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UNIDAD 6

Lección 1: Monopolio. Introducción.

MONOPOLIO
El modelo de conducta de la empresa que estudiamos en el capítulo
anterior no describe adecuadamente las decisiones de negocios de
Microsoft. En ese capítulo se analizan los mercados competitivos en los
que existen muchas empresas que ofrecen, en esencia, productos
idénticos y que, por tanto, apenas influyen en el precio que fijan. En
contraste, un monopolio como Microsoft no tiene competidores
cercanos y, por consiguiente, tiene el poder de influir en el precio
de mercado de su producto. Mientras que una empresa competitiva
es tomadora de precios, un monopolio es creador de precios.

En este capítulo examinaremos las consecuencias de este poder de


mercado. Veremos que dicho poder modifica la relación entre los costos
de la empresa y el precio al que vende su producto en el mercado. Una
empresa competitiva toma el precio de su producto que determina el
mercado y decide la cantidad del mismo que ofrecerá para que el precio
sea igual al costo marginal. En cambio, un monopolio establece un
precio superior al costo marginal. Este resultado es claramente cierto
en el caso del sistema operativo Windows de Microsoft. El costo
marginal de Windows (el costo adicional en el que incurre Microsoft al
imprimir una copia más del programa en un CD es de sólo algunos
dólares, pero el precio de mercado de Windows es muy superior al costo
marginal.

No sorprende que los monopolios establezcan precios altos por sus


bienes. Los clientes de los monopolios no parecen tener más opción que
la de pagar el precio que el monopolio establece, sea cual fuere. Pero,
de ser así, ¿por qué una copia de Windows no cuesta 1.000 o 10.000
dólares? La razón es que si Microsoft fijara un precio tan alto, pocas
personas adquirirían el producto. Las personas comprarían menos
computadoras, optarían por comprar otros sistemas operativos o harían
copias ilegales. Un monopolio puede controlar el precio del producto
que vende pero, como un precio alto reduce la cantidad de producto
que adquieren sus clientes, los beneficios del monopolio no son
ilimitados.
Al analizar las decisiones de producción y precios de los monopolios,
también estudiaremos las repercusiones de los monopolios en la
sociedad. Al igual que las empresas competitivas, las empresas
monopólicas aspiran a maximizar los beneficios, pero este objetivo
tiene ramificaciones muy diferentes para las empresas competitivas y
para los monopolios. En los mercados competitivos, los consumidores y
los productores, que sólo toman en cuenta sus intereses personales, se
comportan como si los guiara una mano invisible que promoviera el
bienestar económico general. En cambio, como los monopolios no
tienen el freno de la competencia, el resultado de un mercado de
monopolio no suele ser el que más conviene a la sociedad.

Según uno de los Diez principios de la economía de la Unidad 1, los


gobiernos pueden mejorar en ocasiones los resultados del mercado. El
análisis de este capítulo arroja más luz sobre este principio. Cuando
analicemos los problemas que los monopolios plantean a la sociedad,
estudiaremos las distintas formas en las que los diseñadores de políticas
del gobierno pueden responder a estos problemas

POR QUÉ SURGEN LOS MONOPOLIOS


Una empresa es un monopolio si es la única que vende un producto y si
este producto no tiene sustitutos cercanos. La causa fundamental del
monopolio es erigir barreras de entrada: un monopolio es el único
vendedor en su mercado, porque otras empresas no pueden entrar a
éste y competir con él. A su vez, las barreras de entrada tienen tres
causas principales:

 Recursos del monopolio: un recurso clave para la producción es propiedad de


una sola empresa.
 Regulaciones del gobierno: las autoridades conceden a una sola empresa
el derecho exclusivo de fabricar un producto o servicio.
 Proceso de producción: una sola empresa produce a un costo promedio
menor que un gran número de productores.

Analicemos brevemente cada una de estas causas.

Recursos del monopolio


La manera más sencilla de que surja un monopolio es que una sola
empresa sea propietaria de un recurso clave. Aunque la propiedad
exclusiva de un recurso clave puede ser una causa de que surja un
monopolio, en la práctica los monopolios raramente surgen por esta
razón. Las economías son grandes y los recursos son propiedad de
muchas personas. De hecho, como muchos bienes se comercializan a
nivel internacional, el alcance natural de sus mercados suele ser
mundial. Por tanto, hay pocos ejemplos de empresas que tengan un
recurso del cual no existan sustitutos cercanos.
Monopolios creados por el gobierno
En muchos casos, los monopolios surgen porque el gobierno ha otorgado
a una persona o a una empresa el derecho exclusivo de vender un bien o
servicio. A veces el monopolio es fruto únicamente del poder político
del aspirante a monopolio. Por ejemplo, en la antigüedad, los reyes
concedían a sus amigos y aliados licencias de negocios exclusivas. Otras
veces, los gobiernos conceden monopolios porque consideran que
hacerlo es en aras del interés público.

La legislación sobre patentes y derechos de propiedad intelectual son


dos importantes ejemplos. Cuando una compañía farmacéutica descubre
un nuevo fármaco, puede solicitar a las autoridades una patente; si las
autoridades consideran que el fármaco es verdaderamente original,
aprueban la patente, la cual otorga a la empresa el derecho exclusivo
de fabricar y vender dicho fármaco durante un periodo de 20 años.
Asimismo, cuando un escritor concluye una novela, puede solicitar los
derechos de propiedad intelectual, que son una garantía gubernamental
de que nadie puede imprimir y vender el libro sin la autorización previa
del autor. En lo que respecta a la venta de la novela, los derechos de
propiedad intelectual convierten al novelista en un monopolio.

Es fácil entender los efectos de la legislación sobre patentes y derechos


de propiedad intelectual. Debido a que estas leyes conceden un
monopolio a un solo productor, inciden en que los precios sean más
altos de lo que serían en condiciones competitivas. Sin embargo, al
permitir que estos monopolios establezcan precios más altos y obtengan
mayores beneficios, las leyes también fomentan algunas conductas
deseables. Se permite a las compañías farmacéuticas tener el
monopolio de los fármacos que inventan con el fin de fomentar la
investigación. A los autores se les permite tener el monopolio de la
venta de sus libros como estímulo para que escriban más y mejores
obras.

Así, las leyes que rigen las patentes y derechos de propiedad intelectual
tienen tanto beneficios como costos para la sociedad. Los beneficios son
el aumento de los incentivos para realizar actividades creativas. Por su
parte, los costos que contrarrestan en cierta medida estos beneficios
son los precios establecidos por el monopolio.

Monopolios naturales
Una industria es un monopolio natural cuando una sola empresa puede
ofrecer un producto o servicio al mercado completo a menor costo
promedio que dos o más empresas. Un monopolio natural surge cuando
hay economías de escala en el rango de producción relevante. La figura
1 muestra el costo total promedio de una empresa con economías de
escala. En este caso, una sola empresa puede producir cualquier
cantidad al menor costo medio posible. Es decir, para una cantidad de
producción cualquiera, una mayor cantidad de empresas produce menos
por empresa y a un costo total promedio mayor.

Un ejemplo de monopolio natural es la distribución de agua. Para


suministrar agua a los habitantes de una ciudad, una empresa debe
construir una red de tuberías por toda la ciudad. Si compitieran dos o
más empresas por el suministro de este servicio, cada una tendría que
pagar el costo fijo de construir una red. Por tanto, el costo total
promedio del agua es más bajo si sólo una empresa abastece a todo el
mercado.
Cuando una empresa es un monopolio natural, se preocupa menos de la
posibilidad de que otras empresas entren a su mercado y reduzcan su
poder monopólico. Normalmente una empresa tiene problemas para
mantener su posición de monopolio cuando no es propietaria de un
recurso clave o no está protegida por el gobierno. Los beneficios de un
monopolio atraen a nuevas empresas al mercado, lo que hace que este
mercado se vuelva más competitivo. Por el contrario, la entrada a un
mercado en el que una empresa tiene un monopolio natural no es
atractiva. Las empresas que aspiran a entrar a ese mercado saben de
antemano que no pueden conseguir los mismos costos bajos de que
disfruta el monopolio existente, ya que, después de entrar, cada
empresa tendría una parte menor del mercado.
el tamaño del mercado es uno de los determinantes de si una industria
es o no un monopolio natural. Considere otra vez el caso del puente
sobre un río. Cuando la población es pequeña, el puente puede ser un
monopolio natural. Un solo puente puede satisfacer toda la demanda
para cruzar el río con el menor costo posible. Sin embargo, a medida
que la población crece y el puente se congestiona, para satisfacer toda
la demanda podrían ser necesarios dos o más puentes que crucen el
mismo río. Así, a medida que el mercado se expande, un monopolio
natural puede convertirse en un mercado competitivo.
CÓMO TOMAN LOS MONOPOLIOS SUS DECISIONES DE PRODUCCIÓN Y
FIJACIÓN DE PRECIOS
Ya que sabemos cómo surgen los monopolios, consideraremos cómo
decide un monopolio la cantidad que producirá y el precio que asignará
a su producto. El análisis de la conducta de un monopolio que hacemos
en esta sección es el punto de partida para evaluar si los monopolios son
deseables y qué políticas podría adoptar el gobierno en los mercados
monopólicos.

Monopolio frente a competencia

La diferencia principal entre una empresa perfectamente competitiva y


un monopolio es la capacidad de este último para influir en el precio de
su producto. Una empresa competitiva es pequeña en relación con el
mercado en el que opera y, por tanto, no tiene poder para influir en el
precio de su producto. Acepta el precio dado por las condiciones del
mercado. En cambio, un monopolio, como es el único productor en su
mercado, puede modificar el precio de su producto mediante ajustes en
la cantidad que ofrece en el mercado.

Una manera de analizar la diferencia entre una empresa competitiva y


un monopolio es examinando la curva de la demanda que enfrenta cada
empresa. En la Unidad 4, cuando analizamos la maximización de
beneficios de las empresas competitivas, el precio de mercado se
representó con una línea horizontal. Debido a que una empresa
competitiva puede vender todo lo que desee a este precio, enfrenta una
curva de la demanda horizontal, como se ilustra en el panel a) de la
figura 2. En efecto, como la empresa competitiva vende un producto
que tiene muchos sustitutos perfectos (los bienes de todas las otras
empresas en su mercado), la curva de la demanda a la que se enfrenta
una empresa cualquiera es perfectamente elástica.

como un monopolio es el único productor en su mercado, su curva de la


demanda es la curva de la demanda del mercado. Por consiguiente, la
curva de la demanda de un monopolio tiene pendiente negativa por
todas las razones habituales, como se puede observar en el panel b) de
la figura 2. Si el monopolio incrementa el precio de su producto, los
consumidores compran menos. Visto de otra forma, si el monopolio
reduce la cantidad de producción que vende, el precio de su producto
aumenta.

La curva de la demanda del mercado limita la capacidad del


monopolio de beneficiarse de su poder de mercado. Un monopolio
preferiría, de ser posible, establecer un precio alto y vender una gran
cantidad a ese precio alto, pero la curva de la demanda del mercado se
lo impide. En concreto, la curva de la demanda del mercado describe
las combinaciones de precio y cantidad disponibles para un monopolio
dado. Mediante ajustes a la cantidad producida (o, de modo
equivalente, al precio establecido), el monopolio puede elegir cualquier
punto de la curva de la demanda, pero no puede elegir ninguno que se
encuentre fuera de esta curva.

a meta del monopolio es maximizar los beneficios. Como los beneficios


de la empresa son iguales a ingreso total menos costo total, nuestra
siguiente tarea en la explicación de la conducta de un monopolio
consiste en examinar sus ingresos.

Ingresos de un monopolio
Considere el caso de un pueblo en el que sólo hay un productor de agua.
La tabla 1 muestra que el ingreso del monopolio podría depender de la
cantidad de agua producida.

Tabla 1: Ingresos total, promedio y marginal de un monopolio

La tercera columna de la tabla muestra el ingreso total del monopolio.


El ingreso total es igual a la cantidad vendida (cifra que aparece en la
primera columna) multiplicada por el precio (que aparece en la segunda
columna). La cuarta columna calcula el ingreso promedio de la
empresa, que es la cantidad de ingreso que la empresa recibe por
unidad vendida. El ingreso promedio se calcula tomando la cifra
correspondiente al ingreso total de la tercera columna y dividiéndola
por la cantidad de producción de la primera columna. Como explicamos
en unidades anteriores, el ingreso promedio es siempre igual al precio
del producto. Esto es válido tanto en el caso de los monopolios como en
el de las empresas competitivas.

La última columna de la tabla 1 calcula el ingreso marginal de la


empresa, que es la cantidad de ingreso que obtiene la empresa por cada
unidad adicional que produce. Para calcular el ingreso marginal, se
obtiene la variación que experimenta el ingreso total cuando se produce
una unidad más. Por ejemplo, cuando la empresa produce tres galones
de agua, recibe un ingreso total de $24. Si incrementa la producción a
cuatro galones, su ingreso total asciende a $28. Por tanto, el ingreso
marginal de la venta de cuatro galones es de $28 menos $24, es decir,
$4.

La tabla 1 muestra un resultado que es importante para comprender la


conducta del monopolio: el ingreso marginal de un monopolio es
siempre menor que el precio de su producto. Por ejemplo, si la
empresa aumenta la producción de agua de 3 a 4 galones, su ingreso
total aumentará sólo $4, aun cuando pueda vender cada galón en $7. En
un monopolio, el ingreso marginal es menor que el precio porque el
monopolio enfrenta una curva de la demanda con pendiente negativa.
Para incrementar la cantidad vendida, el monopolio debe reducir el
precio que asigna para todos sus clientes. Así, para vender el cuarto
galón de agua, el monopolio recibirá $1 menos de ingreso por cada uno
de los tres primeros galones. Esta pérdida de $3 representa la diferencia
entre el precio del cuarto galón ($7) y el ingreso marginal de ese cuarto
galón ($4).

El ingreso marginal de los monopolios es muy diferente del ingreso


marginal de las empresas competitivas. Cuando un monopolio
incrementa la cantidad que vende, produce dos efectos en el ingreso
total (P x Q):

 El efecto–producto: se vende más producto, por lo que Q es


mayor, lo que hace que aumente el ingreso total.
 El efecto-precio: el precio disminuye, por lo que P es menor, lo
que hace que se reduzca el ingreso total.
Como una empresa perfectamente competitiva puede vender todo lo
que desee al precio de mercado, no se produce ningún efecto-precio.
Cuando produce una unidad más, recibe el precio de mercado por esa
unidad y no recibe menos por las unidades que ya vendía. Es decir,
como la empresa competitiva es tomadora de precios, su ingreso
marginal es igual al precio de su producto. En cambio, cuando un
monopolio produce una unidad más, debe reducir el precio que
establece por cada una de las unidades que vende, y esta disminución
del precio causa una reducción del ingreso generado por las unidades
que ya vendía. Como consecuencia, el ingreso marginal del monopolio
es menor que el precio de su producto.

La figura 3 representa la curva de la demanda y la curva del ingreso


marginal de un monopolio. (Como el precio de la empresa es igual a su
ingreso promedio, la curva de la demanda es también la curva de
ingreso promedio). Estas dos curvas siempre comienzan en el mismo
punto del eje vertical porque el ingreso marginal de la primera unidad
es igual al precio del producto. Pero por la razón que acabamos de
explicar, el ingreso marginal que obtiene el monopolio de todas las
unidades posteriores a la primera es menor que el precio del bien. Por
tanto, la curva de ingreso marginal del monopolio se encuentra por
debajo de su curva de la demanda.

El ingreso marginal es negativo cuando el efecto-precio sobre el ingreso


es mayor que el efecto-producto. En este caso, cuando la empresa
produce una unidad más, el precio disminuye en la medida suficiente
para causar una disminución en el ingreso total de la empresa, aun
cuando ésta venda más unidades.
Los puntos de la linea Azul se colocan en el centro entre dos numeros

MAXIMIZACIÓN DE BENEFICIOS
nos encontramos en condiciones de analizar cómo un monopolio
maximiza beneficios. Recuerde que en la Unidad 1 vimos que uno de Los
diez principios de la economía es que las personas racionales piensan en
términos marginales. Esta lección es tan cierta en el caso de los
monopolios como en el de las empresas competitivas. Aquí aplicamos la
lógica del análisis marginal a la decisión de un monopolio sobre la
cantidad que producirá.

La figura 4 representa la curva de la demanda, la curva de ingreso


marginal y la curva de costo de un monopolio. Recuerde que en el eje
horizontal medimos las cantidades por unidad de tiempo y que en el eje
vertical los ingresos y costos por unidad ($/u).

Todas estas curvas deben resultar familiares: las curvas de la demanda


e ingreso marginal son como las de la figura 3 y las de costos unitarios
son como las que hemos visto en la Unidad 4 anteriores. Estas curvas
contienen toda la información necesaria para determinar el nivel de
producción que elegirá un monopolista maximizador de beneficios.
Suponga, en primer lugar, que la empresa produce una cantidad que se
sitúa en el nivel bajo de producción, como Q . En este caso, el costo
1

marginal es menor que el ingreso marginal. Si la empresa produjera una


unidad más, el ingreso adicional sería superior al costo adicional, por lo
que los beneficios aumentarían. Por tanto, cuando el costo marginal es
menor que el ingreso marginal, la empresa puede aumentar sus
beneficios si produce un número mayor de unidades.

El argumento es similar cuando los niveles de producción son altos, por


ejemplo, Q2. En este caso, el costo marginal es mayor que el ingreso
marginal. Si la empresa produjera una unidad menos, el costo ahorrado
sería superior al ingreso perdido. Por consiguiente, si el costo marginal
es mayor que el ingreso marginal, la empresa puede obtener más
beneficios si reduce la producción.

Al final, la empresa ajusta su nivel de producción hasta que la cantidad


llega a QMÁX, en la que el ingreso marginal es igual al costo marginal.
Así, la cantidad de producción maximizadora de beneficios de un
monopolio queda determinada por la intersección de la curva de
ingreso marginal con la curva de costo marginal.

Es importante recordar que en la Unidad 4 vimos que las empresas


competitivas también eligen la cantidad de producción con la cual el
ingreso marginal es igual al costo marginal. En lo que se refiere a la
observancia de esta regla de maximización de beneficios, las empresas
competitivas y los monopolios son iguales. Pero también existe una
importante diferencia entre estos dos tipos de empresas: el ingreso
marginal de una empresa competitiva es igual a su precio, mientras que
el de un monopolio es menor que su precio. Es decir:

Para una empresa competitiva: P=IMg=CMg

Para un monopolio: P>IMg=CMg

El ingreso marginal y el costo marginal que determinan la cantidad


maximizadora de beneficios es la misma en ambos tipos de empresa. Lo
que varía es la relación del precio con el ingreso marginal y con el costo
marginal.

¿Cómo encuentra un monopolio el precio del producto maximizador de


beneficios? La curva de la demanda tiene la respuesta a esta pregunta,
ya que relaciona la cantidad que los clientes están dispuestos a pagar
con la cantidad vendida. Por tanto, una vez que el monopolio elige la
cantidad de producción que iguala el ingreso marginal y el costo
marginal, utiliza la curva de la demanda para encontrar el precio más
alto que puede asignar por la cantidad producida. En la figura 4, el
precio maximizador de beneficios se encuentra en el punto B.

Ahora podemos entender una diferencia fundamental entre los


mercados perfectamente competitivos y los monopólicos: en los
mercados perfectamente competitivos, el precio es igual al costo
marginal. En los mercados monopólicos, el precio es superior al costo
marginal. Como veremos en seguida, esta conclusión es fundamental
para comprender el costo social del monopolio.

Beneficios de un monopolio

¿Cuántos beneficios obtiene un monopolio? Con objeto de visualizar los


beneficios de un monopolio en una gráfica, recuerde que los beneficios
son iguales al ingreso total (IT) menos el costo total (CT):

Beneficios = IT - CT

Esta expresión también puede formularse de la siguiente manera:

Beneficios = [(IT/Q) - (CT/Q)] x Q


IT/Q es el ingreso promedio, que es igual al precio P, y CT/Q es el costo
total promedio CMe. Por tanto,

Beneficios = ( P - CMe ) / Q

Esta ecuación para calcular los beneficios (que también es válida para
las empresas competitivas como ya vimos en la Unidad 4 al calcular
gráficamente los beneficios) permite medir los beneficios del monopolio
en la gráfica.

Considere el área sombreada de la figura 5. Su altura (el segmento BC)


es el precio menos el costo total promedio, P - CMe, que es el beneficio
que se obtiene de una unidad vendida típica. La base del área (el
segmento DC) es la cantidad vendida, QMÁX. Por tanto, el área
sombreada representa los beneficios totales de la empresa monopólica.

Equilibrio a corto plazo


Un mercado de monopolio está en equilibrio cuando la única empresa
del mercado, la empresa monopolista, está maximizando beneficios. A
fin de cuentas, una vez que la empresa está produciendo la cantidad
que maximiza sus utilidades - y cobrando el precio más alto que le
permite vender esa cantidad - no tiene incentivo para cambiar el precio
ni la cantidad si no cambia nada en el mercado.

Naturalmente, un monopolio que obtiene B>0 seguirá operando a corto


plazo, cobrando el precio y generando el nivel de producción en el que
IMg=CMg, como en la figura 5 más arriba. No obstante, un monopolio
podría sufrir pérdidas en el corto plazo. Desde luego, también podría
trabajar con B=0.

¿Qué sucede si un monopolio tiene pérdidas a corto plazo? Entonces


tendrá que tomar la misma decisión que cualquier otra empresa: cerrar
o no sus puertas. Las condiciones de maximización de beneficios que
vimos en la unidad 4 - IMg=CMg, que el CMg corte por debajo al IMg* y la
condición de cierre - son válidas para cualquier otra empresa, incluidos
los monopolios. Por lo tanto, ante una situación de pérdida, cualquier
empresa -sea o no monopolio- debe cerrar si P < CVMe en el nivel de
producción en el que IMg = CMg.

En resumen, las condiciones que deben cumplirse para que el


monopolista maximice beneficios son:

1) IMg = CMg

2) CMg corte por debajo al IMg*

3) P ≥ CVMe

Nota: * En el caso de empresa competitiva se requería que el CMg se encuentre


en el tramo creciente. Esto era suficiente dado que el IMg siempre era una línea
recta horizontal. Para el monopolista, debemos relajar esta restricción y, en
consecuencia, se requiere que la curva de CMg corte por debajo a la de IMg en
ese tramo de producción.
Caso de estudio: Medicamentos monopólicos frente a medicamentos
genéricos
Con base en nuestro análisis, los precios se determinan de forma muy
distinta en los mercados monopólicos y en los mercados competitivos.
Un lugar lógico para probar esta teoría es el mercado de los
medicamentos, ya que éste tiene los dos tipos de estructura. Cuando
una empresa descubre un medicamento nuevo, la legislación sobre
patentes le otorga el monopolio de la venta de dicho fármaco. Sin
embargo, con el tiempo, cuando caduca la patente, cualquier empresa
puede fabricar y vender el fármaco. En este momento el mercado deja
de ser un monopolio y se convierte en un mercado competitivo.

¿Qué debe ocurrir con el precio de un medicamento cuando caduca la


patente? La figura 6 muestra el mercado de un medicamento
representativo. En esta figura, el costo de producción marginal del
medicamento es constante. (Esto es más o menos cierto en el caso de
muchos medicamentos.) Mientras dura la patente, el monopolio
maximiza beneficios produciendo la cantidad a la que el ingreso
marginal es igual al costo marginal y estableciendo un precio muy
superior a este costo. Pero cuando la patente caduca, los beneficios
generados por la producción del medicamento estimula a nuevas
empresas a entrar en el mercado. A medida que el mercado se vuelve
más competitivo, el precio debe disminuir hasta ser igual al costo
marginal
Lección 5. Comparación de los mercados de monopolio y
competencia perfecta

Cabe esperar que un mercado monopolista tenga un precio más alto y


una producción menor que otro mercado similar pero perfectamente
competitivo.

Para ver por qué sucede esto, exploremos lo que ocurriría si una sola
empresa se adueñara de un mercado perfectamente competitivo,
transformándolo en un monopolio. La figura 1 ilustra un mercado
perfectamente competitivo que consta de 100 empresas idénticas. El
mercado está en equilibrio a largo plazo en el punto E, con un precio de
mercado de $10 y producción de 100.000 unidades. En la gráfica (b), la
empresa típica enfrenta una curva de demanda horizontal en $10,
produce 1.000 unidades y obtiene beneficios económicos normales
(B=0).
Imaginemos ahora que una sola compañía compra las 100 empresas para
formar un monopolio. El nuevo mercado monopolista se ilustra en la
gráfica (c). En monopolio, la curva de demanda horizontal que cada
empresa enfrenta se vuelve irrelevante. La curva de demanda que el
monopolio enfrenta es la curva de demanda de mercado D, que tiene
pendiente negativa y es igual a la curva de demanda del mercado
representada en la gráfica (a). Puesto que la curva de demanda tiene
pendiente hacia abajo, el ingreso marginal es menor que el precio y la
curva de IMg está en todos sus puntos por debajo de la curva de
demanda. Para maximizar sus beneficios, el monopolio querrá hallar el
nivel de producción en el que CMg=IMg. Pero, ¿cuál es la curva de CMg
del nuevo monopolio?
Supondremos que el monopolio no cambia la manera en que se genera
la producción: cada empresa que antes era competitiva seguirá
produciendo con la misma tecnología que antes, sólo que ahora opera
como una empresa con 100 plantas que el monopolio controla. Con este
supuesto, la curva de oferta del mercado de la gráfica (a) se
transformará en la curva de costo marginal del monopolio . ¿Por qué?
Para responder por qué, recordemos primero que la curva de oferta del
mercado se obtiene con la sumatoria horizontal de las curvas de oferta
de las empresas individuales, es decir, de las curvas de costo marginal
de las empresas individuales. Por tanto, la curva de oferta del mercado
competitivo nos da el costo marginal - en alguna empresa - de generar
otra unidad de producción para el mercado. Cuando el monopolio se
adueña de todas estas empresas individuales, esta curva nos dice cuánto
costará al monopolio generar otra unidad de producción en una de sus
plantas; por ende, será la curva de costo marginal del monopolista. Por
ejemplo, el punto E de la curva nos dice que, cuando la cantidad
producida total es 100.000 y cada planta produce 1.000, aumentar la
producción en una unidad más costará $10 al monopolio, porque ése es
el costo marginal en cada una de sus plantas. Lo mismo se cumple para
todos los puntos de la curva de oferta del antiguo mercado competitivo:
siempre nos dará el costo de producir en una unidad más en una de las
plantas que ahora posee. Dicho de otro modo, la curva con pendiente
positiva de la gráfica (c), que era la curva de oferta del mercado cuando
el mercado es competitivo, se convierte en la curva del costo marginal
de una sola empresa cuando el mercado se monopoliza. Es por ello que
la curva S (la antigua oferta del mercado) se rotuló como CMg (el nuevo
M

costo marginal del monopolista).

Ya tenemos toda la información para hallar el precio y la cantidad que


el monopolio escogerá en nuestro ejemplo. En la gráfica (c), la curva de
CMg del monopolio cruza la curva de IMg, viniendo de abajo, en 60.000
unidades de producción. Éste es el nivel de producción que maximiza los
beneficios del monopolio. Para vender toda esta producción, el
monopolio cobrará $15 por unidad: el punto F de su curva de demanda.

Veamos lo que sucedió en nuestro ejemplo: una vez que el monopolio se


hace cargo, el precio sube de $10 a $15 y la cantidad de mercado baja
de 100.000 a 60.000. El monopolio, en comparación con un mercado
perfectamente competitivo, cobra más y produce menos.

¿Por qué? Porque el monopolio, a diferencia de cada una de las


empresas perfectamente competitivas, enfrenta una curva de demanda
con pendiente negativa. El resultado es que, para el monopolio, el
ingreso marginal es menor que el precio. Por lo tanto, el monopolio
dejará de aumentar su producción antes que un sector de empresas
perfectamente competitivas. Naturalmente, dado que el monopolio
vende una cantidad menor, cobrará un precio mayor.
EL COSTO DE LOS MONOPOLIOS PARA EL BIENESTAR
¿Es el monopolio una buena forma de organizar el mercado? Hemos visto
que un monopolio, a diferencia de una empresa perfectamente
competitiva, establece un precio superior al costo marginal. Desde el
punto de vista de los consumidores, el monopolio no es deseable debido
a este alto precio. Sin embargo, al mismo tiempo, el monopolio obtiene
beneficios de establecer este precio alto. Desde el punto de vista de los
propietarios de la empresa, el monopolio es muy deseable debido a este
precio alto. ¿Es posible que los beneficios obtenidos por los propietarios
de la empresa sean superiores al costo social impuesto a los
consumidores y que, por tanto, el monopolio sea deseable desde el
punto de vista de la sociedad?

Podemos responder a esta pregunta utilizando los instrumentos de la


economía del bienestar. Recuerde que en la Unidad 5 vimos que el
excedente total mide el bienestar económico de los compradores y
vendedores de un mercado. El excedente total es la suma del excedente
del consumidor y el excedente del productor. El excedente del
consumidor es lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un
bien menos lo que realmente pagan. El excedente del productor es lo
que efectivamente reciben los productores por un bien menos lo que les
cuesta producirlo. En este caso hay un solo productor: el monopolio.

En la Unidad 5 llegamos a la conclusión de que, en un mercado


perfectamente competitivo, el equilibrio entre la oferta y la demanda
no es solamente un resultado lógico, sino también deseable. La mano
invisible del mercado produce la distribución de los recursos que hace
que el excedente total sea el mayor posible. Como la distribución de los
recursos es diferente en un monopolio que en un mercado competitivo,
el resultado, en cierto sentido, no maximiza el bienestar económico
total.
La pérdida de peso muerto o pérdida de eficiencia

Comencemos considerando qué haría un monopolio si fuera


administrado por un planificador social benévolo. El planificador social
se interesaría no sólo en los beneficios de los propietarios de la
empresa, sino también en los beneficios que los consumidores
recibirían. Trataría de maximizar el excedente total, que es igual al
excedente del productor (los beneficios) más el excedente del
consumidor. Conviene tener presente que el excedente total es igual al
valor que tiene el producto para los consumidores menos los costos en
los que incurre el monopolio para elaborar dicho producto.

La figura 7 analiza la forma en la que un planificador social benévolo


elegiría la cantidad de producción del monopolio. Así, la curva de la
demanda refleja el valor que tiene el producto para los consumidores,
medido por lo que el consumidor está dispuesto a pagar por el producto.
La curva de costo marginal refleja los costos del monopolio. Por
tanto, la cantidad socialmente eficiente se encuentra en el punto de
intersección de la curva de la demanda con la curva de costo
marginal. Por debajo de esta cantidad, el valor de una unidad adicional
para los consumidores es superior al costo de suministrarla, por lo que
un aumento en la producción incrementa también el excedente total.
Por encima de esta cantidad, el costo de producir una unidad más
excede el valor que dicha unidad tiene para los consumidores,
entonces, reducir la producción incrementa el excedente total. En la
cantidad óptima, el valor de una unidad extra para los consumidores es
exactamente igual al costo de producción marginal.

Para evaluar los efectos de un monopolio en el bienestar social,


podemos comparar el nivel de producción que dicho monopolio elige
con el nivel de producción que elegiría el planificador social. Como
hemos visto, el monopolio decide producir y vender la cantidad que se
encuentra en el punto de intersección de las curvas de ingreso marginal
y costo marginal; el planificador social elegiría la cantidad que se
encuentra en el punto de intersección de las curvas de la demanda y de
costo marginal. La figura 8 muestra la comparaciión. El monopolio
produce una cantidad inferior a la socialmente eficiente.
También podemos ver la ineficiencia del monopolio con base en su
precio. Como la curva de la demanda del mercado describe una relación
negativa entre el precio y la cantidad del producto, una cantidad
ineficientemente baja equivale a un precio ineficientemente alto.
Cuando un monopolio establece un precio mayor que el costo marginal,
algunos consumidores potenciales atribuyen al producto un valor más
alto que su costo marginal, pero menor que el precio establecido por el
monopolio. Estos consumidores no compran el producto. Como el valor
que estos consumidores le atribuyen al producto es mayor que el costo
de suministrarlo, este resultado es ineficiente. Por tanto, el precio
establecido por el monopolio impide que se realicen algunos
intercambios que beneficiarían a ambas partes.

La ineficiencia del monopolio puede medirse con el triángulo de la


pérdida de eficiencia, como se ilustra en la figura 8. Como la curva de
la demanda refleja el valor que tiene un bien para los consumidores y la
curva de costo marginal refleja los costos del productor (en este caso el
monopolio), el área del triángulo de la pérdida de peso muerto que se
encuentra entre la curva de la demanda y la curva de costo marginal
es igual al excedente total perdido como consecuencia del precio
establecido por el monopolio. Esta es la reducción que experimenta el
bienestar económico debido al poder de mercado que ejerce el
monopolio.

La pérdida de eficiencia que provoca el monopolio es similar a la que


provoca un impuesto. De hecho, un monopolio es como un recaudador
de impuestos privado. Como vimos en la Unidad 5, un impuesto sobre un
producto crea una brecha entre la disposición de los consumidores a
pagar (que se refleja en la curva de la demanda) y los costos de los
productores (que se reflejan en la curva de la oferta). Debido a que un
monopolio ejerce su poder de mercado estableciendo un precio superior
al costo marginal, crea una brecha parecida. En ambos casos, la brecha
hace que la cantidad vendida sea inferior al óptimo social
Los beneficios del monopolio: ¿un costo social?

Es tentador condenar a los monopolios por aprovecharse del público


para incrementar sus beneficios. Y es un hecho que un monopolio
obtiene beneficios más altos gracias a su poder de mercado. Sin
embargo, según el análisis económico del monopolio, los beneficios de
la empresa no tienen por qué ser, en sí mismos, un problema para la
sociedad.

El bienestar en un mercado de monopolio, como en cualquier mercado,


incluye el bienestar tanto de los consumidores como de los productores.
Siempre que un consumidor paga un dólar extra al productor por
tratarse de un precio de monopolio, el bienestar económico del
consumidor disminuye un dólar y el del productor aumenta la misma
cantidad. Esta transferencia de los consumidores de un bien a los
propietarios de un monopolio no afecta el excedente total del mercado,
que es la suma de los excedentes del consumidor y del productor. En
otras palabras, los beneficios del monopolio no representan en sí
mismos una reducción del tamaño del pastel económico, sino
simplemente una porción mayor para los productores y una menor para
los consumidores. A menos que los consumidores sean, por alguna
razón, más merecedores que los productores (un juicio normativo sobre
la igualdad que va más allá del ámbito de la eficiencia económica), los
beneficios de un monopolio no constituyen un problema social.

El problema del mercado monopólico se debe a que la empresa


produce y vende una cantidad inferior a la que maximiza el
excedente total. La pérdida de eficiencia mide cuánto disminuye el
pastel económico como resultado de esto. Esta ineficiencia está
relacionada con el alto precio establecido por el monopolio: los
consumidores compran menos unidades cuando la empresa establece un
precio superior al costo marginal. Pero conviene tener presente que los
beneficios generados por las unidades que continúan vendiéndose no son
el problema. El problema radica en que la cantidad de producción es
ineficientemente baja. En otras palabras, si el alto precio establecido
por el monopolio no disuadiera a algunos consumidores de comprar el
producto, el excedente del productor aumentaría exactamente la
misma cantidad que se reduciría el excedente del consumidor, por lo
que el excedente total sería el mismo que podría lograr un planificador
social benévolo.

Existe, sin embargo, una posible excepción a esta conclusión. Suponga


que un monopolio tiene que incurrir en costos adicionales para
mantener su posición de monopolio. Por ejemplo, una empresa que
tenga un monopolio creado por el gobierno puede tener que contratar
grupos de presión para que convenzan a los legisladores de que
mantengan su monopolio. En este caso es posible que el monopolio
utilice parte de sus beneficios para pagar estos costos adicionales. De
ser así, la pérdida social provocada por el monopolio incluye tanto estos
costos, como la pérdida de peso muerto que resulta de establecer un
precio superior al costo marginal.
COMPETENCIA MONOPOLÍSTICA

Por un lado, el mercado de los libros parece ser un mercado


competitivo. Al revisar los estantes de una librería, encontrará
numerosos autores y editoriales que compiten por su atención. Un
comprador en este tipo de mercado puede elegir entre miles de
productos que compiten entre sí. Y debido al hecho de que cualquiera
puede entrar en esta industria con sólo escribir y publicar un libro, el
negocio de los libros no es muy rentable, ya que por cada novelista que
gana mucho dinero, hay cientos de ellos que pasan apuros.

Por otro lado, el mercado de los libros parece un monopolio. Debido a


que cada libro es único, las empresas editoriales tienen cierta libertad
para decidir el precio que asignarán. Los vendedores en este mercado
son creadores de precios y no tomadores de precios. De hecho, el precio
de un libro es muy superior a su costo marginal. El precio de una novela
típica en edición de pasta dura, por ejemplo, es de aproximadamente
25 dólares, mientras que el costo de la impresión de un ejemplar
adicional de dicha novela es menor de 5 dólares.

El mercado de las novelas no encaja ni en el modelo de competencia, ni


en el de monopolio. Este mercado se describe mejor con el modelo
de competencia monopolística, que es el tema de esta lección. El
término “competencia monopolística” podría parecer una
incongruencia, algo parecido a decir “camarón gigante”. Pero como se
verá, las empresas en competencia monopolística son empresas con
características monopolísticas, por un lado, y características
competitivas, por el otro. El modelo no sólo describe a la industria
editorial, sino también el mercado de muchos otros productos y
servicios.

Entre el monopolio y la competencia perfecta

Aun cuando los modelos de competencia perfecta y de monopolio


ilustran algunas ideas importantes sobre cómo funcionan los mercados,
la mayoría de los mercados en la economía incluye elementos de ambos
y, por tanto, no pueden describirse adecuadamente con ninguno de los
dos modelos. En la economía, una empresa típica enfrenta
competencia, pero ésta no es tan rigurosa como para hacer que dicha
empresa sea tomadora de precios. La empresa típica también tiene
cierto grado de poder de mercado, pero éste no es tan grande como
para describirla con precisión con el modelo de monopolio. Dicho en
otras palabras, muchas industrias se clasifican en algún punto entre los
casos extremos de la competencia perfecta y el monopolio. Los
economistas llaman a esta situación competencia imperfecta.
Un tipo de mercado de competencia imperfecta es el oligopolio, que es
un mercado en el que sólo hay pocos vendedores, cada uno de los cuales
ofrece un producto idéntico o similar a los productos ofrecidos por otros
vendedores. Los economistas miden el dominio del mercado que ejerce
un pequeño número de empresas con una estadística llamada razón de
concentración, que es el porcentaje de la producción total ofrecida en
el mercado por las cuatro empresas más grandes. En la economía de
Estados Unidos, en casi todas las industrias, la razón de concentración
de las cuatro empresas mayores es inferior a 50%, pero en algunas
industrias, las cuatro empresas mayores desempeñan un papel más
dominante. Las industrias con mayor concentración incluyen las de
cereales para el desayuno (que tiene una razón de concentración de
78%), fabricación de aviones (81%), focos (89%), equipo doméstico de
lavandería (93%) y cigarrillos (95%). Estas industrias se describen mejor
como oligopolios.

Otro tipo de competencia imperfecta es la llamada competencia


monopolística. Este término describe una estructura de mercado en la
cual existen numerosas empresas que venden productos similares, pero
no idénticos. En un mercado de competencia monopolística cada
empresa tiene un monopolio sobre el producto que fabrica, pero muchas
otras empresas ofrecen productos similares que compiten por los
mismos clientes. Para ser más precisos, la competencia
monopolística describe un mercado con las siguientes características:
 Muchos vendedores: existen numerosas empresas que compiten
por el mismo grupo de clientes.
 Diferenciación del producto: cada empresa produce un bien que
tiene al menos una leve diferencia con los bienes que producen
las demás empresas. Por lo que, en vez de ser tomadora de
precios, cada empresa enfrenta una curva de la demanda con
pendiente negativa.
 Libertad para entrar y salir del mercado: las empresas pueden
entrar y salir del mercado sin ningún tipo de restricción, por lo
que el número de empresas en el mercado se ajusta hasta que los
beneficios económicos son cero.

En un momento se puede pensar en una larga lista de mercados que


presentan estas características: libros, DVD, juegos de computadora,
restaurantes, clases de piano, galletas, ropa, etcétera.

La competencia monopolística, como el oligopolio, es una estructura de


mercado que se encuentra entre los casos extremos de la competencia y
el monopolio. Pero el oligopolio y la competencia monopolística son
muy diferentes. El oligopolio se aleja del ideal de la competencia
perfecta porque hay pocos vendedores en el mercado. Ese número
reducido de vendedores hace que la competencia rigurosa sea menos
probable y le da importancia vital a las interacciones estratégicas que
existen entre las empresas. En contraste, en la competencia
monopolística hay muchos vendedores y cada uno de ellos es pequeño
en comparación con el mercado. Un mercado de competencia
monopolística se aleja del ideal de la competencia perfecta porque
cada uno de los vendedores ofrece un producto ligeramente diferente.

La figura 1 resume los cuatro tipos de estructura de mercado. Lo


primero que se debe preguntar sobre cualquier mercado es cuántas
empresas tiene. Si sólo tiene una, el mercado es un monopolio. Si tiene
pocas, es un oligopolio. Si tiene muchas, es necesario preguntar si los
productos que venden las empresas son idénticos o diferenciados. Si la
respuesta es que venden productos diferenciados, es un mercado
de competencia monopolística. Si las numerosas empresas venden productos
idénticos, es un mercado de competencia perfecta.

no existe un número mágico que nos diga cuándo se puede considerar


que hay muchas o pocas empresas en un mercado. (¿Las
aproximadamente doce empresas que venden automóviles en Estados
Unidos hoy hacen de este mercado un oligopolio o un mercado más
competitivo? La respuesta queda abierta a debate.) De igual manera, no
existe una forma segura de determinar cuándo un producto es idéntico a
otro y cuándo es levemente diferente. (¿Las diferentes marcas de leche
son realmente iguales? Una vez más, la respuesta es debatible.) Cuando
se analizan mercados reales, los economistas deben recordar todo lo
aprendido sobre los diferentes tipos de estructuras de mercado y aplicar
cada lección según sea apropiado.
Competencia monopolistica
OLIGOPOLIO
La esencia de un mercado oligopólico es que hay muy pocos vendedores.
Como resultado, las acciones de cualquiera de los vendedores en el
mercado pueden tener un gran impacto en los beneficios de los otros
vendedores. Las empresas oligopólicas son interdependientes de una
forma en que las empresas competitivas no lo son.

Un oligopolio es una estructura de mercado en la que un número


reducido de empresas dependen en forma estratégica unas de otras.

Oligopolio en comparación con otras estructuras de mercado

De las estructuras de mercado que vamos estudiando, el oligopolio es la


que mayor reto presenta para los economistas. En otros tipos de
mercados –competencia perfecta, monopolio y competencia
monopolística- cada empresa actúa de manera independiente, sin
preocuparse por las reacciones de las otras empresas. La tarea de la
empresa es sencilla: seleccionar un nivel de producción en su curva de
demanda que reporte el máximo beneficio.

Sin embargo, este enfoque no describe a un oligopolista. La esencia del


oligopolio es la interdependencia estratégica, en la que cada empresa
prevé las acciones de sus rivales antes de tomar decisiones. Por ello, no
podemos analizar las decisiones de una empresa aislada. Para entender
y predecir el comportamiento en mercados oligopolistas, los
economistas han tenido que modificar las herramientas que usan para
analizar las demás estructuras de mercado, y además desarrollar
herramientas totalmente nuevas.

Examinemos más de cerca un ejemplo de interdependencia estratégica


para ver por qué las herramientas que hemos usado para analizar las
demás estructuras de mercado no funcionan con el oligopolio.
Supongamos que Exterminadores Kafka es un competidor monopolista.
Él podría subir o bajar su precio, y moverse a lo largo de su curva de
demanda, sin tener que preocuparse por causar un cambio en el precio
de un sustituto. Pero, ¿si Kafka fuera un oligopolista, digamos, uno de
los dos fumigadores de un poblado pequeño? Entonces, al bajar Kafka su
precio, la ubicación de la curva de demanda dependería de las acciones
de su rival. Si el rival decide no modificar su precio, la curva de
demanda de Kafka no se moverá. En cambio, si el rival baja su precio
para igualarlo a Kafka, la curva de demanda de Kafka se desplazará
hacia la izquierda, pues el precio de un bien sustituto (los servicios del
rival de Kafka) ha bajado. Por tanto, Kafka no puede predecir si seguirá
con su antigua curva de demanda o si enfrentará una nueva a menos que
tome en cuenta la forma en que su competidor reaccionará a su
decisión. Kafka no podría usar la sencilla regla de IMg = CMg porque la
posición de la curva de IMg de Kafka –al igual que la posición de su curva
de demanda- depende de la reacción de su rival.

El análisis de un oligopolio brinda la oportunidad de introducir la teoría


de juegos; es decir, el estudio de cómo se comportan las personas en
situaciones estratégicas. Por “estratégica” entendemos una situación en
la cual una persona, al elegir entre modos de actuar alternos, debe
tomar en consideración cómo podrían responder otros a las acciones que
emprenda. El pensamiento estratégico es crucial no sólo para jugar
ajedrez, damas o tres en línea, sino también para tomar muchas
decisiones de negocios. Debido a que los mercados oligopólicos sólo
tienen una cantidad pequeña de empresas, cada una de ellas debe
actuar estratégicamente. Cada empresa sabe que sus beneficios
dependen no sólo de cuánto produce, sino también de cuánto producen
las demás empresas. Al tomar la decisión sobre cuánto producir, cada
empresa dentro de un oligopolio debe tomar en consideración cómo su
decisión puede afectar las decisiones de producción de todas las demás
empresas. La teoría de juegos no es necesaria para entender los
mercados competitivos y monopólicos. En un mercado de competencia
perfecta o competencia monopolística, cada empresa es tan pequeña,
comparada con el mercado, que las interacciones estratégicas con otras
empresas no son importantes. En un mercado monopólico no hay
interacciones estratégicas, porque el mercado cuenta con una sola
empresa. Sin embargo, la teoría de juegos es útil para entender los
oligopolios y muchas otras situaciones en las que un número pequeño de
participantes interaccionan. La teoría de juegos sirve para explicar las
estrategias que las personas eligen, ya sea para jugar tenis o para
vender pelotas de tenis.

La teoría de los juegos es un enfoque para modelar la interacción


estratégica de oligopolistas en términos de jugadas y
contrajugadas.
Comportamiento cooperativo de un oligopolio

Debido a que un mercado oligopólico tiene sólo un número pequeño de


vendedores, una característica fundamental del oligopolio es la tensión
entre la cooperación y el interés propio. El grupo de empresas
oligopólicas se beneficia si coopera y actúa como un monopolio, es
decir, si produce una pequeña cantidad de producto y establece un
precio por encima del costo marginal. Pero como cada empresa
oligopólica se preocupa sólo por su propio beneficio, existen fuertes
incentivos en acción que dificultan que el conjunto de empresas
mantenga el resultado obtenido en cooperación.

La forma más sencilla de cooperación es la colusión explícita, en la que


las empresas oligopolistas se reúnen para decidir qué precios fijar. Este
tipo de cooperación implica una comunicación directa entre las
empresas competidoras.

La forma más extrema de colusión es la creación de un cártel: grupo de


empresas que trata de maximizar los beneficios totales del grupo en
conjunto. Para ello, el grupo de empresas se comporta como si fuera un
monopolio y trata la curva de demanda de mercado como la curva de
demanda del “monopolio”. Cada miembro del cártel cobra el precio
acordado (los cárteles suelen llamarse acuerdos de arreglo de precios) y
a cada uno se le asigna una porción de la producción total del cártel.
Este último paso es crucial: si cualquier miembro produce y vende más
que la cantidad asignada, la producción del grupo aumentará y el precio
caerá por debajo del precio acordado para maximizar beneficios.

El cártel más famoso es la OPEP (Organización de Países Exportadores


de Petróleo) que se reúne en forma periódica para influir en el precio
del petróleo fijando la cantidad que cada uno de sus miembros puede
producir. A mediados de los años setenta, la OPEP cuadruplicó su precio
por barril en sólo dos años, dando pie a un enorme aumento en los
beneficios de los miembros del cártel. A fines de los años noventa, la
OPEP volvió a presionar, duplicando el precio del petróleo en un periodo
de 18 meses.
Si la colusión explícita para subir los precios es tan buena para los
oligopolistas, ¿por qué no la practican? Un motivo importante es que, en
general, la ley lo prohíbe. Muchos países tienen leyes que prohíben
estos acuerdos de precios dentro de sus fronteras. Por ello, la colusión
explícita debe practicarse en secreto absoluto, ya que los castigos, en
caso de ser atrapados los oligopolistas, suelen ser severos.

Tipos de oligopolios

Hay muchos tipos de oligopolios. La producción de las empresas podría


ser más o menos idéntica, como el alambre de cobre, o diferenciada,
como las computadoras portátiles. Si las empresas venden un producto
idéntico, se denomina oligopolio puro. Si venden un producto
diferenciado, se denomina oligopolio diferenciado.

Un mercado oligopólico podría ser internacional, como el de los


neumáticos para automóvil; principalmente nacional, como el mercado
de los cereales para el desayuno; o local, como el mercado de algunos
diarios. Podría haber una empresa dominante cuya participación en el
mercado excede por mucho la de las demás, como Nike, que fabricó el
39% de todos los zapatos deportivos en 2002, más de tres veces la
producción de la empresa que está en segundo lugar (Reebok). O bien,
podría haber dos o más empresas grandes de tamaño comparable, como
Boing y Airbus en el mercado global de los aviones grandes para
pasajeros. Es evidente que los mercados oligopólicos pueden tener
diferentes características pero, en todos los casos, un número reducido
de empresas estratégicamente interdependientes genera una porción
dominante de la producción del mercado.

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