CAPÍTULO II

CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS

MAYORES EN LAS AMÉRICAS
CAPÍTULO II
CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y BIENESTAR DE LOS ADULTOS
MAYORES EN LAS AMÉRICAS

II.1 Introdución
Algunos estudios han estimado que los países

E
l gran crecimiento de la proporción de ancianos
en la población total ha generado a la sociedad
necesidades que eran desconocidas en el
pasado. Los miembros jóvenes de las familias
enfrentan dificultades para mantener y atender a los
miembros más viejos, y la mayor longevidad de las
personas ha creado necesidades que en el pasado
eran poco comunes. En este escenario, se ha puesto
mucha atención a las cuestiones de pensiones y
reformas en salud, pero conforme el proceso de
envejecimiento avanza se ha encontrado que los
programas de pensiones y de seguros de salud, como
originalmente fueron diseñados, no son suficientes
para enfrentar estas condiciones. En particular,
además de los costos de vida y las necesidades
médicas, los adultos necesitan ayuda para llevar a
cabo sus actividades diarias como bañarse y cocinar.
En otras palabras, necesitan cuidados permanentes,
a los que en adelante llamaremos cuidados de largo
plazo (CLP). Estos cuidados no son cubiertos por el
seguro de salud y son difíciles de afrontar con la
pensión como fuente de ingreso. Una persona que
no puede realizar sus actividades diarias y que no
recibe ayuda, aun cuando él o ella posea una pensión
o reciba cuidados relacionados con la salud, se ubica
en un nivel menor de bienestar, impidiendo que se
alcance uno de los objetivos de la seguridad social.
de América Latina y el Caribe (ALC) enfrentarán altas
tasas de crecimiento en las necesidades de CLP (OMS
2002). En este escenario, es altamente importante
entender las fuerzas de demanda y oferta para CLP
en estos países, así como la manera en que la red
institucional actual moldea estas fuerzas. Sin
embargo, hay muy poca información sobre programas
de provisión de CLP en países de ALC y las
implicaciones del crecimiento esperado en las
necesidades de CLP.1
La Conferencia Interamericana de Seguridad
Social (CISS) ha desarrollado este estudio de acuerdo
con el compromiso de proporcionar investigación de
alta calidad que ayude al proceso de toma de
decisiones de sus miembros, y convencida de que
cualquier política pública para los países en vías de
desarrollo debe estar basada en las experiencias y
características propias de los países en desarrollo.
Este capítulo presenta estimaciones de tasas de
reemplazo futuras de los hogares (adultos mayores
en necesidad por miembros sanos de la familia) para
evaluar cómo el equilibrio actual entre la demanda y
la oferta relacionada con la familia puede cambiar en
cada país de ALC; adicionalmente, se estudió la oferta
pública actual de programas de cuidados a los
adultos mayores.

1
Una de las pocas excepciones es el estudio de la Organización Mundial de la Salud que incluyó a México y Costa Rica en
la muestra de la iniciativa en Cuidados de Largo Plazo (OMS 2002a).

29
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006
Si bien no hay razones para ser demasiado
pesimistas en el sentido de que no habrá nadie para
cuidar de los mayores, los países enfrentan varios
desafíos que requerirán intervenciones públicas. Lo
que se ha hecho no es suficiente y debe ser reforzado.
En la mayoría de los países hay programas para los
adultos mayores, pero éstos se relacionan más con
el cuidado de la salud que con los CLP y están, como
tales, financiados por seguros de salud o por los
presupuestos de los programas asistenciales de
salud. Esta situación impone per se límites en los
beneficios de los CLP que pueden ser
proporcionados: por un lado, los programas de salud
están enfrentando problemas financieros; por otra
parte, los CLP incluyen beneficios no relacionados con
el cuidado de la salud que no se pueden justificar en
programas de salud.
Los países de ALC están a tiempo de diseñar
políticas dirigidas a mejorar la provisión de los CLP.
El análisis de este Capítulo concluye que si bien no
hay "fórmulas claras" al diseñar los sistemas de CLP,
los países de la región deben seguir dos principios
fundamentales. Primero, se deben establecer
programas para los proveedores familiares de CLP,
especialmente los enfocados en permitir que los
proveedores familiares cumplan con su
responsabilidad como cuidadores de su familiar con
necesidades de CLP y cumplan también con sus
obligaciones laborales; y, en segundo lugar, una
fuente del financiamiento independiente para los
CLP debe ser establecida. Por otra parte, mientras
que reconocemos que los sistemas de CLP en
países en desarrollo serán diseñados de acuerdo
con su propio contexto, se puede aprender mucho
y definir la gama de opciones a través del
conocimiento de las experiencias en los países
desarrollados, en donde los sistemas de CLP llevan
varios años operando. Por esta razón, se
proporciona una breve descripción de los sistemas
de los CLP en tales países.
Para este documento se utizaron varias
fuentes públicas, así como la información
recopilada directamente de las instituciones en
30
ALC que son miembros de la CISS. Las estimaciones
de las necesidades de CLP y la provisión familiar
de CLP se basan en la información pública de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta
es la mejor información que se tuvo a la mano,
aunque se reconoce que las proyecciones de las
necesidades de CLP pueden ser complicadas
debido a la dificultad de proyectar las tasas de
discapacidad y las necesidades de CLP
relacionadas. Las proyecciones pierden cierta
exactitud cuando el período proyectado se
extiende, como ocurre en estos escenarios, y
cuando sólo están disponibles los promedios—y
no datos individuales o alguna otra información
estadística de cómo varía la discapacidad entre
la sociedad, que pudieran dar información más
rica. A pesar de todas estas limitaciones, creemos
que incluso si las estimaciones no son tan exactas
como se desea, las conclusiones del documento
no pierden por ello su validez.
El capítulo se organiza de la siguiente manera.
En la Sección II.2 se proporciona una definición de
CLP. En la Sección II.3 se muestra un análisis de la
demanda y oferta de CLP. La Sección II.4 describe
los desafíos que los países están y estarán
enfrentando con respecto a CLP. La Sección II.5
muestra un marco conceptual que describe los
elementos básicos que los sistemas de CLP deben
incluir. La Sección II.6 presenta un breve resumen
de estos elementos en naciones desarrolladas. La
Sección II.7 contiene las conclusiones.
II.2 Definición de CLP
Aunque el término "cuidados de largo plazo" (CLP)
se utiliza frecuentemente, no hay un acuerdo único
sobre la definición del concepto (véase por ejemplo
Garber 1996, Norton 2000 y McCall 2001 para una
discusión de las definiciones de CLP). En este
documento utilizaremos una definición de la OMS y
de la OCDE.2 Según las definiciones de la OMS y de la
OCDE, los CLP son una serie de servicios diseñados
para las personas que no son completamente
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

capaces—sobre una base de largo plazo—del
cuidado de si mismos. Los servicios se enfocan en
minimizar, restaurar o compensar la pérdida del
funcionamiento físico o mental independiente. Incluye
ayuda para realizar las actividades fundamentales de
la vida diaria (AFVD, a veces llamadas las actividades
de la vida diaria), y actividades instrumentales de la
3
vida diaria (AIVD). "CLP no incluye la prevención, el
tratamiento de enfermedades crónicas, la rehabilitación
y el cuidado agudo en general, pero incluye los esfuerzos
de asegurar a la población el acceso a los cuidados
de largo plazo para casos agudos y crónicos, y para
prevenir el deterioro de la capacidad funcional del
discapacitado, promoviendo formas de vida apropiadas
y cuidado preventivo para mantener la capacidad
funcional y la interacción social" (OMS 2002a, pp.7).4
Conceptualmente, los CLP pueden ser
proporcionados por prestadores de cuidados
formales (pagados) e informales (no pagados). Los
prestadores de cuidados formales son profesionales
o paraprofesionales reconocidos como enfermeras,
doctores y trabajadores sociales. Los prestadores
de cuidados informales son básicamente los
miembros de la familia, amigos, vecinos, voluntarios
independientes, así como trabajadores voluntarios
organizados. Los CLP pueden ser institucionales (de
acuerdo con la OMS, cuando tres o más personas
están siendo cuidadas en el mismo lugar) o basados
en el hogar (ya sea en el hogar o en la comunidad).
Los CLP formales pueden ser financiados y
organizados por el sector público o privado. El cuidado
financiado públicamente viene de las instituciones de
seguridad social o de los gobiernos federales,
estatales o locales; el financiamiento privado es
asociado a las organizaciones no gubernamentales
(ONGs) u organizaciones con fines de lucro.
Es importante comentar, para propósitos del
documento, que: i) los proveedores institucionales
de cuidados son muy diversos, la combinación de
productos varía por país y a través del tiempo, ii) el
cuidado personal para las AFVD se proporciona con
frecuencia conjuntamente con ayuda de servicios
médicos básicos, tales como curación de heridas,
atención del dolor, medicación, supervisión de salud,
prevención, rehabilitación o los servicios del cuidado
paliativo, de modo que la distinción entre las
instituciones del cuidado de la salud y las instituciones
de CLP es difícil en la práctica, y iii) también es común
encontrar a algunos proveedores formales
financiados conjuntamente por las entidades privadas
y públicas. Nos enfocaremos en los CLP públicamente
financiados y CLP informales basados en el hogar,
puesto que los de financiamiento puramente privado
van más allá del alcance de este documento. En este
sentido, lo siguiente es una amplia clasificación
de las instituciones asociadas a CLP:
• Instituciones para el cuidado . Éstas son
instituciones residenciales que proporcionan
alojamiento y comida, así como cuidados de
enfermería y algunos servicios terapéuticos
para los adultos mayores. Los asociaremos
sobre todo al cuidado médico.
• Servicios de cuidado residencial/asilos. Esta
categoría de servicio de cuidado residencial
acepta a gente que requiere ayuda en ambas
actividades de la vida diaria, fundamentales
e instrumentales y
• Centros de cuidado de día de los adultos. Estos
son centros no residenciales que proveen a
los usuarios comidas, supervisión,
actividades sociales y educativas.

2
LA OMS y la OCDE tienen algunas diferencias que serán aclaradas en el documento.
3
AFVD generalmente se refiere a las actividades de autocuidado que una persona debe realizar diariamente como, comer,
vestirse, bañarse, ir de la cama al sillón, usar el inodoro, y controlar la vejiga y los intestinos.
4
AIVD se refieren a actividades que permiten a la persona vivir independientemente en una casa o departamento, tales como
preparar alimentos, realizar labores domésticas, tomar medicinas, tomar recados, administrar el dinero y usar el teléfono. La
OCDE excluye los gastos en estos cuidados para contabilizarlos en el gasto en CLP cuando es posible (OCDE 2004, pp. 6).

31
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

II.3 Estimación de las Necesidades Actuales y
Futuras de CLP en ALC
II.3.1 Estimación de las Necesidades Actuales
y Futuras de CLP
La creciente necesidad de políticas de CLP se asocia
generalmente a los países industrializados. Por
ejemplo, en Estados Unidos más del 25 por ciento
de los mayores de 65 años necesitan algún tipo de
CLP (CBO 2004). Los que es menos reconocido es
que las necesidades de CLP están aumentando en el
mundo en vías de desarrollo a una tasa que excede
por mucho lo experimentado por los países
industrializados. Se espera que a finales de 2050,
21.2 millones de personas en América Latina y los
países del Caribe requerirán CLP.5 En términos del
porcentaje de la población, podemos ver que
aproximadamente entre el 15 y 20 por ciento de los
adultos mayores de 60 años estará en la necesidad
de CLP. Dentro de este grupo es importante
mencionar que Colombia, Guatemala, El Salvador,
Brasil y México son países en los cuales la población
adulta discapacitada crecerá a las tasas más altas
(Véase Gráfica II.1a y Gráfica II.1b).

Gráfica II.1a
América Latina y el Caribe: Población Adulta que Requiere CLP 1/

(miles)

Total por continentes Total por regiones

70,000 14,000

60,000 12,000

50,000 10,000

40,000 8,000

30,000 6,000

20,000 4,000

10,000 2,000

0 0
2000 2010 2020 2030 2040 2050 2000 2010 2020 2030 2040 2050

América Latina Canadá Andina Centroamérica

China Estados Unidos Cono Sur México y Caribe Latino
Europa Norteamérica y Caribe Anglo

Andina Centroamérica
600
2,500

500
2,000

400
1,500
300
1,000
200

500
100

0 0
2000 2010 2020 2030 2040 2050 2000 2010 2020 2030 2040 2050

Bolivia Colombia Ecuador Perú Costa Rica El Salvador Guatemala

Honduras Nicaragua Panamá

5
La razón detrás de este patrón es el envejecimiento de la población y el hecho de que el porcentaje de personas con
enfermedades crónicas y discapacidades relacionadas crece significativamente con la edad de la población (OMS 2002a).

32
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

Gráfica II.1a (continuación)

Cono Sur México y el Caribe Latino

8,000 5,000
4,500
7,000
4,000
6,000
3,500
5,000 3,000
4,000 2,500
2,000
3,000
1,500
2,000
1,000
1,000 500
0 0
2000 2010 2020 2030 2040 2050 2000 2010 2020 2030 2040 2050

Argentina Brasil Chile Cuba Haití

Paraguay Uruguay México República Dominicana

Norteamérica y el Caribe Anglo

12,000 Antillas Holandesas
Bahamas
10,000 Barbados
Belice
Canadá
8,000 Estados Unidos
Guyana Francesa
Guadalupe
6,000
Jamaica
Polinesia Francesa
4,000 Santa Lucía
Surinam
2,000 Trinidad y Tobago

0
2000 2010 2020 2030 2040 2050

Notas: 1/ "Personas que necesitan CLP" se define como el número de personas que requieren cuidado diario, basado en tres categorías de severidad del estudio de
la OMS de discapacidad de la Carga Global de Enfermedades.
Fuente: OMS (2005).

33
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

Gráfica II.1b
América Latina y el Caribe: Población Adulta que Requiere CLP 1/

(porcentajes de la población de 60 años y más)

Andina Centroamérica
14 14

13 13

12 12

11 11
2000 2010 2020 2030 2040 2050 2000 2010 2020 2030 2040 2050

Bolivia Colombia Ecuador Perú Costa Rica El Salvador Guatemala

Honduras Nicaragua Panamá

Cono Sur México y el Caribe Latino

14 15

14
13

13

12
12

11 11
2000 2010 2020 2030 2040 2050 2000 2010 2020 2030 2040 2050

Argentina Brasil Chile Cuba Haití

Paraguay Uruguay México República Dominicana

Norteamérica y el Caribe Anglo

30
Antillas Holandesas
Bahamas
25 Barbados
Belice
20 Canadá
Estados Unidos
Guyana Francesa
15 Guadalupe
Jamaica
10 Polinesia Francesa
Santa Lucía
Surinam
5
Trinidad y Tobago

0
2000 2010 2020 2030 2040 2050

Notas: 1/ "Personas que necesitan CLP" se define como el número de personas que requieren cuidado diario, basado en las tres categorías más severas del estudio
de discapacidad de la Carga Global de Enfermedades.
Fuente: Elaborados con base en OMS (2005) y ONU (2005).

34
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

Si se asume como máximo un adulto en la aproximadamente 10 a 12 por ciento de los hogares

necesidad de CLP en cada hogar, se estima, dadas
las proyecciones del tamaño promedio del hogar
(Véase Gráfica II.2), que aproximadamente 7 por
ciento de los hogares en los países analizados tienen
hoy un adulto que requiere CLP, pero que en 2025
de ALC tendrán un adulto con necesidades de CLP
(Véase Gráfica II.3). La tendencia continuará en el
tiempo. Un cálculo aproximado establece que, en
2050, de 15 a 20 por ciento de los hogares tendrá
un adulto con necesidades de CLP.

Gráfica II. 2
América Latina y el Caribe: Proyección del Tamaño Promedio del Hogar por País

Total por Continentes Total por Regiones

5.0 6.0

5.5
4.5
5.0
4.0
4.5

3.5 4.0

3.5
3.0
3.0
2.5
2.5

2.0 2.0
1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025

América Latina Canadá Andina Cono Sur

China Estados Unidos Centroamérica México y el Caribe Latino
Europa Norteamérica y el Caribe Anglo

Andina
Centroamérica
9.0 8.0

8.0 7.0

7.0
6.0
6.0
5.0
5.0
4.0
4.0

3.0 3.0

2.0 2.0

1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Bolivia Colombia Ecuador Perú Costa Rica El Salvador Guatemala

Honduras Nicaragua Panamá

35
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

Gráfica II.2 (continuación)

Cono Sur México y el Caribe Latino

6.0 6.0

5.5 5.5

5.0 5.0

4.5 4.5

4.0 4.0

3.5 3.5

3.0 3.0

2.5 2.5

2.0 2.0
1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Argentina Brasil Chile Cuba Haití

Paraguay Uruguay México República Dominicana

Norteamérica y el Caribe Anglo

12.0 Antillas Holandesas
Bahamas
10.0 Barbados
Belice
Canadá
8.0 Estados Unidos
Guyana Francesa
6.0 Guadalupe
Guyana
Jamaica
4.0
Martinica
Polinesia Francesa
2.0 Santa Lucía
San Vicente y las Granadinas
0.0
1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Fuente: UNHABITAT (1999).

Gráfica II.3
América Latina y el Caribe: Proyección del Porcentaje de Hogares con un Adulto Mayor que Requiere CLP1/

Andina Centroamérica

14 10
9
12
8
10 7
6
8
5
6
4

4 3
2
2
1
0 0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Bolivia Colombia Ecuador Perú Costa Rica El Salvador Guatemala

Honduras Nicaragua Panamá

36
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

Gráfica II.3 (continuación)

Cono Sur México y el Caribe Latino

12 18

16
10
14
8 12

10
6
8
4 6

4
2
2
0 0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Argentina Brasil Chile Cuba Haití

Paraguay Uruguay México República Dominicana

Norteamérica y el Caribe Anglo

20
18
16 Bahamas
14 Barbados
12 Belice
Canadá
10
Estados Unidos
8
Jamaica
6 Santa Lucía
4 Trinidad y Tobago
2
0
2000 2005 2010 2015 2020 2025

Notas: 1/ Se asume sólo un adulto por hogar que requiere CLP.

Fuente: Elaborado con base en datos de UNHABITAT (1999), OMS (2005) y ONU (2005).

II.3.2 Provisión de CLP en América Latina y el
Caribe
Como se mencionó anteriormente, los CLP son
provistos por proveedores formales e informales,
en instituciones o en el hogar y/o la comunidad.
Desafortunadamente, hay muy poca información
sobre la manera en que los CLP están divididos por
prestadores de cuidados formales e informales
usando una fuente de información única. La primera
parte del Cuadro II.1 muestra la importancia del
cuidado formal e informal para siete países en
desarrollo, calculados usando la encuesta sobre
salud, bienestar y envejecimiento en América Latina
y el Caribe (SABE).6 En la segunda parte, se muestran
algunas estimaciones de las mismas variables
tomadas de diversas fuentes para los países
desarrollados. Con esta información, se puede
concluir que el cuidado informal es en gran medida el

6
La encuesta SABE fue desarrollada como un estudio multinuclear bajo la dirección de la Organización Panamericana de la
Salud (OPS). El estudio SABE contrató a un grupo de investigadores de la región de las Américas, que trabajaron conjuntamente
y tomaron responsabilidades de todos los aspectos del estudio, con la coordinación y apoyo de la OPS. La encuesta SABE
fue desarrollada en siete ciudades de la región: Bridgetown, Barbados; Buenos Aires, Argentina; Habana, Cuba; Ciudad de
México, México; Montevideo, Uruguay; Santiago, Chile; y São Paulo, Brasil. El apoyo que la OPS recibió del Instituto Nacional
en Envejecimiento de Estados Unidos fue muy importante en todos los aspectos de la administración de datos y en el
entrenamiento de los investigadores en América Latina y los Estados Unidos.

37
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006
cuidado más importante de los países en vías de
desarrollo, como ocurre en los países desarrollados.
Entre 65 y 92 por ciento de los adultos con
necesidades de CLP en los países en vías de
desarrollo analizados recibe cuidado informal para
AIVD y entre el 26 y 52 por ciento recibe cuidado
informal para AFVD.
Es importante mencionar también que
aproximadamente 12 por ciento de la población en
países en vías de desarrollo muestra que reciben
ayuda formal en casa. Esta cifra parece muy alta en
comparación con los países desarrollados.
Desafortunadamente, la encuesta no permite
identificar quiénes son los prestadores de cuidados
basados en el hogar.
El cuidado institucional en ALC es
proporcionado generalmente por organizaciones
públicas, organizaciones privadas u ONGs o por
organizaciones mixtas. Vale la pena comentar que
generalmente las instituciones públicas que
proporcionan cuidado a los adultos mayores se
relacionan más con el cuidado médico —lo que
significa más servicios de enfermería— que otras
opciones de CLP, tales como servicios de cuidados
residenciales. Es importante mencionar también que
en los países analizados, con excepción de algunos
casos como Costa Rica, Cuba y Brasil, no existen los
programas públicos especiales del cuidado formal
basado en el hogar, pero también en estos casos los
programas son más relacionados a la salud que a
los CLP. Muchos otros países proporcionan algunos
servicios comunitarios a los adultos, pero
generalmente relacionados con las actividades
sociales y no con CLP (CISS 2005d).
Con respecto al cuidado informal, es muy
importante saber quién lo está proporcionando, los
miembros de los hogares (o familiares) o miembros
de la comunidad, y si el cuidado es proporcionado
por los miembros de los hogares (o familiares), hay
que entender qué miembros están proporcionando
el cuidado. Este conocimiento es muy importante en
términos de política pública; por ejemplo, si otro
38
adulto es el responsable principal de los CLP, las
iniciativas de política pública deben estar enfocadas
en ayudar a esta persona para mantener su estado
de salud, pero si un miembro de la familia en edad de
trabajar proporciona los CLP, estas políticas se deben
enfocar en encontrar la manera para que estas
personas puedan combinar su trabajo y las
responsabilidades como cuidador.
La evidencia sugiere que los principales
prestadores de cuidados son los miembros del
hogar (o familiares) pero que la relación varía a
través de los países. En Estados Unidos, en 1994,
el cónyuge o un hijo proporcionaron algún tipo de
cuidados al 80 por ciento de las personas mayores
discapacitadas de la comunidad que recibía
cuidado informal. Las hijas tenían una probabilidad
dos veces mayor que los hijos de ser los
prestadores primarios de cuidados; en total, casi
dos tercios de los prestadores primarios de
cuidados eran mujeres (Spillman y Pezzin 2000 y
OMS 2003). En Inglaterra, como en los Estados
Unidos, la mayoría de los prestadores de cuidados
son mujeres; sin embargo, parece ser más
probable que los prestadores de cuidados
tengan menos de 65 años, a diferencia de
Estados Unidos (Departamento de la Salud del
Reino Unido 2000). La mayoría de los adultos en
Japón viven con sus hijos (si es posible) y el
cuidado de adultos con necesidades de CLP es
tradicionalmente responsabilidad de la nuera
(Campbell e Ikegami 2000).
En los países en desarrollo de ALC el principal
proveedor de los CLP para los adultos mayores
es el hijo o la hija, variando de 46 por ciento en
Uruguay a 62 por ciento en México. El cónyuge o
pareja es la segunda fuente de CLP informales,
variando de 18 por ciento en Chile a 32 por ciento
en Barbados. Los hijastros, nietos y otros
familiares son también proveedores importantes
de CLP (Véase Cuadro II.2).
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

Cuadro II.1
Porcentaje de Discapacitados que Reciben Cuidados por Tipo de CLP1/

Cuidado Cuidado formal Cuidado informal

Institucional basado en el hogar
Países menos desarrollados AFVD AIVD
Argentina N.D. 23.6 32 65
Barbados N.D. 18.4 46 74
Brasil N.D. 15.9 40 92
Chile N.D. 2.3 52 86
Cuba N.D. 10.7 42 90
México N.D. 9.0 38 84
Uruguay N.D. 11.9 26 75
Países desarrollados
Australia 6.8 11.7 83.8
Austria 4.9 24.0 N.D.
Bélgica 6.4 4.5 N.D.
Canadá 6.2 a 7.5 17.0 88.2
Dinamarca 7 20.3 N.D.
Finlandia 5.3 a 7.6 14.0 N.D.
Francia 6.5 6.1 50
Alemania 6.8 9.6 71.4
Irlanda 5 3.5 N.D.
Italia 3.9 2.8 N.D.
Japón 6 5.0 N.D.
Corea N.D. N.D. 90
Luxemburgo 6.8 N.D. N.D.
Holanda 5.1 12.0 57.5
Noruega 8.8 17.0 67.3
España 6.6 1.6 70
Suecia 8.7 11.2 N.D.
Reino Unido 2.9 5.5 80
Estados Unidos 5.7 16.0 70.9
Notas: N.D. No disponible. 1/ Las fuentes de información y definiciones varían, haciendo la comparación un trabajo difícil, especialmente para los países europeos.
En algunos casos, los adultos son definidos como aquellas personas de 65 años y más, mientras que en otros casos se establece a los 60 años. También las definiciones
de necesidades de CLP o personas frágiles varían ente los países y el concepto de instituciones. Para los países de América Latina ,la edad para definir a los adultos
mayores y los adultos mayores que requieren CLP es en ambos casos 60 años (para los países de la muestra).
Fuente: CISS (2005c) y Murad (2003).

Cuadro II.2
Porcentaje de Adultos de 60 Años y Más que Reciben Servicios Informales de CLP por Cuidador
Cónyuge Hijo o Familiares Hijos Otro No
Hijastros
o pareja hija lejanos Hermanos adoptivos Nietos
familiar familiares

Argentina 25.8 51.8 0.8 0.0 5.4 11.9 15.7 4.3 5.6
Barbados 31.7 55.9 1.3 6.3 1.9 18.8 1.4 12.7 19.7
Brasil 29.3 58.4 0.2 0.0 4.7 9.2 11.9 5.8 5.3
Chile 18.5 60.6 1.5 0.3 4.7 16.0 19.7 14.5 11.7
Cuba 23.8 52.5 1.5 0.3 1.6 8.0 11.0 9.8 9.1
México 19.8 62.3 1.5 1.0 1.4 9.7 16.8 5.8 2.2
Uruguay 22.8 46.3 0.3 0.0 3.8 6.6 19.8 10.7 14.9
Fuente: Elaborado con base en Peláez et al (2004).

39
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

Recuadro II.1
Determinantes para Recibir Apoyo de CLP

Con base en la encuesta SABE 2004, es posible estimar la probabilidad de recibir apoyo de CLP como una
función de características socioeconómicas y composición del hogar.
El cuadro que se presenta abajo muestra los resultados de la regresión. La mayoría de las variables
son significativas estadísticamente y tienen el signo esperado. Las primeras tres variables implican vivir
con alguien más (vivir con el cónyuge e hijos, sólo con hermanos o sólo con alguno de los hijos) y para
todos los países estas variables presentan signo positivo; el impacto es más alto en el caso de vivir con
el cónyuge e hijos. Esto significa que aquéllos que viven con su propia familia tienen más probabilidad de
recibir apoyo. De igual manera, los coeficientes de edad, tamaño del hogar, adultos por hogar, número de
hijos, número de AFVD y número de AIVD (excepto Argentina) tienen los signos esperados.
Dos variables relevantes son: "mujer" y "casado con una mujer". La primera indica que el receptor
de CLP es una mujer y la segunda el sexo y la condición conyugal del receptor de CLP, implicando que
el individuo es un hombre y está casado. En cuatro de siete países estos coeficientes resultaron
significativos y negativos. Esto significa que una mujer tiene menos probabilidad de recibir apoyo. Por el
contrario, estar casado aumenta la probabilidad de recibirlo. Esta evidencia es lógica en el contexto del
envejecimiento, debido a que las mujeres tienen una esperanza de vida más alta que los hombres. Esto
apoya la hipótesis de Lakdawalla y Philipson (1998) que dice que los hombres son cuidados por las
mujeres pero no lo opuesto.

Factores que Determinan la Probabilidad de Recibir Apoyo de CLP

por País
Argentina Barbados Brasil Chile Cuba México Uruguay
Vivir con el cónyuge e hijo 1.718 0.927 0.522 1.052 0.349 0.172 1.011
Vivir sólo con hermanos 1.649 0.589 1.025 0.461 0.066 0.869 1.418
Vivir sólo con hijo/hija 0.828 0.592 0.584 0.632 -0.240 0.119 0.693
Edad 0.037 0.018 0.019 0.023 0.011 0.036 0.029
Mujer -0.192 -0.171 -0.142 0.138 -0.029 N.S . 0.257 1.019
Casado con una mujer 0.128 0.652 0.568 0.528 0.214 0.298 1.488
Tamaño del hogar 0.041 -0.021 -0.094 -0.013 -0.121 0.000 -0.159
Adultos con hogar 0.045 -0.078 0.110 0.062 0.197 0.100 0.369
Número de hijo 0.044 0.001 N.S . 0.011 0.037 -0.010 0.006 0.100
/OI
Otros ingresos 0.003 -0.002 -0.000 N.D. N.D. 0.000 -0.000
Ingresos por pensiones -0.001 -0.000 -0.000 -0.000 -0.013 0.000 0.000 N.S .
Número de problemas de AFVD 0.729 0.794 0.578 0.558 0.545 0.454 -0.758
Número de problemas de AIVD -0.216 0.025 0.098 0.101 0.152 0.154 0.201
Constante -5.368 -3.269 -3.455 -3.893 -2.078 -5.048 -5.598
Notas: N.D. No disponible.
Todas las variables son significativas al 95 por ciento, excepto las marcadas con N.S., que no son significativas.
OI: Definido como el ingreso de los receptores de CLP que son proporcionados por las familias en un país extranjero, ingreso por renta y/o subsidio, en
términos corrientes.
Fuente: Elaborado con base en Peláez et al (2004).

II.4 Desafíos Planteados por las Necesidades
de CLP y los Cambios Demográficos
Las conclusiones de las secciones anteriores sugieren
que no se tiene que ser muy pesimista respecto al
futuro. Después de todo, incluso a muy largo plazo
solamente de 15 a 20 por ciento de las familias
un resumen de los desafíos que necesitan ser
superados para mejorar el bienestar de los adultos
mayores necesitados.
II.4.1 Extensión de CLP a Toda la Población
El primer desafío que se presenta es ampliar las

tendrán adultos con necesidades de CLP y las familias oportunidades para el cuidado a toda la población,

están proporcionando el cuidado. Sin embargo, esta puesto que no toda la gente que está requiriendo

información no significa que no hay desafíos que CLP lo está recibiendo. Como se muestra en el Cuadro

enfrentar. En las secciones siguientes se proporciona II.3, casi todos los adultos que requieren CLP para

40
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS
las AIVD están recibiendo ayuda, pero menos de la
mitad de las personas que requiere ayuda para las
AFVD la está recibiendo.
II.4.2 Cambios en la Estructura de las Familias
El segundo desafío se asocia a la transición
demográfica y a los planes de vida de los miembros
de la familia. Por ejemplo, desde décadas pasadas
ha habido una disminución en los índices de
fertilidad y un aumento constante en los índices de
participación laboral femenina en la región (CISS
2004). Sin embargo, es posible que los desafíos
asociados a la transición demográfica y a los
cambios en los planes de los miembros de la familia
estén más enfocados a permitir que los miembros
de la familia combinen la participación en el
mercado de trabajo y las responsabilidades de
cuidado de los adultos mayores, más que con una
carencia de la oferta de cuidadores potenciales
dentro de la familia.
Esto es porque se calculó que dada las
proyecciones de las necesidades de CLP y el tamaño
del hogar, la mayoría de las familias tendrán por
varias décadas una fuente constante de miembros
sanos mayores de 15 años por adulto mayor con
necesidades de CLP (Véase Gráfica II.4).
En síntesis, en promedio (o para la mayoría de
los hogares), habrá más familias con adultos con
necesidades de CLP en el futuro, pero igual número
de cuidadores potenciales como hoy día dentro de
cada familia. Por otra parte, la edad promedio de
los cuidadores potenciales, a pesar de que
Cuadro II.3
Porcentaje de Adultos (60 años y más) que Requieren y Reciben Servicios de CLP1/
AFVD
Requieren
Argentina 17
Barbados 15
Brasil 19
Chile 19
Cuba 22
México 26
Uruguay 17
Nota: 1/ Incluye unicamente cuidado informal, pero se estima que el formal en el hogar e institucional es bajo, de tal forma que no se logra una cobertura total.
Fuente: Elaborado con base en Peláez et al (2004) y Murad (2003).
aumentará en el tiempo en la mayoría de los
países analizados, será aproximadamente de 25
a 30 años de edad en 2025 y aproximadamente
en promedio de 50 a 55 años de edad en el 2050
(Véase Gráfica II.5).
El comportamiento socioeconómico de los
miembros de la familia puede implicar nuevos arreglos
y, como se ha discutido, los cuidadores potenciales
informales tendrán otras responsabilidades que
impliquen menos tiempo para cuidar a sus adultos
mayores. Los países desarrollados por ejemplo,
experimentaron descensos dramáticos de la fertilidad
y aumento de la longevidad que contribuyeron al
envejecimiento rápido de la población, enfrentaron
mayor movilidad de la población, elecciones de vida
moderna, estilos de vida más independientes y la
participación de las mujeres en el mercado de trabajo,
que produjo una caída significativa de hogares de
co-residentes multigeneracionales, haciendo cada vez
más difícil para los miembros de la relativamente
pequeña cohorte de personas en edad de trabajar el
cuidado en casa para sus padres y abuelos, cada
vez más longevos y con mayores necesidades.
Sin embargo, para los países en vías de
desarrollo del continente según las proyecciones de
UNHABITAT (1999), el tamaño de los hogares
disminuirá pero no alcanzará el tamaño actual de
los hogares en países desarrollados y es difícil
pensar que la tasa de participación laboral de las
mujeres en la región será más alta que la tasa de
participación laboral de las mujeres en países
AIVD
Reciben Requieren Reciben
32 22 65
46 23 74
40 30 92
52 24 86
42 28 90
38 36 84
26 17 75
41
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

Gráfica II.4
América Latina y el Caribe: Proyección de Número de Adultos Saludables Promedio por Hogar1/

Andina Centroamérica
5.5 4.5

5.0
4.0
4.5
3.5
4.0

3.5 3.0

3.0 2.5
2.5
2.0
2.0
1.5
1.5

1.0 1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2000 2005 2010 2015 2020 2025
Costa Rica El Salvador Guatemala
Bolivia Colombia Ecuador Perú
Honduras Nicaragua Panamá

Cono Sur México y el Caribe Latino

3.5 4.0

3.5
3.0

3.0
2.5
2.5
2.0
2.0

1.5
1.5

1.0 1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2000 2005 2010 2015 2020 2025
Argentina Brasil Chile Cuba Haití
Paraguay Uruguay México República Dominicana

Norteamérica y el Caribe Anglo

5.0
Bahamas
4.5
Barbados
4.0
Belice
3.5 Canadá
3.0 Estados Unidos

2.5 Jamaica

2.0 Santa Lucía

Trinidad yTobago
1.5

1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025

Nota: 1/ Los cuidadores potenciales de CLP son definidos como aquellas personas sanas de 15 años y más.
Fuente: Elaborado con base en UNHABITAT (1999), OMS (2005) y ONU (2005).

42
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

Gráfica II.5
América Latina y el Caribe: Proyección de la Edad Promedio Ponderada
de los Cuidadores Potenciales de CLP1/

Andina Centroamérica
34 38

32 36

34
30
32
Años

Años
28 30

26 28

26
24
24
22
22
20 20
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Costa Rica El Salvador Guatemala

Bolivia Colombia Ecuador Perú
Honduras Nicaragua Panamá

Cono Sur México y el Caribe Latino

40 45
38
36 40

34
32 35
Años

Años

30
28 30
26
24 25
22
20 20
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Argentina Brasil Chile Cuba Haití

Paraguay Uruguay México República Dominicana

Norteamérica y el Caribe Anglo

45
Bahamas
40 Barbados

Belice
Años

35
Canadá

Estados Unidos
30
Jamaica

Santa Lucía
25
Trinidad yTobago

20
2000 2005 2010 2015 2020 2025

Nota: 1/Los cuidadores potenciales de CLP son definidos como aquellos de 15 años y más.
Fuente: Cálculos propios con base en UNHABITAT (1999), OMS (2005) y ONU (2005).

43
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

desarrollados. No obstante, en los países en el mercado de trabajo y al mismo tiempo de

desarrollados el cuidado informal representa del 75
al 80 por ciento en promedio (Véase Cuadro II.4).
Por otra parte, aun si en los países de América
Latina (AL) ha habido descensos dramáticos en el
porcentaje de los niños que residen con dos padres,
hay un aumento leve de las personas que viven en
hogares de familia extendida. En promedio, más de
la mitad de la población total reside actualmente en
un hogar de familia extendida, en 16 países analizados
de acuerdo con un estudio del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID). "En otras palabras, mientras que
la proporción de niños sin los padres presentes está
creciendo en AL, estos niños y sus madres tienden a
ser absorbidos por los hogares de otros miembros
de la familia" (BID 2000, pp.66). Esta tendencia es
consistente con las proyecciones del tamaño del
hogar y con las proyecciones de cuidadores
potenciales presentadas anteriormente.
De la discusión anterior, se puede concluir que
muy probablemente el cuidado todavía será
proporcionado por los miembros de la familia y en
menor escala por los proveedores formales, ya sea
en el hogar o en alguna institución. Por otra parte,
dado el hecho de que probablemente
prestadores primarios de cuidados serán parte de
la población en edad de trabajar, los cuidadores
potenciales harán frente a la presión de participar
cuidar a los adultos del hogar. En este sentido, el
desafío para los gobiernos y las instituciones de
seguridad social será encontrar y poner en ejecución
políticas que permitan a los cuidadores potenciales
cumplir ambas responsabilidades.
Finalmente, es importante mencionar que hay
estudios más profundos en las mismas líneas de la
discusión antes mencionada que apoyan la hipótesis
de que el envejecimiento no se puede asociar
positivamente a la demanda de CLP formales.
Lakdawalla y Philipson proporcionan evidencia
empírica de que un aumento relativo de la fracción
de los hombres mayores disminuirá la demanda de
CLP formales puesto que las esposas sanas pueden
cuidar de ellos (Lakdawalla y Philipson 1999).
II.4.3 Desafíos Enfrentados en la Provisión de
Cuidados
A pesar de que el cuidado es proporcionado por las
instituciones formales o en el hogar, existen algunos
desafíos asociados a la provisión que se han
reconocido y se han probado y difundido a través de
publicaciones. La comprensión de los desafíos es
crucial para diseñar programas que garanticen que
los
la provisión sea dada en las mejores condiciones. En
el Cuadro II.5 se resumen los desafíos enfrentados
en los tres tipos de provisión. En este tema, las

Cuadro II.4
Personas que Reciben CLP Informal y Tamaño del Hogar
Países desarrollados Países de ALC

Tasa de Tasa de Tamaño

Tamaño participación Cuidado Tamaño participación del
del hogar femenina en informal del hogar femenina en hogar
actual la fuerza actual actual la fuerza proyectado
laboral actual laboral actual en 2025
Australia 2.6 44 83.8
Canadá 2.6 46 88.2
Francia 2.4 45 50
Alemania 2.2 42 71.4 Argentina 3.6 34 3.3
Corea 3.1 43 90.0 Barbados 3.4 46 3.2
Holanda 2.3 41 57.5 Brasil 3.0 36 2.3
Noruega 2.2 47 67.3 Chile 3.6 35 2.9
España 3.0 37 70 Cuba 3.6 40 3.3
Reino Unido 2.3 44 80 México 5.2 34 4.9
Estados Unidos 2.6 46 70.9 Uruguay 3.3 42 3.1
Promedio 2.5 43.5 73.0 3.7 38.1 3.3
Fuente: UNHABITAT (1999), Banco Mundial (2004) y CISS (2005c).

44
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS
agencias gubernamentales de los países de ALC han
estado trabajando para diseñar programas para
ayudar a los prestadores de servicio a aprender cómo
proporcionar cuidado y recibir algún entrenamiento
(CISS 2005d). Sin embargo, a pesar de ser funciones
importantes, no son funciones fundamentales de los
sistemas de CLP como se aclarará en la Sección II.6.
II.4.4 Desafíos Enfrentados en el Financiamiento
de Cuidados
Puesto que en ALC la mayoría de la provisión de
cuidados para adultos mayores con necesidades de
CLP se enfoca más al cuidado de la salud, como vimos
en secciones anteriores, no es sorprendente que
cuando la provisión de CLP es dada por las entidades
públicas sea financiada por el seguro de salud o por
el presupuesto de salud pública (CISS 2005d).
Esta situación provoca dos desafíos principales.
Primero, como es bien sabido y ha sido documentado,
muchos sistemas de salud en el Continente enfrentan
problemas financieros y algunos sistemas de salud
han sido reformados usando el mismo argumento,
así como para alcanzar la cobertura universal (CISS
2003). Si hay dificultades financieras en los sistemas
de salud es difícil creer que los sistemas de CLP serán
prioritarios si son financiados con los recursos del
cuidado de la salud. Por otra parte, como será visto
más adelante, existen algunos programas de CLP que
no están relacionados con la salud y, por tanto, no
Cuadro II.5
Desafíos de los Diferentes Tipos de Provisión de CLP
Tipo de cuidado
Cuidado institucional
Cuidado formal basado en el hogar
Cuidado informal
pueden ser justificados por los programas de salud.
II.5 Superación de los Desafíos
Como hemos visto en secciones anteriores, hay
varios desafíos a superar actualmente y en los
próximos años. Los gobiernos en los países de ALC
han estado trabajando para proteger a los adultos
mayores y como resultado, en la mayoría de los países
se han aprobado leyes para proteger a los adultos
mayores y han sido proporcionados por instituciones
públicas ciertos cuidados de salud, junto a otros
programas sociales para esta población. Sin embargo,
como también fue visto en la sección anterior, muy
poco se ha hecho con respecto a CLP, a pesar de los
desafíos que se enfrentarán.
Se puede argumentar que los CLP no son una
responsabilidad social y que incluso en la necesidad
de un seguro de CLP —o llamado seguro de
dependencia— los mercados privados pueden
hacerse cargo de ello. Esta sección resume la
experiencia del mercado voluntario del seguro de
dependencia, y concluye con la idea de que hay
argumentos que justifican la intervención pública.
La subsección dos presenta una discusión respecto
al diseño de sistemas de CLP. La subsección tres
resume los elementos claves en el diseño de los
sistemas de CLP en países desarrollados para tener
una idea del espectro de las políticas que se han
llevado a cabo.
Desafíos
Altos costos de servicio
Diferente calidad entre los proveedores
Discriminación entre financiados por diferentes
fuentes (Gruber, et al 2004)
Falta de oferta
Ignorancia acerca de cómo deben ser proporcionados los
cuidados
Efectos negativos de cuidados prolongados en la salud
emocional (Toseland y Smith 2001; Schulz 2000) y tal vez
en la salud física de los prestadores de cuidados (Henwood
1998; Toseland, Smith y McCallion 2001), aún cuando son
asumidos voluntariamente y una fuente de satisfacción
personal (Whitlatch y Noelker 1996)
Probable discapacidad y enfermedad para los prestadores de
servicio
45
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006
II.5.1 Experiencia con Mercados Voluntarios
de CLP
Hay algunos países en los cuales hay mercados
privados voluntarios de seguro de CLP. El seguro
privado voluntario de CLP existe en Estados Unidos
y el Reino Unido, sólo por mencionar algunos países.
Se calcula que en Estados Unidos, los aseguradores
privados de CLP pagan 4 por ciento de todo el gasto
en CLP y esto se ha reconocido como una cobertura
muy limitada (CBO 2004). También se ha reconocido
que en el Reino Unido el tamaño del mercado es
también muy limitado (Karlsson, et al 2004).
El tamaño limitado del mercado privado de
seguros de CLP ha motivado la investigación
académica. Se ha discutido en campos teóricos y
empíricos que el mercado de seguros para los CLP
enfrenta varias dificultades. Por una parte, en estos
tipos de mercados, el individuo tiene cierto control
sobre la magnitud de la pérdida esperada que
conduce al daño moral ex ante, es decir, a la situación
de que una vez asegurado, el individuo no tiene los
incentivos adecuados para su cuidado y podría ocurrir
que debido a esta actitud termine necesitando ayuda
y reclamando así los beneficios del seguro. Además,
dado el hecho de que el asegurador no observa la
necesidad en sí misma sino una cierta medida de ella,
una vez que el asegurado ha reclamado el seguro, el
individuo podría intentar influenciar el proceso de
dictaminación para conseguir tantos beneficios como
sea posible (daño moral ex post). Por otra parte, hay
evidencia de que los problemas asociados a la
selección adversa —es decir, que en mayor medida
van a comprar el seguro aquellos individuos que saben
que con mayor probabilidad van a usarlo, ya que la
prima refleja la siniestralidad promedio de la
población y por lo tanto les resulta barato— están
presentes en este tipo de mercados (Norton y Sloan
1997), aunque otros autores sugieren que hay
herramientas que permiten que las compañías de
7
En la literatura económica a los problemas de riesgo moral y selección adversa se les conoce como problemas resultantes
de asimetrías de información, porque el individuo tiene más información que el asegurador, por ejemplo.
46
seguros puedan identificar el riesgo y por lo tanto
darle a cada uno un precio adecuado (Murtaugh, et al
1995).7
El daño moral y la selección adversa pueden
explicar parcialmente la falta de este mercado, pero
se ha publicado una extensa literatura que encuentra
otras explicaciones potenciales para el tamaño
limitado del seguro privado de CLP. Las explicaciones
para el tamaño limitado se pueden dividir en factores
de demanda, por ejemplo, abuso en el uso de los
programas públicos, seguro informal proporcionado
por los miembros de la familia o la racionalidad
limitada del cliente y, factores de oferta, por ejemplo,
competencia imperfecta, o cuestiones de no
aseguramiento del riesgo agregado, además de los
problemas de asimetrías de información explicados
anteriormente. Hasta ahora no hay un acuerdo
respecto a la importancia de cada factor en la
explicación del limitado tamaño de mercado, aunque
un artículo reciente de Brown y Finkelstein (2004)
concluye que "las imperfecciones de mercado del
lado de la oferta no son las razones principales del
tamaño pequeño del mercado privado de seguros
de CLP" (Brown y Finkelstein 2004, pp 1).
A pesar de que la mayoría de los problemas
asociados a la información asimétrica puede tener
una solución, con herramientas sofisticadas de
identificación del riesgo, por ejemplo, la mayoría de
los autores concluyen que hay algunos argumentos a
favor de la intervención del Estado en el mercado de
seguros de CLP (véase entre otros Karlsson 2004).
II.5.2 Diseño de un Sistema de CLP Obligatorio
De la sección previa se puede concluir que las
autoridades en el continente deben comenzar a
pensar en acciones públicas para superar los
desafíos mencionados anteriormente. En esta sub
sección se proporciona un marco que se puede
utilizar para analizar y diseñar los elementos clave
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS
de un sistema de CLP. No proporcionará información
detallada en un asunto específico puesto que, como
los esfuerzos de los países comienzan de cero, los
conceptos generales son más útiles.
El marco presentado aquí hace énfasis en la
idea de que las acciones se deben tomar en dos
dimensiones principales: i) alcance, a quién incluir en
el programa y qué servicios incluir y ii) organización
del sistema de funciones fundamentales y de
funciones no fundamentales. En este segundo tema
una discusión de las fuentes del financiamiento es
uno de los elementos más importantes.
Alcance del Sistema
La primera dimensión es el alcance, que se refiere a
i) universalidad contra no universalidad, es decir, quién
debe ser un beneficiario del sistema, y ii) la amplitud,
es decir, qué beneficios se van a proporcionar.
Con respecto a la universalidad contra no
universalidad hay diversas alternativas. La primera
opción es hacer el sistema universal, el lado opuesto
es hacer un sistema para un grupo específico. Detrás
de estas dos opciones hay varios argumentos. En el
primero de todos, como ocurre en cualquier
programa social, hay una discusión sobre la distinción
entre los programas asistenciales y los programas
de aseguramiento. Según Feldstein un argumento para
proporcionar seguro social en vez de programas
asistenciales es "la incapacidad del gobierno de
distinguir entre los que son pobres en edad avanzada
... de los que están "jugando" intencionalmente con el
sistema no ahorrando para recibir pagos de
transferencia" (Feldstein 2005, pp. 7).8 El autor explica
que por esta razón "un programa de seguro social
puede ser una respuesta apropiada a una falla de
mercado pero que no necesariamente es cierto.
Incluso cuando hay una falla del mercado, puede ser
mejor no hacer nada o tener un programa asistencial
sujeto a prueba de medios. La elección depende en
8
El que los individuos puedan jugar con el sistema se debe a las asimetrías de información, lo cual se reconoce como una falla
de mercado.
parte del costo relativo de las diversas opciones y
aquéllas a su vez dependen del diseño del programa
de seguro social "(Feldstein 2005, pp. 11-12).
Otra discusión, específica de los CLP, es que
detrás de estas dos alternativas está el balance de
la responsabilidad entre la sociedad y la familia. Si se
cree que la responsabilidad principal del cuidado de
los adultos con necesidades de CLP recae en la familia,
y que el gobierno debe actuar como responsable de
último recurso para aquellos incapaces de proveerse
a sí mismos, entonces un sistema de prueba de
medios es más adecuado. Por otra parte, si se cree
que el CLP es una responsabilidad social entonces
un sistema universal es más adecuado. Vale la pena
comentar que este último punto de vista no implica
una minimización de la familia como proveedor
importante de CLP, sino que políticas de cuidado
formal y ayuda a los prestadores de cuidados
informales deben estar disponibles a todos aquellos
que lo necesiten sin importar su estatus financiero.
Finalmente, se ha discutido que hay otros
argumentos en favor de alcanzar un sistema universal.
Éstos incluyen, entre otras razones, la reducción de
utilización de servicios de cuidados de salud costosos
que sustituyen a los CLP, así como el interés en
disminuir la carga en las familias, particularmente en
las mujeres que proporcionan los cuidados (OMS 2002).
Para determinar la amplitud se pueden
categorizar los diferentes beneficios que se permite
proporcionar bajo un sistema de CLP. De manera
general se puede agrupar los beneficios i) con
respecto a la población objetivo y ii) con respecto al
tipo de los beneficios proporcionados. En el primer
caso los beneficios se pueden dirigir a las personas
con necesidades de CLP, a los prestadores de cuidado
informales o a ambos. En el segundo caso, los
beneficios se pueden proporcionar en especie y/o a
través de ayudas financieras, que se dividen a su vez
47
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006
en ayudas financieras directas y ayudas financieras
indirectas. Los beneficios en especie para las personas
con necesidades de CLP incluyen los cuidados formales
y otro tipo de ayuda, como las ayudas en aparatos.
Los beneficios en especie para los prestadores de
cuidados incluyen información y entrenamiento y otro
tipo de ayuda. Los programas de ayuda financiera
directa implican la transferencia de dinero a través de
un sistema de subvención, remuneración, concesión
o vales. El pago se puede hacer al prestador de
cuidados o al receptor del cuidado que entonces
decide cómo gastar el dinero. Los programas
financieros de ayuda indirecta están pensados más
bien para no beneficiar inmediatamente sino al final
del año o aun en el retiro. Estos programas pueden
ser en forma de incentivos fiscales, de esquemas
de pensión o beneficios de seguridad social. Los
cuadros II.6 y II.7 muestran las diferentes
categorías de programas en un esfuerzo de resumir
todas las variedades diferentes de programas que
se proporcionan.
Es importante mencionar que los beneficios en
especie proporcionados a los prestadores de
cuidados como la información y entrenamiento y la
ayuda emocional no están considerados en los
beneficios asociados a los programas de CLP
basados en un programa de aseguramiento
obligatorio, aunque se sabe que muchos de los países
ofrecen este servicio. Es importante comentar que
las entidades públicas en los países en vías de
Cuadro II.6
Beneficios Proporcionados a los Discapacitados y Prestadores de Cuidados
En especie
Provisión de
cuidados: cuidado
Para la persona con institucional y
necesidades de CLP basado en el hogar
Otras herramientas
de ayuda
Períodos de
respiro
Para el prestador
Información y
informal de cuidados
entretenimiento
Ayuda emocional
48
desarrollo del continente han hecho mucho por
proporcionar cierta información y entrenamiento y
cierta ayuda emocional para los prestadores de
cuidados informales (Véase CISS 2005d) todo
asociado a los esquemas de salud.
Así, al diseñar el alcance de los sistemas de
CLP es importante pensar sobre los beneficios que
deben ser proporcionados a los adultos y/o a los
prestadores informales de cuidados y tener en
mente cuál es el papel que el sistema asignará a
la familia. En este punto es importante mencionar
que la mayoría de las opiniones están promoviendo
que los adultos deben permanecer en el hogar por
su bienestar y por razones de costo efectividad.
Organización del sistema
Hay tres funciones fundamentales de los sistemas
nacionales de CLP según Karlsson (2004). En primer
lugar, la provisión de los servicios, en segundo lugar,
la financiación de los servicios y, en tercer lugar, el
proceso de dictaminación de las necesidades del
individuo. Los sistemas también tienen otras funciones
no fundamentales como la regulación. El resto de la
sección analiza las funciones fundamentales.
Como se ha discutido anteriormente, los
servicios pueden ser proporcionados por la familia,
el sector público, o compañías privadas, o una
combinación de todas. Hay básicamente tres hechos
que las autoridades deben saber al diseñar cómo
dividir la responsabilidad entre la familia, en un
Compensación Asistencia financiera
financiera directa indirecta
Compensación No aplica
financiera directa
(subvención,
remuneración,
concesión, vales)
Compensación directa Incentivos fiscales
al cuidador (subvención, Esquemas de
remuneración, concesión,
pensiones o
vales)
beneficios de
seguridad social
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS

Cuadro II.7
Descripción de los Programas
Programa Descripción del programa

Compensación financiera Estos programas proporcionan un monto fijo por mes. El dinero debe
directa a la persona con ser usado para gastos de bolsillo, no para pago a los prestadores de
necesidades de CLP cuidados de la familia.

Compensación financiera Estos programas de subvenciones hacen que un prestador

directa al cuidador de cuidados de la familia sea elegible para recibir sólo un
“salario” como cualquier otro empleado.

Modelos “Mixtos” El receptor de cuidados recibe una transferencia que puede utilizar
de subvención para el pago de cuidados informales, sin embargo, el prestador de
cuidados recibirá sólo la mitad de lo que hubiera recibido un
proveedor profesional de servicios (Alemania).

Incentivos Un programa de desgravación fiscal compensa a los pagadores de

fiscales impuestos de los costos de proveer cuidados o para la adquisición de
de servicios relacionados con el cuidado. Incluye créditos fiscales,
deducciones fiscales y exenciones fiscales (Véase Keefe y Fancey
1999 y Doty 2001, para descripciones más detalladas de estos
programas).
Esquemas de Leyes que garantizan que se acrediten los períodos en los cuales un
pensiones empleado se separa de su trabajo para dedicarse a cuidar a un
familiar necesitado de CLP.

Períodos de Ubicación temporal de los pacientes en instalaciones residenciales,

respiro instalaciones de cuidado médico u hospitales o atención en casa por
prestadores de cuidados formales y también en centros de cuidados
de día de los adultos para permitir a los prestadores de cuidados
informales un descanso.

Información y Información individual o grupal y entrenamiento para los

entretenimiento prestadores informales de cuidado.

Apoyo Sesiones de apoyo emocional para prestadores informales de CLP.

emocional

ambiente informal, el sector público o las compañías
privadas en ambientes formales de CLP. Primero, el
arreglo actual entre los CLP informales y los formales
puede ser, hasta cierto límite, modificado por
programas gubernamentales. La evidencia de
Dinamarca demuestra que la proporción de personas
de 80 años y más que vivieron en asilos disminuyó
de 20 a 12 por ciento entre 1982 y 1996, después de
que el gobierno siguió una política que limitó el uso
del cuidado institucional congelando las
construcciones de asilos y usando los ahorros para
ampliar los servicios en el hogar y la comunidad
(Gibson, et al 2003).
En segundo lugar, el cuidado formal en el hogar
y el cuidado de la familia pueden ser complementarios,
así una disminución de los precios del cuidado formal
en el hogar, con un subsidio por ejemplo, se puede
asociar a una extensión del cuidado formal en el hogar
formal pero también del cuidado informal de la familia
(Lakdawalla y Phillipson 1999).
Tercero, la "teoría económica sigue siendo poco
concluyente con respecto al sistema más eficiente
para la provisión de CLP " entre la provisión pública y
privada (Karlsson 2002 pp. 7). La provisión del
cuidado formal por el gobierno y/o los proveedores
privados reflejarán sobre todo los arreglos de
financiamiento y los arreglos regulatorios, similar a
lo que sucede en los servicios de salud. Por ejemplo,
si no existe el financiamiento público, se espera que
se tenga solamente servicios privados de CLP. Pero
si existe financiamiento público de CLP, los servicios

49
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

pueden ser proporcionados por entidades públicas
o por organizaciones privadas. Por otra parte, la
división de servicios entre proveedores públicos y
privados varía para los diversos tipos de servicios.
La experiencia internacional demuestra que en general,
las entidades públicas y privadas coexisten (Véase
por ejemplo, Karlsson, et al 2004)
Un sistema obligatorio se puede financiar por
impuestos generales o por contribuciones. Los
argumentos a favor de uno o el otro se fundamentan
en los orígenes de la seguridad social y no serán
discutidos aquí. Dos aspectos relacionados se han
discutido en lo referente a las características del
financiamiento del sistema. El primero tiene que ver
con la relación entre la universalidad y si el acceso a
los servicios de CLP se debe basar en un paquete de
beneficios garantizados —programa que
independientemente del presupuesto disponible,
garantiza el paquete de beneficios a todo aquel que
satisfaga los criterios de elegibilidad— o debe estar
sujeto a restricciones impuestas por el presupuesto,
lo que implica que el servicio no tiene que ser
proporcionado una vez que el presupuesto se ha
agotado.9 Se ha observado que los programas que
garantizan un paquete de beneficios están financiados
generalmente a través de contribuciones, son
programas de aseguramiento, mientras que los
programas que no garantizan un paquete de
beneficios se financian comúnmente con impuestos
generales.10 Las implicaciones de estas opciones son
similares a las de los sistemas de la salud y están
muy bien explicadas en la OMS (2002a). Para los países
en vías de desarrollo, existen limitaciones financieras
que pueden hacer difícil cumplir con un programa de
beneficios garantizados. De esta manera se exhibe
una notoria disociación entre la consagración
constitucional o legal de ciertos derechos y su
efectivo ejercicio en la práctica.
El segundo aspecto se relaciona con la
disyuntiva entre establecer el esquema contributivo
de seguro social como un programa de beneficio
definido, de cuentas individuales, de contribuciones
definidas nocionales,11 o una combinación de todos
ellos. Una vez más la discusión entre estos tres
modelos es similar a otros esquemas de seguro,
como pensiones de retiro y, como se sabe, no hay
un consenso sobre qué modelo es preferible. El
resumen de los argumentos de cada uno de estos
modelos se puede encontrar en CISS (2005e). Como
se verá en la siguiente sección, sólo sistemas de
beneficios definidos con reservas relativamente
pequeñas se han establecido.
Para el otorgamiento de los beneficios es
necesario que se efectúe un dictamen sobre las
condiciones de salud y, dependiendo el plan, se
requiere el cumplimiento de otros requisitos como
demostrar la necesidad financiera, tener los años
mínimos de cotización o una edad mínima. El proceso
de dictaminación es un paso importante dada la
presencia de asimetrías de información que se
traduce en incentivos perversos de la población
asegurada, como daño moral ex post, según lo
explicado en secciones anteriores. El dictamen puede
ser realizado por el proveedor o la institución
financiadora o algún tipo de agencia independiente.
El dictamen es hecho típicamente por un doctor o
una enfermera que, con base en la información,
clasifica a las personas en algún grupo—de acuerdo
con la habilidad mostrada de la persona para realizar
actividades de la vida diaria— y se le otorga un
paquete de beneficios predeterminado de acuerdo
con el grupo en que fue clasificada. Algunas veces

9
La presentación del problema en estos términos no cuestiona el derecho a la seguridad social en tanto inherente a la
persona humana, comprendida en la categoría de los derechos humanos llamados de segunda generación.
10
Los sistemas de salud del Reino Unido e Irlanda son excepciones a esta generalización, porque los beneficios a la
población en general están garantizados y los sistemas son financiados por impuestos generales.
11
Un sistema de contribución definida nocional registra contablemente los aportes de los afiliados en sus cuentas individuales
y los capitaliza con una tasa determinada. Como son registros y no existe el dinero, el monto constitutivo para el cálculo de
la anualidad se forma de las aportaciones de los trabajadores activos, de allí su similitud a los sistemas de reparto.

50
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS
se proporciona un paquete de beneficios diseñado
específicamente para la persona, de tal forma que se
garantiza que sus necesidades se cubran. También, el
dictamen puede ser realizado de un modo estructural,
por ejemplo, siguiendo una metodología general
establecida para todos o de una manera no estructural,
es decir siguiendo criterios de cada evaluador.
Hay otras funciones que aunque no son
fundamentales, no dejan de ser clave en las políticas
de CLP, como la vigilancia de los proveedores y el
desarrollo de recursos humanos. Sin embargo, no
serán discutidas aquí. Una buena discusión de este
último punto se puede encontrar en OMS (2002a).
Reflexiones en el Diseño de un Sistema de CLP
Como se puede ver, el diseño de un sistema de CLP
puede llegar a ser complejo. Además de las
discusiones comunes a los programas de seguridad
social —los argumentos alrededor del acceso
universal, del otorgamiento de un paquete de
beneficios garantizado en lugar del otorgamiento
de servicios sujetos a restricciones presupuestales,
de las fuentes del financiamiento y de la relación
entre la provisión pública y la privada— en un sistema
de CLP se tiene incertidumbre en el uso de los
recursos, se presentan asimetrías de información,
se tiene la posibilidad de proporcionar beneficios
en especie y en ayuda financiera, y debe de decidirse
el rol de la familia.
Por otra parte, es importante mencionar que,
en el diseño de los sistemas de CLP debe existir
una coordinación cercana entre los servicios de los
CLP y otros componentes de los sistemas de salud
y la seguridad social. El propósito de tal integración
es combinar esfuerzos y recursos que permitirá
ofrecer servicios al menor costo posible a quienes
tienen necesidades.
Esta discusión proporciona tres lecciones.
Primero, el diseño de un sistema de CLP puede tomar
mucho tiempo. Se tienen que tomar varias decisiones
importantes en diferentes campos y diversos agentes
del gobierno deben estar involucrados. Las
instituciones de seguridad social, las autoridades del
cuidado de la salud y los programas sociales e incluso
los ministerios de finanzas deben estar implicados,
junto a proveedores privados y ONGs. En segundo
lugar, no hay un modelo único para los CLP, pero en
general las soluciones al problema de los CLP
reflejan el enfoque general que los países le dan al
financiamiento y a los programas sociales; y
finalmente, aunque el sistema de CLP en países en
desarrollo debe responder a circunstancias propias,
se puede aprender mucho de las experiencias en
las naciones desarrolladas en donde los sistemas
de CLP comenzaron a desarrollarse hace varios años.
Para responder a este punto, la última sección
presenta un breve resumen de los sistemas de CLP
en países desarrollados.
II.6 Breve Resumen de los Sistemas de CLP en
Países Desarrollados
Esta sección proporciona un breve resumen de los
sistemas de CLP en las naciones desarrolladas que
sigue el marco de la Sección II.5.2. Como tal, esta
sección no ofrece todos los detalles de cada sistema.
Una información más detallada se puede encontrar
en CISS (2005c).
Los sistemas de CLP en naciones desarrolladas
son los más jóvenes de los esquemas obligatorios
de seguro; tienen actualmente poco más de diez años
en la mayoría de estos países. Los sistemas
obligatorios de CLP existen en Austria, Canadá,
Alemania, Israel, Japón, Holanda, Singapur, Suecia,
Estados Unidos y Reino Unido, todos ellos países con
una población adulta importante.
Existen programas universales y no universales.
La mayoría de los países europeos e Israel cuentan
con programas universales, que incluyen a la población
no adulta. En Estados Unidos por el contrario, es un
esquema para grupos específicos. En este último
país hay beneficios de CLP para la población inscrita
en Medicare —un programa de salud de seguridad
social de beneficios definidos (PAYG) para los
jubilados— que contribuyeron al esquema y son
elegibles de acuerdo a la edad mínima de retiro; hay
también beneficios de CLP para derechohabientes de
51
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006
Medicaid, es decir, aquellos con insuficientes recursos
financieros. Alemania representa un caso interesante:
todos los empleados, así como los individuos con
alguna otra clase de ingreso, tienen que estar
asegurados, para los funcionarios civiles el sistema
es obligatorio pero son obligados a contratar seguros
privados y quienes perciben ingresos altos pueden
optar por salirse del sistema público y contratar
seguros privados (similar al caso de seguro de salud).
Todos los países incluidos en esta sección
cubren beneficios en especie para la persona con
necesidades de CLP. El cuidado institucional y el
cuidado formal basado en el hogar son cubiertos
siempre. Es importante mencionar que en varios
países, siguiendo el principio de que las personas
con necesidades de CLP deben permanecer en el
hogar (en vez de ir a una institución o a un hospital)
y también por razones de control de costos, el
cuidado formal en el hogar tiene prioridad sobre el
cuidado institucional. Esto es particularmente cierto
en Alemania y Suecia. Además del cuidado formal,
algunos países proporcionan a las personas con
necesidades de CLP otro tipo de beneficios como
los aparatos de ayuda e incluso se tienen prestaciones
para la adaptación del hogar (Japón por ejemplo).
Las personas con necesidades de CLP también
tienen beneficios en forma de ayuda financiera en
algunos países. El afiliado puede recibir subvenciones
en efectivo, restringidas y sin restricciones. Sin
restricciones significa que se permite al individuo
utilizar los recursos como desee; restringido significa
que la subvención debe ser utilizada para fines
específicos. Por ejemplo, en Canadá la subvención
en efectivo se debe utilizar para comprar servicios
de períodos de respiro. En Suecia, los fondos se deben
utilizar para contratar directamente a proveedores
de CLP. En Alemania, el programa ofrece
subvenciones en efectivo sin restricción, pero si el
propósito de los beneficios en efectivo es pagar a
los familiares, la suma del efectivo debe ser más baja
que los pagos a los proveedores profesionales. Hay
países en donde los beneficios financieros en efectivo
no se proporcionan, como en Japón.
52
Respecto a la ayuda financiera a los prestadores
de cuidados informales, se mencionó que en
Alemania, y en algunos municipios en Suecia, los
familiares pueden recibir una remuneración por cuidar
a la persona con necesidades de CLP. De acuerdo a
lo que se sabe, estos son los únicos casos en los
cuales la ayuda financiera a los prestadores de
cuidados se trata explícitamente en los sistemas de
CLP. Existen, por otra parte, programas de ayuda
financiera indirecta para los cuidadores informales.
Por ejemplo en Alemania, los períodos en los cuales
se proporcionó cuidado se reconocen en los
esquemas de pensiones y en los seguros de riesgos
de trabajo. En Canadá, Francia, Alemania, Singapur,
Suecia y Estados Unidos hay programas de incentivos
fiscales. En Estados Unidos hay créditos de
impuestos, deducciones fiscales y programas de
exenciones de impuesto, mientras que en otros países
solamente uno o dos de estos programas se aplican.
Las fuentes de financiamiento varían a través
de países. En algunos países el sistema de CLP es
financiado solamente por impuestos, ya sean
generales o específicos. Los ejemplos de los
generales son Austria y Canadá. Un ejemplo de los
específicos es el Reino Unido, en donde los servicios
de CLP proporcionados por las autoridades locales
son financiados parcialmente por impuestos
prediales. En la mayoría de los países sin embargo,
los CLP son financiados por impuestos a la nómina.
Éste es el caso de Alemania, Israel, Holanda y del
programa Medicare de Estados Unidos, entre otros.
En Japón, el sistema es financiado parcialmente por
impuestos a la nómina y por ingresos fiscales. Las
contribuciones basadas en la hoja de salarios, son
proporcionadas solamente por el trabajador (como
en Holanda) o por el empleado y el patrón (como en
Alemania y en Japón). Los jubilados también
contribuyen al sistema (como en Alemania y los
jubilados de Medicare en Estados Unidos). Los gastos
de CLP también son financiados por copagos. Hay
copagos para todos los servicios (Holanda) o
copagos específicos para un servicio, como el del
cuidado institucional en Austria, Canadá y Alemania.
 CUIDADOS DE LARGO PLAZO Y EL BIENESTAR DE LOS ADULTOS MAYORES EN LAS AMÉRICAS
En la mayoría de los países, además de la
condición física, se exigen otros requisitos para
acceder a los beneficios. Hay requisitos referentes a
años mínimos de contribución (Alemania por ejemplo),
de edad (Israel y Japón por ejemplo) y de situación
financiera para el caso de Medicaid en Estados Unidos.
El proceso de dictaminación se lleva a cabo de forma
estructurada (Austria, Alemania, Israel, Japón, por
ejemplo) o no estructurada (Holanda por ejemplo).
El proceso de dictaminación es responsabilidad de
la aseguradora (Austria; Israel por ejemplo), de los
proveedores o de agencias externos. Una vez que
se ha realizado el dictamen, le son concedidas a
las personas diversos paquetes de beneficios
dependiendo de las actividades de la vida diaria
afectadas (ej. Austria, Alemania, Israel, Japón),
mientras que en algunos casos los paquetes de
servicios son diseñados específicamente para cada
persona, como en el caso de Holanda.
Hay diferencias importantes a través de los
países con respecto a la provisión de los servicios.
En la mayoría de los países europeos —a excepción
de Austria y Alemania, en donde se está siguiendo
una estrategia completa de proporcionar los
beneficios en dinero— y en Canadá y Japón las
entidades públicas son las principales proveedoras
de servicios institucionales de CLP. En Estados
Unidos por el contrario, los proveedores son
principalmente privados.
Como se ha visto en párrafos anteriores, los
sistemas de CLP a menudo se diseñan a lo largo de
las líneas del sistema de salud en cada país. Alemania
ejemplifica claramente este hecho. En Alemania, los
fondos de enfermedades (sickness funds), están a
cargo del seguro de salud y proveen seguro de CLP,
aunque se requiere que cada fondo tenga una
organización separada para el seguro de CLP. Según
lo mencionado anteriormente, las compañías de
seguros privadas pueden ofrecer la misma clase de
seguro para los que decidan optar por salirse del
esquema obligatorio, como en el seguro de salud, y
los fondos de enfermedades contratan con
proveedores el cuidado de sus beneficiarios, ya sea
a organizaciones privadas, a organizaciones no
gubernamentales o contratan cuidadores formales
en el hogar, como en el caso de salud.
II.7 Conclusiones
Las estimaciones muestran que, dadas las
proyecciones actuales de adultos con necesidad
de CLP, el tamaño del hogar y el perfil de edad de la
población, se espera que el número de hogares con
adultos con necesidades de CLP aumente en
promedio de 5 a 7 por ciento actualmente a 15 a
20 por ciento en 2050. En el lado de la oferta, no se
debe ser muy pesimista en el sentido de que no
habrá nadie para hacerse cargo del cuidado de los
adultos. Las proyecciones demuestran que el
número de cuidadores potenciales dentro de los
hogares no disminuirá en el tiempo, dado el hecho
de que no se espera que el tamaño promedio del
hogar disminuya fuertemente y que hay una
población joven numerosa que crecerá y se
convertirá en adultos sanos en los años venideros.
En este panorama los prestadores informales de
cuidados, especialmente la familia, continuarán siendo
los prestadores primarios de servicios, como ocurre
en los países desarrollados.
Esta información no significa que los gobiernos
y las instituciones públicas, como las instituciones
de seguridad social, no tienen nada que hacer. Si bien
las instituciones públicas de los países de ALC,
concientes del problema del envejecimiento, han
establecido varias instituciones de asistencia, y en
algunos casos incluso se han implementado
programas de cuidados basados en el hogar, éstos
se relacionan en mayor medida con el cuidado de la
salud que con los CLP, y como tales están siendo
financiados por el presupuesto de salud.
Los gobiernos y/o las instituciones de seguridad
social en los países de ALC deben comenzar a pensar
en establecer un sistema integrado de CLP. Se
reconoce que no hay fórmulas claras para los
sistemas de CLP y que en donde se han aplicado, sus
características reflejan las características del sistema
de la salud. Sin embargo, dado el análisis realizado
53
 INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2006

en este estudio, se observa que los sistemas de CLP

se deben basar en dos principios fundamentales.
Primero, se deben implementar programas para los
prestadores de cuidados informales especialmente
aquéllos enfocados en permitir que los prestadores
informales puedan cumplir con los compromisos de
su trabajo y con sus responsabilidades en el hogar
cuidando a sus adultos mayores y en segundo lugar,
se debe establecer una fuente de recursos
independiente para financiar CLP. La provisión pública
de CLP enfrentará límites si continúa siendo financiada
por el seguro de salud.

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