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Cuentos y poemas del alma

Estudiante: Ana Sofía López Rivera

Profesora:

Grado: 2 “B”

Este álbum contiene:

- 12 poemas escritos e inventados por su servidora Ana Sofía.


- 8 cuánto de mi infancia.
Cuento 1

Rin Rin Renacuajo


El hijo de Rana, Rin Rin Renacuajo salió mañana muy tieso, y muy majo, pantalón corto, corbata a la moda,
sombrero encintado y chupa de boda.

-¡Muchacho no salgas-le grita mama-

pero el hace un gesto y orondo se va, hallo en el camino a un Ratón vecino que le dijo:

-¡Amigo!, venga usted conmigo, visitemos juntos a Doña Ratona porque habrá francheta y habrá comilona.
Cuando llegaron avanza Don Ratón dan 2 o tres golpes, preguntan:

-¿Quién es?

-Soy yo Doña Ratona, beso a usted los pies, ¿Está usted en casa?.

-Si señor, si estoy y celebro verlo a usted hoy, estaba en mi oficio, hilando algodón pero eso no importa,
bienvenidos son. -Dice Doña Ratona-

Se dieron la mano, cuando dice ratico el más veterano:

-Mi amigo el de verde radia de calor, dele una cerveza hágame el favor.

Mientras tanto que el se consume la jarra manda a traer a la señora la guitarra y le pide a renacuajo que cante
versitos alegre pero con tonada elegante.

-¡Ay de mil amores lo hiciera, señora, pero me es imposible darle gusto ahora, tengo el gaznate más seco que
estopa y me aprieta mucho esta nueva ropa.

-¡Lo siento infinito! -dice Tia Ratona- aflójese un poco el chaleco y la corbata, yo mientras tanto voy a cantar una
canción muy particular.

Estando en esta grande función de baile, cerveza, guitarra y canción, sucede algo que los dejó con mucha
impresión, resulta que la gata y sus gatos saltaron la puerta y vuelve aquello su juicio final.

Doña gata trincho por la oreja al niño Ratico, maullándole: ¡Hola!, los niños gatos a la vieja Ratona la hagarraron,
uno por la pata y otro por la cola.

Renacuajito miró este asalto tomó su sombrero y dio un tremendo salto, abrió la puerta con mano y nariz y se fue
dando a todos noche muy felices. Siguió saltando tan alto y aprisa que perdió el sombrero, rasgó la camisa y se
coló en la boca de un pato tragón y este se lo embucha de un solo estirón.

Y así concluye, los gatos comieron, el pato cenó y mamá ranita solita quedó.
Cuento 2

Simón el bobito
Simón el bobito llamó al pastelero:

-¡A ver los pasteles!, los quiero probar!

-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero ver ese cuartillo con que has de pagar.

Buscó en los bolsillos el buen Simoncito dijo:

-¡de veras! no tengo ni unito.

A Simón el bobito le gusta el pescado y quiere volverse también pescador, y pasa las horas sentado
pescando en el balde de mamá Leonor. Hizo Simoncito un pastel de nieve y a asar en las brasas
hambriento lo echó, pero el pastelito se deshizo en breve, y apagó las brasas y nada comió. Simón vio
unos cardos cargando viruelas y dijo:

-¡qué bueno! las voy a coger.

Pero peor que agujas y puntas de espuelas le hicieron brincar, silbar y morder. Se lavó negro de embolar
zapatos porque su mamita no le dio jabón, y cuando cazaban ratones los gatos espantaba al gato
gritando: -¡ratón!-. Ordeñando un día la vaca pintada le apretó la cola en vez del pezón y aquí la vaca! le
dio tal patada que como un trompito bailó don Simón. Y cayó montado sobre la ternera y doña ternera
se enojó también, ahí va otro brinco y otra pateadera, dos revolcadas en un santiamén.

Se montó en un burro que halló en el mercado Y a cazar venados alegre partió, Voló por las calles sin ver
un venado, Rodó por las piedras y el asno huyó. A comprar un lomo lo envió taita Lucio, Y él lo trajo a
casa con gran precaución colgado del rabo de un caballo rucio para que llegase limpio y sabrosón.

Empezando apenas a cuajarse el hielo Simón el bobito se fue a patinar, Cuando de repente se le rompe
el suelo Y grita:

-¡me ahogo! ¡vénganme a sacar!

Trepándose a un árbol a robarse un nido, la pobre casita de un mirlo cantor, Desgájase el árbol, Simón
da un chillido, cayó en un pozo de pésimo olor y vi un pato, le apunta, descarga el trabuco. Y volviendo a
casa le dijo papá:

-Taita yo no puedo matar pajaruco porque cuando tiro se espanta y se va.

Viendo una salsera llena de mostaza se tomó un buen trago creyéndola miel, Y estuvo rabiando y
echando babaza con tamaño de una lengua y ojos de clavel. Vio un montón de tierra que estorbaba el
paso Y unos preguntaban “¿qué haremos aquí?” Bobos dijo el niño resolviendo el caso;

-Que abran un grande hoyo y la echen allí.-dijo el niño-

Lo enviaron por agua, y él fue volandito llevando el cedazo para echarla en el así que la traiga el buen
Simoncito seguiría su historia pintoresca y fiel.
Cuento 3

Pastorcito mentiroso

Había una vez un pastorcito que cuidaba su rebaño en la cima de la colina. Él se


encontraba muy aburrido y para divertirse se le ocurrió hacerles una broma a los
aldeanos. Luego de respirar profundo, el pastorcito gritó:
—¡Lobo, lobo! Hay un lobo que persigue las ovejas.
Los aldeanos llegaron corriendo para ayudar al pastorcito y ahuyentar al lobo. Pero al
llegar a la cima de la colina no encontraron ningún lobo. El pastorcito se echó a reír al
ver sus rostros enojados.
—No grites lobo, cuando no hay ningún lobo —dijeron los aldeanos y se fueron
enojados colina abajo.
Luego de unas pocas horas, el pastorcito gritó nuevamente:
—¡Lobo, lobo! El lobo está persiguiendo las ovejas.
Los aldeanos corrieron nuevamente a auxiliarlo, pero al ver que no había ningún lobo
le dijeron al pastorcito con severidad:
—No grites lobo cuando no hay ningún lobo, hazlo cuando en realidad un lobo esté
persiguiendo las ovejas.
Pero el pastorcito seguía revolcándose de la risa mientras veía a los aldeanos bajar la
colina una vez más.
Más tarde, el pastorcito vio a un lobo cerca de su rebaño. Asustado, gritó tan fuerte
como pudo:
—¡Lobo, lobo! El lobo persigue las ovejas.
Pero los aldeanos pensaron que él estaba tratando de engañarlos de nuevo, y esta vez
no acudieron en su ayuda. El pastorcito lloró inconsolablemente mientras veía al lobo
huir con todas sus ovejas.
Al atardecer, el pastorcito regresó a la aldea y les dijo a todos:
—El lobo apareció en la colina y ha escapado con todas mis ovejas. ¿Por qué no
quisieron ayudarme?
Entonces los aldeanos respondieron:
—Te hubiéramos ayudado, así como lo hicimos antes; pero nadie cree en un mentiroso
incluso cuando dice la verdad.
Cuento 4

El león y el ratón
Después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol.
Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su
madriguera y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más travieso tuvo la
ocurrencia de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo
despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al ratón
entre sus garras y dijo dando un rugido:

- ¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a comerte para


que aprendáis la lección!

El ratón, que estaba tan asustado que no podía moverse, le dijo temblando:

- Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré


eternamente agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me necesites.

- ¡Ja, ja, ja! – se rió el león mirándole - Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma va
a ayudarme? ¡No me hagas reír!.

Pero el ratón insistió una y otra vez, hasta que el león, conmovido por su tamaño y su
valentía, le dejó marchar. Unos días después, mientras el ratón paseaba por el bosque,
oyó unos terribles rugidos que hacían temblar las hojas de los árboles. Rápidamente
corrió hacia lugar de dónde provenía el sonido, y se encontró allí al león, que había
quedado atrapado en una robusta red. El ratón, decidido a pagar su deuda, le dijo:

- No te preocupes, yo te salvaré.

Y el león, sin pensarlo le contestó:

- Pero cómo, si eres tan pequeño para tanto esfuerzo.

El ratón empezó entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el león, y
el león pudo salvarse. El ratón le dijo: Días atrás, te burlaste de mí pensando que nada
podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños
ratones somos agradecidos y cumplidos. El león no tuvo palabras para agradecer al
pequeño ratón. Desde este día, los dos fueron amigos para siempre.

Cuento 5

El león y la zorra
Un viejo león tenía los dientes y garras tan gastados que ya no le resultaba fácil
conseguir alimentos. Sin más que hacer, fingió estar enfermo.
Luego, se encargó de avisar a todos los animales vecinos acerca de su pobre
estado de salud y se acostó en su cueva a esperar sus visitas.
Cuando los animales se presentaban a ofrecerle su simpatía, él los devoraba
de un solo bocado.
La zorra también acudió a visitarlo, pero ella era muy astuta. Estando a una
distancia segura de la cueva, le preguntó cortésmente al león cómo se
encontraba de salud.
El león respondió que estaba muy enfermo y le pidió que entrara por un
momento. Pero la zorra se quedó afuera, agradeciendo al león por la amable
invitación:
—Me encantaría poder hacer lo que me pides — dijo la zorra—, pero veo que
hay muchas huellas de los que entran a tu cueva y ninguna de los que salen.
Por favor, dime, ¿cómo encuentran tus visitantes la salida?
El león no dijo nada, pero la astuta zorra tampoco se quedó a esperar la
respuesta y así evitó ser devorada.

Cuento 6

La liebre y la tortuga
Había una vez una liebre muy vanidosa que se pasaba todo el día presumiendo
de lo rápido que podía correr.
Cansada de siempre escuchar sus alardes, la tortuga la retó a competir en una
carrera.
—Qué chistosa que eres tortuga, debes estar bromeando—dijo la liebre
mientras se reía a carcajadas.
—Ya veremos liebre, guarda tus palabras hasta después de la carrera—
respondió la tortuga.
Al día siguiente, los animales del bosque se reunieron para presenciar la
carrera. Todos querían ver si la tortuga en realidad podía vencer a la liebre.
El oso comenzó la carrera gritando:
—¡En sus marcas, listos, ya!
La liebre se adelantó inmediatamente, corrió y corrió más rápido que nunca.
Luego, miró hacia atrás y vio que la tortuga se encontraba a unos pocos pasos
de la línea de inicio.
—Tortuga lenta e ingenua—pensó la liebre—. ¿Por qué habrá querido
competir, si no tiene ninguna oportunidad de ganar?
Confiada en que iba a ganar la carrera, la liebre decidió parar en medio del
camino para descansar debajo de un árbol. La fresca y agradable sombra del
árbol era muy relajante, tanto así que la liebre se quedó dormida.
Mientras tanto, la tortuga siguió caminando lento, pero sin pausa. Estaba
decidida a no darse por vencida. Pronto, se encontró con la liebre durmiendo
plácidamente. ¡La tortuga estaba ganando la carrera!
Cuando la tortuga se acercó a la meta, todos los animales del bosque
comenzaron a gritar de emoción. Los gritos despertaron a la liebre, que no
podía dar crédito a sus ojos: la tortuga estaba cruzando la meta y ella había
perdido la carrera.

Cuento 7

El mono y el gato
Vivían dos animales muy traviesos con un hombre: un mono y
un gato. El mono era muy inteligente pero solo pensaba en jugar,
y siempre terminaba metiéndose en problemas. Y el gato era
rápido y muy ágil, pero solo pensaba en comer.

Un día, el hombre salió de casa un rato y dejó asándose en una


sartén a fuego lento unas castañas. El mono las olió y se relamió
al verlas. Pero… ¿Cómo conseguiría sacarlas de la sartén sin
quemarse? Entonces llamó al gato y le dijo:

– Mira qué bien huelen esas castañas, gato. Si yo tuviera esas


garras tan afiladas que tú tienes y fuera tan rápido como tú, ya
me las habría comido todas… Si las sacas, nos las podemos
repartir entre los dos.

El gato no se lo pensó dos veces, y se lanzó a por la sartén. Una a


una, iba rescatando con sus zarpas las castañas y tirándolas hacia
atrás, a pesar de quemarse las patas con cada zarpazo. El mono,
por su parte, las iba agarrando al vuelo y comiéndoselas de un
bocado.

En ese momento entró el hombre y comenzó a perseguir al gato


y al mono. Los animales salieron corriendo y consiguieron
escapar del escarmiento del hombre. Pero el mono tenía la barriga
llena y el gato, no había comido ni una sola castaña.

Cuento 8

El lobo disfrazado de cordero


Érase una vez un lobo muy oportunista que encontró una piel de
oveja abandonada en el campo:
“Con esta piel podré disfrazarme de oveja, caminar entre ellas y
hacerlas presa fácil. ¡Qué gran banquete me voy a dar!”, pensó el
lobo malvado.
De esta manera, se colocó la piel sobre el lomo y acto seguido se
dirigió hacia el rebaño.
Ninguna de las ovejas notó su presencia. Todas seguían pastando
y disfrutando del día. ¡Su plan funcionaba a la perfección!
El pastor tampoco advirtió su presencia y llegado el atardecer
llevó el rebaño al corral. El lobo se lamía y relamía pensando en
su fabulosa cena.
Pero antes de cerrar la puerta, el pastor, sin saber de quién se
trataba, apartó al lobo del rebaño para cortarle la lana. ¡Menuda
sorpresa se llevó cuando con el primer halón, la piel de oveja
cayó al suelo y dejó al lobo al descubierto!
Furioso, el pastor echó al lobo a palos y este nunca volvió a
acercarse a sus ovejas.

Poema

Me enamoré…

Me enamoré a quien yo pensaba


que amaba,
me enamoré que alguien a quien yo deseaba.

Me enamoré de sus deslumbrantes ojos y sus


labios suaves
Aún sabiendo que yo era tan solo una chica
ordinaria me sentía muy especial.

Poema

Me falta vida..

Me falta vida para por fin entender la


suavidad de tus palabras o tu inseplicable
forma de demostrar tu querer.
Me faltaron semanas para aprender el
lenguaje de tu hermosa mirada y la melodía
de tu risa que me hunde como un mar salvaje.

Me faltaron días para comprender cada


recuerdo plasmado en mi mente, como nubes
que nacen y se desacen en tus hermosos ojos.

Me faltó tiempo para por fin entende que


olvidarte sería mi mayor tormento.

Poema

No te quiero de vuelta..

No te quiero de vuelta, solo deseo que nunca


te hubiera ido, es exactamente eso lo que te
pido.
No quiero que vuelvas, no te quiero de vuelta,
quiero que no lo hayas arruinado, que tú
nunca me hayas lastimado, que nunca me
hayas alejado.

No lloro porque te extraño en mi presente,


lloro por el pasado en el que me tenías en
mente.

Poema

Pluma..

Con mi pluma en mano escribo en silencio,


plasmando en cada verso mi más oscuro
lamento.
La tristeza me abraza, sintiendo el peso de mi
miserable tormento, en el cual me desgarro en
silencio, en un eterno sufrimiento.

Busco en cada uno de mis verso una pizca de


esperanza y una luz en mi oscuridad que me
lleve al camino de mi libertad.

Poema

Hoy te vi..

Hoy te vi y no sentí nada, te vi desde la


distancia, y tú también me viste, se que lo
hiciste y la unico que hiscite fue esquivar la
mirada, me di cuenta de que no me afectaba.
Supongo que ahora es así, al verte llegaron
los recuerdos, aquellos que yo coincideraba
bellos, pero ahora me doy cuenta que no es
así.

Me convencí de que cambiarías, de que tu no


eras así, pero lo único que hacía era vivir una
mentira.

Hoy en día ya no me importa, ya que te supere


y de mi mente te saqué, ahora eres una
persona más del montón porque ya no estás tú
en mi corazón.

Poema

Te amo..

Te amo en silencio, en lo oscuro. No exclamó


"¡Te amo!", solo te observó con esmero.

Tu presencia llena el vacío oscuro que el


pasado pintó, eres la vela que alumbra mi
vida.

Estas son líneas cortas, pero profundas, son el


sello de mi amor hacia ti.
Tal vez nunca lo leas con el sentimiento que
yo lo he escrito, pero mi anhelo es expresarte
el sentimiento escondido, oculto en mi
corazón.

¡Te amaré aún así tú no me ames!

Poema

Tus ojos..

Tus ojos son una ventana que no puedo dejar


de mirar, tus ojos son un paisaje que no puedo
dejar de apreciar.

Sus ojos me llevan a otro mundo en el cual me


es imposible escapar, son tan lindos y
llamativos que con tan solo verlos siento paz y
tranquilidad.

Pero lastimosamente eso ojos no me miraban


a mi y me dolía, pero hay que aceptarlo
porque eso es parte de la vida.
Poema

Mi mente..

Mi mente está enamorada, de alguien que me


hace sentir viva, cada pensamiento, cada
mirada, me hace perder el sentido y la razón.

En mi mente, su presencia es constante, y su


voz resuena en mi interior, cada latido, cada
instante, me lleva a un mundo de amor.

Mi mente vuela libre como el viento, y mi


corazón late al compás de su amor, y aunque
el futuro es incierto, sé que a su lado todo es
mejor.
En mi mente, el es la luz que me guía, y su
amor es la fuerza que me impulsa, cada día,
cada noche, en mi mente, yo lo describiría
como mi amor perfecto.

Poema

Nuestro amor..

Nuestro amor era un sueño hecho realidad,


una ilusión hermosa que nos hacía volar.
Pero la realidad llegó y nos despertó,
dejándonos solos, sin nada que hace.

Eras mi sol en un día gris, que iluminaba mi


camino lleno de oscuridad. Pero las nubes
llegaron tapando al sol, dejándome sola y sin
poder ver tu brillante ser.

Creíamos que nuestro libro no trendria final y


que prometía una historia fenomenal. Pero las
páginas se acabaron y como inició..termino,
dejándome con un vacío en mi interior.
Poema

Vida tras vida..

Vida tras vida, recorro sin cesar, buscando un


amor de verdad, si tan solo tuviera esa
oportunidad, no lo dejaría ir jamás.

Yo estaría dispuesta a dejar todo por aquel


amor de verdad, lo cuidaría como mi mayor
tesoro, arriesgaría hasta mil vidas como mi
amor, respeto y cariño que le tengo.

Solo espero encontrar a alguien para amar y


no tener que volver a pasar vida tras vida
anhelando mi amor de verdad.

Poema

Soñar..
Soñar no es malo, al contrario, cuando uno
sueña siente que todo va a estar bien.

Sierra los ojos he imagina conmigo, un lugar


donde te sientas seguro y tranquilo, así es
como me siento cuando estoy contigo.

Tú eres la luna que hace que mis noches no


sean oscuras, tú eres el sol que me quita el
frío de una madrugada oscura, simplemente a
mis ojos eres perfecto.

Poema 12

Atardecer..
Bajo el cielo de tonos dorados y rosados, en el
horizonte, el sol se despide, cansado. El
atardecer pinta un lienzo en el cielo, un
espectáculo divino de apreciar.

Las sombras se alargan, el día se retira, el


atardecer susurra y el mundo encuentra su
calma, y yo, en tu mirada, hallé mi alma.

El atardecer, momento de paz y ensueo,


cuando el sol y la luna se abrazan con anhelo.
En este instante, mi corazón se estremece,
porque tu amor es mi mundo cuando
amanece.

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