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Constelaciones de escritoras novohispanas

Visualiza “Parentalidad 5 Dra Josefina Muriel”, en


https://www.youtube.com/watch?v=G_bPaZ5xBnk

A partir de la investigación de Josefina Muriel sobre Cultura femenina novohispana, se delimitan


4 Constelaciones de escritoras novohispanas:

Constelaciones de escritoras novohispanas

1ª constelación cronistas y poetas nahuas

2ª constelación cronistas conventuales

3ª constelación poetas

4ª constelación místicas

+ constelaciones músicas

otras expresiones artísticas pintoras

escultoras

El sustantivo constelaciones tiene su adeudo con un párrafo del cuento de título homónimo del
mexicano Luis Felipe Lomelí [Guadalajara, 1975]:

Cada nombre es una estrella. […] Constelaciones. Un zoológico celeste con sus caballerías, como
miles de obreros saliendo de las fábricas. Cada nombre se va convirtiendo en un puntito de luz
[…]. Las líneas de su cuadernito a rayas se pueden dibujar en el cielo. Las redes. Los lazos que se
llevan en los nombres y en la sangre, las ganas de saber quiénes somos, por quiénes fuimos, por
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quiénes fueron, la epifanía de entender […]. Hay una trenza de luz, una mafia. […]. Franz sonríe
y en su cabeza siguen las constelaciones. (Maldonado, 119 – 131).

Al trazar una de las tantas (y desconocidas) constelaciones de escritoras americanas se descubre


que las escritoras novohispanas y su obra tienden redes, semejantes a las que Franz entendió con
su proyecto, “los lazos que se llevan en los nombres y en la sangre”. Lazos entre contemporáneas
y contemporáneos. Lejos de ser el atisbo de tales redes una primicia, pues Josefina Muriel da cuenta
de ello con su Cultura femenina novohispana, compartiremos el asombro tras encontrar una
respuesta más a esas “ganas de saber quiénes somos, por quién fuimos, por quiénes fueron, la
epifanía de entender…”.

Comencemos el recorrido.

1ª Constelación de escritoras novohispanas


Reúne cronistas y poetas nahuas, de entre quienes sobrevive el registro de:

1, Macuilxochitzin, poeta nahua


“El interés de las mujeres indígenas por la historia de su patria nos lo confirma finalmente aquel
poema épico de Macuilxochitzin, señora de Tula y poetisa náhuatl, en el que enumera las batallas
del rey Axayácatl haciendo una hermosa crónica de sus victorias y del ataque guerrero en que es
herido el monarca azteca” (Muriel, 12).

Visualiza Macuilxochitzin - "Trece poetas del Mundo Azteca", en


https://www.youtube.com/watch?v=N_4fH_VPnE8

2, la tlacuilo Xóchitl,
“En el Códice Telleriano Remensis aparece una mujer tlacuilo, escribana, que con el pincel en la
mano, tomado a la manera oriental, hace el registro de los acontecimientos con sus fechas. En el
cuadrante izquierdo está pintado el rectángulo de la tierra, en el que se anotan los cuatro rumbos y
el ombligo de ésta. En el lado derecho está el glifo del transcurso del día. Esto significa las
dimensiones de la historia: espacio y tiempo. La historiadora tlacuilo del Códice Telleriano
Remensis se llamó Xóchitl y fue hija del señor Hutzilíhuitl” (Muriel, 12).
3

Códice Telleriano Remensis, p. 30. 1

Visualiza “Le codex Telleriano Remensis - Calendrier et rituels aztèques”, en


https://www.youtube.com/watch?v=tuwqaVL9L2c

3, Bartola lxhuetzcatocatzin, informante de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl


“[…] Miguel León-Portilla dice que nos consta "que entre los xiuhamatlacuiloque, pintores de
libros de años, no faltaron las mujeres". Su interés en la historia se manifiesta en aquella señora de
Ixtapalapa, doña Bartola lxhuetzcatocatzin, que habiendo heredado de su padre los archivos reales

1
Documento completo en
http://www.famsi.org/spanish/research/loubat/Telleriano-Remensis/thumbs3.html
*Referencia a Xóchitl en la ilustración/página 30.
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de Tezcoco, los guarda con gran amor y sólo los deja consultar a quien de ellos sacará en letras la
historia de su nación, como es don Fernando de Alva lxtlilxóchitl” (Muriel, 12).

Respecto a la Cartografía de la Literatura Novohispana, Macuilxochitzin y Xóchitl pertenece al


estadio de la Literatura Clásica Náhuatl en curso cuando los españoles arriban al Valle de Anáhuac,
cuyas manifestaciones literarias, contenida en códices, responden a una clasificación propia: cuícatl
–cantos– y tlatolli –relatos y discursos– con un repertorio de variantes; y se fundamentan en la
noción in xóchitl in cuícatl –flor y canto–.

Visualiza “Antropológicas - Flor y canto (Cápsula Prog. 28)”, en


https://www.youtube.com/watch?v=68kVfAU-sqU

En tanto, Bartola pertenece al primer estadio de la Literatura Novohispana representado por la


llamada crónica de Indias, primera modalidad discursiva de la Literatura Colonial, escrita por los
colonizadores: navegantes, soldados, misioneros y originarios (mestizos). Ella funge como
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informante de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, cronista mestizo originario, según refiere José Rubén
Romero Galván:
“Cabe mencionar muy particularmente a Alonso Axayaca, hijo de Cuitlahuac, quien logró reunir,
según el propio Ixtlilxóchitl, una importante colección de documentos originales, algunos sin duda
códices pictográficos, misma que dejó a su hija doña Bartola, señora de lztapalapa. De lo contenido
en esa colección don Alonso Axayaca sacó al parecer muy rica información con la que compuso
una obra que Ixtlilxóchitl tuvo en su poder y que consultó ampliamente son contemporáneas de las
españolas que arribaron al continente en el periodo de conquista y colonización”.

Valga anotar que ambos estadios suceden en la totalidad del continente como parte del paradigma
estético colonial.
Esto es: 1, Literaturas Clásicas en Abya Yala, por ejemplo: maya, inca, quechua, mapuche, etc.
2, Crónica de Indias en los virreinatos de la Nueva España, del Perú, de Granada y del Río de la
Plata.
Concreticemos en la literatura novohispana:

Cartografía de la Literatura novohispana

Primer estadio

Literatura clásica náhuatl Literatura novohispana

cuícatl y tlatolli crónica de indias

Navegantes: Cristobal Colón y Alvar Núñez Cabeza de Vaca


Poetas: Macuilxochitzin
Soldados: Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo
Netzahualcóyotl
Misioneros: Bartolomé de las Casas y Bernardino de Sahagún
Originarios: Fernando de Alva Ixtlilxóchitl y Bartola
Tlacuilos: Xóchitl, et. al.
lxhuetzcatocatzin
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De la obra de Xóchitl solo se posee la página contenida en el códice Telleriano Remensis2; de la


crónica de doña Bartola la referencia en Fernando de Alva Ixtlilxóchitl3 pero no el documento; y
de Macuilxochitzin un par de poemas. En tanto, es a partir de la última que podemos emprender
un reconocimiento de la estética náhuatl.

Recordemos.
Coordenadas del saber estético náhuatl. El universo estético náhuatl de los siglos XV y XVI estaba
poblado por un conjunto misceláneo de objetos usuales de la vida cotidiana, productos artesanales
y, lo que en la actualidad denominamos, obras de arte. La historia sahagunina enlista en tres grupos
a los artistas bajo la denominación:
1, “De los oficiales plateros y oficiales de pluma”, entre quienes están el oficial de pluma, el platero,
el herrero y el lapidario;
2, “De otros oficiales como son carpinteros y canteros”, que enlista al carpintero, cantero, albañil,
y singularmente coloca entre ellos al pintor, los cantores y los sabios; y
3, “De otros oficiales, como sastres y tejedores” que anota a los sastres, hiladores y tejedores.

Tal universo estético nos permite reconocer un modo de apropiación y contemplación específico
ante sus objetos, en otras palabras, una teoría de lo estético. Con la peculiaridad de que, su
naturaleza de universo/diverso testimonia una cosmovisión ético-estética donde convergen lo útil,
lo bueno y lo bello como categoría estética clásica, propia de su circunstancia de cultura clásica
antigua. Por su realidad peculiar y el comportamiento humano específico, la estética náhuatl no
puede ser separada del todo que integra la sabiduría náhuatl, es decir, el acervo de saberes
teológicos, filosóficos, históricos, éticos y jurídicos, y pedagógicos, los cuales están articulados a
partir de una certidumbre teológica que rige la cotidianeidad y el pensamiento, la práctica y la
teoría, del mundo nahua.

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“Comentario sobre la sección colonial del códice Telleriano Remensis” por H. León Abrams Jr.
https://www.mna.inah.gob.mx/docs/anales/966.pdf

3
“Fernando De Alva Ixtlilxóchitl” de José Rubén Romero Galván, en
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/317_01/317_01_04_16_Ixtlilxochitl.pdf
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Ometéotl, Dios dual es principio y fin de la existencia de los nahuas. Otro símbolo que comparte
con las culturas clásicas: el de uróboros, aquella representación cíclica de las cosas, del eterno
retorno que simboliza el tiempo y la continuidad de la vida, pero difiere de la interpretación
occidental en cuanto es principio y fin creador benigno.
La sabiduría náhuatl busca lo verdadero del origen del mundo y del hombre a partir de Ometéotl,
Dios dual, femenino-masculino, potencia creadora. Siendo Él, dador de la vida, por antonomasia
es lo verdadero. En torno a Él se tejen los saberes necesarios para comprender la problemática
náhuatl, misma que instituye una Teología, Filosofía, Astronomía, Historia, Ética y Derecho,
Pedagogía y Estética. Cada disciplina replica la dualidad de su creador conservando el anclaje entre
el mito y la racionalidad, Mientras la Teología tutela el acervo cosmogónico que explica el origen
del mundo y del hombre, la Filosofía plantea y resuelve las conjeturas respecto a lo verdadero, es
decir, la problemática náhuatl. En tanto, el resto de los saberes son un acervo dual que conserva el
mito y perfecciona en la reflexión intelectual, edificada en el transcurso de dos milenios, cuyo
esplendor vivieron los aztecas del siglo XV.
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El saber estético náhuatl, afín a su naturaleza clásica, es el acervo de una cosmovisión ético-estética
donde convergen lo útil, lo bueno y lo bello como única categoría estética; y está vinculado al
acervo de los demás saberes en torno a la certidumbre teológica de Ometéotl como principio y fin
creador benigno que rige su cotidianeidad y pensamiento para comprender la problemática náhuatl
y resolver la conjetura sobre ¿cuál es la finalidad de la acción humana? Tales características definen
en primera instancia, una estética especulativa pues su atención se concentra en lo artístico y lo
estético como manifestación de la naturaleza dual del Dios Ometéotl. Sin embargo, en un segundo
momento del mito a la reflexión intelectual, se ocupa de describir y explicar su objeto propio:
ciertas nociones que comparte con los demás saberes, así como los requerimientos para la praxis
artística.

In Xóchitl, in cuícatl. Flor, canto es lo único que puede ser verdadero sobre la tierra. ¿Por qué?
¿Cómo? La unidad mínima de belleza para la estética náhuatl es la flor. Pensemos una flor recién
abierta, representa a la mirada de cualquiera un ser vivo. En su forma hay unidad, un todo acabado
que lleva consigo lo perecedero, aunque allí ante nuestra mirada, por ahora, está viva y es única.
En ella está encerrada la vida misma con color, forma y fragancia.
Unidas las palabras flor y canto son la metáfora de poema. ¿Qué es, entonces, un poema? Una
unidad mínima de belleza a través de las palabras. La noción náhuatl agregará con la metáfora in
xóchitl, in cuícatl que la poesía es “lo único que puede ser verdadero sobre la tierra”. La flor lleva
en su ser la fugacidad y, contradictoriamente, lo que se conservará en la memoria. En su
impermanencia reside lo único verdadero en la tierra. La poesía, agregan los tlamatinime (sabios),
“se dice que "embriaga al hombre", esto es, que lo saca fuera de sí y le hace ver lo que no perciben
los otros: "lo único verdadero en la tierra"”. Su origen es una verdad perseguida y encontrada que
“proviene de su casa, del interior del cielo, / sólo de allá viene las variadas flores… / Donde el agua
de flores se extiende, / la fragante belleza de la flor se refina con negras, verdecientes flores y se /
entrelaza, se entreteje: dentro de ellas canta, dentro de ellas gorjea el ave de quetzal.”
La poesía es un vehículo para decir lo verdadero que inspira al artista, al poeta, “un corazón
endiosado”. Estamos, entonces, ante el proceso del arte en la noción náhuatl. El poeta o artista,
corazón endiosado, traduce sensiblemente el mundo en el poema, donde se hace palabra con acierto
la tinta negra y la tinta roja, el saber de Ometéotl, es decir, lo verdadero en la tierra. Al compartirlo
con el escucha, los mensajes de El Dador de la vida llegan a su destino. La metáfora náhuatl sobre
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el proceso del arte, gracias a la hondura del idioma, atrapa una belleza más allá de su intención
didáctica. Los poemas están en el mundo para que los mortales gocen su estancia en la Tierra y
comprendan los misterios de su existencia, ésos que ninguna cavilación podría descubrir. Cada
poema lleva en sí mismo al Dador de la vida, la potencia creativa del Dios dual, que viene a la
Tierra del interior del Cielo para humanizar el querer de los escuchas. Cada flor, canto es una triza
de Dios, que como comprueba la Historia de la Literatura Mundial nunca perecen. Hace unos
minutos escuchaste el poema de Macuilxochitzin, más de 528 años después de la primera vez que
fue recitado. Nezahualcóyotl lo intuyó en el siglo XV:
No acabarán mis flores, no cesarán mis cantos:
Yo cantor los elevo:
se reparten, se esparcen...

Entorno a esta disertación ocurre el “Diálogo flor, canto”:


Donde Tecahueyatzin pregunta y duda si lo verdadero está en flor, canto. Responde Ayocoan: arte
y símbolo son obsequio de los dioses, y flores y cantos son un recuerdo de hombres en la tierra.
Para Aquiauhtzin flores y cantos son para invocar a Dios. Mientras Cuauhtencoztli diserta primero
la duda de estas certezas, que el hombre pueda encontrar lo verdadero, y que lo verdadero se
exprese a través de flor, canto. Y afirma, flores y cantos son lo único que puede ahuyentar la
tristeza; son riqueza y alegría de los hombres en la tierra. Xayacámach afina que flor y canto son,
al igual que los hongos alucinantes, el medio mejor para embriagar los corazones y olvidarse aquí
de la tristeza. Luego se cierra el diálogo:
escuchad el sueño de una palabra:
cada primavera nos hace vivir,
la dorada mazorca nos refrigera,
la mazorca rojiza se nos toma en collar.
¡Sabemos al menos que son verdaderos los corazones de nuestros amigos!

Para qué afanarse, concluye Tecayehuatzin.

El poema dedicado al tlatoani mexica Axayácatl por Macuilxochitzin, considerado por Muriel
como muestra de la escritura de las Mujeres precortesianas –1ª constelación de escritoras en el
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Valle de Anáhuac– es un cuícatl, canto que del interior del cielo viene para celebrar su conquista
del matlazinca: ciudad de Tlacotépec en 1475. El tlatoani es un guerrero águila, por tanto, el poema
es un yaocuícatl: canto guerrero, cuauhcuícatl: de guerrero águila.

El matlatzinca* El matlatzinca
es tu merecimiento de gentes, está en Toluca, en Tlacotépec.
señor lztcóatl: *El matlazinca refiere a la región del sur y
¡ Axayacatzin, tú conquistaste occidente del Estado de México, el oriente de
la ciudad de Tlacotépec! Michoacán, el norte de Guerrero y algunas
Allá fueron a hacer giros localidades de Morelos y el Distrito Federal,
tus flores ubicándose el centro de su territorio en la
tus mariposas. antigua zona lacustre del Alto Lerma.
Con esto has causado alegría.

Este cuauhcuícatl, como una flor, es un todo acabado del primer al último verso. La voz poética
traduce sensiblemente las hazañas del tlatoani: la conquista de la ciudad de Tlacotépec, de
Ehcatépec, Matlatzinco, Malinalco, Ocuillan, en Tequaloya y Xohcotitlan, y cierra con el pasaje
de la herida en una pierna que recibió entre 1478 y 1479, tras lo cual falleció.
.
¡Axayacatzin, tú conquistaste Por todas partes Axayácatl
la ciudad de Tlacotépec! hizo conquistas
en Matlatzinco, en Malinalco,
[…] en Ocuillan, en Tequaloya, en
Xohcotitlan.
Sobre nosotros se abren Por aquí vino a salir.
las flores de guerra, Allá en Xiquipilco a Axayácatl
en Ehcatépec, en México, lo hirió en la pierna un otomí,
con ellas se embriaga su nombre era Tlilat.
el que está a nuestro lado.

[…]
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Mediante la secuencia de imágenes poéticas y la noción flor, canto intrínseco al cuauhcuícatl,


la voz poética revela la guerra florida con su color, forma y fragancia, desde un punto de
mira distinto que agrega un nuevo saber de la guerra, y preserva para el futuro las hazañas
del guerrero águila.

Las flores del águila


quedan en tus manos,
señor Axayácatl.
Con flores divinas,
con flores de guerra
queda cubierto,
con ellas se embriaga
el que está a nuestro lado.

La estructura rítmica está determinada por un metro particular del náhuatl, que en español
responde a versos de máximo 10 sílabas sin rima, es decir, versificación libre como el viento
pues deja al arbitrio de la voz poética volcar en ella el ritmo e intimidad del pensamiento. En
tanto, el cuícatl tiene una composición libre: cuatro estrofas de extensión irregular en la
versión en español, y seis estrofas en náhuatl; de verso libre (menor a 10 sílabas), sin rima,
cuyo ritmo se sostiene con un fraseo corto y la repetición de palabras, por ejemplo:

Estrofa 2: Las flores del águila sílabas: 7 Ritmo: Imagen de guerra florida
8 versos quedan en tus manos, 6
sin rima señor Axayácatl. 6
Con flores divinas, 6 Paralelismo, imagen de guerra florida
con flores de guerra 6
queda cubierto, 5
con ellas se embriaga 6 Estribillo
el que está a nuestro lado. 7

Estrofa 3: Sobre nosotros se abren 7


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5 versos las flores de guerra, 7 Imagen de guerra florida


sin rima en Ehcatépec, en México, 9
con ellas se embriaga 7 Estribillo
el que está a nuestro lado. 7

Del repertorio de recursos poéticos al uso en la poesía nahua: onomatopeyas, difrasismos,


paralelismo, ritmo particular, uso de colores, referencia: flora, fauna y reino mineral,
comparaciones simbólicas y epítetos.

Literatura náhuatl

cuícatl : canto tlatolli: enseñanza

Poesía Prosa

Épica: Dioses Lírica: flor, canto Narrativa no literaria: discursos, et. al.

Recursos poéticos

Onomatopeyas, difrasismos, paralelismo, ritmo particular, uso de colores, referencia: flora,


fauna y reino mineral, comparaciones simbólicas y epítetos.

Macuilxochitzin sigue una versión personal de la composición tradicional. Su elaboración


emplea: el ritmo particular (dado por la lengua), la referencia a flores, comparaciones
simbólicas, paralelismo y estribillo, recursos que construyen las imágenes de la guerra
florida (como se observa en el ejemplo-análisis anterior).
La noción Flor, canto subyace en el cuícatl: un todo acabado que preserva, para el futuro, las
imágenes de la guerra florida del tlatoani Axayácatl. Un canto que, lleva en su ser la
impermanencia y, contradictoriamente, lo que se conservará en la memoria, está en el mundo
para que los escuchas gocen la estancia del tlatoani en la Tierra y comprendan los misterios
de la guerra. En este minuto el poema de Macuilxochitzin, más de 528 años después de la
primera vez que fue recitado, comprueba su permanencia.
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De las 3 escritoras de 1ª constelación, Bartola es contemporánea de las mujeres españolas en


tierras de América, como las nombra Muriel en el segundo capítulo de su investigación: “II.
Las mujeres de España en tierras de América. La Nueva España”, donde sintetiza la
circunstancia de las mujeres en la sociedad novohispana, entre quienes están las escritoras de
la 2ª constelación: las cronistas conventuales, habitantes en el Valle de Anáhuac entre los
siglos XVI al XIX.

Recuerda: el Cuestionario1 sobre el “Prólogo”, “Capítulo I. Mujeres precortesianas”,


“Capítulo II. Las mujeres de España en tierras de América. La Nueva España”, “Capítulo III.
Biografías de mujeres en el virreinato” en Josefina Muriel, Cultura femenina novohispana.
Entrega: 7 febrero 2022.

Y comenzar la primera lectura directa: Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la
Conquista de la Nueva España.
Entrega de análisis literario: 28 febrero 2022.

Nos encontramos en el siguiente tema.

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