Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Definición
Una herida es una pérdida de continuidad de la piel o mucosa producida por algún agente físico
o químico, que cursa con una serie de signos y síntomas, tales como separación de bordes de la
piel, dolor, inflamación, hemorragia, etc. Las heridas agudas son de corta evolución y se
caracterizan por una curación completa en un tiempo aproximado de 6 semanas, y están
causadas por un agente externo traumático. En cuanto a las heridas crónicas, suele haber un
componente endógeno principal, ya sea de origen metabólico o alguna enfermedad de base
produciendo un retraso en el tiempo de curación y una ausencia de crecimiento de los tejidos.
Tipos de cicatrización.
Si bien la naturaleza de la injuria puede ser similar, la vía de cicatrización dependerá de los estratos
afectados, de esta manera hablaremos de: cicatrización epidérmica o superficial y cicatrización
profunda.
Fases de la cicatrización:
a.- Hemostasia: esta fase inicia inmediatamente después de presentarse la lesión y se altera la
integridad del tejido; tiene una duración de hasta 15 minutos. Al momento de la injuria, se produce
daño vascular que desencadena una serie de procesos que tienen como función: prevenir
exsanguineación. Los vasos arteriales rápidamente se contraen, mediante la acción del musculo
liso, producto del incremento de los niveles de calcio citoplasmático. Dentro de los siguientes
minutos, se reduce el flujo sanguíneo al sitio de la injuria, produciendo hipoxia y acidosis. Esto
promueve liberación de factores vasoactivos como óxido nítrico, adenosina e histamina, que
produce vasodilatación refleja. Esto genera finalmente un balance donde predomina el aumento
de la permeabilidad vascular, lo que facilita el acceso de células inflamatorias como neutrófilos y
macrófagos, encargados de eliminar patógenos y sustancias de deshecho.
c.- Proliferación: es la tercera etapa dentro del proceso de cicatrización, derivada del proceso de
inflamación y precursora de la fase de maduración; se inicia hacia el tercer día y dura
aproximadamente de 15 a 20 días. Una vez alcanzada la hemostasia y existe un balance en la
respuesta inflamatoria en el sitio, comienza la fase de proliferación, la cual tiene como objetivo
sintetizar las distintas sustancias y estructuras para comenzar a reparar el tejido dañado; esto
incluye una serie de procesos que funcionan de manera paralela e interconectada.
d.- Remodelamiento o maduración: esta última etapa inicia aproximadamente 1-2 semanas
posterior a la injuria y puede extenderse hasta 2 años. Tiene como objetivo madurar el tejido hasta
su forma óptima, esto quiere decir, con células bien diferenciadas y con un depósito extracelular
organizado. Para esto debe existir un balance entre la apoptosis de células y producción de
nuevas células. De forma paralela existe una reorganización del contenido proteico,
especialmente del colágeno, reemplazando tipo III por tipo I, el cual es menos elástico y más
rígido. Cabe destacar, cualquier error en esta fase puede concluir en una cicatrización patológica
o producción de heridas crónicas. A pesar de todos estos procesos involucrados, las heridas
nunca alcanzan el mismo nivel de fuerza tensil original, llegando hasta un 80% de este valor a
largo plazo.
Tipos de cicatrización:
b.- Segunda intención: Conocido también como cierre por granulación; es un método empleado
cuando la extensión de la herida o sus bordes son muy amplios o existe alto riesgo de infección.
Se caracteriza por un cierre espontaneo, sin uso de métodos de acercamiento exógeno, por lo que
las heridas tienen una fase de proliferación más prolongada. Cabe destacar que el tiempo de
cicatrización es más prolongado.
c.- Tercera intención: Corresponde a una combinación de los dos tipos anteriores; también
conocido como cierre primario diferido, es utilizado cuando en una primera instancia no puede
realizarse un cierre primario (ej. Alta probabilidad de infección), por lo que se permite la
granulación del tejido y posteriormente, cuando mejora la condición de la herida, se realiza un
cierre primario. Al igual que el cierre por segunda intención, se emplea cuando existen heridas
traumáticas extensas o existe un alto riesgo inicial de infección. La herida se deja abierta un par
de días (4-6) y, una vez que se resuelve la infección, se realiza el cierre, aproximando sus bordes.
d.- Cuarta intención: esta consiste en acelerar la cura de una herida mediante injertos cutáneos.
Toda herida puede estar afectada por una serie de factores que pueden dificultar su cicatrización,
habrá una serie de factores generales y otros que se dan a nivel local.
Factores generales:
- La circulación sanguínea:
Un aporte insuficiente de glóbulos blancos, hace disminuir el desbridamiento del tejido dañado,
por lo tanto menor descontaminación de la herida y de proliferación celular
- La nutrición: para una mejor cicatrización se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en
proteínas, vitaminas A y C, y sales minerales como el Zn, Ca, Cu y el Fe esencial para la síntesis
de DNA y la división celular
Diabetes: produce una alteración de los glóbulos blancos, entre otras anomalías.
Arteriosclerosis: depósitos de lípidos y colesterol en las paredes de los vasos produciendo una
disminución del aporte sanguíneo.
Factores locales:
- Contaminación crítica, produce una fase de inflamación duradera en el tiempo, al aumentar las
bacterias en la herida aumenta el número de glóbulos blancos, consecuentemente aumenta la
permeabilidad de los vasos para facilitar el paso de leucocitos, produciéndose edema en el lugar
de la lesión y una disminución del número de fibroblastos.