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El trabajo realiza una revisión descriptiva del sistema de seguridad social chileno para
analizar su viabilidad de ratificar el Convenio Núm. 102 de la OIT.
El Convenio Núm. 102 establece contenidos mínimos que los Estados deben observar
en sus sistemas de seguridad social.
Chile no ha ratificado el Convenio Núm. 102.
La Constitución Política de Chile consagra el derecho a la seguridad social y a la salud
como garantías constitucionales.
La acción del Estado está dirigida a garantizar el acceso de todos los habitantes al goce
de prestaciones básicas uniformes.
En materia de protección de la salud, la ley fundamental encomienda al Estado
proteger el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción, protección,
recuperación y rehabilitación de la salud.
El sistema chileno de seguridad social cuenta con diversas fuentes de financiamiento,
como el Fondo Nacional de Salud y el Instituto de Previsión Social.
El sistema chileno de seguridad social cuenta con varios regímenes, como el de
pensiones, el de salud y el de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.
Se analizan dos aspectos en particular: solución de controversias y dimensión de
género.
En la conclusión se confronta el sistema chileno con los requerimientos del Convenio
102 y de otros convenios sobre seguridad social de la OIT.
En el nivel directivo, los ministerios del Trabajo y Previsión Social y de Salud son los
principales actores. También tienen intervención los ministerios de Defensa y de
Hacienda en sectores específicos.
Las superintendencias de seguridad social, pensiones y salud son responsables del
control administrativo. El control jurisdiccional recae en los tribunales de justicia,
principalmente en el fuero laboral.
El seguro social contra riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales
es administrado por el Instituto de Seguridad Laboral. Los trabajadores de empresas
asociadas a corporaciones privadas sin fines de lucro se marginan de la afiliación al
ente estatal y se incorporan a esas corporaciones privadas. Los trabajadores de grandes
empresas que han obtenido autorización para autogestionar el seguro ven
administrado el seguro a su respecto por esas empresas como administradoras
delegadas.
El seguro se financia con cotizaciones de cargo de los empleadores en el caso de los
trabajadores dependientes y de cargo de los propios afiliados en el caso de los
trabajadores independientes o autónomos. Las entidades administradoras pueden
destinar hasta un 10% de sus ingresos a gastos de administración.
El régimen financiero es de reparto, con la obligación de mantener una reserva de
eventualidades de entre un 2% a un 5% de sus ingresos anuales.
-Existen dos regímenes de pensiones: el antiguo, para los trabajadores del sector civil y militar
que cotizaron antes de 1983, y el nuevo, de capitalización individual, para los trabajadores que
cotizan actualmente. -El déficit de las entidades de previsión castrense se debe a las altas
prestaciones y bajos niveles de cotización. -Las administradoras de fondos de pensiones
financian sus gastos y obtienen ganancias a través del cobro de comisiones. -Existe un sistema
único de subsidios de cesantía para trabajadores del sector público y privado, financiado
enteramente por el estado. -El seguro de desempleo para trabajadores del sector privado es
financiado por empleadores, trabajadores y aportes estatales. -El sistema de prestaciones
familiares está gestionado por el Instituto de Previsión Social y las cajas de compensación de
asignación familiar. -Existe un sistema público y privado de salud, con dos modalidades de
atención: institucional y de libre elección.
Sistema de salud en Chile