Está en la página 1de 2

Esencia humana

Entendemos por «esencia de una persona» al conjunto de cualidades, rasgos o características


que hace que una persona sea lo que es. La esencia es invariable o prácticamente invariable,
puesto que, si cambia, la persona ya no se reconocería.
Este concepto lo podemos equiparar al de identidad, el cual es comprendido como conjunto de
creencias, patrones conductuales y modos de sentir que nos diferencian de las demás
personas. La identidad es una construcción que nos proporciona una sensación de
singularidad.

Retomando el concepto de esencia, ¿de dónde procede el sentido de permanencia que la


caracteriza? Probablemente, venga de nuestras creencias, de la convicción de que no
cambiamos. Esta creencia es la que parece mantenerse inmutable, pero no porque en esencia
lo sea, sino porque nos resistimos a cambiarla.

Cuando todo cambia y la persona no, podemos afirmar que no es que la persona en sí misma
no cambie, sino más bien que se resiste a hacerlo. Esto no debe extrañarnos, todos lo
hacemos porque la idea de inmutabilidad que hemos asociado con nuestra esencia nos
proporciona la seguridad de ser alguien. Si cambiamos constantemente, entonces ¿Quiénes
somos a cada instante? Es mejor evitar la angustia de no saberlo y sentir la seguridad de que
realmente somos algo.
Desde una postura existencial, podemos decir que toda esencia se construye a partir de la
existencia. En palabras de Jean Paul Sartre, la existencia precede a la esencia. Primero
existimos, luego somos. No venimos a este mundo preconfigurados, nos configuramos en él.
Así que, primero existimos, es decir, emergemos al mundo, aparecemos y entramos en
escena, y luego nos definimos: «soy un doctor», «soy padre de familia», «soy una persona
carismática». Por lo tanto, no nacemos siendo ya lo que somos, nos hacemos al relacionarnos
con el mundo y los demás.

La esencia de una persona es el conjunto de cualidades, rasgos o características que hacen


que una persona sea lo que es1. Esta esencia es invariable o prácticamente invariable, puesto
que si cambia, la persona ya no se reconocería1. Según Aristóteles, cada ser humano tiene una
esencia única que lo define y le otorga su identidad2. La naturaleza humana es un conjunto de
características que definen al individuo, es la que nos hace ser humanos de forma intrínseca y
que nos diferencia al mismo tiempo de otros seres o criaturas3.

Saber reconocer la esencia de las personas es fundamental para aprender y crecer en nuestra
vida personal y profesional. Aquí hay algunas razones por las que es importante:

1. Empatía y Conexión: Al comprender la esencia de alguien, podemos empatizar con sus


experiencias, emociones y perspectivas. Esto nos

permite conectar a un nivel más profundo y construir relaciones significativas.


2. Aprendizaje y Crecimiento: La esencia de una persona está intrínsecamente ligada a su
historia, valores y creencias. Al aprender de ellos, adquirimos conocimientos y
perspectivas valiosas que pueden enriquecer nuestra propia vida.

3. Liderazgo y Colaboración: En entornos laborales o de liderazgo, reconocer la esencia de


los demás nos ayuda a comprender sus fortalezas, debilidades y motivaciones. Esto
facilita la colaboración efectiva y el liderazgo compasivo.

4. Toma de Decisiones: Al conocer la esencia de alguien, podemos tomar decisiones más


informadas. Por ejemplo, al contratar a alguien para un trabajo, comprender su esencia
nos ayuda a evaluar si encajará bien en la cultura de la empresa.

5. Respeto y Tolerancia: Reconocer la esencia de las personas nos ayuda a apreciar su


singularidad y diversidad. Esto fomenta el respeto mutuo y la tolerancia hacia las
diferencias.

En resumen, comprender la esencia de las personas nos permite aprender, crecer y construir
relaciones significativas en todos los aspectos de la vida.

También podría gustarte