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Filosofía Bíblica Del Ministerio
Filosofía Bíblica Del Ministerio
Administración Pastoral
“Las dos epístolas de Pablo a Timoteo contribuyen a definir una filosofía de ministerio
que se opone a la sabiduría humana que prevalece hoy día. Pablo instruyó a Timoteo que
debía:
1ª Timoteo
1 Corregir a los que enseñan doctrina fala y llamarles a tener un corazón 1:3-5
puro, buena conciencia y fe sincera
2 Luchar por la verdad divina y por los propósitos de Dios, manteniendo 1:18, 19
su propia fe y una conciencia limpia
3 Orar por los perdidos y dirigir a los hombres de la iglesia a hacer lo 2:1- 8
mismo
4 Llamar a las mujeres en la iglesia a cumplir su papel dado por Dios en 2:9- 15
sumisión, para ciar hijos piadosos y dar ejemplo de fe, amor y santidad
con modestia
5 Seleccionar con cuidado a líderes espirituales para la iglesia basándose 3:1 - 13
en sus dones, piedad y virtud
6 Reconocer la fuente del error y a quienes lo enseñan; mostrar estas cosas 4:1 - 6
al resto de la iglesia
7 Alimentarse con tesón de las palabras de las Escrituras y su sana 4:6
doctrina, evitando todos los mitos y doctrinas falsas
8 Disciplinarse a sí mismo con el propósito de vivir en santa piedad 4:7-11
9 Enseñar la verdad de la Palabra de Dios y demandar su obediencia con 4:12
denuedo
10 Ser un modelo de virtud espiritual que todos puedan seguir 4:12
11 Ser fiel en la lectura, explicación y aplicación de las Escrituras en 4:13, 14
público
12 Avanzar hacia la semejanza de Cristo en su propia vida 4:15, 16
13 Tener gracia y amabilidad en la confrontación del pecado en la 5:1, 2
congregación
14 Dar cuidado y consideración especial a las viudas 5:3-16
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Hacia una Filosofía Bíblica del Ministerio
2ª Timoteo
1 Mantener fresco y útil el don de Dios que había en él 1:6
2 No ser tímido sino lleno de poder y denuedo 1:7
3 Nunca avergonzarse de Cristo o de cualquier persona que sirve a Cristo 1:8-11
4 Aferrarse con firmeza a la verdad y defenderla 1:12-14
5 Ser fuerte en su carácter 2:1
6 Ser un maestro de la verdad apostólica para reproducirse a sí mismo en 2:2
otros hombres fieles
7 Sufrir dificultad y persecución de buena voluntad al aplicar su esfuerzo 2:3-7
máximo por la causa de Cristo
8 Mantener su mirada fija en Cristo en todo momento 2:8-13
9 Dirigir con autoridad 2:14
10 Interpretar y aplicar las Escrituras con precisión 2:15
11 Evitar conversaciones inútiles que solo llevan a la impiedad 2:16
12 Ser un instrumento de honra, apartado del pecado y útil para el Señor 2:20, 21
13 Huir de las pasiones juveniles y procurar vivir en justicia, fe y amor 2:22
14 No dejarse atropar en contiendas filosóficas y teológicas 2:23
15 No ser disputador sino amable, paciente y dispuesto a ser enseñado por 2:24-26
otros aun cuando ha sido ofendido
16 Enfrentar tiempos peligrosos con un conocimiento profundo de la 3:1-15
Palabra de Dios
17 Entender que la Palabra de Dios es la base y el contenido de todo 3:16, 17
ministerio legítimo
18 Predicar la Palabra, a tiempo y fuera de tiempo con amonestaciones, 4:1, 2
reprensiones y exhortaciones en un espíritu paciente y didáctico
19 Ser sobrio en todas las cosas 4:5
20 Soportar aflicciones y penalidades 4:5
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Hacia una Filosofía Bíblica del Ministerio
Por supuesto, la importancia práctica de esto va más allá de quienes trabajan como
pastores. Todo cristiano está llamado a una vida ministerial productiva y debe seguir el
ejemplo de los pastores (1ª Timoteo 4:11, 12). Por eso las instrucciones de Pablo a Timoteo
contienen principios que se aplican a todos los creyentes en todos los campos del ministerio.
Cuando la iglesia va cuesta abajo, significa que multitudes de individuos se encuentran al
mismo tiempo en un declive espiritual. “Doctrina falsa y mundanalidad” son cosas que de
estar presentes en la iglesia infectan a todos los miembros del cuerpo. Las instrucciones de
Pablo a Timoteo de ninguna manera están dirigidas tan solo a una “élite” en el liderazgo
cristiano o en el ministerio profesional. Quiero decir que la filosofía de ministerio,…, deben
ser objeto de interés y preocupación para todos los cristianos; esta cuestiones no son en modo
alguno el dominio exclusivo de funcionarios eclesiásticos profesionales.