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D9.5 Un triángulo conductor filamentario une los puntos A(3, 1, 1), B(5, 4, 2) y
C(1, 2, 4). Por el segmento AB fluye una corriente de 0.2 A en la dirección aAB. Está
presente un campo magnético B = 0.2ax − 0.1ay + 0.3az T. Encontrar: a) la fuerza
sobre el segmento BC; b) la fuerza total sobre el lazo; c) el par sobre el lazo con res-
pecto al origen en A; d) el par sobre el lazo respecto al origen en C.
Considérense primero aquellos átomos en los cuales los campos magnéticos pequeños
que genera el movimiento de los electrones en sus órbitas y aquellos que produce el espín
del electrón se combinan para producir un campo magnético neto cero. Nótese que se están
considerando aquí los campos que produce el movimiento del electrón en sí mismo en au-
sencia de cualquier campo magnético externo; también se puede describir este material co-
mo uno en el cual el momento magnético permanente m0 de cada átomo es cero. Tal material
es llamado diamagnético. Parecería, entonces, que un campo magnético externo no produ-
ciría par sobre el átomo, ni el realineamiento de los campos dipolares y consecuentemente
el campo magnético interno sería el mismo que el campo aplicado. Con un error de sólo una
parte en cien mil, esto es correcto.
Selecciónese un electrón orbital cuyo momento m está en la misma dirección que el
campo aplicado B0 (figura 9.8). El campo magnético produce una fuerza hacia afuera sobre
el electrón orbital. Puesto que el radio orbital está cuantizado y no se puede cambiar, la
fuerza (de Coulomb) interior de atracción tampoco cambia. La fuerza desbalanceada pro-
ducto de la fuerza magnética externa se debe, por lo tanto, compensar por una reducción
de la velocidad orbital. Por lo tanto, el momento orbital decrece, lo que implica un campo
interno menor.
Si se hubiera seleccionado un átomo para el cual m y B0 fueran opuestos, la fuerza
magnética sería hacia adentro, la velocidad se iría incrementando, el momento orbital tam-
bién se iría incrementando y una apreciable cancelación de B0 ocurriría. De nuevo resulta-
ría un campo magnético interno más pequeño.
El bismuto metálico muestra un efecto diamagnético mayor que muchos otros materia-
les del mismo tipo, entre los cuales están el hidrógeno, helio y otros gases “inertes”, cloru-
ro de sodio, cobre, oro, silicio, germanio, grafito y azufre. También se puede notar que el
efecto diamagnético está presente en todos los materiales, puesto que proviene de una inter-
acción del campo magnético externo con cada electrón orbital; sin embargo, lo enmascaran
otros efectos en los materiales que se considerarán a continuación.
Se estudiará ahora un átomo en el cual los efectos del espín del electrón y del movi-
miento orbital no se cancelan completamente. El átomo como un todo tiene un pequeño mo-
mento magnético, y debido a la orientación al azar de los átomos en una muestra grande
produce un momento magnético promedio de cero. El material no muestra efectos magnéticos
en ausencia de un campo exterior. Sin embargo, cuando se aplica un campo externo, existe
un pequeño par en cada momento atómico, y estos momentos tienden a alinearse con el
campo magnético externo. Este alineamiento conduce a un aumento del valor de B dentro
del material sobre el valor externo. Sin embargo, el efecto diamagnético sigue actuando so-
bre los electrones orbitantes y puede contrarrestar el incremento antes dicho. Si el resulta-
do neto es una disminución en B, el material sigue llamándose diamagnético. Sin embargo,
si hay un incremento en B, el material se denomina paramagnético. Entre las sustancias pa-
ramagnéticas están las siguientes: potasio, oxígeno, tungsteno, tierras raras y muchas de sus
sales, como cloruro de erbio, óxido de neodimio y óxido de itrio, uno de los materiales más
usados en los máseres.
Las cuatro clases restantes de materiales, ferromagnéticos, antiferromagnéticos, ferri-
magnéticos y superparamagnéticos, tienen intensos momentos atómicos. Además, la inter-
acción de átomos adyacentes causa un alineamiento de los momentos magnéticos de los
átomos, en ocasiones sumándose y en otras restándose exactamente.
En los materiales ferromagnéticos cada átomo tiene un momento dipolar relativamente
grande, causado sobre todo por los momentos de espín del electrón no equilibrados. Las
fuerzas interatómicas causan que estos momentos se alineen en forma paralela por regiones Animaciones
que contienen un gran número de átomos. Estas regiones, llamadas dominios, pueden tener
una variedad de formas y tamaños que fluctúan desde un micrómetro a varios centímetros,
según el tamaño, la forma, el material y la historia magnética de la muestra. Materiales vír-
genes ferromagnéticos tendrán dominios en que cada uno tiene un momento magnético in-
tenso; los momentos de los dominios, sin embargo, varían en dirección, de dominio a
dominio. El efecto completo es, por consiguiente, de cancelación, y el material como un to-
do no tiene momento magnético. Con la aplicación de un campo magnético externo, sin em-
bargo, aquellos dominios, que tienen momentos en dirección del campo aplicado, aumentan
su tamaño a expensas de sus vecinos; el campo magnético interno aumenta en forma consi-
derable por encima del campo magnético externo. En general, cuando se retira el campo ex-
terno no se produce un alineamiento azaroso de dominios, y un residuo, o remanente de
campo dipolar, permanece en la estructura macroscópica. El hecho de que el momento mag-
nético del material sea diferente después de que el campo se ha retirado, o que el estado
magnético sea función de su historia magnética, se llama histéresis, tema que se estudiará
de nuevo cuando se traten los circuitos magnéticos en la sección 9.8.
Los materiales ferromagnéticos no son isotrópicos en monocristales y, por lo tanto, se
limitará el estudio a materiales policristalinos, excepto para mencionar que una de las ca-
racterísticas de los materiales magnéticos anisotrópicos es la magnetoestricción o el cambio
en dimensiones del cristal cuando se le aplica un campo magnético.
Los únicos elementos ferromagnéticos a la temperatura ambiente son hierro, níquel y
cobalto, y pierden todas sus características ferromagnéticas arriba de una temperatura lla-
mada de Curie, la cual es 1 043 K (770°C) para el hierro. Algunas aleaciones entre éstos y
otros metales también son ferromagnéticas; por ejemplo, alnico, una aleación de aluminio-
níquel-cobalto con una pequeña cantidad de cobre. A bajas temperaturas, algunas tierras ra-
ras, como el gadolinio y el disprosio, son ferromagnéticas. También es interesante que
algunas aleaciones de metales no ferromagnéticos son ferromagnéticas, como bismuto-man-
ganeso y cobre-manganeso-estaño. En los materiales antiferromagnéticos las fuerzas entre
átomos adyacentes provocan que los momentos atómicos magnéticos se alineen de manera
antiparalela. El momento magnético es cero, y a los materiales antiferromagnéticos los afec-
ta sólo levemente la presencia de un campo magnético externo. Este efecto se descubrió
276 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia
movimiento de cargas ligadas (electrones orbitales, espín del electrón y espín nuclear), y el
campo, el cual tiene las dimensiones de H, será llamado magnetización M. La corriente que
producen las cargas ligadas se denomina corriente ligada o corriente amperiana.
Se comenzará definiendo la magnetización M en términos del momento dipolar mag-
nético m. La corriente ligada Ib circula a lo largo de una trayectoria que encierra una dife-
rencial de área dS, estableciendo el momento dipolar (A · m2),
m = Ib dS
Si hay n dipolos magnéticos por unidad de volumen y se considera un volumen ∆ν, enton-
ces el momento dipolar magnético total se encuentra por la suma vectorial
nν
mtotal = mi (19)
i=1
Cada uno de los mi puede ser diferente. Se define la magnetización M como el momento di-
polar magnético por unidad de volumen,
nν
1
M = lím mi
ν→0 ν
i=1
y se ve que sus unidades deben ser las mismas de H, amperes por metro.
Considérese ahora el efecto de algún alineamiento de dipolos magnéticos como resul-
tado de la aplicación de un campo magnético. Se investigará este alineamiento a lo largo de
una trayectoria cerrada, una pequeña porción de la cual la muestra la figura 9.9. En la figu-
ra se aprecian varios momentos magnéticos m que forman un ángulo θ con el elemento de
trayectoria dL; cada momento consiste de una corriente ligada Ib que circula alrededor de
un área dS. Por lo tanto, se está considerando un pequeño volumen dS cos θdL o dS · dL,
dentro del cual hay ndS · dL dipolos magnéticos. Al cambiar de una orientación al azar a
este alineamiento parcial, la corriente ligada que cruza la superficie encerrada por la trayec-
toria (la superficie queda a la izquierda, viajando en la dirección aL en la figura 9.9) se ha
incrementado en Ib por cada uno de los ndS · dL dipolos. Entonces
d Ib = n Ib dS · dL = M · dL (20)
y dentro de un contorno completo cerrado,
Ib = M · dL (21)
Figura 9.9 Una sección dL a lo largo de una trayectoria cerrada cuyos dipolos magnéticos
están parcialmente alineados por algún campo magnético externo. La alineación causa que
la corriente de frontera que cruza la superficie definida por la trayectoria cerrada aumente en
nIbdS · dL amperes.
278 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia
B = µ0 (H + M) (25)
Con la ayuda del teorema de Stokes se pueden transformar (21), (26) y (22) a las equivalen-
tes relaciones en términos del rotacional:
∇ × M = Jb
B
∇× = JT
µ0
∇ ×H=J (27)
Se destacarán (26) y (27), sólo las dos expresiones que involucran la carga libre, en el
trabajo que sigue.
La relación entre B, H y M expresada en (25) puede simplificarse para medios lineales
e isotrópicos donde la susceptibilidad magnética χm puede definirse:
M = χm H (28)
Entonces, se tiene
B = µ0 (H + χm H)
= µ0 µr H
donde
µr = 1 + χm (29)
µ = µ0 µr (30)
B = µH (31)
EJEMPLO 9.5
Dado un material de ferrita que opera en modo lineal con B = 0.05 T, suponer que µr = 50
y calcular los valores de χm, M y H.
Solución. Puesto que µr = 1 + χm, se tiene
χm = µr − 1 = 49
También,
B = µr µ0 H
y
0.05
H= = 796 A/m
50 × 4π × 10−7
280 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia
Las dos primeras leyes que se estudiaron para campos magnéticos fueron las de Biot-
Savart y la ley circuital de Ampère. Ambas restringieron su aplicación al espacio libre. Aho-
ra se puede extender su aplicación a cualquier material magnético homogéneo, lineal e
isotrópico que pueda describirse en términos de una permeabilidad relativa µr.
Tal como se encontró para materiales dieléctricos anisotrópicos, la permeabilidad de un
material magnético anisotrópico debe darse como una matriz de 3 × 3, mientras que para B
y H son matrices de 3 × 1. Se tiene
Bx = µx x Hx + µx y Hy + µx z Hz
B y = µ yx Hx + µ yy Hy + µ yz Hz
Bz = µzx Hx + µzy Hy + µzz Hz
desde 10 a 100 000. Se dice con frecuencia que a los materiales diamagnéticos, paramagné-
ticos y antiferromagnéticos se les llama no magnéticos.
Área