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Paleoicnología
La PALEOICNOLOGÍA estudia el comportamiento que, en vida, tuvieron esos seres.
De muchos organismos no ha quedado ningún resto corporal, sino indicios de su existencia
o de su actividad orgánica (p. ej.: coprolitos o excrementos fósiles, tubos, perforaciones,
huevos fósiles,huellas de invertebrados o vertebrados).
● Trazas fósiles:
Son los restos indirectos de la actividad de animales como, por ejemplo, huellas de
dinosaurios, excrementos fosilizados, nidos de insectos o madrigueras. Estos fósiles son
estudiados por una división de la disciplina paleontológica conocida como paleoicnología.
● CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN.
1- Según su morfología:
a) Huellas hechas sobre una superficie plana, en la interfase sedimento-agua. Ej.: Cruziana
(de trilobites). Nereites (de gusanos).
b) Marcas horizontales con simetría radial. Ej.: Asteriacites (reposo de estrella de mar).
d) Huellas con plexo membranoso o marcas concéntricas desarrolladas entre las dos ramas
de un tubo en “U”. Ej.: Rhizocorallium (tubos horizontales). Diplocraterion (tubos verticales).
Zoophycus (espirales inclinadas).
Diplocraterion isp.
Zoophycus isp.
e) Huellas en forma de saco o concavidad. Ej.: Lockeia (reposo de bivalvos).Rusophycus
(reposo de trilobites).
Rusophycus sp.
Los rastros de reposo son producidos por organismos que temporariamente cavan
lentamente, formando depresiones poco profundas, buscando protección de depredadores
o que simplemente interrumpen sus actividades habituales durante momentos de reposo.
Por ejemplo, algunas huellas en reposo son vinculadas a fines alimentarios. Ofiuroideos,
productores comunes de Asteriacites, cavan en el sedimento en busca de presas y cambian
su posición a intervalos. Huellas en reposo de Ocypode están asociadas con la hidratación
y la respiración. Por motivos morfológicos, los rastros de reposo reflejan claramente la
anatomía latero-ventral de sus productores. Como consecuencia, las huellas de reposo se
pueden atribuir a sucreadores con un mayor grado de certeza que otras categorías.
Por lo general, son producidos por organismos que desarrollan una estrategia de “minería
subterránea”. Las morfologías son variables, desde simples hasta extremadamente
complejas. Las integraciones con huellas de viviendas son comunes, y algunas estructuras
son difíciles de ubicar en una categoría u otra. Los patrones comunes incluyen madrigueras
simples, madrigueras ramificadas sistemas, estructuras radiales y tubos en forma de U
Spreite formación es bastante típica. Se proporciona poca o ninguna información anatómica.
Esta categoría refleja actividades depredadoras. Los casos más comunes son los de
perforaciones en sustratos duros, como conchas o huesos. Las estructuras son
perforaciones redondas, roturas y astillas.
f) DOMICHNIA: Estructuras de habitación. Ej.: Skolithos.
Reflejan los últimos movimientos de los hacedores que están conservados junto con sus
trazas fósiles. Estos son casos únicos en los que se atribuye un rastro fósil sin ninguna
duda a un productor. Suelen ser vías de seguimiento de artrópodos, terminando en un
cuerpo fósil. Ejemplos menos comunes incluyen los de bivalvos y gasterópodos
conservados al final de sus madrigueras y senderos, respectivamente. Las huellas de la
muerte son conservadas en ambientes anóxicos como resultado de la actividad de los
animales que fueron transportados por las corrientes de turbidez a la zona anóxica. El
nombre taxonómico propuesto para las estructuras con locomoción es Kouphichnium.
Generalmente hay pocas indicaciones del tipo de animal que ha dejado una huella concreta.
Animales de distintos phyla pueden dejar marcas muy parecidas en sus actividades.
Algunos trilobites han sido encontrados asociados a Rusophycus o Cruziana. Como esto no
ocurre frecuentemente no es posible clasificar las huellas en función del animal que las hizo,
por eso deben seguir llevando la nomenclatura parataxonómica.
Trazas según las interacciones entre plantas y organismos.
La información obtenida de las trazas preservadas en hojas puede resumirse en: 1. datos
indirectos acerca de los posibles insectos productores, información de importancia para
aquellos depósitos donde no hay abundancia de cuerpos fósiles y 2. datos paleoecológicos
significativos ya que se pueden inferir patrones de actividad, relaciones y respuestas a los
cambios ambientales.
1. Escisiones
Este tipo de lesión es provocada por la actividad alimentaria de insectos fitófagos. Según
sus características se pueden diferenciar en:
b- Escisiones no marginales: se realizan en el interior de las hojas sin llegar a los márgenes,
pueden ser de forma circular, oval, alargada, etc.
c- Esqueletonizaciones: se producen cuando los insectos se alimentan de los tejidos foliares
evitando aún las venas más pequeñas (venas de tercer, cuarto o quinto orden) y dejan
trazas singulares a modo de un entramado delicado de nervaduras.
d- Escisiones en ventana: ciertos insectos consumen sólo algunas capas de tejido evitando
la epidermis, por lo que dejan las hojas con un aspecto traslúcido.
2. Incisiones
a- Oviposiciones: representan la depositación de los huevos sobre la superficie de las
plantas. La evidencia de oviposición en los fósiles, se reconoce externamente por la
presencia de cicatrices en las hojas debido a la reacción del tejido en respuesta al estímulo,
y/o por los daños que producen las estructuras que conforman el ovipositor. Las cicatrices
de oviposición son típicamente lineales a lenticulares con orientaciones y distribuciones
estrechamente relacionadas con el patrón de nervadura de la planta huésped.
b- Picaduras: son un tipo de lesión provocada por insectos que presentan un aparato bucal
picador-suctor con el objetivo de alimentarse de fluidos vegetales.
3. Agallas
Se definen como estructuras patológicas o tumorales de algunas zonas tisulares o de
órganos de las plantas que se desarrollan como una reacción puntual a la presencia o
actividad de un organismo inductor.
4. Minaciones
Es una forma especializada de alimentación en el interior de la hoja que deja intactas las
dos epidermis foliares (el haz y el envés). La hembra deposita los huevos en el interior de la
hoja y la larva desde que nace se va alimentando del mesófilo en empalizada, esponjoso o
ambos, formando una galería que va aumentando su diámetro a medida que crece. Los
rastros de su alimentación (“minas”) son visibles externamente en las hojas, como áreas
blanquecinas o pardas y con formas variables: lineales, serpenteantes, como manchas o
una combinación de todas. En las hojas fósiles es posible identificar estas lesiones por la
presencia de pellets fecales, tejidos de reacción, continuación de la venación a través de
áreas minadas.
Registros de vida:
Trazas de desplazamiento
Trazas de nidificación