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LA INMORTALIDAD DEL ALMA. EL ALMA NO MUERE.

INTRODUCCIÓN:
Es alarmante la manera en que las sectas transmiten falsas doctrinas en relación al alma cuando
una persona muere. Es de imaginarse la cantidad de almas que sufren en el purgatorio requeridas
de oración, sacrificios, misas, ofrecimientos especiales porque gracias a la doctrina que han
enseñado los pastores protestantes muchos de sus seguidores han abandonado a sus familiares en
el purgatorio porque a ellos les han inculcado por muchísimo tiempo que cuando una persona
muere ésta va al sepulcro junto al alma, y según los protestantes por eso es vano rogar por los
muertos; y lo que es peor aún, los muertos pierden la memoria y no oyen. Este es el motivo por la
cual muchos protestantes no visitan cementerios y no ruegan ni por sus propias madres y
familiares fallecidos.
El presente contenido guarda estrecha relación al tema anterior “La Intercesión de María” donde
se brindaron citas bíblicas aclaratorias dando respuesta a las objeciones protestantes cuando estos
afirman y enseñan que los muertos no oyen, o María y los santos están muertos y no hacen
milagros; y en esta oportunidad se explicará a fondo que el alma no muere pues sigue viviendo,
este será nuestro eje temático.

Para comprender este tema debemos conocer la relación que existe entre “espíritu” y “alma”. El
alma es la vida del espíritu, es una entidad inmaterial que tiene vida y no muere. El espíritu
también es una entidad inmaterial al que se le atribuye la capacidad de sentir y pensar, tiene vida.
Alma y espíritu pueden tomarse como sinónimos.
Desde el punto de vista bíblico, antiguamente los judíos a la vida lo llamaban alma o espíritu, es
decir, vida, alma o espíritu son términos que pueden tomarse como sinónimos. Ejemplo: 1Juan
4,1 dice: “No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus sin son Dios, porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo”. (Juan exhorta a probar a toda persona que viene a predicarte.
Ver también V3). Por lo tanto, todos tenemos dos vidas; una: la vida del cuerpo (que es la
terrenal), y dos: la vida del espíritu (que está en el alma).
Otra cita que describe el alma, la vida o la persona como sinónimas es Hechos 3,23 pues dice: “y
toda alma que no oiga a aquel profeta, será expulsada del pueblo”. Que traducido está diciendo:
“y toda vida o persona que no oiga a aquel profeta, será expulsada del pueblo”. Dicho de otra
forma: “y todo espíritu que no oiga a aquel profeta, será expulsada del pueblo”.

Ante lo anteriormente expuesto iniciamos el estudio del tema:

RAZÓN PROTESTANTE:
-Los católicos ruegan por los muertos, lo cual es antibíblico. Cuando una persona muere también
muere su alma o su espíritu y van a la tumba. Rogar por los muertos es vano.

Juan 5,28-29 Dice claramente que cuando una persona muere allí se acaba todo, pues tanto el
alma como el espíritu van al sepulcro y desde allí es que escucharemos el llamado de Jesucristo a
resurrección, jamás va al cielo, la cita dice: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando
todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

-Ezequiel 18,20 (muestra claramente que cuando una persona muere también muere el alma, por
lo tanto es el fin del alma), el pasaje dice: "El alma que pecare, esa morirá".
-(Existen sectas herejes y peligrosísimas que han llegado a decir): “No, la gente no va ni al cielo ni
al infierno cuando muere, sino que va a la tumba para esperar el día de la resurrección”, lo dice la
cita de Hechos 2,29 y V34: "David, murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el
día de hoy... Porque David no subió a los cielos". (Para los hermanos separados, una persona
muere y es el fin). También utilizan la cita de Job 17,13 para afirmar que cuando una persona
muere no va al infierno ni al cielo, dice así: “Si yo espero, el Seol es mi casa" (para los protestantes
el Seol es el sepulcro). Así que cuando una persona muere también el alma va al sepulcro, lo
afirma Juan 5,28-29 “Todos los que están en los sepulcros oirán su voz, lo que hicieron lo bueno
resucitarán de vida, más lo que hicieron lo malo a resurrección de condenación”.

- Algunas sectas enseñan que cuando una persona muere ésta se duerme, pero su alma no va ni al
cielo ni al infierno. El mismo Jesús refirió a la muerte como un sueño, Juan 11,11 “Lázaro duerme,
más voy a despertarle”. Los muertos dormirán hasta el gran día del Señor, al fin del mundo.
Durante la muerte, los humanos están absolutamente inconscientes, carentes de toda actividad o
conocimiento, no reconocen a nadie, su memoria se borra. Los católicos pierden el tiempo
rogando por los muertos, pues ellos no oyen, lo expresa claramente el pasaje de Eclesiastés 9:5
“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga;
porque su memoria es puesta en olvido”.

-Salmo 22,29 (para los hermanos separados el alma no puede conservar la vida, pues ésta es
mortal), la cita dice: “Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo (mueren), aun
el que no puede conservar la vida a su propia alma”.

-El alma no es inmortal y puede ser destruida, lo afirma Mateo 10,28 Y no temáis a los que matan
el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma”.

“Respecto a Jesús, el apóstol Pedro declaró: “Cualquier alma que no escuche a ese Profeta será
completamente destruida”. También lo afirma Hechos 3,23 “Cualquier alma que no escuche a ese
Profeta será completamente destruida”.

RAZÓN CATÓLICA:
Ofreceremos una variedad de pasajes bíblicos aclaratorios para demostrar que el alma es
inmortal, no muere. Aclararemos algunas citas bíblicas que los hermanos separados utilizan como
armas principales:

Eclesiastés 12,7 “Es una de las mejores citas bíblicas para refutar la falsa teoría de las sectas
cuando aseguran que el alma muere junto al cuerpo, pues narra claramente para dónde va el alma
y también señala para dónde va el cuerpo, cuando una persona muere, dice así: “y el polvo vuelva
a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”. (Poner la lupa que menciona dos
palabras: tierra, a Dios. Este pasaje refuta lo que los hermanos separados interpretan de Juan
5,28-29 cuando enseñan que una persona cuando muere va al sepulcro junto al espíritu y desde el
sepulcro es que Cristo nos llamará a resurrección. Aquí está claro que el alma va la presencia de
Dios).

DOCTRINA PROTESTANTE: Los hermanos separados dicen: “el espíritu muere junto al cuerpo y
van al sepulcro”.
DOCTRINA CATÓLICA: Eclesiastés 12,7: “el espíritu vuelva a Dios que lo dio”.
Ezequiel 18,20 (los hermanos separados dicen que cuando una persona muere también muere el
alma), el pasaje dice así: "El alma que pecare, esa morirá”.

ACLARATORIA DE ESTA CITA: La biblia no se refiere a la muerte del alma en su primer ciclo, es
decir, cuando una persona experimenta la muerte su alma vuela hasta Dios para ser juzgado, a
esto llamamos primer ciclo, lo afirma el pasaje de Juan 5,28-29 (observar que el alma sigue
viviendo y va a ser juzgada, o sea, recompensada o condenada) “los que hicieron lo bueno
resucitarán de vida, más lo que hicieron lo malo a resurrección de condenación”. El segundo ciclo
corresponde al fin o a la muerte del alma cuando ya el alma es condenada al infierno, lo afirma
Apocalipsis 21,8 “Los cobardes, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los
idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, esta es la
muerte segunda”. Por eso cuando Ezequiel 18,20 dice: "El alma que pecare, esa morirá”, está claro
que está hablando de un alma que tiene riesgo de ser condenada debido a estar manchada de
pecado.

Mateo 10,28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más
bien a aquel que puede destruir el alma”

ACLARATORIA DE ESTA CITA: Los hermanos separados muestran este texto sin el contexto, pues
cortan gran parte del pasaje el cual aclara esta errada hipótesis, realmente el pasaje lo que dice es
esto: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a
aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. (El mismo Jesús dice que el alma no la
pueden matar, pues inmortal, pero puede ser destruida por Dios solo en el infierno, es la única
forma. Observar que el alma aún vive, pero si está en pecado experimentará la muerte segunda
que es distinto, lo certifica el pasaje de Apoc 21,8).

En cuanto a Hechos 3,23 cuando dice: “Cualquier alma que no escuche a ese Profeta será
completamente destruida”.

ACLARATORIA DE ESTA CITA: Se trata de una mala traducción a este pasaje, pues otras versiones
protestantes dicen: “y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo”;
mientras que la biblia católica dice: “el que no escuche a ese profeta será eliminado del pueblo”.
En conclusión, cuando la biblia utiliza la palabra “alma”, no solo se refiere al espíritu sino a una
persona que aún vive y es advertida de oír a un profeta.

En relación a la palabra “dormir”, algunas sectas enseñan que cuando una persona muere ésta se
duerme, pero su alma no va ni al cielo ni al infierno valiéndose del pasaje de Juan 11,11. Esta
errónea idea es aclarada con el pasaje de Hechos 7,55-60 (Observar que San Esteban está siendo
apedreado hasta morir y en la narración del pasaje utiliza la palabra “dormir” V60: “Y habiendo
dicho esto, durmió”, pero explica que mientras es apedreado y muriendo se le abre el cielo, lo que
indica obviamente “que al morir subiría al cielo”, mientras que los protestantes enseñan que
cuando una persona muere no va ni al cielo ni al infierno sino que el cuerpo y el espíritu dormirán
en un sepulcro a la espera de la resurrección).

PASAJES BÍBLICOS QUE ENSEÑAN QUE EL ALMA NO MUERE. LA


INMORTALIDAD DEL ALMA
Evidencias bíblicas a favor de la inmortalidad del alma:
-Lucas 23,42-43 (Detallar en este pasaje que uno de los malhechores que estaba colgado, habló a
Jesús diciendo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”. Entonces Jesús le dijo: “De cierto te
digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso”).
Evidentemente el pasaje deja en claro que el alma sigue viviendo, observar que el ladrón había
de morir para que el Señor pudiera prometerle: “hoy estarás conmigo en el paraíso”; sin embargo
los protestantes tratan de cambiar esta realidad justificándola con el uso de signos de ortografía
para darle un sentido diferente; pues afirman que Jesús quiso decir fue: “Yo te aseguro hoy,
(pausa) estarás conmigo en el paraíso” (observar donde colocan la coma) o lo que es lo mismo:
“Yo te aseguro hoy, que algún día estarás conmigo en el paraíso” (la posición de una coma puede
cambiar todo el sentido de una frase). La versión católica dice así: "Jesús le respondió: «En verdad
te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso."
Los testigos de Jehová y adventistas sostienen también que el buen ladrón no pudo haber subido
al cielo ese día porque según el pasaje de Juan 20,17 Jesús subió al Padre solo después de la
resurrección, dice así “Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete
donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios”. Esto es
un error y una mala interpretación.
-Lucas 16,19-31 (Lázaro y el rico. Observar que el alma sigue viviendo, pues habla, recuerda a su
familia, ruega por su familia, su memoria no es borrada como aseguran los hermanos separados):

“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con
esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél,
lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros
venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno
de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en
tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre
Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y
refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo,
acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es
consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre
nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de
allá pasar acá. (Observar desde aquí, que un alma pide por su familia, los recuerda, tiene
memoria) Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque
tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de
tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se
arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán
aunque alguno se levantare de los muertos”.
Aquí tenemos, de la boca del propio Jesús, una parábola donde nos explica una situación real
aplicable a cada uno de nosotros: La recompensa o castigo que recibiremos de acuerdo a nuestras
obras. Si alma fuera mortal Jesús perfectamente pudo haber cambiado un poco la parábola,
indicando que el rico al morir simplemente dejaría de existir para siempre; mientras que Lázaro
era recompensado, es decir el alma de Lázaro vivirá y disfrutaría de un premio celestial. Si el alma
fuera mortal Jesús no hubiese dejado una enseñanza que refiere justamente recompensa para los
que obran el bien.
Lucas 9,28-36 (La transfiguración del Señor. Este es otro argumento bíblico que desploma la
teología falsa de los protestantes ya que si el alma no sobrevive al cuerpo entonces ¿cómo se
explica que Moisés y Elías pudieron conversar con Jesús?. Si el alma fuera mortal entonces tres
hombres no se hubiesen aparecido al Señor para conversar con él. Observar que estas almas
hablan, tienen memoria, reconocen a Jesús):
“Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte,
a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes,
muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se
les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús”.
1Samuel 28,3-11…(La bruja del pueblo de Endor hace subir a un alma quien habla con su
hermano. Los protestantes enseñan que cuando una persona muere, muere también el alma, pero
este pasaje desploma ésta mentira pues enseña que el alma sigue viviendo, habla, tiene memoria
y reconoce a su familia):
“Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su
ciudad, etc, V7 Entonces Saúl (su hermano) dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga
espíritu de adivinación, V11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme
venir a Samuel. Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl
respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí,
y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que
me declares lo que tengo que hacer” (observar que hay una conversación entre un muerto y un
vivo, esta vez no se trata de una parábola. Para los tiempos del A.T existía el Seol, una cárcel o un
tercer lugar distinto al cielo y al infierno; probablemente Samuel estaba en el Seol por lo que
afirma aquel fragmento que dice: V8: “y me hagas subir a quien yo te dijere”). También lo
podemos evidenciar en 1Pedro 3,19-20 (Seol o cárcel).

Existen hermanos adventistas que aseveran que Moisés había muerto junto a su alma y por eso
el diablo y San Miguel se peleaban para resucitarlo desde la tumba: Judas 1,9 “En cambio el
arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a
pronunciar contra él juicio injurioso, sino que dijo: “Que te castigue el Señor”.
Debemos aclarar que no hay en la Escritura ninguna alusión a la resurrección de Moisés. Los
adventistas a su favor citan el siguiente texto bíblico para justificar que ellos tienen razón al
asegurar que el alma es mortal, concluyendo que San Miguel disputaba con Satanás el cuerpo de
Moisés porque deseaba resucitarlo a pesar de que en ninguna parte se menciona la razón de la
pelea.
-1Pedro 3,19-20 (Este pasaje bíblico enseña que el alma sigue viviendo. Observarán que había
almas de la época de Noé esperando la venida del Mesías. Si alma fuera mortal entonces el pasaje
no estuviera diciendo que estas almas estaban esperando la venida de Cristo):

“Pues también Cristo, murió una sola vez por los pecados, etc, en el espíritu fue también a
predicar a los espíritus encarcelados, en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia
de Dios, en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas,
fueron salvados a través del agua”
En este pasaje se explica claramente el descenso de Cristo a los infiernos (no el infierno donde
está Satanás sino el Seol para los hebreos) luego de su muerte en la cruz, Jesús predica a todos
aquellos justos que estaban retenidos de espera él con su muerte y resurrección para que les
abriera el camino para el cielo.
¡Atentos parte 2!

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