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Enlace iónico
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Se denomina enlace iónico al enlace químico de dos o más átomos cuando éstos tienen
grados de electronegatividad muy diferentes. Este tipo de enlace fue propuesto por W.
Kossel en 1916. En una unión de dos átomos por enlace iónico, un electrón abandona el
átomo menos electronegativo y pasa a formar parte de la nube electrónica del más
electronegativo. El cloruro de sodio (la sal común y corriente) es un ejemplo de enlace
iónico: en él se combinan sodio y cloro, perdiendo el primero un electrón que es capturado
por el segundo:
NaCl → Na+Cl-
De esta manera se forman dos iones de carga contraria: un catión (de carga positiva) y un
anión (de carga negativa). La diferencia entre las cargas de los iones provoca entonces una
fuerza de interacción electromagnética entre los átomos que los mantiene unidos.
En la solución, los enlaces iónicos pueden romperse y se considera entonces que los iones
están disociados. Es por eso que una solución fisiológica de cloruro de sodio y agua se
marca como "Na+ + Cl-" mientras que los cristales de cloruro de sodio se marcan "Na +Cl-"
o simplemente "NaCl".
Algunas características de los compuestos formados por este tipo de enlace son:
Altos puntos de fusión.
La mayoría son solubles en disolventes polares.
La mayoría son insolubles en disolventes apolares.
Una vez fundidos o en solución acuosa suelen conducir la electricidad.
Enlace covalente
Las reacciones entre dos átomos no metales producen enlace covalente. Este tipo de
enlace se forma cuando la diferencia de electronegatividad no es suficientemente grande
como para que se efectúe transferencia de electrones, entonces los átomos comparten uno o
más pares electrónicos en un nuevo tipo de orbital denominado orbital molecular.
A diferencia del enlace iónico, en el que se produce la transferencia de electrones de un
átomo a otro, en el enlace químico covalente, los electrones de enlace son compartidos por
ambos átomos.
Si consideramos dos átomos de hidrógeno, a medida que se aproximan entre sí, se van
haciendo notar las fuerzas que atraen a cada electrón al núcleo del otro átomo, hasta que
dichas fuerzas de atracción se llegan a compensar con la repulsión que los electrones
sienten entre sí. En ese punto, la molécula presenta la configuración más estable.
Lo que ha sucedido es que los orbitales de ambos electrones se han solapado, de modo que
ahora es imposible distinguir a qué átomo pertenece cada uno de los electrones.
Sin embargo, cuando los átomos son distintos, los electrones compartidos no serán atraídos
por igual, de modo que estos tenderán a aproximarse hacia el átomo más electronegativo,
es decir, aquél que tenga una mayor apetencia de electrones. Este fenómeno se denomina
polaridad, y resulta en un desplazamiento de las cargas dentro de la molécula.
Se podría decir que al átomo más electronegativo no le gusta mucho compartir sus
electrones con los demás átomos, y en el caso más extremo, deseará que el electrón le sea
cedido sin condiciones formándose entonces un enlace iónico, de ahí que se diga que los
enlaces covalentes polares tienen, en alguna medida, carácter iónico.
Cuando la diferencia de electronegatividades es nula (dos átomos iguales), el enlace
formado será covalente; para una diferencia de electronegatividades de 1,7 el carácter
iónico .
Así pues, para diferencias de electronegativades mayores de 1,7 o 2,0 el enlace será
predominantemente de carácter iónico, como sucede entre el oxígeno o flúor con los
elementos de los grupos 1 y 2; sin embargo, cuando está entre 0 y 1,7 será el carácter
covalente el que predomine, como es el caso del enlace C-H.
APLICACIÓN:
EJEMPLOS:
Escala de L. Pauling