Está en la página 1de 2

Año sabático, el destierro de la identidad

Mariana Garcia Castaño


Marìa Andrea bernal Parra

Año sabático, es un cortometraje sobre Carolina una mujer venezolana que emigra a
Colombia; tras trabajar como empleada doméstica en una casa de la Costa Colombiana
intenta recuperar su carrera de cantante.

Año sabático entonces; se adentra en una problemática latente desde los últimos años, como
se visualiza en la obra, afectando a la población venezolana mayormente. Al ser un corto no
hay una profundización en el conflicto que es el eje; no obstante, no es necesario,Carolina, la
protagonista tiene una rutina definida, iniciando muy temprano su trabajo y culminando en la
noche. al entablar una relación amistosa con el maestro de la niña que vive en la casa, le pide
que le ayude con un contacto que èl tiene en aquel lugar para ella cantar por las noches, tras
contar su vida anterior en donde era llamada La Musa y contaba con cierto reconocimiento el
hombre acepta. Una vez llega al lugar hay un rechazo contundente cuando la administradora
se entera de su nacionalidad. Ni siquiera toma en cuenta sus papeles al día, solo su acento.

Carolina es un personaje arrojado a una situaciòn donde pierde cierta parte de su identidad; su
profesiòn se vuelve en inexistente, y el trabajo que ejerce actualmente es desgastante, no es
necesario un diálogo profundo para adentrarnos en sus sentimientos; es una mujer que vive
como puede e intenta restablecer su vida en un momento dado. el espectador; sobre todo si es
Latinoamericano entiende la problemática de un país como Venezuela, la del emigrante, el
abandono de su hogar, su territorio, su profesión, su estabilidad y enfrentarse a una cultura
diferente. Incluso en la cinematografía hay una mirada voyerista, con planos que parecen de
alguien que observa en la obscuridad o escondido; asimismo el movimiento y ritmo es dado
por la puesta en escena, re marcando una rutina que nunca termina, solo en aquel escape
donde deja de vestirse de azul para ponerse un vestido rojo que devela algo sobre su
identidad. Incluso el vestido ya no le queda, ella lo arregla, podría tomarse como una analogía
de la vida que perdió e intenta recuperar.

Como sociedad nos hemos vuelto apáticos a una realidad que también nos pertenece y
pretendemos que la situaciòn Venezolana es totalmente lejana a nosotros; aùn y cuando ya
sabemos como latinoamericanos y Colombianos lo que implica emigrar; por esa misma razòn
Davi David, el director, quien afirmó ““Esta es una historia que surgió de muchas
insatisfacciones y muchas preguntas. Quería entender lo que hay detrás de las cifras de
desempleo e inseguridad, que se supone que los inmigrantes traen con ellos. Descubrí que
traen muchas historias de vida, (...)” En ese sentido, es vital reconocer, visibilizar estas
miradas, no simplemente generalizar una población que dejó atràs su propio país y los orillo a
la no pertenencia que otorga el territorio. Aunque veamos cifras reales en las noticias,
también vemos historias reales de personas que trabajan y tienen valores similares
determinados por la sociedad como buenos, haciendo parte de una similitud compartida en la
mayoría de las personas.

También podría gustarte