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Bitácora del 27 de marzo de 2024:

El día de hoy fue muy productivo, pues logramos identificar varias estructuras anatómicas.

Primeramente, quitamos las suturas pasadas y continuamos limpiando la zona de la


mejilla derecha quitando los restos de tejido adiposo, específicamente buscamos los
músculos cigomático mayor y cigomático menor pero no tuvimos suerte, pues creíamos
que tenían un grosor mayor al real, por tanto al ver que en el área donde se encontraba
seguía habiendo un color amarillemento (característica del tejido adiposo) seguimos
cortando con ayuda del bisturí poco a poco. Al final nos percatamos que retiramos gran
parte de dichos músculos, no obstante, al buscar en los dichos restos pudimos encontrar
algunas fibras que los conformaban debido a su tenue coloración rosada.

En paralelo hallábamos ciertas estructuras, como el nervio facial que, si bien debíamos
identificarlo en la parte superficial de la parótida, sólo pudimos hallar sus terminaciones.
Asimismo, identificamos a algunos vasos faciales pero no tuvimos el suficiente tiempo de
compararlos rigurosamente con las imágenes del atlas, en este sentido, no supimos con
exactitud cuáles eran.

Porteriormente, al seguir quitando las fascias restantes logramos identificar al músculo


masetero, puesto que observamos sus fibras musculares y su coloración rosado oscuro,
luego procedimos a buscar al músculo buccinador, sin embargo, nos costó hallarlo por la
forma de la cara que el cuerpo tuvo al morir. Al final pudimos encontrar algunas fibras de
ese músculo, al igual que algunas del músculo orbicular del ojo.

Este día en anfiteatro fue muy productivo porque finalmente comenzamos a hallar más
estructuras para poder visualizarlas más allá de un libro o imágenes, cosa que me parece
bastante interesante. Confío en que la siguiente clase que tengamos en anfiteatro
tengamos más tiempo para poder comparar nuestro protocolo con el cuerpo en nuestra
sección asignada, pues enseguida de visualizar las fibras del último músculo mencionado,
llegó la hora de suturar.

En mi opinión, me pareció un poco más complicado suturar este día que el pasado porque
la capa más superficial de la piel ya está muy manipulada y tiene algunos cortes con los
que hay que tener especial cuidado para no segurla cortando aún más y a pesar de que
se nos dobló una aguja porque la incisión cercana al cigomático, del lado en que la piel
está aún en su lugar y sin ningún corte, es bastante dura, pudimos terminar de suturar
para después lavar el intrumental, secarlo y guardarlo con la finalidad de que quede listo y
limpio para usarlo en tal vez nuestro último día en el anfiteatro.

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