Inter Thoughts

NIGHTS OF REGRET

Yeonjun manejaba por las oscuras calles de la ciudad con una inmensa tristeza dentro de sí.
Aceleraba la velocidad de su coche mientras su tristeza se iba convirtiendo en enojo, en una ira
descontrolable. Yeonjun giró el coche de repente y condujo hacia la casa de su expareja.

Los días de yeonjun se volvieron grises. Hace pocos días atrás había terminado una relación en
donde el matrimonio estaba próximo, pero descubrió que aquel amor de la que era su pareja
no era honesto, pues le estaba engañando con el que hasta hace poco era su mejor amigo al
ver a su mujer sentada sobre el rostro de su mejor amigo.

Cuando yeonjun llegó a la casa de su expareja, Rocío, estacionó frente a esta. Con ojos de furia
observaba la entrada de la casa hasta que vio salir a su ex amigo de allí. Yeonjun se bajó del
coche con un arma escondida en su mano, caminó a pasos rápidos hacia él, y sin pensarlo dos
veces, le disparó en la cabeza.

Su expareja, con gritos de susto sobre lo que recién había ocurrido frente a sus ojos, empujó a
Yeonjun, pero él reaccionó agarrando el cuello de la remera de Rocío y apoyando la punta de su
arma sobre la sien de su cabeza.

- ¿Por qué lo hiciste? -preguntó Rocío con lágrimas en los ojos y la voz temblorosa, con el
miedo recorriendo cada parte de su cuerpo.

-Vas a arrepentirte de lo que me has hecho, Rocío.

Yeonjun soltó el cuello de la remera de Rocío, dejándola libre, y se marchó, dejando a la vista
de todos los vecinos que observaban por sus ventanas una escena horrorosa, de un hombre
muerto tirado frente a una casa mientras la chica lloraba desconsoladamente sobre el cuerpo
del fallecido.

Yeonjun subió a su coche y manejó sin rumbo alguno a gran velocidad, llamando de esa
manera la atención de autos de oficiales que rondaban por el lugar. Cuando las sirenas de los
policías detrás de él comenzaban a perseguir el auto de Yeonjun, él se detuvo al borde de la
calle. Un oficial bajó del coche suspirando pesadamente, y con rostro inexpresivo caminó hacia
la ventana de Yeonjun.

- ¿Qué hacía manejando a esas velocidades, señor?

-Lo siento, oficial, no se repetirá.

El oficial arqueó una ceja, sacó un block pequeño de hojas y comenzó a anotar lo que parecía
una multa. Se lo entregó a Yeonjun y luego se marchó cada uno por su caminó. Yeonjun
comenzó a manejar más despacio, pero sin rumbo, hasta que a lo lejos vio un edificio muy
iluminado con luces amarillas y paredes azules. Era un casino. Yeonjun estacionó en frente.
Salió del coche, pero una persona de seguridad del lugar se acercó a él.

-Lo siento, señor, no puede estacionar su vehículo aquí. -Yeonjun le lanzó las llaves del coche.

-Estaciónelo usted entonces. -Contestó él.

Yeonjun Ingresó al casino, encontrándose con un sitio lujoso, lleno de máquinas tragamonedas
por doquier, ruletas, entre otros muchos juegos, pero le llamó la atención un salón que se
encontraba en el segundo piso. Aquel salón traía vidrios tintados, por lo que no podía ver lo
que había en su interior. A pesar de ello, le causó mucha curiosidad.

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NIGHTS OF REGRET

Yeonjun subió las escaleras y caminó hacia la entrada, encontrándose con uno de seguridad
que detuvo sus pasos, apoyando su mano sobre el torso de Yeonjun. El guardia se bajó los
lentes pocos centímetros y alzó ambas cejas al observar a Yeonjun.

Él abrió su traje, y con su mano agarró un fajo de dinero atado con una tira de papel. El guardia
se volvió a colocar los lentes oscuros y abrió la puerta, dejándolo ingresar a la sala VIP. Las
personas que estaban dentro no se percataron de la presencia de Yeonjun, pues estaban
sumidos en su juego y en los billetes y pertenencias que estaban perdiendo o ganando. Pero
una chica, curiosa, sentada en un sillón a la esquina de la sala junto con otras personas, le
dedicó una sonrisa pícara a Yeonjun al verlo ingresar. Yeonjun se acercó a la mesa de Póker.

- ¿Juegas? -Preguntó aquella chica quien en un principio le dedicó una sonrisa. Yeonjun se dio
vuelta.

-No me tengo mucha fe. -Ambos rieron.

- ¿Quieres apostar? -Yeonjun no contestó. -¿Cómo te llamas?

-Yeonjun, ¿y tú?

-TN. Vamos, intenta.

Ambos se sentaron alrededor de la mesa de juego. El crupier, impecablemente vestido, con

postura segura y un tono de voz claro, explicaba las reglas del juego. Con gestos precisos,
señala las cartas, las fichas y el tapete, ilustrando cada movimiento con una maestría que
denota años de experiencia. Manteniendo la atención de los presentes con un discurso
cautivador.

Los demás en la sala detuvieron sus actividades para ver a TN y Yeonjun participar de aquel
juego de cartas. Ambos se enfrentaban en un duelo silencioso, rodeadas por el suave murmullo
de las apuestas y el susurro de fichas deslizándose.

TN, con su traje que resaltaba su escultural figura, sostenía sus cartas con mano firme,
ocultando su emoción tras una mirada suave hacia Yeonjun. Mientras, Yeonjun, evaluaba sus
opciones con serenidad, pero una chispa de determinación iluminaba sus ojos.

El crupier distribuye las cartas con precisión, y el silencio tenso es interrumpido por el suave
sonido de fichas al ser deslizadas con gracia sobre la mesa. Las apuestas incrementan con cada
ronda, mientras ambos jugadores mantienen sus estrategias en secreto, leyendo cada mínimo
gesto del oponente. El ambiente se carga de anticipación cuando las cartas comunitarias se
revelan lentamente sobre el tapete, y un leve susurro recorre la sala. Ambos observan las
cartas con atención, manteniendo su compostura mientras calculan el próximo movimiento.

El enfrentamiento llega a su clímax. Yeonjun con una mirada imperturbable, estudia con
intensidad las cartas sobre la mesa. Un destello fugaz de satisfacción cruza sus ojos mientras
muestra una sonrisa apenas perceptible. Con un gesto medido, desliza una pila de fichas hacia
el centro de la mesa, anunciando su apuesta con seguridad. TN, tras observar detenidamente
las cartas, frunce ligeramente el ceño. Con una pausa calculada y un movimiento firme, agrega
fichas al montón. La expectación se intensifica cuando ambos jugadores revelan sus cartas.
Yeonjun muestra su mano con seguridad serena, dejando entrever una escalera real con un
gesto triunfante apenas contenido. TN, con gesto impasible, coloca sus cartas sobre la mesa,
revelando una mano fuerte, pero no suficiente para superar la jugada de Yeonjun.

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Un silencio breve pero tenso envuelve la sala antes de que el crupier proclame a Yeonjun como
el ganador. Un destello de satisfacción atraviesa su rostro mientras recoge con elegancia el
bote acumulado, con el brillo de la victoria reflejado en sus ojos. TN mostró un asentimiento de
reconocimiento hacia Yeonjun, reconociendo su habilidad en el juego. La sala retoma su
murmullo habitual.

-Me mentiste -Dijo TN con una sonrisa burlona.

-Al parecer tenía un talento oculto… -Ambos rieron.

TN tomó de la mano a Yeonjun y lo llevó a una habitación en donde podían estar a solas.
Yeonjun, con pasos confundidos, caminó detrás de ella. Ambos entraron a una sala que se
encontraba en el mismo piso. TN dejó pasar a Yeonjun, cerró la puerta detrás de ella y con
desespero tomó los bordes de su traje y juntó sus labios en un deseoso beso que Yeonjun
aceptó sin remordimiento. Entre besos apasionados, ambos caminaron hacia la cama. Yeonjun,
sumido por la ira de aun contenía por la infidelidad de su ex prometida, empujó a TN, quien lo
miraba con lujuria. Yeonjun retiró con brusquedad el pantalón de TN.

-Ponte en cuatro. -Ordenó él.

TN, con una sonrisa pícara, se dio vuelta. Su cintura fue tomada con fuerza y pegada a la
entrepierna de Yeonjun, sintiendo ella el bulto con su trasero. Yeonjun recorrió con la yema de
sus dedos alrededor de la vulva de TN hasta que introdujo sus dedos dentro de su ropa interior,
sintiendo el transparente flujo humedecer sus dedos. TN, quien tenía la cabeza levemente
alzada, se dejó caer al sentir los dedos de Yeonjun en su interior, viviendo la deliciosa
experiencia de sentir los dedos de Yeonjun moverse en el interior de su vagina.

Luego de pocos minutos, Yeonjun retiró sus dedos. Desabrochó su cinturón, retiró un paquete
de preservativo de uno de sus bolsillos y se sacó los pantalones. Se retiró el bóxer y se colocó el
preservativo en el pene ya erecto. Yeonjun, de repente, le dio una nalgada a TN quien sonrió
con morbosidad. Él movió a TN con sus fuertes brazos, dándole vuelta. Retiró su remera y
desabrochó su sostén, dejando al descubierto sus hermosos pechos. Él acercó su rostro entre
sus pechos y con húmedos besos recorrió su torso mientras apretaba con suavidad uno de sus
pechos. Cuando llegó al vientre de TN, levantó la vista y con ojos morbosos sonrió. Yeonjun
separó las piernas de TN e introdujo con suavidad su miembro en la vagina de TN, pero a
medida que avanzaba, le penetraba con más brusquedad, provocando que TN gimiera
fuertemente del placer que sentía dentro de sí, de la excitación que recorría cada parte de su
cuerpo y de la placentera presión que ocasionaba sobre su vientre.

En aquel encuentro intimo entre Yeonjun y TN, él dejó una marca dentro de TN que provocó
encuentros casi todas las semanas. Encuentros que Yeonjun utilizaba para descargar la ira que
aun sentía por su ex prometida mediante actos de sadomasoquismo en sus relaciones
sexuales, acto que para TN era sumamente placentero.