Análisis de la Infografía

Estas prácticas son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud
de los consumidores. Un adecuado cumplimiento de las normas de higiene y manipulación de
alimentos es esencial en cualquier entorno donde se preparen o manipulen productos
destinados al consumo humano

1. Comer, beber y fumar: Esto puede introducir contaminantes en los alimentos. La presencia
de restos de comida, humo o líquidos en la boca puede transferirse a los alimentos durante la
manipulación, lo que representa un riesgo para la salud de los consumidores.

2. Joyas y relojes: Estos objetos pueden albergar gérmenes, bacterias o suciedad que podrían
contaminar los alimentos durante su manipulación. Además, existe el riesgo de que las joyas se
enganchen en los utensilios de cocina o en los alimentos, lo que podría causar accidentes.

3. Trabajar estando enfermo: Una persona enferma puede transmitir gérmenes y

enfermedades a través de la manipulación de alimentos, lo que representa un riesgo para la
salud pública. Es importante evitar la manipulación de alimentos cuando se está enfermo para
prevenir la propagación de enfermedades.

4. Mantener un aseo adecuado: El incumplimiento de normas básicas de higiene personal,

como lavarse las manos regularmente, puede llevar a la contaminación de los alimentos con
gérmenes y bacterias presentes en el cuerpo del manipulador.