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HISTORIA DE LA

ARQUITECTURA
MEXICANA

ENSAYO

21 DE MARZO DE 2024
DIANEL REYES VIEL

ESPACIO TIEMPO Y LUGAR DE LA ARQUITECTURA MEXICANA REGIONAL


La Arquitectura Del Virreinato
Introducción
En 1521, al oriente del Valle de Anáhuac, ante los ojos horrorizados de los mexicas, se
produjo no sólo la derrota militar de su pueblo por el ejército extranjero al mando del
capitán Hernán Cortés, quien sólo un día antes había recibido la redención de
Tenochtitlan, sino las grandes traiciones de los dioses ancestrales, quienes violaron ellos
mismos el orden mitológico del universo y permitieron a Xiuhcoatl cruzar nuevamente el
inframundo y llevar el sol, renacido con la sangre pagada por los aztecas, aunque hubo un
nuevo dios -el Cristo- había aparecido en el universo de México.

A partir de 1492, la historia mundial concebida por Occidente tuvo que apropiarse por la
fuerza del capítulo olvidado por todos los autores que explicaba el futuro de las creaciones
divinas: la existencia del enorme continente de ultramar llamado América después de su
descubrimiento no era el ansiado Oriente. La tarea no se hizo esperar, y tras la conquista
armada del Imperio Azteca, España, llena de iluminación divina, comenzó a difundir en el
Nuevo Mundo las imágenes de su cultura, que, alimentada por las enseñanzas cristianas,
perduró durante más de mil quinientos años. años de historia. Con fuerza y sin
concesiones, se rechazó la filosofía y la cosmogonía indígena al servicio de un paganismo
claramente condenable, se destruyó la idea mítica de la creación y se sustituyeron por
realidades los conceptos que explicaban poéticamente la presencia del rico panteón
esparcido por el escenario. lo tangible y lo imaginario. En su lugar viene la presencia de un
solo Dios, representado desnudo a imagen del propio hombre, cuyos atributos son las
cinco llagas y los instrumentos de su propia pasión. La vida y la muerte mismas adquieren
misteriosamente un significado muy similar al de épocas anteriores: la vida como estancia
temporal que debe ser redimida mediante el sacrificio, y la muerte sólo como una
frontera sutil antes de la resurrección Las diferencias se hacen mayores cuando España
añade dolor a la poesía de los mexicanos. Iniciado el desmantelamiento de la obra
material construida por el mundo indígena, el humanismo renacentista encuentra un
territorio nuevo para desarrollarse con toda la amplitud ilimitada que señalaba su utopía.
A los conceptos cosmogónicos que habían originado la creación de las ciudades
prehispánicas, en donde cada punto se animaba rítmicamente por las celebraciones
periódicas a que daba lugar el paso del tiempo, se oponen las razones de orientación,
ventilación y distribución racional del espacio de la ciudad, dispuestos por tratadistas
como León Battista Alberti. A partir del año 1538, se ordena la definitiva. Una vez iniciado
el desmantelamiento de las obras materiales construidas por el mundo indígena, el
humanismo renacentista encontró un nuevo territorio para desarrollarse en toda la
inmensidad ilimitada que sugería su utopía. Las razones de la racional orientación,
ventilación y distribución del espacio urbano entran en conflicto con el concepto
cosmogónico que fue precursor de la creación de las ciudades prehispánicas, donde cada
punto era movido rítmicamente por celebraciones periódicas que daban origen al paso del
tiempo, compuesta por autores como León Battista Alberti.
La Arquitectura Monástica del Siglo XVI
El proceso de anexión de nuevas tierras
continentales iniciado por el Imperio
español, a partir de 1521, implicó no
sólo la dominación militar de los
pueblos indígenas y el establecimiento
de un nuevo régimen político y
económico, sino también una empresa
Tecamachalco (estado de puebla), metafísica consistente en la redención
conjunto conventual del siglo XVI de las almas. de los pueblos indígenas.
Foto: Enrique X. de Anda A.
mediante su conversión a la fe
cristiana; una empresa vital dentro del concepto de historia adoptado
por la corona española, que se consideraba así predestinada a realizar la voluntad divina
dentro de la voluntad terrenal. Existen tres órdenes religiosas del clero regular que, a lo
largo del siglo XVI, se encargarían de la catequesis y conversión religiosa de la población
indígena: los franciscanos, que llegaron a la Nueva España en 1524, los dominicos, que
llegaron en 1526, y los agustinos. , que lo hizo en 1533. , su misión es viajar por todo el
territorio conquistado, transmitiendo de todas las formas posibles los argumentos de la
enseñanza católica a las comunidades locales. Los monjes españoles llegaron a América,
imbuidos del misticismo religioso desarrollado a lo largo de los siglos de la Edad Media,
dotados de todos los símbolos y poderes para fundar la Iglesia de Cristo en la tierra de los
infieles; Como predicadores de la nueva fe, su misión es difundir el catecismo cristiano y
construir edificios en los que se puedan satisfacer las tres mayores necesidades religiosas
del momento: albergar espacios en los que desarrollar la vida contemplativa que alimente
el espíritu de los religiosos, tener lugares desde donde se difunda la evangelización y su
imposición en territorio bárbaro mediante la división de los sacramentos de esta manera
el predicador se convierte tambien en el arquitecto que diseña y dirige la construcción de
los conventos que de manera inusitada sobre todo a juzgar por la limitación de recursos
técnico, se extendió rápidamente y en gran número en los territorios de las provincias
conquistadas por la milicia española; A finales del siglo XVI eran más de doscientas
cincuenta fundaciones conventuales las que se podían contar, la mayoría de ellas enormes
en proporción y alcance, claro reflejo de la velocidad del proceso de adoctrinamiento que
estaba atravesando la sociedad.
Las instituciones conventuales, como símbolos de una liturgia de contenido bíblico,
proponen un programa de dependencias internas y externas, todas ellas dedicadas a la
repetición de conceptos de carácter absolutamente eclesiástico, así como a servir a
diversas tareas de propagación y fortalecimiento de la fe a la que están dedicados. El
monasterio también, en el ámbito cultural, se convirtió en un lugar de paz donde
confluían dos sensibilidades contrapuestas: la americana que celebraba su religión al aire
libre, y la española que lo hacía en la geometría que imponía la tecnología constructiva. El
conjunto se estructura de la siguiente manera: la masa espacial se desarrolla primero en el
atrio, se traslada a la capilla procesional y comienza la transición al interior en la capilla
abierta; La voluntad mediterránea se instala en el monasterio con claustros, terrazas
internas con fuentes y estancias cubiertas conectadas con el exterior a través de aberturas
que enmarcan racionalmente el paisaje. La iglesia, centro de reproducción cosmogónica,
es un lugar donde se celebra ritualmente la convivencia de dos mundos con un único
propósito simbólico.
La capilla abierta o “india” es un componente verdaderamente único en las estructuras
arquitectónicas construidas por la cultura española con el propósito de evangelizar en
América. Se trata de un anexo anexo a la iglesia, que incluye una rectoría alternativa y que
durante la celebración de la misa aprovecha el atrio para transformarlo simbólicamente
en una gran nave que contiene a los fieles autóctonos; Con este ingenio arquitectónico, a
nuestro juicio, comienza la gran transición espacial entre los recién llegados europeos y la
cultura aborigen, ya que el altar queda protegido por la sombra de la construcción, pero el
rebaño permanece afuera bajo el condicionamiento de un único foco. dirección cuya
conclusión se encuentra dentro del propio presbiterio.
El monasterio de San Nicolás Actopan es uno de los más grandes, no
sólo construido por los seguidores de San Agustín, sino de todos los
existentes en México, El sincretismo que lo caracteriza hace que
convivan importantes motivos artísticos provenientes de la mayoría de las tradiciones
culturales que inspiraron la arquitectura monástica del siglo XVI: islámica, plateresca,
renacentista, románica y gótica. Externamente, el conjunto se presenta con toda la
potencia plástica que caracteriza la arquitectura monacal de la época, los valores de masa
se imponen por su monumentalidad y libre montaje en el
horizonte; Aunque cada elemento que compone el edificio es
objeto de un exquisito tratamiento artístico, la impresión general
es que es fruto de una yuxtaposición, que en este caso produce
resultados de gran mérito plástico.
La orden de los Dominicos dejó magníficos ejemplos de su obra
arquitectónica en los estados de Morelos y Oaxaca; al primero
corresponden entre otros el convento de Santo Domingo, en
Oaxtepec (1547) y la Natividad de Nuestra Señora, en Tepoztlán
(1560-1570); a Oaxaca, San Juan Bautista, en Coixtlahuaca (ca.
1547), San Pedro y San Pablo, Tepozcolula (ca. 1541), Santiago,
Cuilapán (c. 1555) y Santo Domingo en Yanhuitlán (c.1550). Este
último presenta en el patio del convento, una sobria regularidad
Cuitzeo (estado de Michoacán),
rítmica expresada a través de una sucesión de medios puntos en
vista general del claustro del
convento del siglo VXI. ambos claustros, los contrafuertes se detienen a la altura del
Foto: Enrique X de Anda A. claustro bajo que a su vez se estructura mediante una bóveda de
nervaduras. La portada lateral norte de la iglesia ofrece el
repertorio decorativo propio del estilo plateresco, combinando columnas candelabros con
órdenes clásicos y una estilizada concha en el coronamiento del conjunto; los
contrafuertes laterales de robusta proporción otorgan al conjunto general de la
edificación, un acento de monumentalidad y estabilidad geométrica.

El Eclipsamiento Del Clero Regular


Destaca la actividad constructiva llevada a cabo por las tres órdenes mendicantes tras
finalizar la Conquista a finales del siglo XVI. El modelo compositivo de la parroquia
representa una tipología formal innovadora en comparación con el modelo de las iglesias
monásticas, que se mantuvo prácticamente sin cambios hasta el siglo XIX. El mismo
concepto de identificar el espacio interno continúa operando a través de las estructuras
de piedra que rodean el sitio, mientras que en un contexto urbano proclaman la ubicación
del sitio sagrado con una escala sobresaliente. El espacio interior sigue sujeto a la
dinámica direccional del eje longitudinal, que, a partir de la puerta de entrada, culmina en
el presbiterio; Un gran añadido cualitativo se presenta en el preámbulo del altar mayor
con la disposición de la nave transversal dando lugar al crucero, elemento que rompe la
tensión direccional del entorno circundante para formar un tercer eje vertical.
Mientras los carmelitas defendían la austeridad de sus reglamentos refugiándose en
construcciones de un profundo ascetismo, el resto de las órdenes fundadoras de
conventos se enfrascaron en una aparente contienda por la exuberancia decorativa;
buena parte de estos magníficos modelos arquitectónicos han desaparecido a lo largo del
tiempo, sin embargo no se puede dejar de mencionar a dos de los existentes, el claustro
de San Agustín en la ciudad de Querétaro, obra del arquitecto Ignacio Mariano Casas y el
del convento de la Merced en la ciudad de México (1634-1654), del que sobresalen las
aplicaciones de encajes pétreos que se hicieron tanto en las arcadas como en las columnas
de los dos niveles claustrales.

El Convento De Las Mujeres


Las casas de las monjas presentan una serie de nuevos elementos arquitectónicos, especialmente
en las iglesias, que las diferencian completamente del resto de edificios religiosos, manteniendo
así toda una categoría de identidad dentro del tejido urbano. El templo, adosado al claustro de las
monjas, se manifiesta exteriormente con una inusual intención de pérdida de singularidad dentro
del conjunto, nunca antes vista en la historia de las tipologías arquitectónicas mexicanas dedicadas
al culto religioso.

El Criollismo Y Su Repercusión Cultural


A principios del siglo XVII, la sociedad novohispana se enfrentó a nuevas consideraciones sobre la
naturaleza de su historia, que condujeron en épocas posteriores a la formación de una nueva
sustancia cultural, producto tanto de la mezcla racial como de modelos identitarios capaces de
reconociendo el esfuerzo y el trabajo. sobre una población que se enfrentaba a la perspectiva de
convertirse en personajes de una nueva línea de la historia; Sus expresivos programas cambian el
orden de los estilos provenientes de Europa, si no tenemos en cuenta el modelo muy peculiar con
el que la sociedad mexicana del siglo XVII vislumbraba su penetración en la historia: el criollismo.
Este fenómeno cultural debe ser visto no sólo como el resultado físico de la unión violenta de las
dos razas que jugaron un papel importante en el episodio de la Conquista, sino también como una
estructura de pensamiento que comenzó con un origen incierto y culminó con el establecimiento
de una filosofía. propia historia. Las primeras generaciones criollas de finales del siglo XVI
consideraron la aceptación del patrimonio cultural de España un gran dilema existencial, que fijó
las normas de la vida política y religiosa de la Colonia, ante el hecho de que el territorio del que
eran niños, también tenían una herencia propia, pero incomprensible ante los juicios maniqueos
de Europa: aceptaban ser hijos de España, incluso nacidos fuera de ella y dentro de los límites de
su propia y ajena naturaleza cultural, o se consideraban americanos con cuya condena recorrió la
órbita del mundo pagano prehispánico.

La Esencia Del Barroco Mexicano


El estilo barroco se originó en Italia como resultado de nuevas alternativas surgidas de la
destrucción formal provocada por el manierismo. El Concilio de Trento (1545-1563) confirmó que
era un recurso con el que la Iglesia católica podía resistir la segregación reformista desatada por
Martín Lutero. En pintura, escultura y arquitectura, el Barroco a lo largo del tiempo define un
modelo de expresión basado en romper los cánones clásicos y lograr un efecto que, combinando
los significados de luces y sombras, transmite contenidos ideológicos a través de la emoción y el
desapego. desde la mente. En la Nueva España, el Barroco, además de su papel programático
como arte en favor de la afirmación religiosa, asume el papel de modelo de representación de la
sustancia cultural, ya que, como dice Edmundo O'Gorman, combina dos acontecimientos
fundamentales en Sociedad del siglo XVII: “el anhelo de salvación eterna de las almas y el dolor
por la muerte de los dioses ancestrales”. El barroco, tal como se practica en América, no apunta a
la invención de sus elementos, sino a la recreación de formas en un ambiente de absoluta libertad,
que permite al artista abandonar normas anteriores, ensayar nuevas composiciones geométricas
donde, en el caso de En la arquitectura, se intenta cada vez más eliminar el rigor gravitacional, así
como el ordenamiento lógico de las composiciones para dar lugar a un espectáculo dramático que
cree una atmósfera en lugar de circunstancias que debían ser asumidas por la mente.

Las Catedrales
La catedral (sede del obispo) representa un hito importante en la historia de las ciudades
novohispanas. A nivel del paisaje urbano, por su protagonismo volumétrico en medio del contexto
construido, y simbólicamente porque además de representar el verdadero poder religioso y civil,
prácticamente acompaña el desarrollo histórico de la ciudad a lo largo de su historia. construcción.
Situada a un costado de la plaza principal, la iglesia catedral incorporó durante todo su proceso
constructivo la voluntad y el orgullo de la población, que fue más allá de la identidad posibilitada
por la parroquia local, para fusionarse no sólo con la dinámica de su propio momento cultural sino
también con una tradición patrimonial que fue permeada por el tiempo y exitosamente
estructurada históricamente en base a objetivos compartidos.

La Arquitectura Barroca
Mientras en la Ciudad de México los arquitectos iniciaron la experiencia
manierista de modificar la estructura clásica de las composiciones de retablos
y puertas, en las regiones de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca el desarrollo de esta
técnica se dio en la segunda mitad del siglo XVII. Influyó directamente en los
objetivos que configuraron la sensibilidad barroca: las yeserías. A partir de
modelos copiados tanto de ilustraciones de libros (especialmente pinturas y
placas grotescas) como de artesonados renacentistas desarrollados en
Europa, el primer grupo de yeseros españoles se instaló en Puebla a partir de
la cuarta década del siglo XVII, extendiendo la influencia de su trabajo a la
vecina Tlaxcala; El trabajo con mortero (mezcla de cal y arena) que
generalmente se aplica a los marcos de las puertas, como el yeso que adorna
el interior de los lugares de culto, consiste en moldear el material plástico
mediante una estructura de pared de barro o piedra. la cúpula, y crea un
cerramiento que gradualmente se apodera no sólo de la totalidad de la Taxco (estado de guerrero),
interior de la casa Humboldt,
superficie, sino de la cualidad específica del espacio, mediante la siglo XVIII.
construcción de expresivas armonías plásticas cuya resonancia ambiental Foto: Enrique X. de Anda A.
aniquila la homogeneidad geométrica de la arquitectura, creando un
discurso frenético de movilidad real. . Cuando se inició esta modalidad expresiva dentro de las
iglesias, inicialmente se limitó al revestimiento de arcos y al revestimiento de paredes y bóvedas
con placas de yeso o mortero, que servían como cenefas y yesos que cambiaban la apariencia del
cuerpo estructural del edificio. El siguiente paso consiste en ampliar físicamente el alcance a todos
los elementos del edificio, apoyándose en programas decorativos que hacen referencia a pasajes
de la Biblia, biografías de santos o bellas representaciones de la gloria celestial.

Los Palacios Del Siglo XVIII


En el siglo XVIII, la Nueva España experimentó una consolidación económica que, aunque sujeta a
la administración y protección de la Corona española, permitió a los pueblos criollos y peninsulares
acceder a la riqueza material que era el sueño primordial de los conquistadores. Las fortunas
económicas que involucraron a las Colonias no fueron la utopía imaginada por las tropas de
Cortés, que esperaban encontrar ciudades forjadas en oro en el Nuevo Mundo (como la mítica
"Cibola"), sino el producto de una intensa explotación de la tierra. , minería y tráfico comercial con
la metrópoli. Las encomiendas originadas en los inicios de la conquista y la utilización del resultado
del trabajo de miles de indígenas y esclavos africanos, propiciaron la acumulación de importantes
riquezas que resultaron en el deseo de obtener una ubicación social dentro de un marco cultural
que, como sabemos, Como hemos demostrado, estaba ocupado buscando su justificación
histórica.

Colegios Y Otros Edificios Civiles


Tanto las órdenes eclesiásticas como las autoridades civiles, y en ocasiones los propios
particulares, asumieron desde los inicios de la colonia la tarea de construir los edificios que
sirvieran a las diversas tareas sociales de la ciudad. Ayuntamientos, aduanas, mercados, cárceles y
guarniciones militares, entre otros, quedaron bajo responsabilidad de las autoridades civiles, que
en la mayoría de los casos siguieron utilizando una distribución centralizada de terrazas
monásticas; Los hospitales permanecieron en gran medida bajo la supervisión de órdenes
hospitalarias (como los Juaninos y Betlemitas que proporcionaron configuraciones poligonales de
plantas, como en el Hospital de Guadalajara) y fideicomisos establecidos por iniciativa de
individuos que legaron importantes riquezas a la construcción y administración de estas
instalaciones dedicadas al público benéfico. Escuelas, internados islámicos y seminarios fueron
impulsados por las tres entidades mencionadas anteriormente, aunque una vez más las órdenes
religiosas fueron las más importantes valedoras y las obras arquitectónicas de estos géneros
siguen destacando por sus cualidades estéticas en el panorama de la historia del arte virreinal.

CONCLUSION

Todo lo que se abarco en el tema de la arquitectura del Virreinato nos hablo sobre los 3 diferentes
ordenes religiosos y en que año surgió cada uno de ellos, también sobre los estilos que surgieron
durante este nuevo periodo y los programas arquitectónicos. En el siglo XVII se construyeron
parroquias destinadas al ejercicio del clero secular. El estilo predominante es el Barroco
novohispano en la arquitectura se puede apreciar en las construcciones religiosas como la Catedral
Metropolitana de la Ciudad de México, el convento jesuita de Tepotzotlán, en el Estado de
México, en Puebla se encuentran las iglesias de Santo Domingo y de Santa María Tonantzintla, en
Taxco Guerrero la iglesia de Santa Prisca. Y por lo que entendí el Barroco novohispano es un
movimiento artístico cuyas expresiones las encontramos en la arquitectura, la literatura, la
pintura; tuvo su máximo desarrollo durante los siglos que duró la Colonia, del siglo XVI a mediados
del siglo XVIII.

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