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Como resolver conflictos matrimoniales

Por Ricardo A. Ibáñez Fuentemávida


¿Qué es un conflicto? 3 Nefi 11:29

Un conflicto es un desacuerdo
entre dos personas. Las diferencias
de opinión y los diferentes hábitos
y experiencias en la vida son
inevitables. La pareja puede
aprender métodos para afrontar el
conflicto.

Satanás “intenta provocar desavenencias entre… [los cónyuges]… Satanás sabe


que la manera más certera y eficaz de perturbar la obra de Dios es minimizar la
eficacia de la familia y la santidad del hogar (M. Russell Ballard, “Las sagradas
responsabilidades de ser padres” (Devocional en la Universidad Brigham Young, 19 de agosto de 2003).
Descubramos juntos:
“… algunas de las oportunidades más grandes para demostrar nuestro amor estarán
dentro de las paredes de nuestro propio hogar. El amor debería ser el núcleo de la vida
familiar, y sin embargo, a veces no lo es; quizás haya mucha impaciencia, discusión,
peleas y lágrimas” (Thomas S. Monson, “El amor: La esencia del Evangelio”, Liahona, mayo de 2014, pág. 92,
énfasis agregado).
“Por mucho tiempo he pensado que el factor más importante en un matrimonio feliz es la
preocupación solícita por la comodidad y el bienestar de nuestro cónyuge. En la mayoría
de los casos, el egoísmo es el factor principal que ocasiona discusión, separación,
divorcio y corazones destrozados” (Gordon B. Hinckley, “Lealtad”, Liahona, mayo de 2003, pág. 59,
énfasis agregado).

“Cuando uno considera el mal sentimiento y la desagradable experiencia [causados por]


la contención, es bueno preguntarse: ‘¿Por qué soy partícipe de ella?’. “… es importante
reconocer que somos nosotros quienes escogemos nuestra conducta. La raíz de todo este
asunto es el [viejo problema del] orgullo” (Marvin J. Ashton, “No tenemos tiempo para la contención”,
Liahona, agosto de 1978, pág. 12, énfasis agregado).
El gran problema que
enfrentamos, es el problema del
“Orgullo” manifestado en el
matrimonio
“La característica principal del orgullo es la enemistad:
enemistad hacia Dios y enemistad hacia nuestros
semejantes. Enemistad significa ―tener odio, tener
hostilidad y hallarse en un estado de oposición. Es el
poder por el cual Satanás desea dominarnos. El orgullo
tiene una naturaleza esencialmente competitiva” (“Cuidaos
del orgullo”, Presidente Ezra Taft Benson, octubre de 1986, énfasis agregado).
Recién casados que aprenden a adaptarse
el uno al otro
Diferencias naturales entre hombres y
mujeres
Irritabilidad debida al agotamiento

Diferencias de opinión en cuanto a la


mejor manera de educar a los hijos o
administrar las finanzas

Hijos que están aprendiendo a ejercer su


Hay muchas causas de conflicto, que van albedrío
desde simples preferencias personales hasta Reacciones exageradas por causa del estrés
estilos de comunicación profundamente
arraigados. Además de superar el egoísmo y Diferencias en las cosas que nos agradan y
la inmadurez, la pareja hará frente a otras las que nos desagradan
causas comunes de conflicto, que incluyen Falta de comprensión o de habilidad para
factores como los siguientes: resolver conflictos
Expresen sus puntos de vista
Comparta… sus puntos de vista de manera sincera pero sin
atacar. En ocasiones, una reflexión detenida resuelve el
problema una vez que queda claro que el desacuerdo era
simplemente un malentendido. Por ejemplo, una esposa
que cree que su marido insiste de manera egoísta en que
vaya con él a un partido de baloncesto en una escuela
secundaria en lugar de salir a cenar juntos, podría llegar a
la conclusión de que él no está tan interesado en el
baloncesto como en mostrar interés por un jugador que ha
dejado de asistir a sus clases de Escuela Dominical.

Examinen sus inquietudes Pasos para resolver un


El matrimonio debe examinar sus inquietudes a un nivel más profundo.
Lo importante es comprender y aceptar las inquietudes del otro. conflicto
Volviendo al ejemplo del baloncesto, aunque la esposa entiende la
preocupación de su marido por el alumno, tal vez piense que poner las
necesidades de otras personas siempre por delante de su matrimonio es
algo que él está tomando como costumbre. En este caso es necesario
tener una conversación más reflexiva en la que cada uno exprese sus
sentimientos con delicadeza, y la confrontación dé paso a la cooperación.
Elijan soluciones que sean satisfactorias para ambos
El matrimonio propone ideas y decide soluciones que sean satisfactorias para ambos. El enfoque… [debe
centrarse]… en lo que cada uno puede hacer para encauzar sus inquietudes, y no en lo que puede hacer su
cónyuge. Esta negociación puede poner a prueba la madurez y la paciencia pero, con el tiempo, lleva a la
convicción de que es seguro expresar los sentimientos, y a confiar en que los deseos de cada uno se
tendrán en cuenta. La pareja de nuestro ejemplo podría acordar pasar una tarde de viernes juntos en un
partido de baloncesto, otra tarde de viernes el esposo podría ir solo al partido, y dos tardes de viernes
podrían realizar actividades en pareja. Que la calidad del proceso de toma de decisiones sea satisfactoria
para ambos es más importante que el modo en que la pareja decida pasar la tarde del viernes.

“Cómo resolver conflictos en tu


matrimonio”
Por S. Brent Scharman, Consejero jubilado de
los Servicios para la Familia SUD, El autor vive
en Utah, EE. UU. Liahona, octubre de 2017
¿Cuál es la regla de Oro?

El remedio para la mayoría de los problemas


matrimoniales no es el divorcio sino el
arrepentimiento. No es la separación sino la
integridad que impulsa a un hombre a armarse de
valor y cumplir con sus obligaciones. El remedio
se encuentra en la aplicación de la Regla de Oro
(“Lo que Dios ha unido”, Gordon B. Hinckley, First Counselor in the First
Presidency, abril de 1991, énfasis agregado).

“Todas las cosas que queráis que los hombres hagan


con vosotros, así también haced vosotros con ellos…”
(Mateo 7:12; véase también Lucas 6:31; 3Nefi 14:12).
Un consejo y una advertencia
Un esposo necesita pasar tiempo con su esposa; ambos necesitan estar juntos para intercambiar ideas,
crecer, aprender y experimentar gozo como pareja. A ninguna esposa le entusiasma que su esposo se pase
todo el tiempo en el trabajo... [o] en pasatiempos que la excluyan, enfrente de la televisión [o de un
computador], un periódico [o una tablet]. Un esposo que siempre busca ocupar su tiempo en actividades
que excluyen a su esposa, le transmite un mensaje de que ella no es importante. Pero ella debería ser la
persona más importante de su vida... Muchas de las ideas que se aplican al marido, también se refieren a la
mujer. De la misma forma en que él debe buscar tiempo para pasarlo con su esposa, ella también
necesita hacer lo mismo. Muchas esposas pasan mucho tiempo en el trabajo, ocupadas con el cuidado de
sus hijos o con los quehaceres de la casa (“Y los serán una sola carne”, Brent A. Barlow, Liahona de Junio de 1987, páginas
27 -32, énfasis agregado).
Procure obtener, mantener y conversar
la influencia del Espíritu Santo durante
toda su vida
DyC 11:12-13
“‘Diga a los hermanos que sean humildes y fieles y se aseguren de mantener consigo el
Espíritu del Señor, el cual los conducirá por el camino recto. Tengan cuidado y no
rechacen la voz suave y apacible, ya que ella les enseñará lo que deben hacer y qué
camino seguir… les susurrará paz y gozo a su alma; alejará la malicia, el odio, la
contienda y toda la maldad de sus corazones, y su único deseo será hacer el bien, llevar
a cabo la rectitud y edificar el reino de Dios’” (Manuscript History of Brigham Young, 1846–1847,
compilado por Elden J. Watson, 1971, pág. 529, énfasis agregado).
“[Su influencia] habilita todas las facultades
intelectuales; aumenta, expande, amplía y purifica todas
las pasiones y afectos naturales... Él inspira, desarrolla,
cultiva y sazona todas las más refinadas afinidades,
gustos, alegría, buenos sentimientos y afectos de nuestra
naturaleza. Él inspira la virtud, la bondad, benevolencia,
sensibilidad, mansedumbre y caridad. Desenvuelve la
belleza de la persona, sus formas y facciones. Tiende a
dar salud, vigor, ánimo y sentimiento de amistad.
Vigoriza todas las facultades físicas e intelectuales del
hombre…” (Élder Parley P. Pratt, Key to the Science of Theology, 9th ed. [Salt
Lake City: Deseret Book Co., 1965], p. 101. Véase Noches de Hogar para la Familia,
1979–80, pág. 133, énfasis agregado).

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