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SUS ATRIBUTOS
LECCIÓN 2
Escriba FALSO (F) o VERDADERO (V)
_____ La Biblia no discute el tema de la existencia de Dios.
_____ Es a través de Cristo y Su Palabra que podemos conocer a Dios.
_____ Dios es casi perfecto y tiene mucho amor.
INTRODUCCIÓN
¿Sabías tú que la Biblia no procura probar la existencia de Dios, sino que más bien da por sentado que
Él existe? ¿Sabías tú también que las Sagradas Escrituras describen de manera brillante numerosos atributos
que caracterizan a Dios? ¿Sabías que algunos de esos atributos son exclusivamente de Él, como Dios, y que
otros se pueden ver en los seres humanos, como resultado de haber sido creados a la imagen de Dios? Todo
esto y mucho más es lo que la palabra de Dios nos enseña en toda la Biblia.
Así, iniciamos esta segunda lección con el gran tema de la Biblia: Quién es Dios y cuáles son Sus
atributos. El Dios que hemos llegado a conocer, en el momento de nuestra conversión, es el único Dios
verdadero, revelado en la Biblia y por medio de Jesucristo, Su Hijo. Por tanto, Él es el único que puede y debe
ser adorado. En suma, las Sagradas Escrituras son la única revelación escrita verdadera del único Dios
verdadero, y el Señor Jesucristo es la única revelación encarnada y personal de Dios.
En términos generales, la palabra «atributo» se refiere a un conjunto de cualidades o características que son
propias y únicas de una persona, objeto o lugar; estas propiedades lo hacen diferenciable o reconocible. Por
ejemplo, los atributos de una persona en cuanto a personalidad podrían ser que es carismática, leal y amable y
desde el punto de vista físico es que sea alta, delgada, tez trigueña, entre otros.
Desde el punto de vista etimológico, la palabra atributo proviene del latín attribūtum y, según el diccionario de
la Real Academia Española (RAE), se refiere a «cada una de las cualidades o propiedades de un ser». Esta
palabra puede ser utilizada en diversos ámbitos que van desde los atributos informáticos hasta los atributos
divinos e incluso de los seres mitológicos.
Desde una perspectiva bíblico-teológica, los atributos de Dios son las perfecciones del carácter de Dios tal
como se nos revelan en las Sagradas Escrituras, tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamentos. Algunos de
estos atributos son los llamados atributos naturales; y otros, son los llamados atributos morales. En 1 Pedro 2.9,
a los atributos de Dios se les conoce como «virtudes».
NOTAS ACLARATORIAS
«ATRIBUTOS NATURALES». Son aquellos que son únicamente exclusivos Dios. Por ejemplo, en Mateo 5.48,
Jesús nos enseña que Dios es perfecto; es decir, absolutamente íntegro y sin pecado.
«ATRIBUTOS MORALES». Son aquellos que también se pueden apreciar en los seres humanos, como resultado
de haber sido creados a la imagen de Dios. Por ejemplo, en 1 Juan 4.8, se nos enseña que Dios es amor, pero
que también los humanos tenemos la capacidad de amar, y con mucha más razón si ha nacido de nuevo en
Cristo Jesús (1 Juan 4.7).
«VIRTUDES» (1 Pedro 2.9). La palabra griega que se usa aquí es «areté» (en plural, «aretás»), y se refiere a la
esencia del ser de Dios que consiste en la totalidad de sus perfecciones o atributos divinos.
PREGUNTAS EXPLORATORIAS
2. ¿Por qué la Biblia y Jesucristo son las únicas fuentes de revelación confiables para conocer a Dios?
LOS ATRIBUTOS DE DIOS
¿Qué enseñan estos versículos de la Biblia sobre los atributos exclusivos de Dios?
HAZLO PERSONAL
Después de haber estudiado los atributos naturales y morales de Dios; es decir, quién es Dios, medita por un
momento en las siguientes preguntas y responde:
1. ¿Quién era tu «dios» (o, tus «dioses») antes de recibir a Cristo como tu suficiente Salvador y Señor? ¿Has
renunciado a esos «dioses»? ¿Ya eres libre? Recuerda que esos «dioses» podrían haber sido cosas (dinero,
trabajo, etc.), personas (algún cantante o grupo famoso, un familiar, una pareja sentimental, etc.), ídolos (vida
de religiosidad carente de una relación personal con Jesucristo), y un falso concepto de Dios (sectas, falsas
doctrinas, etc.).
VERSO CLAVE
«Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia» (Salmos 145.8).