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El Silencio de Dios-1
El Silencio de Dios-1
Escena 1: La Ermita
Haakon: (Susurra) Señor, mi corazón está lleno de deseo de servirte de la manera más pura.
Haakon: Señor, quiero padecer por Ti. Déjame ocupar tu lugar en la cruz.
Cristo: Accedo a tu deseo, pero con una condición. Guarda silencio, pase lo que pase.
Escena 2: El Trueque
. Escena 3: La venta
Personajes: El rico La virgen, La compradora,
Descripción: El rico vendió una verginidad a un desconocido.
Rico: (Al entrar apresuradamente) ¡Maldita sea! ¡He olvidado mi cartera aquí!
Pobre: (Al notar la cartera) Wow, que hace una cartera en este lugar ¡Que suerte la mía! Al fin podré
llevar el pan del día, a mi familia, gracias Dios.
Muchacha: (Entrando para rezar a Cristo) Por favor, Señor, concédeme tu gracia antes de partir en mi
viaje.
Haakon: (Con firmeza) Soy aquel que ha sido testigo de los designios divinos, y este muchacho no es
un ladrón.
Escena 4: La Revelación
Cristo: Mi hijo, no conoces las complejidades de mis planes. El silencio es a menudo la respuesta más
sabia. Tú no sabias que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad
de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero. En cuanto al muchacho que
iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal. Ahora,
hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y ha perdido la vida.
Descripción: Haakon reflexiona sobre la sabiduría del silencio divino como respuesta a las
peticiones humanas.
Haakon: Muchas veces nos preguntamos por qué Dios no responde a nuestras oraciones. Ahora
entiendo que su silencio es parte de su sabiduría y amor por nosotros.
Fin.