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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL NORTE DE

AGUASCALIENTES

ELECTRICIDAD Y MAGNETISMO

MAESTRO. KRISTHOPER ESCOBAR NERI

ALUMNA: DANNA JATZIRI PINEDA SAUCEDO

MATRICULA: 2214001456

GRADO, GRUPO Y CARRERA: 2º “A” MANTENIMIENTO


INDUSTRIAL (MI)
FLUJO MAGNETICO
El flujo magnético (representado por la letra griega fi Φ), es una medida de la cantidad
de magnetismo, y se calcula a partir del campo magnético, la superficie sobre la cual actúa y
el ángulo de incidencia formado entre las líneas de campo magnético y los diferentes
elementos de dicha superficie. La unidad de flujo magnético en el Sistema Internacional de
Unidades es el weber y se designa por Wb (motivo por el cual se conocen
como weberímetros los aparatos empleados para medir el flujo magnético). En el sistema
cegesimal se utiliza el maxwell (1 weber =108 maxwells).

Flujo magnético por una espira.

Para campos uniformes y superficies planas, si llamamos  al vector campo magnético y  al


vector área de la superficie evaluada, el flujo  que pasa a través de dicha área es simplemente
el producto escalar del valor absoluto de ambos vectores:
Si llamamos  al ángulo entre los dos vectores podemos desarrollar la expresión como:

Vectores normales a una superficie dada.

Generalizando aún más, podemos tener en cuenta una superficie irregular atravesada
por un campo magnético heterogéneo. De esta manera, tenemos que considerar cada
diferencial de área:

LEY DE AMPERE
En física del magnetismo, la ley de Ampère, modelada por el francés André-Marie Ampère en
1831,1 relaciona un campo magnético estático con la causa, es decir, una corriente eléctrica
estacionaria. James Clerk Maxwell la corrigió posteriormente y ahora es una de
las ecuaciones de Maxwell, formando parte del electromagnetismo de la física clásica.
La ley de Ampère explica que la circulación de la intensidad del campo magnético en un
contorno cerrado es proporcional a la corriente que lo atraviesa.
El campo magnético es un campo angular con forma circular, cuyas líneas de campo son
círculos concéntricos. La dirección del campo en un punto es tangencial a dichos círculos en
un plano que resulta perpendicular al paso de la corriente.
El campo magnético disminuye inversamente con la distancia al conductor.

Como una línea o curva arbitraria C, se puede dividir en pequeños segmentos Δℓ,


y estos a su vez pueden ser infinitesimales, pasan entonces a llamarse dℓ.

En tal caso, la sumatoria se convierte en una integral de línea del producto escalar
entre los vectores B y ds. Dicho producto contiene la componente tangencial de B,
que es B cosθ, donde θ es el ángulo entre los vectores:
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El pequeño círculo que atraviesa la integral significa que la integración se lleva a


cabo sobre una trayectoria cerrada C, la que en este caso envuelve la corriente
que fluye a través de la sección transversal del conductor.

La constante de proporcionalidad necesaria para establecer la igualdad es μo, la


permeabilidad del vacío. De esta forma, la ley de Ampère queda:

La ley de Ampère nos dice que la integral de línea ∫C B ∙ ds vale exactamente μoI,
pero no nos ofrece los detalles acerca de cómo se orienta el campo
magnético B respecto a la curva C en cada punto, ni sobre la forma de calcular la
integral. Solamente nos dice que el resultado de la misma siempre es μoI.

MAGNETISMO EN LA MATERIA
¿Por qué algunos materiales son magnéticos y otros no? ¿Y por qué ciertas
sustancias se magnetizan con un campo, mientras que otras no se ven afectadas?
Para responder a estas preguntas, necesitamos comprender el magnetismo a
nivel microscópico.
Dentro de un átomo, cada electrón viaja en una órbita y gira sobre un eje interno.
Ambos tipos de movimiento producen bucles de corriente y, por tanto, dipolos
magnéticos. Para un átomo concreto, el momento dipolar magnético neto es la
suma vectorial de los momentos dipolares magnéticos. Se indican valores
de μ� para varios tipos de átomos en la Tabla 12.1. Observe que algunos átomos
tienen un momento dipolar neto cero y que las magnitudes de los momentos no
evanescentes suelen ser 10−23A⋅m2.10−23A·m2.

Átomo Momento magnético (10−24A⋅m2)(10−24A·m2)

H 9,27

He 0

Li 9,27

O 13,9

Na 9,27

S 13,9
Tabla 12.1 Momentos magnéticos de algunos átomos

Un puñado de materia tiene aproximadamente 10261026 átomos e iones, cada


uno con su momento dipolar magnético. Si no hay un campo magnético externo,
los dipolos magnéticos se orientan de forma aleatoria: tantos apuntan hacia arriba
como hacia abajo, tantos apuntan al este como al oeste, etc. En consecuencia, el
momento dipolar magnético neto de la muestra es cero. Sin embargo, si la
muestra se coloca en un campo magnético, estos dipolos tienden a alinearse con
el campo (vea la Ecuación 12.14), y esta alineación determina cómo responde la
muestra al campo. En función de esta respuesta, se dice que un material es
paramagnético, ferromagnético o diamagnético.

En un material paramagnético, solo una pequeña fracción (aproximadamente un


tercio) de los dipolos magnéticos están alineados con el campo aplicado. Dado
que cada dipolo produce su propio campo magnético, esta alineación aporta uno
adicional, que aumenta el campo aplicado. Cuando un material
ferromagnético se coloca en un campo magnético, sus dipolos magnéticos
también se alinean; además, se bloquean entre sí de modo que se produce una
magnetización permanente, incluso cuando el campo se apaga o se invierte. Esta
magnetización permanente se produce en los materiales ferromagnéticos pero no
en los paramagnéticos. Los materiales diamagnéticos están compuestos por
átomos que no tienen un momento dipolar magnético neto. Sin embargo, cuando
un material diamagnético se coloca en un campo magnético, un momento dipolar
magnético se dirige de forma opuesta al campo aplicado y, por lo tanto, produce
un campo magnético que se opone al campo aplicado. A continuación,
examinamos con más detalle cada tipo de material.

Materiales paramagnéticos

Para simplificar, suponemos que nuestra muestra es una pieza larga y cilíndrica que llena
completamente el interior de un solenoide largo y bien enrollado. Cuando no hay corriente
en el solenoide, los dipolos magnéticos de la muestra están orientados al azar y no producen
ningún campo magnético neto. Con una corriente de solenoide, el campo magnético debido
al solenoide ejerce un torque sobre los dipolos que tiende a alinearlos con el campo. En
competencia con el torque de alineación están las colisiones térmicas que tienden a
aleatorizar las orientaciones de los dipolos. La importancia relativa de estos dos procesos en
competencia puede estimarse al comparar las energías implicadas. De la Ecuación 12.14, la
diferencia de energía entre un dipolo magnético alineado con y contra un campo magnético
es UB=2μB.��=2��. Si μ=9,3×10−24A⋅m2�=9,3×10−24A·m2 (el valor del
hidrógeno atómico) y B = 1,0 T, entonces

UB=1,9×10−23J.��=1,9×10−23J.

A una temperatura ambiente de 27°C,27°C, la energía térmica por átomo es

UT≈kT=(1,38×10−23J/K)(300K)=4,1×10−21J,��≈��=(1,38×10−23J/K)
(300K)=4,1×10−21J,

que es unas 220 veces mayor que UB.��. Está claro que los intercambios de energía en
las colisiones térmicas pueden interferir seriamente en la alineación de los dipolos
magnéticos. Como resultado, solo una pequeña fracción de los dipolos está alineada en
cualquier instante.

Los cuatro bocetos de la Figura 12.23 proporcionan un modelo sencillo de este proceso de


alineación. En la parte (a), antes de que se aplique el campo del solenoide (no mostrado)
que contiene la muestra paramagnética, los dipolos magnéticos están orientados al azar y no
hay ningún momento dipolar magnético neto asociado al material. Con la introducción del
campo, se produce una alineación parcial de los dipolos, como se representa en la parte (b).
La componente del momento dipolar magnético neto que es perpendicular al campo,
desaparece. Podemos entonces representar la muestra mediante la parte (c), que muestra
una colección de dipolos magnéticos completamente alineados con el campo. Al tratar estos
dipolos como bucles de corriente, podemos imaginar la alineación de los dipolos como
equivalente a una corriente alrededor de la superficie del material, como en la parte (d).
Esta corriente superficial ficticia produce su propio campo magnético, que aumenta el
campo del solenoide.
Figura 12.23 El proceso de alineación en un material paramagnético que rellena un
solenoide (no se muestra). (a) Sin un campo aplicado, los dipolos magnéticos se orientan al
azar. (b) Con un campo, se produce una alineación parcial. (c) Una representación
equivalente de la parte (b). (d) Las corrientes internas se cancelan, dejando una corriente
superficial efectiva que produce un campo magnético similar al de un solenoide finito.

Podemos expresar el campo magnético total B⃗ �→ en el material como

B⃗ =B⃗ 0+B⃗ m,�→=�→0+�→�,
12.34

donde B⃗ 0�→0 es el campo debido a la corriente I0�0 en el solenoide y B⃗ m�→� es


el campo debido a la corriente superficial Im�� alrededor de la muestra.
Ahora B⃗ m�→� suele ser proporcional a B⃗ 0,�→0, un hecho que expresamos
mediante
B⃗ m=χB⃗ 0,�→�=��→0,
12.35

donde χ� es una cantidad sin dimensiones llamada susceptibilidad magnética. Se indican


valores de χ� para algunos materiales paramagnéticos en la Tabla 12.2. Como la
alineación de los dipolos magnéticos es tan débil, χ� es muy pequeño para los materiales
paramagnéticos. Al combinar la Ecuación 12.34 y la Ecuación 12.35, obtenemos:

B⃗ =B⃗ 0+χB⃗ 0=(1+χ)B⃗ 0.�→=�→0+��→0=(1+�)�→0.
12.36

Para una muestra dentro de un solenoide infinito, esto se convierte en

B=(1+χ)μ0nI.�=(1+�)�0��.
12.37

Esta expresión nos dice que la inserción de un material paramagnético en un solenoide


aumenta el campo en un factor de (1+χ).(1+�). Sin embargo, como χ� es tan pequeño,
el campo no se mejora mucho.

La cantidad

μ=(1+χ)μ0.�=(1+�)�0.
12.38

se denomina permeabilidad magnética de un material. En términos de μ,�, la Ecuación


12.37 puede escribirse como

B=μnI�=���
12.39

para el solenoide lleno.

Materiales paramagnéticos χ� Materiales diamagnéticos χ�


Aluminio 2,2×10−52,2×10− Bismuto −1,7×10
Materiales paramagnéticos χ� Materiales diamagnéticos χ�
5

Calcio 1,4×10−51,4×10− Carbono (diamante) −2,2×10


5 5

Cromo 3,1×10−43,1×10− Cobre −9,7×10


4

Magnesio 1,2×10−51,2×10− Plomo −1,8×10


5 5

Gas oxígeno (1 atm) 1,8×10−61,8×10− Mercurio −2,8×10


6 5

Oxígeno líquido (90 K) 3,5×10−33,5×10− Gas hidrógeno (1 atm) −2,2×10


3 9

Tungsteno 6,8×10−56,8×10− Gas nitrógeno (1 atm) −6,7×10


5 9

Aire (1 atm) 3,6×10−73,6×10− Agua −9,1×10


7
Tabla 12.2 Susceptibilidades magnéticas *Nota: A menos que se especifique lo contrario, los
valores indicados se refieren a la temperatura ambiente.

Materiales diamagnéticos

Un campo magnético siempre induce un dipolo magnético en un átomo. Este dipolo


inducido apunta de forma opuesta al campo aplicado, por lo que su campo magnético
también se dirige de forma opuesta al campo aplicado. En los materiales paramagnéticos y
ferromagnéticos, los dipolos magnéticos permanentes de los átomos, que son mucho más
fuertes, ocultan el dipolo magnético inducido. Sin embargo, en los materiales
diamagnéticos, cuyos átomos no tienen momentos dipolares magnéticos permanentes, el
efecto del dipolo inducido es observable.

Ahora podemos describir los efectos magnéticos de los materiales diamagnéticos con el
mismo modelo desarrollado para los materiales paramagnéticos. Sin embargo, en este caso
la corriente superficial ficticia fluye en sentido contrario a la corriente del solenoide, y la
susceptibilidad magnética χ� es negativa. Los valores de χ� para algunos materiales
diamagnéticos también se indican en la Tabla 12.2.

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