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EL CALENDARIO GREGORIANO CRISTIANO

Génesis 1,5 "Dios llamó a la luz "día" y a las tinieblas "noche". Atardeció y amaneció, fue el día
Primero”. Todos conocemos la narración de la creación del mundo.
Desde que Dios ordenó el universo, los cielos y la tierra, el hombre y la mujer era inexistente un
calendario que controlara los tiempos, solo estaban el día y la noche; tampoco los nombres de los
días de la semana ni los meses, ni los relojes, nadie llevaba control del tiempo. A futuro las
estaciones, las observaciones solares, lunares, dieron origen a los calendarios. Tiempo después las
cosas comenzaron a tomar otro rumbo, los paganos colocaron nombres a los días de la semana
para honrar a sus dioses: lunes en honor a su dios luna, martes al dios Marte, miércoles al dios
Mercurio, jueves Júpiter, viernes Venus, sábado Saturno, y posteriormente el domingo al dios sol,
por eso domingo en inglés se escribe “sunday” que significa “día del sol”.
Con el estudio de este tema usted aprenderá que con la instauración de los calendarios se fue
adquiriendo mayor control de los tempos, comenzando con las primeras civilizaciones antiguas
que utilizaron relojes de sol, piedras, observaciones lunisolares para medir y controlar el tiempo.

Como hemos dicho, Dios había creado el mundo y también la sabiduría en el hombre. Por lo
tanto se necesitaba un sistema para medir el paso del tiempo a través de un calendario, debido a
que existía un gran problema al momento en que la tierra tardaba 365 en dar la vuelta al sol , y
cada vez que ocurrían los fenómenos de los movimientos de la tierra (rotación -24 horas-
traslación 365 días-), sucedía un desfase o un desnivel en el tiempo en relación a segundos, o sea,
estos se acumulaban hasta transformarse en minutos, luego en horas, hasta llegar a convertirse en
24 horas o sea un día, y con el transcurrir de muchísimos años se alteraba el calendario dando una
sobra de 24 horas. Es por esta razón que la humanidad experimenta un fenómeno llamado el año
bisiesto, es decir, cada cuatro años se añade un día más al mes de febrero para ajustar y equilibrar
el año cronológico con el año trópico. Es bien sabido que los años bisiestos ayudan a que el
calendario anual se mantenga según sus estaciones y de esta manera se pueda controlar con
mayor exactitud el tiempo. La tierra tarda 365.256 días en completar una vuelta alrededor del sol,
ocasionando que el mes de febrero a veces sea de 28 días y otras veces de 29 y cuando ocurría
este fenómeno era difícil para las civilizaciones confiar en el calendario de aquel entonces
(antiguo) porque en determinado tiempo este se alteraba y era difícil para los pueblos civiles y
religiosos saber cuándo era la época para sus propósitos prácticos, como por ejemplo, el de saber
cuándo tenían que sembrar y marcar las festividades religiosas de culto.
Hoy por hoy y a través del Papa Gregorio XIII y la iglesia católica logró reajustar y crear un
calendario universal que fue considerado el más correcto de la historia humana en comparación a
todos los calendarios que han existido en el mundo y que aún existen, y los hermanos separados
sin percatarse se rigen por el calendario católico, y aquí podemos con todo esto, concluir en cierta
forma que sus “iglesias” jamás han procedido de Cristo.

Hoy día se conoce que gracias al calendario se puede determinar los días para celebrar la pascua,
y el resto de celebraciones religiosas de la iglesia católica, es decir: la pascua, la cuaresma, el
adviento, dicho de otra manera: la Navidad, la Semana Santa, las fiestas memoriales,
solemnidades, o celebraciones litúrgicas de la vida espiritual. Todas estas actividades, a través del
calendario, los cristianos podemos agendar y participar de las celebraciones y ceremonias porque
nos ayudan a crecer espiritualmente. Las costumbres han quedado en nuestras venas desde que
Dios lo mandó, Levítico 18,4 “Mis decisiones seguirán, y mis tradiciones las que guardarán”, V5
“guarden mis tradiciones”, por su parte, San Pablo también lo dejó para nosotros: “Por tanto
hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra
o por carta”, 2Tesalonicenses 2,15.
Las antiguas civilizaciones utilizaban el calendario lunar para calcular el paso del tiempo. La
órbita de la luna marcaba las transiciones entre meses y transcurridos 12 meses, se hablaba de un
año. Hoy día se piensa que estos calendarios lunares no eran exactos debido a la acumulación de
segundos, por lo que se requería implementar reajustes ya que no se podría calcular los tiempos
para las celebraciones antiguas, las estaciones del año, pronósticos etc.
Otras civilizaciones comenzaron a controlar el tiempo a través de relojes de sol, la gente había
empezado a medir el tiempo con los relojes de sol, de arena, de fuego y de agua o clepsidras.
Tampoco fueron exactos.

AÚN EXISTEN VARIOS TIPOS DE CALENDARIOS

CALENDARIOS MUNDIALES: Chino, Hebreo, Musulmán, Persa, Hindú, Holoceno, Budista, Badí
(llamado también Bahaí) y el Gregoriano.
CALENDARIOS RELIGIOSOS: Juliano (Romano), Ático, Babilónico, Azteca, Celta, Egipcio, Helénico,
Inca, Japonés, Maya.
CALENDARIOS EXPERIMENTALES: Sueco, Republicano, Patafísico, Revolucionario, Soviético
EL CALENDARIO MÁS ANTIGUO: Se dice que es el Aberdeenshire (de Escocia), es un calendario
lunar o un monumento mesolítico que data entre 8.000 a 10.000 años a.C. el cual controlaba los
tiempos con 12 piedras que marcaban los 12 meses cada una. Arqueólogos británicos creen haber
descubierto el que puede considerarse el calendario lunar más antiguo del mundo, hallado en un
campo de Aberdeenshire, en Escocia. Probablemente existan otros aún más antiguos que estos.

HISTORIA CÓMO SE ORIGINARON LOS CALENDARIOS

Con el transcurrir de muchos años los calendarios iban perfeccionándose cada vez más debido a
que sus astrónomos y observadores se inspiraban de los anteriores. Vinieron los sumerios (de
Mesopotamia) y Babilonios y crearon el calendario lunisolar. Se dice que ellos fueron los pioneros
en controlar el tiempo, pues habían dividido el año en 12 ciclos lunares, y trataron de compensarlo
añadiendo un mes cada cuatro años. Al transcurrir de los años vinieron los babilonios los cuales
trataron de perfeccionar este calendario aún más fraccionando el día en 24 horas, y las horas en
60 minutos, pero no se conocían los segundos. No fueron exactos.
Posteriormente vinieron los hebreos, griegos y egipcios y se inspiraron de los sumerios y crearon
otro calendario para sus respectivos pueblos. Los primeros calendarios solares (ya no unisolares)
aparecieron en Egipto hace 3000 años, quedando obsoletos aquellos calendarios con piedras y de
la misma manera los solares y lunisolares. Pero gracias a todos ellos, otras civilizaciones lograron
determinar las 24 horas y 60 minutos. Los que más se acercaron en el mejor control del tiempo
fueron los hebreos y griegos pero los egipcios le llevaban la delantera a estos y a todos.
Los egipcios inspirándose de anteriores investigadores, dividieron el mismo en 12 meses y a cada
mes le colocaron 30 días, pero aun así sobraban 5 días, los cuales los tomaron como festivos (lo
consideraban nulos).
Posteriormente llegaron los mayas, los cuales también calcularon que el año solar tenía 365 días
e iniciaron un plan de reajustes logrando que no sobraran los 5 días festivos de los egipcios, y
crearon un calendario mejorado para recordar fechas importantes de su historia, pero también
con propósitos prácticos, como el de saber cuándo tenían que sembrar, y realizar ceremoniales,
para marcar las festividades religiosas más importantes etc. Ninguno de los calendarios anteriores
fue exacto, por razones de segundos notables.

JULIO CESAR CREA EL CALENDARIO JULIANO

Pasado mucho tiempo, es decir, en el año 46 a. C. (fundación de Roma), se dio lugar el calendario
juliano, poco antes de la conquista Romana de Egipto. Julio Cesar fue un político y militar romano
miembro de los patricios Julios Césares que han existido. Su calendario se consideró
prácticamente egipcio, a decir verdad, cada grupo de investigadores reajustaban y creaban
mejores ideas, pero este calendario juliano fue el más convincente y predominante en el mundo
romano el cual se extendió en gran parte de Europa y en los asentamientos europeos de América
y otros lugares. Se consideró el más perfecto con 365 días, agregó 10 días para completar el
movimiento de la tierra alrededor del sol. El calendario juliano tomó además como inicio del año
el día 1 de enero en lugar del 1 de marzo, como se acostumbraba. Se dice que actualmente este
calendario se toma aun en cuenta en grandes partes de Marruecos y en diversas Iglesias
ortodoxas.
En el año 44 aC vino un senado romano, y para honrar a Julio Cesar colocó al mes 7 el nombre
de Julio. Al morir Julio Cesar lo sucedió el emperador Cesar Augusto quien tras un prolongado
reinado de cuatro décadas tomó el mes 8 y le colocó su nombre (mes de agosto) dedicado a su
persona (Augusto). Gracias a Julio Cesar y Cesar Augusto se hicieron innovadores reajustes al
calendario además proporcionando más días a los meses de julio y agosto con 31 días que eran sus
meses por llevar sus nombres , retirándoles tiempo al mes de febrero, por este motivo el mes de
febrero posee menos días. Esto lo hicieron para no desnivelar los días del año, y para evitar el
desfase con el año solar añadieron un día a febrero para los años bisiestos, los cuales a veces son
de 28, días y a veces de 29 cada dos años.
¡Atentos segunda parte!

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