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El derecho a la Justicia
El sistema Penitenciario
Linchamientos
Derecho al Trabajo
Derecho a la Salud
Derecho a la Educación
Derecho a la Alimentación
El artículo 11, literal 2 del PIDESC, establece que los Estados parte reconocen el
derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre. El
acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, en su apartado del
Desarrollo Social, así como, la Constitución Política en su artículo 99, reconocen el
deber del Estado para velar porque la alimentación y nutrición de la población
reúna las condiciones mínimas para garantizar una adecuada salud.
El artículo 11, literal 1 de PIDESC establece que los Estados parte reconocen que
toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para sí y su familia,
incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las
condiciones de existencia. Aunque el Pacto no explicita qué abarca el derecho a
una vivienda digna, sí define con claridad la responsabilidad y obligatoriedad del
Estado en cuanto a implementar todas las medidas necesarias para el disfrute de
este derecho. Este problema de orden económico-social tiene como consecuencia
la falta de acceso a la tierra, las migraciones internas a las áreas urbanas y la
conformación de cinturones de miseria alrededor de la urbe metropolitana.. Cerca
del 86% de la población guatemalteca carece de este beneficio.
Trabajo Infantil
El trabajo en los menores es una de los problemas más serios, pues en la mayoría
de los casos el niñ@ trabajador le es negado el derecho a la educación entre
otros. Según datos de la OIT en el país existe más de un millón de niñ@s que son
forzados a trabajar. Guatemala tiene la mayor cantidad de niñ@s trabajadores en
Centroamérica. Sus edades están entre los 7 y 14 años. Poco más de la mitad se
dedica a labores agrícolas y más de 400,000 se dedican a otras actividades,
algunas de éstas de sumo peligro como elaboración de juegos pirotécnicos.
Existen peligros inherentes al trabajo infantil por su propia vulnerabilidad, como es
la falta de medidas de seguridad básica poniendo en riesgo su integridad física y
mental, la utilización de productos químicos altamente tóxicos o que pueden
generarles quemaduras, siendo en ocasiones letales, el uso de herramienta y
maquinaria contundente y cortante, como machetes, azadones, piochas, hachas lo
que puede legar a causarles heridas graves o incluso perdidas de algún miembro.
Otro tipo de riesgo al que están expuestos estos niñ@s es que al trabajar con
adultos, principalmente si son hombres, hay posibilidades de ser víctimas de
acoso y/o abuso sexual, de maltrato físico y verbal, causando entorpecimiento de
su desarrollo psicológico. El tráfico de menores y el uso y abuso sexual de éstos
en prostitución y pornografía infantil son pavorosas realidades que se han
incrementado durante los años más recientes.