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Vacunas – Parte 1
By David Topí On 20 septiembre, 2020

Vamos a tocar hoy un tema controvertido, que suscita inquietud, preocupación, que
enfrenta a millones de personas unas con otras, pues tiene tantos seguidores como
detractores, y que es la base para otra de las manipulaciones que sufre el ser humano
desde hace ya bastante tiempo.

Al igual que hicimos con las explicaciones sobre la telefonía móvil, lo que pasa con cada
generación de antenas y para qué se usan cada una de ellas (tenéis la serie de artículos
en los archivos del blog del mes de Abril y Mayo), vamos a indagar en la cuestión de las
vacunas en los niveles de realidad que nos conciernen: físico, etérico y mental, y veremos
que ni todo lo que se dice en contra de ellas es del todo verdad ni todo lo que se dice a
favor lo es tampoco.

Como siempre, REC y SC usan elementos impuestos por ellos mismos para crear un cierto
problema y así luego presentar soluciones a lo creado, facilitadas y presentadas como
«algo positivo» para nosotros, que luego, como siempre, tiene «truco» y les sirve para
otros propósitos más allá de lo que se explica a la población o lo que se haya
promocionado como bene cio. Así que, tanto si estamos a favor o en contra de las
vacunas, vamos a ver si arrojamos un poco de luz sobre lo que hay detrás, tanto como
parte positiva, en ciertos y limitados aspectos, como en parte negativa, en otros más
amplios y desconocidos.

Investigación y desarrollo

Todo proceso de crear una vacuna pasa por decenas de miles de horas de investigación, y
eso se hace en centenares de empresas, y hay miles de profesionales buscando cómo
prevenir enfermedades. Así que entraremos directamente al tema explicando que, en la
vacuna, los elementos que se usan principalmente contra la humanidad, están diluidos en
la solución acuosa que se usa de base para el antígeno y los adyuvantes, que son los
componentes «activos», siendo esta solución acuosa lo que las empresas farmacéuticas
necesitan para poder crear un producto inyectable en el sistema sanguíneo.

Componentes de las vacunas

Grosso modo, y para dar algunas pinceladas que nos permitan desarrollar la teoría, toda
vacuna se compone de lo siguiente:

Antígeno inmunizante. Es básicamente el principio activo de la vacuna, aquello que


causa la respuesta inmunológica en el organismo ante el virus de la enfermedad que se
esté tratando de prevenir.
Líquido de suspensión acuoso. Suele ser una solución salina, agua destilada o en
ocasiones productos derivados de los cultivos necesarios para la obtención de las
vacunas.
Preservantes, estabilizantes y antibióticos. Son sustancias utilizadas para estabilizar
los distintos componentes de la vacuna o para impedir la contaminación por otros
microorganismos o la degradación de la misma. En ocasiones, pueden producir
reacciones alérgicas o tóxicas (se usan gelatinas, aminoglucósidos, polimixina B,
formaldheído, etc.).
Adyuvantes. Son compuestos incorporados a las vacunas para aumentar la
inmunogenicidad de los antígenos o prolongar su efecto, haciendo posible la
disminución de la cantidad de estos y el número de inyecciones que nos han de poner
para que la respuesta del organismo sea la mínima necesaria. En general, provocan un
estímulo que potencia la respuesta inmune. Los adyuvantes más utilizados en vacunas
son por ejemplo sales de aluminio, otros que reciben los nombres de MF59, AS04,
virosomas, etc. En la red tenéis información detallada si quieres profundizar en ello.

Las vacunas, por lo tanto, en su efectividad, serán más o menos buenas, tendrán más o
menos efectos secundarios, serán un problema o dejarán de serlo según el antígeno y
cuánto o cómo ayuden al sistema inmunitario a lidiar con virus, patógenos y demás, pero
este no es el objetivo de REC y SC, y que una vacuna nos provoque una reacción alérgica
o efectos secundarios leves o graves no es algo que les importe. Lo que les importa es
que se pueda inyectar, y que entren en nuestro sistema sanguíneo los componentes
imbuidos en la disolución acuosa que sirve como sustrato para la vacuna.

Nanoides, tecnología microscópica

Aquí empieza lo que quizás algunos ya consideréis cción. Las vacunas contienen
nanoides. Son unas partículas ín mas, microscópicas, que se mezclan con la solución
acuosa, normalmente una solución salina isotrópica que permite que los componentes
«normales» de la vacuna puedan ser imbuidos en una jeringa para luego ser inyectados
en el cuerpo.

Estos nanoides son como micro-micro-micro chips, y cada ml contiene millones de ellos.
Como los habréis visto en películas o habréis leído sobre ellos, el nombre no os sonará
raro. Es tecnología asimoss, entregada a empresas de SC que son los que dotan a las
farmacéuticas de la base líquida para que luego estas fabriquen los millones de dosis que
han de poner en circulación en el mercado. Por lo tanto, no importa que farmacéutica cree
la vacuna para tal enfermedad o tal otra (eso ya se deja a las peleas y reparto de poder en
los niveles inferiores de SC por llevarse el mayor trozo del pastel económico asociado al
tema).

Como todas llevan una solución acuosa única en la que se diluye el producto nal
investigado y desarrollado, todas las vacunas del mundo tienen nanoides, vengan de la
farmacéutica que vengan. Todo el mundo, todos los seres humanos, desde la primera
vacuna que nos ponen de pequeños, tenemos millones de componentes de esta
nanotecnología corriendo por nuestro torrente sanguíneo y causando micro disfunciones
en el organismo.

¿Qué son los «nanoides»? ¿Qué hacen?

La tecnología y los sistemas de creación de «chips» han avanzado tanto, que nuestros
procesadores más modernos, un Intel de última generación de lo que sea, por ejemplo,
llevan millones de transistores en un espacio de micrómetros. Eso se puede ver con un
potente microscopio y se puede observar para trabajar sobre ellos. Ahora, pues,
imaginaros chips millones de veces más pequeños, con la misma potencia y las mismas
capacidades, pero imposibles de ser captados por nuestros equipos más potentes
actualmente. Eso es nanotecnología y son los nanoides que se usan, en este caso, en las
vacunas.

Es un desarrollo de asimoss, a niveles de escala que ellos, con sus sistemas tecnológicos,
dominan, con lo que si tuviéramos un microscopio lo bastante potente y pusiéramos un
vial de una vacuna bajo el mismo, veríamos estos «nanochips» otando en el interior entre
los átomos del agua. Además, estos nanoides están programados para «hacer cosas», así
que cuando entran en el organismo se adhieren a ciertos órganos, se imbuyen en los
componentes de la sangre, se insertan en el núcleo de nuestras células, se acoplan a las
neuronas cerebrales, etc.

¿Cuándo y porqué empezaron a usarlos en nosotros?

Se empezaron a desarrollar en el momento en el que asimoss vieron la posibilidad de


manipular el avatar «desde dentro», además de todo lo que ya se hace «desde fuera», y
empezaron a experimentar y comprobar sus efectos y buscar la mejor manera de obligar
a que todos los seres humanos llevaran estos nanoides corriendo por su interior.

Puesto que la única forma de que todo el mundo, o una gran parte de la población, acepte
inyectarse algo así (sin saberlo) es creando problemas de salud en el propio cuerpo,
empezaron a generar más y más enfermedades, que luego procuraban que se pudieran
prevenir con vacunación en la mayoría de los casos, para que la población aceptara, poco
a poco, la necesidad de vacunas porque, en general, viéramos que pueden ser efectivas
contra algunas enfermedades que REC y SC han querido usar como laboratorio de
pruebas y «caballo de Troya».

Una vez la humanidad «ve» que ciertas enfermedades disminuyen o desaparecen con el
uso de vacunas (de ahí que tengan parte de efectividad, cierta veracidad y uso
preventivo, porque así se ha querido para poder «demostrar» su e cacia y convencer de
su necesidad) se ha ido concienciando de la obligación de que, desde pequeños, todos
estemos vacunados, y, por ende, todos los avatares físicos del planeta contengan
nanoides, que limiten, bloqueen, activen, dañen o manipulen a la persona desde «dentro»,
a nivel siológico, químico y orgánico.

Todo esto de forma sutil, general, global, poco a poco, a lo largo de décadas, sin que haya
forma de probar (en algunos casos si, en la mayoría es imposible) que la degeneración del
cuerpo está producida por un lado por los propios procesos de «caducidad» natural que
tenemos, y, por otro lado, por la acción de la nanotecnología que va dañando poco a poco
el avatar para que su funcionamiento sea con el tiempo cada vez más de ciente y la salud
general de la población no supere unos ciertos límites «aceptados». Pero eso es solo el
principio.

¿Por qué este control de la «salud» del avatar?

Si recordáis, en la monografía sobre la creación del ser humano, hemos mencionado que
tenemos ADN de unas 20 razas, que dieron algún gen por aquí algún gen por allá, para
que asimoss crearan el modelo «homo sapiens» que ahora «conducimos».

Puesto que el ADN de todas estas razas, si estuviera activo, funcional, no inhibido ni
bloqueado nos dotaría de potenciales enormes, llegó un momento en la historia de la
humanidad en el que la propia frecuencia de vibración del planeta, y con ello de las
células de nuestro cuerpo, podía, por «resonancia», empezar a activar parte de ese ADN
«dormido» y latente, así como las capacidades energéticas asociadas al mismo.

Así que, desde el punto de vista de REC, había que poner algo que, «desde dentro» del
cuerpo, limitara y redujera el potencial del propio cuerpo, evitara la activación no deseada
de genes «no humanos», y consiguiera que el avatar no manifestara el propio potencial
asimoss imbuido en nosotros, más el potencial amoss, más el potencial de la raza tal,
más el potencial de la raza cual, así, hasta las 20 o por ahí de las que tenemos todas o
muchas de sus capacidades.

Por otro lado, no solo se trata de bloquear el potencial imbuido en esos genes
«dormidos», sino impedir la aparición de las propias características físicas que estos
mani estan, ya que algunos de esos genes podrían resultar, si se activan con todo su
contenido genético, en potenciales físicos heredados de aquellos que nos dotaron de su
ADN, etc.

Esto signi ca que los nanoides, en general, están y sirven para evitar la activación
indeseada de lo que tenemos por «defecto» imbuido y codi cado en nosotros, y para ello
se adhieren a las hélices de ADN, se imbuyen en las células, se acoplan a las redes
neuronales del cerebro y del corazón, etc., y, mediante pulsos energéticos, y mediante
«barreras» creadas por unión de muchos millones de nanoides, evitan que el cuerpo
desbloquee nada que, originariamente, no querían que usáramos o manifestáramos como
parte del potencial y características «naturales» presentes en nuestro avatar.

Un «problema reciente»

Esta posible activación «espontánea» del ADN «basura» y «dormido» no fue un problema
hasta, digamos, hace un par de siglos a lo sumo, pues antes la frecuencia del planeta no
era lo bastante alta como para que, por resonancia, nuestros propios genes empezaran a
activarse sin control. Así que cuando REC y SC detectaron los primeros casos de
activación y desinhibición de potenciales, así como de malformaciones físicas en los
avatares, y vieron que se les iba a ir de las manos en cuanto todo el mundo elevara su
vibración uno o dos hercios más, por simplemente estar pisando el suelo de este planeta,
decidieron que la solución era introducir en el organismo tecnología microscópica que
mantuviera esas capacidades limitadas y el ADN bloqueado en la medida de lo posible.

Para ello, entregaron poco a poco el conocimiento médico a la humanidad sobre cómo
prevenir enfermedades a través de la vacunación, pero, antes, crearon montones de
enfermedades por todo el planeta para poder suministrar y crear vacunas para ello
(problema creado- solución «facilitada»), entregaron la tecnología que permitía la
vacunación masiva y la fabricación de millones de dosis (los avances cientí cos del último
siglo en este campo), imbuyeron, no en la vacuna, sino en el sustrato líquido todos los
nanoides programados de forma genérica para lo que os he explicado, y, desde entonces,
para mantener el control sobre la vacunación, y obligar a todo el mundo a que se vacune
para que toda la población tenga nanoides, siguen creando regularmente enfermedades
como esta que estamos viviendo, y siguen desarrollando nuevas vacunas para curarlas o
mantenerlas a raya, no erradicarlas porque esto supone que entonces hay una dosis de
vacunas que ya no usas (si hubiera vacuna de nitiva contra la gripe, que existe, ya no
habría que hacer vacunación anual, por ejemplo).

Luego, si nalmente deciden erradicar una enfermedad de algún sitio, como la polio que
hace un par de meses la OMS declaró erradicada en África, es para mantener la narrativa
de que las vacunas funcionan y que, gracias a ellas, tal enfermedad ya no existe en tal
zona.

Con ello, y siguiendo la lógica secuencial que os expliqué en el artículo anterior de «si esto
luego lo otro«, la psique humana «ve» y acepta que el proceso de enfermedad- luego
vacunación- luego desaparece enfermedad (con los años) es correcto, lo valida, lo
considera coherente y, por lo tanto, lo sostiene como parte de la realidad «aceptada» y
consensuada por todos para el conjunto de la humanidad.

¿Y los efectos secundarios de las vacunas?

Existen, y son muchos, y casi todos son todos debidos a los nanoides, alguno puede que
sea culpa de los antígenos, y de la combinación de elementos usados para ello que no
siempre son compatibles con todos los cuerpos humanos, pero, la mayoría, es debido a
la nanotecnología que se inserta en el cuerpo.

Y es que es lógico en cierta manera, nuestro sistema inmunitario no está preparado para
lucha contra «microchips«, con lo que, cuando los detecta y percibe, trata de atacarlos con
todo lo que tiene, elevando la temperatura del cuerpo por ejemplo, siendo la ebre una
reacción muy común a las vacunas. Así, dependiendo de la con guración que tenga cada
avatar, tanto a nivel físico, como según sea tu grupo sanguíneo, como a nivel energético,
los síntomas pueden variar y el cuerpo puede lidiar con más o menos capacidad contra
este elemento invasor, hasta que la programación imbuida en los nanoides inserta las
instrucciones de «somos amigos» (lo vamos a poner así para entendernos) en los
programas de gestión del avatar y el cuerpo deja de luchar contra ellos al recibir los
«códigos químicos» de que «eso» no es un «invasor».

Muchos elementos implicados

El tema es complicado, y en el siguiente artículo entraré más en detalle, pero para que se
entienda el proceso, cuando los nanoides entran en el cuerpo empiezan a soltar pulsos
con información de «somos amigos» a las células del sistema inmune. Esto tarda entre
unas horas y un par de días en ser recogido por estas, traspasado al cerebro, y, de ahí,
procesado por la programación del patrón metabólico, en la esfera mental pre-consciente,
que los «acomoda» en su base de datos como parte de los elementos «naturales» del
cuerpo.

Una vez los programas de gestión del cuerpo aceptan que los nanoides no son «malos», el
programa ego de gestión de toda la psique le da las órdenes al centro instintivo (ubicado
a nivel etérico y mental en el segundo chakra) de que acepte las instrucciones y
«operaciones» que los nanoides hagan en el cuerpo, y, entonces, ni los órganos los
rechazan después de un par de días de luchar contra ellos, ni el conjunto del sistema
inmunitario los considera ya un peligro.

Gestionando los nanoides «por control remoto»

Pero la cosa no termina aquí. ¿Cómo saben los nanoides que deben ir hacia el ADN o
cómo saben que tienen que ir a bloquear una serie de redes neuronales o cómo saben
que deben inhibir «algo» que se está activando en el ser humano?

Pues se hace por «control remoto». Pero este control remoto también está en nuestra
mente, ya que se encarga de ello unos programas que se ubican en la esfera mental
consciente, que han sido instalados en esta a través de la esfera mental preconsciente.

¿Y de dónde recibe la esfera mental pre-consciente los programas de control de los


nanoides?

Pues como ya hemos dicho muchas veces, toda la programación del ser humano, o la
mayoría, viene a través de la conexión del inconsciente colectivo de la LT33, desde donde
se «vuelcan» todas las rutinas y programas de control del avatar, estos se bajan e instalan
en la psique humana, y a través de ellos, se les «ordena» a los nanoides que hagan una
función u otra según lo que asimoss tengan en mente en cada «campaña» de vacunación
anual, pues, como sabéis, cada año se recomienda vacunarnos contra la gripe por
ejemplo, y sobre todo a los niños, hasta los 12 o 13 años se les vacuna contra diversas
enfermedades cada X tiempo.

De alguna forma, es literalmente como insertar coches teledirigidos en el circuito de


carreras que representa la sangre y el cuerpo, y colocar los mandos de control remotos en
la mente, con los programas sobre cómo dirigir los nanoides desde el patrón metabólico y
el centro instintivo. Pero estos programas no vienen imbuidos de serie en nosotros, pues
no fuimos creados para sostener nanotecnología en nuestra programación base, así que
desde el IC 33 se instalan los comandos que luego se pasan a la esfera consciente que
luego dirigen el funcionamiento de los nanoides en el cuerpo.

¿Necesitamos vacunas para prevenir enfermedades?

No, pero con matices. Hay que tener en cuenta que la mayoría de enfermedades que
pretenden prevenir, han sido creadas por REC y SC, y se crean para afectar al mayor
número de personas posibles en algún área concreta del planeta. Por nuestra base
troodón y homínida, desde el manu y el lhulu, tenemos un sistema inmune que es capaz
de lidiar con cualquier cosa que exista en la Tierra de forma natural, esto es, todos los
virus, patógenos y bacterias del planeta, no nos pueden hacer enfermar si tenemos un
sistema inmunológico sano y fuerte.

Por lo tanto, como la base «animal» que poseemos ya está codi cada para prevenir
enfermedades del entorno natural en el que nos hemos desarrollado, REC y SC han
tenido que crear enfermedades «no naturales» (por mucho que digan lo contrario), ya que
ningún virus en su estado natural es un problema para el sistema inmune del cuerpo en
su estado óptimo de funcionamiento.

Para evitar esto, pues si nadie enferma de forma natural no hay forma de convencer de la
necesidad de vacunarse, todas las enfermedades de los últimos siglos son producto de
variación manipulada y genética de elementos patógenos, virus y bacterias presentes en
nuestro ecosistema natural. Cuando modi cas un pequeño virus para que el sistema del
cuerpo ya no lo reconozca, y entonces enferme por las instrucciones energéticas
codi cadas en el virus (ya hemos explicado cómo funciona esto en este otro artículo), es
cuando se ofrece una “solución” médica basada en la prevención de enfermedades a
través de la vacunación, creando los antígenos que van a ayudar al sistema inmune a
lidiar con algo que no sabe cómo solucionar (porque no es «natural» y no tenemos
instrucciones codi cadas de serie para ello) y consiguiendo así que, dentro de la vacuna,
se imbuyan millones de nanoides que tienen otras funciones más allá de la prevención o
de preocuparse de la salud de nuestro cuerpo.

¿Son conscientes las farmacéuticas de esto?

Algunos de los miembros de estas si, otros no. Algunas empresas se encargan de la
investigación sobre los antígenos, los principios activos, y los componentes destinados a
paliar una enfermedad, y no se preocupan, conocen o forman parte, pues se externaliza a
terceros, del proceso de fabricación masiva que se necesita para crear millones de dosis
cuando ya tienes el compuesto nal, la «vacuna master», por llamarlo así.

Dirigentes de empresas del sector farmacéutico que pertenecen a SC, y son muchos, lo
conocen perfectamente, quizás los investigadores, médicos y técnicos de laboratorio no
tengan ni idea ni puedan jamás detectar este tipo de nanotecnología, pues no se
introduce en lo que ellos desarrollan ni durante los periodos de pruebas ni las fases por
las que el desarrollo de una vacuna pasa para probar su efectividad, sino que solo se
introduce al nal en el momento de la producción masiva y, como hemos dicho, dentro del
sustrato acuoso y líquido que facilita que una vacuna sea inyectable.

¿Se puede hacer algo contra esto?

Si, en el próximo artículo nos ponemos con el trabajo para desprogramar e inutilizar los
nanoides presentes en nosotros, que se puede hacer sin problemas, y hablaremos del
tema de la vacuna que se está preparando para «solucionar» esta «pandemia» ahora que
ya tenemos la base teórica, espero, aunque suscite incredulidad en muchos, para
entender los procesos que REC y SC buscan con cada enfermedad que lanzan y luego
con los procesos de curación que proponen para ello.

Recordad que tenéis varios métodos para comprobar esta información con vuestro YS, y, así,
algunos programas de la esferas mentales activados para desechar este tipo de
conocimiento no se activarán tanto y podréis integrar y dejar pasar a través de los ltros
de la mente esto y lo que vamos a seguir explicando en siguientes publicaciones.

abrazos,
David Topí
@topi_david

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todo aquello que ha sido imbuido en el
ser humano y que nos impide y limita a
la hora de activar y usar todo el
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