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LA CREACIÓN OBRA
DEL AMOR DE DIOS
“LA TIERRA ESTÁ LLENA DE SU
AMOR”. Salmo 33, 5b
INTRODUCCIÓN Y
ORACIÓN

Buenas papitos, antes de empezar nuestro tema


del día de hoy que es el Encuentro 3: “La
Creación obra del amor de Dios”, vamos a
ponernos en actitud de oración, rezar la primera
oración y luego vamos a rezar el Padre Nuestro
y a pedirle a Dios nos ilumine para que podamos
comprender lo que vamos a compartir hoy.
ORACIÓN
“Padre Santo,
reconocemos en Ti la
fuente de la vida, haz que
siempre sepamos
agradecer tus dones y
valorarlos, sobre todo
respetando y colaborando
con nuestros hermanos.
Envía tu Espíritu de amor y
renueva la faz de la tierra”.
HOY NOS REUNIMOS PARA:
➢ Reconocer que Dios Padre es el Creador de todo lo que existe.
➢ Su amor da sentido a nuestra vida.

VER NUESTRA REALIDAD


• ¿Qué sientes cuándo contemplas la
creación, quizás cuándo sales de viaje a
la sierra o la selva y contemplas los
valles, montanas, ríos lagos, etc?
Coméntanos
• ¿Para qué Dios ha creado todo esto?
• ¿Consideras que el ser humano está
maltratando y matando la creación?
Leia mais em: https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/genesis/1/

ILUMINAR NUESTRA REALIDAD CON LA


PALABRA DE DIOS: A partir de 2 lecturas.

Gn 1
En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo
era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas
cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba
sobre la superficie de las aguas. Dijo Dios: «Haya luz», y
hubo luz. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de
las tinieblas. Dios llamó a la luz "Día" y a las tinieblas
"Noche". Atardeció y amaneció: fue el día Primero.
Gn 1
Dijo Dios: «Haya una bóveda en medio de las aguas, para
que separe unas aguas de las otras.» Hizo Dios entonces
como una bóveda y separó unas aguas de las otras: las
que estaban por encima del firmamento, de las que
estaban por debajo de él. Y así sucedió. Dios llamó a esta
bóveda "Cielo". Y atardeció y amaneció: fue el día
Segundo.
Gn 1
Dijo Dios: «Júntense las aguas de debajo de los cielos en un
solo depósito, y aparezca el suelo seco.» Y así fue. Dios
llamó al suelo seco "Tierra" y al depósito de las aguas
"Mares". Y vio Dios que esto era bueno. Dijo Dios: «Produzca
la tierra hortalizas, plantas que den semilla, y árboles frutales
que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada
uno según su especie.» Y así fue. La tierra produjo hortalizas,
plantas que dan semillas y árboles frutales que dan fruto con
su semilla dentro, cada uno según su especie. Dios vio que
esto era bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Tercero.
Gn 1
Dijo Dios: «Haya lámparas en el cielo que separen el día de
la noche, que sirvan para señalar las fiestas, los días y los
años, y que brillen en el firmamento para iluminar la
tierra.» Y así sucedió. Hizo, pues, Dios dos grandes
lámparas: la más grande para presidir el día y la más chica
para presidir la noche, e hizo también las estrellas. Dios
las colocó en lo alto de los cielos para iluminar la tierra,
para presidir el día y la noche y separar la luz de las
tinieblas; y vio Dios que esto era bueno.
Gn 1
Y atardeció y amaneció: fue el día Cuarto. Dijo Dios:
«Llénense las aguas de seres vivientes y revoloteen
aves sobre la tierra y bajo el firmamento.» Dios creó
entonces los grandes monstruos marinos y todos los
seres que viven en el agua según su especie, y todas las
aves, según su especie. Y vio Dios que todo ello era
bueno. Los bendijo Dios, diciendo: «Crezcan,
multiplíquense y llenen las aguas del mar, y
multiplíquense asimismo las aves sobre la tierra.» Y
atardeció y amaneció: fue el día Quinto.
Gn 1
Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de
diferentes especies, animales del campo, reptiles y
animales salvajes.» Y así fue. Dios hizo las distintas
clases de animales salvajes según su especie, los
animales del campo según su especie, y todos los
reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que todo
esto era bueno. Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra
imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los
peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los
animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que
se arrastran por el suelo.» Y creó Dios al hombre a su
imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los
creó.
Gn 1
Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y
multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan
autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del
cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la
tierra.» Dijo Dios: «Hoy les entrego para que se alimenten
toda clase de plantas con semillas que hay sobre la
tierra, y toda clase de árboles frutales. A los animales
salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes
que se mueven sobre la tierra, les doy pasto verde para
que coman.» Y así fue. Dios vio que todo cuanto había
hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día
Sexto.
Gn 2
Así estuvieron terminados el cielo, la tierra y todo lo que
hay en ellos. El Séptimo día Dios tuvo terminado su
trabajo, y descansó en ese día de todo lo que había hecho.
Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día
descansó de sus trabajos después de toda esta creación
que había hecho. Este es el origen del cielo y de la tierra
cuando fueron creados.
Gn 2
El día en que Yahvé Dios hizo la tierra y los cielos, no
había sobre la tierra arbusto alguno, ni había brotado aún
ninguna planta silvestre, pues Yahvé Dios no había hecho
llover todavía sobre la tierra, y tampoco había hombre
que cultivara el suelo e hiciera subir el agua para regar
toda la superficie del suelo. Entonces Yahvé Dios formó
al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus
narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento
y vida.
Gn 2
Yahvé Dios plantó un jardín en un lugar del Oriente
llamado Edén, y colocó allí al hombre que había formado.
Yavé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles,
agradables a la vista y buenos para comer. El árbol de la
Vida estaba en el jardín, como también el árbol de la
Ciencia del bien y del mal. Del Edén salía un río que
regaba el jardín y se dividía en cuatro brazos. El primero
se llama Pisón, y corre rodeando toda la tierra de Evila
donde hay oro, oro muy fino. Allí se encuentran también
aromas y piedras preciosas.
Gn 2
El segundo río se llamaba Guijón y rodea la tierra de Cus.
El tercer río se llama Tigris, y fluye al oriente de Asiria. Y
el cuarto río es el Eufrates. Yavé Dios tomó al hombre y lo
puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo
cuidara. Y Yahvé Dios le dio al hombre un mandamiento;
le dijo: «Puedes comer todo lo que quieras de los árboles
del jardín, pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien
y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que
morirás.»
Gn 2
Dijo Yavé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Le
daré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude.»
Entonces Yavé Dios formó de la tierra a todos los animales
del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el
hombre para que les pusiera nombre. Y el nombre de todo
ser viviente había de ser el que el hombre le había dado. El
hombre puso nombre a todos los animales, a las aves del
cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró a ninguno
que fuera a su altura y lo ayudara.
Gn 2
Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre
y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el
hueco con carne. De la costilla que Yavé había sacado al
hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre.
Entonces el hombre exclamó: «Esta sí es hueso de mis
huesos y carne de mi carne. Esta será llamada varona
porque del varón ha sido tomada.»"
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para
unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne. Los dos
estaban desnudos, hombre y mujer, pero no sentían
vergüenza.
NOS PREGUNTAMOS:
• ¿Qué sentido tiene para ti el relato de la creación?
• ¿Crees que el ser humano es un colaborador de Dios
Creador, de qué forma?
Antes de nuestra reflexión leamos el numeral 12 de la encíclica
de Papa Francisco “Laudato Sí”: “San Francisco, fiel a la Escritura, nos
propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos
habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la
grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor»
(Sb 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen visibles para la
inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm 1,20).
Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto
sin cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quienes
las admiraran pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza.
El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que
contemplamos con jubilosa alabanza.
REFLEXIÓN
1. LAS PREGUNTAS DEL SER HUMANO
¿Quién no se queda extasiado frente a las maravillas de la
naturaleza, el amanecer o atardecer, la inmensidad del mar o la
majestuosidad de las montañas… y sobre todo frente a la
perfección y grandeza de la persona humana desde su misma
concepción? El ser humano varón y mujer es la flor de la
naturaleza, está hecho a imagen de Dios, es inteligente, capaz de
amar, de decidir, de tomar su vida en sus manos y construir su
futuro… Pero el ser humano también piensa y se hace preguntas
profundas y angustiantes sobre la vida, el sufrimiento y la muerte.
2. DIOS PADRE CREADOR
El pueblo hebreo, también, se planteó las mismas preguntas,
pero gracias a su experiencia de liberación de la esclavitud de
Egipto e iluminado por su fe, fue entendiendo que el Dios
liberador, era también Padre y Creador, que todo lo que existe
es creación del único Dios y el Ser Humano la obra más perfecta
de la creación. El pueblo hebreo descubre que Dios nos ha
creado por amor, a su imagen y semejanza, con un alma
inmortal, como personas libres, varones y mujeres para entrar en
diálogo y comunión con Él. Nos ha puesto en el mundo para que
lo cuidemos con responsabilidad. Su primer gesto de amor es la
creación.
3. CREACIÓN O EVOLUCIÓN
Hoy muchos creen que hay contradicción la fe y la ciencia. Pero
en realidad la Biblia y la Ciencia responden a preguntas de
distinto orden. (CIC 283-284)
• La ciencia nos ayuda a entender “cómo” se ha formado el
mundo y cómo funcionan las cosas creadas, buscando
explicaciones a partir de la observación de la realidad.
• La fe da respuesta a las preguntas fundamentales del ser
humano “por qué y para qué vivo”.
• En la ciencia se habla de la evolución desde los seres más
simples en la escala de la existencia hasta llegar al varón y a
la mujer: un mundo que va desarrollándose a través de un
largo proceso que tuvo un inicio con la famosa explosión
que hoy se reconoce. Esto significa que todo tiene un inicio:
la materia, el universo no son eternos y tienen principio y fin.
• La Biblia afirma claramente que Dios interviene directamente
en la creación del ser humano que no es simplemente
evolución de la materia. El ser humano recibe el alma
directamente de Dios y esto lo hace imagen de Dios.
• La Biblia habla de la creación en siete días y nos hace
entender que todo tiene origen poco a poco de manera
procesual. Entendemos así que Dios no tiene apuros, hace
bien las cosas. Dios no crea todo terminado desde el
principio, pero está desde el origen y acompaña con amor
todo el proceso. Es un proceso creativo no fruto del azar
y de la confusión, sino fruto del amor inteligente y
permanente de Dios.
4. COLABORADORES DE DIOS EN EL MUNDO
DE HOY.
El Padre de Jesús es el Padre Nuestro del cielo que desde
siempre nos ama y nunca se cansará de amarnos. Es la
fuente de toda energía y vida. Él nos llama en Cristo a la
felicidad mediante el encuentro y la alianza con Él. (Ver CIC
239). San Agustín en el siglo V, decía, “nos hiciste, Señor,
para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en
ti”.
Vivir es responder a su llamado y, a ejemplo de Jesús,
colaborar en su proyecto de vida abundante para todos.
En la medida que sepamos descubrir el rostro de este Padre, lo
reconoceremos como Dios Único y aprenderemos a vivir desde
su amor que nos hace hijos y hermanos, solidarios los unos de
los otros.
La gratitud hacia Dios creador y cuidador de nuestra vida, nos
debe llevar a respetar la naturaleza y no adueñarnos ni
aprovecharnos egoístamente de ella. Más bien ser responsables
del mundo colaborando en la lucha contra lo negativo, superando
los límites y las enfermedades y conservando este mundo que es
nuestra casa común. Cuidémosla de todo lo que puede dañarla,
desde la basura hasta las bombas.
Esto es posible si el hombre se
mantiene unido a su Creador y
respeta la creación; de otra manera
será la causa de su propia
destrucción.

RECUERDA:
• Dios que todo cuanto había creado era muy bueno. (Gen 1, 31)
• Dios es amor. Hemos sido creados por amor y somos llamados a
vivir en el amor.
• El Padre nos ha creado a su imagen y semejanza como familia.
• Somos responsables de nuestra vida y del mundo: colaboramos
con Dios en dar vida, cuidarla y trabajar por un mundo mejor.
ACTUAR COMPROMISO
DIALOGANDO EN PAREJA
• - ¿Cómo demostramos día a día que somos
hijos de Dios?
• - ¿Estamos educando a nuestro hijo en un
ambiente cristiano en el hogar?
DIALOGANDO CON LOS HIJOS
• Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo es uno y
único, pero también es familia. ¿En qué debe
mejorar nuestra familia para ser como la de
Dios?
• Fuimos creados por amor, nos unimos por
amor: ¿Vivimos el amor como familia, como
comunidad? ¿Qué podemos hacer?
DIALOGANDO Y TRABAJANDO CON LOS
HIJOS Y LAS HIJAS
Ayuda a tu hijo a trabajar su carpeta. Cuéntale a tu
hijo:
• Dios existe desde siempre, y todo lo que existe
ha sido creado por Él. Toda la creación nos habla
del amor de Dios.
• Piensa en una planta que te gusta o un animalito
que quieres ¿Qué espera Dios de ellos? Y ¿Qué
espera Dios de mí que soy más importante que
cualquier planta o animal?
• ¿Cómo colaboraré para mejorar la Creación en
donde estoy viviendo?
• Debemos agradecer a Dios por las cosas, las
plantas y los animales; debemos cuidarlas y
cultivarlas. En especial debemos cuidar y amar a
los seres humanos, hechos a imagen de Dios.
ORANDO EN FAMILIA
• Renovamos en la oración nuestro
compromiso personal y familiar
frente al amor de Dios.

Hermanos agradezcamos a Dios por


la reunión de hoy, OREMOS la
oración a Dios por la creación.
Y a nuestra madre
María, ofrezcámosle
una rosa orando.

Gracias hermanos, muchas


bendiciones a sus familias.

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