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9.

5 La naturaleza de los materiales magnéticos 273

D9.5 Un triángulo conductor filamentario une los puntos A(3, 1, 1), B(5, 4, 2) y
C(1, 2, 4). Por el segmento AB fluye una corriente de 0.2 A en la dirección aAB. Está
presente un campo magnético B = 0.2ax − 0.1ay + 0.3az T. Encontrar: a) la fuerza
sobre el segmento BC; b) la fuerza total sobre el lazo; c) el par sobre el lazo con res-
pecto al origen en A; d) el par sobre el lazo respecto al origen en C.

Respuesta: −0.08ax + 0.32ay + 0.16az N; 0; −0.16ax − 0.08ay + 0.08az N · m; −0.16ax −


0.08ay + 0.08az N · m

9.5 La naturaleza de los materiales magnéticos


Ahora se está en posición de combinar el conocimiento de la acción de un campo magné-
tico sobre la corriente de un circuito cerrado con un modelo sencillo de un átomo y
vislumbrar la diferencia en comportamiento de varios tipos de materiales en campos
magnéticos.
Aunque resultados cuantitativos exactos sólo se predicen mediante la teoría cuántica, el
modelo atómico sencillo, que supone la presencia de un núcleo central positivo rodeado por
electrones en varias órbitas circulares, produce resultados cuantitativos razonables y propor-
ciona una teoría cualitativa satisfactoria. Un electrón en una órbita es análogo al pequeño
lazo de corriente (en el cual la corriente se dirige en dirección opuesta a la dirección de via-
je del electrón), y como tal experimenta un par en un campo magnético externo. El par tien-
de a alinear el campo magnético que produce el electrón orbital con el campo magnético
externo. Si no hubiese otros momentos magnéticos se concluiría que todos los electrones or-
bitales en el material cambiarían de tal manera que sumarían su campo magnético al cam-
po aplicado, y entonces el campo magnético resultante en cualquier punto del material sería
mayor que el que se tendría si el material no estuviese presente.
Un segundo momento, sin embargo, se atribuye al espín del electrón. Aunque para mo-
delar este fenómeno resulta tentador considerar al electrón como girando alrededor de su
propio eje y generando así un momento dipolar magnético, al hacerlo no se obtienen resul-
tados cuantitativos satisfactorios de la teoría. En su lugar, es necesario digerir las matemá-
ticas de la teoría cuántica relativista para demostrar que un electrón puede tener un
momento de espín magnético cercano a ± 9 × 10−24 A · m2; los signos más y menos indi-
can que el alineamiento puede ser ayudando u oponiéndose al campo magnético externo. En
un átomo, con muchos electrones presentes, sólo los espines de los electrones pertenecien-
tes a capas no completamente llenas contribuirán al momento magnético del átomo.
Una tercera contribución al momento de un átomo la causa el espín nuclear. Aunque
este factor proporciona un efecto despreciable sobre el total de las propiedades magnéticas
de los materiales, constituye la base del procedimiento de imágenes por resonancia magné-
tica nuclear, servicio que proporcionan ahora algunos de los mayores hospitales.
En resumen, cada átomo contiene muchas componentes diferentes de momento y su
combinación determina las características magnéticas del material y suministra su clasifica-
ción magnética general. Se describirán en forma breve seis tipos diferentes de materiales:
diamagnéticos, paramagnéticos, ferromagnéticos, antiferromagnéticos, ferrimagnéticos y
superparamagnéticos.
274 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia

Considérense primero aquellos átomos en los cuales los campos magnéticos pequeños
que genera el movimiento de los electrones en sus órbitas y aquellos que produce el espín
del electrón se combinan para producir un campo magnético neto cero. Nótese que se están
considerando aquí los campos que produce el movimiento del electrón en sí mismo en au-
sencia de cualquier campo magnético externo; también se puede describir este material co-
mo uno en el cual el momento magnético permanente m0 de cada átomo es cero. Tal material
es llamado diamagnético. Parecería, entonces, que un campo magnético externo no produ-
ciría par sobre el átomo, ni el realineamiento de los campos dipolares y consecuentemente
el campo magnético interno sería el mismo que el campo aplicado. Con un error de sólo una
parte en cien mil, esto es correcto.
Selecciónese un electrón orbital cuyo momento m está en la misma dirección que el
campo aplicado B0 (figura 9.8). El campo magnético produce una fuerza hacia afuera sobre
el electrón orbital. Puesto que el radio orbital está cuantizado y no se puede cambiar, la
fuerza (de Coulomb) interior de atracción tampoco cambia. La fuerza desbalanceada pro-
ducto de la fuerza magnética externa se debe, por lo tanto, compensar por una reducción
de la velocidad orbital. Por lo tanto, el momento orbital decrece, lo que implica un campo
interno menor.
Si se hubiera seleccionado un átomo para el cual m y B0 fueran opuestos, la fuerza
magnética sería hacia adentro, la velocidad se iría incrementando, el momento orbital tam-
bién se iría incrementando y una apreciable cancelación de B0 ocurriría. De nuevo resulta-
ría un campo magnético interno más pequeño.
El bismuto metálico muestra un efecto diamagnético mayor que muchos otros materia-
les del mismo tipo, entre los cuales están el hidrógeno, helio y otros gases “inertes”, cloru-
ro de sodio, cobre, oro, silicio, germanio, grafito y azufre. También se puede notar que el
efecto diamagnético está presente en todos los materiales, puesto que proviene de una inter-
acción del campo magnético externo con cada electrón orbital; sin embargo, lo enmascaran
otros efectos en los materiales que se considerarán a continuación.
Se estudiará ahora un átomo en el cual los efectos del espín del electrón y del movi-
miento orbital no se cancelan completamente. El átomo como un todo tiene un pequeño mo-
mento magnético, y debido a la orientación al azar de los átomos en una muestra grande
produce un momento magnético promedio de cero. El material no muestra efectos magnéticos

Figura 9.8 Se muestra un electrón orbital que tiene un momento


magnético m en la misma dirección que el campo aplicado B0.
9.5 La naturaleza de los materiales magnéticos 275

en ausencia de un campo exterior. Sin embargo, cuando se aplica un campo externo, existe
un pequeño par en cada momento atómico, y estos momentos tienden a alinearse con el
campo magnético externo. Este alineamiento conduce a un aumento del valor de B dentro
del material sobre el valor externo. Sin embargo, el efecto diamagnético sigue actuando so-
bre los electrones orbitantes y puede contrarrestar el incremento antes dicho. Si el resulta-
do neto es una disminución en B, el material sigue llamándose diamagnético. Sin embargo,
si hay un incremento en B, el material se denomina paramagnético. Entre las sustancias pa-
ramagnéticas están las siguientes: potasio, oxígeno, tungsteno, tierras raras y muchas de sus
sales, como cloruro de erbio, óxido de neodimio y óxido de itrio, uno de los materiales más
usados en los máseres.
Las cuatro clases restantes de materiales, ferromagnéticos, antiferromagnéticos, ferri-
magnéticos y superparamagnéticos, tienen intensos momentos atómicos. Además, la inter-
acción de átomos adyacentes causa un alineamiento de los momentos magnéticos de los
átomos, en ocasiones sumándose y en otras restándose exactamente.
En los materiales ferromagnéticos cada átomo tiene un momento dipolar relativamente
grande, causado sobre todo por los momentos de espín del electrón no equilibrados. Las
fuerzas interatómicas causan que estos momentos se alineen en forma paralela por regiones Animaciones
que contienen un gran número de átomos. Estas regiones, llamadas dominios, pueden tener
una variedad de formas y tamaños que fluctúan desde un micrómetro a varios centímetros,
según el tamaño, la forma, el material y la historia magnética de la muestra. Materiales vír-
genes ferromagnéticos tendrán dominios en que cada uno tiene un momento magnético in-
tenso; los momentos de los dominios, sin embargo, varían en dirección, de dominio a
dominio. El efecto completo es, por consiguiente, de cancelación, y el material como un to-
do no tiene momento magnético. Con la aplicación de un campo magnético externo, sin em-
bargo, aquellos dominios, que tienen momentos en dirección del campo aplicado, aumentan
su tamaño a expensas de sus vecinos; el campo magnético interno aumenta en forma consi-
derable por encima del campo magnético externo. En general, cuando se retira el campo ex-
terno no se produce un alineamiento azaroso de dominios, y un residuo, o remanente de
campo dipolar, permanece en la estructura macroscópica. El hecho de que el momento mag-
nético del material sea diferente después de que el campo se ha retirado, o que el estado
magnético sea función de su historia magnética, se llama histéresis, tema que se estudiará
de nuevo cuando se traten los circuitos magnéticos en la sección 9.8.
Los materiales ferromagnéticos no son isotrópicos en monocristales y, por lo tanto, se
limitará el estudio a materiales policristalinos, excepto para mencionar que una de las ca-
racterísticas de los materiales magnéticos anisotrópicos es la magnetoestricción o el cambio
en dimensiones del cristal cuando se le aplica un campo magnético.
Los únicos elementos ferromagnéticos a la temperatura ambiente son hierro, níquel y
cobalto, y pierden todas sus características ferromagnéticas arriba de una temperatura lla-
mada de Curie, la cual es 1 043 K (770°C) para el hierro. Algunas aleaciones entre éstos y
otros metales también son ferromagnéticas; por ejemplo, alnico, una aleación de aluminio-
níquel-cobalto con una pequeña cantidad de cobre. A bajas temperaturas, algunas tierras ra-
ras, como el gadolinio y el disprosio, son ferromagnéticas. También es interesante que
algunas aleaciones de metales no ferromagnéticos son ferromagnéticas, como bismuto-man-
ganeso y cobre-manganeso-estaño. En los materiales antiferromagnéticos las fuerzas entre
átomos adyacentes provocan que los momentos atómicos magnéticos se alineen de manera
antiparalela. El momento magnético es cero, y a los materiales antiferromagnéticos los afec-
ta sólo levemente la presencia de un campo magnético externo. Este efecto se descubrió
276 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia

Tabla 9.1 Características de los materiales magnéticos


Clasificación Momentos magnéticos Valores de B Comentarios
.
Diamagnético morb + mespín = 0 Bint < Bapl Bint = Bapl
.
Paramagnético morb + mespín = pequeño oBint > Bapl Bint = Bapl
Ferromagnético |mespín | ≫ |morb | Bint ≫ Bapl Dominios
.
Antiferromagnético |mespín | ≫ |morb | Bint = Bapl Momentos adyacentes
opuestos
Ferrimagnético |mespín | ≫ |morb | Bint > Bapl Momentos adyacentes
desiguales y opuestos;
baja σ
Superparamagnético |mespín | ≫ |morb | Bint > Bapl Matriz no magnética;
cintas de grabación

primero en el óxido de manganeso, pero varios cientos de materiales antiferromagnéticos se


han identificado desde entonces. Se incluyen muchos óxidos, sulfuros y cloruros, como el
óxido de níquel (NiO), sulfuro ferroso (FeS) y cloruro de cobalto (CoCl2). El antiferromag-
netismo sólo se presenta a temperaturas relativamente bajas, y a menudo muy por debajo de
la temperatura ambiente. En la actualidad el efecto no es importante para la ingeniería.
Las sustancias ferrimagnéticas también muestran un alineamiento antiparalelo de mo-
mentos atómicos adyacentes, pero los momentos no son iguales. Por lo tanto, se origina una
respuesta grande al campo magnético externo, aunque no tan grande como en materiales fe-
rromagnéticos. El grupo más importante de materiales ferrimagnéticos es el de las ferritas,
en las cuales la conductividad es baja, varios órdenes de magnitud menores que la de los se-
miconductores. El hecho de que estas sustancias tengan una resistencia mayor que los ma-
teriales ferromagnéticos genera corrientes inducidas mucho menores en el material cuando
se aplican campos alternantes, como en el caso de núcleos de transformadores que operan
a altas frecuencias. Las corrientes reducidas (corrientes de hedi) conducen a bajas pérdidas
óhmicas en el núcleo del transformador. La magnetita de óxido de fierro (Fe3O4), la ferrita
de níquel-zinc (Ni1/2Zn1/2Fe2O4) y la ferrita de níquel (NiFe2O4), son ejemplos de esta cla-
se de materiales. El ferrimagnetismo también desaparece a temperaturas mayores que la
temperatura de Curie.
Los materiales superparamagnéticos se componen de un montaje de partículas ferro-
magnéticas en una matriz no ferromagnética. Aunque existen dominios dentro de las partí-
culas individuales, las paredes de dominio no pueden penetrar el material matriz intermedio
a la partícula adyacente. Un ejemplo importante es la cinta magnética que se emplea en gra-
baciones de audio o video.
La tabla 9.1 resume las características de los seis tipos de materiales magnéticos que se
han estudiado.

9.6 Magnetización y permeabilidad


Con el propósito de describir los materiales magnéticos sobre bases más cuantitativas, se de-
dicará una página, más o menos, a mostrar cómo los dipolos magnéticos actúan como una
fuente distribuida con respecto al campo magnético.
 El resultado será una ecuación que se
parece mucho a la ley circuital de Ampère, H · dL = I. La corriente, sin embargo, será el
9.6 Magnetización y permeabilidad 277

movimiento de cargas ligadas (electrones orbitales, espín del electrón y espín nuclear), y el
campo, el cual tiene las dimensiones de H, será llamado magnetización M. La corriente que
producen las cargas ligadas se denomina corriente ligada o corriente amperiana.
Se comenzará definiendo la magnetización M en términos del momento dipolar mag-
nético m. La corriente ligada Ib circula a lo largo de una trayectoria que encierra una dife-
rencial de área dS, estableciendo el momento dipolar (A · m2),
m = Ib dS
Si hay n dipolos magnéticos por unidad de volumen y se considera un volumen ∆ν, enton-
ces el momento dipolar magnético total se encuentra por la suma vectorial
nν

mtotal = mi (19)
i=1

Cada uno de los mi puede ser diferente. Se define la magnetización M como el momento di-
polar magnético por unidad de volumen,
nν
1 
M = lím mi
ν→0 ν
i=1
y se ve que sus unidades deben ser las mismas de H, amperes por metro.
Considérese ahora el efecto de algún alineamiento de dipolos magnéticos como resul-
tado de la aplicación de un campo magnético. Se investigará este alineamiento a lo largo de
una trayectoria cerrada, una pequeña porción de la cual la muestra la figura 9.9. En la figu-
ra se aprecian varios momentos magnéticos m que forman un ángulo θ con el elemento de
trayectoria dL; cada momento consiste de una corriente ligada Ib que circula alrededor de
un área dS. Por lo tanto, se está considerando un pequeño volumen dS cos θdL o dS · dL,
dentro del cual hay ndS · dL dipolos magnéticos. Al cambiar de una orientación al azar a
este alineamiento parcial, la corriente ligada que cruza la superficie encerrada por la trayec-
toria (la superficie queda a la izquierda, viajando en la dirección aL en la figura 9.9) se ha
incrementado en Ib por cada uno de los ndS · dL dipolos. Entonces
d Ib = n Ib dS · dL = M · dL (20)
y dentro de un contorno completo cerrado,

Ib = M · dL (21)

Superficie definida por la


trayectoria cerrada

Figura 9.9 Una sección dL a lo largo de una trayectoria cerrada cuyos dipolos magnéticos
están parcialmente alineados por algún campo magnético externo. La alineación causa que
la corriente de frontera que cruza la superficie definida por la trayectoria cerrada aumente en
nIbdS · dL amperes.
278 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia

La ecuación (21) sencillamente dice que si se va alrededor de una trayectoria cerrada y se


encuentran momentos dipolares apuntando en la dirección de nuestro camino con mayor
frecuencia, habrá una correspondiente corriente compuesta de, por ejemplo, electrones or-
bitales que cruzan la superficie interior.
Esta última expresión tiene alguna semejanza con la ley circuital de Ampère, y ahora
se puede generalizar la relación entre B y H para aplicarlos a otros medios, además del es-
pacio libre. El presente estudio se basa en las fuerzas y pares sobre lazos diferenciales de
corriente en un campo B y, por lo tanto, se toma B como cantidad fundamental y se busca
una definición mejorada de H. Entonces, escribiendo la ley circuital de Ampère en términos
de la corriente total, ligada más libre,

B
· dL = IT (22)
µ0
donde
I T = Ib + I
e I es la corriente libre total encerrada por la trayectoria cerrada. Nótese que la corriente li-
bre aparece sin el subíndice, puesto que éste es el tipo más importante de corriente y será la
única que aparezca en las ecuaciones de Maxwell.
Al combinar estas tres últimas ecuaciones se obtiene una expresión para la corriente li-
bre encerrada,
  
B
I = I T − Ib = − M · dL (23)
µ0
Se define ahora H en términos de B y M,
B
H= −M (24)
µ0
y se ve que B = µ0H en el espacio libre donde la magnetización es cero. Esta relación se
escribe por lo general en una forma que evita fracciones y signos menos:

B = µ0 (H + M) (25)

Ahora se puede utilizar el campo H, recién definido en (23),



I = H · dL (26)

y se obtiene la ley circuital de Ampère en términos de las corrientes libres.


Al utilizar las diversas densidades de corriente, se tiene

Ib = Jb · dS
S

IT = JT · dS
S

I = J · dS
S
9.6 Magnetización y permeabilidad 279

Con la ayuda del teorema de Stokes se pueden transformar (21), (26) y (22) a las equivalen-
tes relaciones en términos del rotacional:

∇ × M = Jb
B
∇× = JT
µ0

∇ ×H=J (27)

Se destacarán (26) y (27), sólo las dos expresiones que involucran la carga libre, en el
trabajo que sigue.
La relación entre B, H y M expresada en (25) puede simplificarse para medios lineales
e isotrópicos donde la susceptibilidad magnética χm puede definirse:

M = χm H (28)

Entonces, se tiene

B = µ0 (H + χm H)
= µ0 µr H

donde

µr = 1 + χm (29)

se define como la permeabilidad relativa µr . Además, se define la permeabilidad µ:

µ = µ0 µr (30)

y esto habilita para escribir una relación sencilla entre B y H,

B = µH (31)

EJEMPLO 9.5

Dado un material de ferrita que opera en modo lineal con B = 0.05 T, suponer que µr = 50
y calcular los valores de χm, M y H.
Solución. Puesto que µr = 1 + χm, se tiene
χm = µr − 1 = 49
También,
B = µr µ0 H
y

0.05
H= = 796 A/m
50 × 4π × 10−7
280 CAPÍTULO 9 Fuerzas magnéticas, materiales e inductancia

La magnetización es χmH, o 39 000 A/m. Algunas formas alternativas de relacionar B y H


son, primero,
B = µ0 (H + M)
o
0.05 = 4π × 10−7 (796 + 39 000)
y se advierte que las corrientes ligadas producen 49 veces la intensidad de campo magnéti-
co que causan las cargas libres, y segundo,
B = µr µ0 H
o
0.05 = 50 × 4π × 10−7 × 796
donde se utiliza la permeabilidad relativa de 50 y se deja que esta cantidad explique com-
pletamente la parte correspondiente al movimiento de cargas ligadas. Se pondrá especial
cuidado en esta interpretación en los capítulos siguientes.

Las dos primeras leyes que se estudiaron para campos magnéticos fueron las de Biot-
Savart y la ley circuital de Ampère. Ambas restringieron su aplicación al espacio libre. Aho-
ra se puede extender su aplicación a cualquier material magnético homogéneo, lineal e
isotrópico que pueda describirse en términos de una permeabilidad relativa µr.
Tal como se encontró para materiales dieléctricos anisotrópicos, la permeabilidad de un
material magnético anisotrópico debe darse como una matriz de 3 × 3, mientras que para B
y H son matrices de 3 × 1. Se tiene

Bx = µx x Hx + µx y Hy + µx z Hz
B y = µ yx Hx + µ yy Hy + µ yz Hz
Bz = µzx Hx + µzy Hy + µzz Hz

Entonces, para materiales anisotrópicos, B = µH es una ecuación matricial; sin embargo,


B = µ0(H + M) sigue siendo válida, aunque B, H y M no sean paralelas en general. El ma-
terial magnético anisotrópico más común es un monocristal ferromagnético, aunque tam-
bién presentan anisotropía las películas magnéticas delgadas. Sin embargo, la mayoría de
las aplicaciones de materiales ferromagnéticos involucran arreglos policristalinos que son
mucho más fáciles de hacer.
Las definiciones de susceptibilidad y permeabilidad también dependen de la suposición
de linealidad. Desgraciadamente, esto es verdad sólo para los materiales paramagnéticos y
diamagnéticos menos interesantes, para los cuales la permeabilidad relativa rara vez difiere de
la unidad en más de una parte en mil. Algunos valores típicos de susceptibilidad para mate-
riales diamagnéticos son: hidrógeno, −2 × 10−5; cobre, −0.9 × 10−5; germanio, −0.8 × 10−5;
silicio, −0.3 × 10−5, y grafito −12 × 10−5. Varias susceptibilidades paramagnéticas repre-
sentativas son: oxígeno, 2 × 10−6; tungsteno, 6.8 × 10−5; óxido férrico (Fe2O3), 1.4 × 10−3,
y óxido de itrio (Y2O3), 0.53 × 10−6. Si se toma simplemente la razón de B y µ0H como la
permeabilidad relativa de un material ferromagnético, los valores típicos de µr fluctuarán
9.7 Condiciones de frontera magnéticas 281

desde 10 a 100 000. Se dice con frecuencia que a los materiales diamagnéticos, paramagné-
ticos y antiferromagnéticos se les llama no magnéticos.

D9.6 Encontrar la magnetización en un material magnético donde: a) µ = 1.8 ×


10−5 H/m y H = 120 A/m; b) µr = 22, y hay 8.3 × 1028 átomos/m3, y cada átomo tie-
ne un momento dipolar de 4.5 × 10−27 A · m2; c) B = 300 µT y χm = 15.

Respuesta: 1 599 A/m; 374 A/m; 224 A/m

D9.7 La magnetización en un material magnético para el que χm = 8 tiene un valor,


en una cierta región, de 150z2ax A/m. En z = 4 cm, encontrar la magnitud de: a) JT,
b) J; c) Jb.

Respuesta: 13.5 A/m2; 1.5 A/m2; 12 A/m2

9.7 Condiciones de frontera magnéticas


No será difícil obtener condiciones adecuadas de frontera para aplicar B, H y M en la inter-
faz entre dos materiales magnéticos diferentes, pues se han resuelto problemas similares pa-
ra materiales conductores y dieléctricos. No se necesitan nuevas técnicas.
La figura 9.10 muestra una frontera entre dos materiales isotrópicos, homogéneos y li-
neales con permeabilidades µ1 y µ2. La condición de frontera para las componentes normales

Área

Figura 9.10 Una superficie gaussiana y una trayectoria cerrada se


construyen en la frontera entre el medio 1 y el 2, que tienen
permeabilidades de µ1 y µ2, respectivamente. A partir de ello, se
determinan las condiciones de frontera BN1 = BN2 y Ht1 − Ht 2 = K, la
componente de la densidad de corriente superficial está dirigida hacia el
interior de la página.

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