UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE OCCIDENTE

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

SANTOS PUAC QUIACAÍN

NO. CARNÉ 201831871
QUINTO SEMESTRE SECCIÓN D

HISTORIA DE LA CRIMINALIDAD EN GUATEMALA

CURSO: CRIMINOLOGÍA

CATEDRÁTICO: LIC. ERICK LÓPEZ CORONADO

QUETZALTENANGO, 6 DE ABRIL DE 2022

 INTRODUCCIÓN:
En la última década, la problemática de la inseguridad y la impunidad ha afectado
profundamente a todos los habitantes de Guatemala, en los últimos años han catalogado
a nuestro país como una de las más violentas del mundo. Los altos niveles de violencia,
corrupción e impunidad han socavado la capacidad de los Estados de construir
instituciones accesibles y eficientes; así como de abordar de manera más efectiva las
necesidades de sus poblaciones.
Es importante conocer la historia de la criminalidad, los sucesos han cambiado a lo largo
de los años, la violencia se sigue expandiendo, los números de criminalidad han ido en
aumento, las autoridades en cambio no han actuado en beneficio de sus habitantes, los
casos de muertes y agresiones a civiles la mayor parte de veces quedan impunes.
La ausencia de respuestas efectivas ha debilitado la confianza ciudadana en las
instituciones estatales y el resultado en un alarmante número de habitantes quienes se
han visto obligados a desplazarse internamente o emigrar para escapar de la violencia y la
falta de oportunidades económicas.
 HISTORIA DE LA CRIMINALIDAD EN GUATEMALA

La historia de la violencia y la criminalidad en Guatemala como república es muy antigua,

los semilleros violentos de la limpieza social, cultural, étnica, religiosa y política fue
sembrada desde la invasión española, sólo se trasladó en la estructura del país como
república. Los pueblos indígenas recibieron la peor parte de todas las formas de violencia,
se repitió la misma historia en la guerra interna de 36 años y se mantiene actualmente
toda clase de discriminación y racismo hasta en su manifestación más violenta.
La deficiencia ideológica y doctrinaria propia de la nueva república de Guatemala, trajo
una inestabilidad institucional y repercutió en el diseño constitucional, lo cual orientó las
enormes deficiencias en las leyes ordinarias y sus reglamentos. La estructura legal
impuesta y las formas de administrar la justicia dieron las bases de un sistema de
impunidad y corrupción estatal y gubernamental que ha limitado el desarrollo integral de
nuestro país, porque estructuralmente el diseño de república sólo sirve para un pequeño
grupo político y empresarial. Estas condiciones resultan siendo un excelente caldo de
cultivo para la delincuencia organizada desde adentro de la institucionalidad del estado y
sus aliados externos. Existe toda una estructura que idealiza y planifica, más los
operadores desde la administración de justicia, los investigadores del Ministerio Público,
la mafia incrustada en el legislativo y los ejecutores materiales desde las calles.
Guatemala es uno de los 15 países más violentos del mundo según resultados de estudios
e índices de organizaciones internacionales y sólo en la última década ha contabilizado
más de 60,000 asesinatos. En 2005 más de 2000 muertes en las cuales se utilizó violencia
extrema y no hay resultados creíbles de las investigaciones. También se presentan nuevas
formas de violencia: feminicidio, limpieza social y política, la muerte de niñas y niños. Hay
funcionarios que tienen actitudes misóginas e incrustan en estructuras del poder público
procesos que limitan el cumplimiento de los derechos humanos, especialmente de las
mujeres.
En lo más reciente, en 2021, ha incrementado el número de homicidios. Estas estadísticas
nos muestran que después de más de 500 años, el país se mantiene en un estadio mental
caótico, violento y primitivo, condición que nos hace distanciarnos de los países
desarrollados en cuanto al respeto de los derechos humanos y el índice de desarrollo
humano. Puede ser la diferencia en algunos años luz de atraso y subdesarrollo.
Un país con estas condiciones de vida y de un salvajismo institucional, sólo servirá para
seguir violando los derechos humanos. Mientras prevalezcan las mismas condiciones no
habrá salida pronta del abismo político, legal y de violencia en que estamos sumergidos.
Este subdesarrollo crea una serie de causas entre algunas podemos mencionar: carácter
impulsivo de muchas personas, búsqueda de protagonismo, desigualdad social y pobreza,
impunidad, deficiencia en la administración de justicia, rearticulación y funcionamiento de
mafias, violencia organizada a través de pandillas y el narcotráfico, secuelas del conflicto
armado interno, violencia política, agresión intrafamiliar. Millones de personas viven en
condiciones de inseguridad, vulnerabilidad, violencia, linchamiento, chantaje, extorsión,
amenazas, robo, vigilancia ilegal, violación, allanamiento, muerte. Estos factores
distorsionan la mente, sumados a las deficiencias de las formas educativas escolares y
extraescolares que el mismo Ministerio de Educación no ha sido capaz de mitigar o
erradicar, porque el mismo currículo escolar tiene enormes debilidades en materia de
desarrollo de principios y valores para el buen vivir y lograr el principio constitucional que
es el bien común.
Entre las fallas estructurales podemos mencionar:

 Estructura manipulada del estado de Guatemala, puesta al servicio de las mafias.

 Falta de políticas públicas, programas y proyectos gubernamentales para la
erradicación de la violencia.
 Deficiencia del sistema educativo nacional porque centra sus servicios en la
información y no en la formación de generaciones de la población.
 Debilidad institucional como el Ministerio de Gobernación, Ministerio de la
Defensa y muchas dependencias de otros ministerios.
 Falta de profesionalismo de los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad
ciudadana.
 No hay planes sistémicos de seguridad ciudadana de mediano y largo plazos.
 Entorpecimiento de miembros del ejército en funciones direccionales,
administrativas y funcionales de la policía nacional civil.
 Policía Nacional Civil desprestigiada por la manipulación política partidista de los
gobiernos de turno.
 Pobres resultados de la PNC por su falta de profesionalismo y la manipulación de
los puestos decisorios.
 Por injerencias de fuerzas obscuras y paralelas no se investigan los casos aun
teniendo las suficientes evidencias de los hechos violentos.
 Debilidad institucional del MP y la estructura de corrupción e impunidad
prevaleciente en dependencias de investigación criminal.
 Ingobernabilidad en todos los ámbitos de la vida nacional y la ausencia del estado
guatemalteco en el interior del país.
 Detener la criminalidad, reducir o erradicar con la actual estructura y
funcionamiento del estado guatemalteco y la cooptación del gobierno de turno, no
es posible. Necesitamos tiempo y una serie de toma de decisiones de carácter
político y legal para que en forma paulatina pueda ir desapareciendo. Nuestro país
tiene grandes potencialidades, una población trabajadora y digna, muchos
 recursos naturales y una multiculturalidad diversa para el fortalecimiento de
nuevas formas de desarrollo.
Para cambiar la historia en forma pacífica, podemos sugerir algunas acciones estratégicas:

 Reformas constitucionales que nos liberen de algunas ataduras doctrinarias e

ideológicas que limitan el desarrollo de todos.

 Reformas de la mayor parte de las leyes ordinarias y sus reglamentos que impiden
el desarrollo nacional. Específicamente el Código Penal y el Código Procesal Penal.

 Reformas estructurales de la Ley Electoral y de Partidos Políticos para erradicar las

mafias electoreras.

 Reformas en el Tribunal Supremo Electoral para no seguir cubriendo a las mafias

electoreras.

 Reformas en el Congreso de la República para erradicar las mafias que encubren a

los provocadores de todo tipo de violencia.

 Reformas en la Corte Suprema de Justicia y en las salas de apelaciones para no

continuar con el encubrimiento de estructuras de mafias que negocian con la
delincuencia organizada.

 Reforma estructural en el Ministerio Público para erradicar los grupos de mafiosos

que ocultan o desvían información sobre hechos delictivos de violencia.

 Reestructuración de las comisiones de postulación para reducir las mafias que

negocian privilegios a cambio de votos.

 Reformas en las facultades de derecho y en institutos de formación superior para

formar actores altamente eficientes y transparentes.

 Reestructurar el Ministerio de Educación para que su enfoque sea en el marco de

la calidad educativa y la formación de guatemaltecos dignos para servir a la patria.

 Facilitar la aplicabilidad del pluralismo jurídico sustentado en el derecho ancestral

para resolver sus problemas locales en el marco de los derechos humanos.

 Crear verdaderos centros de rehabilitación para personas violentas y su

sistemática reinserción en la sociedad.
 Considerar la práctica ancestral del marco jurídico maya sobre la dignidad de la
persona violentada y recibir su justa reparación.
 CONCLUSIONES:
Después de mostrar el escenario que vivimos los guatemaltecos en el 2009, no hay cabida
para ignorar los hechos y es imperante generar estrategias de cambio. Actualmente existe
una agenda legislativa y una serie de propuestas que procuran abordar el tema.
Sumándose a estas iniciativas, FUNDESA presentó en ENADE 2009 una propuesta de 4
partes, cuyos objetivos se mantienen:

1. Impulsar legislación que brinde de herramientas a las autoridades para reforzar la

persecución, la aprehensión y condena de criminales. Dentro de esta legislación se
resaltan las reformas a la Ley de Amparo, la reconstrucción del Marco normativo
de la Policía Nacional Civil – PNC – y la tipificación de delitos como el
enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y la corrupción.

2. Evaluar continuamente los retrocesos y los avances de las políticas orientadas al

combate de la criminalidad. Esto permitirá mejorar o corregir oportunamente las
acciones emprendidas.

3. Construir alrededor de un proceso de desarrollo integral. Más que castigar la

criminalidad, es necesario definir estrategias de reinserción y prevención.

4. Fomentar la participación de la sociedad civil. Es necesario que todos actuemos de

forma consciente y con un objetivo común: mayor seguridad y justicia en
Guatemala