianizaron, vaciándoles el contenido pagano e
informándoles el contenido evangélico. Así, para el año 1,000 en Francia la costumbre de la torta redonda dio paso a
una rosca que era distribuida entre los niños más pobres, pero aquel que obtenía la “haba” era precisamente elegido el
“Rey Haba”. En el siglo XVIII Felipe V que fue elegido rey de España aunque había crecido en Francia. Precisamente
él importó está tradición como culminación de las fiestas navideñas.

Poco tiempo después, “la rosca” llegó a México y rápidamente se hizo acompañar con el chocolate, mezclando así
dos costumbres religiosas, una cristiana y la otra indígena. La “haba” fue sustituida por una figurilla en porcelana
del Niño Jesús que significaba la huída a Egipto, ya que estaba escondida dentro de la rosca. Sin embargo, a quien
le tocara esta figurilla se comprometía para el día 2 de Febrero, llevar a la casa de quien lo convidó, una imagen
del Niño Jesús vestido de pastorcito (como el santo Niño de Atocha) o de rey (como santo Niño de Praga) que
entre ambos llevarían a la Iglesia a bendecir en fiesta de la Presentación del Señor o Candelaria y posteriormente
ofrecer una cena en la misma casa, donde se sentaba al “Niño”.

Al principio era una sola la figurilla del “Niño Dios” como uno es el Hijo de Dios, pero con el tiempo y ante la
popularidad que la fiesta abarcó, fue necesario ir ampliando la “Rosca” para que alcanzara para más convidados,
de tal forma que de redonda pasó a ser ovalada y de una figurilla se pasó a varias, de tal modo que a más padrinos,
mejor fiesta.

Probablemente la “Rosca” se unió a la fiesta de la Epifanía o de los santos Reyes porque dentro de la “Rosca” se
descubre o se encuentra al “Niño Dios” como lo hicieron los Reyes Magos.
57
El Niño Dios es vestido ya no como bebé sino como niño, ya sea de pastorcito, o de
rey. Desgraciadamente las devociones se han extraviado y hasta lo encontramos
vestido como Obispo o como el Papa. Luego, es sentado y puesto en nicho o trono,
donde permanecerá hasta el próximo adviento. Ejemplos de estos Niños Dios, son
el Santo Niño de Atocha y el Santo Niño de Praga.

e) El Adviento como tiempo de preparación a la Navidad.

De Adventus: Tiempo de preparación para la visita de un gran personaje


(generalmente, el emperador).

Los Orígenes de esta fiesta los podemos situar en Francia y España, que por el fuerte
influjo con el Bizancio (Oriente) donde la Epifanía era la fiesta del Nacimiento de
Jesús. En relación a la Pascua, que tenía un tiempo de preparación; así, también esta
fiesta.

Este tiempo de preparación constaba también de cuarenta días, pero como los
orientales, además del domingo, respetaban además el sábado, se tuvieron que
eliminar de estos días de penitencia, tanto el sábado como el domingo, dejando como
días hábiles para esto, solo de lunes a viernes, por tanto, solo cinco días.

Para completar los cuarenta días se tuvo la necesidad de extender este Adviento a 8
semanas (5x8=40) en total de días serían 56. Según esta datación, el inicio del
Adviento se sitúa el 11 de Noviembre, fiesta de san Martín, por lo que recibió el
nombre de Adviento de san Martín.

Mientras, que en Roma, el sacramentario de Gregorio I, solo reconoce cuatro Misas


Dominicales y tres de las ferias con el carácter de Adviento. Al centro de estas
consideraciones estaba la II Venida de Cristo, pero también la venida en la carne.

El influjo, por otra parte, de los monjes irlandeses que ejercieron sobre Francia, hizo
que el Adviento tuviese un tinte demasiado escatológico, con ideas muy extremas
acerca del Juicio Final y del castigo de los pecadores. Tal motivo dio al Adviento
un carácter marcadamente penitencial (Color morado, no Gloria, no Te Deum, no
Aleluya).
58
Tras el influjo que Carlomagno llevó a Roma y los posteriores intercambios hizo
que prevalecieran algunas de estas consideraciones en la Liturgia Romana. Mientras
que ésta se resistió a las 8 semanas, quedando en cuatro Domingos y el uso del
Aleluya, declarando así al Adviento como un tiempo no penitencial, sino solo de
preparación.

Hoy en día, el Adviento no es en toda la Iglesia de cuatro domingos. Por ejemplo,


Milán (Rito Ambrosiano) celebra un Adviento de seis domingos.

Hay sin embargo, en el actual Adviento (Romano) una distinción interna:

Ø Del I Domingo de Adviento al 16 de Diciembre: Con tinte más bien


escatológico.

Ø Del 17 de Diciembre al 24 de Diciembre: Con un tinte más bien navideño.


Pero además, debemos recordar que precisamente en estas fechas, el imperio
romano, celebraba los "saturnales" en honor al dios Saturno y que concluían
con una cena de carácter familiar e intercambio de regalos. En cuanto a la
liturgia de este último período del Adviento, se tiene en el cántico evangélico
de las Vísperas de estos días las llamadas "Antífonas de la OH", por empezar
todas así. Este mismo uso lo encontramos en el versículo antes del Evangelio
en las Misas de estos días. Además, en correspondencia con la Cuaresma, el
III Domingo de Adviento es llamado: "Gaudete" (en vez de Laetare, IV de
Cuaresma) que al igual que el otro, el color es rosa, pero el tema, es el anuncio
del Bautista señalando a Cristo.

Uno de los signos más populares del Adviento es la Corona de Adviento32, pero
debemos recordar que no puede formar parte de la Liturgia de la Misa, sino que debe
fomentarse dentro del ámbito familiar.

32
En muchas casa vemos que antes de Navidad ponen como centro de mesa una corona con velas.
Además de ser un elemento decorativo, esta corona anuncia que la Navidad está cerca y debemos prepararnos.

Los antiguos escandinavos durante el invierno colocaban frente a una ventana de sus casas una vela encendida
indicando a los que pasaran por ahí que podían pasar a guarecerse de las inclemencias de las noches heladas, era
un signo de hospitabilidad. La flama de la vela descongelaba el hielo que se formaba en el vidrio de la ventana
formando un círculo de escarcha. Durante muchos años, este signo de un circulo de escarcha y una vela encendida
era el signo del Adviento, significando que esa casa estaba “lista” preparada para recibir al Mesías ya próximo.
59

3. EL TIEMPO ORDINARIO

a) La Nueva División:

El período entre los dos grandes ciclos se llama: Tiempo "Per Annum" o
Tiempo Ordinario. Se trata de 33 a 34 semanas que se articulan en dos sesiones con
numeración continua.

Ø I Parte: Del lunes posterior a la solemnidad de la Epifanía hasta el martes


anterior al Miércoles de Ceniza. Consta generalmente de 7 a 8 semanas.

Ø II Parte: Del lunes posterior al Domingo de Pentecostés, al sábado por la


mañana antes de la Víspera del I Domingo de Adviento. Consta generalmente
de 26 a 27 semanas.

Antes de esta nueva ordenación, este tiempo se distinguía antes de Cuaresma con el
número que le correspondía a cada Domingo después de la Epifanía (Segunda,
Tercera, etc.) Mientras, que para la segunda parte, se les llamaba Domingo Segundo,
Tercero... después de Pentecostés, llegando a 28 semanas. También, si alguna
solemnidad venía suprimida por la octava de Epifanía, se celebraba entre los
domingos 23 y 24 después de Pentecostés.

Cuando en el 1334 fue introducida la Solemnidad de la Santísima Trinidad, la


numeración empezó a señalarse: Domingo Segundo después de la Santísima
Trinidad, y así.

b) El Leccionario del Tiempo Ordinario:

Una de las grandes novedades que la Reforma del Vaticano II dio a este
tiempo, fue el dotarlo de un leccionario bien y profundamente preparado. La

Con el tiempo, se introdujo otro signo similar, el de una corona de ramas verdes y cuatro velas. El círculo es una
figura geométrica perfecta que no tiene ni principio ni fin. La corona de Adviento tiene forma de círculo para
recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad. Nos ayuda también a pensar en
los miles de años de espera desde Adán hasta Cristo y en la segunda y definitiva venida; nos concientiza que de
Dios venimos y a Él vamos a regresar. El follaje verde perenne (que puede ser de ramas de pino, oyamel o
eucalipto) representan que Cristo está vivo entre nosotros, además su verde color nos recuerda la vida de gracia,
el crecimiento espiritual y la esperanza.
60
Congregación para el Culto Divino, el 25 de Mayo de 1969 publicó el Ordo
Lectionum Missae, y el 21 de Enero de 1981 publicó la editio Typica Altera.

En México aparecieron tres tomos del Leccionario:

Ø Adviento-Pentecostés.
Ø Pentecostés-Adviento.
Ø Santoral,Misas: Comunes, Rituales, Div. Nece., Votivas y Exequiales.

Las lecturas están estructuradas según dos disposiciones:

Ø Dominical: En tres ciclos: A-B-C. La particularidad es que sólo la primera


lectura está en correspondencia con el Evangelio; es decir, un pasaje
evangélico se ilustra con su "Typus" del NT. Mientras que el segunda lectura
sigue una línea ética, independiente de las otras dos.

Ø Ferial: En dos ciclos: Años Pares (II), y Años Impares (I). Esta distinción es
solo válida para las primeras lecturas y su respectivo salmo; ya que el
Evangelio es el mismo para ambos ciclos.

Nota.- Para las lecturas del Santoral como para las Comunes, Rituales, Votivas,
Diversas Necesidades y, Exequiales, se sigue un esquema propio, en las que las tres
o dos lecturas tienen una correspondencia entre sí. Generalmente se encuentran en
el Tomo III de Leccionario. También hay que agregar que el término de Leccionario
está mal usado porque además de las lecturas se encuentran los Evangelios y la
aclamaciones a los mismos.

c) Las Solemnidades Móviles del Tiempo Ordinario:

La celebración central que provoca la movilidad de las fiestas, es desde luego,


la Pascua. Ya, que como hemos mencionado anteriormente, ésta sigue un calendario
lunar y no solar como el resto de las celebraciones. Con la Pascua, además de las
61
Fiestas de la Ascensión y de Pentecostés, propias de este tiempo; también influye
sobre las celebraciones:

1) La Santísima Trinidad:

Fiesta para combatir el arrianismo. Se desarrolló principalmente en Francia y


España durante los siglos VI-VII. La encontramos en el Sacramentario Gelasiano
"Vetus" en el siglo VIII con la novedad de un prefacio propio.

En el año 1800 se introduce una Misa Votiva en honor a la Trinidad para los
Domingos, quedando después fija la costumbre de que todos los Domingos del
Tiempo Ordinario el prefacio fuese éste, de la Trinidad. Roma se opone duramente
a esta fiesta, hasta que el Papa Juan XXII33, en su regreso de Aviñón en el 1334 la
introduce para toda la Iglesia.

2) El Cuerpo y la Sangre de Cristo34:

Originalmente se celebra el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima


Trinidad. Después, tras la reforma litúrgica del Vaticano II, se trasladó, como
muchas otras solemnidades al Domingo siguiente, Ahora, vuelve a su día original
de celebración, o sea, el jueves posterior al Domingo de la Santísima Trinidad.

La razón del cambio se debe a una norma de la Congregación para el Culto Divino,
donde se pide que cada circunscripción eclesiástica (país) tenga por lo menos cuatro
solemnidades de precepto en días feriados. Como México solo tenía tres: 1o. de

33
194 -Juan XXII (Jacques d'Euse): Cahors, Francia; Agosto 7 (Septiembre 5), 1316 - Diciembre 4, 1334.
Nació en Cahors (Francia). Elegido el 5.IX.1316, murió el 4.XII.1334. Elegido en Lión después de una sede
vacante de dos años. Instituyó la fiesta de la SS. Trinidad, el Tribunal de la Sagrada Rota e hizo construir el Palacio
Papal de Aviñón. Incrementó las misiones en Ceylon y Nubia.
34
La festividad del "Corpus Christi" se remonta a le Edad Media, cuando se extendía en Europa la herejía
eucaristica. En Lieja empiezan los cultos en 1230. El Papa Urbano IV los hace extensivos a toda la Iglesia en el
año 1261 mediante la bula "Transitarus de hoc mundo".
En España, ya en la alta edad media, se habían tenido manifestaciones eucarísticas. Aparte de la exposición del
Stm. Sacramento en Lugo desde el siglo VI, están los hechos prodigiosos de Santa Duda de Ivorra (1010), las
Formas Incorruptas de Sant Cugat del Vallés (1019), y de San Juan de las Abadesas (1251), los Corporales de
Daroca (1238) y algunos más.
El Concilio Provincial de Tarragona introduce la celebración del Corpus en 1301.
Durante el siglo XIII hay pruebas poco precisas de celebraciones públicas en honor del Sntmo. Sacramento en
Burgos, más claras en Guadalajara (diócesis de Toledo) que hace suponer su existencia también en nuestra Ciudad,
si bien, los primeros datos del Corpus Christi en Toledo, que nos den una garantía de su celebración, los tenemos
a primeros del Siglo XV.
62
Enero: Santa María Madre de Dios; 12 de Diciembre: N. Sra. de Guadalupe; y 25
de Diciembre: Nac. de N. Sr. Jesucristo.
Ésta viene a ser la cuarta.

Su motivo, es la veneración al Santísimo Sacramento, llegando a tener gran auge a


partir del siglo XII. A esto, se debe unir el gran deseo de los fieles de ver la Hostia,
que hace que por primera vez, en París en el 1200, se elevara la Hostia (solamente)
después de la Consagración (más tarde, se haría lo mismo con el cáliz).

Según unas visiones de la monja agustina, la Beata Juliana de Lieja, se propagan las
celebraciones para honrar al Santísimo Sacramento del Altar. En el año 1246,
Roberto, el Obispo de Lieja35, introduce esta fiesta oficialmente en su Diócesis, y el
Papa Urbano IV36 veinte años después la propone para toda la Iglesia y, Juan XXII
la establece para toda la Iglesia en el siglo XIV. Él mismo, le pide a santo Tomás de
Aquino, que compusiera los textos para la Misa y para el Breviario, a quién además
se le atribuye el Himno: Pange Lingua (Canta Oh Lengua).

La Fiesta aunque también llamada de la Sangre de Cristo, es decir: Corpus et


Sanguinis Christi, por iniciativa del Papa Pío IX 37 , en el 1849 como acción de
gracias por su retorno del exilio, estableció la fiesta de la Preciosísima Sangre de
Cristo.

En cuanto a la procesión del Corpus Domini (no Christi) se tiene conocimiento de


ella por primera vez en Colonia (Alemania) entre el 1274 y el 1279. Allí nace la
costumbre de colocar la Hostia en un ostensorio o custodia.

35
Actualmente, Lieja es una ciudad al oeste de Bélgica de 200.000 habitantes, una comunidad de municipios con
un total de 600.000 habitantes y una provincia con un millón de habitantes. La región de Lieja, enclave histórico
en el que se aunaron la civilización latina y la germánica, goza de magníficos paisajes y de una rica herencia
histórica: su floreciente vida cultural y universitaria. Además, ofrece todo tipo de atracciones turísticas, actividades
deportivas y, por encima de todo, su hospitalidad. Tanto si lo que desea el visitante es ir de compras o curiosear
por el mercado, siempre quedará gratamente impresionado por la acogida que le dispensarán los habitantes de
Lieja.
36
180 -Urbano IV (Jacques Pantaleon): Troyes; Agosto 29 (Septiembre 4), 1261 - Octubre 2, 1264.
Nació en Troyes (Francia). Elegido el 4.IX.1261 de sorpresa en el Cónclave de Viterbo donde había ido para rendir
homenaje al futuro Papa. Murió el 2.X.1264. Confirmó la fiesta del Corpus Cristi 60 días después de Pascua.
Empezó a señalar los documentos con números ordinales.
37
253 -Beato Pio IX (Giovanni M. Mastai-Ferretti): Senigallia; Junio 16 (21), 1846 - February 7, 1878.
Juan María Mastai-Ferretti. Nació en Senigalia. Elegido el 21-VI-1846, murió el 7-II-1878. Celebró el 21º Año
Santo (1875), Proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción de María (1854) y la Infalibilidad Papal (Durante
el Concilio Vaticano I, 1870). Ese mismo año marca el término del poder temporal de los Papas cuando Roma
pasa al Reino de Italia como capital.
63
Consiste en cuatro altares que se colocan al aire libre, en cada uno de ellos, se canta
el inicio de cada uno de los cuatro evangelios en dirección a cada uno de los cuatro
puntos cardinales, se dicen oraciones de intercesión y se imparte la bendición con el
sacramento.

Durante el Barroco, esta fiesta se recargó de gran solemnidad, ostentación y


fastuosidad. A partir de 1959, la Congregación de Ritos, declaró que la procesión
del Corpus Domini, no debe ser considerada como un acto oficial de la Iglesia, sino
como un Pío Ejercicio, dejando a cada Obispo, la forma de llevarlo a cabo.

Tras el Concilio Vaticano II, esta procesión, se transformó en la peregrinación de


varias parroquias a un lugar común donde se tenía una magna concelebración
Eucarística, con el sentido de estar todos en torno al Sacramento de la Unidad.
Aunque, se siguen oyendo voces que piden se considere la anterior práctica como
un acto oficial, es decir, litúrgico de la Iglesia.

En algunos países esta procesión está unida a las Rogaciones38.

3) El Sagrado Corazón de Jesús:

Está fijada el tercer viernes después de Pentecostés. Es una típica fiesta que
honra al Dios-Hombre desde el punto de vista de su amor, simbolizado en su
corazón.

Aunque la devoción es moderna, ya desde los santos Padres, estaban las


consideraciones teológicas acerca del corazón de Jesús en relación a su amor por los
hombres, que encontraban sustento en Jn 7,37; 19,34. Esta teológica es retomada en
el Medievo y más tarde en el siglo XIII. Pero, con la Devotio Moderna, en el siglo
XVI, los jesuitas, toman la devoción al Sagrado Corazón como su bandera,
extendiéndola por toda la Tierra.

La primera Misa propia del Sagrado Corazón, la celebró san Juan Eudes en la capilla
de su comunidad el 20 de Octubre de 1672. Poco tiempo después (1672-1675) santa
Margarita María de Alacoque, monja de la Visitación, tiene en su convento de
Paray-le-Monial, muchas visiones del Sagrado Corazón, a la cual le encarga insistir
sobre una celebración que honre su amor por los hombres, el viernes posterior a la
38
Ver más adelante, pag.
64
Octava de Corpus Domini. Además, el encargo de observar los primeros viernes del
mes39 y de la Hora Santa.

39
PRIMER VIERNES

Yo te prometo, en el exceso de la misericordia de mi corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los
que comulguen los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, y
que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Santos Sacramentos, asegurándoles mi asistencia en la hora
postrera.

¡Oh buen Jesús, que prometisteis asistir en vida, y especialmente en la hora de la muerte, a quien invoque con
confianza vuestro Divino Corazón! Os ofrezco la comunión del presente día, a fin de obtener por intercesión de
María Santísima, vuestra Madre, la gracia de poder hacer este año los nueve primeros viernes que deben ayudarme
a merecer el cielo y alcanzar una santa muerte. Amén.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS VIERNES

Jesús mío, os doy mi corazón..., os consagro toda mi vida..., en vuestras manos pongo la eterna suerte de mi alma...
y os pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros Viernes con todas las disposiciones necesarias para ser
partícipe de la más grande de vuestras promesas, a fin de tener la dicha de volar un día a veros y gozaros en el
cielo. Amén.
__________

SEGUNDO VIERNES

Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

Jesús misericordioso, que prometisteis, a cuantos invoquen confiados vuestro Sagrado Corazón, darles las gracias
necesarias a su estado: os ofrezco mi comunión del presente día para alcanzar, por los méritos e intercesión de
vuestro Corazón Sacratísimo, la gracia de una tierna, profunda e inquebrantable devoción a la Virgen María.
Siendo constante en invocar la valiosa providencia de María, Ella me alcanzará el amor a Dios, el cumplimiento
fiel de mis deberes y la perseverancia final. Amén.

ORACIÓN FINAL. Jesús mío, os doy mi corazón...


__________

TERCER VIERNES

Pondré paz en las familias. Bendeciré los lugares donde se venera la imagen de mi Corazón.

Jesús amantísimo, que prometisteis bendecir las casas donde se venera la imagen de vuestro Sagrado Corazón, yo
quiero que ella presida mi hogar; os ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por vuestros méritos y por
la intercesión de Vuestra Santa Madre que todos y cada uno de los miembros de mi familia conozcan sus deberes;
los cumplan fielmente y logren entrar en el cielo, llenas las manos de buenas obras.
¡Oh Jesús, que os complacéis en alejar de nuestro hogar las disensiones, las enfermedades y la miseria! Haced que,
nuestra vida sea una no interrumpida acción de gracias por tantos beneficios. Amén.
65

Jesús mío, os doy...


__________

CUARTO VIERNES

Seré su consuelo en todas las tribulaciones.

Jesús mío, que prometisteis consuelo a cuantos a Vos acuden en sus tribulaciones: os ofrezco mi Comunión del
presente día para alcanzar de vuestro Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de vuestra Madre Santísima la
gracia de venir al Sagrario a pedir fuerza y consuelo cuantas veces me visiten las penas. ¡Oh Jesús, oh María,
consolad y salvad a los que sufren! ¡Haced que ninguno de sus dolores se pierda para el cielo! Amén.
Jesús mío, os doy…
__________

QUINTO VIERNES

Derramaré copiosas bendiciones en todas sus empresas.

Jesús mío, que prometisteis bendecir los trabajos de cuantos invoquen confiados Vuestro Divino Corazón: os
ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por vuestra Santísima Madre la gracia de que bendigáis mis
estudios..., mis exámenes..., mi oficio..., y todos los trabajos de mi vida.
Renuevo el inquebrantable propósito de ofreceros cada mañana al levantarme, y por mediación de la Santísima
Virgen, las obras y trabajos del día..., y de trabajar con empeño y constancia para complaceros y alcanzar en
recompensa el cielo. Amén.
Jesús mío, os doy...
__________

SEXTO VIERNES

Los pecadores hallarán en mi Corazón un océano de misericordia.


Sagrado Corazón de Jesús, siempre abierto a los pecadores arrepentidos: os ofrezco la comunión del presente día
para alcanzar por vuestros méritos infinitos y por los de vuestra Santísima Madre la conversión de cuantos obran
mal. Os suplico, ¡buen Jesús!, inundéis su corazón de un gran dolor de haberos ofendido. Haced que os conozcan
y os amen. Dispensadme la gracia de amaros más y más y en todos los instantes de mi vida, para consolaros y
reparar la ingratitud de quienes os olvidan. Amén.
Jesús mío, os doy…
__________

SÉPTIMO VIERNES

Las almas tibias hallarán fervor. Las almas fervorosas llegarán presto a la perfección.

Sin vuestro auxilio, Jesús mío, no podemos avanzar en el camino del bien. Señor, por mediación de la Virgen
María, os ofrezco la comunión de este día para que avivéis en mi alma el amor a vuestro Corazón Sagrado y
concedáis este amor a cuantos no lo sienten. Ayudado de vuestra divina gracia lucharé, Señor, para que cada
semana..., cada mes..., avance un poco en la virtud que más necesito. Amén.
Jesús mío, os doy…
__________

OCTAVO VIERNES
66
Roma, se opuso a tal fiesta por más de 100 años, solo el Papa Clemente XIII40
permite que solo los obispos polacos y la archicofradía del Sacro Cuore, la
celebraran. No fue, sino hasta el Papa Pío IX que en 1856 la introduce como
obligatoria para toda la Iglesia. Y, León XIII41, la elevó al grado de Solemnidad y
Consagró a toda la humanidad al Corazón de Jesús, mediante la encíclica: "Annum
Sacrum" (ASS 21(1899) 646-651). Además, autorizó una Misa Votiva en honor al
Corazón de Jesús para que fuera celebrada los primeros viernes de cada mes. Pío
XII42, por su parte, en 1956 publicó una encíclica dedicada al Corazón de Jesús,
llamada: Haurietis Aquas (ASS 48(1956) 309-353.

Tras, una crisis teológico-semántica, en la cual, algunos teólogos acusaban a esta


celebración de fomentadora de una superstición, el Papa Juan Pablo II, pidió, al

Daré a cuantos trabajan por la salvación de las almas el don de ablandar los corazones más endurecidos.

Sagrado Corazón de Jesús, que prometisteis inspirar a los que trabajan por la salvación de las almas aquellas
palabras que consuelan, conmueven y conservan los corazones; os ofrezco mi comunión de hoy para alcanzar,
mediante la intercesión de María Santísima, la gracia de saber consolar a los que sufren y la gracia de volver a
Vos, Señor, a los que os han abandonado.
¡Dulce Salvador mío, concededme y ayudadme a salvar almas! ¡Son tantos y tantos los desgraciados que empujan
a los demás por el camino del vicio y del infierno! Haced, Señor, que emplee toda mi vida en hacer mejores a los
que me rodean y en llevarlos conmigo al cielo. Amén.
Jesús mío, os doy...
__________

NOVENO VIERNES

Guardaré recuerdo eterno de cuanto un alma haya hecho a mayor gloria de mi Corazón. Los que
propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, de donde no será borrado.

Os ofrezco, Jesús mío, la Comunión del presente día para alcanzar la gracia de saber infundir en el alma de cuantos
me rodean ilimitada confianza en vuestro Corazón Divino. Dadme cuanto necesito para llevar a Vos a los que
luchan..., a los que lloran..., a los caídos..., a los moribundos... Y dignaos, ¡oh Jesús!, escribir hoy mi nombre en
vuestro Corazón y decir a los ángeles que rodean vuestro Tabernáculo: «Este nombre es el de un devoto que,
amándome mucho, quiere consolarme del olvido e ingratitud de tantos hombres.» Amén.
Jesús mío, os doy…
40
246 -Clemente XIII (Carlo Rezzonico): Venecia; Julio 6 (16), 1758 - Febrero 2, 1769.
Nació en Venecia. Elegido el 16-VII-1758, murió el 2-II-1769, misteriosamente. Su pontificado se caracteriza por
el "Illuminismo". Riguroso, pero fiel el espíritu de conservador, fue apreciado por muchos estados católicos donde
se eliminaron algunos derechos seculares de la Iglesia.
41
254 -León XIII (Gioacchino Pecci): Carpineto (Anagni); Marzo 3, 1878 - Julio 20, 1903.
Joaquín Pecci. Nació en Carpineto. Elegido el 3-III-1878, murió el 20-VII-1903. Publicó la encíclica "Rerum
Novarum" que trata del trabajo y la política social. Fue el primer Papa que captado en film. Celebró el 22º Año
santo y S. Pedro fue iluminado eléctricamente por primera vez.
42
258 -Pio XII (Eugenio Pacelli): Roma; Marzo 2 (12), 1939, a Octubre 9, 1958.
Nació en Roma. Elegido el 2-III-1939, día de su cumpleaños (63 años) Murió el 9-X-1958. Luchó contra la
persecución del marxismo. En la cripta debajo de la B. de San Pedro descubrió la tumba del Santo. Celebró el 24
Año santo (1950) y proclamó el Dogma de la Asunción de María.
67
superior de la Orden de los Jesuitas, el P. Pedro Arrupe43, que pusiera en el lenguaje
teológico de hoy, la devoción al Sagrado Corazón.
4) Cristo Rey del Universo:

La introducción de esta fiesta es reciente, el Papa Pío XI en el año 1925 la


estableció, para conmemorar, el 1600 aniversario del Concilio de Nicea (325). En
su encíclica "Quas Primas" del 11 de Diciembre de 1925, en la que habla de las
fuerzas desvastadoras de la época (La I Guerra Mundial, las Revoluciones Mexicana
y Bolchevique) que sólo puedieran ser superadas si se reconociera la realeza de
Cristo.

La fiesta originalmente se celebró el último Domingo de Octubre, en consideración


a la sucesiva fiesta de Todos los Santos. En ésta, inclusive, habría que darse la ya
mencionada consagración anual al Sagrado Corazón. Tuvo, sin embargo, muchos
escollos que librar esta fiesta, ya que este sentido de la realeza de Cristo se maneja
en varias ocasiones en diversos tiempos: Adviento, Navidad, Epifanía, Pascua, la
Ascensión e, inclusive en todos los Domingos, ya que expresan el Señorío de Cristo
(Kyrios). Por ello, su nuevo lugar, en el último Domingo del Año Litúrgico, con el
título: Cristo Rey del Universo, viene a ser la síntesis de todo el Año Litúrgico,
abarcando así las realidades cósmica, teológica y, escatológica.

d) Otras fiestas fijas del Tiempo Ordinario:

1) La Transfiguración del Señor (6 de Agosto):


43
(Bilbao, 1907 - Roma, 1991) Jesuita vasco. Después de estudiar el bachillerato en el Colegio de los Escolapios
de su ciudad natal, realizo la carrera de medicina en Valladolid (1922) y en Madrid, con premios extraordinarios
en anatomía y terapéutica. Unos ejercicios espirituales en Loyola durante el verano de 1926 cambiaron
radicalmente su vida: ingreso en la Compañía de Jesús (1927) y, después de seguir estudios de filosofía y
psiquiatría, se ordeno sacerdote (1936). Completo su formación en la Universidad de Saint Louis (EEUU) y en
1938 fue destinado a Japón. Como rector del noviciado de Yamaguchi, cerca de Hiroshima, fue testigo de primera
mano de los efectos de la bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945; el noviciado quedó convertido en hospital
de primeros auxilios, y sus conocimientos médicos ayudaron a salvar la vida de cientos de personas. Años después,
relataría su experiencia en un libro de impacto (Yo viví la bomba atómica), y explicaría los efectos de la radiación
nuclear, por mandato expreso de Pió XII, en cuatro giras mundiales realizadasentre1950y1962.
Nombrado primer provincial de Japón en 1958, siete años mas tarde fue elegido por amplia mayoría prepósito
general de la Compañía. Su mandato se caracterizo por el ejercicio de una sutil diplomacia, a fin de equilibrar las
actitudes abiertamente progresistas de los jóvenes jesuitas con la actitud cauta y conservadora, cuando no
decididamente hostil, de la Curia romana, acentuada durante el pontificado de Juan Pablo II. Presento su dimisión
(a pesar de la naturaleza vitalicia de su cargo), el 18 de abril de 1980, pero no le fue aceptada por el Papa. Sin
embargo, los acontecimientos se precipitaron cuando en 1981 sufrió una trombosis cerebral, de la que nunca se
recupero totalmente. En 1983 fue sustituido al frente de la compañía por el neerlandés Peter-Hans Kolvenbach.
Los últimos años de su vida fueron un doloroso peregrinar por distintas casas de la Compañía en todo el mundo,
bajo la continua tutela de médicos y enfermeros.
68

A la base se encuentra la narración de los Sinópticos (Mt 17,1-8 y paralelos).


También de origen Oriental en el siglo V, en Occidente aparece hasta el 1457 por
Calixto III ante la victoria ante los turcos (1456).
2) La Exaltación de la Santa Cruz (14 de Septiembre) en México (3 de
Mayo):

Tiene su origen en Jerusalén en ocasión de la Dedicación de la doble Basílica


de la Crucificción y la Resurrección, más comúnmente conocida, como Anástasis y
Martyrium, el 13 de Septiembre del 335. Al día siguiente (14 de Septiembre),
levantó la grande reliquia de la cruz y la presentó a la veneración de los fieles
(Exaltatio Crucis). La segunda fiesta, superó en importancia a la primera,
encontrando rápida difusión.

En Occidente, en el siglo VIII, sobre todo en Francia, la fiesta de la santa Cruz estaba
fechada el 3 de Mayo, día en que el emperador Heráclio en el 628, había devuelto
la misma cruz a Jerusalén tras el robo que los persas habían hecho de ella44. Estas
dos fechas causaron confusión dentro del calendario romano, que terminaron por
invertir las fechas. Juan XXIII 45 , ante el conocimiento ya claro de las cosas,
suprimió, en 1960, la fiesta del 3 de Mayo, dejando la original.

3) La Dedicación de una Iglesia:

Apoyados en 1 Mac 4,59 y en la costumbre pagana de celebrar el "Natale


Templi", la Iglesia se vio impulsada a celebrar el aniversario de la Dedicación de sus

44
Ya en el siglo VII, en el imperio romano de oriente, en el año 611, el monarca persa Cosroes II emprendió la
conquista de las provincias bizantinas orientales, con un poderoso ejercito, arrasando Siria y Jerusalén, que cayo
después de veinte días de asedio en el año 614.

La iglesia del Santo Sepulcro erigida por Constantino, fue saqueada e incendiada, llevándose los invasores un gran
botín, en el que entre otras reliquias, iba la Santa Cruz que Cosroes condujo hasta Ctesifonte, capital sasánida.
Pocos años después, el emperador bizantino Heraclio (610-614) salió de Constantinopla con un fuerte ejercito,
realizando tres brillantes campañas contra los persas, entre 622 y 628, que llevaron las armas imperiales de victoria
en victoria hasta casi las puertas de Ninive. La Santa Cruz fue recuperada, conduciéndola el Basileo en persona
hasta Jerusalén, el 21 de marzo de 630 – así nos dice el historiador armenio Sebeos, en su “Historia del emperador
Heraclio” – no sabemos por qué causa la iglesia acomodo la fiesta de la restitución de la reliquia para el día 3 de
mayo. De estos acontecimientos, se originó la devoción de la Santa Cruz, extendida por todo el mundo cristiano.
45
259 -Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli): Sotto il Monte (Bergamo): Octubre 28 (Noviembre 4),
1958Junio1963.
Nació en Sotto il Monte (Bergamo). Elegido el 28-X-1958, murió el 3-VI-1963. Con su bula Humanae salutis
proclamó el 21º Concilio Ecuménico Vaticano II. (11-X-1962). El tema del concilio: vida litúrgica, relaciones
sociales, la Iglesia y el mundo moderno. Se está trabajando para su beatificación.
69
templos (hoy llamados: Edificios para el Culto). El más antiguo testimonio de ello,
lo encontramos en "Historia Eclesiástica" de Eusebio de Cesarea46, el cual había
dedicado la Iglesia Episcopal de Tiro, celebrando la Eucaristía y teniendo una
homilía.

Las fiestas de la Dedicación de una Iglesia, comenzaron por tener una importancia
local, luego, tras las grandes peregrinaciones y fama de esos lugares, las fiestas
mismas se exportaron a otras partes del mundo. Tal es el caso de la Basílica-Catedral
de san Juan de Letrán (9 de Nov.), la Basílica Patriarcal de san Pedro (18 de Nov.);
san Pablo (18 de Nov.) y santa María la Mayor (5 de Ago.).

En cuanto a las Iglesias locales, el aniversario de la Dedicación de la Iglesia


Catedral, debe tenerse como solemnidad en la propia catedral y fiesta para toda la
Diócesis. En Monterrey la Dedicación de la Iglesia Catedral se celebra el 22 de
Noviembre, mientras que la consagración del altar, el 4 de Junio.

4) Los Cuatro Tiempos47 o Rogativas 48:

46
Natural de Palestina, Eusebio de Cesarea es el fundador de la escuela de Cesarea, ciudad de la que fue elegido
obispo en el año 313. Participó en el Concilio de Nicea defendiendo teorías conciliadoras con los dos extremos e
incluso se apuntan posibles diferencias con los líderes de ambas tendencias, Arrio y Atanasio. Es el autor de la
"Historia Eclesiástica".
47
Son como procesiones distribuidas a lo largo del Año Litúrgico, por ejemplo: Una, durante la semana por la Unidad
de los Cristianos. Dos, uno o dos días antes de la Ascensión. Tres, en ocasión del jubileo: exposición anual solemne
de la Eucaristía. Y, cuatro, en ocasión a la peregrinación de los santuarios.
48
En el caso de las sequías, el despliegue de rogativas que llega a producirse contempla hasta cinco niveles,
perfectamente identificables y, además, con un esquema apenas invariable entre los diferentes puntos o localidades
estudiadas (Martín Vide y Barriendos, 1995):
Nivel I: Nivel simplemente preventivo. Era un acto dentro de las iglesias, consistente en simples rezos u oraciones
al terminar las misas.
Nivel II: Nivel medio. Era un acto también dentro de las iglesias, consistente en la exposición de reliquias o
imágenes en un lugar prominente, como altares o mediante un recorrido por la iglesia o un claustro.
Nivel III: Nivel severo. Era ya un acto público fuera de la iglesia aunque dentro de la población. Consistía en
procesiones públicas por las principales calles de la población, con reliquias e imágenes de santos. Podía realizarse
una sola procesión o una tanda preestablecida de varias de ellas a diferentes iglesias y conventos.
Nivel IV: Nivel grave. Era un acto público aún dentro de la población. Consistía en inmersiones en agua de
reliquias o imágenes de advocaciones de especial veneración. Las inmersiones se prohibieron en 1619 por el
deterioro que provocaban en las reliquias y fue sustituído por actos de similar solemnidad, como misas generales
de difuntos o exposiciones del Santísimo Sacramento.
Nivel V: Nivel crítico. Consistía en peregrinaciones que se realizaban fuera de la población. Se enviaban peregrinos
a santuarios de especial veneración. En estos santuarios, solían agruparse para las rogativas peregrinos de aquellas
procedencias en las que el problema ambiental estuviera incidiendo negativamente. En los correspondientes
registros documentales de entrada de peregrinos, en consecuencia, además de la duración e intensidad de un
episodio climático anómalo se podría caracterizar su incidencia geográfica.
70
Se entiende con ello, los miércoles, viernes y sábado de cuatro semanas en el
trascurso del Año. Generalmente, coinciden con el inicio de cada estación del año.
En Roma se tiene noticia de ello en el siglo IV y en el VIII se les reconoce con el
nombre de "Quattro Tempora" o Letanías Mayores y las Letanías Menores49.

Estas celebraciones son netamente romanas que no tienen origen en oriente. Aunque
el motivo de su origen es incierto, ciertamente debió influir los días de ayuno que se
mencionan en Zac 8,19; Jl 2,12-19 que el Papa León I menciona en una de sus
homilías al respecto. El Papa Gregorio VII 50 en el año 1078 en el Sínodo
Romano, pone fin a la diversidad de fechas para estas celebraciones, estableciendo
las siguientes:

Ø El miércoles después del Primer Domingo de Cuaresma.


Ø El miércoles después de Pentecostés.
Ø El miércoles después de la Exaltación de la santa Cruz (14.IX).
Ø El miércoles después de la fiesta de santa Lucía (13.XII).

Es un esfuerzo ascético que tiene como norma: La Oración, el ayuno y, la limosna.


Al mismo tiempo que constituían una acción de gracias por las cosechas en el
transcurso del año. A partir del siglo V sirvieron como preparación para conferir las
Ordenes Sagradas. Y, en épocas más recientes se añade la oración por las vocaciones
sacerdotales y religiosas.

Actualmente, se mantienen vigentes los criterios de Gregorio VII para la fijación de


la fecha de las "Temporas" pero, le compete a cada Conferencia Episcopal
determinar la Misa apropiada para cada ocasión y además, la fecha. En cuanto a las
intenciones, fácilmente son constatables los grandes problemas que se viven en el
mundo entero respecto de la guerra, el hambre, la injusticia, etc.
4. EL SANTORAL

49
Las más antiguas son las Letanías Mayores, que eran celebradas el 25 de Abril (Hoy Fiesta de san Marcos). Estas
es de origen romano y venía sustituyendo una procesión agrícola pagana49 en honor al dios Robigus. Como esto es
netamente romano, el actual ordenamiento del Calendario Romano, ha suprimido esta Letanía Mayor. Sin embargo,
las Letanías Menores, deben su origen al obispo Mamerto de Viena, que en el 469, tras un período de grandes
tribulaciones, ordenó tres días antes de la Ascensión de ayuno y de procesiones penitenciales. A Roma llegó esta
tradición bajo el Pontificado de León III en el siglo IX, pero sin el ayuno. Actualmente, la práctica está señalada en
las Normas Universales para el Uso del Calendario Litúrgico, números 45-47.
50
155 -San Gregorio VII (Hildebrand): Toscania; Abril 22 (Junio 30), 1073-Mayo 25, 1085.
Nació en Toscana. Elegido el 22.IV.1073, murió el 25.V.1085. En el Concilio emana el "Dictatus papae": sólo el
Papa es universal, ninguno puede juzgarlo. Él solo puede desligarse del juramento. Enrique IV, excomulgado se
trasladó a Canosa con un Hábito y durante tres días y tres noches imploró perdón.
71

a) La Historia del Culto a los Santos:

Ø Hacia la mitad del siglo II los cristianos empezaron a venerar de una manera
especial a los mártires como testigos de Cristo. El primero debió ser el Obispo
Policarpo de Esmirna51 alrededor del 155.

Ø Al inicio este culto era solamente en el lugar o ciudad donde se encontraba la


tumba. Solo más tarde, y debido a los peregrinos y comerciantes, el culto se
trasladó a otros lugares a manera de devoción. Ante la falta de la tumba, las
comunidades o Iglesias buscaron obtener al menos una reliquia (restos). Y,
en donde ni esto era posible, se hacían una imagen del mártir.

Ø Los siguientes en ser venerados, fueron los llamados confesores, que muy
lejos de ser los que administraban el así ahora llamado sacramento; se refería
más bien, a aquellos que habiendo sido martirizados por el nombre de Cristo,
no habían muerto a causa de la tortura, la prisión o el exilio.

Ø Después de ellos, inició además, el culto a los apóstoles, quienes fueron los
primeros testigos de Cristo.

51
Policarpo, obispo de Esmirna, fue quemado como mártir en el año 155 d.c. Poco antes de su muerte, exclamó
ante quien lo quería hacer apostatar de su fe a Cristo "Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha
hecho mal alguno. ¿Como puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?", vemos por esto, que su
conversión -a edad avanzada- aconteció en el año 69 d.c. por lo cual fue contemporáneo de varios de los apóstoles,
especialmente del apóstol Juan, de quien recibió directamente sus enseñanzas, como nos da a entender su discípulo
Ireneo de Lyon, cuando escribe a Florino, un presbítero romano que había caído en la herejía del gnosticismo, nos
dice así: "Porque te vi cuando yo todavía era un niño, en el Asia interior, desempeñando brillante papel en la corte
imperial y tratando a la par de ganarte la estimación de aquél... Puedo decir hasta el lugar en que el bienaventurado
Policarpo se sentaba para dirigir su palabra, cómo entraba en materia, y cómo terminaba sus instrucciones, su
genero de vida, la forma de su cuerpo, las pláticas que dirigía a la muchedumbre; como contaba su trato con Juan
y con los demás que habían visto al Señor y como recordaba las palabras de ellos y qué era lo que había oído él de
ellos acerca del Señor ya sobre sus milagros, ya sobre su doctrina. Todo lo cual, como quien la había recibido de
quienes fueron testigos de vista del Verbo, Policarpo lo relataba de acuerdo a la Escrituras."
72
Ø Posteriormente, el turno le siguió a los obispos famosos como Gregorio "El
Taumaturgo"52 en Oriente, y Martín de Tours53 en Occidente.

Ø Por último fueron incluidas las Vírgenes y los Ascetas, dado su excepcional
seguimiento de Cristo.

El culto evolucionó, de una especial admiración y respeto, hasta la edificación de


altares, capillas y basílicas, en las cuales no solo se leía sus actos heroicos (Hechos
de los Mártires), y la celebración de la Eucaristía en el día de su martirio (navidad),
así como la imitación de sus virtudes; sino que además, acudían a estos lugares en
busca de intercesiones y milagros.

Ø El culto hacia la Madre de Dios, no se da durante los tres primeros siglos,


pero a partir del siglo IV inicia y va cada vez más en aumento, sobre todo en
Oriente, con la definición dogmática de la Theotocos.

Con los siglos, la expansión del culto a los santos se hizo prácticamente
incontrolable la postulación, el reconocimiento y la veneración de los mismos. Por
ello, la Santa Sede, decidió la creación de un organismo que supervisar y canalizara
estas devociones.

52
Mateo 17, 20: "si tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Vete de aquí allá, y se iría, y nada
os sería imposible".
Este fue por cierto el caso de San Gregorio el Taumaturgo: "Los misterios de las enseñanzas de Cristo", diría él,
"sobrepasan la comprensión humana, y son confirmados por la manifestación de milagros".
Gregorio era un hombre enérgico, naturalmente extrovertido y con capacidad de organizarlo todo hasta en sus
mínimos detalles. Junto con su hermano, estudió bajo la tutoría de Orígenes, quien le inculcó su amor al
conocimiento y abrió su mente a todo lo que filósofos y poetas habían escrito concerniente a Dios.
Después de algunos años felices con Orígenes, los estudios de Gregorio concluyeron y regresó a Neocesarea. Pero
no hizo ningún milagro hasta después de haber recibido una carta de su maestro alentándolo "a emplear, en servicio
de la religión, todos los talentos recibidos de Dios".
53
Martín significa: "el batallador". (De Mart = batalla).
San Martín es un gran santo queridísimo para los franceses, y muy popular en todo el mundo.
Nació en Hungría, pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya
vestía el uniforme militar.
Durante más de 15 siglos ha sido recordado nuestro santo por el hecho que le sucedió siendo joven y estando de
militar en Amiens (Francia). Un día de invierno muy frío se encontró por el camino con un pobre hombre que
estaba tiritando de frío y a medio vestir. Martín, como no llevaba nada más para regalarle, sacó la espada y dividió
en dos partes su manto, y le dio la mitad al pobre. Esa noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido
con el medio manto que él había regalado al pobre y oyó que le decía: "Martín, hoy me cubriste con tu manto".
73
El procedimiento con el cual se autorizaba y se reconocía el culto a cualquier santo
se llamó: Canonización. La actual normativa se debe a Paulo VI54 con su Motu
Proprio "Sanctictas Clarior", del 19 de Marzo de 1969 (AAS 61 (1969) 149-153).

Históricamente, la Iglesia ha luchado para evitar el fanatismo, el radicalismo y el


sectarismo en torno a estas devociones. Ha procurado ir controlando estas
devociones e ir depurando aquellos aspectos que más bien se antojan míticos.

Durante el Medievo fue tal la expansión que el Año Litúrgico estaba fuertemente
saturado de celebraciones que oscurecían el misterio de Cristo. Pío V siguiendo las
normativas del Concilio de Trento, redujo a 158 las celebraciones de los santos al
año. Pero, al inicio de este siglo, ya eran 230, sin contar las fiestas propias de cada
diócesis, que en algunos lugares llegaban a ser más de 100.

b) La Teología del Culto a los Santos:

No obstante todas las exageraciones y algún abuso en algunas épocas y en


algunos lugares, la Iglesia jamás ha perdido de vista en su enseñanza, que Cristo es
el único mediador entre Dios y los Hombres (1 Tm 2,5s). Por lo que, cuando venera
a los santos, proclama la gracia vencedora del único redentor y mediador, Cristo.
Gracia, que en lo santos se ha manifestado como eficaz y transformadora.

En lo que se refiere al culto a la Bienaventurada Virgen María, la Iglesia la considera


asociada indisolublemente a la Obra de Cristo. Pues, en ella, ve todo lo que Dios
espera de la Iglesia (SC 103).

Sin embargo, sin negar la eficacia de una intercesión ante Cristo, la Iglesia ve en los
santos, hombres en los cuales, manifestada la gracia de Dios, se presentan ante
nuestros ojos y nuestro tiempo como signo de que se puede alcanzar en esta vida, la
redención.

54
260 -Pablo VI (Giovanni Battista Montini): Concessio (Brescia); junio 21 (30), 1963 - agosto 6, 1978.
Nació en Concesio (Brescia). Elegido el 21-VI-1962, murió el 6-VIII-1978. Guió el Concilio Vaticano II en su
segunda etapa y lo finalizó (8-XII-1965). Celebró el 25º Año Santo (1975). Ha sido el primer Papa en viajar fuera
de Europa. Creó el Sínodo Episcopal.
74
La Congregación de Ritos publicó el 21 de Marzo de 1969 el Calendario Romano,
precedido de las normas generales y de un comentario al nuevo calendario (que
aparece en el Misal Romano después de las prenotandas del mismo).

El actual calendario observa solo cuatro solemnidades referidas a los santos, con
excepción de la Madre de Dios: San José, el nacimiento de san Juan Bautista, san
Pedro y san Pablo y, todos los santos. 17 fiestas, 50 memorias obligatorias y 88
facultativas, en total 168 celebraciones.

Los santos están repartidos de la siguiente manera 89 proceden de países latinos y


63 de órdenes religiosas. A todo esto, todavía cabe agregar el 2 de Nov. la
celebración de todos los difuntos, que el abad de Cluny, san Odilón lo elevó al grado
de solemnidad en el año 998.

Respecto de la Madre de Dios, algunas están en íntima relación con Cristo:

Ø María Madre de Dios (1 de Enero).


Ø La Inmaculada Concepción (8 de Dic).
Ø La Anunciación (25 de Marzo).
Ø La Presentación (2 de Febrero).
Ø La Visitación (31 de Mayo).
Ø La Asunción (15 de Agosto).
Ø El Nacimiento de María (8 de Septiembre).

Otras, en cambio, llamadas memorias, están relación a apariciones o consagraciones


o devociones:

Ø Lourdes (11 de Febrero).


Ø El Inmaculado Corazón de María (Sábado posterior al Sagrado Corazón).
Ø N. Sra. del Carmen (16 de Julio).
Ø La Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor (5 de Agosto).
Ø Santa María Reina (22 de Agosto).
Ø N. Sra. de los Dolores (15 de Septiembre).
Ø N. Sra. del Rosario (7 de Octubre).
Ø La Presentación de la Virgen María (21 de Noviembre).
75
Todavía sin contar todos los sábados del Tiempo Ordinario, que cuando están libres
de otra fiesta, puede utilizarse los formularios de Santa María en Sábado, así como
los formularios del Misal de la Virgen María y de su Leccionario.

c) Calendarios Regionales, Diocesanos y Religiosos:

Cada Conferencia Episcopal además del Calendario Universal, cuentan


además con uno propio que se le anexa al primero.

1) En México son pocas las celebraciones:

Ø San Felipe de Jesús (5 de Febrero).


Ø Beato Sebastián de Aparicio (25 de Febrero).
Ø Santa Cruz (3 de Mayo).
Ø San Cristóbal Magallanes y compañeros mártires (25 de Mayo).
Ø Santa María de Jesús Sacramentado Venegas (30 de Julio).
Ø Beato Bartolomé Laurel (16 de Agosto).
Ø Beatos Pedro Zúñiga y Luis Flores (19 de Agosto).
Ø Beato Junípero Serra (26 de Agosto).
Ø Beato Bartolomé Gutiérrez (2 de Septiembre).
Ø Beatos Cristóbal, Antonio y Juan, Niños Mártires de Tlaxcala (23 Sept.).
Ø Beato Mons. Rafael Guizar y Valencia (24 de Octubre).
Ø Beato Miguel Agustín Pro (23 de Noviembre).
Ø Beato Juan Diego (9 de Dic).
Ø Nra. Sra. de Guadalupe (12 de Dic).

2) El Calendario Arquidiocesano de Monterrey:

Ø 24 de Enero: (1951) Cumpleaños del actual Arzobispo.


Ø Febrero: Día del Seminario.
Ø 4 de Marzo: Elevación de la Basílica de la Purísima.
Ø 25 de Marzo: La Anunciación del Señor: Segundo título patronal de la
Catedral.
76
Ø 10 de Mayo: Elevación de la Basílica de Guadalupe y (1990) Coronación
Pontificia de la “Virgen Chiquita” de la Pusrísima Concepción.
Ø 30 de Mayo: (1996) Ordenación Episcopal del Actual Arzobispo de Mty.
Ø 31 de Mayo: (1964) Aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen del
Roble.
Ø 4 de Junio: (1833) Aniversario de la Dedicación de la Catedral.
Ø 19 de Sept.: La coronación pontificia de N. Sra. de Monterrey.
Ø 17 de Nov.: (1978) Ordenación Sacerdotal del Actual Arzobispo de Mty.
Ø 8 de Dic.: Solemnidad de la Inmaculada Concepción, Patrona Principal de la
Catedral y de la Ciudad de Monterrey.
Ø 10 de Dic.: Elevación de la Basílica del Roble.
Ø 15 de Dic.: (1777) Erección de la Diócesis.
Ø 18 de Dic.: Solemnidad de N. Sra. del Roble, Patrona Principal de la
Arquidiócesis de Monterrey.

Ha éstas hay que sumar las fiestas patronales de cada una de las parroquias y, los
aniversarios de ordenación sacerdotal de cada uno de los párrocos.

3) En lo que se refiere a los calendarios religiosos, principalmente se


refiere a las órdenes monásticas, que son capaces, ellas solas de cubrir todos los días
del año con celebraciones de sus familias religiosas:

Ø Benedictina.
Ø Agustina.
Ø Franciscana.
Ø Dominica.
Ø Carmelitana.

A éste, están sujetos no solo los monjes sino además las llamadas órdenes terciarias.
Finalmente, basta decir, que existe un Martirológio Romano que enumera las fiestas
de los mártires de la Iglesia antigua.

d) La Tabla de Precedencias55:

Cabría aquí señalar algunas reglas sencillas:

55
Es la Tabla que indica que celebraciones preceden a otras en caso de que se junten en el mismo día, en el Misal
Romano para México, la encontramos en la páginas 114-115.
77

Ø Todas las Solemnidades tiene precedencias sobre las fiestas y memorias.

Ø De entre las Solemnidades destacan: El Triduo Pascual y las de los Domingos


de Adviento, Cuaresma y Pascua.

Ø Otras, aunque no son solemnidades tiene este valor, como el Miércoles de


Ceniza, y todos los días de la Semana Santa y, la Infraoctava de Pascua.

Ø Las Solemnidades del Señor, de la Virgen y de los Santos del Calendario


Universal.

Ø La Conmemoración de los Fieles Difuntos.

Ø Las Solemnidades Propias:

o El Santo Patrono.
o La Dedicación.
o El título de la Iglesia.
o El título de una Congregación o de su fundador.

Ø Las Fiestas del Señor del Calendario Universal.

Ø Los Domingos de Navidad y del Tiempo Ordinario.

Ø Las Fiestas de la Virgen y de los Santos del Calendario Universal.

Ø Las Fiestas Propias:

o Patrono Diocesano.
o Dedicación de la Iglesia Catedral (fuera de ella).
o Fiestas Diocesanas.

Ø Las Ferias de Adviento (17-24 de Dic); de la Octava de Navidad y, las ferias


de Cuaresma.

Ø Las Memorias Obligatorias del Calendario Universal.


78
Ø Las Memorias Propias.

Ø Las Memorias Libres.

Ø Las ferias de Adviento anteriores al 17 de Dic.; las ferias de Navidad


posteriores al 2 de Enero; las ferias de Pascua a partir del II Domingo; y las
Ferias del Tiempo Ordinario.

Ø Cuando, una solemnidad mayor oculta a una de menor grado esta se traslada
al día siguiente, incluso en el Domingo.

Ø Los Obispos, pueden por una grave necesidad pastoral introducir una
celebración (ad casum) que no coincida con los niveles más altos de la tabla
de precedencias.
79

APÉNDICE I:

CARTA APOSTOLICA

MOTU PROPRIO
POR EL CUAL SE APRUEBAN
LAS NORMAS UNIVERSALES SOBRE EL AÑO LITURGICO
Y EL NUEVO CALENDARIO ROMANO GENERAL

PABLO PAPA VI

El sagrado Concilio Vaticano II enseña claramente que la celebración del misterio pascual, que se desarrolla
a lo largo del año con un ritmo diario y semanal, constituye el núcleo esencial del culto cristiano por esta razón, es
necesario que en la reforma del año litúrgico, cuyas normas fueron establecidas por dicho Concilio1, se dé mayor
realce al misterio pascual de Cristo, tanto en lo que se refiere a la ordenación del propio del tiempo y del propio
de los santos, como a la revisión del calendario romano.

Con el correr de los siglos, sin embargo, acaeció que la multiplicación de las vigilias, fiestas y octavas y la
progresiva complicación de las varias partes del año litúrgico empujaron a los fieles hacia la practica de las
devociones particulares, de tal modo que sus espíritus se alejaron un poco de los misterios fundamentales de nuestra
redención.

Nadie ignora, sin embargo, que nuestros predecesores San Pío X y Juan XXIII, de venerada memoria,
dieron algunas disposiciones para devolver al domingo la dignidad de sus orígenes, de modo que fuese para todos
la “fiesta primordial”2, y para restaurar la celebración de la Cuaresma. Es igualmente sabido que nuestro predecesor
Pío XII, de venerada memoria, ordenó que en la Iglesia occidental se restaurase en la noche de Pascua la solemne
vigilia3, en la que el pueblo de Dios, celebrando los sacramentos de la iniciación cristiana, renovase su alianza con
Cristo resucitado.

Estos sumos pontífices, siguiendo las enseñanzas de los Santos Padres y la doctrina constante de la Iglesia católica,
rectamente pensaban que el ciclo del año litúrgico no es sólo una evocación de las acciones cumplidas por Cristo
para salvarnos, y sobre todo de su muerte; ni un mero recuerdo de hechos pasados, aptos para instruir y para nutrir
la meditación de los fieles, incluso de los menos preparados; sino que enseñaban que la celebración del año
litúrgico “tiene una particular fuerza y eficacia para alimentar la vida cristiana”4, lo que también Nos pensamos y
declaramos.

Justamente, por tanto, cuando celebramos el “misterio del nacimiento de Cristo”5 y de su manifestación al mundo,
suplicamos “ser transformados en lo interior por aquel que exteriormente fue como uno de nosotros”6; y cuando
renovamos la Pascua de Cristo, pedimos a Dios que, cuantos han renacido con Cristo “manifiesten en la vida el
sacramento que han recibido por la fe”7. Pues, como dice el Concilio Ecuménico Vaticano II, la Iglesia
“conmemorando los misterios de la redención, abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su Señor,
de tal manera que, en cierto modo, se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los fieles ponerse en contacto
con ellos y llenarse de la gracia de la salvación”6.
La revisión del año litúrgico y las normas que acompañan su renovación no tienen otro objeto que facilitar a los
fieles una intensa comunión por la fe, la esperanza y la caridad con “todo el misterio de Cristo, desarrollado en el
curso del año”9.
80
A este misterio de Cristo no se oponen en modo alguno las fiestas de la Virgen María, “unida con lazo indisoluble
a la obra salvífica de su Hijo”, ni las conmemoraciones de los santos, entre las que se cuentan los aniversarios de
“nuestros señores los mártires y triunfadores”11, fiestas que brillan con un resplandor particular. Pues “las fiestas
de los santos proclaman las maravillas de Cristo en sus servidores y proponen ejemplos oportunos a la imitación
de los fieles12. En efecto, la Iglesia católica ha sentido siempre como cosa cierta y segura que en las fiestas de los
santos se anuncia y se renueva el misterio pascual de Cristo”13. No se puede negar, sin embargo, que con el correr
de los siglos las fiestas de los santos aumentaron en exceso, por lo que el Concilio justamente estableció: “para
que las fiestas de los santos no prevalezcan sobre los misterios de la salvación, desee la celebración de muchas de
ellas a las Iglesias particulares, naciones, familias religiosas, extendiendo a toda la Iglesia sólo aquellas que
recuerdan a santos de importancia realmente universal”14.Para dar cumplimiento a esta decisión del Concilio
Ecuménico, han sido suprimidos del calendario general los nombres de un cierto número de santos, concediendo,
por otra parte, la facultad de restaurar en las regiones interesadas, si lo desean, la conmemoración y el culto de
otros santos. La supresión de los nombres de algunos santos, cuya fama no era universal, ha permitido incluir en
el calendario romano los nombres de los mártires de aquellas regiones en las que la predicación del Evangelio
llegó tardíamente. De este modo, en un mismo catálogo y con la misma dignidad figuran representantes de todas
las naciones, hombres esclarecidos o por haber derramado su sangre por Cristo o por el fulgor de sus virtudes. Por
estas razones, pensamos que el nuevo calendario general, preparado para el rito latino, corresponde mejor a las
formas y a las necesidades de nuestro tiempo y refleja mas adecuadamente la universalidad de la Iglesia. En efecto,
el nuevo calendario presenta los nombres de los santos más importantes, que ofrecen a todo el pueblo cristiano
preclaros ejemplos de una multiforme santidad. Señalar la utilidad espiritual de esto para todos los cristianos,
resultaría superfluo. Habiendo sopesado ante el Señor y con suma atención todas estas razones, Nos aprobamos
con nuestra autoridad apostólica el nuevo calendario general romano preparado por el Consilium para la
actualización de la Constitución sobre la sagrada liturgia y las normas relativas a la ordenación del año litúrgico.
Decidimos, además, que entren en vigor el día 1 de enero del próximo año 1970, reguladas por los decretos que
serán publicados conjuntamente por la Sagrada Congregación de Ritos y por dicho Consilium, valederos hasta la
edición del misal y del breviario restaurados.
Mandamos también que cuanto se prescribe en esta carta apostólica, dada en forma de motu proprio, tenga fuerza
y eficacia, no obstando cualesquiera otras constituciones y ordenaciones de nuestros predecesores, incluso las
dignas de mención y poder de derogar la ley.
Dado en Roma, en San Pedro, el día 14 de febrero de 1969, sexto año de nuestro pontificado. PABLO PP. VI

1. Cf. Conc. Vat. 11, Const. sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, nn. 102-111.
2. Cf. Coric. Vat. 11, Const. sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 106.
3. Cf. S. Congr. de Ritos, Decreto Dominicae Resurrectionis, del 9 de febrero de 1951: A.A.S. 43 (1951) pp.
128~129.
4. S. Congr. de Ritos, Decreto general Máxima Redemptionis nostrae mysteria, del 16 de nov. de 1955:
A.A.S. 47 (1955) p.839.
5. San León Magno, Sermo XXVII in Nativitate Domini, 7, I; PL 54, 216.
6. Cf. Misal Romano (ed. típ. 1962), Oración de la Epifanía, (2a. Oración Colecta, para conmemorar el bautismo
del Señor).
7. Ibid., Oración del martes dentro de la Octava de Pascua. (Colecta del lunes).
8. Conc. Vat. II, Const. sobre la Sagrada Liturgia, Socrosanctum Concilium, n. 102.
9. Cf. ibid.
10. Ibid. n. 103.
11. Cf. Breviarium Syriacum (siglo V), ed. B. Mariani, Roma 1956, p.27.
12. Cf. Conc. Vat. II, Const. sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 111.
13. Cf. ibid., n. 104.
14. Cf. ibid., n. 111.
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