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8, No. 2, págs.

1 2I—
. Eni' Ideas in Psychol. X'o( 0732— I l sX/90
137, 1990 Impreso en C•reai s3.00 + 0.00
@ 1990
Briiain I'ergamon Press
pl«

¿QUÉ TIPO DE DISCIPLINA ES LA PSICOLOGÍA:


AUTÓNOMA O DEPENDIENTE, HUMANISTA O
CIENTÍFICA, BIOLÓGICA O SOCIOLÓGICA?
MARIO B UNGE
Unidad de Fundamentos y Filosofía de la Ciencia, Universidad
McGill, Montreal, Canadá

Resumen : se examinan los principales puntos de vista sobre


el estado y el lugar de la psicología, y se propone un nuevo
punto de vista. Las opiniones rechazadas son que la
psicología es una disciplina autó noma, una rama de las
humanidades, un componente de la ciencia cognitiva, una
ciencia bioló gica y una ciencia social. Se sugiere que, aunque
no autó noma, la psicología es una ciencia muy especial que
depende de otras disciplinas. Se superpone parcialmente con la
biología, así como con la sociología. Pero también tiene sus
peculiares conceptos, teorías y métodos. En consecuencia, la
psicología no es totalmente reducible a otras disciplinas. Tal
reducció n epistemoló gica incompleta contrasta con la
reducció n ontoló gica completa de lo mental a lo
neurofisioló gico.

EL PROBLEMA
La mayoría de los historiadores de la psicología sostienen que esta
disciplina se separó de la filosofía cuando la psicofísica se estableció
como una disciplina separada alrededor de 1850 (véase, por ejemplo,
Boring, 1950). Esta versió n de la historia es solo parcialmente cierta, y
esto por dos razones. En primer lugar, ninguna disciplina, incluso si
adopta el método científico, se libera por completo de la filosofía, ya que
toda investigació n sobre cuestiones de hecho hace uso de conceptos y
principios generales sobre la naturaleza de las cosas y sobre la
bú squeda de la verdad. Ademá s, toda disciplina bá sica aborda algunos
problemas de interés filosó fico. En particular, la psicología no puede
dejar de lado uno de los problemas filosó ficos má s antiguos e
intrigantes , a saber, la naturaleza de la mente (véase, por ejemplo,
Bunge, 1980; Popper & Eccles, 1977).
En segundo lugar, la versió n má s popular de la historia de la
psicología pasa por alto el hecho de que la Antigü edad clá sica había
engendrado una rama paralela a la psicología filosó fica, a saber, la
psicología médica que floreció en las escuelas de Hipó crates en Grecia, y
Galeno en Roma. Estas escuelas bioló gicas, contrariamente al
espiritualismo de Plató n y sus seguidores, encontraron seguidores
incluso durante la Revolució n Científica. Uno de ellos fue el médico Juan
Huarte de San Juan, autor del Examen de ingenios para las ciencias (1575),
un best seller en varios idiomas europeos hasta finales del 17 siglo, y
notable por proponer la localizació n cerebral de las diversas funciones
mentales.
Sin embargo, es cierto que la psicología experimental no nació hasta
mediados del siglo 19. La psicología médica había sido puramente
observacional: só lo se basaba en el trabajo clínico y quirú rgico,
complementado só lo en el siglo pasado por el examen patoló gico post
mortem, que produjo los sensacionales resultados neurolingü ísticos de
Broca y Wernicke. En cuanto a la psicología filosó fica, que es tan
antigua como la filosofía, hasta hace poco era puramente especulativa e
ignoraba la
121
hallazgos ‹si los psicó logos médicos: Fue cultii la anguila ‹es . i 1 i pulgada ot
las hurnanidades.
Curiosamente , conocemos las certezas de nacimiento de la psicó loga,
en particular la psiquiología experimental, pero no sabemos con certeza
dó nde tr› colocarla en el sistema del conocimiento humano. El filó sofo
espiritualista y psiquiatra Maine de Biran (1823/24), así como los
psictió logos de élite contemporá neos "hu nianistas" (por ejemplo, Maslow, 1
S62 ; Rogers, 1 fi6 1), e incluso los psicolinistas ‹en el tih‹ rnsky scho‹il (por
ejemplo, Fodor, 1 Ii7»), han conceix'ecl de' psycliol‹igy su una disciplina
humanista, por lo tanto como un alienígena para experimentar, biología,
ancl sticitilogy. Por otro lado los beliavioristas radicales, frente Watsr n ( 1
I) 1 0) t‹i S kinner (1938), así como los neoconductistas, 1rout Hull ( 1 IU 2) t‹a
Su ppes ( 1i)75). ha considerado la psictilogía como una ciencia natural —
para tratar con los animales— aunque, paradó jicamente, como autó noma y,
en particular, como ndependiente Ii-‹›en biología.
En realidad, ni ‹›f the twt› preceding ‹opinions—que ps}'chtil‹igy es
una disciplina h umanística, y que es una ciencia autó noma— es
dominante en la comunidad ló gica psíquica internacional. En esta
c‹inimu nity la visió n dominante es que 1 asie psych‹ l‹igy es una ciencia
en el mismo pie que la física, la ugli ciertamente no tan avanzada,
mientras que la clínica, la educació n‹ il, ‹ind industrial psych‹ilugy se
aplican s'ciences o quizás tecnologías siiiiilar t‹› en¿ineering, porque su
aire es n‹it só lo para stiicly comportamiento, erudició n, y cciyniti‹in,
pero para altet' ellos.
H owever, los científicos psy'chti1ogists' no está n de acuerdo en sv hether
la psicoltigia es una ciencia natural o social. La mayoría de ellos, fr‹iiii
Darwin ( 187 1) ancl 1.l‹i\'cl M‹irgan ( 1654) —los fundadores de la
psicología com paratix'e— a los conductistas raclicales, a la escuela ciestalt,
y a los reseai-che rs en psschoph ysics ‹irl€l en psicología fisioló gica,
concebir la psicología como una ciencia biolo,qical, a pesar de que el ó xido
todos ellos hacen un uso ex plicit de los conceptos, hv potlieses, .incl
métodos de biología. Una minoría, 1c›rmed por algunos psicó logos sociales
y los seguidores de V ygotsky (1 S 78), sitú an a la psiquiatría entre las
ciencias sociales. Los primeros argumentan que la psicología es una
ciencia natural porque estupefaciente anini‹ils; estos ú ltimos argumentan
que la psicología es una mentira de las ciencias sociales porque no puede
concebir el comportamiento y los estímulos sociales.
Hasta ahora, entonces, tenemos cuatro opiniones diferentes sobre el
lugar árido de la psicología: autononiismo, humanismo, naturalismo y
sociología. Los cuatro puntos de vista han sido institucionalizados.
Los autonomistas han logrado establecer algunas facultades de
psicología, particularmente en los países latinos. "Los humanistas
trabajan en facultades de artes o se dedican a la prá ctica privada. Los
naturalistas está n prosperando en las facultades de ciencias y de
medicina, y los soció logos se distribuyen entre las facultades de
artes y de educació n.
Esta fragmentació n institucional se traduce en una formació n muy
desigual. Aquellos que han estudiado en facultades de artes tienden a
ser bookish, especulativos y dogmá ticos: tienden a trabajar en
autores en lugar de en problemas. Las tasas de graduació n de las
facultades o departmer+ts de las ciencias sociales son cumpetent a condnet ‹
1›servations y algú n que otro experimento, siempre y cuando no
implique ninguna técnica bioló gica: eluden el sistema nervioso, por lo
tanto ignoran el existencia misma de
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 123
psicología social fisioló gica. Por otro lado, quienes han estudiado en
facultades de ciencias o de medicina se sienten có modos en laboratorios
u hospitales, pero tienden a pasar por alto la matriz social del
comportamiento y la vida interior.
Como resultado de esta fragmentació n institucional, el estudiante que
comienza el estudio de la psicología generalmente forma una visió n
unilateral del tema: tiende a pensar en él como una ciencia autó noma, o
como un capítulo de las humanidades, o como una rama de la biología (o
incluso de la medicina), o como parte de la sociología. Sin embargo,
ninguno de estos puntos de vista unilaterales abarca la totalidad de la
psicología, que en realidad traspasa muchas fronteras disciplinarias, como
se verá en la secuela.
El tema de este trabajo tiene entonces un triple interés. Por un lado es
un problema en la filosofía de la ciencia, tanto como el de la ubicació n de la
ló gica o de la lingü ística en el sistema del conocimiento. Por otro lado, el
problema es relevante para la elecció n del método de investigació n, así
como para el conocimiento de fondo presupuestado por la investigació n
psicoló gica. En tercer lugar, el nuestro es un problema de organizació n y
política universitaria: ¿ Queremos que la psicología se estudie en las
facultades de artes, o de ciencias (y medicina), o debemos presionar por
una facultad independiente?
Para resolver el problema prá ctico debemos comenzar por resolver
el problema conceptual, es decir, ¿qué tipo de hechos estudia la
psicología: espirituales, bioló gicos, sociales o mixtos, y có mo los estudia
(o debería) estudiar? Comencemos entonces abordando esta cuestió n,
después de lo cual examinaremos los méritos y las deficiencias de las
cuatro tesis principales relativas a la naturaleza y el lugar de la
psicología.

¿QUÉ ESTUDIA LA PSICOLOGÍA Y CÓMO VA UN COMBATE?


Incluso una rá pida lectura de la literatura psicoló gica contemporá nea
muestra que los psicó logos estudian el comportamiento y la vida interior
(emocional y cognitiva) de los vertebrados superiores. En realidad, la
mayoría de los psicó logos restringen su interés a los primates, en
particular a los humanos, y sus mascotas; los animales restantes son
estudiados por zoó logos, etó logos y fisió logos.
Ahora, hay dos formas de concebir el comportamiento manifiesto: ya
sea como un hecho en sí mismo, es decir, como un dado primario, o
como una manifestació n de procesos neuromusculares (o
neuroendocrinosmusculares). Los conductistas adoptan el primer
aproach, es decir, se limitan a observar y describir el comportamiento sin
pedir su fuente, por lo tanto, sin intentar explicarlo. Por otro lado, los
psicobió logos (o biopsicó logos, o neurocientíficos del comportamiento),
en particular los psicó logos fisioló gicos, tratan de explicar el
comportamiento manifiesto como resultado de procesos musculares
controlados por sistemas neuronales influenciados por el sistema
endocrino y modulados por estímulos sensoriales. Segú n estos
psicó logos, la conducta es el ú ltimo eslabó n de una cadena que comienza
en el sistema nervioso o, mejor dicho, en el supersistema
neuroendocrino.
Por ejemplo, un conductista radical puede describir la forma en que un
mono presiona un botó n que activa un mecanismo que entrega un maní. É l
encuentra que, después de un cierto nú mero de ensayos (variable de un
animal a otro), el animal ha aprendido a asociar la causa (presionando el
botó n) con su efecto.
1.24
(entrega ‹il el cacahuete). Aunque este resultado es c›f s‹ no interés llora
hierro explicació n.
El psicobió logo se esfuerza por explicar este patró n behavi‹i1 liy
conceivinJ hipó tesis abotit el proceso neuromuscular (‹›r
neuroendocrinomusctilar) implicado en el mismo. Y, siendo científico, los
pone al resto con la ayuda de estímulos e inecanismos de registro de tipos
de varió tica: mecá nica, eléctrica, chemical, etc. Trabajando en este nianner
los psicó logos, aliados a los neurofisió logos, han sobrevivido en l‹icalixing
los centros neuronales ot voluntarv niovement del primate en los ló bulos
tr‹int‹il (e.¿., Es arts, Shinocla, h Sabio, 1554).
En cuanto a la mente, el conductista radical niega su existencia o al
menos niega que pueda ser estudiada científicamente. ( 1 el primero adopta
un conductismo tintoló gico de origen positivista, el segundo un
conductismo metodoló gico u oportunista.) El dogma antimentalista rompe
el hilo de la tradició n y hace presente todo el dornain de la vida interior a
los charlatanes. Los psicó logos europeos, particularmente los de los
sch‹iols ot Wertheimer y Piaget, así como los de Bartlett y a feu' othei-s,
ignoraron la moda norteamericana de las décadas de 1920 y 1930. y 1940s,
anet weNt on with the scientific study oÍ
memoria conceptual aprendizaje imaginació n conce r t fcirmatiori,
hipó tesis fabricació n inferencia será y Otro categ‹iries de psicoló gico
fencimena.
Lamentablemente, estos investigadores se limitaron a describir, medir y
alterar experimentalmente esos fenó menos, sin entrar en sus mecanismos.
Rhey se ocupaba solo de las cajas negras y, como consecuencia, no
explicaban nada. Ademá s, cometen una serie de errores por confiar en la
autoobservació n, o introspecció n, de una manera acrítica. Por ejemplo, la
escuela C•estalt sostuvo que cada percepció n es global y previa al aná lisis.
Ahora sabemos que este no es siempre el caso: "Que la percepció n de un
todo como tal, por ejemplo, la de una figura o una nieladia, puede estar
precedida por el aná lisis (véase, por ejemplo, Treisman y Paterson, 1984).
También hemos aprendido que la ‹iná lisis o1 el estímulo sensorial está a
cargo de neuruns especializados ("característica") (ver, por ejemplo, H ubel,
1982; Wiesel, 1982).
Desde la época de Karl Lashley (l92íi, 1íi41) y sus disciplcs, en particular
Donald Hebb (l 945, 1980) y Hans-Lucas reuber (197ò ), los psicó logos
bicilogicamente orientados a ‹ik sobre toda la problemá tica de la psicosis
clá sica1‹igy , tratando los fenó menos mentales como procesos
neurt›fisioló gicos (véase, por ejemplo, Bindra, 1976; Dimond, 1980;
Olds, 1975; I"hompson, 1975). Una de las hipó tesis no fructíferas y
mejor confirmadas investigadas por esta escuela es la conjetura de la
célula de manera asentable, formulada por Hebb (1949) e inodificada por
Milner. ( 1SS7) antes de que haya datos experimentales en sus tas o. Con
bastante naturalidad, esta hipó tesis había sido formulada originalmente
por los 1fisó logos tanziianos y Lugaro, y había sido adoptada con
entusiasmo por Ramó n y Cajal. Lamentablemente, fue totalmente
ignc›rojo por los psicó logos hasta que Hebb lo reinventó siete décadas
después.
Segú n Hebb, el aprendizaje consistiría en la formació n de un conjunto
o sistema de neuronas. El mechanisni bá sico de la aparició n de tal
systeni sería el refuerzo de las conexiones siná pticas entre las neuronas.
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 125
constituyendo el sistema. (Cada neurona puede tener alrededor de
1.000 conexiones con sus vecinos). Estas conexiones no son
anató micas sino químicas: son efectuadas por neurotransmisores
como la serotonina y la dopamina, que se combinan con moléculas
receptoras situadas en la membrana de la neurona adyacente
(postsiná ptica ). Ademá s de estos procesos neuroquímicos hay
procesos anató micos de formació n , crecimiento, poda de dendritas y
boutons siná pticos. Estos procesos de alteració n morfoló gica, que
contribuyen a cambiar la conectividad de un conjunto celular, han
sido filmados recientemente tanto in vivo como in vitro, y pueden
ser estimulados o inhibidos por medios físicos y químicos. La
capacidad o disposició n de una red neuronal para cambiar su
conectividad como resultado de cambios anató micos o neuroquímicos
se llama "plasticidad neuronal". Un sistema de neuronas cuya
conectividad puede cambiar rá pidamente en el transcurso del tiempo, es
decir , un sistema neuronal plá stico , puede llamarse "psicó n" (Bunge,
1980), debido al Tanzi—Lugaro— Hipó tesis de Hebb de que un
proceso mental es aquel que ocurre en un sistema neuronal
compuesto por muchas células unidas por uniones siná pticas
plá sticas (en lugar de elá sticas ). La mejora duradera de la fuerza
de tales uniones se llama " potenciació n a largo plazo", y es uno de
los temas de investigació n má s animados en los ú ltimos tiempos .
biopsicología (véase, por ejemplo, Larson & Lynch, 1986). Al
confirmar la hipó tesis de Tanzi-Lugaro-Hebb, la investigació n sobre
la plasticidad neuronal ha revolucionado la psicología. De la misma
manera, ha derribado dos mitos: el natismo y la opinió n de que
la arquitectura del cerebro se asemeja, en su supuesta rigidez, a la de
una computadora. Hemos aprendido en los ú ltimos añ os que la
conectividad, lejos de ser rígida, cambia a medida que aprendemos y
olvidamos. También hemos aprendido que, a diferencia de otras
partes del cuerpo, el cerebro del vertebrado superior es en gran
medida un producto de su experiencia y, en consecuencia, es en parte
hecho a sí mismo. Presumiblemente, el brain de un matemá tico es
fisioló gicamente diferente del de un pintor, y este ú ltimo
diferente del de un
psicólogo.
Hoy en día los psicó logos bá sicos abordan, entonces, toda la
problemá tica de la psicología tradicional má s la planteada por el
conductismo y por el enfoque bioló gico. Estudian el comportamiento y
la vida mental de los vertebrados superiores, particularmente los
primates, y lo hacen utilizando el método científico, así como conceptos y
métodos psicoló gicos, fisioló gicos, bioquímicos, biofísicos y socioló gicos.
Mientras que algunos de ellos se conforman con observar y describir
fenó menos psicoló gicos en su propio nivel, otros intentan explicarlos en
términos de mecanismos neuronales, neuromusculares,
neuroendocrinos e incluso neuroinmunoló gicos. Mientras que algunos
de ellos diseñ an y realizan experimentos, otros inventan hipó tesis e
incluso modelos matemá ticos.
La psicología científica actual es, en resumen, teó rica y experimental, y
no rechaza ningú n fenó meno psicoló gico genuino . Incluso estudia, de vez
en cuando, las fantasías de los parapsicó logos y psicoanalistas, aunque con
resultados negativos monó tonos (véase, por ejemplo, Alcock, 1981; Wolpe,
198 l).

LA PSICOLOGÍA COMO DISCIPLINA AUTÓ NOMA


Si la psicología se define como el estudio de la psique (mente,
alma o espíritu ), y a su vez la psique se concibe como una entidad
inmaterial, se deduce que
1 2tiII . B desatar
psycholog} rnust manténgase alejado de la biología. Por otro lado,
podría estar incluido en el scicncc social providcd este ú ltimo donde se
ve como el estudio de las aventuras (y desventuras) del espíritu
humano, el w'ay que fue concebido o por la historico-cultura. l (o
humanista) escuela de Dilthey y sus seguidores. O, de nuevo, la
psicología podría ser regai-ded como una de las ciencias ctignitivas rlealiny
es ith conocimiento en sí mismo, aparte de que el viento drena incl su
rrnitrix social ( respecto a los cuales, ni‹ re en el siguiente secti‹in).
Dualistas psicofísicos, f‹y quien rnitid antl la materia son entidades
distintas, tienen siempre psicología considerada como un autonorntius
disciplina o como capítulo tif las humanidades Nacer, a lo sumo, como
ciencia social. "l°su Appliecl en en particular a B rentano ( 1955/1874),
para quien la diferencia mental raclicall y’ tr‹iin el físico tallír teniente una
"intencionalidad" o referencia a s‹iinethin má s. Lt Ademá s Tiene Ti»'
Volante ( 198.1, 1983), segú n Para wh‹iin Cuidando es inf‹ renacer‹en
}hola ocessing (si en Uno coinputer, o disenibticliecl espíritu), y en en
creer iinmatcrial entero dividido en "mó dulos" o w'‹procedimiento-
apretado compartimentos: a nuevo-Ianglecl Versió n de el viejo
psique‹ilogy de f‹iculties.
El autonomismo psicoló gico se confunde por varias razones. El
estudio del comportamiento ct y la experiencia subjetiva es su perficial
a menos que uno busque sus fuentes en los procesos neuronal,
endocrino e inn niune. Esta bú squeda llama a ior una cooperació n de
close, nay para la fusitina, de ps}cronología y neurobiología (Lashley,
1941; «leuber, 1 ii78); en realidad requiere el fortalecimiento ct
psiconeuruendocrinoinmunología.
En segundo lugar, la declaració n de independencia de la psicología
implica la condem- natioitaf fisioló gica, evolutiva (o comparativa) y
soci‹il psicología, todas las cuales son disciplinas mestizas, ya que
terminan pltiy coiice pts y métodos inventados fuera de la d‹imain de la
psicología pura.
"I"hird, una disciplina totalmente autó noma no puede ser parte del
sistema ‹en las ciencias, ya que éstas constituyen un systein por virt tie de
Iheir i»•• '• l ‹›verla}iJaing aurl su Interacciones. Por supuesto, es necesaria
cierta divisió n del trabajo, pero tal c1iv'ision
no debe llevarse al extremo de aislar las diversas ciencias, só lo es
porque el trabajo científico es en gran medida convencional. Una
uticlerstand-rug de la artificialidad de esa divisió n del trabajo facilita la
intet;i ati‹an de la psicología con neurobiología, endocrinología,
imniunolody, medicina, anthro- poltigy , sociología, y las llamadas
scicnces r›f edfication.
El aislamiento o una disciplina del sistema t‹ tal o de las ciencias es un
indicador fiable de su cará cter no científico (Bunge, 198'3). 1 hin k de
parapsicol‹ gy y psicoaná lisis, ambos incompatibles con la psicología y la
biOlOgy. Recordemos que Freud (1529) exigía la indepenclencia total c›f
psicoaná lisis frente a la psicología experimental y la fisiología. Incluso
planteó el establecimiento de una Facultad de Psicoaná lisis, que incluiría
disciplinas humanísticas pero excluiría la biología y las ciencias sociales
para mantener el futuro. analistas inocentes del método experimental y del
funcionamiento del cerebro. Lacan (1966) fue aú n má s lejos, al sostener que
el psicoaná lisis, lejos de ser una ciencia, es la prá ctica de la funció n
simbó lica, por lo tanto, má s cerca de la retó rica que de la biología.
El autonomismo psicoló gico no es científicamente estéril, también es inn
practi-
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 127
cal, por ser incapaz de ayudar a corregir cualquier alteración en el
comportamiento, la aff'ect, o el aprendizaje. No puede ser eficaz porque
asume que la mente tiene vida propia, aunque puede influir en el cuerpo.
Por lo tanto, el dualismo psicofísico evita que el autonomismo utilice los
recursos de la psicofarmacología y la neurocirugía , así como las
técnicas de terapia conductual (por ejemplo, la desensibilización), ya que
todas estas se basan en la investigación de laboratorio. Apiada a los
maníaco-depresivos, a los paranoicos, a los autistas, a los fóbicos o a los
retrasados mentales que 1alls están en manos de un logoterapeuta. ¡Pobre
sistema nervioso y mala cuenta bancaria!
En definitiva, no hay mérito en la tesis de la autonomía. Consagra
el mito de la mente inmaterial, bloquea la investigació n bioló gica de
los procesos mentales y favorece el enfoque pseudocientífico de la
problemá tica psicoló gica.

PSYCHOLO€1Y COMO RAMA DE COGNITI VE SCIENCE


Se ha puesto de moda decir que la psicología ha unido fuerzas con la
lingü ística y la inteligencia artificial, para constituir una nueva
disciplina, llamada "ciencia cognitiva". Se argumenta que los tres
pertenecen juntos, porque cada uno de ellos se ocupa a su manera
del procesamiento de la informació n, en particular de la
transformació n de las representaciones mentales (véase, por ejemplo,
Pylysh yn, 1984). La idea de formar una ciencia cognitiva separada de
las otras ciencias plantea las siguientes objeciones. En primer lugar,
la segregació n propuesta implica la divisió n de la psicología en dos
partes: cognitiva y no cognitiva. esta divisió n es erró nea porque no
hay aprendizaje sin motivació n, emoció n o comportamiento ostensible.
No hay ninguno porque la corteza cerebral interactú a vigorosamente
con el sistema límbico y el hipotá lamo, y porque el sistema cortico-
límbico interactú a con el sistema endocrino , así como con las
vísceras y los mú sculos. En resumen,
la anatomía y la fisiología no honran la divisió n cognitivo-no cognitiva.
En segundo lugar, la explicació n de los procesos conductuales y
mentales en términos de procesamiento de la informació n es
incorrecta porque, a diferencia de las señ ales que viajan a través de
una red de comunicaciones, las que Los viajes a través del sistema
nervioso tienen diferentes efectos segú n el estado de los receptores en
las membranas postsiná pticas. En el sistema nervioso no hay ningú n
mensaje indirecto del receptor: lo que recibe el destinatario depende
no só lo del mensajero, sino también del estado en el que el destinatario
resulta ser. Es por eso que es imposible interceptar y decodificar
"mensajes" nerviosos de manera similar a la forma en que uno puede
tocar una comunicació n telefó nica. En cualquier caso, la "informació n"
que se dice que es procesada por la mente no es una señ al que lleva un
mensaje inequívoco, sino un proceso físico-químico que se convierte en
informació n propiamente dicha. si y cuando activa de manera
adecuada el sistema neuronal cognitivo adecuado cuando se encuentra
en un estado favorable. La palabra "informació n" debe evitarse en
psicología y neurociencia por tener al menos siete significados
diferentes (Bunge & Ardila,
1987).
Nada de lo anterior tiene la intenció n de desalentar las interacciones
fuertes entre la psicología cognitiva (en particular la psicología
cognitiva fisioló gica ), la lin-guística (en particular la psicolingü ística) y
la ingeniería del conocimiento o la inteligencia artificial. Por el
contrario, tales interacciones deben ser bienvenidas, pero no al precio
de la integridad de la psicología, el empobrecimiento del estudio de la
M. Parlamento
comportamiento y emoció n, o a cambio de adoptar la analogía
c‹iarse brain-computer. La inteligencia artificial tiene mucho que
aprender en psicología, particularmente de la psicología fisioló gica,
i1 es para hacer cualquier avance en la simulació n de procesos
mentales. La lingü ística, particularmente la psicolingü ística,
estaría mucho mejor en los departamentos de psicología o de
antrología que en unidades separadas dedicadas al conocimiento
en sí mismo, en abstracció n de los cerebros de las alas y sus
cerebros sociales. matriz.
En definitiva, aunque es mejor para la psicología ccignitiva
consorte con la lingü ística y la ingeniería que permanecer aislado, es
un grave error aislarlo del resto de la psicología, así como de las
ciencias naturales y sociales. Después de todo, la psicología cognitiva
se trata de cognició n, no de conocimiento en sí mismo, y los
procesos cognitivos tienen lugar en cerebros vivos.
PSICOLOGÍA COMO A N ATU RAL SU ENCRE
Si se admite que el comportamiento animal y los procesos mentales
son procesos bioló gicos, parecería deducirse que su estudio, es decir, la
psicología, es una rama de la biología. De hecho, la etología se cultiva
habitualmente en los departamentos de psicología, y la psicología
fisioló gica fJourishes particularmente en los departamentos orientados
a la biotecnología de psicología, así como en departamentos de
neurociencia y en institutos neuroló gicos y hospitales psiquiá tricos no
confinados por el psicoaná lisis.
Sin embargo, hay otras ramas de la psicología, en particular la
psicología cognitiva, que a menudo no se estudian desde un punto de
vista bioló gico . (Sin embargo, la etología cognitiva y la biología del
conocimiento está n avanzando rá pidamente: Véase, por ejemplo, Marler
& Terrace, 1984). Pero, antes de decidir si puede haber ramas no
bioló gicas de la psicología, debemos distinguir el hecho del ideal. El
hecho de que en el momento actual una rama dada de la psicología,
como la personología, no esté siendo abordada sistemá ticamente de
manera bioló gica, no implica que se trate de una rama no bioló gica.
fenó menos (por ejemplo, espirituales).
Al igual que otras disciplinas antiguas, la psicología fomenta una
tradició n o, má s bien, varias tradiciones, en particular la mentalista o
espiritualista por un lado, y la bioló gica o materialista Por un lado.
otros (véase la secció n lirst de este documento). la psicología del
procesamiento de la informació n actualmente de moda, segú n la cual
la mente es una colecció n de programas, sigue la tradició n mentalista,
ya que el software es separable de la hardware (Bunge, 1985).
Es perfectamente posible hacer aportes constructivos a la psicología
situá ndose en cualquiera de las dos tradiciones, la mentalista o la
bioló gica. Es decir, se pueden hacer descubrimientos e invenciones
psicoló gicas, ya sea que se afirme o se den a que los procesos
conductuales y mentales son procesos fisioló gicos. Por ejemplo,
Wertheimer, Kö hler, Piaget, Vy gotsky, Bartlett y varios otros hicieron
importantes contribuciones a la psicología cognitiva sin prestar mucha
atenció n al sistema nervioso, mientras que Hebb (1949), Bindra (l97G) y
algunos otros explicaron algunos de los esos hallazgos en términos
neurofisioló gicos.
Para el examen ple, las etapas en el desarrollo cognitivo, descubiertas
y descritas por Piaget (aunque negadas por los conductistas), pueden
explicarse como las monedas externas.
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 129
de recableados neuronales en el curso del desarrollo individual del
sistema nervioso central (Thatcher, Walker y Giudice, 1987). Otro
ejemplo: Las leyes de aprendizaje se pueden explicar en términos de la
formació n de nuevos ensamblajes celulares en las regiones plá sticas del
cerebro. El enfoque bioló gico del comportamiento y la mente generaliza
y profundiza el enfoque superficial o molar, que pasa por alto el sistema
nervioso. (Paralelos: El absorció n de cinemá tica por diná mica, y de
ó ptica geométrica por ó ptica ondulatoria.) Tenga en cuenta que en este
caso, como en cualquier otra revolució n científica, muchas de las
adquisiciones pasadas no han sido barridas; se han mejorado y
explicado. No hay revoluciones científicas totales à la Kuhn (Bunge,
1983).
La visió n de la psicología como una ciencia bioló gica, entonces, tiene
ventajas obvias. Al estudiar los fenó menos conductuales y mentales
como procesos bioló gicos, uno puede hacer un uso libre de algunos de
los conceptos y métodos de la biología, y uno puede pasar de la
descripció n a la explicació n. (Cada La explariació n invoca el
rneclianismo sorrie, y cada mecanismo propio es material: no hay
mecanismos conductuales o mentales, sino solo neuronales,
neuromusculares, neuroendocrinos o neuro- mecanismos inmunes.)
Así es como el enfoque bioló gico ha hecho contribuciones sensacionales
durante el ú ltimo medio siglo.
Dibujemos una pequeñ a muestra aleatoria de la colecció n de
logros de la biopsicología. La estimulació n eléctrica del hy pothalamus
causa rabia, la del sistema límbico puede causar placer, y la de la
corteza cerebral puede evocar recuerdos olvidados hace mucho
tiempo o causar la percepció n del olor de una flor ausente (ver, por
ejemplo, Penfield & Perot, 1963). La ablació n del hipocampo y la
amígdala causa dañ os irreversibles en la memoria; sin embargo, es
posible olvidar los episodios sin perder há bitos (Mishkin, Malamut y
Bachevalier, 1984). Algunos pacientes que han perdido la memoria a
corto plazo pueden aprender nuevas tareas motoras, porque el
órgano de saber cómo no es el mismo que el de saber cuál (Schachter,
1983). Los animales a los que se les impide usar un anillo ocular las
primeras semanas después del nacimiento (período crítico o plastítico)
nunca adquieren visió n binocular (H ubel, 1982; Wiesel, 1982). Los
sujetos humanos privados de estimulació n sensorial pierden la
percepció n del tiempo y alucinan, como Hebb descubrió hace mucho
tiempo. La destrucció n de los ló bulos frontales elimina la capacidad
de decidir y planificar, como se encuentra con miles de pacientes de
lobotomía o víctimas de rathcr. (Para má s ejemplos y un examen de
algunas de sus implicaciones filosó ficas, véase Bunge & Ardila, 1987.)
La identidad postulada de los procesos mentales con procesos
neurofisioló gicos que ocurren en los sistemas neuronales plásticos tiene
una segunda ventaja: facilita la construcció n de modelos matemá ticos.
De hecho, si todas las variables psicoló gicas son variables
fisioló gicas, o funciones de estas ú ltimas, entonces los procesos
psicoló gicos pueden ser modelados de la misma manera que los
fisioló gicos, químicos o físicos. Por ejemplo, el aprendizaje de la
asociació n entre dos estímulos, o dos representaciones mentales,
puede modelarse como la formació n de un sistema neuronal
compuesto por dos sistemas inicialmente independientes, cuyo vínculo o
conectividad está fortalecido por la experiencia. [Las funciones del
estado A y B de los dos sistemas inicialmente independientes se
modifican de tal manera que B se convierte en una funció n de A. En
el modelo propuesto por Anderson, Silverstein, Ritz y Jones
( 1ii77), ñ = CA, donde A y d son coltiinn vectores ‹i Nd 6' es a Sc{u‹ire
iii‹itrix.] A consec}uence ‹ f el fisiología de psicoló gico s iri ibles nulo su
inatematizació n es un tercero ventaja del anuncio, a saber un notable
enhancernent de el grado de comprobabilidad ‹el el psicoló gico‹il
mundo real ‹con teorías'. (i'‹ii' el
dependencia tit testability up‹in precisi‹ ti, véase Dunye, 1983.)
A lo urth mérito de el biol‹igical acercarse Para el mente es ‹si a J
hilosó fico naturaleza: Lt Pu Ts un fin Para psicó fago ysical d ualisni, que
viejo u.s'ylum igii‹›t ‹i nti‹ie anal aliado de todo Clases Ot belie1s en el
supernatiiral. "Fisioterapeuta es un ventaja porque b}' Reclamando Para
explicar todo g en letra chica ‹›f ylobal Categorías tal como los ‹ii cuerpo
mente y interacció n dualismo Explica nada en todo le eso pr‹›poses
n‹ definido niechanisiTls. Cm trampa Cif éste dualismo Postulados el
existsncc de :i sustancia inaccesible Para expei-iment, a saber el mente (o
s‹»il, espíritu errar Rr› roptaiis), ese Sería ser inmaterial y perha P.D imna‹
rtal como pozo. Como‹›, cltmlisiii Perpetú a el inlicencia ‹›t religió n ‹en
1he estudiar ‹›t el mental creer influencia ese tiene bloqueado el
científico understanrling ‹ f subjectii c experienew.
Finalmente, el enfoque bioló gico elimina el anornal ontoló gico de la
psicología mentalista, la ‹ú nica disciplina que pretende estudiar estados
y cambios de estado distintos de los c‹increte t hings o cambios en el latt
er. '1 lie biol‹ enfoque unifica todas las r›ntolt›gies subyacentes en g los
iones i•ii 1ar'tual ciencias— sin embargo desgarrado upoti us a fisicalista
ont‹›logy que ignoi-es las propiedades peculiares ct materia gris, el ú nico
Menu me i-‹.› r oy/turi,› (ver 'Psychtilogy as a biosocicilogic.i1 science', má s
abajo).

PSYt\ H tJLOC• \' AS A SCIt lAL SCO I f/N I/L


Los humanos somos esencialmente animales s‹icia1: fJnly un
filó sofo o un ec‹inoniista aciiclernic cciuld imagina que, en el fondo,
cada uno de nosotros es un Roliins‹en C.rusc›e. Todos aprendemos
de los demá s, ya sea directamente o de los medios de comunicació n.
No orll}' on r cognitive bu t también nuestro desarrollo afectivo está'
fuertemente en la necesidad de combustió n por' t lie s‹icictv en el que
vivimos, como sht›wn por la gran diferencia eiiiotional laetween I
liil‹lren brough t u p en orfanatos o en casas de botes, por un lado,
anct tli‹ise w'lio desarrollar en un entorno normal s‹acial t. 'l"hese
ernoti‹inal tliff'erenccs ‹u e ei'en má s marcado en el caso cif ex
periiiient‹t1 animales rearecles iii i ndiviil Ita1 c.ties. iis Melzack y Scott
(1957) encontrado hace mucho tiempo.
Lo anterior s'utfices para hacer y enseñ ar soci‹il psychc›lo¿y. "1 su
disciplina estudia el pacto inn de la lif'e ti social, como u ell ‹ es la
reacció n uf tanto a la estructura social. el primer tema es el de la
psicología social psicoló gica, y la letra la de la psicología socio-cial
(Rosenberg 8c Turne r, 1li81). 1 he fi›riiie r is ctiltix:ite‹l by psych o-
logists and the latter by s‹ ciologists'. Esto explica por qué la ciencia
ps\'cliolc›¿y es cl‹ine y se enseñ a en los departamentos de psicología,
así como en los departamentos de psicología. La psicología social
tuvo un comienzo vigoroso. Por ejemplo, entre la 1IU (Is y la década
de 1950 se encontró que los niñ os pobres perciben dirnes má s
grandes que sus contrapartes ricas, que la presió n del grupo puede
ser sugestivo al sul›ject hasta el punto de hacer creíble que un pc
fijo›int está imitando, tli•it un par ‹si y oídos en la escuela puede
despierta la capacidad deductiva, y que los rumores se propagan
como epidemias y segú n una matemá tica precisa f‹ rna ula
(Maccoby,
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 131
Newcomb, & Hartley, 1958). En los ú ltimos añ os hemos aprendido que la
contemplació n de escenas violentas aumenta la agresividad en lugar de
tener el efecto catá rtico que reclaman los psicoanalistas, y que el sujeto
experimental suele desear que el experimento tenga éxito, como
consecuencia de lo cual él o ella tiende a informar que él o ella percibe o
siente la forma en que el experimentador ha planteado la hipó tesis de que
debería hacerlo.
En tiempos má s recientes ha habido algunos problemas graves con
la interpretació n de los efectos de la presió n grupal sobre los estados
emocionales de los sujetos drogados, así como sobre la disposició n de
las personas a infligir dolor a los sujetos drogados. sujetos
experimentales. Estos resultados controvertidos han ensombrecido la
disciplina. Sin embargo, no hay razó n para no creer en su futuro.
Después de todo, la investigació n científica está sujeta al error: lo que
caracteriza a la ciencia no es la ausencia de error, sino la capacidad y la
voluntad de detectarlo y corregirlo.
Es obvio que los animales sociales deben ser estudiados no só lo como
organismos, sino también en sus relaciones mutuas. En particular, los
humanos no solo somos lo que nuestros antepasados nos legaron, sino
también lo que aprendemos y hacemos. Cada uno de nosotros
desempeñ a tantos roles como grupos sociales en los que participamos:
familia, escuela, pandilla, lugar de trabajo, club, iglesia, partido político,
etc. Es por eso que cada uno de nosotros manifiesta una personalidad
algo diferente en cada grupo social. Por lo tanto, una teoría puramente
bioló gica (en particular genética) de la personalidad está condenada al
fracaso.
Hay, entonces, razones para concebir la psicología como una ciencia
social. Pero no son suficientes, porque el referente central de toda
proposició n psicoló gica es un individuo. El grupo social aparece como el
entorno del individuo y por lo tanto como un referente periférico de la
proposició n. Del mismo modo, la economía debe tener en cuenta el
entorno físico, pero este ú ltimo es un elemento periférico de la
disciplina, cuyos referentes centrales son los sistemas econó micos,
como los hogares, las empresas y los mercados.
En otras palabras, los procesos conductuales y mentales son
bioló gicos a pesar de que está n influenciados por el contexto social. Es por
eso que estas influencias pueden ser estudiadas no solo de la manera
clásica, prebioló gica, sino también fisioló gicamente; este es
precisamente el punto de la psicofisiología social o psicología social
fisioló gica (Cacioppo & Petty, 1983). Por otro lado, los procesos sociales
son cambios que ocurren en los sistemas sociales. La psicología estudia
a los individuos en la sociedad, no a los sistemas sociales. Las ciencias
sociales estudian esto ú ltimo: El individuo no le interesa excepto como
un componente de tales sistemas. Aná logamente, el geó logo está
centralmente interesado en la litosfera, a pesar de que él o ella no puede
ignorar la acció n de la atmó sfera sobre esta ú ltima. Por esta razó n, la
geología y la meteorología se consideran componentes del sistema
científico llamado "ciencias de la tierra", en lugar de incluir la geología
en la meteorología o viceversa.
Vemos entonces que la psicología no es una ciencia social aunque no
pueda ignorar la matriz social, al igual que la biología no es una ciencia
de la tierra a pesar de que no puede ignorar el há bitat de cada
biopoblació n. Ni siquiera la psicología social es una ciencia social. Lo que
hay que decir es que esta ciencia pertenece tanto a las ciencias naturales
como a las sociales, es decir, está en la intersecció n de los dos campos de
investigació n. Otras ciencias que pertenecen a esta intersecció n son la
etología, la biosociología y la demo-
132M . Parlamento
grafia. Por cierto , la mera existencia de estas ciencias híbridas retoma
la tesis idealista, formulada por Kant y defendida por Dilthey, de que
existe un abismo insalvable entre las ciencias naturales y las sociales
("ciencias del espíritu" ets/eimis eitschoffert—o ciencias morales). No
hay abismo; hay una superposició n parcial.

PSYCHOLOC•Y COMO BIOSOt? IOLOG ICAL SC I ENC. E


Si el comportamiento animal y los procesos mentales (afectivos y
cognitivos) se conciben como procesos biológicos, se deduce que la
psicología es, al menos en parte, una ciencia de la vida. Si tenemos en cuenta
que gran parte de lo que le sucede a un animal está en parte determinado por
su entorno social, se deduce que la psicología es también, al menos en parte,
una ciencia social, o al menos que debe interactuar de manera integral con
las ciencias sociales, particularmente la antropología y la sociología. En
consecuencia, la psicología sería una ciencia biosociológica: pertenecería a
la intersección de la biología y las ciencias sociales. Sin embargo, veremos
en un momento que esto es sólo una solución aproximada a nuestro
problema.
Esta solució n al problema del lugar de la psicología en el sistema de
las ciencias fá cticas implica una reducción sin nivelación. Me explico.
La hipó tesis de que la mente es lo mismo que una colecció n de
actividades cerebrales ‹ir funciones de un cierto tipo (las que ocurren
exclusivamente en los sistemas neuronales plá sticos) es una
reducció n de un tipo ontoló gico. Es una proposició n reductiva del
mismo tipo que la reducció n del calor al movimiento aleatorio de
á tomos o moléculas, o de la luz a la radició n electromagnética de
longitudes de onda en un cierto intervalo. Lo que en una etapa
anterior de la historia de la ciencia había sido concebido como un reino
separado ahora se ve como incluido en una clase má s grande de
hechos (Figura l).

SB IB

Lal
(b
)
Figura 1. (a) Tricotomía clásica de la colecció n de hechos que
involucran a humanos u otros vertebrados superiores
gregarios: bioló gicos (Q), sociales (o) y mentales (y). (b)
Inclusió n de los hechos mentales (y) y los del comportamiento
individual (IB) en la colecció n de hechos bioló gicos (Q), y de los
hechos del comportamiento social (SB) en la intersecció n de
las colecciones de hechos bioló gicos (§) y sociales (o). Esta
reducció n ontoló gica no implica la reducció n epistemoló gica
completa de las disciplinas correspondientes (ver Figura 2).
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 133
La biopsicología es entonces reducta en un sentido ontoló gico. En
particular, reduce la emoció n a ciertos procesos en el sistema limbico-
hipotalámico, la memoria al fortalecimiento de ciertas conexiones
interneuronales, el aprendizaje a la formació n de nuevos sistemas
neuronales y la conciencia a la representació n en un sistema neuronal (el
monitor) de las proteínas que ocurren en otro sistema neuronal
(Bunge, 1980; Bunge & Ardila, 1987).
Sin embargo, a pesar de ser reduccionista, la biopsicología no es
niveladora, no afirma que los procesos mentales sean físico-químicos o
incluso procesos intracelulares. Lejos de ser microrreductores, en
particular los neuronistas (una idea, una neurona), con mucho, el mayor
nú mero de biopsicó logos plantean la hipó tesis de que cada proceso
mental es un cambio en la conectividad de una red compuesta por
miles, millones o incluso miles de millones de neuronas. En otras
palabras, lo mental es una propiedad emergente de tales sistemas, una
propiedad de la que carecen sus componentes celulares. En este sentido lo
mental es tan emergente como el heat, la aparició n de una nueva
bioespecie, o de lo social. (Para una elucidació n precisa del concepto
de emergencia, véase Bunge, 1979.)
Compara esta tesis con sus dos principales rivales: el espiritismo y el
neuronismo. Si lo mental no es bioló gico, entonces no puede ser estudiado
por bió logos, lo que elimina la psicobiología. Por otro lado se concede que lo
mental es bioló gico pero no emergente, entonces debe ser posible
descubrirlo en la neurona individual. (Esta sería la famosa "neurona
pontificia" o "neurona de la abuela"). De hecho, algunos psicobió logos, como
Konorski, Blakemore y Dimond, han sostenido esta tesis, que puede
llamarse "neuronismo". Para bien o para mal, no hay ni una pizca de
evidencia experimental a su favor. Por otro lado, es bien sabido que no
aparecen déficits conductuales o mentales observables a menos que los
sistemas constituidos por miles de neuronas sean destruidos,
desconectados o inactivados si solo temporalmente. Esta es una fuerte
evidencia de la hipó tesis emergentista instanciada por la conjetura de
Tanzi-Lugaro-Hebb sobre el aprendizaje (ver la segunda secció n de este
artículo).
Ahora bien, si hay zioro de re, es decir, novedades fá cticas, debemos
concebir nuevas ideas (more de dicto) para dar cuenta de ellas. Es decir,
las cosas, propiedades y procesos emergentes deben estar representados
por nuevos conceptos, hipó tesis y teorías. Esto es precisamente lo que
sucede con la psicología: esta disciplina no puede llegar a fin de mes con los
medios suministrados por la biología, sino que también debe emplear
conceptos típicamente psicoló gicos, tales como como los del afecto, la
representació n mental, el pensamiento y la decisió n. Es cierto que estos
conceptos son reducibles, al menos en principio, a conceptos bioló gicos.
Pero la reducció n, lejos de eliminar ideas, nos permite profundizarlas,
dilucidarlas e interconectarlas. En otras palabras, al convertirse en
(parcialmente) bioló gica, la psicología no desaparece como una ciencia
especial, sino que se convierte en una ciencia má s profunda.
Tenemos entonces reducción ontológica sin nivelación, es decir, sin negar
la existencia de niveles de organizació n. También vemos que la psicología
no se elimina al volverse parcialmente bioló gica: simplemente pierde su
independencia. Aná logamente, la astronomía no desapareció sino que, por
el contrario, se enriqueció enormemente cuando se repensó como la física
de los cuerpos celestes. La meteorología se convirtió en una ciencia
propiamente dicha cuando fue concebida como la aerodiná mica y la
termodina-
micró fonos de la atm‹asphere. C.enetics w:ts i-ernarkably tleepened
cuando se demostró que los genes eran segmentos ‹ f DN A moléculas.
Finalmente, su tot y w:is revolutionizecl cuando fue refundido como la
ciencia ‹si s‹›cial (ec‹in‹iniic, politiciil, iintl c tiltural) cambia.
Hagamos hincapié en que el rojo tictic›n de soriie o e›'en todos los
conceptos psi chologir:il a los neurobioló gicos cl‹ies no implican la
reducció n completa ot [isy'cli‹›log\t‹› biología. This es 1 ecause no todas
las proposiciones psyclaolo$ic‹il pro¡iositi‹ins se convierten en
proposiciones biolo ic‹il. De hecho, s‹icial ps}'cliology catinot prescinde de
los conceptos socioloídicos irreducibles a bi‹ loyy', como los que r I' social
gi'‹iu p, ci owdiny, poverty', ctirn modity , trabajo, marginalidad, un ct
antisocial I eliavior. Wli‹it social psycliol‹igy does is to solder psych‹iloJy
and social scie nce r‹ither th‹in i ccl atando el Iornier t‹i este ú ltimo cir
con versel›'. Ejemplo: "Cir ow din g inci e‹ises st ress."
En resumen, pro ¡promovemos la reclucció n de los hechos
psicoló gicos t‹i biolo ie al ‹›nes Lut no la reducció n de la calma ‹if psy'ch‹
loJy to I‹il‹i¿y. Dado que los procesos 6eliiivioral :u ill rrlciit:il está n
condicionados científicamente, lo que es apropiado es un pa rliul bins
oc.iologic‹i 1 rerfiic/ion. Esta reducció n parcial viene acompañ ada del
reconocimiento de la etiergencia tanto orrt‹ilogical antt epistern‹iloyical.
Por lo tanto, el rec1ucti‹inisiii que proponemos es moderado i en su
radical (i igu re 2).

C.CJNt\ LL SII EN
Hemos argumentado que el psycli científico‹›l‹›yy no es una ciencia del
iris autoii‹ iii‹, sino que interactú a de manera intrínseca con la biología,
incluidas las ciencias sociales, hasta el punto de superponerse
parcialmente con estas ciencias tw'o, ‹es sugyestecl en F igui e 2. Hemos
adopted un recluctioriisni de tipo mticlerate laecause it ad ni its that t he
mental constituye una categoría emergente}' o incluso nivel, y t hat
psych‹›logy h‹es irleas un nd métodos propios que ai c ni
estrictamente bioló gicos ncii pu1'ely

CIENCIA BIOLOGÍA
S
SOCIAL
ES

PSICOLOGÍA
OCIAL
ES
C
I
E
N
C PSICOLOGÍA
I
A
S
S
BIOLOGÍA

18501950

Figura 2. Relaciones entre la psicología y sus vecinos: Frente a


la independencia de ayer a la interdependencia de hoy. btp =
Biopsicología. to1p = Psicología social psicoló gica (incluyendo
psicolcig social fisioló gica}'). —— Psicología social socioló gica.
¿Qué tipo de disciplina es la psicología? 135
socioló gico, aunque utiliza todas las herramientas bioló gicas y
socioló gicas que puede obtener .
Este reduccionismo moderado nos permite seguir hablando de la
psicología como una disciplina distinta y muy especial, pero no separada
de las otras ciencias. Pero al mismo tiempo nuestro reduccionismo
moderado favorece la integració n ‹si las diversas ramas de la psicología,
así como la Iusion de esta ú ltima con la biología y las ciencias sociales.
(FOr el concepto de fusió n o fusió n de teorías y campos de investigació n
como complemento de reducció n y factor de integració n, véase Bunge,
1983.) Tal integració n, que ú ltimamente ha sido muy demandada en la
comunidad psicoló gica, no puede sino favorecer el avance de la
psicología, ya que las fronteras entre los campos de investigació n son en
gran medida obstá culos artificiales a través de la circulació n de ideas e
identificaciones de metanfetamina.
Finalmente, la psicología se puede hacer, aplicar y enseñ ar donde haya
buenos investigadores, profesionales y maestros dotados de recursos
adecuados y actuando en un entorno favorable. Tales grupos pueden
florecer en muchos lugares diferentes. Sin embargo, la unidad
administrativa ideal , departamento o instituto , es quizá s un grupoing
psicó logos experimentales y teó ricos; neurocieros muy interesados en
el comportamiento o en las funciones mentales; psicotecnó logos,
particularmente psiquiatras, psicó logos clínicos y psicó logos educativos;
y algú n que otro metó dico y filó sofo capaz de intercambiar precisió n
conceptual y preguntas profundas por conocimientos científicos
especializados . Es probable que tal acuerdo fomente la integració n de
las ramas actualmente separadas de la psicología, y desalentaría los dos
extremos de la especializació n excesiva y la charlatanería, en beneficio
de investigadores, maestros, estudiantes, pacientes y contribuyentes.

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