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La BIBLIA de

NUESTRO PUEBLO
Texto:
LUIS ALONSO SCHÖKEL
Adaptación del texto y comentarios:
EQUIPO INTERNACIONAL

BIBLIA DEL PEREGRINO


AMÉRICA LATINA
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XI Edición

Imprimatur:

Cardenal Oscar A. Rodríguez M., SDB


Arzobispo de Tegucigalpa
Presidente de la CEH

Monseñor Roberto Camilleri, OFM


Obispo Auxiliar de Tegucigalpa
Secretario General de la CEH

© de los mapas, Ediciones Mensajero, S.A.U.


© de los dibujos, grabados y pinturas, Maximino Cerezo Barredo, CMF

2008
© Pastoral Bible Foundation
P.B. Box 1608
Macau, China
bible@claret.org
ISBN 978-99937-874-6-4 (vinilo)
ISBN 978-99937-874-7-1 (papel)

© Ediciones Mensajero, S.A.U.


Sancho de Azpeitia, 2 – 48014 Bilbao
Apartado 73 – 48080 Bilbao – España
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ISBN 84-271-2737-5 (papel)
ISBN 84-271-2764-2 (tapa dura)
ISBN 84-271-2739-1 (cuero)

Printed in China by Nanjing Amity Printing Co.


La creación to según su especie y que lleven semilla so-
(Sal 104; Eclo 43; Prov 8,22-31) bre la tierra.
1 tierra.principio
1 Al Dios creó el cielo y la Y así fue. 12 La tierra produjo hierba ver-
2 La tierra no tenía forma; las ti-
de que engendraba semilla según su espe-
nieblas cubrían el abismo. Y el soplo de cie, y árboles que daban fruto y llevaban
Dios se movía sobre la superficie de las semilla según su especie. Y vio Dios que
aguas. era bueno. 13 Pasó una tarde, pasó una ma-
3 Dijo Dios:
ñana: éste fue el día tercero.
–Que exista la luz. 14 Y dijo Dios:
Y la luz existió. 4 Vio Dios que la luz era –Que existan astros en el firmamento del
buena; y Dios separó la luz de las tinieblas; cielo para separar el día de la noche, para
5 llamó Dios a la luz: día, y a las tinieblas:
señalar las fiestas, los días y los años; 15 y
noche. Pasó una tarde, pasó una mañana: sirvan como lámparas del cielo para alum-
éste fue el día primero. brar a la tierra.
6 Y dijo Dios: Y así fue. 16 E hizo Dios los dos grandes
–Que exista un firmamento entre las astros: el astro mayor para regir el día, el
aguas, que separe aguas de aguas. astro menor para regir la noche, y las estre-
7 E hizo Dios el firmamento para separar llas. 17 Y los puso Dios en el firmamento del
las aguas de debajo del firmamento, de las cielo para dar luz sobre la tierra; 18 para re-
aguas de encima del firmamento. Y así fue. gir el día y la noche, para separar la luz de
8 Y Dios llamó al firmamento: cielo. Pasó las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
una tarde, pasó una mañana: éste fue el día 19 Pasó una tarde, pasó una mañana: éste
segundo. fue el día cuarto.
9 Y dijo Dios: 20 Y dijo Dios:
–Que se junten las aguas de debajo del –Llénense las aguas de multitud de vi-
cielo en un solo sitio, y que aparezcan los vientes, y vuelen pájaros sobre la tierra
continentes. frente al firmamento del cielo.
Y así fue. 10 Y Dios llamó a los continen- 21 Y creó Dios los cetáceos y los vivien-
tes: tierra, y a la masa de las aguas la lla- tes que se deslizan y que llenan las aguas
mó: mar. Y vio Dios que era bueno. según sus especies, y las aves aladas se-
11 Y dijo Dios: gún sus especies. Y vio Dios que era bue-
–Produzca la tierra pasto y hierbas que no.
den semilla, y árboles frutales que den fru- 22 Y Dios los bendijo, diciendo:

1,1–2,4a La creación. Por mucho tiempo se creyó un ambiente de desconfianza hacia su Dios y hasta
que este relato con el que se abre el Génesis fue lo una cierta sospecha de que Él y sólo Él era el respon-
primero y más antiguo que se escribió en la Biblia. Es sable, no sólo de los males pasados, sino también de
probable que los materiales y las tradiciones que se los presentes.
utilizan aquí sí sean muy antiguos, pero está probado La primera intención de los sabios de Israel es libe-
que su redacción es quizá de lo último que se escri- rar a Dios de toda responsabilidad respecto a la injus-
bió en el Pentateuco. El estilo con que está redacta- ticia y al mal en el mundo. Con materiales de cosmo-
do es obra de la escuela sacerdotal (P), y su propósi- gonías de otros pueblos orientales componen un
to carece absolutamente de todo interés científico. relato que busca, mediante el artificio literario de la
Como ya sabemos, el pueblo judío se encontraba en- poesía, inculcar en la mente de los creyentes la idea
tonces a un paso de aceptar la religión babilónica. Lo de que, desde el principio, Dios había creado todo
que exigía y necesitaba no era una lección de prehis- con gran armonía y bondad y que, por lo tanto, no
toria, sino unos principios que le ayudaran a enten- hay en la mente de Dios ningún propósito negativo.
der los siglos de historia vivida para no hundirse com- El himno o poema responde a un esquema septe-
pletamente en la crítica situación que estaban nario de creación. Dios crea todo cuanto existe en seis
atravesando. Se respiraba un aire de derrota, de fra- días y el séptimo lo consagra al descanso, lo cual tam-
caso, de horizontes cerrados, de desconfianza res- bién debe ser imitado por el pueblo. Varios elementos
pecto a todo tipo de institución; lo que era todavía se repiten a lo largo del poema con la intención de
más peligroso: desde el punto de vista religioso, hay que quede bien impreso en la mente del creyente. No
19 GÉNESIS 1
–Crezcan, multiplíquense y llenen las 27 Y creó Dios al hombre a su imagen; a
aguas del mar; y que las aves se multipli- imagen de Dios lo creó; varón y mujer los
quen en la tierra. creó.
23 Pasó una tarde, pasó una mañana: 28 Y los bendijo Dios y les dijo:

éste fue el día quinto. –Sean fecundos, multiplíquense, llenen


24 Y dijo Dios: la tierra y sométanla; dominen a los peces
–Produzca la tierra vivientes según sus del mar, a las aves del cielo y a todos los
especies: animales domésticos, reptiles y animales que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios:
fieras según sus especies.
–Miren, les entrego todas las hierbas que
Y así fue. 25 E hizo Dios las fieras de la engendran semilla sobre la tierra; y todos
tierra según sus especies, los animales do- los árboles frutales que engendran semilla
mésticos según sus especies y los reptiles les servirán de alimento; 30 y a todos los
del suelo según sus especies. Y vio Dios animales de la tierra, a todas las aves del
que era bueno. cielo, a todos los reptiles de la tierra –a todo
26 Y dijo Dios:
ser que respira–, la hierba verde les servirá
–Hagamos al hombre a nuestra imagen de alimento.
y semejanza; que ellos dominen los peces Y así fue. 31 Y vio Dios todo lo que había
del mar, las aves del cielo, los animales do- hecho: y era muy bueno. Pasó una tarde,
mésticos y todos los reptiles. pasó una mañana: éste fue el día sexto.

se trata de una teoría sobre la formación del mundo Dios mediante su Palabra. No es fortuito el hecho de
ni sobre la aparición de la vida y de las especies en él; que el ser humano, hombre y mujer, sea lo último que
hay razones mucho más profundas y serias que im- Dios crea en el orden de días que va marcando nues-
pulsan la obra. tro poema. Al ambiente de injusticia, de desigualdad y
Indudablemente, el creyente judío vive una encru- de dominación por parte de quien se cree amo y se-
cijada histórica: El Señor, Yahvé, su Dios, ha sido de- ñor del mundo, se contrapone este nuevo elemento
rrotado, el pueblo ha perdido sus instituciones, y sus de resistencia: Dios crea al hombre y a la mujer a su
opresores le empujan a aceptar la atractiva religión propia imagen y semejanza, los crea varón y mujer
babilónica con su culto y sus ritos. Para estos fieles para que administren conjuntamente su obra en igual-
tentados, el poema es toda una catequesis, un canto dad de responsabilidades. Su imagen y semejanza con
a la resistencia que invita a mantener firme la fe en el Dios era el proyecto propio del ser humano como pa-
Único y Verdadero Dios de Israel. reja: construir cada día esa imagen y semejanza man-
Veamos en forma de elenco las posibles intencio- teniendo la fidelidad al proyecto armónico y bonda-
nes y consecuencias que hay detrás de este relato: doso del principio, sin dominar a los demás ni someter
1. La creación es fruto de la bondad absoluta de a tiranía a los débiles ni al resto de la creación.
Dios: mientras en los mitos y cosmogonías de los pue- 4. En la creación hay un orden y una armonía, no
blos vecinos la creación está enmarcada en disputas y sólo porque es fruto de la Palabra creadora de Dios,
enfrentamientos violentos entre las divinidades, aquí sino porque Él mismo ratificó esa armonía y esa bon-
aparece una omnipotencia creadora, cuya Palabra dad con su bendición, algo que es exclusivo de Él y
única va haciendo aparecer cuanto existe con la nota que aquí es también todo un mensaje esperanzador
característica de que todo es «bueno». para enfrentar la dura situación de sometimiento en
2. En la creación todo obedece a un plan armóni- que se hallaban los israelitas.
co, cada elemento cumple una función determinada: 5. Finalmente, el descanso sabático es una nueva
los astros iluminan el día o la noche y señalan el paso invitación a la resistencia contra el poder opresor, que
del tiempo y el cambio de las estaciones; es decir: hoy cobra gran vigencia. Ni siquiera Dios en su activi-
cada criatura está para servir al ser humano, no al con- dad creadora omitió este aspecto del descanso. El ser
trario. Ello contrasta con la percepción de otras reli- humano no puede convertirse en un agente de traba-
giones, entre ellas la babilónica, donde astros y ani- jo y producción; el descanso también forma parte de
males eran adorados como divinidades, ante los la armonía y finalidad de la creación y, por tanto, está
cuales muchos inmolaban incluso a sus hijos. Jamás incluido en la imagen y semejanza de su Creador que
esta finalidad estuvo presente en la mente creadora el ser humano lleva en sí.
de Dios. Hay, pues, muchos elementos que hacen de este
3. Se da otro paso más en la toma de conciencia relato un motivo para creer, para esperar y, sobre
respecto a la relación de Dios con el ser humano y el todo, para resistir contra todo aquello o aquellos que
mundo, al resaltar la responsabilidad propia del hom- pretenden suplantar la voluntad creadora y liberadora
bre y la mujer en este conjunto armónico creado por de Dios en este mundo.
GÉNESIS 2 20

2 tierraquedaron
1Y concluidos el cielo, la 10 En Edén nacía un río que regaba el
y todo el universo. jardín y después se dividía en cuatro bra-
2 Para el día séptimo había concluido zos: el primero se llama Pisón y rodea
11
Dios toda su tarea; y descansó el día sépti- todo el territorio de Javilá, donde hay oro;
mo de toda su tarea. 12 el oro de esa región es de calidad, y tam-
3 Y bendijo Dios el día séptimo y lo con- bién hay allí ámbar y ónice. 13 El segundo
sagró, porque ese día Dios descansó de río se llama Guijón, y rodea toda la Nubia.
toda su tarea de crear. 14 El tercero se llama Tigris, y corre al este
4a Ésta es la historia de la creación del de Asiria. El cuarto es el Éufrates.
cielo y de la tierra. 15 El Señor Dios tomó al hombre y lo co-

El Paraíso locó en el jardín del Edén, para que lo guar-


(Ez 28,12-19) dara y lo cultivara. 16 El Señor Dios mandó
4b Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el al hombre:
cielo, 5 no había aún matorrales en la tierra, –Puedes comer de todos los árboles del
ni brotaba hierba en el campo, porque el jardín; 17 pero del árbol del conocimiento del
Señor Dios no había enviado lluvia a la tie- bien y del mal no comas; porque el día en que
rra, ni había hombre que cultivase el cam- comas de él, quedarás sujeto a la muerte.
po 6 y sacase un manantial de la tierra para 18 El Señor Dios se dijo:

regar la superficie del campo. –No está bien que el hombre esté solo;
7 Entonces el Señor Dios modeló al voy a hacerle una ayuda adecuada.
hombre con arcilla del suelo, sopló en su 19 Entonces el Señor Dios modeló de ar-

nariz aliento de vida, y el hombre se convir- cilla todas las fieras salvajes y todos los pá-
tió en un ser vivo. jaros del cielo, y se los presentó al hombre,
8 El Señor Dios plantó un jardín en Edén, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser
hacia el oriente, y colocó en él al hombre vivo llevaría el nombre que el hombre le
que había modelado. pusiera. 20 Así, el hombre puso nombre a
9 El Señor Dios hizo brotar del suelo toda todos los animales domésticos, a los pája-
clase de árboles hermosos de ver y buenos ros del cielo y a las fieras salvajes. Pero en-
de comer; además, hizo brotar el árbol de la tre ellos no encontró la ayuda adecuada.
vida en mitad del jardín y el árbol del cono- 21 Entonces el Señor Dios hizo caer so-
cimiento del bien y del mal. bre el hombre un profundo sueño, y el

2,4b-25 El Paraíso. Este nuevo relato, también lla- Efectivamente, desde sus mismos orígenes, Israel
mado «relato de creación», posee algunas característi- ha sufrido y experimentado la violencia. Varias veces
cas que lo hacen diferente al del primer capítulo. Nó- se ha visto amenazado y sometido por otros pueblos
tese que no hay un orden tan rígido, ni una secuencia más fuertes que él; pero él también sometió y ejerció
de obras creadas según los días de la semana. Adviér- violencia contra otros. La crítica situación del s. VI
tase también que aquí Dios no da órdenes para que a.C. obliga de nuevo a repensar el sentido de esta ca-
aparezcan las cosas; Él mismo va haciendo con sus dena de violencias y, valiéndose de este relato ya co-
manos, va modelando con arcilla a cada ser viviente, nocido por los israelitas, los sabios van a comenzar a
se las ingenia para conseguir que su principal criatura, probar su tesis de que el origen y la fuente del mal no
el hombre, se sienta bien: lo duerme y de su costilla está en Dios, sino en el mismo corazón humano.
«forma» una criatura, que el varón la reconoce como Según el relato que nos ocupa, el ser humano,
la única con capacidad de ser su compañera entre el hombre y mujer, proviene de la misma «adamah»
resto de criaturas: la mujer. –polvo de tierra–, de la misma materia de la que
Por tanto, el estilo literario y la percepción o ima- también fueron hechos los animales (19). Si tantas
gen que se tiene de Dios son completamente distin- veces ser humano y animales se asemejan en sus
tos a los del primer relato de Génesis. Éste es un re- comportamientos, es porque desde su origen mismo
lato muy antiguo, que los israelitas ya conocían de hay algo que los identifica: la «adamah». Por eso, a
varios siglos atrás. El material original del relato pare- los que nacen se les llama «Adán», porque son for-
ce provenir de la cultura acadia; los israelitas lo adap- mados con «adamah», provienen de ella. De esta for-
taron a su pensamiento y lo utilizaron para explicarse ma queda claro para los israelitas, que han soporta-
el origen del hombre y de la mujer; más aún, para do la violencia, la opresión y la brutalidad –y que las
tratar de establecer las raíces mismas del mal en el han infligido a otros–, que los instintos y comporta-
mundo. mientos salvajes tienen una misma materia original,
21 GÉNESIS 3
hombre se durmió. Luego le sacó una cos- 2 La mujer contestó a la serpiente:
tilla y llenó con carne el lugar vacío. 22 De –¡No! Podemos comer de todos los árbo-
la costilla que le había sacado al hombre, el les del jardín; 3 solamente del árbol que está
Señor Dios formó una mujer y se la presen- en medio del jardín nos ha prohibido Dios
tó al hombre. comer o tocarlo, bajo pena de muerte.
4 La serpiente replicó:
23 El hombre exclamó:
–¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y –¡No, nada de pena de muerte! 5 Lo que
carne de mi carne! Su nombre será Mujer, pasa es que Dios sabe que cuando ustedes
porque la han sacado del Hombre. 24 Por coman de ese árbol, se les abrirán los ojos
eso el hombre abandona padre y madre, se y serán como Dios, conocedores del bien y
junta a su mujer y se hacen una sola carne. del mal.
6 Entonces la mujer cayó en la cuenta de
25 Los dos estaban desnudos, el hombre
y su mujer, pero no sentían vergüenza. que el árbol tentaba el apetito, era una de-
licia de ver y deseable para adquirir cono-
El pecado cimiento. Tomó fruta del árbol, comió y se
1 La
serpiente era el animal más astu- la convidó a su marido, que comió con ella.
3 to de cuantos el Señor Dios había cre- 7 Se les abrieron los ojos a los dos, y
ado; y entabló conversación con la mujer: descubrieron que estaban desnudos; entre-
–¿Conque Dios les ha dicho que no co- lazaron hojas de higuera y se hicieron unos
man de ningún árbol del jardín? taparrabos. 8 Oyeron al Señor Dios que se

tanto en el ser humano como en el animal: la tierra, esta tendencia natural a atrapar y a eliminar a quien
el polvo. se atraviese en nuestro camino. Este texto nos invita
En la creación del ser humano y de los animales se hoy a tomar conciencia de nuestra natural «adamaci-
pueden destacar, al menos, tres elementos que les son dad», pero también a darnos cuenta de que dentro de
comunes: cada uno se encuentra la presencia del Espíritu que
1. El ser humano es formado con «arcilla del suelo», sólo espera la oportunidad que nosotros le demos
elemento del que también están hechos los animales para humanizarnos, y así poder soñar con una socie-
(7.19). dad nueva, gracias a nuestro esfuerzo colectivo.
2. Dios da al ser humano «aliento de vida», pero Ésta es, pues, una primera respuesta que da la Es-
también lo reciben los animales (cfr. 7,15.22; Sal critura al interrogante existencial sobre el mal, la vio-
104,29s). lencia y la injusticia, pan de cada día del pueblo de Is-
3. El ser humano es llamado «ser viviente». Los ani- rael y de nosotros, hoy. En definitiva, el trabajo que
males reciben idéntica denominación (1,21; 2,19; realizaron los pensadores y sabios de Israel es toda
9,10). ¿Significa esto que el ser humano es igual en una autocrítica que apenas comienza. Pero el punto
todo al animal? La Biblia responde negativamente y lo de partida queda ya establecido en este segundo rela-
explica. Al ser humano, Dios le da algo que no pose- to del Génesis: el origen del mal está en el mismo ser
en los animales: la imagen y semejanza con Él (1,26), humano, en el dejarse dominar por la «adamacidad»
imagen que empieza a perfilarse desde el momento que lleva dentro. El relato siguiente es la ilustración
en que Dios sopla su propio aliento en las narices del concreta de esta tesis.
ser humano acabado de formar (7). 3,1-24 El pecado. En orden a intentar recuperar al
Así pues, el ser humano no es humano sólo por el máximo la riqueza y el sentido profundo que encierra
hecho de tener un cuerpo; lo específico del ser hu- este pasaje, conviene «desaprender» en gran medida
mano acaece en él cuando el Espíritu de Dios lo in- lo que la catequesis y la predicación tradicionales nos
habita, lo hace apto para ser alguien humanizado. Di- han enseñado. Se nos decía que el ser humano había
cho de otro modo: lo humano acontece en el hombre sido creado en estado de inocencia, de gracia y de
y en la mujer cuando su materialidad –«adamaci- perfección absolutas y que, a causa del primer peca-
dad»– demuestra estar ocupada por el Espíritu de do de la pareja en el Paraíso, ese estado original se
Dios. perdió.
Superada la literalidad con que nos enseñaron a ver Consecuencias de esta interpretación: Dios tenía
estos textos, es posible extraer de ellos –también aho- un proyecto perfecto, y el hombre y la mujer lo des-
ra– inmensas riquezas para nuestra fe y crecimiento barataron con su pecado; Dios no había hecho las co-
personal. Basta con echar una mirada a las actuales re- sas tan bien como parecía; la mujer queda convertida
laciones sociales, al orden internacional, para darnos en un mero instrumento de pecado, una especie de
cuenta de la tremenda actualidad que cobra este re- monstruo tentador; el hombre aparece como un estú-
lato. También nuestros fracasos, la violencia y la injus- pido, víctima inconsciente de las artimañas tentadoras
ticia que rigen en nuestro mundo tienen que ver con de la mujer. Conviene tener en cuenta que este rela-

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