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C E N T R O

U N I V E R S I T A R I O
D E L A C O S T A S U R

UNIDAD V. LA
SEGURIDAD
JURÍDICA. M A T E R I A :

Derechos Humanos
y sus Garantias
M A E S T R O :

Juan Rafael Ambriz


Camacho
P R E S E N T A D O P O R

Sofia Ailyn Becerra


Maldonado
1 1 D E A B R I L D E L 2 0 2 4
Introducción
El Artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es una
pieza fundamental en el marco jurídico de México. Este artículo establece las
facultades y competencias exclusivas del Congreso de la Unión para legislar sobre
diversas materias de importancia nacional. Asimismo, delinean áreas específicas
de responsabilidad del gobierno federal en temas cruciales como el comercio
exterior, las relaciones internacionales, la emisión de moneda y la administración
de justicia a nivel federal. Además, el artículo también aborda la delimitación de
competencias entre las autoridades federales y locales, así como los mecanismos
para resolver conflictos de jurisdicción. En su conjunto, el Artículo 22 garantiza la
cohesión y el funcionamiento eficiente del sistema legal y político mexicano al
establecer los límites y responsabilidades de las diferentes instancias de gobierno.

El Artículo 22º de la Constitución Federal de México establece las facultades


exclusivas del Congreso de la Unión para legislar sobre ciertas materias. Estas
materias incluyen la regulación del comercio exterior y las relaciones
internacionales; la regulación de la emisión de moneda, el sistema monetario y el
régimen de cambios; la definición y castigo de delitos contra la federación, así
como la organización, funcionamiento y atribuciones de las instituciones
encargadas de administrar justicia federal. Además, el artículo establece que las
leyes federales determinarán los casos de jurisdicción federal y los del orden
común, así como las reglas para resolver conflictos de competencia entre las
autoridades federales y locales.

La Prohibición de la pena de muerte, inusitadas y trascendentales como


garantía de seguridad jurídica
La prohibición de la pena de muerte es una disposición inusitada y trascendental
en cualquier marco legal, ya que representa una garantía fundamental de
seguridad jurídica y respeto a los derechos humanos. Esta prohibición implica que
ningún individuo puede ser condenado a muerte como castigo por un delito,
independientemente de la gravedad de este último. Esta medida refleja el
reconocimiento de la dignidad inherente a toda persona y su derecho a la vida, sin
excepciones.
La seguridad jurídica se ve fortalecida por esta prohibición, ya que brinda certeza
a los individuos de que no serán sometidos a un castigo extremo e irreversible por
parte del Estado. Además, contribuye a evitar posibles abusos del poder estatal y
garantiza un sistema de justicia más equitativo y humano.
En muchos países, la abolición de la pena de muerte se considera un paso crucial
hacia la consolidación de un estado de derecho sólido y el fortalecimiento de la
protección de los derechos fundamentales de las personas. Esta prohibición no
solo responde a consideraciones éticas y morales, sino que también se
fundamenta en evidencia empírica que muestra la falta de efectividad de la pena
de muerte como disuasivo del crimen, así como la posibilidad de errores
irreparables en el sistema judicial.

Conceptos de mutilación, infamia, marca, azotes, palos y tormento


Mutilación: La mutilación se refiere a la acción de dañar o eliminar parte del cuerpo
de una persona, ya sea como forma de castigo, tortura o como medida de control
social. Esto puede incluir la amputación de extremidades, la castración, la
escarificación u otras formas de alteración física.
Infamia: La infamia es una condición o estado en el que una persona pierde su
reputación o prestigio debido a la comisión de un acto vergonzoso o deshonroso.
La imposición de la infamia como castigo puede implicar la exclusión social, la
marca pública de la persona como deshonrada o la pérdida de ciertos derechos
civiles.
Marca: En el contexto penal, la marca se refiere a la aplicación de un sello o señal
física en el cuerpo de una persona como forma de castigo o de identificación de
criminales. Históricamente, las marcas podían ser utilizadas para identificar a los
delincuentes reincidentes o como una forma de estigmatización social.
Azotes: Los azotes son golpes o latigazos aplicados a una persona como forma de
castigo corporal. Esta práctica se ha utilizado en diversas culturas y períodos
históricos como una forma de castigar delitos menores o como parte de la
ejecución de sentencias judiciales.
Palos: El castigo con palos implica golpear a una persona con un objeto
contundente, como un palo o una vara, como forma de infligir dolor y castigar un
comportamiento considerado inaceptable o criminal.
Tormento: El tormento se refiere a cualquier forma de sufrimiento físico o
psicológico infligido a una persona como método de castigo o tortura. Esto puede
incluir técnicas como la privación de sueño, la exposición a condiciones extremas
de temperatura, la aplicación de descargas eléctricas, entre otros métodos.

La confiscación de bienes. - Casos cuando no se considera


La confiscación de bienes es una medida en la que el Estado toma posesión de
los bienes de una persona como consecuencia de un delito o infracción legal. Sin
embargo, hay situaciones en las que esta medida puede no considerarse
apropiada o justa. Aquí hay algunos casos en los que la confiscación de bienes
puede no ser considerada:
Proporcionalidad: La confiscación de bienes debe ser proporcional al delito
cometido. Si la medida es desproporcionada en relación con la gravedad del delito
o si afecta injustamente a personas inocentes, podría ser considerada injusta.
Falta de pruebas: Si no hay pruebas suficientes que demuestren la conexión entre
los bienes confiscados y la actividad delictiva, la confiscación podría ser
considerada injusta.
Derechos de terceros: Si la confiscación afecta los derechos legítimos de terceros
que no están involucrados en el delito, como familiares o socios comerciales
inocentes, podría ser considerada injusta.
Errores judiciales: En casos donde se comete un error judicial y una persona es
condenada injustamente por un delito, la confiscación de sus bienes también sería
considerada injusta.
Violaciones de derechos humanos: Si la confiscación de bienes se lleva a cabo de
manera arbitraria, sin el debido proceso legal o en violación de los derechos
humanos fundamentales de la persona, podría ser considerada injusta y
constituiría un abuso de poder por parte del Estado.

La multa excesiva
La multa excesiva se refiere a una sanción económica impuesta por un delito o
infracción que se considera desproporcionadamente alta en relación con la
gravedad del delito o la capacidad económica del infractor. Este concepto está
estrechamente relacionado con el principio legal de proporcionalidad, que
establece que las sanciones impuestas deben ser proporcionales a la gravedad
del delito y al daño causado, así como a la capacidad económica del infractor.
La imposición de multas excesivas puede ser problemática por varias razones:
Inequidad económica: Una multa excesiva puede tener un impacto
desproporcionado en personas de bajos ingresos o en situaciones económicas
precarias, lo que resulta en una carga financiera injusta y potencialmente
insostenible para el infractor.
Falta de efectividad disuasoria: Las multas excesivas pueden no cumplir su
propósito disuasorio, ya que los infractores podrían verse imposibilitados de
pagarlas y optar por continuar con la actividad ilícita.
Desaliento del cumplimiento de la ley: La imposición de multas excesivas puede
socavar la confianza en el sistema de justicia y desalentar el cumplimiento de la
ley, especialmente si se percibe como injusta o arbitraria.
Violación de derechos fundamentales: En algunos casos, una multa excesiva
puede ser considerada una violación de los derechos fundamentales, como el
derecho a un juicio justo o el derecho a no ser sometido a tratos crueles e
inhumanos.

Concepto de aseguramiento, decomiso y enriquecimiento ilícito.


Estos términos están relacionados con aspectos legales relacionados con delitos
financieros, corrupción y crimen organizado. Aquí te proporciono una explicación
de cada uno:
Aseguramiento: El aseguramiento es una medida cautelar que implica la
restricción temporal de bienes, activos o propiedades presuntamente relacionados
con actividades delictivas. Esta medida tiene como objetivo evitar que los
presuntos delincuentes dispongan de sus bienes mientras se lleva a cabo una
investigación penal. El aseguramiento puede ser de naturaleza temporal y puede
incluir bienes muebles e inmuebles, cuentas bancarias, vehículos, entre otros
activos.
Decomiso: El decomiso es una medida legal mediante la cual se confisca
permanentemente la propiedad o los activos que se determina que han sido
obtenidos de manera ilícita o que están relacionados con actividades delictivas.
Esto puede ocurrir como resultado de un proceso penal exitoso, donde se
demuestra que los bienes en cuestión están vinculados a la comisión de un delito.
El decomiso puede aplicarse a una amplia gama de activos, incluidos bienes
raíces, vehículos, cuentas bancarias, efectivo y otros bienes de valor.
Enriquecimiento ilícito: El enriquecimiento ilícito se refiere al aumento significativo
e injustificado de la riqueza o el patrimonio de una persona, que no puede ser
justificado por medios legales o lícitos. Este término se utiliza especialmente en
casos de corrupción, donde los funcionarios públicos o personas en posiciones de
poder obtienen ganancias ilegales a través de actividades corruptas, como el
soborno, el fraude, el tráfico de influencias o el mal uso de recursos públicos. El
enriquecimiento ilícito puede dar lugar a acciones legales para confiscar los
activos adquiridos de manera ilegal y para procesar a los responsables por sus
acciones.

Consideraciones a la Ley Federal de Extinción de Dominio.


La Ley Federal de Extinción de Dominio es una herramienta legal utilizada para
combatir la delincuencia organizada y el lavado de dinero al permitir que el Estado
confisque los bienes adquiridos mediante actividades ilícitas. Aquí hay algunas
consideraciones importantes relacionadas con esta ley:
Protección de los derechos fundamentales: Es fundamental que la ley garantice el
respeto de los derechos humanos y las garantías individuales durante todo el
proceso de extinción de dominio. Esto incluye el derecho a un debido proceso, el
derecho a la defensa, la presunción de inocencia y el derecho a la propiedad
privada. La ley debe establecer procedimientos claros y transparentes que
aseguren la protección de estos derechos.
Principio de proporcionalidad: Las medidas de extinción de dominio deben ser
proporcionales a la gravedad del delito y al valor de los bienes confiscados. Se
deben establecer criterios claros para determinar cuándo es adecuado aplicar esta
medida y qué bienes pueden ser objeto de confiscación.
Transparencia y rendición de cuentas: La ley debe establecer mecanismos
efectivos de supervisión y control para garantizar la transparencia en el proceso de
extinción de dominio y prevenir posibles abusos por parte de las autoridades. Esto
incluye la creación de instancias independientes encargadas de supervisar la
aplicación de la ley y de investigar posibles casos de corrupción.
Protección de terceros de buena fe: La ley debe incluir disposiciones que protejan
los derechos de terceros que adquieran bienes de buena fe y sin conocimiento de
que fueron adquiridos de manera ilícita. Estos terceros deben tener la posibilidad
de reclamar la devolución de sus bienes en caso de que sean objeto de
confiscación.
Coordinación interinstitucional: Es importante que la ley establezca mecanismos
de coordinación entre las diferentes instituciones encargadas de la aplicación de la
ley, como el Ministerio Público, las autoridades judiciales, la policía y las
instituciones financieras. La colaboración entre estas instituciones es fundamental
para garantizar la eficacia de la ley en la lucha contra el crimen organizado y el
lavado de dinero.

Artículo 23º de la Constitución Federal


El Artículo 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece las garantías individuales relacionadas con el ejercicio de la profesión, el
trabajo y la libre asociación. A continuación, proporciono una versión simplificada
del artículo:
Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil. El Estado
garantizará el derecho al trabajo, al establecer políticas públicas que fomenten la
creación de empleos y regulen las condiciones laborales para proteger la dignidad
de los trabajadores.
El Estado velará por el cumplimiento de las normas laborales y proporcionará
medios eficaces para resolver conflictos entre trabajadores y empleadores.
Los sindicatos y las asociaciones de trabajadores tienen el derecho de formarse,
organizarse y sindicalizarse libremente, sin intervención del Estado. El ejercicio de
este derecho se sujetará a las leyes que regulen su funcionamiento y estructura
interna.
Los sindicatos y asociaciones de trabajadores tienen derecho a concertar
contratos colectivos de trabajo para regular las condiciones laborales y proteger
los intereses de sus afiliados.
Los patrones están obligados a respetar los derechos de los trabajadores y a
garantizar condiciones laborales justas y equitativas, incluyendo salarios dignos,
jornadas de trabajo adecuadas, seguridad social y protección contra el despido
injustificado.

La limitación constitucional de no tener más de tres instancias en los


juicios del orden penal.
En México, la limitación constitucional de no tener más de tres instancias en los
juicios del orden penal se encuentra establecida en el artículo 20 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Este artículo establece los
principios del sistema de justicia penal en el país y garantiza los derechos de las
personas durante el proceso penal.
En relación con el número de instancias, el artículo 20 establece que el proceso
penal deberá regirse por el principio de oralidad y se desarrollará en etapas
sucesivas que permitan a las partes presentar sus argumentos y pruebas de
manera clara y directa. Además, establece que en los juicios del orden penal no
podrá haber más de tres instancias o etapas de juicio, garantizando así la
celeridad y la prontitud en la impartición de justicia.
Este principio tiene como objetivo evitar la dilación excesiva en los procesos
judiciales y garantizar que las personas no sean sometidas a un prolongado y
costoso proceso legal. Sin embargo, es importante destacar que existen
excepciones a esta regla en casos especiales, como los juicios de amparo, donde
puede haber instancias adicionales para revisar la legalidad de los procedimientos
judiciales.

Concepto de instancia
En el contexto legal, una "instancia" se refiere a una etapa o nivel específico dentro
de un proceso judicial en el cual se lleva a cabo una revisión, deliberación o
resolución de una controversia legal. Cada instancia representa una fase en el
procedimiento legal en la cual se realizan determinadas actuaciones procesales y
se toman decisiones judiciales.
Por lo general, en un proceso judicial, pueden existir múltiples instancias, cada una
con sus propias características y finalidades. Algunos ejemplos comunes de
instancias en un proceso legal incluyen:
Primera instancia: Es la etapa inicial del proceso judicial, donde se presenta la
demanda o la acusación inicial y se lleva a cabo la primera evaluación de los hechos
y pruebas por parte del tribunal.
Segunda instancia: También conocida como instancia de apelación, es la etapa en
la que se revisa la decisión tomada en primera instancia por un tribunal superior.
Durante esta instancia, las partes pueden impugnar la decisión del tribunal de
primera instancia y presentar argumentos adicionales o pruebas nuevas.
Tercera instancia: En algunos sistemas judiciales, como el mexicano, existe una
tercera instancia, que generalmente corresponde a una revisión de la sentencia por
parte de un tribunal superior. Esta instancia puede estar limitada a ciertos tipos de
casos o puede permitir la revisión de cualquier sentencia que haya sido impugnada
en segunda instancia.

La Prohibición constitucional a la práctica de absolver la instancia


La "prohibición constitucional a la práctica de absolver la instancia" se refiere a una
disposición legal que establece que no se puede terminar un proceso judicial sin
resolver el fondo del asunto o la cuestión principal. Esto significa que, una vez
iniciado un procedimiento judicial, el tribunal correspondiente está obligado a emitir
una resolución sobre la controversia legal en cuestión, sin dejarla sin resolver.
Esta prohibición busca garantizar que todas las partes involucradas en el proceso
judicial reciban una respuesta definitiva y justa a sus reclamos o demandas. Si un
tribunal simplemente "absuelve la instancia", significa que se declara incompetente
o se niega a pronunciarse sobre el fondo del asunto, dejando a las partes en una
situación de incertidumbre y sin una resolución definitiva.
Esta práctica puede ser perjudicial para el debido proceso y la seguridad jurídica,
ya que impide que las partes obtengan una resolución clara y definitiva sobre sus
derechos y obligaciones legales. Por lo tanto, la prohibición de absolver la instancia
es fundamental para garantizar la eficacia y la equidad del sistema judicial.

La cosa juzgada como garantía de seguridad jurídica.


La cosa juzgada es un principio legal fundamental que garantiza la seguridad
jurídica al establecer que una vez que una cuestión ha sido decidida de manera
definitiva por un tribunal competente, no puede ser revisada nuevamente por los
mismos hechos y partes. Este principio implica que la decisión judicial adquiere
firmeza y no puede ser cuestionada ni modificada mediante un nuevo proceso
judicial.
La cosa juzgada cumple varias funciones importantes en el sistema legal:
Estabilidad y predictibilidad: La cosa juzgada proporciona estabilidad al sistema
legal al garantizar que las decisiones judiciales definitivas sean respetadas y
acatadas. Esto permite que las partes involucradas en un proceso judicial confíen
en que la resolución del tribunal será definitiva y que no estarán sujetas a una
revisión constante de sus derechos y obligaciones legales.
Prevención del litigio repetitivo: Al impedir que las mismas cuestiones sean
revisadas repetidamente en múltiples procesos judiciales, la cosa juzgada ayuda a
prevenir el litigio innecesario y a evitar la congestión de los tribunales. Esto
contribuye a la eficiencia del sistema judicial al permitir que los recursos judiciales
se centren en resolver nuevas controversias legales.
Protección de la seguridad jurídica: La cosa juzgada protege la seguridad jurídica al
brindar certeza y finalidad a las decisiones judiciales. Esto permite que las personas
y las empresas puedan planificar y tomar decisiones basadas en la confianza en
que las resoluciones judiciales definitivas serán respetadas y aplicadas de manera
consistente.

Conclusión
La prohibición de la pena de muerte es un elemento esencial para garantizar la
seguridad jurídica y el respeto a los derechos humanos en cualquier sociedad
democrática y justa. Su adopción y aplicación reflejan el compromiso de un Estado
con la protección y la dignidad de todas las personas bajo su jurisdicción.
La confiscación de bienes puede ser una medida justificada en ciertas
circunstancias, pero debe cumplir con los principios de proporcionalidad, legalidad
y respeto de los derechos fundamentales para ser considerada legítima y justa.
Por estas razones, es importante que las multas sean proporcionales y razonables
en relación con la gravedad del delito y la capacidad económica del infractor. Los
sistemas legales suelen tener mecanismos para impugnar multas consideradas
excesivas, como la posibilidad de apelar la decisión ante un tribunal superior o
solicitar una reducción de la multa basada en circunstancias atenuantes.
El aseguramiento, el decomiso y el enriquecimiento ilícito son conceptos legales
utilizados en la lucha contra el crimen organizado, la corrupción y otras actividades
delictivas que involucran el uso indebido de bienes y activos. Estas medidas tienen
como objetivo despojar a los delincuentes de los beneficios obtenidos de manera
ilegal y disuadir la comisión de futuros delitos.
La Ley Federal de Extinción de Dominio debe ser diseñada de manera cuidadosa
y equilibrada para garantizar su efectividad en la lucha contra el crimen
organizado, al mismo tiempo que protege los derechos fundamentales de los
ciudadanos y promueve el estado de derecho y la justicia.
El Artículo 23 de la Constitución de México protege los derechos de los
trabajadores y promueve la libertad de asociación sindical como elementos
fundamentales para garantizar condiciones laborales justas y dignas en el país.
La cosa juzgada es una garantía fundamental de seguridad jurídica que fortalece
la estabilidad, la predictibilidad y la eficiencia del sistema legal al establecer la
autoridad y la finalidad de las decisiones judiciales definitivas.

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