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Control de Impulsos y Emociones:

Las funciones ejecutivas se desarrollan a lo largo de la vida , nuestro cerebro

se organiza y reorganiza y logra convertirse en una metodologia practica. La funcion

ejecutiva es un concepto de la neuropsicologia que engloba un amplio abanico de

habilidades cognitivas y se puede definir como aquellas actividades mentales

complejas ,necesarias para planificar , organizar , guiar , revisar , regular y evaluar el

comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno dirigidas al logro de

una meta y orientadas al futuro.

La mayoría de expertos creen que las emociones son más fugaces que los

estados de ánimo. Las emociones son información que dice muchas cosas de lo que

está pasando alrededor, nos muestran cómo se sienten las personas y qué les sucede a

éstas, este lenguaje no verbal bien interpretado, nos ayudará a asignar tareas y

actividades en pro del bienestar del individuo.

El control de estas emociones o impulsos refiere a la capacidad de resistir la

tentación de actuar de manera impulsiva en un entorno administrativo , esto nos

ayudara a tomar decisisiones racionales y bien pensadas , el control de estas

emociones son cruciales para el éxito empresarial .

La Inteligencia emocional laboral es esencial para establecer relaciones

positivas y efectivas con los demás, fomentar un clima laboral saludable, mejorar la

comunicación, aumentar la motivación y el compromiso, y lograr un mayor

rendimiento y productividad en el ámbito profesional.

Estas habilidades permiten a los líderes y profesionales mantener la

compostura, tomar decisiones racionales y facilitar la colaboración y el trabajo en

equipo de manera efectiva.


Conclusiones

La neuroadministración ofrece un análisis sobre el funcionamiento del cerebro

humano, lo que ayuda a conocer mejor los procesos cognitivos y emocionales que

influyen en el comportamiento y la toma de dirección en el trabajo. Al aprovechar

este resultado, las organizaciones pueden fomentar y diseñar programas de

capacitación y desarrollo que estimulen las habilidades cerebrales de los empleados,

implementar prácticas de liderazgo que promuevan la empatía y la inteligencia

emocional, y crear entornos de trabajo que fomenten la innovación, la colaboración y

el bienestar. – LAURA MARCELA CARMONA MEJIA.

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